Si queréis haceros una idea de cómo suenan las canciones descritas aquí, estas son las que he usado como inspiración, que podéis encontrar en Youtube: [en orden de aparición] Du hast (cover de Motionless in White de la canción de Rammstein), Lead the way (Carlos Jean feat. Electric Nana), Formentera (Aitana feat. Nicki Nicole) and Alors on dance (Stromae)


Ya había oscurecido, y aún no había encontrado a nadie. Oh, Cristo Jesús; oh, cielo santo...San Marino tenía un frío terrible...Tuvo la buena idea de llevarse consigo las sábanas de la cama, pero cuando cayó el sol y la temperatura bajó en picado, eso no bastó para evitar que pasara un frío tremendo...

Apenas podía ver por dónde iba. No había ni una sola farola alrededor. Encontró una señal de tráfico, aunque no mencionaba Estocolmo; decidió seguirla de todas maneras, porque le llevaría a alguna parte, y eso le bastaba.

Si tan sólo hubiera pasado por ahí algún coche...o encontrara un teléfono...

Por desgracia, ya llegaba tarde a Eurovisión. Probablemente hubieran empezado ya, viendo lo avanzado que estaba el día. Ahora su problema era cómo salir sano y salvo de ésta. En realidad, ya ni se sentía molesto por perderse el festival.

Tenía la sensación de estar metiéndose en la boca del lobo. Oía el graznido de unos pájaros raros a su alrededor, vio ojos brillantes que lo animaron a apretar el paso...

¿Dónde estaba? ¡Oh, por favor, Dios mío, ayúdame!


El culpable de la situación de San Marino había dormido muy bien esa noche y ahora tenía energía de sobra para poner en práctica su estratagema.

'Jonas', decía la tarjeta identificativa que colgaba del uniforme el guarda de seguridad. Un tipo que parecía cansado de todo, no sólo del festival o de su trabajo. Cualquier otro guarda habría tomado a Prusia por un listillo que pensaba que podría colarse; sin embargo, éste lo llevó adonde no pudieran verlo ni oírlo. Allí, le dio una tarjeta con su foto.

— Con esto tendrás acceso ilimitado—dijo.

Prusia le entregó los honorarios prometidos y, después de agradecérselo con una amplia sonrisa, entró al estadio.


En casa, los televidentes vieron un vídeo en el que salía Finlandia paseando por la ciudad de Oulu, cubierta de nieve, bebiendo café en un establecimiento de la localidad, dando de comer a los patos en un estanque, mientras una voz en off decía:

— Nuestro primer concursante de la noche iba a ser San Marino, pero debido a unos problemas de última hora Finlandia dará comienzo al espectáculo. Parece que Finlandia no ha tenido mucha suerte estos últimos años. Hace dos años terminó en la decimonovena posición, y en la pasada edición una repentina lesión en la garganta justo antes de su actuación lo sacó de las semifinales. Este año nos ha traído una canción del género musical por el que es mundialmente conocido: el heavy metal. Quizás pretenda repetir el enorme éxito de su canción Hard Rock Hallelujah, que lo coronó ganador de la edición de 2006, y de Cha Cha Cha, que le consiguió el segundo puesto y se convirtió en el tema más sonado de la edición de 2023. El título de su canción parece ser una declaración de intenciones para este año. Esto es The monster's out, El monstruo ha salido.

El tema del festival ese año era 'Puertas abiertas'. Por tanto, el vídeo terminaba con Finlandia topándose con un marco de una puerta en medio de la calle, con él abriéndola y pasando a través.

Una puerta se abría en la pantalla, revelando los colores de la bandera finesa, y, debajo, los créditos. En Estocolmo, todas las luces se apagaron.

El público jaleó cuando el silencio dio paso a un tenue y acompasado pitido.

El patrón se interrumpió con una percusión atronadora, acompañada por flashes de luz que insinuaron la figura fantasmagórica de Finlandia en medio del escenario. La canción no empezó, sino que explotó con el rugido de unas guitarras eléctricas que hicieron chillar eufóricos a los espectadores.

You don't know, you don't really know me

El normalmente amable y campechano de Finlandia se había transformado esa noche. Casi parecía una persona completamente distinta, un gemelo malvado, un doppelgänger. Éste no sonreía como un Santa Claus nórdico, sino que parecía más bien el Krampus, tétrico, agresivo, comedor de niños. A sus espaldas, la pantalla mostraba imágenes perturbadoras, dientes apretados, pelo jalado, arañazos en la cara.

— Jesús, sí que le gusta a Finlandia pasarse de rosca—murmuró Portugal.

— Me da miedo cómo cambia cuando se pone en modo metal...—Veneciano se aferró a su hermano.

Look behind the mask, you loved a mirage

You think you will like, will like what you'll find?

Walk over me, I'll beat you up!

Las máquinas de efectos especiales alrededor del escenario escupieron llamaradas para el estribillo, a partir del salto de Finlandia. Las pantallas a sus pies crearon la ilusión de que sus botas con cadenas y plataforma rompían el suelo y hacían colapsar el arco del fondo.

I'm a wolf with a sheep's clothing

Did you think I was your friend, darling?

Un coro se unió a Finlandia. 'Ooooooh!'.

Ei!

Ei!

Alemania discrepaba de Veneciano. A él le encantaba esta faceta de Finlandia. Comprendía que no parecía la clase de música que alguien tan mono y bueno como Finlandia le pudiera gustar; lo mismo podía aplicársele a él. Esa no era su única similitud: él y Finlandia eran rivales en cuanto a heavy metal se refería, ¿quién era el mayor forofo, el mejor músico? En ese momento le pareció ver influencias de sus bandas. Pero no pretendía hacer comparaciones. Seguía siendo un amante del género y apreciaba que esta canción abriera la velada. Tomó nota mental para la hora de las votaciones y lo disfrutó moviendo la cabeza y siguiendo el ritmo con la pierna. Y no era el único, porque Inglaterra cantó a coro y República Checa agitaba el puño.

Daba la sensación de que la locura se había apoderado del escenario, como si algo se hubiera roto dentro de Finlandia, algún cable se hubiera quemado, y se hubiera convertido en un monstruo. Cantó con una voz que no salía de su garganta, sino de un poco muy profundo. Saltó, sacudió cuerpo y cabeza, mostró los dientes como una fiera. Y el coro durante el estribillo parecía un grupo de demonios salidos del infierno de donde se había escapado.

Kick this [beep], I'll eat your heart!

Finlandia no parecía ni él mismo, pero siempre lo había llevado dentro. Suecia lo sabía perfectamente. Esto era lo que veían los que le tocaban las narices.

Sabía que la canción había sido escrita expresamente para él. Sabía que Finlandia le estaba hablando a él, Suecia.

Finlandia tenía el corazón roto y había decidido convertirse en un monstruo sin corazón. Mostrarle que rompería la pierna que le había pateado.

Fue de agradecer que las luces impidieran que los operadores en las bambalinas vieran que Suecia estaba poniéndose colorado, porque esta faceta de Finlandia, tan confiada, arrogante, agresiva, el entusiasmo que derrochaba, el cuero y el maquillaje...le...excitaban...bastante...

La canción terminó con Finlandia bajando la cabeza, ocultando la cara bajo una cortina de pelo, mientras el pitido volvía una última vez. El público vitoreó y aplaudió, y cuando alzó la cabeza, parecía que había sido exorcizado, mostró su sonrisa habitual.

— ¡Graciaaaaaas!

Las cámaras enfocaron a un grupo de finlandeses que sujetaba una bandera enorme.


Bélgica era la siguiente. Luego sería el turno de Bielorrusia y después, él. Cualquiera se habría sentido extremadamente nervioso o al menos excitado, pero no Grecia. No había razones para preocuparse. No le daba miedo cometer algún error en directo. Estaba completamente relajado. Tan sólo necesitaba echar una meada.

Aún tenía tiempo mientras Finlandia actuaba, se trasladaba a la Green Room y el personal preparaba el escenario para Bélgica. Se alivió y se sintió incluso mejor. La viva imagen de la tranquilidad.

...Pero espera un momento.

Se detuvo. Frente a él había un gatito anaranjado, de cuatro semanas como mucho. Jugaba con el envoltorio de un caramelo.

— Hola, hola...—Grecia se agachó para dejar que oliera su mano y lo acarició. Era tan pequeña, aquella cosita. Lo tomó en sus manos.

¡Miau! Otra aparición lo distrajo. Otro gato, éste negro, pero tan joven como el otro. Lo miró con los ojos bien abiertos. Grecia lo cogió con su mano libre y lo besó.

Y otro más, junto al marco de la puerta de un armario de escobas abierto. Cuando se acercó para cogerlo también, encontró que dentro había una caja con cuatro lindos gatitos.

¿Qué hacían ahí? ¿Por qué alguien los pondría ahí? Grecia no tenía idea. Pero le habría gustado averiguarlo. Además, le gustaban los gatos. Así que lo lógico para él era desviarse y detenerse un momento para comprobar que estaban bien y, por qué no, rascarles sus adorables orejas.

—Bebés...—susurró a los felinos, poniéndose de rodillas para acariciarles la cabeza.

Fue entonces cuando la puerta se cerró y todo quedó a oscuras. Después de eso, oyó que cerraban la puerta con llave.

—¿Hola?—llamó con absoluta tranquilidad.

Prusia sonrió y guardó la llave en su bolsillo.

— Este pájaro no va a cantar esta noche—se dijo a sí mismo, y colocó un perchero en medio, para ocultar la puerta. Después de eso, se alejó rápidamente.


En casa, los espectadores vieron a Bélgica contemplando las aguas de los Canales de Brujas desde un ángulo picado, luego corretear con las ovejas en un prado verde, sentarse sobre la hierba para leer, mirar cómo hacían chocolate en la Aldea del Chocolate Belga en Bruselas.

— Bélgica es uno de los países que lleva participando en Eurovisión desde su primera edición allá por 1956. Tan sólo ha ganado una vez, en 1986, con su canción J'aime la vie, aunque no ha cejado en su empeño de repetir. Dice haber volcado sus sentimientos y recuerdos como colonia en esta canción, Cry out loud, Diciéndolo bien alto, la cual se ha convertido en un icono del movimiento feminista en su país. Aquí viene.

— ¡Buena suerte, hermanita!—la animó Luxemburgo desde su casa.

Holanda, por otra parte, fumaba con el ceño fruncido. Seguía molesto porque su hermana había conseguido pasar a la final y él no, aunque su canción era mucho mejor, obviamente.

"I just want to cry out loud" Cantaron las dos acompañantes de Bélgica.

Apareció al fondo una cadena de montaje de la cual colgaban maniquíes femeninos, y Bélgica comenzó a cantar, moviendo las caderas al ritmo.

A little miss, a sweetie pie

They painted this picture of me, never could decide

The perfect girl, the perfect wife

The path I had to take was never really mine

Wanna drink beer and be loud, wanna stand out in a crowd

Why having my feet on the ground if my head's in the clouds?

Wanna play in the mud, wanna dance to this beat

This Beauty here wants to be the Beast!

Get your rules off my face, I'll live by my own

Life's too short to spend in the wrong place

I will sing in the rain, feel it on my face

Uno de los maniquíes del fondo abrió los ojos y se liberó de la máquina.

Let's just start o-o-o-over now

El estribillo era la parte donde normalmente la gente arrancaba a cantar. Respondiendo a la llamada de Bélgica en redes sociales aquel día, todas las mujeres de la sala se levantaron de sus asientos para cantar:

I'll have it my way, you don't have a say

I will stand my ground, won't run away

I've been quiet before but not today

No, not today

Rusia se dio golpecitos en la rodilla siguiendo el ritmo.

— Es bueno, ¿eh? Me gusta—comentó a la músico que tenía al lado.

— No, not today!—Israel cantó al mismo son, con los brazos en alto.

Detrás del escenario, un miembro del equipo se acercó a Bielorrusia.

— ¿Está lista? Cuatro minutos y le toca—le dijo.

Ella tan sólo asintió levemente con la cabeza, sin devolverle la mirada. Ella no participaba en la fiesta. Sus ojos estaban fijos en Rusia, quien parecía disfrutar con la canción, y pensaba, tan sólo pensaba que él...

Bélgica hizo un pequeño baile mientras las cantantes del coro cantaban:

Keep it up, breaking out

I just want to cry out loud

Here I am, you'll hear me roar

La verdad sea dicha, Bélgica bailó un poco como en aquellas fiestas en que bebía un poco más de la cuenta. Internet comenzó a producir memes sobre su bailecito y su atuendo. Era divertido de ver, aunque también contribuyó a hacer la canción más pegadiza y amena.

I just want to cry out loud

Cuando terminó, jadeó, mientras el público la jaleaba. Lanzó un beso a un grupo de belgas que hacía ondear su bandera con tanto entusiasmo que podrían haberle sacado el ojo a alguien.

— ¡Gracias, Europa!—dijo, y salió del escenario por donde no era.

Su turno...Bielorrusia suspiró.

Lo último que quería en esos momentos era cantar aquella dichosa canción.

Tampoco parecía muy contenta en su vídeo introductorio. Echándose una siesta en casa, caliente y resguardada de la nieve que caía afuera. Cruzando el puente del castillo de Nyasvizh. Cocinando draniki.

— La siguiente concursante en viajar a través de nuestras puertas mágicas es Bielorrusia. Hasta la fecha aún no ha ganado Eurovisión ninguna vez. Debido a desacuerdos entre su BTRC y la EBU respecto a su canción, fue descalificada en 2021, y quedó suspendida durante algunos años. Ahora ha vuelto con una canción dedicada a su hermano Rusia. Y no nos lo estamos inventando: ha dicho en varias entrevistas que Rusia es el amor de su vida y que se casará con él algún día. Buena suerte con eso, Bielorrusia, y buena suerte con tu canción Miracles exist, Los milagros existen.

— ¡Buena suerte, hermana!—musitó Rusia, sonriendo como un niño pequeño. Buscó a Ucrania entre la multitud, y la encontró seria.

Bielorrusia se encontraba de pie frente a un fondo que mostraba una pelota de papel que se abría, mostrando el dibujo de una chica que tiraba de la mano de un chico.

My God what have I done to deserve this blessing?

Out of all girls in the world, why the winner of the lottery was me?

Sometimes I think it's too good to be true, I must be dreaming

Bielorrusia podía parecer una bruta de cuidado, pero cantaba como los ángeles, y el estadio se quedó embelasado oyéndola así de delicada:

I can't believe you're here

Sitting next to me

Call you my baby

It's for this that I believe miracles exist

Ahí estaba. Bielorrusia trató de no pensar en qué estaba cantando:

And I can't stop thinking, one day you could leave me

Tell me it's just a dream

It's for this that I believe miracles exist...

En Twitter, los usuarios comentaron cuánto sentimiento le estaba poniendo a la canción. Su voz tembló al pronunciar eso de 'que un día pudieras dejarme'. ¡Qué detalle tan fantástico!

— Caray, está guapísima, ¿no os parece? Y canta como una alondra...—Lituania suspiró con una sonrisa boba, por la que Estonia y Letonia intercambiaron una mirada burlona.

Rusia, aunque no le gustaba ni un pelo que esta canción se refiriera a él, sonrió, pensando que era una actuación bellísima, y Bielorrusia lo miró, aunque había procurado no hacerlo. Detrás de ella, la pantalla mostraba todas las cosas que nunca había llegado a hacer con él: besarse las manos el uno del otro, su cara siendo la primera cosa que veía al despertar, sus labios acercándose a los suyos...

Oh, baby, don't you ever go

Without you, I would be so lost

No, please, don't, don't you ever go

It's for you that I believe miracles exist

Calló, y el público aplaudió.

— Guao, tu hermana sí que ha vivido la canción. ¡Mira! ¡Si está llorando y todo!—dijo Polonia a Ucrania.

Tuvo que hacer un esfuerzo por no echarse a llorar ella también.

Bielorrusia intentó no derrumbarse, tomó aire, inclinó la cabeza hacia los espectadores y sin decir una sola palabra abandonó el escenario. Ignoró a quienes la rodearon y se encerró en los servicios. Suecia la vio pasar.

— Tenemos un problema, señor—se le acercó un miembro del equipo—. El señor Grecia no está.

— ¿Cómo?—murmuró Suecia, y el hombre comenzó a temblar como si le estuviera culpando a él, cuando no era así.

— N-No lo sé, no está en su puesto. Me han dicho que quería ir al baño, pero no está allí...nadie lo ha visto...

¿Adónde demonios se había ido Grecia? ¡Era el peor momento posible para hacer el truco de la desaparición!

— Pasad a publicidad—dijo Suecia, y estaba a punto de echar a correr para buscar a Grecia cuando otro miembro del personal se acercó.

— ¡Espere, señor, parece ser que ya está en el escenario!

— Gracias a Dios por las mercedes que nos hace...—se dijo Suecia, suspirando de alivio.

El vídeo introductorio mostró a Grecia en Mykonos, encaminándose hacia la playa con los molinos de viento a un lado, caminando a través de calles empedradas y casas blancas, comiéndose una ensalada junto al mar, con la puesta de sol.

— Aquí está Grecia, uno de los favoritos de este año con lo que ha definido como una mezcla de viejo y nuevo. Ciertamente, a Grecia le gusta mostrar a Europa su herencia musical, y nos ha traído una canción tocada en parte con el instrumento tradicional griego llamado kementzes, llamada Get a like, Consigue un like, en la cual reflexiona sobre el efecto de las redes sociales sobre nuestra autoestima tras haberse creado una cuenta para promocionar el turismo. Verán que estará ofreciendo su actuación en directo a través de nuestra cuenta de TikTok. Esto es Get a like.

— Odio a los viejales que demonizan Internet—protestó Ladonia.

Volvió la cabeza para ver si Sealand estaba de acuerdo y se vio solo.

El escenario estaba a oscuras mientras tocaban a tocar las primeras notas con un...¿sintetizador? No era muy tradicional, pero el público supuso que habría que esperar y ver...

Fue cuando la melodía se desató y el escenario se iluminó con franjas de color verde, rosa y blanco, cuando vieron que o Grecia había encogido y sus cejas habían crecido en cuestión de minutos o ese no era Grecia.

Resultó que no lo era, porque los ojos de Suecia se abrieron desmesuradamente, Liechenstein se quedó boquiabierta, Finlandia se tapó la boca, e Inglaterra dejó de quitarse pelusas del traje para mirarlo atónito.

— ¡Sealand!—exclamó.

Vestido con un traje azul claro con pantalones cortos, una pajarita roja y zapatos abrillantados, Sealand bailó la introducción de la canción y luego comenzó a cantar, ajeno al estupor general.

Hey Hey lord, give me Melon Soda!

Hey hey lady, hey hey lady!

I just can't forget the taste

Of that chocolate bar I ate before!

Nadie había visto correr tan rápido a Suecia, ni siquiera en las Olimpiadas. De camino, hizo un gesto fugaz a los técnicos de sonido y la música cesó. Eso hizo que un buen número de espectadores protestara, pero Sealand no se amedrentó y siguió cantando sin ella. Animado por sus jaleos, siguió cantando:

Draw a circle, that's the earth

Suecia apareció y desapareció en un abrir y cerrar de ojos, agarrando a Sealand del cuello de la camisa, mientras él seguía cantando hasta que su micrófono se desconectó.

— ¡Dejad que cante el niño!—gritó un hombre con la bandera portuguesa pintada en las mejillas.

— No tengo ni idea de quién es, ¡pero la canción mola!—dijo una serbia.

— Oh, guao, al final lo ha hecho...—aunque sacudió la cabeza con vergüenza ajena, Ladonia no pudo evitar reír.


Un joven asistente recibió la orden de limpiar un vaso de agua que se había caído y se había roto. El problema era que el armario de las escobas no se podía abrir. Llamó a otros trabajadores y probaron de todo para abrirlo. Fue inútil.

— Esperad, ¿hay algún tipo de llave maestra?— preguntó uno de ellos.

— No tendréis por aquí una radiografía , ¿verdad?—propuso otro.

— Se habrá atascado—una chica, la más fuerte del grupo, golpeó la puerta con su propio cuerpo y luego la emprendió a patadas con ella.

¡Cuál fue su sorpresa cuando encontraron a alguien dentro, sentado en el suelo, rodeado de gatitos!

Grecia los miró con estoicismo como si la situación no fuera extraordinaria.


Inglaterra salía después de Grecia, así que debía estar preparándose, pero no iba a perderse esto. Fue hacia donde se encontraban Suecia y su equipo regañando a Sealand. Finlandia también estaba allí. Suecia no habló, pero expresó su disgusto cruzándose de brazos y dando golpecitos con el pie al suelo.

— ¡Vale, vale, te mentí, lo siento!—Sealand también se cruzó de brazos.

— Oh, Suecia, cuánto lo siento...Qué vergüenza...—dijo Inglaerra a Suecia, y dio un coscorrón a su hermano pequeño—. ¡Imbécil! ¿A qué ha venido eso?

— ¡Au! ¡Yo sólo quería unirme a vosotros! ¡Nunca me dejáis hacer nada divertido!

— Vuelve a tu puesto. Yo me encargo—dijo Suecia a Inglaterra.

— Átalo bien y ponle un bozal. Creéme, es la única manera—le dijo Inglaterra, y se marchó.

— ¿Dónde está Grecia? ¿Tienes tú algo que ver con esto?—preguntó entonces Suecia a Sealand.

— No. Como él no venía, pensé que podría ocupar su lugar.

Suecia frunció el ceño.

— Señor, lo hemos encontrado—un técnico se acercó corriendo con Grecia a su lado.

— ¿Dónde...? Oh, no importa. Ve, rápido—gruñó Suecia.

Grecia hizo lo que le mandaban sin defenderse ni cuestionar nada.

— No debiste hacerlo, Sealand. Ven. Tú te quedas conmigo—Finlandia agarró a Sealand de la muñeca y tiró de él con suavidad—. Yo me ocupo de esto. Tú procura que todo vaya según tu plan.

Suecia captó el retintín de sus palabras, pero ni respondió ni le importó. Estaba demasiado nervioso para preocuparse por esas cosas.

— ¿Crees que estuvo bien?—preguntaba Sealand a Finlandia mientras volvían a la pista.

— Oh, sí. Pero no era ni el momento ni el lugar—le contestó él—. ¡Vamos, ahora viene Grecia!

Era uno de los favoritos, no podían perdérselo.

El público gritó entusiasmado cuando al fin apareció el verdadero Grecia, rodeado de gente vestida con pantalones y jerseys negros de cuello alto, los cuales, cuando comenzó al canción, se empezaron a retorcer, tratando de captar una señal de Wi-Fi.

Frente a Grecia había un móvil montado sobre un trípode que lo grababa, y la imagen se transmitía al fondo, donde un cúmulo de comentarios y corazones flotantes llenaron el espacio.

You are ugly, you make me bored

You are a loser, nothing I haven't seen before

You're a fake and also stupid

You are too skinny, your teeth are disgusting

It's no wonder you've never been shot by Cupid

Put a filter on, pose in front of Tour Eiffel

Push your misery aside, smile

And get a like

Grecia mantuvo su expresión pétrea y apenas se movió, mientras sus bailarines danzaban imitando algunas posturas para hacerse autofotos algo arriesgadas. El escenario rugió y saltó cuando llegó el estribillo.

And get a like

And get a like

Prusia oyó la música, la voz, desde debajo del escenario, y gruñó. ¡No debían haberle encontrado! Ya era tarde para hacer algo al respecto. Debería intentar alguna otra cosa para hundir sus posibilidades...

What's the use of doing things if the whole world doesn't know?

Get out there, no one likes to be alone

Open your eyes, it's not talent what you need, just a killer follower account

You gotta fake it till you make it, don't let them see how hard it is, to live in your skin

Honesty not welcome here. Just go with the flow.

And get a follow.

Y los bailarines-cantantes, mientras posaban de nuevo para sus autofotos, sacando la lengua, toqueteándose el pelo, fardando de musculitos, poniendo cara de pato, replicaban: "Nah, nah, nah, nah". Grecia, mientras tanto, agarró el teléfono que lo grababa e hizo el signo de la victoria. Los que contribuían al directo con sus comentarios y corazones se volvieron locos.

Push your misery aside, smile

And get a like

And get a like

And get a like

Turquía se encontraría algún tiempo más tarde en redes sociales bailando con entusiasmo, 'como un yayo', como diría un tal amolastetas. Suiza siguió el ritmo con la mano. Noruega también, con la cabeza.

Cuando acabó, guardándose el teléfono en el bolsillo, el estadio gritó con furor.

— Gracias—fue su simple respuesta, mostrando una diminuta sonrisa satisfecha.

Inglaterra aplaudió. Había estado muy bien...Pero si les había gustado Grecia, a él le iban a adorar...