El entrenamiento estaba tardando más de lo que creía. Yahiko estaba mirando como el sol se ponía a cada minuto mientras practicaba las katas que Kaoru le dijo que haga.
La kendoka miraba de reojos a su pupilo y notó lo inquieto que estaba, al principio de la clase estaba de lo más normal, pero cuando le dijo que se quede a mejorar algunas posturas lo comenzó a notar distraído y ansioso.
En el instante que le preguntó qué le pasaba, el joven espadachín simplemente le dijo que no era nada y siguió con lo suyo ahora más concentrado, solamente que esa concentración le duró unos mínimos instantes, porque volvió a mirar afuera, como queriendo calcular la hora que era.
Kaoru suspiró y justo en ese instante Kenshin entraba al Dojo extrañado de que no haya terminado aún la clase, y vio la escena de la maestra y su alumno, ella preocupada y él inquieto. Se acercó a la chica sonriéndole para que calme un poco la preocupación que tenía.
- "¿Pasó algo Kaoru-dono?" –dijo despacio para que el chico no los escuche. Ella lo miró preocupada-
- "No sé, qué sucede con Yahiko, estuvo bien en la clase hasta que le dije que nos quedemos un instante más"
- "¿Y no le preguntó qué le sucede?" –Kaoru lo miró con molestia ante la pregunta- "Supongo que sí, disculpe la pregunta" –y tomó su mano, entrelazando sus dedos, desde lo de Einshi, el peli rojo estaba más cariñoso con ella, y más cuando se confirmó su relación-
- "Perdón Kenshin no quise que te sientas mal, pero es que no sé qué hacer para que me cuente si algo le preocupa. Hace más de un año que está con nosotros y aun así hay veces que siento que no me deja que me acerque a él" –apoyó su cabeza en el pecho del espadachín y este la separó un instante para mirarla con una sonrisa-
- "Hablaré con él, y cuando te dé una señal acoplas ¿sí?"
- "Pero Kenshin…"
- "Hay veces…" –dijo callándola con su dedo índice- "… que necesita una charla de hombre a hombre"
Caminó hacia el chico que recién terminaba con su tercera y última tanda de ejercicios, el chico tomó su botella y luego vio a su ídolo acercarse.
- "Ya está oscureciendo" –acotó mirando el ocaso-
- "Sí, deben estar por ser las siete" –era invierno y el sol se ponía mucho antes-
- "Ya veo, y ¿eso te preocupa?" –Yahiko lo miró con molestia, odiaba que lo lean tan fácilmente, fue en ese entonces que Kenshin le indicó a su chica que se acerque, pero que no emita sonidos para que el niño no se entere-
- "A las siete Tae me dijo que vaya cubrirla hasta las ocho porque tiene un compromiso, pero no creo llegar" –ante esto Kaoru estuvo a punto de reclamar pero Kenshin la detuvo para continuar con la charla-
- "Pero si te bañas ahora y sales seguro llegas unos minutos tardes, si se lo explicas a Tae-dono no creo que haya ningún problema. Aparte ¿por qué no se lo dijiste a Kaoru-dono? Ella te hubiera entendido y o te daba esas tareas extras" –Yahiko calló y un sonrojo apareció en sus mejillas- "No es eso lo que te preocupa ¿verdad?"
- "Es que…" –estaba tratando de ordenar su cabeza para poder contar su real preocupación- "…yo le dije a Tsubame que iba a ir antes para intentar salir a las ocho en puntos y… ehhmmm…" –se rascaba la cabeza nervioso, no sabía cómo explicarse para no confesar lo que realmente ocultaba. Kenshin solamente sonrió mientras esperaba calmadamente lo que el chico intentaba decir- "… íbamos ir a pasear juntos".
- "No creo que Tsubame se enoje si le explicas qué sucedió" –dijo el ex hitokiri-
- "ESQUE… YO QUERIA MANTENER MI PROMESA" –ante esto Kenshin y Kaoru se sorprendieron, y más al ver el sonrojo del niño-
- "A ver Yashiko, me lo hubieras dicho" –reiteró la kendoka sorprendiendo al chico-
El chico enmudeció en ese momento, había una razón para ocultarlo, y no se imaginaba que ella le iba a joder todos los planes, estaba enojado, un poco con ella, un poco con Kenshin porque no se imaginaba que la iba a llamar a su maestra para que escuche a escondidas, y un poco con él porque ahora debía decir lo que tanto él como la chica querían ocultar.
- "¿Cómo quieren que ella me tome enserio si a la primera que le hago una promesa la rompo?" –ambos miraron sorprendidos a "su niño", y sonrieron-
- "Yahiko, ella estará contigo no importa lo que pase, y más si le explicas lo que sucedió" –reiteró el peli-rojo-
- "¿ES QUE NO LO ENTIENDEN? ELLA NO CONFÍA EN ENTERAMENTE EN LOS HOMBRE Y SI YO QUIERO CASARM…." –ahora sí ennudeció completamente, los adultos se miraron aún más sorprendidos-
- "Yahiko, aun ambos son muy jóvenes para pensar en casarse" –Kaoru quiso sonar tranquila, pero estaba a punto de colapsar-
- "NO SOY UN NIÑO, ESTOY POR CUMPLIR QUINCE AÑOS Y…"
- "Y a esa edad los chicos ya son considerados adultos"-completó Kenshin, el chico asintió con esperanza de que él lo comprendiera- "pero supongo que no sabes lo que significa eso para un espadachín" –ahora Yahiko lo miró desconcertado- "te propongo algo, ve a hablar con Tsubame-dono pero no le digás nada de casamiento hasta que cumplas los quince, y hasta que hables conmigo bien los cumplas ¿te parece?" –Kenshin sonrió ante la propuesta haciendo que el chico quede aún más enfadado-
- "¿Y POR QUE TENGO ESPERAR SU APROBACION O CUMPLIR LA EDAD ADECUADA? USTEDES NO SON MIS PADRES NI NADA POR EL ESTILO" –volvió a callar y miró a sus superiores ahora se lo veía decaídos y algo decepcionados. Se arrepintió en el instante que dijo esas palabras- "Yo…"
- "Kaoru-dono voy a terminar de preparar la cena" –se levantó sin mirar al chico- "Sé que estoy en condiciones de decirte qué hacer…" –refiriéndose ahora al chico, aun sin mirarlo- "…pero deberías ir a hablar con Tsubame-dono y aclarar las cosas para que no se enoje contigo" –y salió, no sin antes besar a Kaoru en la frente para que duba un poco los ánimos-
- "Espe…"
- "Mejor ve rápido, no voy a estar tranquila si están afuera tan tarde, o si prefiere quédate ahí para cumplir con el horario que no cumpliste… Discúlpame con Tae-san también" –lo volvió cortar la maestra- "igualmente debes hablar con Kenshin a tus quinces años, aunque no quieras… es un tema de honor" –y salió dejando al chico aún más confundido y arrepentido por lo que les dijo-
Quiso reclamar, pero prefirió tomar una corta ducha para irse al Akebeko, tomó algunas pertenencias y pasó un instante por la cocina para ver que sus dos superiores ya estaban comiendo tranquilamente, no hablaban pero no se sentía tensión en el ambiente, aun así se los veía un tanto tristes y era su culpa. Simplemente gritó que se iba corriendo para no escucharlos.
Se sentía terrible, y ahora tenía que enfrentar la carita de tristeza de su chica. Llegó con poco tiempo de retraso, cosa que lo sorprendió un poco pero Tae, ya estaba saliendo y al verlo con un dejo de enojo, le pidió que luego le explique el porqué de su tardanza, aunque si le aclaró que hable con Tsubame cuando termine el turno de ambos, porque ella le contó con mucho entusiasmo su salida que claramente ahora se iba a ver perjudicada, saliendo luego.
¡Genial! Ahora se sentía mucho peor…..
Continuará...
