Los días pasaron, y Yahiko estaba cada vez mejor había sido informado de todo lo ocurrido desde su secuestro, enterándose de esta manera que habían pasado dos meses secuestrado por esas personas. Miró a Kenji que dormía a su lado y sonrió recordando todo lo que le contaron:

Flash back:

- "Entonces ¿qué pasó con esos tipos?" –preguntó a Kaoru unas semanas después de su rescate, mientras ella le daba sus alimentos de forma silenciosa-

- "Fueron capturados y apresados, parece que la información que obtuvieron fue la necesaria para poder capturar a esos hombres por fin"

- "¿Por fin?" –preguntó sin comprender. Kaoru suspiró-

- "La policía hacía un buen tiempo que los perseguía pero siempre le faltaba algo de información y como Kenshin les aclaró explícitamente que no iba a meterse en asuntos del estado nuevamente no le pidieron su ayuda, haciendo que sea más difícil el trabajo" –explicó, mientras tomaba la bandeja con la comida para llevarla a la cocina-

- "¿Pasa algo?" –no quería decirlo antes porque la verdad priorizó mejorar lo antes posible, pero desde que estaba respondiendo bien a los cuidados que le impusieron notó enojada a Kaoru, se venía venir igualmente, pero necesitaba que ella se lo diga claramente-

- "¿Y todavía preguntas?" –dijo aún más molesta-

- "Y bueno has estado con una cara terrible desde que volvimos de lo de Genzai, podrías decirme el por qué"

- "ESTUVISTE A PUNTO DE MORIR POR UNA IDEA INUTIL Y SIN SENTIDO, ¿NO TE DAS CUENTA LO PREOCUPADOS QUE NOS TENÍAS, LO PREOCUPADA QUE ME TENIAS?"

- "¡Tranquila vas a despertar a alguien fea mu…" –y recibió la cachetada de su vida, suerte que Kenji dormía en ese momento porque si no se hubiera enojado por golpear a su Yahi-nii-

- "NO TE ATREVAS A HABLARME ASI" –Kaoru estaba fuera de sí, Yahiko simplemente calló para bajar su mirada. Sabía que su maestra se iba a enojar pero no sabía que tanto-

- "Tenía que hacerlo, sino iba a capturar a Kenshin y para mi él debía ser el que encabece la investigación junto con Aoshi" –intentó explicar el chico-

- "Tu "gran idea" solamente trajo más trabajo para Kenshin, porque él me explicó que con su captura iba a poder pelear con esos hombres fácilmente y sin necesidad de involucrar a nadie más" –intentó calmarse al escuchar pisadas, las cuales probablemente eran de su esposo y un gritito proveniente de su hijo-

- "Esta era mí…"

- "NO TE ATREVAS A DECIRLO" –volvió a gritar, obviando lo explicado anteriormente-

- "Koishi creo que es tiempo de que te calmes, ylo calmes" –hablando por su hijo que seguía con un leve llorisqueo-

Kaoru se levantó tomando la bandeja nuevamente y miró a su alumno con enojo.

- "No te perdonaré que hayas arruinado el cumpleaños de tu hermano" –lanzó-

- "KOISHI" –reclamó el peli-rojo. Esa no era su esposa y él lo sabía, pero debía hablar con Yahiko para que la pueda entender un poco-

Kenji manoteaba buscando a su madre la cual, luego de dejar la bandeja en la cocina, lo tomó sonriéndole para luego suspirar y mirar al mayor de sus hijos, sabía que lo que había dicho era cruel y en ese ínfimo lapso de tiempo desde la habitación del chico y la cocina se arrepintió de lo dicho. Lo llamó para sonreírle, pero Yahiko simplemente la miró con culpa y algo de tristeza, Kenshin para esto insistió con que los dejen solos.

- "Creo que sabes que tienes que entenderla" –comenzó mientras se sentaba en la silla que antes era ocupada por su esposa-

- "Ella tampoco me entiende a mi" –volvía el chiquillo de unos años atrás, que cree que lo hecho fue lo mejor-

- "Kaoru-dono tuvo razón en algo, y es que tu captura complicó un poco las cosas" –Yahiko apretaba la sábanas ante el nuevo sermón- "Pero, algo de luz dio en beneficio a la investigación policial, de hecho me pidieron que te felicite por tu valentía".

- "¿Por qué lo dices?"

- "Pues… la carta que mandaron para que te intercambiemos por Tsubame ayudó a que Misao-dono y Aoshi puedan seguir sus redes de comunicación y así no solamente te encontramos a ti sino a los demás involucrados e incluso a los líderes"

Yahiko no daba crédito a lo que escuchaba ahora, por fin sintió que ayudaba en algo con esa decisión, pero Kenshin estaba serio, diría que también molesto haciendo que la poca alegría que le dio la noticia desaparezca.

- "Tu obsesión por querer ser adulto te llevará por malos caminos, ya te lo he dicho en alguna oportunidad "el que corre mucho puede caer fácilmente Yahiko". Pudiste haber muerto y ¿qué le decimos a Tsubame? ¿qué le decimos a Kaoru-dono? ¿qué le decimos a Kenji?..." –esto abrió sus ojos a lo imprudente que había sido- "Kenji sufrió tu ausencia mucho, más que todos diría yo ¿Qué pasaba si era para siempre esa ausencia?"

El silencio reinó, Yahiko se sentía terrible, es verdad antes ahora estaba Kenji e iba a ser un egoísta arrebatarle su "hermano" a un pequeño niño. Miró a Kenshin con lágrimas en los ojos.

- "Solo quería defender a Tsubame, ella me dijo que con eso bastaba por ahora"

- "Comprendo, pero tu muerte no iba a salvar a nadie. Aparte a esa responsabilidad yo te voy a sumar una más…" –Yahiko miró extrañado a su ídolo- "…proteger a Kenji…"

Fin de flash back:

Tocó la mejilla del adormilado niño, y observó que estaba pareciéndose enteramente a Kenshin, aunque los ojos fueran del azul de Kaoru.

Lo arropó nuevamente mientras él se incorporaba un poco viendo su habitación, divisó rápidamente dos shinais y un bokken: el bokken y uno de los shinais era de él, el otro más cortito era de Kenji, sonrió ante esto.

Kenji unos días después que le dieran el alta comenzó a tomar el shinai y a moverlo como lo hacía su mamá en sus clases, aunque tenía tres años todavía era un niño muy inteligente y aunque Kaoru no quiera admitirlo, ella, él y Kenshin ya se percataron que era un "diamante en bruto". Aunque bueno no decían nada para que no crean que el cariño jugaba a favor del infante.

Kenshin por su parte comenzó a entrenarlo para reconocer el ki de una persona: lo hacía de una forma divertida, jugando a las escondidas con su hijo para que lo encuentre, todavía no lo lograba, pero Yahiko sabía que no iba a tardar en suceder.

- "Yahi-oni" –dijo por primera vez en sueños-

- "Bueno por lo menos ese absurdo apodo capaz que cambie" –le dijo a su dormido hermano-

Miró nuevamente a los shinais y esta vez rio con lo que recordó: ese mismo día donde Kenshin y él tuvieron la conversación de lo ocurrido en sus días de secuestros, Yahiko le comentó que antes de desmayarse cuando lo encontraron soñó con Kenji tomando un shinai y golpeando a un hombre inconsciente, este sueño lo acompañó toda la internación y recuperación robándole sonrisas. Grata fue su sorpresa cuando Kenshin le comentó que eso no había sido un sueño y que desde el momento de su cumpleaños el niño se interesó por tener siempre un shinai en sus manos, ni siquiera el peli-rojo se había salvado de algunos golpes por parte de su hijo.

Ante esto fue que Kenshin le reafirmó que debía proteger a Kenji y cuidarse para no dejar a su pequeño sin su modelo a seguir, porque el ex hitokiri estaba convencido de que ese interés vino cuando los vio preparado para luchar con los tipos que lo habían secuestrado.

Escuchó un golpe de la puerta, para luego ver como Kaoru y Kenshin entraban junto a Tsubame, Yutaro, Tae e incluso Genzai. Hoy era su cumpleaños y la torta adornada con unas prendidas velas lo demostraban.

Lo saludaron despacio para no despertar al pequeño, pero muy tarde había sido cuando lo vieron tirar del brazo de Yahiko para que lo alce.

Se levantaron ambos chicos para unirse a la pequeña reunión que sus tutores le habían preparado. Abrió sus regalos y vio que Sanosuke se hacía presente con una nueva carta como todos sus cumpleaños, preguntándole nuevamente si iba a la habitación que le dio o si seguía siendo un insolente. Yahiko rio, esa pregunta era una completa idiotez: primero porque el "cabeza de pollo" sabía perfectamente que si lo iba a hacer y segundo porque nunca recibiría respuesta si ninguno de sus amigos sabían a qué domicilio mandarle una carta, pero bueno ellos sabían que en cualquier momento iba a hacer su aparición.

- "¿Se puede saber qué es eso de "la habitación"? –preguntó cuándo todos se habían ido, Yahiko tosió ahogado por la sorpresa-

- "Pues… Sanosuke no es tan idiota como parece, y antes de irse me dejó el domicilio donde él vivía para no molestarlos a ustedes"

- "¿Es ahí donde se iban con Tsubame todo el tiempo verdad?" –preguntó nuevamente. Esto lo sonrojó-

- "S-si"

- "¿Y por qué no nos contaste?"

- "Es que quería ocuparme solo yo de esa propiedad, y…"

- "… querías estar a solas con Tsubame" –el chico asintió más sonrojado que nunca-

- "¿Te acuerdas que quería pedirle matrimonio?" –Kenshin asintió ¿cómo olvidarlo?- "pues, fantaseaba con ese sea nuestro hogar, por lo menos por ahora" –Kenshin sonrió-

- "¿Y ahora no te quieres casar con ellas?" –preguntó irónico, sabía la respuesta pre quería incomodar un poco al chico-

- "CALRO QUE SI…" –y acomodó su garganta- "… quiero que sea mi novia, aparte sé más o menos lo que siente ella también como te he comentado"

- "¿Me contarás por qué dijiste una vez que no te habías portado bien con ella?" –siguió cuestionando-

- "No" –ante esto Kenshin hizo un puchero- "no pongas esa cara, a Tsubame todavía le oculto lo del casamiento, y vaya que me preguntó el porqué de nuestra discusión hace unos años atrás" –ante esto Kenshin sonrió y despeinó sus cabellos-

- "Falta cada vez menos para tus quince años" –Yahiko enmudeció, se veía que ya no era su total prioridad, sino que era su objetivo llegar a esa edad siendo un gran hombre. Kenshin sonrió-

- "Sanosuke creo que te entregó esa habitación porque te ve como un sobrino" –dijo luego de un silencio. Yahiko se sorprendió eran las mismas palabras que las de Tsubame, sonrió-

- "¡Ey!" –llamó su atención- "Ahora que la fea está durmiendo ¿no quieres que te corte el pelo, como me pediste en su momento?"

Kenshin sonrió y silenciosamente buscó las tijeras, comenzando a ver como los mechones rojizos caían al piso de la sala.

Con la "travesura" realizada Yahiko y Kenshin se fueron a sus respectivas habitaciones. Yahiko quería dormir temprano puesto que mañana iría con Tsubame su nueva casa, porque estuvo bastante descuidada desde su rescate.

Cuando iba a conciliar el sueño, vio a Kenshin entrar con Kenji y dejarlo en su futon para volver a su cuarto, segundos después sintió los sonidos de sus tutores cuando "demostraban cuanto se querían". Yahiko rodó los ojos, ya estaba acostumbrado a esos sonidos, pero como ya expliqué odiaba ser "la niñera" del niño para que sus tutores hagan eso. Ahora entendía un poco qué quiso decir Sanosuke cuando le dijo lo de la habitación para "no molestar mucho a Kenshin y Kaoru". El chico últimamente creía que era para que ellos no lo molesten a él.

Continuará...