p style="line-height: 107%;"1942/p
p style="line-height: 107%;"Alemania se encontraba escondido tras la cortina del estudio de su padre, estaba tratando de ser muy silencioso; hacía un par de minutos había escuchado pasos tras la puerta, pero pronto cesaron, aquello no era bueno. Pasaron dos minutos y suspiró, no lo habían encontrado./p
p style="line-height: 107%;"—Deberías encontrar otro escondite, mi pequeño niño —oh, si lo había encontrado./p
p style="line-height: 107%;"Miró hacia arriba y se encontró con un murciélago mirándolo, con unos grandes ojos azules, demonios. Suspiró, salió de detrás de la cortina y el murciélago lo imitó, a la vez que un humo color azul oscuro lo envolvía, dejando ver pronto a una atractiva mujer de largos cabellos rubios trenzados./p
p style="line-height: 107%;"—No es justo, tú siempre haces eso, y es trampa —dijo el infante mientras se cruzaba de brazos y hacía un puchero, odiaba perder de esa manera./p
p style="line-height: 107%;"—Oh, vamos; no es mi culpa que haya aprendido a transformarme en un murciélago para escapar de la psicópata de Francia —refutó la mujer a la vez que tomaba al niño en brazos, para salir del estudio./p
p style="line-height: 107%;"—Siempre dices que Francia está loca, ¿por qué? —preguntó el niño mientras jugaba con un mechón del cabello de la mujer./p
p style="line-height: 107%;"—Porque lo está, es capaz de todo, esa maniaca; un consejo, aléjate de esa loca, si algún día necesitas algo recurre a mí, ¿está bien?/p
p style="line-height: 107%;"—Si, tía Rum, lo prometo./p
p style="line-height: 107%;"El resto de la media tarde la pasaron jugando cartas y cocinando cuando les dio hambre. Alemania disfrutaba de pasar tiempo con Rumania, ella era muy linda con él, además de que últimamente era la única que iba a la casa, su padre y amigos estaban muy ocupados con el trabajo, y el señor URSS no había vuelto desde hacía meses, así como tampoco habían vuelto a ir a su casa, extrañaba cuando iba a casa y llevaba a Rusia con él, podía jugar afuera, cosa la cual no podía con Rumania. No sabía por qué, pero ese día al fin le preguntaría, así que al verla lavar los trastes se acercó./p
p style="line-height: 107%;"—Tía Rum, ¿puedo hacerte una pregunta indiscreta? —preguntó el pequeño a la vez que jalaba la falda larga de la mujer./p
p style="line-height: 107%;"—Claro nene, dime./p
p style="line-height: 107%;"—¿Por qué no podemos salir a jugar?, siempre que me cuidas tú, no podemos./p
p style="line-height: 107%;"Rumania se quedó en silencio, jamás pensó que el chico le preguntaría sobre eso. Suspiró, dejó el plato que tenía en las manos en el escurridor, seco sus manos y tomó a Alemania para sentarlo en la barra./p
p style="line-height: 107%;"—Bueno… Veras, cuando yo era más joven, tenía un amigo, pero él tenía una pareja, la cual estaba celosa de que yo estuviera con mi amigo; así que me secuestró, me encerró durante años, agravando una alergia que yo tenía por el sol, y ahora si salgo a este me quemo cual vampiro, como en los libros —la mujer movió sus manos e hizo sus dedos en forma de garras, moviéndolos de forma cómica./p
p style="line-height: 107%;"Alemania se quedó sorprendido, no sabía que aquello era posible… Ni siquiera sabía que había alergia al sol./p
p style="line-height: 107%;"—¿Extrañas el sol? —preguntó bajito./p
p style="line-height: 107%;"—Si, lo extraño, antes podía salir y verlo, aunque terminaba toda roja, pero podía salir… ahora el siquiera que me toque un rayo que entre a través de una rendija de la cortina me lastima mucho…/p
p style="line-height: 107%;"—Lo siento, tía Rum./p
p style="line-height: 107%;"—No es tu culpa cielo, no te disculpes, solo… prométeme que siempre serás empático ante las situaciones de los demás, ¿sí?/p
p style="line-height: 107%;"br /—Lo prometo —dijo el pequeño mientras levantaba su meñique, Rumania sonrió y entrelazó su meñique./p
p style="line-height: 107%;".-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-./p
p style="line-height: 107%;""Actualidad"/p
p style="line-height: 107%;"Alemania se encontraba sentado en su lugar en el edificio de la ONU, esta vez la junta se había realizado en territorio rumano, aquello lo había puesto de un buen humor ya que cuando llegó Rumania lo había recibido en el aeropuerto y llevado a su casa, todo esto de noche claro./p
p style="line-height: 107%;"Al finalizar la junta, se levantó rápidamente de su asiento, quería hablar con su "tía" de un tema un tanto privado, y ella era la única que podía ayudarlo. Al llegar a su lado, vio como la mujer tarareaba mientras tomaba su sombrero de ala muy ancha y su sombrilla./p
p style="line-height: 107%;"—Rumania, me gustaría hablar contigo —dijo a la vez que tocaba su hombro./p
p style="line-height: 107%;"—Hola cielo, claro, ¿qué ocurre?/p
p style="line-height: 107%;"—Es algo… privado/p
p style="line-height: 107%;"—Oh, bueno, vamos a la oficina que suelo ocupar —Rumania sonrió con comprensión, pero miró detrás del alemán y su sonrisa pasó a una apenada; Alemania giró y vio a Kazajistán detrás suyo./p
p style="line-height: 107%;"—Kaz… creo que tendrás que esperar un poco… Lo siento, pero es algo importante —dijo Rumania con tono apenado, aquello sorprendió al alemán, ella nunca le hablaba así a los hombres, solo a él y a su padre, y no siempre a su padre./p
p style="line-height: 107%;"—Oh, no pasa nada Rumi, tómate tu tiempo —aquello era raro, Kazajistán siendo… ¿así de considerado?, sin duda Alemania estaba muy confundido./p
p style="line-height: 107%;"Rumania sonrió agradecida y se llevó a Alemania, quien le hizo un gesto a Canadá de que volvía pronto y que lo esperara cuando pasaron a su lado./p
p style="line-height: 107%;"—Muy bien, ¿qué ocurre, cariño? —preguntó la rumana ya en la oficina, con la puerta cerrada; Alemania notó que las cortinas estaban cerradas y la luz encendida./p
p style="line-height: 107%;"—Bueno… Antes que nada, creo que necesito una explicación de qué pasó allá con Kazajistán —dijo mientras tomaban asiento en un sofá que allí había./p
p style="line-height: 107%;"—Oh… jeje… bueno, Kaz y yo hemos estado saliendo… —dijo algo nerviosa y sonrojada, agachando la mirada mientras colocaba un mechón de su corto cabello tras su oreja./p
p style="line-height: 107%;"—Vaya… felicidades, creo./p
p style="line-height: 107%;"—Gracias, cielo. Ahora dime, ¿qué ocurre?/p
p style="line-height: 107%;"Alemania se puso nervioso, no sabía cómo iniciar aquella plática tan vergonzosa para él./p
p style="line-height: 107%;"—Bueno… yo… Dios, no sé por dónde empezar, es algo muy vergonzoso —dijo mientras jugaba con sus manos, aquello a Rumania le recordó cuando era un niño y había hecho una travesura./p
p style="line-height: 107%;"—Sabes que puedes contarme lo que sea, no te juzgo —dijo la mujer mientras se acercaba al joven país y lo ponía las manos en los hombros./p
p style="line-height: 107%;"—Es que… está bien… ¡quiero-ir-al-siguiente-nivel-con-Canadá-pero-me-da-miedo! —dijo el alemán muy rápido, tanto que Rumania tuvo que recitar la frase varias veces en su mente para entender, y cuando comprendió, se llevó las manos a la boca, ¡su pequeño se estaba volviendo un hombre!/p
p style="line-height: 107%;"—Oh por… Wow, vaya… jamás pensé que me dirías algo así… Pero no entiendo en que entro yo —dijo con una leve risa./p
p style="line-height: 107%;"—No sé qué hacer… ¿cómo inicio el asunto sin verme desesperado o como un imbécil? —dijo el alemán mientras agachaba la mirada, mirando sus zapatos. Rumania se acercó y abrazó al joven, poniendo su cabeza en su pecho, un gesto con el cual Alemania estaba muy familiarizado desde que era un niño./p
p style="line-height: 107%;"—Tu problema es que lo estás sobre pensando, esas cosas surgen en el momento, cielo, pero… podrías hacerlo de la manera moderna, Netflix and chill en tu casa, un lugar cómodo y seguro —Alemania de inmediato se sonrojó, Rusia y Japón recientemente le habían explicado que era eso./p
p style="line-height: 107%;"—No lo sé… Canadá es muy… especial para mí, no estamos en una relación en realidad, pero hemos tenido nuestros momentos y… no sé… —suspiró, para él, el canadiense era alguien a quien debía tratar con mucha delicadeza por lo especial que era./p
p style="line-height: 107%;"—Te está dando indicios de que quiere llegar más lejos, ¿verdad?/p
p style="line-height: 107%;"—Si… Dios, soy un puto desastre./p
p style="line-height: 107%;"—No lo eres, solo estás enamorado —Alemania torció un poco el gesto, él sabía que era verdad, pero una parte de él no quería admitirlo en realidad—. Mira, lo importante es que ambos quieran y deseen esto, tienes que estar seguro de que quieres hacerlo./p
p style="line-height: 107%;"—¿Y qué hago ya en el acto? —preguntó aún más rojo, estaba seguro de que quería avanzar más con Canadá a pesar de no estar ambos en una relación./p
p style="line-height: 107%;"—Pensé que sabías sobre… como es tener sexo…Dios, Alemania, sabes a lo que intento referirme, ¿verdad? —el alemán solo asintió como su vergüenza aumentaba, sabía a lo que Rumania se refería, pero no quería hablar de ese raro momento de su vida del cual no recordaba nada en realidad; razón la cual la mujer suspiró y decidió ayudarle—. Muy bien… Pues deberás comprar un lubricante y preservativos, porque si no lo podrías lastimar, y debes preparar su entrada con tus dedos, de uno en uno para adaptarlo y siendo gentil; del resto tu cerebro se encargará, solo no sobre pienses todo, ¿está bien? —dijo un tanto nerviosa, jamás pensó tener que explicarle eso a Alemania./p
p style="line-height: 107%;"—Si… me sorprende sepas como es el sexo entre hombres…/p
p style="line-height: 107%;"—Bueno, no es tan diferente a cuando es con mujeres, además he leído libros, y soy muy vieja… y tengo dos hermanos menores a los cuales en algún punto tuve que explicarles esto… Claro que eso fue cuando me querían./p
p style="line-height: 107%;"—Oh… Gracias, tía Rum./p
p style="line-height: 107%;"Una vez acabada esa charla se quedaron el silencio, no era incomodo, además de que seguían abrazados; pero pronto la puerta fue tocada y abierta, dejando ver a Reino Unido, y detrás de él a Argentina; la cara de Rumania cambió a una completamente seria./p
p style="line-height: 107%;"—¿Qué necesitas, Reino Unido?/p
p style="line-height: 107%;"—Hola Rumania, necesito imprimir mi informe, y Argentina necesita imprimir el suyo, pero no encontramos donde —Rumania suspiró, se levantó y caminó al escritorio./p
p style="line-height: 107%;"—Dame tu USB, yo lo imprimo —extendió la mano, Argentina se adelantó y le entregó una memoria a la mujer./p
p style="line-height: 107%;"—Están juntos y es la única carpeta que hay, siento mucho la molestia./p
p style="line-height: 107%;"—No te preocupes Argentina, contigo no tengo problemas./p
p style="line-height: 107%;"El ambiente era muy pesado, Alemania estaba observando todo desde el sofá. Podía notar la tensión en el ambiente y como Reino Unido parecía querer hablar con Rumania, pero se arrepentía; hasta que esté y Argentina se quedaron viendo fijamente, y al final el inglés suspiró… aquello estaba siendo sido raro./p
p style="line-height: 107%;"—Rumania yo… me quiero disculpar… —fue silenciado sin completar su frase por la rumana, quien levantó su mano en señal de que se callara./p
p style="line-height: 107%;"—Ni una palabra, el momento para hablar pasó hace siglos, preferiste creerle a esa psicópata antes que a mí; a mí que tenía la evidencia en mi cuerpo… Mi vida está prácticamente arruinada por ella y a ti no te importó, así que cierra tu maldita boca, porque no tenemos nada de qué hablar./p
p style="line-height: 107%;"El silencio se volvió a extender, solo roto por la impresora, que pronto terminó su trabajo. Rumania le extendió los papeles a Argentina, quien los tomó en silencio, y pronto él y Reino Unido se fueron./p
p style="line-height: 107%;"—Bueno… creo que debería irme, gracias por los consejos./p
p style="line-height: 107%;"—No hay de qué, cielo, todo por ti —dijo en un suspiro./p
p style="line-height: 107%;"Alemania abrazó a Rumania y salió de la oficina. Pensando en lo ocurrido, había algo allí que de cierta manera él sabía, pero a la vez no… ¿Pero que era?/p
p style="line-height: 107%;"No lo sabía, y pronto dejó de pensarlo al ver a Canadá jugando con su teléfono, junto a sus amigos, quienes lo esperaban en el vestíbulo del edificio. Al verlo, el canadiense dejó su celular, se levantó velozmente y abrazó al alemán con una gran sonrisa; Alemania igual sonrió, pero esto no duró mucho al sentir un escalofrío… había olvidado tomar sus píldoras, y el efecto de la dosis anterior ya estaba pasando, podía sentirlo por el escalofrío que de pronto recorrió su cuerpo./p
p style="line-height: 107%;"—Mmm… Can, necesito que me sueltes… tengo que ir al baño —habló el alemán lo más tranquilo que pudo para no levantar sospechas./p
p style="line-height: 107%;"—¡Oh, lo siento!, te esperamos, ve tranquilo —dijo el de hoja de maple con una sonrisa, el alemán le tocó la nariz y salió corriendo al baño./p
p style="line-height: 107%;"—Vaya, sí que ya tenía ganas —bromeó México riendo bajito, quien era abrazada por Rusia./p
p style="line-height: 107%;"—Concuerdo —dijo Rusia con una risilla./p
p style="line-height: 107%;"Alemania abrió de manera rápida y un poco estruendosa la puerta del baño de hombres del vestíbulo, caminando rápidamente hacía los lavabos y apoyándose en el más cercano, controlando su respiración y mirándose ligeramente en el espejo./p
p style="line-height: 107%;"Metió la mano al bolsillo interno de su saco para extraer un frasco ámbar, del cual sacó 5 píldoras. Cada vez parecía que necesitaba más de estas y de cierto modo sabía que no estaba bien, pero se sentía tan bien, lo hacían sentir feliz, como si sus problemas realmente no existieran; y él necesitaba eso, así que las metió en su boca, las masticó un poco con sus afilados dientes y bebió agua del grifo./p
p style="line-height: 107%;"Una vez tragó todas las píldoras se limpió la boca y salió del baño… sin darse cuenta de que un murciélago de grandes ojos azules había observado todo de forma critica./p
p style="line-height: 107%;".-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-./p
p style="line-height: 107%;"Alemania, Rusia y Japón se encontraban frente a una tienda dentro del centro comercial, pero con el rostro bastante sonrojado por solo pensar en entrar, ¿la razón?, era una sex shop./p
p style="line-height: 107%;"—Y, ¿ahora qué? —preguntó el ruso./p
p style="line-height: 107%;"—Pues, creo deberíamos entrar, ¿no? —dijo la japonesa./p
p style="line-height: 107%;"—Creo que mejor voy por algo de comer… —dijo el alemán, pero fue sujetado de la chaqueta por el ruso./p
p style="line-height: 107%;"—¡Ah no!, originalmente estamos aquí porque eres lo suficientemente cobarde para venir solo, no te puedes ir./p
p style="line-height: 107%;"—Debí decirle a Rumania que consiguiera las cosas por mi… ella no habría siquiera refutado…/p
p style="line-height: 107%;"—Ya es tarde para las lamentaciones, Ale, ahora, ¡hay que entrar! —dijo Japón a la vez que tomaba a sus dos amigos y los arrastraba a la tienda./p
p style="line-height: 107%;"Una vez dentro, observaron las paredes blancas, que tenían repisas con diversos objetos sexuales, una chica desde el mostrador ofreció su ayuda, pero los tres países la declinaron, estaban muy nerviosos y preferían no tener extraños a su alrededor./p
p style="line-height: 107%;"Caminaron juntos por un par de pasillos, pronto Japón se detuvo y tomó un dildo, sonrió macabramente, se acercó a Rusia por detrás de manera silenciosa y rápidamente le picó el trasero con el objeto, cosa la cual hizo brincar al ruso del susto y que empezara a soltar maldiciones; Japón no pudo hacer más que reír a carcajadas por la reacción de su amigo, y Alemania solo trataba de contener la risa, estaba en público y no quería que vieran sus dientes./p
p style="line-height: 107%;"—¡Puta madre, Japón!, ¿qué te pasa?/p
p style="line-height: 107%;"—¡Ay, no aguantas nada, Rusia!/p
p style="line-height: 107%;"Mientras estos dos seguían discutiendo, Alemania avanzó por el pasillo y encontró lo que buscaba, lubricantes; aunque ahora estaba en un dilema… ¿cuál debía elegir?, comenzó a ver cada envase y a leer sus instrucciones para poder decidir, hasta que una mano azul muy conocida le puso una botella de lubricante sabor fresa frente a él./p
p style="line-height: 107%;"—Elige este, es muy bueno para los preservativos y además huele bonito./p
p style="line-height: 107%;"—Rumania, ¿qué haces aquí?/p
p style="line-height: 107%;"—Bueno, digamos que me enteré por un pajarito que vendrías con Rusia aquí, y conociéndolo, sólo significa que no ibas a tener mucha ayuda, lo conozco desde niño igual que a ti, aunque admito que me sorprendió ver que Japón también vino… —la rumana se acomodó sus gafas redondas de sol sobre el puente de su nariz, viéndose un tanto extravagante con estos y su sombrero de ala ancha en el espacio cerrado que era la tienda./p
p style="line-height: 107%;"—¿Solo es eso?/p
p style="line-height: 107%;"—No… necesito una explicación, ¿qué diablos es lo que te tragaste en el baño del edificio? —Alemania sintió frío… no podía ser, ¿cómo rayos se había dado cuenta?/p
p style="line-height: 107%;"Giró la cabeza y vio a Rumania levantarse las gafas para mirarlo con una expresión seria, mucho más seria que su seriedad normal, muy pocas veces la había visto así, la última vez que recordaba esa cara había sido cuando su territorio fue invadido por URSS y se había visto obligada a cambiarse al lado de los aliados, su padre nunca culpó a Rumania, pero nunca olvidaría la seriedad en la cara de la mujer el día que esta le comunicó lo ocurrido con una visita./p
p style="line-height: 107%;"—No sé de qué me hablas —respondió el joven alemán, tratando de hacerse el desentendido./p
p style="line-height: 107%;"—No me mientas, sabes que a mí no puedes ni debes mentirme, así que, o me dices que rayos fue eso, o iré directamente con OMS a preguntarle, y no creo que ella esté de acuerdo en que te tragues cinco pastillas de una sola vez —dijo Rumania con enfado, sus ojos habían pasado de su habitual azul profundo, a un rojo intenso, eso no era bueno./p
p style="line-height: 107%;"—Eran calmantes, es todo…/p
p style="line-height: 107%;"—¿Y es sano hacer eso, Alemania? —preguntó con un tono serio, le recordó a cuando su padre hablaba con soldados desobedientes./p
p style="line-height: 107%;"—No… pero últimamente me he sentido muy inquieto; la contaminación industrial en mi país no está bien controlada, tengo mucho trabajo que cada día se acumula por montones y… —se sentía muy nervioso, esperaba que aquello lograra calmar a Rumania, no era tonta, él lo sabía, pero tenía un gran corazón que muchas veces podías lograr conmover y despistar, cosa la cual le jugaba muy a su favor en ese momento al hombre./p
p style="line-height: 107%;"—Está bien, entiendo… solo no lo vuelvas a hacer —dijo a la vez que abrazaba al alemán, ella realmente lo quería como un hijo, y pensar que su trabajo estaba haciéndole sentir mal era horrible, pero el suyo tampoco estaba mejor./p
p style="line-height: 107%;"Alemania aceptó el abrazo, pero pronto algo hizo clic en su cabeza./p
p style="line-height: 107%;"—Espera… ¿qué diablos hacías en el baño de hombres? —preguntó mientras apartaba a Rumania y la miraba fijamente alzando la ceja, la mujer se sonrojo y comenzó a reír de manera nerviosa./p
p style="line-height: 107%;"—Jeje, esa es una buena pregunta… que responderé en otra ocasión, ¡adiós, te veré más tarde en mi casa! —dijo mientras se transformaba en una versión sombra de sí misma y lo esquivaba, para volver a su forma normal, pagar algo en caja e irse./p
p style="line-height: 107%;"Japón y Rusia se acercaron a Alemania, ambos con algo en manos. Rusia con una caja de preservativos y unas esposas de cuero; y Japón con el mismo dildo con el que había molestado a Rusia./p
p style="line-height: 107%;"—Y, ¿ya encontraste lo que querías, Ale? —preguntó la nipona./p
p style="line-height: 107%;"—Si, solo faltan los preservativos./p
p style="line-height: 107%;"—Toma, los vi y los tomé para ti, ¿qué quería Rumania? —dijo Rusia mientras le extendía la caja a su amigo./p
p style="line-height: 107%;"—Solo saber cómo me iba en mi búsqueda… Vámonos./p
p style="line-height: 107%;"br /El trío de amigos se acercó a la caja y pagó sus cosas, para salir de la tienda con una bolsa de papel negra cada uno sin logo, que discreción./p
p style="line-height: 107%;".-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-./p
p style="line-height: 107%;"Alemania abrió la puerta de su casa de manera torpe, se sentía algo agotado y lo único que quería era dormir después de un vuelo un tanto estresante de dos horas; un efecto secundario que notó del aumento de las píldoras era que lo dejaban muy cansado./p
p style="line-height: 107%;"Estaba tan agotado que ni siquiera fue a su habitación, dejó su maleta a un lado de la puerta al igual que sus zapatos y fue a recostarse al sofá boca abajo, para finalmente cerrar sus ojos y dormir, por lo que él creyó, diez minutos./p
p style="line-height: 107%;"Cuando volvió a abrir los ojos, su casa tenía olor a comida, no tenía sus gafas puestas y tenía una manta encima./p
p style="line-height: 107%;""¿Pero qué diablos?"/p
p style="line-height: 107%;"Se levantó del sofá mientras tomaba sus gafas que habían sido colocadas en la mesita de centro y dejaba de lado la manta, caminó de manera silenciosa a la cocina, que era donde se escuchaba ruido, y encontró a Canadá cocinando algo; estaba sorprendido, pensó que él estaría en su territorio, no era que le molestara, él le había dado una llave para entrar a su casa, pero no solía usarla./p
p style="line-height: 107%;"—¿Canadá? —preguntó, su voz se oía ronca por apenas estar despertando, su pregunta hizo que el de hoja de maple lo volteara a ver, regalándole una sonrisa./p
p style="line-height: 107%;"—¡Oh!, hola Ale, yo… toqué la puerta, pero no abriste, por lo que usé la llave que me disté y al buscarte te encontré en el sofá, te veías tan cansado que decidí cocinarte algo… ¿te molesta? —habló un tanto nervioso./p
p style="line-height: 107%;"—No, solo me sorprendió que estuvieras aquí… ammm… ¿Cuánto tiempo llevas aquí, exactamente? —preguntó mientras tomaba un vaso y se servía agua para tomarla./p
p style="line-height: 107%;"—Una hora y media —dijo el más bajo mientras seguía cocinando, aquello sorprendió al alemán, él pensó que solo habían pasado diez minutos, cuando mucho media hora ya que Canadá estaba cocinando./p
p style="line-height: 107%;"Terminó ayudando a Canadá con la comida, lo cual era Gaisburger Marsch./p
p style="line-height: 107%;"Una vez acabaron de comer, Alemania fue al baño y tomó allí una nueva dosis de sus píldoras; al salir, subió su maleta a su habitación en compañía de Canadá y la dejó en el suelo cerca de su cajonera para abrirla y comenzar a guardar su ropa, mientras su acompañante se tiraba en su cama y veía sus mensajes./p
p style="line-height: 107%;"—USA dice que te manda saludos —dijo mientras le escribía a su hermano que no estaba en casa./p
p style="line-height: 107%;"—Gracias, dile que igual le envió saludos —dijo el alemán, justo en ese momento sacó la bolsa de papel negra./p
p style="line-height: 107%;"Ahora tenía que ver donde guardar eso sin que Canadá viera que era, cosa la cual ahora era difícil porque estaba en su cama. Decidió dejar la bolsa aún en la maleta y guardar lo demás, lo cual no fue buena idea, porque cuando se distrajo, Canadá se puso de pie y tomó la bolsa con curiosidad al ser una bolsa algo llamativa./p
p style="line-height: 107%;"—¿Qué hay aquí? —preguntó mientras abría la bolsa, Alemania se giró asustado y trató de tomar la bolsa, pero no lo logró a tiempo./p
p style="line-height: 107%;"Cuando Canadá vio que había dentro se sonrojó, ¿por qué Alemania compró aquello?; Alemania igualmente estaba muy sonrojado, Dios, ¿ahora que le iba a decir a Canadá?/p
p style="line-height: 107%;"Se hizo un silencio sepulcral, ninguno de los dos sabía qué decir o hacer./p
p style="line-height: 107%;"Canadá no paraba de pensar en porque el alemán compraría aquellas cosas… a menos que… ¿Acaso sus intentos de seducción, aconsejados por Nueva Zelanda y Perú, habían funcionado?/p
p style="line-height: 107%;"Él sabía que Alemania no quería una relación en sí, pero tampoco se notaba interesado en alguien más y nunca evitaba el contacto que tenían./p
p style="line-height: 107%;""¿Es acaso este mi momento?"/p
p style="line-height: 107%;"Canadá decidió probar su suerte, se acercó a Alemania y colocó sus brazos en su cuello, el alemán no lo apartó, así que aquello le dio el suficiente valor para besarlo, y para su alivio y sorpresa, Alemania correspondió al beso, provocando que Canadá soltara la bolsa de papel para dejarla caer en el suelo./p
p style="line-height: 107%;"El beso era algo tierno, con un Canadá apenas de puntitas y un Alemania ligeramente agachado, pero pronto subió de intensidad, las lenguas de ambos estaban jugando, intentando obtener el dominio del beso, dominio el cual Alemania ganó. Pronto Alemania se agachó son romper el beso y tomó las piernas de Canadá para cargarlo, y aprovechando esto, el canadiense enredó sus piernas en la cintura del más alto./p
p style="line-height: 107%;"Alemania caminó hasta la cama, recostando a Canadá suavemente y quedando sobre él. Cuando se quedaron sin aire, el alemán comenzó a besar el cuello de su acompañante, acompañando con ligeras mordidas, logrando obtener suspiros de placer por parte del contrario, quien estaba aprovechando para desabotonar la camisa de Alemania y quitársela; Alemania no se quedó atrás y le quitó su sudadera y playera al otro, dejando ver su tersa piel, la cual tenía varias pecas, pecas las cuales, para Alemania, solo le daban un toque aún más hermoso a Canadá./p
p style="line-height: 107%;"Volvieron a besarse de manera intensa, quitando el resto de las prendas que les quedaban y terminando finalmente desnudos, erizándose por el contacto de sus pieles desnudas y por el nerviosismo de la situación en la que estaban envueltos./p
p style="line-height: 107%;"Alemania comenzó a repartir besos nuevamente por el cuello de Canadá y fue bajando, hasta llegar a su pecho, donde comenzó a lamer y morder ligeramente uno de sus pezones, a la vez que una de sus manos bajaba al miembro del canadiense para rodearlo de manera suave con sus dedos y comenzaba a estimularlo, ganándose varios gemidos y suspiros./p
p style="line-height: 107%;"El vaivén aumentaba su velocidad a medida que el pelirrojo gemía y se retorcía bajo el toque ajeno, disfrutando de las sensaciones que su cuerpo tenía, sus ojos se nublaban de lágrimas provocadas por el placer y su sonrojo se volvía más intenso, asentando más las pecas que surcaban sus hombros y pecho./p
p style="line-height: 107%;"—A-Ale, yo… ¡ah!, voy a…/p
p style="line-height: 107%;"Alemania decidió silenciar a Canadá con un beso húmedo, aumentó la presión que ejercía su mano y pronto el canadiense se corrió, manchando la mano del alemán./p
p style="line-height: 107%;"Alemania se separó de Canadá, quien lo miraba con sus ojos oscurecidos por el placer; se puso de pie y caminó hasta donde había quedado la bolsa de papel, sacó de esta su contenido y regresó con Canadá. Volvió a colocarse entre las piernas de Canadá y abrió el lubricante, colocando un poco en sus dedos, cerró el bote y lo dejó sobre la cama a la vez que dirigía sus dedos a la entrada del otro./p
p style="line-height: 107%;"—E-espera Ale, ¿qué vas a… ¡Ah! —Canadá se vio interrumpido cuando un dedo de Alemania entró en él, dolía un poco pero no tanto en realidad, esto por el cuidado que estaba teniendo el azabache./p
p style="line-height: 107%;"Alemania se acercó a besar nuevamente a Canadá mientras metía y sacaba su dedo, moviéndolo en círculos; cuando sintió que estaba listo, metió un segundo dedo, generando que el otro se separar del beso y ganándose un gemido algo prolongado del contrario, el cual estaba jadeando y comenzaba a mover su cadera para sentir aún más placer, decidió aprovechar y metió un tercer dedo, provocando que el bicolor contrajera su interior y se mordiera el labio, pero no se detuvo, siguió moviendo sus dedos para poder adaptar bien al canadiense, quien no paraba de gemir de manera bastante audible y de apretar fuertemente la colcha debajo suyo, sintiéndose bastante humedecido por el lubricando, los restos de semen de su orgasmo pasado y el líquido preseminal que salía de su pene./p
p style="line-height: 107%;"Una vez consideró que Canadá estaba listo, sacó sus dedos de la entrada del más bajo, abrió la caja con los preservativos y tomó uno, el cual le fue arrebatado por Canadá./p
p style="line-height: 107%;"—Can, ¿qué haces? —preguntó intrigado mientras venía al otro abrir el preservativo./p
p style="line-height: 107%;"—Te quiero ayudar, es todo —dijo mientras sacaba el anillo de látex. Se aseguró que estuviera del lado correcto y lo colocó en la punta del miembro de Alemania y lo desenrolló de manera un poco ruda, ganándose un gruñido./p
p style="line-height: 107%;"Una vez que Alemania tuvo puesto el preservativo colocado, volvió a recostar a Canadá, tomó de nuevo la botella de lubricante y colocó un poco en su miembro, una vez puesto esto, colocó su miembro en la entrada del contrario y comenzó a ejercer presión para entrar, tenía los brazos apoyados en la cama, por ende, Canadá aprovechó para poder aferrarse a él y tener un soporte, sentía dolor, pero no quería detenerse./p
p style="line-height: 107%;"Una vez el miembro de Alemania estuvo dentro, se quedó quieto, Canadá se separó y miró a Alemania, quien se acercó a su rostro y borró las pocas lágrimas que habían bajado por sus mejillas con sus labios. Canadá tomó con sus manos la cara del alemán y lo acercó a sus labios para un beso demandante, necesitaba ese beso./p
p style="line-height: 107%;"Después de unos momentos, el canadiense comenzó a mover sus caderas, aquello le dio como indicio al alemán de que podía moverse así que inició un vaivén lento./p
p style="line-height: 107%;"Los gemidos de ambos no se hicieron esperar, Alemania comenzó a besar el cuello de Canadá, tenía unas inmensas ganas de morderlo y marcarlo como suyo, un bajo instinto que hasta el momento no había sentido en absoluto y que decidió seguir, ya después se preocuparía de cómo calmar a Canadá si este se enfadaba por las heridas./p
p style="line-height: 107%;"Canadá por su parte enredaba sus dedos en el cabello azabache de Alemania y daba leves tirones, se sentía bastante bien, pero necesitaba más, así que levanto y enredó sus piernas en las caderas del más alto, logrando que llegara más profundo, lo cual género que el alemán aumentara el ritmo de las embestidas, dando pronto en el punto ideal./p
p style="line-height: 107%;"—¡Aah!, ju-justo allí… no te detengas —dijo entre jadeos y con voz aguda./p
p style="line-height: 107%;"—Como tú desees —contestó Alemania, quien seguía mordiendo y dejando chupetones por el cuello y hombro del canadiense, se sentía bastante inmerso en el placer, con la cabeza caliente y con su cuerpo bastante sensible; pero estaba también en disposición de satisfacer a Canadá./p
p style="line-height: 107%;"Alemania se sentía cada vez más cerca del éxtasis, así que tomó las caderas de Canadá con bastante fuerza para poder aumentar más la velocidad, era más que seguro que sus dedos quedarían marcados; y cuando sintió que estaba a punto de correrse, mordió a Canadá en entre el hombro y el cuello de forma tosca, lo cual generó que el canadiense llegara al orgasmo debido al placer y dolor que le generó la mordida./p
p style="line-height: 107%;"Ambos jadeaban en busca de aire. Alemania salió del interior de Canadá y lo abrazo fuertemente, siendo correspondido./p
p style="line-height: 107%;"Cuando las respiraciones de ambos se calmaron, se separaron para que Alemania se quitara el preservativo y se recostara sobre su lado derecho, mirando a Canadá, quien se recostó sobre su lado izquierdo. Sin decir palabra alguna, Alemania tomó la mano de Canadá y entrelazo sus dedos, Canadá se acercó más a Alemania y se recostó en el pecho de este sin soltar sus manos./p
p style="line-height: 107%;"br /Ambos se sentían en el lugar correcto, donde debían estar./p
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p style="line-height: 107%;".-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-./p
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p style="line-height: 107%;"Rumania se encontraba sentada en un café en sus tierras, con una falda larga y una blusa negra, así como con gafas de sol y una gorra, para evitar ser reconocida, a excepción por las personas a las que esperaba./p
p style="line-height: 107%;"Dio un sorbo a su café, cuando las sillas frente a ella se movieron, y sobre estas se sentaron un hombre de alrededor de 1.75 metros, delgado, con cabello negro y piel roja, y otro hombre de 2.20 metros, corpulento e igual piel rojiza, ambos con ropas casuales pero que cubrían bien sus cuerpos llenos de marcas; gorras y gafas./p
p style="line-height: 107%;"—Llegaron tarde —dijo Rumania con seriedad./p
p style="line-height: 107%;"—Había tráfico, necesitas reestructurar tu sistema de semáforos —dijo el hombre corpulento rondando su ojo sano bajo las gafas y bufando./p
p style="line-height: 107%;"—No, necesitas saber apurar a tu esposo, no sabes ni hacer eso —respondió mordaz dejando su taza sobre la mesa./p
p style="line-height: 107%;"El más delgado no se lo tomó a mal, en primera porque sabía que ese tono mordaz no era para él, sino para su pareja que era a veces un completo idiota, y en segunda porque si era su culpa que hubieran llegado tarde, pero tampoco quería a su esposo y amiga discutiendo, así que decidió interrumpir la pelea./p
p style="line-height: 107%;"—Tranquila, querida. Ahora dinos, porque nos citaste, vampirul meu, sabes que no podemos estar mucho al público./p
p style="line-height: 107%;"—Bueno, Mein Führer, es Alemania…/p