RinMakoto. Ahora las primas tendrán sus chicos, aunque parece que Shinobu se llevará bien con Retsu y Nagisa no la tendrá fácil con el menor de los hermanos, aunque aquí veremos un poco más.

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Sin más, comencemos…

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Mientras los abuelos de los dos pares de familiares seguían hablando con lo suyo, las primas Shinobu y Nagisa seguían en el patio con los hermanos Fujiwara.

- ¿Qué ves Seiji-san? – preguntó la rubia mirando al peli negro el cual solo le mostró un poco su celular y mirando cómo es que el chico estaba en lo suyo – oh, estás jugando.

- Sí – contestó con simplicidad, aunque Nagisa no aceptaba esa respuesta normal, así que decidió pegarse a su lado para poder ver el juego que estaba entreteniendo al menor de los hermanos.

- Parece que tu hermano es bastante serio – dijo Shinobu al lado de Retsu el cual solo río un poco nervioso – aunque como dije, no tengo que hablar mucho porque Kyoko me ha hecho saber que a veces soy así.

- Lo sé, pero es que creo que tanta cosa que vivimos le hizo ser así, extraño un poco al Seiji que era más calmado y relajado – decía el peli rojo llamando la atención de la DJ peli rosa.

- ¿De qué hablas?

- Lo siento, pero quisiera guardar eso, creo que es algo privado – Shinobu asintió sabiendo que esos temas de familia solo podían ser contados cuando estos querían. Aun así, la menor de las primas lo pasó mejor que Nagisa la cual, aunque quería hacer una conversación con Seiji, este no parecía estar muy interesado en querer entablar alguna plática con la guitarrista de Rondo.

Una media hora después, los hermanos Fujiwara se fueron con su abuelo, las chicas solo vieron cuando estos se iban en auto. Nagisa se acercó a su abuelo el cual estaba mirando algo de televisión.

- ¿Ocurre algo Nagisa?

- Abuelo, hay algo que quiero saber – la rubia se sentó al lado del hombre – ¿pasa algo malo con Seiji-san?

- ¿Por qué lo dices? ¿Les hizo algo?

- No, nada de eso, lo único es que lo noté bastante serio, cuando quería hablar con él, parecía que no estaba interesado – explicó – a diferencia de su hermano el cual parecía ser más abierto, de hecho, parecía que Shino y él estaban hablando normalmente, pero con él… era otra cosa.

- Ya veo – el abuelo Inuyose solo soltó un pequeño suspiró – verás Nagisa, la verdad es que eso es un asunto que solo es de familia.

- Lo sé, pero es que la verdad no entiendo porque es así y sé que esas cosas son confidenciales, pero la curiosidad me mata.

- Lo sé Nagisa, pero no podemos hacer nada, salvo que ellos decidan contarte – dijo Dennojo el cual solo hizo entrar en razón a la universitaria, aunque ella quería saber eso, no podría hacerlo sin que los hermanos Fujiwara accedieran a decirlo. Nagisa volvió a la recamara de Shinobu en la que dormiría esa noche, por lo que, al llegar, esta solo miró a su prima la cual solo estaba jugando en su computadora.

Nagisa solo se acostó en la cama mientras que estaba mirando al techo, sin embargo, decidió dejar a un lado el tema de Seiji. Un momento después, decidió salir a comprar algo de frituras para la noche que pasarían con Shinobu, mientras iba, las cosas estaban calmadas en la calle, aunque tanta calma tampoco era buena.

Una vez que la chica estaba comprando las cosas en la tienda, por alguna razón sintió como es que alguien la estaba siguiendo, pero decidió ignorarlo pensando que solo era algo que estaba en su cabeza, sin embargo, esa sensación siguió creciendo cuando iba de regreso con las cosas.

- ¿Por qué esto no se me quita? Siento que alguien me está siguiendo – Nagisa decía eso mientras que la sensación seguía creciendo, sin embargo, todo eso se manifestó cuando alguien la tomó por detrás y aunque quiso gritar, fue callada cuando pusieron un cuchillo cerca de su garganta.

- Es mejor que no grites si no quieres ir al otro mundo.

- No puede ser, debí hacerle caso a mi instinto cuando debí huir.

- Parece que es una chica muy linda, no está tan desarrollada como otras chicas, pero siento que sería una gran chica para estar conmigo – Nagisa sentía unas ganas de llorar por el miedo de estar en esa situación, sin embargo, pasó algo.

- Suéltala.

- ¿Eh? ¿Qué fue eso? – cuando el delincuente quiso mirar hacia atrás, este no esperó recibir un golpe fuerte que lo dejó en el suelo soltando el cuchillo.

- Oye, hacer eso con las mujeres es un acto de cobardía, ningún hombre debería hacer eso.

- Esa voz – susurró Nagisa mirando hacia atrás y supo de quien se trataba – ¿Seiji-san?

- Tsukimiyama-san, ¿qué haces tan tarde y sola?

- Fui a comprar algunas cosas y de la nada llegó él - la rubia seguía asustada mirando al tipo que le quiso hacer daño, pero esta solo se levantó y se puso detrás del joven de 15 años.

- Ya veo, es mejor que llame a la policía – susurró Seiji mientras hacía eso, pero este miró como el tipo se levantó tomando el cuchillo, Nagisa se asustó, pero esta solo miró como el peli negro tomó el brazo del malviviente y sin más lo tiró al suelo dejándolo fuera de combate.

- M-Maldito…

- Estoy harto de este tipo de personas, es mejor que no hagas daño a nadie más – ante la mirada de Nagisa, esta miró como el peli negro le torció el brazo al hombre el cual soltó un quejido fuerte de dolor, aunque Seiji no parecía inmutarse. Unos minutos después llegó la policía, aunque no fueron los únicos que llegaron, los padres de Shinobu y Nagisa llegaron, Kyoko también llegó y el celular de la rubia se llenó de mensajes de sus amigas de Rondo preguntando por ella.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Nagi, ¿estás bien?

- Sí, fue un susto grande, pero gracias a Seiji-san estoy bien – los padres de las dos primas, su abuelo y Kyoko miraron al chico peli negro el cual estaba siendo interrogado por los oficiales, antes habían hecho la declaración de la rubia la cual coincidió con la de Seiji por lo que solo se llevaron al tipo el cual pasaría un buen rato en prisión.

- Parece que estuviste en el momento indicado – el abuelo de Nagisa y Shinobu miró al peli negro el cual asintió.

- ¿Cómo es que estabas aquí? Se supone que te habías ido con tu abuelo y con tu hermano ¿no?

- Me dieron ganas de comprar algunas frituras, por lo que vine solo a la tienda, sin embargo, pude ver que Tsukimiyama-san estaba comprando y ese tipo la miraba extraño, por lo que decidí averiguar.

- Vaya, pues parece que los dioses pusieron a este chico para ayudar a Nagisa en eso – dijo la madre de la rubia sonriendo, aunque el chico solo asintió un poco.

- Bueno, por el momento me retiro – susurró el peli negro, aunque quisieron decirle algo como agradecimiento, este solo tomó sus cosas y se fue del lugar despidiéndose con la mano.

- Pues hay que agradecerle que te salvó a tiempo Nagi.

- Sí, no pensé que tendrían ese valor de pelear con alguien que estaba armado con un cuchillo… me dio mucho miedo.

- No pienses en eso – Kyoko la calmó – agradece que te salvó, aunque sea así.

- Sí, supongo que sí – mientras todos volvían, Nagisa solo seguía pensando en lo que había ocurrido – aunque tenga esa actitud que parecía que no quería nada, puso su vida en riesgo sabiendo que podía salir lastimado solo parta salvarme… Seiji-san realmente es alguien genial.

Para Nagisa las cosas siguieron con eso al día siguiente cuando se reunieron con sus amigas de Rondo las cuales estaban preocupadas por su amiga luego de tantos mensajes y llamadas que recibió en su teléfono.

- ¡Ven conmigo Nagisa-chan! Ven con mamá Hiiro, es bueno que no te haya pasado nada malo, ¿no te hizo el delincuente ese? No estás herida ¿verdad?

- H-Hiiro, no me trates así que no soy una bebé – dijo sonrojada la guitarrista con su cara hundida en los pechos de su amiga peli lila – estoy bien, fue simplemente el susto, pero no me pasó nada malo.

- Que bueno que fue así, Tsubaki estuvo casi llorando pensando que te había pasado algo malo – Aoi delató a su amiga peli negra la cual se sonrojó mucho por eso, pero no dijo nada y más cuando esta recibió un fuerte abrazo de la rubia.

- Gracias por preocuparte por mí – decía sonrojando más a la vocalista de Rondo.

- N-No te preocupes Nagisa, solo estaba preocupada porque algo te pasara.

- Por cierto, ¿Quién fue te ayudó?

- Alguien que justo había conocido esa noche, fueron los nietos de un amigo de mi abuelo, aunque él parecía ser serio y no estar interesado en hablar conmigo, a diferencia de su hermano, aunque no pensé que me salvaría exponiéndose así.

- Ara, ara, parece que eso puede significar algo – dijo Hiiro haciendo que las demás se le quedaran viendo – Nagisa-chan, quisiera saber sobre ese chico.

- ¿Para qué Hiiro?

- Solo quiero saber.

- La verdad es que no te podría decir ya que no tengo su celular ni sé dónde vive, por lo que mi abuelo debe ser el único que sabe dónde viven – eso decepcionó un poco a la VJ, aunque la verdad es que supo que era algo privado seguir preguntando por él.

- Bueno, supongo que al final todo terminó bien que es hay que agradecer – dijo Tsubaki, Nagisa asintió, pero en eso, su celular sonó.

- Esperen chicas… ¿hola? ¿Qué pasa abuelo?

- Nagisa, solo quería informarte que hoy vendrá Rentaro junto con Retsu y Seiji.

- ¿En serio abuelo? – preguntó impresionada.

- Sí, les insistí un poco para que vinieran, esto como forma de agradecimiento por haberte ayudado – al escuchar eso, Nagisa se sorprendió más y solo colgó una vez finalizada la llamada.

- ¿Qué pasó Nagisa?

- Parece que el abuelo invitó a su amigo de nuevo junto con Retsu-san y Seiji-san.

- Oh, parece que los podré conocer.

- Hiiro, no podemos llegar, así como así, es solo una invitación entre ellos.

- No se preocupen – dijo la guitarrista – pregunté si podían ir y dijeron que no había problema, por lo que pueden venir.

- Bueno, poniéndolo así no creo que debamos ser descorteses al rechazar la invitación ¿no? – Aoi miró a Hiiro y Tsubaki las cuales asintieron.

- Gracias chicas – sonrió la rubia, sin embargo, por dentro tenía otra cosa – a lo mejor puedo saber algo más sobre Seiji-san en esa reunión, de suerte Shino estaría ahí.

Solo quedaba esperar lo que les depararía esa noche y su posible plática con Seiji sobre el asunto de la noche anterior.

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Productora Nébula.

Las integrantes de Photon Maiden estaba terminando de entrenar desde temprano siendo que ese sábado estaban las cosas calmadas y no había mucho que hacer, por lo que las cuatro saldrían temprano ese día.

- Parece que ya dominan mejor la nueva canción – susurró Shano mirando a sus pupilas las cuales estaba tomando algo de agua.

- Sí, se han adaptado bastante rápido – dijo Shun el cual estaba mirando a las jóvenes, aunque no se había dado cuenta de que Saki le estaba mirando desde hace rato, desde hace varios días que empezó a sentirse extraña estando con el peli azul, sin embargo, parecía no enterarse de lo que realmente estaba sintiendo.

- Las letras que ha estado escribiendo Himegami-kun están siendo bastante buenas y el impacto que han ocasionado es positivo – dijo Ibuki, las demás del cuarteto asintieron.

- Por algo es que estamos ganando más popularidad.

- Saki-chan, debes agradecerle mucho a Himegami-san que haga esto – dijo Noa para algo de vergüenza de la peli lila.

- N-Noa-san, no digas eso.

- Vamos, no seas así – la rubia se le acercó al oído – después de todo, se nota que te empieza a gustar, eres algo obvia.

- Oye Noa, no molestes mucho a Saki – la peli gris miró a la menor del grupo la cual estaba con la mirada baja y con algo de sonrojo en sus mejillas.

- No sé qué les pasa – susurró Shun para luego mirar a su tía – por cierto, tía Shano, creo que sabes que me queda ya solo una semana.

- Sí… lo sé – las de Photon Maiden escucharon eso, pero en especial Saki fue la que se sorprendió más – pero de verdad me gustaría que te quedaras más tiempo.

- Ya tomé mi decisión, además, la coreógrafa de las chicas volverá en ese tiempo, estarán bien hasta entonces tía Shano – la peli negra solo suspiró, aunque la más afectada por esto no era ella, sino la DJ la cual se quedó mirando fijo al peli azul.

- Himegami-san… ¿se va?

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Continuará…