Kyojuro Rengoku era un niño que apenas había cumplido sus diez años , nacido de padres un tanto jóvenes, pero a pesar de su edad siempre llevaba consigo un oso de peluche guardado en un bolso a todos lados, en la cuidad donde antes vivía todos sus vecinos conocían el apego que él tenía con ese oso de peluche en especial sus amigos.
Al pasar tres años debido al trabajo de sus padres tenia que mudarse lejos de todo lo que conocía y le dolió aún mucho más separarse de sus dos amigos de la infancia que eran giyu y sanemi que a modo de despedida de el último invierno que pasaría kyojuro en la cuidad hicieron una última gran travesura juntos cerca de un letrero con letras removibles de un viejo cine
-¿Estan seguros de hacer esto? - pregunto el rubio a sus dos amigos que estaban quitando y colocando letras en el cartel .
-Tu no te preocupes kyojuro giyuu y yo sabemos lo que hacemos, además es para que tengas algo de nosotros cuando te vayas -el niño albino le pasaba unas cuantas letras a giyuu que estaba colgado con un improvisado columpio en uno de los grandes faros de luz que iluminaban el cártel.
- No te preocupes Kyo si alguien dice algo solo nos hechas la culpa y ya -dijo el de cabello negro concentrado en alinear bien las letras que le iba pasando sanemi .
Kyojuro no muy convencido sobre lo que tramaban sus amigos estaba tratando de descifrar lo que querían hacer a parte de que Sanemi le habían entregado una cámara de impresión instantánea que era del padre de giyuu , poco a poco al observar con más detalle entendió el mensaje que sus dos amigos estaban haciendo para el dejándolo casi al borde de las lágrimas leyendo que decía: Siempre seremos amigos kyojuro.
-Ustedes son lo mejor que me pudo pasar, amigos de verdad voy a extrañarlos. - ambos niños al ver que su amigo no dejaba de llorar ambos bajaron y fueron directamente a abrazarlo.
Una vez el pequeño rubio se calmó sus dos amigos le insistieron que tomara una foto de ellos frente al cartel y kyojuro no lo pensó demasiado y tomo la fotografía pero el tranquilo momento que tenía con sus amigos fue interrumpido por uno de los guardias del viejo cine y sin dejar que los atraparán se fueron corriendo los tres entre risas huyendo del guardia, al cabo de un rato iban paseando tranquilamente mientras kyojuro estaba observando la foto que tomo de sus amigos muy contento pero a la vez melancólico pero entonces giyuu le pregunto.
- Deberíamos comprar un marco para la foto Kyo , hay una tienda cerca de aqui. - dijo tomándolo de la mano y se fueron a una tienda junto a sanemi para escoger un marco para la foto.
Pasaron las semanas y los tres niños estaban haciendo sus típicas travesuras y juegos antes de la llegada de la primavera disfrutando los últimos días de estancia con su amigo antes de que se fuera a vivir muy lejos , a dos días de la mudanza kyojuro le pidió a sus padres si podía hacer una pijamada con sus amigos pero estos al estar tan ocupados con su trabajo solo le dijeron que si para que los dejara tranquilos.
Al llegar la noche los tres niños estaban jugando con unas katanas de juguete de colores peculiares haciendo batallas de uno a uno , entre tanto y tanto jugar en un arrebato de ira por parte de sanemi le tiró una almohada a giyuu por haberle ganado.
- No te creas tanto cara de rata es obvio que hiciste tram. - antes de que terminara de hablar giyuu lo golpeó de lleno en la cara con una almohada que estaba en uno de los tufones que estaba en la habitación mientras tanto kyojuro trataba inútilmente de retener su risa pero no se esperaba que sanemi también comenzará a golpearlo con otra almohada.
Dejando el juego de batallas con katanas de lado entre risas y gritos se estaba armando una batalla campal de almohadas en la habitación de el rubio , tanto era el escándalo que estaban haciendo los niños que llegaba al estudio de los padres de kyojuro, Shinjuro desesperado y más estresado por el ruido decidió ir a la habitación de su hijo a callarlo abriendo la puerta de una manera un tanto brusca.
- ¡kyojuro! , tu madre y yo no tenemos tiempo para perderlo empacando tus cosas. ¡ Quiero que empaques tus cosas ahora! Y se quedan callados los tres - dijo cerrando la puerta con algo de fuerza dejando asustados a los niños que prefirieron estar callados y ayudar un poco a su amigo a empacar algunas cosas en unas cajas que el rubio tenía en su habitación para irse a dormir y marcharse a sus casas después de el desayuno.
Al día siguiente bastante temprano en la mañana había llegado el camión de mudanzas a recoger todas las pertenencias de los Rengoku hacia su nuevo destino en lo que el personal encargado se subir las cosas al camion , mientras tanto kyojuro se estaba despidiendo de sus amigos que habían llegado temprano junto con sus padres que estaban hablando con Ruka mientras shinjuro estaba dándole indicaciones al personal de mudanzas , los dos niños vieron que ya era hora de que su amigo se vaya haciéndole la promesa de ir a visitarlo y a pasar las vacaciones de verano con él , a los pocos minutos solo se quedaron viendo como su amigo en el auto se la familia se alejaba hacia su nuevo destino deseándole la mejor de las suertes.
Pasadas las horas desde la ventana de el auto podía ver a lo lejos una mansión un poco vieja de color rosa, al llegar a la puerta de la mansión la familia se dedicó a limpiar y acomodar las cosas para finalmente descansar un rato en lo que sería su nueva habitación en lo que sus padres conocían a los vecinos. Al cabo de un rato el niño había bajado a la sala principal para colocar unos globos de nieve decorativos que tanto le gustaban a su padre, Kyojuro al terminar descubrió una silueta de una pequeña puerta a un costado de la chimenea al tener poco tiempo de mudarse a la casa decidió darle el minimo importancia por el momento y siguió en lo suyo.
El lugar era muy antiguo: tenía un desván debajo del tejado, un sótano al que
se accedía desde la planta baja y un jardín cubierto de vegetación lleno de viejos
árboles de gran tamaño. La familia Rengoku no ocupaba toda la casa, que era demasiado grande ocupaba sólo una parte pero casi igualaba en tamaño a su antigua casa.
Kyojuro al estar un tanto aburrido decidió ir a explorar y saber quiénes eran sus vecinos así que tomo su par de botas favoritas y una chamarra blanca con flamas junto a su bolso con su acostumbrado oso de peluche y salió , ya que supo que en la vieja mansión vivían otras personas. El joven Zenitzu Agatsuma y el joven Inosuke Hashibira que vivían debajo de kyojuro, en el primer piso. Estos eran dos ancianos regordetes que no les gustaba que les dijeran señores o ancianos y que compartían su vivienda con un montón de viejos terriers escoceses que parecían más jabalíes que perros y tenían nombres como Hamish, Andrew o Jock. Ambos habían sido actores, como le contó el joven Zenitzu a kyojuro cuando se
conocieron al encontrarlo merodeando cerca de las escalones de piedra que daban a la puerta así que lo invito a pasar.
-Ya ves, Tojuro - dijo el viejo Zenitzu confundiendo el nombre de kyojuro -. En nuestra época, el joven Inosuke y yo fuimos actores famosos. - Mostrándole unos viejos póster de taquilla de teatro en lo que llevaba al niño a la sala encontrándose con el otro anciano que le ofreció una porción de pastel y una taza de té mientras tomaban asiento en los sillones pero kyojuro no le dio atención a su entorno y se distrajo fácilmente jugando con uno de los perros - Nos pateamos todos los escenarios, cielo. - cuando volteo a ver a kyojuro tratándome de dar un poco de pastel a uno de los perros - Oh, no dejes que Hamish coma pastel de frutas o se pasará toda la noche despierto por culpa del dolor de estómago.
-Me llamo Kyojuro, no Tojuro . Kyojuro Rengoku -la corrigió el niño amablemente terminado de comer la porción de pastel que uno de los ancianos le había ofrecido amablemente. - Muchas gracias por el té a los dos , estuvo delicioso, fue un placer conocerlos. - al terminar de despedirse de los dos ancianos, subió de nuevo por los escalones de piedra hacia el jardín dándose cuenta que era casi hora de cenar y regreso con sus padres a cenar solamente esperaba que su padre cocinara está vez ya que lo que preparaba su madre no le gustaba de el todo.
Pasados unos minutos la familia Rengoku estaba teniendo sus típicas charlas familiares de cómo fue convivir con los nuevos vecinos y de las cosas que lograron escuchar de las historias que contaban los vecinos que les parecieron interesantes a kyojuro en especial lo que estaba diciendo sobre un peculiar vecino en ese momento Shinjuro.
- Quien podría pensar que ese anciano a pesar de su edad tenga más músculo que yo. - dijo un poco desanimado de si mismo porque un señor mayor a el lo superaba en tamaño y musculatura - pero aún así decía de si mismo que es alguien sorprendente y que tenía un circo de ratones musculosos.
- No exageres Shinjuro, no creo que el señor Uzui pase de los cuarenta y seis años.
- Pero aún así es mayor que yo, ni siquiera llegó a los treinta y aún así tiene más cuerpo que yo - dijo bastante enojado en lo que seguía comiendo lo que había preparado su esposa para ellos ya que él había estado ocupado con una llamada importante.
El pequeño rubio presto más atención a lo que decía su padre y tenía ganas de conocer a tan curioso vecino pero antes de pedir permiso para ir a visitar el susodicho circo de su vecino que le parecía tan irreal su madre intervino.
- ¿cariño ese hombre no será un alcohólico?, Me preocupa que eso te influence. - dijo la mujer tratando de no reírse al burlarse así de su esposo ya que sabía de antemano cuánto era el amor que le sentía a el alcohol. - solo te pido por favor que está vez no salgas medio desnudo frente a los nuevos vecinos que tenemos moriré de vergüenza.
- ¡¡Eso solo fue una vez!!, Además no era el único que estaba así, el padre de shinazuwaba estaba igual o peor que yo.
- trataba de escudarse pero le fue imposible sabiendo como es su esposa así que prefirió cambiar de tema preguntando directamente a su hijo. - dime kyojuro ¿ Que opinas de nuestro nuevo hogar?
- pues - El niño no sabía que decir y lo único que deseaba era terminar su cena para poder comer el postre que había hecho su padre - no he visto toda la casa así que no lo sé - dijo terminado su tercer plato de comida ya que no quería comer más a causa de el sabor .
- ¿No hay nada interesante que hayas visto?
- Pues hoy conocí a los vecinos de abajo.
- Hay no puede ser - exclamó con cierta decepción de que su único hijo conociera a esos ancianos - ese par de ancianos están chiflados hijo no te les acerques demasiado.
- ¿ Pero porque? Si son buenas personas hasta me invitaron a tomar té y jugar con uno de sus perros.
Antes de que se empezara una discusión en la mesa Ruka callo a shinjuro para poder comer el postre los tres con tranquilidad después de un rato decidió que ya era hora que kyojuro fuera a la cama para que pudiera descansar por un ajetreado día en lo que ellos volvía al trabajo
