Crepúsculo pertenece a Stephanie Meyer.

El Harem de la Reina

(Harem: Alice Cullen, Rosalie Hale, Sasha Denali, Tanya Denali, Kate Denali, Irina Denali y Leah Clearwater)

La idea de este Fic, es gracias a AlphaMoon22 (Usuario de Wattpad)

.

.

.

9: Dos Pervertidas.

.

.

(Bella)

Estaba agotada.

Terriblemente agotada.

Mi padre y yo, asistimos a una reunión en la Reserva, en la cual yo debía de explicarles a los Ancianos (y especialmente a William "Billy" Black) mi motivo para estar tan cerca de dos Pálidas.

Aseguré que ellas no estaban interviniendo en nuestros asuntos y recomendé que nosotros no nos acercáramos a ellos, pues hemos mantenido la paz con el clan Cullen, por milenios.

Gracias a una de las ancianas: Ishita, quien le arrojó hojas de Laurel Cerezo y Dedalera, a la cabeza y luego abrió sus ojos, ahora brillando en un color blanco. Pronto, ella volvió de su trance. —Rosalie Hale y Alice Cullen, son dos de sus siete improntas —Jacob enseñó una amarga mueca de enfado, pero pronto, enseñó una sonrisa salvaje. Claramente, él estaba en esa Impronta... en ese Harem de esta reina Quileute, sería el próximo líder de la manada y sería el más poderoso... —Y todas ellas, son femeninas —la sonrisa de Black, cayó de inmediato, mientras sus ojos se abrían con incredulidad.

Yo solo asentí, cambié de fase y me alejé de allí, en mi forma de Tigresa Dientes de Sable. Necesitaba alejarme temporalmente de la Tribu.

Corrí, seguí corriendo y corriendo, sin detenerme.

Necesitaba estar sola, al menos temporalmente.

Me detuve en una sección del bosque, gobernada por el musgo. El suelo, las rocas, los troncos de los árboles, los cuales carecían de hojas. Ni siquiera las sentía bajo mis pisadas, ni mucho menos escuchaba las hojas siendo pisadas por mí.
Dejé de lado lo extraño, pero cuando estaba por transformarme de nuevo en humana, olí un venado y fui tras él, caminando con lentitud, para no alertarlo.

El bastardo me escuchó, presintiendo el peligro o quizás sintiendo mi instinto de depredadora, salió corriendo. Pero yo misma, estaba muriéndome del hambre luego de haber salido corriendo, como una loca. Así que no me importó y perseguí al venado, por varios kilómetros, hasta que conseguí guiarlo a un área llena de árboles.

Árboles y un bello lago de aguas azul cían.

Me desnudé lentamente y suspiré aliviada.

No comprendo cuando, ni cómo. Pero se siente como si...

Es imposible que me crezcan los pechos en tan poco tiempo, ¿Verdad? Ya de por sí, los tengo muy grandes. No necesito que lo sean más y mi espalda baja, comience a matarme del dolor.

No gracias.

Me sumergí en las aguas del lago y gemí de satisfacción, cuando mis músculos dejaron de dolerme. Había comido bien y ahora, me estaba relajando.

.-

.-

.-

(Alice)

Luego de terminar de comerme mi puma, percibí el olor de un venado. Vi a Rosalie, quien regresaba, luego de comerse su reno y ella también captaba algo más, pronto, una sonrisa apareció en su rostro y me miró. Ante tal mirada... más bien rara de mi hermana, ella me hizo una seña. Me paré y comencé a oler. Capté aquel olor de inmediato: Isabella Swan, estaba cerca.

Muy cerca de aquí. Nos miramos y nos dirigimos al lugar, mientras danzábamos, ante el delicioso perfume natural de la hermosa Tigresa Dientes de Sable a quien estábamos destinadas.

La encontramos desnuda y bañándose en el lago. Relajándose, luego de dejar muy limpios, los huesos de un venado.

Nos miramos mutuamente y nos quedamos allí mismo. Viendo a esa preciosa musa. Esa Afrodita en carne y hueso. Desnuda, y pálida como nosotras. De largos cabellos castaños, ojos marrón chocolate, de pechos inmensos y trasero hecho para ser nalgueado.

Finalmente, ella salió del lago. Ahora mismo, creo que sí sabía de nuestra presencia y solo nos ignoró.

¿Saldrías de un lago frío en la noche, contoneando las caderas haciendo que toda la atención se dirija a tu trasero, si no tuvieras un público?

Isabella Swan: Eres lo mejor, que me ha pasado en toda la eternidad.

.

.

.

(N/A: ¿Debería de intentar ceñirme al Canon o continuar con este estilo libre?)