El club de eminencias*

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me pisas lo pies, te pones de puntas, me agacho y nos besamos…

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Remus esperaba en el pasillo, se encontraba tan nervioso que había llegado al menos 15 minutos antes de la hora acordada, tamborileaba su pie en el suelo y jalaba constantemente la manga de su saco marrón, tratando de acomodarlo; en general le costaba ser sociable, en especial si no estaba con sus amigos, pero Abigail había lucido tan entusiasta al invitarle como su acompañante a la fiesta del club de eminencias, al que ella pertenecía, que no pudo negarse.

- Rem…

El susurro de su nombre lo hizo dar un salto y volteó de inmediato para encontrarse con ella, abrió la boca con sorpresa mientras se sonrojaba, lucía hermosa, usaba un vestido vaporoso de gasa color melón, con los hombros descubierto y la falda con vuelo, una cinta de color rosa enmarcaba su cintura y una pequeña diadema con brillantes adornaba sus cabellos

- Hola… –susurró cuando pudo recobrar la compostura

- Hola –la chica mordió sus labios nerviosa y bastante sonrojada – ¿M-me veo bien?

- Te ves preciosa… –volvió a susurrar, ella sonrió encantada y se apresuró hacia él tomando su brazo

- Gracias Rem… –besó su mejilla–¿Vamos?

El más alto asintió y se dirigieron al salón donde la fiesta les esperaba, apenas pusieron un pie adentro fueron rodeados por la calidez del lugar, la música era tranquila, las mesas estaban llenas de bocadillos de todo tipo y diversas bebidas en copas, que no paraban de llenarse; los estudiantes enfundados en sus trajes de gala se encontraban dispersos por el lugar, al igual que uno que otro mago y bruja adulto, que el profesor seguramente había invitado.

- ¿Se les ofrece una bebida?

Una voz detrás de él llamó su atención, era un chico pelirrojo y bajito que reconoció de cuarto grado de su casa, lucía un traje blanco, parecido al un mesero y cargaba una bandeja con jugo de calabaza.

- ¿Edward que haces?

- Remus –el niño se sorprendió de verlo y sonrojado bajó la mirada –El profesor Slughort me dijo que podía venir si le ayudaba repartiendo bebidas…

- ¿Quieres entrar al club de eminencias? –levantó una ceja dudoso

- Mis padres quieren… -explicó –bueno… ¿Quieren un poco de jugo? –volvió a mostrar la bandeja

- No gracias –negó Abigail sin siquiera verlo y soltó la mano de Remus para animada acercarse a dos chicas de Ravenclaw

El menor hizo un asentimiento mientras le daba una sonrisa a Remus de disculpa y se dirigía hacia otros invitados; Remus frunció el ceño, y observó el lugar nuevamente, ya había escuchado sobre el club y sus fiestas, la invitación de Sloughord había llegado a Sirius y James en varias ocasiones, pero ellos habían rechazado cada una de ellas, argumentando que era un desplante a ciertos estudiantes y una reunión elitista, él coincidía con ellos en este momento; volteó hacia Abigail, quien parecía ajena a su irritación mientras platicaba animada con el par de gemelas, se acercó un par de pasos a ella, dispuesto a comentarle su incomodidad para que pudieran marcharse.

- Abigail…

- Rem –ella volteó hacia él con una sonrisa y tomó su mano –Quiero presentarte a alguien, ellas son Melinda y Helena de Ravenclaw; chicas el es mi novio, Remus Lupin –lo presentó orgullosa, con una sonrisa, el par de brujas le saludaron amablemente y Remus les respondió el saludo con un sonrojo, ante la primera vez que la pelinegra lo presentaba como su novio tan abiertamente.

Las tres chicas siguieron su conversación, mientras el tomaba la mano de su novia, la observó con mayor atención, lucía tranquila y cómoda, sonriendo y platicando con personas que él suponía eran sus amigas, y soltó un suspiro. Apenas unos minutos después las dos chicas se fueron y ella volteó a él con una sonrisa

- Perdona la distracción –soltó su mano para dirigirlas hacia su chaleco, acomodándolo –¿Sucede algo?

- No… nada –negó mientras acariciaba sus cabellos, ella cerró los ojos un momento, disfrutando la caricia, ahora que lo pensaba mejor, tal vez ella no notaba ese elitismo, porque ella pertenecía al círculo, ahí se sentía cómoda, más cómoda que en su propia casa –deberíamos…

- ¡Señorita Braun! –Remus fue interrumpido por el profesor Slughort que le hacia una seña para que se acercaran

- Profesor –ella tomó la mano del chico y se acercaron a él

- Que bien que hayas venido –el profesor levantó la mirada hacia Remus –Oh, pensé estarías con el señor Snape –el chico hizo una mueca

- No profesor, mi acompañante es Remus Lupin

- Claro… señor Lupin… bueno –pareció restarle importancia –querida quería presentarte a alguien

Dirigieron su mirada al frente, delante de ellos se encontraba un chico, tal vez un poco más joven que ellos, de cabellos negros ligeramente ondulados, un par de ojos azules y un porte elegante. El chico se acercó a ellos altivo y les saludó

- Regulus… de la honorable y ancestral Casa Black –se presentó casi de inmediato

- El señor Black es uno de los mejores jugadores de quidditch de su generación –aseguró el profesor con una sonrisa –Black, la señorita Braun es una de las mejores en mi clase, junto con el señor Snape claro, estoy seguro si tienes alguna duda ellos podría apoyarte, ¿No es verdad Braun?

- Por supuesto profesor –le respondió ella con una sonrisa, el profesor asintió satisfecho, antes de distraerse con una de sus exalumnas, autora de un famoso libro

- ¡Oh Wendy querida! –Exclamó antes de abandonar al par de estudiantes y moverse al otro extremo de la sala.

Abigail movió la cabeza divertida ante los escasos segundos de atención que el profesor solía dedicar a alguien, antes de que ya estuviera en otra cosa, dirigió su mirada nuevamente al chico que tenía enfrente, el cual le observaba con una ceja levantada

- Así que has tenido algunas complicaciones con pociones, no te preocupes, sé que algunas veces es complicado, pero ambos estamos en Slytherin, así que estaremos siempre encontrándonos… –Abigail trataba de ser amable, sin embargo el pelinegro no mostraba algún interés –¿Eres Black cierto? Supongo el hermano de Sirius… Remus es su amigo y…

- Por desgracia… –al fin habló el menor

- ¿Eh? –murmuró la chica descolocada

- Él dice ser mi hermano, aunque es solo una vergüenza para toda la familia… un traidor a la sangre –escupió el pelinegro

Remus abrió los ojos grande, antes de fruncir el ceño y acercarse amenazadoramente hacia él, pero Abigail fue más rápida, tomó la mano de Remus deteniéndolo, el más alto le mandó una mirada seria, pero ella solo le sonrió

- Tengo sed ¿Podríamos beber algo? Hay ponche en aquella mesa –lanzó una mirada detrás de ellos, a una mesa un par de metros atrás, donde se encontraba Lily y otra chica de Gryffindor, Remus frunció el ceño y volteó hacia ella

- Podremos beber ponche después –se negó, la chica apretó suavemente su mano

- Por favor, Rem… –insistió nuevamente

El chico chasqueó la lengua y mandó una última mirada al hermano menor, que se mantuvo retador, antes de voltear y caminar hacia sus compañeras, dejándolos solos, Regulus sonrió con burla al verlo partir, hasta que nuevamente, la voz de la chica llamó su atención

- Es el primer y último favor que te hago Black –la chica lo observaba seria –Y es solo porque pertenecemos a la misma casa, pero será mejor que no vuelvas a hablar así de Sirius frente a mi novio –él levantó una ceja –no importa si tu hermano me agrada o no, es amigo de Remus y no lo detendré la próxima vez. No entiendo la estupidez de la sangre y supongo has de pensar pestes de mi por ser una mestiza, pero ambos somos Slytherins y el profesor me ha pedido ayudarte, así que puedes pedirla cuando la necesites

Y sin esperar respuesta dio vuelta, dejándolo solo y dirigiéndose hacia Remus y Lili, quienes platicaban entre ellos.

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Severus acababa de llegar a la fiesta, era tarde y lucía algo agitado, había pasado un buen rato buscando a Abigail en su sala común y al no encontrarla pensó se había adelantado, por lo que había corrido hasta la fiesta, pero apenas entró se quedó helado, ante la imagen de ella, tomada de la mano de Remus Lupin y hablando animadamente con Slughort y el menor Black.

- ¿Acaso te han cambiado Severus?

Una voz detrás de él llamó su atención, el pelinegro volteó encontrándose con Rosier y a Greengrass a su lado, ambos con sus costosos trajes de fiesta y una bebida en la mano.

- Rosier… Greengrass –les saludó

- No pude evitar ver como Braun ha llegado del brazo de Lupin, aunque me extrañó bastante, pensé eran pareja siempre… –murmuró Rosier con la vista fija en el par de chicos, Severus frunció el ceño, pero no contestó

- No deberías siquiera estar cerca de ella Snape, mucho menos ahora que se enreda con Lupin y todos esos traidores –continuó Greengras, mientras veía con repudio como Remus se alejaba de ella, dejándola con Regulus

- Severus… nuestra propuesta sigue en pie –continuó Rosier –sabes que el señor oscuro se ha interesado mucho en ti y en tus dotes, incluso olvidaría el hecho de que tu sangre no es tan limpia como la nuestra, al igual que nosotros –el rubio tomó su hombro, dándole un suave apretón –y nosotros jamás te dejaríamos de lado –murmuró más bajo, cerca de su oído, mientras el pelinegro observaba como la chica intercambió unas palabras con Regulus, para inmediatamente dar vuelta y alcanzar a Lupin, tomando su mano.

¿Qué demonios había ocurrido? ¿Desde cuándo Abigail se llevaba tan bien con los Gryffindor? ¿Y desde cuando ella estaba con Lupin? ¿Acaso se le había olvidado todo lo que él y su detestable grupo le habían hecho a él? Rosier sonrió al ver su gesto, sabiendo que sus palabras habían tenido peso en Severus, volteó hacia la pelinegra, que ya hablaba animadamente con el grupo de Gryffindors –Denme un momento… iré por alguien más para que nos acompañe… –Rosier soltó a Severus y caminó hacia Regulus, que había quedado solo.

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-¡Remus! No sabía que te habían invitado –Lily veía sorprendida al chico que había llegado a su lado

- No en realidad, vine acompañando a alguien –sonrió

- ¿En verdad? Me alegra estés aquí

De pronto su vista se dirigió a un lado, justo hacia donde se acercaba Abigail Braun, ladeó la cabeza curiosa al no verla al lado de Severus y en especial por verla acercarse a ellos; en cuanto estuvo lo suficientemente cerca, la chica tomó la mano de Remus que volteó hacia ella, Braun asintió con la cabeza y su amigo sonrió abiertamente, mientras entrelazaba sus dedos con los de ella. Lily estaba sorprendida, si bien la chica le agradaba no eran muy frecuente el intercambio de palabras entre ellas y por supuesto jamás lo había visto entre ella y Remus, pero la complicidad y la comunicación muda con la que se trataban no parecía precisamente de un par de amigos.

- Hola Braun –saludó de inmediato Lily

- Hola –le siguió Jolenne Boot, la otra chica de Gryffindor

- Evans, Boot–saludó la Slytherin a ambas chicas, y como si nada hubiera pasado, Remus continuó su charla donde le habían dejado, aunque sin soltar la mano de la pelinegra.

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El resto de la noche fue mucho más ameno, ambos chicos tomaron un espacio tranquilo y platicaban mientras comían algún bocadillo y bebían algo, hasta que la música suave comenzó a sonar y algunas parejas comenzaron a reunirse en el centro moviéndose al compás de la música.

Abigail observaba al centro, a cierta hora la cena se transformaba en algo más íntimo, en el que solían quedarse los mayores y algunas personas de los últimos grados, aunque ella y Severus siempre había preferido salir antes de que ese ambiente comenzara, pero esta vez no se había percatado del tiempo que había pasado.

- ¿Abigail? –de pronto la voz de Remus llamó su atención

- ¿Si?

- ¿Qué sucede? –murmuró al ver que muchos abandonaban la reunión y otros más bailaban en el centro

- Oh bueno, ya al final de la noche muchos se quedan a bailar un poco

- Oh… -fue su única respuesta mientras observaba a las pocas parejas moverse junto con la música, la chica lo observa con una sonrisa

- ¿Acaso quieres bailar Remus? –le preguntó divertida, el pareció sorprendido y regresó su vista a la pista

- No soy muy bueno en eso pero… podríamos intentarlo…

La pelinegra abrió los ojos con sorpresa, ella solo lo había propuesto como un juego para molestarlo, no pensando en que lo aceptaría, pera al verlo tan dispuesto sonrió con dulzura, tomó su mano y se levantó jalándolo hacia un espacio libre, Remus tragó saliva y se quedó estático en cuanto se vio en medio de todos, Abigail le sonrió y tomó sus manos colocándolas en su cintura, mientras ella subía las suyas alrededor de su cuello.

- Calma, no es difícil, solo seguimos la música ¿si?

Remus asintió con la mirada abajo, enfocándose en el movimiento torpe de sus pies y el leve agarre que tenía en la cintura de la chica, Abigail le llevaba lento, pero ni con eso podía parar que el chico tropezara con sus propios pies

- Soy un desastre –murmuró avergonzado ante ella, Abigail subió su mano acariciando su mejilla

- No es verdad… me gustas así –se subió a sus pies, poniéndose de puntas y lo jaló suavemente del cuello, indicándole agacharse, para unirse en un profundo beso, sin percatarse de las miradas curiosas y sorprendidas a su alrededor.

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NOTAS DE LA AUTORA: Este capítulo y en especial la primera frase con la que empieza tienen un significado especial para mí. Me las dijo al que considero el amor de mi vida, la primera vez que nos besamos ya que era extremadamente alto a comparación mía (sí, como Remus y Abigail). Lamentablemente ya no está con nosotros… pero espero que siempre estés observándome y sepas cuanto te amé y aún cuanto te amo…