La Llegada del Juez

En la prisión Last Hope, donde Quill y sus cuatro compañeros lograron escapar, fue asaltada por las fuerzas del Juez Ronan donde no tuvieron demasiados problemas en ocuparla toda y hacer prisioneros tanto a reclusos como a guardias.

Los guardias y reclusos estaban todos de rodillas con las manos en la cabeza siendo vigilados por soldados de Ronan, mientras el malvado juez caminaba por la zona en compañía de Galaga.

Ronan: ¿Algún resultado?

Galaga: Negativo. Por lo visto, Mara escapó con la gema y le ayudan los mismos individuos que fueron arrestados con ella previamente.

Contestaba la zorra a la pregunta de Ronan, en parte fastidiada por no haber podido regodearse ante su hermana por el hecho de haberse dejado atrapar y burlarse de ella en su posible celda.

Ronan estuvo en silencio un momento mirando al horizonte hasta que finalmente dijo.

Ronan: Buscadlos. No pueden haber ido muy lejos.

Galaga: ¿Qué hacemos con los prisioneros?

Preguntaba ahora Galaga. El juez mirando con indiferencia a los prisioneros donde tanto reclusos como vigilantes estaban enormemente preocupados por su vida. Finalmente el juez respondió.

Ronan: Sin testigos de que hemos estado aquí.

Dijo sin dilación el juez para irse caminando de allí. Galaga entendiendo la orden, miró a los soldados donde estos cargaron sus armas listos para ejecutar a los prisioneros.

Más tarde, la nave Dark Kaster abandonaba el espacio donde estaba la prisión, la cual esta última estalló en pedazos con todo lo que pudiera haber dentro.

Mientras tanto, la nave Milano tras realizar un salto en el espacio, llegaron a otra parte de la galaxia. La nave se dirigía a un extraño satélite inmenso que recordaba bastante a la cabeza de una criatura del tamaño de un planeta.

Quill: No me digas que tu comprador está en Knowhere.

Comentaba Quill a los mandos de su nave al ver dicho lugar donde era conocido por ser un puesto criminal construido sobre la cabeza de un ser celestial decapitado. Mara que estaba sentada a su lado, le contestó.

Mara: Así es. Ahí es donde está nuestro comprador. Ahora solo falta esperar a que contacte con nosotros.

Quill: Eso sí. Procurando que no nos vacíen las carteras. Si sabré yo la clase de basura que hay en ese lugar.

Stuar: ¿En serio? Yo creo que para alguien como tú, se sentiría como en casa. Ja, ja, ja.

Contestaba el hámster riéndose a carcajadas haciendo que Quill le mirase molesto por el comentario.

Rocky: No sé yo. A mí no me gusta mucho ese tipo de lugares tan peligrosos y de dudosa fiabilidad.

Comentaba el hombre roca donde no se sentía nada cómodo en un lugar semejante. Brantax cruzado de brazos y con una actitud seria, comentó.

Brantax: A mí me da igual el lugar. Solo quiero una cosa y es acabar con Ronan.

Quill: Lo primero es lo primero. En primer lugar iremos a buscar al comprador y una vez que tengamos los bolsillos llenos, cada uno se irá por su lado.

Stuar: Sí. No eres el único que tiene ganas de abandonar a este grupo de memos.

Rocky: Pues yo me siento muy a gusto con todos vosotros.

Comentaba alegremente el hombre roca donde Stuar al oírlo pasó su garra a la cara ya que en ocasiones su amigo le exasperaba.

La nave Milano aterrizó en el espacio puerto. Dentro del puesto espacial era como toda una gran ciudad donde se reunía toda clase de criminales, bandidos, carteristas, historietistas y toda clase de escoria de la galaxia en un lugar a salvo de las fuerzas de la ley. También habían tiendas y puestos donde la mayoría eran objetos de contrabando u otras cosas de dudosa procedencia.

El grupo caminaba entre las calles hasta que fueron interceptados por un grupo de niños que alegremente pasaban entre ellos.

Quill: Cuidado con la cartera.

Advertía Quill donde era consciente que en sitios así, hasta los niños a muy temprana edad llegaban a robar a los que no iban muy avispados. Rochy se detuvo para mirar a una niña que lo miraba con atención. El gigante de roca se agachó y alzando una mano, hizo germinar una flor donde se la ofreció con una amable sonrisa a la niña, donde ésta sin dudarlo lo tomó agradeciendo el gesto.

Quill: Bueno ¿Dónde decías que estaba tu comprador, Mara?

Mara: Ya le envié un mensaje. Dijo que ya contactaría con nosotros.

Quill: Ya veo. Entonces...Habrá que hacer algo para entretenernos mientras esperamos.

Decía el canino con una sonrisa donde tenía una ligera idea de qué hacer mientras esperaban.

Más tarde estaban todos en el interior de un bar bastante animado donde en una mesa había como una carrera de alimañas, siendo en parte perseguidos por un depredador más grande donde de vez en cuando atrapaba alguna y se la comía.

Brantax, Stuar parecían divertirse con el juego mientras Rocky no podía evitar sentirse mal por como usaban a los pobres animales para una diversión tan bestia.

Quill estaba caminando por el sitio hasta que vio a Mara afuera en un balcón exterior. El canino se acercó hasta ponerse al lado de la coneja y charlar con esta.

Quill: ¿Admirando las estrellas?

Preguntaba el canino intentando iniciar una conversación. Mara sin apartar la vista, simplemente respondió.

Mara: Simplemente estoy pensando qué hacer una vez que entregue la gema a mi comprador. Tengo tantas cosas en qué pensar.

Quill: Ya veo.

Mara mirando el walkman que tenía Quill puesto en su cinturón, le quiso preguntar por el aparato.

Mara: ¿Por qué es tan importante para ti ese aparato?

Ante la pregunta, Quill se puso algo serio y se dedicó a explicarse.

Quill: Era de mi madre. Cuando era pequeño, escuchaba con ella muchas canciones del cual siempre nos gustaron a los dos. Es lo único que me queda de ella en cuando murió. Por lo visto, sufría de un tumor cerebral.

Mara se quedó escuchando las palabras de Quill en cierto modo sintiendo pena por él. Mara intentó cambiar la conversación para no deprimir al canino y le hizo la siguiente pregunta.

Mara: ¿Y para qué sirve exactamente ese aparato?

Quill sonriendo ante la pregunta, se dispuso a explicarse.

Quill: Como comenté ya antes, sirve para escuchar música. Observa.

Quill se colocó un auricular en su oreja mientras con el otro intentó ponérselo a la coneja, donde ésta por acto reflejo el agarró el brazo. Quill sonriendo en señal de calma, logró que la coneja le permitiera poner el otro auricular en su oreja. Ahí Mara empezó a escuchar la música hasta el punto que incluso parecía moverse un poco a ritmo de la canción.

Mara: ¡Suena muy bien!

Alzaba la voz Mara como si sintiera que no podía escuchar su propia voz por la música. Quill sonriendo, la quiso explicar más cosas.

Quill: No solo sirve para escuchar música, también sirve para bailar.

El canino tomó las manos de la coneja y comenzó a mover lentamente con ella con un baile lento.

Quill: No se te da mal. Je, je, je.

Comentaba el canino con una sonrisa el canino mientras bailaba con ella, hasta que de golpe la coneja lo agarró y sacando su espada para ponerlo debajo del cuello, le empezó a amenazar.

Mara: ¡A mí no me engañas! ¡Sé que clase de persona eres, Quill! Un saqueador dispuesto a todo por dinero.

Quill: ¡Cálmate un poco! No tengo ninguna mala intención contigo.

Hablaba alarmado el canino por la reacción de la coneja intentando calmarla. Así hasta que escucharon ruidos como de una pelea.

Quill: ¿Qué pasa ahí dentro?

Dentro se había surgido una pelea entre nada menos que Stuar y Brantax completamente borrachos mientras el público gritaba animado. El roedor saltaba en la cabeza del jabalí donde le iba golpeando con sus garras, hasta que el jabalí lo agarró y lo lanzó contra una mesa donde se rompió en pedazos. Rápidamente Stuar se levantó y sacando su arma, gritó.

Stuar: ¡Ahora sí que te voy a coser a tiros!

Los dos iban a volver a pelear hasta que Rocky agrandando sus manos de piedra, agarró a ambos para inmovilizarlos. Quill que había entrado con Mara, preguntó preocupado.

Quill: Pero ¿Qué pasa aquí?

Rocky: Pues...Que por lo visto, tanto Stuar como Brantax bebieron unas copas de más...y puede que un barril entero cada uno. Empezaron a charlar al principio tranquilos hasta que empezaron a insultarse y ahí empezaron a pelearse violentamente.

Contestaba el hombre roca explicando más o menos lo que pasó. Stuar todo borracho se puso a balbucear.

Stuar: ¡Es culpa del cara verrugoso ese! No quiere admitir que esos malditos científicos se pasaron torturándome para sus experimentos. Me despiezaron, me volvieron a montar cacho a cacho cada parte de mi piel, metiéndome circuitos y componentes, sometiéndome a todo tipo de torturas tanto físicas como psicológicas. Todo ello sin importarles lo más mínimo en lo que yo sentía ¡Y ahora mismo tengo unas ganas de matar a todo el mundo como hice con esos malditos científicos!

Hablaba completamente dominado por la borrachera el roedor mientras intentaba sacar su arma de la enorme mano de roca.

Quill: Stuar, Stuar. Cálmate un poco. Estás ahora borracho y no estás pensando con claridad. Recuerda que tenemos que entregar una gema y hacernos completamente ricos. Piensa en el dinero, Stuar. Piensa, Stuar ¿Qué te va a quedar si nos matas a todos?

Trataba el canino de calmar al roedor. Al final Stuar parecía tranquilizarse un poco y luego contestar.

Stuar: Está bien...Me calmaré un poco...Pero eso no significa que no quiera luego mataros a todo.

Quill: Bien, bien. Tu piensa más en el dinero que en matarnos a todos.

Respondía Quill ya algo más tranquilo que no se le fuera la pinza a Stuar y ya no quisiera matar a nadie, de momento. Rocky acabó por soltar a ambos donde Brantax se fue caminando de allí.

Quill: ¡Eh, Brantax! ¿A dónde vas?

Brantax: ¡A hacer algo que debo hacer!

Contestaba el jabalí sin dar más explicaciones mientras salía del bar. Quill alzando de hombros, comentó.

Quill: ¿A dónde irá éste ahora?

En ese momento apareció la sirvienta del Coleccionista donde se dirigió hacia donde estaban Quill y los demás donde les llamó a estos.

Sirvienta: Vos debéis ser Mara. Mi amo os está esperando.

Mara: Bien, vamos.

Rocky: ¿Y Brantax?

Preguntaba el hombre de roca donde no le pareció bien abandonar a Brantax. Mara ahí le contestó.

Mara: Él no quiere el dinero, sino venganza como todos. Ya iremos a buscarlo cuando cobremos el dinero.

Quill: Eso. Primero hagámonos ricos y luego ya buscaremos a nuestro jabalí verrugoso.

Respondía sonriente el canino frotándose las manos al estar a poco de cobrar una enorme fortuna.

Todos, a excepción de Brantax que se había ido, siguieron a la sirvienta para reunirse con el Coleccionista.

En un puesto de comunicaciones de la estación, estaba un encargado del mismo hasta que de repente notó que alguien le agarraba violentamente del cuello, siendo nada menos que Brantax donde mirando muy seriamente al encargado, le dijo a éste.

Brantax: Vas a contactar con alguien para mí.

Mientras tanto, Quill y los demás, siguiendo a la sirvienta, llegaron al hogar del Coleccionista, donde susodicho estaba en dicho lugar.

Coleccionista: Mara. Me alegro que vinieras. Un placer tenerte aquí.

Hablaba de forma educada y amable el alienígena mientras con una de sus manos tomaba la de Mara y la daba un beso en ella. Quill estuvo en parte tenso con una mano en la pistola enfundada por si acaso. Mara manteniéndose seria, respondió.

Mara: Te he traído el orbe como acordamos.

En ese momento, el Coleccionista centró la mirada en Rocky donde el hombre roca le llamaba poderosamente la atención. Se acercó un poco para verlo mejor y ahí comentó.

Coleccionista: Que interesante ser ¿Cómo se llama?

Rocky: Me llamo Rocky, un placer.

Se presentaba de forma amable el hombre roca mientras sonreía y alzaba la mano en señal de saludo. El Coleccionista parecía estar verdaderamente interesado en él y ahí comentó.

Coleccionista: Nunca he conocido a un Rocky. Me gustaría que me lo vendierais su carcasa, una vez que esté muerto claro. No hay prisa.

Stuar: ¿Vendértelo? ¡Él no está a la venta!

Interrumpió Stuar molesto porque el Coleccionista viera a Rocky como una cosa que pudiera comprar. El Coleccionista mirando a Stuar, preguntó a Rocky.

Coleccionista: ¿Acaso es su mascota?

Stuar: ¿¡Mascota!?

Exclamó enfadado el roedor a punto de sacar su arma donde Rocky tuvo que intervenir sujetándolo para evitar que su amigo empezara a pegar tiros. Mara metiéndose en la conversación, le recordó al Coleccionista el por qué de su llegada.

Mara: Recuerda para qué hemos venido aquí. Tenemos asuntos que tratar.

Coleccionista: Cierto. Seguidme.

Todos siguieron al Coleccionista hasta estar en el centro de su basta colección de cosas únicas y extrañas. Sobre una mesa el Coleccionista colocaba el orbe donde lo abrió, revelando la gema en su interior.

Coleccionista: Esto que hay aquí es nada menos que una Gema de la Creación. Hace muchos milenios, cuando se formó nuestro universo, de ella surgió cinco singularidades.

Explicaba el Coleccionista mientras se proyectaba un mapa con diversos puntos del universo, donde en cada una se formaban ciertas auras de determinado color. Quill y los otros observaban las imágenes con gran atención.

Coleccionista: De cada una de ellas surgieron las Gemas de la Creación. Cada una con un poder inimaginable. Esta que habéis traído es la Gema del Espacio. Solo seres de gran poder pueden sostener esta gema sin ser destruida por ella. Esta gema puede destruir cualquier forma de vida orgánica e incluso segar las vidas de todo un planeta como el trigo ante la horca.

Una imagen presentaba a un enorme ser celestial gigantesco donde sujetaba la gema en un arma parecido a un hacha, donde con un simple gesto desplegó una densa nube negra y morada que desintegró miles de vidas. Incluso un planeta entero fue barrido de toda vida de un plumazo por dicha gema.

Quill: Ahora mismo me lo estoy haciendo encima.

Comentaba el canino sintiéndose algo nervioso ante lo que estaba viendo.

Coleccionista: Hace tiempo, una raza avanzada intentó dominar la gema compartiendo la carga entre ellos. Aunque en un principio lograron controlarla por un tiempo, al final fueron destruidos por ella.

Ahora la imagen mostraba a varios seres antiguos alrededor de la gema donde intentaron compartir la carga de poder de la gema para poder controlarla, pero al final se desintegraron en aquella bruma oscura y morada.

Aquellas imágenes resultaban perturbadoras donde sobraba decir que al grupo le llegaban incluso a asustar dichas imágenes. Finalmente el Coleccionista dejó de proyectar las imágenes y comentar satisfecho.

Coleccionista: Sin duda, esta será una excelente pieza para mi colección ¿Cómo queréis que os pague?

Stuar: A ser posible, en créditos.

Contestaba el roedor donde quería cobrar el dinero cuanto antes.

Coleccionista: Muy bien. Os pagaré como os merecéis.

El Coleccionista se dirigió hacia una mesa siendo seguido por el grupo y abrir un cajón donde se puso a buscar el dinero acordado. La sirvienta mientras, que había estado observando con suma atención la gema, se acercaba lentamente hacia ella. El Coleccionista al verla acercarse a la gema, la llamó la atención.

Coleccionista: ¡Aléjate de la gema!

Sirvienta: ¡No seré para siempre tu esclava!

Gritó con odio la sirvienta donde sin dudarlo agarró la gema, cuya intención era usarla para destruir a su odiado amo, pero el poder de la gema fue demasiado para ella. De ella surgió nubes negras con morada mientras la sirvienta gritaba como también su cuerpo presentaban grietas moradas y al final explotó.

Quill y Mara se pusieron a cubierto al igual que el Coleccionista. Rocky agarrando a Stuar, salió corriendo con él para mantenerlo a salvo mientras huían de la zona de explosión que arrasaba la colección del Coleccionista.

Rocky no se detuvo hasta salir fuera donde las explosiones llegaron al exterior, aterrorizando a los que pasaban cerca del lugar.

Cuando todo terminó, en el interior de la sala destruida del Coleccionista, se asomaron Quill y Mara donde vieron como todo quedó arrasado.

Poco rato después, salieron del lugar Quill y Mara donde el primero tenía el orbe con la gema dentro.

Mara: ¡No sé cómo he podido pensar que el Coleccionista podía salvaguardar la gema!

Exclamaba Mara al darse cuenta de que confiarle la gema al Coleccionista no fue muy acertada. Stuar al ver que llegaban el orbe con la gema, exclamó asustado.

Stuar: ¡Pero para qué rayos la habéis cogido! ¡No puedo creer que llevaras esto en la bolsa, Quill!

Quill: ¡No es una bolsa! Es una riñonera.

Contestaba Quill corrigiendo al roedor. Mara tomando el orbe que sujetaba Quill, comentó seriamente.

Mara: Tenemos que llevar esto al Cuerpo Nova del planeta Xantar. Es el único lugar donde puede estar seguro.

Quill: ¿Y si en vez de eso se lo llevamos a un comprador menos peligroso?

Sugería Quill mientras tomaba el orbe, ya que no le seducía la idea de ir al mismo planeta donde primero le arrestaron y también donde quería conseguir el dinero por la gema como fuese. Mara molesta le quitó el orbe mientras le respondía.

Mara: ¡Solo piensas en el dinero y en ti mismo! No te importa nada que no sea tu propio beneficio y en nadie más.

Le echaba en cara Mara por la actitud de Quill. El canino no tuvo tiempo de responder porque de repente unas luces aparecieron y ahí vieron aparecer una gran nave de la flota de Ronan.

Brantax: Ja, ja, ja ¡Ha llegado la hora de la venganza!

Bramaba celebrándolo el jabalí con grandes cuchillos en mano, ya que él fue quien le dio las coordenadas a Ronan, ya que lo único que le importaba a Brantax era cobrarse su venganza contra Ronan.

Ugul: ¡Ahí estás, Quill!

Se escuchó una voz donde Quill vio a nada menos que a Ugul aparecer junto con sus hombres de en medio de la gente. Estaba claro que los problemas no paraban de aumentar.

Quill y los otros tuvieron que salir corriendo siendo perseguidos por Ugul y sus hombres.

De la nave aparecía el juez Ronan donde Brantax al verlo, exclamó.

Brantax: ¡Por fin nos vemos, Ronan!

Ronan: ¿Nos conocemos?

Preguntaba el juez donde no parecía reconocer al jabalí en absoluto. Brantax enfadado, le contestó.

Brantax: ¡Tú mataste a mi mujer y a mi hija, bastardo!

Ronan: No me suenas de nada.

Contestó el juez con indiferencia donde no veía nada familiar en el jabalí. Brantax furioso, cargó contra el juez donde intentó golpearlo con sus cuchillos, pero el juez esquivaba los ataques sin problemas y con unos simples movimientos de su mano, logró desarmar al jabalí para luego tirarlo al suelo.

Quill y los otros habían llegado a una zona de despegue de naves mineras que estaban ahí estacionadas. Mara se subió en una y salió volando, Quill otra donde también salió volando para seguir a Mara.

Stuar: Aquí no cabes, Rocky. Mejor quédate aquí.

Rocky: Que remedio. Siempre tienen que hacer naves chiquitas donde apenas cabe uno.

Comentaba el hombre roca con pena mientras el roedor subiéndose a la nave, salió volando para irse con los otros.

Mientras tanto, Brantax seguía peleando con solo sus manos contra el Juez Ronan, donde este último aparte de esquivar o bloquear ataques, golpeaba varias veces al jabalí. Cuando volvió a tirar al suelo al jabalí, Ronan vio las tres naves mineras irse volando donde en una de ellas reconoció a Mara. Ahí contactó contra Galaga.

Ronan: Galaga. Mara se escapa seguramente con el orbe en unas naves mineras. Intercéptalos.

Galaga: Entendido.

Respondía Galaga donde esta y otros soldados se subieron a unos cazas y salieron de la nave mayor para perseguir al grupo.

Desde las nave, Galaga escaneaba cada una de las naves mineras en busca del orbe hasta que la detectó en la nave que iba Mara.

Galaga: ¡Está en la nave más alejada! ¡Derribadla de inmediato!

Ordenaba la zorra donde esta y las demás naves pasaron de las que iban Quill y Stuar y centraron sus disparos en la de Mara.

Quill: ¡Hay que detenerlos, Stuar!

Stuar: ¿Cómo? Estas naves no tienen armas.

Quill: Son naves mineras, están diseñadas para aguantar de todo.

Stuar: Excepto de un cañón vaporizador.

Quill: No me refería a eso.

Stuar enseguida se dio cuenta a lo que se refería Quill y ahí sonrió con malicia.

Stuar: ¡Aja!

Stuar giró los mandos para colisionar contra una nave donde el impacto la desvió e hizo chocarse contra otra nave, haciendo que se estrellaran.

Quill se paró encima de una nave donde hizo surgir de ella unas manos mineras con soldadores donde abrió la tapa por arriba. Desde ahí agarró con dichos brazos al piloto donde lo tiró hacia fuera. Luego introdujo la nave donde cabía perfectamente en su interior y desde ahí con los brazos mecánicos tomó los mandos.

Quill: Tomo prestado esta nave.

Decía Quill donde ahora a los mandos de la nave de caza, la usó para disparar a los otros cazas y destruirlos.

Quill: ¡Mara! ¡Intenta llegar a la Milano y huye de aquí! Nosotros ya te seguiremos en cuanto podamos.

Mara: ¡Me es imposible llegar a la Milano! ¡Intentaré escapar con esta nave!

Stuar: ¡Esas naves no están diseñadas para viajar por el espacio!

Trataba de advertir el roedor, pero Mara no la escuchó e igual modo salió al exterior de la estación. Galaga lograba seguirla hasta allí.

Galaga: Me decepcionas, hermana. De todos nuestros hermanos, tú eras la que menos odiaba.

Decía con malicia la zorra cyborg donde disparó varias veces, acertando de lleno a la nave haciéndola explotar.

Quill: ¡Nooooo...!

Gritó Quill al ver como la nave en que iba Mara explotó.

En el espacio flotaba Mara completamente inerte mientras el orbe donde contenía la gema fue atraída mediante un rayo tractor por Galaga donde ahora la tenía en su mano.

Galaba: Ya es mía.

Brantax estaba en el suelo con varios golpes en su cuerpo por la paliza dada por el juez Ronan. El juez sin reparo alguno, agarró al jabalí por el cuello, lo alzó y lo tiró al interior de un recipiente que contenía un extraño líquido naranja. Ahí Galaga contactó con él.

Galaga: Aquí Galaga, tenemos el orbe.

Ronan: Excelente. Volvamos a la Dark Kaster.

Respondía Ronan con una sonrisa perversa mientras abandonaba el lugar hasta su nave.

Mientras tanto en el exterior. Quill y Stuar desde sus naves, observaban flotar a Mara, impotentes sin poder hacer nada.

Stuar: Quill. No podemos hacer nada. Estas naves no tienen capacidad para más de una persona. Como mucho solo sobrevivirá unos minutos en el espacio.

Comentaba serio el roedor. El canino en cambio no estaba dispuesto a abandonar y activando el comunicador de la nave, contactó con alguien.

Quill: Ugul. Si me quieres, estoy fuera de la estación espacial. Ven a buscarme.

Stuar: ¡Quill! ¿Qué estás haciendo?

Preguntaba el roedor sorprendido de lo que estaba haciendo. Quill activó su casco para luego salir de la nave y con sus botas ir volando hasta Mara. Una vez que la alcanzó y la tomó en brazos, se quitó el casco y se la colocó a Mara para que esta pudiera respirar, pero ahora Quill estaba expuesto al espacio donde poco a poco su cuerpo se iba congelando por el frío espacial.

Stuar no sabía qué hacer ahora. No podía salvarlos, hasta que de repente apareció una inmensa nave saqueadora, la nave de Ugul. De ella surgió un rayo tractor que tomó a Quill y a Mara donde los llevó al interior de la misma. Stuar ante eso no tuvo más remedio que marcharse de allí de vuelta a la estación.

Dentro de la nave, Quill estaba manteniendo en brazos a Mara donde poco a poco la coneja iba recobrando la conciencia.

Mara: Quill...¿Qué ha pasado...?

Preguntaba la coneja queriendo saber qué pasó. Quill sonriendo a ésta, la contestó.

Quill: Pues...Que algo dentro de mí surgió. Algo heroico. Y no es por presumir, pero yo creo que fue espectacular. Je, je, je.

Comentaba con cierta actitud presumida el canino.

Mara: No me refiero a eso...Preguntaba por el orbe.

Ante eso último, Quill sin saber muy bien qué decir, respondió.

Quill: Ehhh...Sobre eso...Lo tiene Ronan y los suyos.

Mara: ¡¿Qué?!

Exclamó alarmada la coneja al escuchar eso último. Su momento fue interrumpido cuando una compuerta se abrió y ahí aparecieron Ugul y su banda.

Ugul: Ah...Quill. Por fin te tengo en mis garras. Je, je, je.

Hablaba el hombre ave con una amplia sonrisa en el rostro. Quill y Mara presintieron que ahora estaban en problemas.

Ugul: Still. Que los lleven de aquí.

Decía Ugul refiriéndose a un hombre ave que parecía un hombre loro de plumaje verde botella, ojos amarillos y llevando cazadora y pantalones de saqueador color rojizo.

Still: Como ordene, capitán.

Rocky había sacado a Brantax del líquido naranja y desde ahí presionaba su estómago para sacar todo el líquido, permitiendo al jabalí respirar y recobrar el conocimiento.

Rocky: ¿Estás bien, Brantax?

Preguntaba el hombre roca mientras Brantax recobrando el conocimiento, le dio las gracias.

Brantax: Sí...Gracias por salvarme la vida, hombre roca.

Rocky: De nada. Un placer.

Contestaba con una sonrisa el hombre roca hasta que al rato apareció la nave que pilotaba Stuar, donde aterrizó y luego salir de allí.

Stuar: ¡Maldita sea! ¡Ahora sí que estamos apañados! ¡Tienen la gema esa!

Rocky: ¡Oh, no! ¿Y Quill y Mara?

Stuar: Han sido capturados por esos saqueadores. Está todo perdido. Lo único que podemos hacer es tomar la Milano, largarnos lo más lejos posible y rezar para que no nos encuentre ese juez loco.

Hablaba desesperado Stuar donde ahora mismo su máxima preocupación era alejarse lo más lejos posible del juez Ronan y la piedra destructora. Rocky con expresión de no estar de acuerdo, le comentó su disconformidad.

Rochy: Yo no estoy de acuerdo. Debemos ir a rescatarlos y también quitar cómo sea el orbe al juez Ronan.

Stuar: ¿Estás de broma? ¡Ahora mismo enfrentarnos a ese tipo es un suicidio! No habríamos tenido estos problemas si ese idiota no le hubiese atraído hasta aquí.

Decía el roedor echando la culpa a Brantax. Por una vez el jabalí no pareció enojado, sino con aire de culpa y ahí comentó.

Brantax: Cierto...Es todo culpa mía. Dejé que la ira y el odio me cegaran para ocultar el dolor de haber perdido a mi mujer y a mi hija.

Hablaba el jabalí donde ahora sentía que había tocado fondo. Stuar echándose las manos a la cara, empezó a hablar.

Stuar: Bua...bua...bua...Que triste y patético soy. Acabo de perder a mi mujer y a mi hija. Bua...bua...bua...

Rocky: ¡Stuar! ¿Cómo puedes ser tan insensible?

Preguntaba sorprendido el hombre roca a la vez reprochando la actitud de su amigo, donde ahí el roedor le contestó.

Stuar: ¡Porque esto es de idiotas! ¡No vamos a lograr nada quedándonos aquí lamentando lo que perdimos!

Brantax: Cierto. Tiene razón. Debemos ahora ir a rescatar a Quill y a Mara.

Rocky: Cierto. Y lo vamos a hacer ahora mismo y no hay discusión.

Decía el hombre roca con actitud decidida.

Stuar: ¿Desde cuándo tomas tú el mando?

Rocky: Desde que nadie más tiene un plan. Vamos a ir sí o sí.

Respondía decidió el hombre roca. Stuar al final de un ataque de nervios, comenzó a patear un trozo de hierba que había ahí con furia y saña.

Stuar: ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¿Por qué me tiene que pasarme a mí estas cosas? ¡Lo que hay que hacer por culpa de esos dos idiotas?

Mientras tanto, en la nave de los saqueadores, Quill estaba sufriendo un buen repaso por parte de Ugul. El canino siendo sujetado por varios saqueadores piratas, estaba recibiendo varios golpes por parte de Ugul.

Ugul: Por fin te tengo en mis manos, Quill. Creíste que ibas a escapar de mí, después de todo lo que he hecho por ti.

Decía el hombre ave mientras golpeaba en la cara del canino. Mara siendo retenida por otros saqueadores, trató de parar la tortura.

Mara: ¡Para ya! ¡Ahora mismo Ronan se dirige a Xandar para destruirla y somos los únicos que podemos detenerlos!

Hablaba Mara intentando razonar con Ugul y su banda. Ugul escuchando hablar a la coneja, miró a Quill con cierta actitud de reproche y le dijo a este.

Ugul: ¿Es eso lo que te ha metido en la cabeza? Hacerte el héroe no es lo tuyo, Quill. Porque no tienes valor ni las narices para hacer las cosas. Solo sabes huir, Quill, que es lo tuyo. Debería haberte dejado que mi tripulación te devorase cuando te saqué de aquel planeta, ya que adoran la carne de canino del planeta Armonía. Pero yo te salvé y cómo me lo agradeces tú, yendo por ahí con parte de mi dinero.

Le echaba en cara Ugul a Quill donde el canino mirando desafiante le contestó.

Quill: Por favor, Ugul. Llevas años echándome en cara como si te creyeras que echar de comer a alguien fuese guay y todo eso, pero no lo es ni por asomo.

Ugul: Ya estoy cansado de tonterías ¡Chicos, preparaos para mandar al espacio a este idiota!

Decía Ugul a punto de marcharse hasta que Quill le habló con actitud seria.

Quill: Si haces eso, te estarás despidiendo del mayor botín que podrías echarte a la mano.

Aquello último captó la atención del hombre ave donde le miró a este y le preguntó.

Ugul: ¿Y de qué tesoro se trataría?

Quill: Hablo de una Gema de la Creación, el cual la tiene Ronan.

Ugul: ¡Estás loco! Nadie le quita nada al juez Ronan sin morir por ello. Sería una operación suicida. Solo un completo loco haría una cosa así.

Hablaba Ugul donde veía como una misión imposible donde probablemente acabaría con la muerte. Quill ahí le explicó su plan.

Quill: Ahí es donde entra Mara. Ella conoce todo sobre Ronan, su nave, sus fuerzas, sus debilidades. Todo. Piénsalo, Ugul. Podrías hacerte con una gema extremadamente valiosa donde la tienes prácticamente a tu alcance.

Ugul se quedó pensando por un momento. Lo de la gema le tentaba bastante. Al final sonriendo, exclamó.

Ugul: Ja, ja, ja ¡Sabía yo que no me fallarías, chico! Siempre lo supe. Tenemos un trato.

Quill sonrió al ver que había logrado convencer a Ugul, pero en ese momento se escuchó como algo impactando en la nave que llamó la atención de todo el mundo.

Ugul siendo seguido por Still, Quill y Mara, fueron al puente donde ahí uno de los tripulantes informó al capitán.

Tripulante: Han disparado contra la nave, pero no han ocasionado daño alguno.

Informaba éste de lo que pasaba. Quill y Mara miraron por el cristal donde para su sorpresa, era nada menos que la Milano y desde ahí Stuar que era quien lo pilotaba, habló por el comunicador a los de la nave saqueadora.

Stuar: ¡Escuchadme, saqueadores de medio pelo! ¡El loco de arriba está armado con un potente cañón de neutrinos!

Hablaba el roedor donde subido en la parte superior de la nave, estaba Brantax con un casco espacial para respirar, armado con una extraña arma colgada de los hombros a la altura del pecho con un cañón largo y unido a varios cables.

Stuar: ¡Así que haced esto fácil! ¡Si antes de cinco segundos no nos habéis devuelto a Quill y a Mara, dispararemos con ella a vuestra preciosa nave! ¡Cinco! ¡Cuatro!...

Quill y Mara: ¡No, no, no!

Gritaron Quill y Mara donde rápidamente Quill contactó con Stuar con el comunicador de la nave y le dijo a éste.

Quill: ¡Quieto, Stuar! ¡Todo se ha arreglado! ¡Hemos llegado a un trato con Ugul!

Más tarde, los cinco estaban en una sala aparte sentados en sillas o cajas para hablar tranquilamente...o al menos intentarlo.

Stuar: ¡¿Qué has hecho "qué"?!

Preguntaba sorprendido el roedor al enterarse del trato de Quill con Ugul. Quill trató de explicarse.

Quill: Así es.

Mara: Con ayuda de los saqueadores, podremos lograr detener a Ronan antes de que destruya Xandar y con ella la Liga de Planetas.

Stuar: ¿Y qué rayos nos importa a nosotros la Liga de Planetas esa? ¿Qué ha hecho ésta por nosotros para empezar?

Rocky: Bueno. Tenemos productos exóticos provenientes de otros planetas. Como el equipo de química que me compré la semana pasada que...

Stuar: ¡Cállate, Rocky! Ahora no es el momento.

Quill: Escuchadme todos. Dentro de unos instantes llegará Ugul y querrá escuchar nuestro plan.

Stuar: Por favor ¿Acaso tienes un plan? ¡Yo sí tenía un plan!

Quill: ¡Tu plan era volarnos a todos en pedazos!

Contestaba el canino reprochando lo que iba a hacer el roedor, donde este último le contestó.

Stuar: Solo era si no os soltaban.

Rocky: Aunque yo le dije que no fue buena idea sobre el hecho de que empezamos a disparar.

Comentaba Rocky no muy de acuerdo con la idea de Stuar.

Quill: ¿Cómo rayos nos ibais a rescatar si nos volabais a todos en pedazos?

Stuar: Contaba con que al final os soltarían.

Brantax: Yo creo que no era buena idea esa.

Mara: ¡Cállate tú! Tú no tienes derecho a opinar después de haber atraído a Ronan hasta nosotros.

Le hacía callar Mara recordándole donde como a causa suya llegaron Ronan y los suyos y les quitaron la gema. Quill intentó calmar a todo el mundo mientras les hablaba a estos.

Quill: ¡Basta! ¡Tenemos que centrarnos en el plan!

Rocky: ¿Ya has ideado un plan?

Quill: Sí...Más o menos...

Stuar: ¿Cómo que más o menos?

Quill: El...13% de un plan.

Respondía Quill un tanto cortado. Stuar se quedó pasmado ante la respuesta donde ahí exclamó.

Stuar: ¿Me tomas el pelo? ¡Un 13%! ¡Jua, jua, jua!

Se reía a más no poder el roedor haciendo que el canino molesto le llamase la atención.

Quill: ¡Esa es la risa más falsa que he visto en mi vida!

Stuar: Para nada. Esta es mi forma de reírme. Ja, ja, ja.

Rocky: Bueno. Un 13% es mayor que un 12%.

Hablaba el hombre roca tratando de ver las cosas de forma positiva, cosa que Quill agradeció.

Quill: Gracias, rocoso. Se agradece contar con alguien que te apoye.

Brantax: De todos modos ¿Cómo vamos a enfrentarnos a Ronan y su flota?

Rocky: Es verdad. Él tiene todo un ejército muy poderoso. No será fácil lidiar con ello.

Comentaban el jabalí y el hombre roca. Quill un rato en silencio, dijo.

Quill: Mirad, chicos. Sé que es algo muy complicado ¿Sabéis que veo yo ahora mismo? Perdedores.

Aquello captó la atención de todos los presentes que miraron extrañados a Quill. El canino rápidamente trató de explicarse.

Quill: No esa clase de perdedores. Sino de esos que han perdido algo...familiares, amigos, cosas importantes. Eso es lo que nos une a todos.

Hablaba el canino donde estaba logrando tocar la vena sensible del grupo. Todos y cada uno de ellos perdieron algo importante en su vida. Stuar ahora con un tono serio y casi desanimado, le dijo a Quill.

Stuar: Quill. Nos estás pidiendo que muramos.

Quill intentó decir algo, pero al final no le salieron las palabras. Se dio la vuelta dando la espalda al grupo y a punto de perder la esperanza, hasta que Mara se levantó y dijo.

Mara: Yo me pasé la mayor parte de mi vida rodeada de mis enemigos. Será un enorme cambio agradable que si muero, sea al lado de mis amigos.

Quill y los demás miraron a Mara en el momento que dijo eso último. Brantax también levantándose, dijo.

Brantax: Quill. En el fondo eres un hombre honorable. Será un honor luchar a tu lado.

Rocky: La verdad, es que rara vez hemos pasado con más gente que Stuar y yo. Y mentiría que en el fondo no me lo pasé bien con vosotros. Será un honor estar a vuestro lado.

Hablaba animado el hombre roca mientras se ponía de pie. Rocky miró a Stuar esperando que este dijera algo. Al final Stuar molesto, pasó sus garras a la cabeza y exclamó.

Stuar: ¡Maldita sea! ¡Lo que tiene que hacer uno!

Stuar se puso de pie como los demás y molesto comentó.

Stuar: ¡Ale! Ya estoy de pie ¿Contentos ya? Menudo atajo de pringados. Todos de pie haciendo un círculo, madre mía.

Quill sonrió al ver que podía contar con sus compañeros para la misión detener a Ronan y recuperar la gema.

Mientras tanto en la nave del juez Ronan, la Dark Kaster, el juez estaba hablando con Xanathos a través de una proyección holográfica gigante del rostro de este último.

Ronan: Como ves, Xanathos. Tengo el orbe.

Xanathos: Buen trabajo. Tráemelo hasta mí.

El ordenaba Xanathos, pero el juez emulando una sonrisa perversa, se negó a acatar su orden y le contestó.

Ronan: ¿Sabes, Xanathos? Ahora que sé que en realidad se trata de una Gema de la Creación, me pregunto para qué te necesito ahora.

Xanathos: ¡Cuidado, chico! Esto te viene grande.

Respondía Xanathos molesto por el acto de rebeldía del juez. Ronan de repente abrió el orbe revelando así la gema. Sin dudarlo siquiera, la agarró con su mano y ahí comenzó a formar brumas negras.

El juez gritó, pero contra todo pronóstico lograba mantener la gema. Luego mirando al hombre lagarto, este último sosteniendo el arma del juez, observaba con miedo la escena que mostraba dicho juez. Con un simple gesto, el arma voló hasta la mano del juez e incrustó la gema en el martillo, imbuyendo en su poder.

Ronan: ¿¡Aún sigues pensando que soy un simple chico!? ¡Ahora tengo el poder para destruir Xandar, todos los mundos que formen esa odiosa Liga de Planetas e incluso a ti!

Hablaba con arrogancia Ronan mientras el poder de la gema creaba brumas alrededor. Xanathos molesto, desactivó la comunicación.

Galaga había estado observando sorprendida todo. Ronan mirando a Galaga, la preguntó a ésta.

Ronan: ¿Te vas a rebelar contra mí?

Galaga algo más calmada, miró a Ronan donde con una expresión mezclada con ira y deseos de venganza, le contestó.

Galaga: Mi padre me hizo sufrir por toda la vida y le odio por encima de todo. Si tu meta es destruirlo para siempre, yo estaré dispuesta a destruir todos los mundos que quieras a cambio de que acabes con él.

Ronan sonrió con malicia ante la respuesta dada por la zorra. Sentía que su meta de destruir Xandar estaba más cerca que nunca.

Light Sun que estaba aún en Xandar, caminaba por sus bellas calles hasta que se detuvo y miró al cielo.

Reachell: ¿Algún problema, Light Sun?

Preguntaba la fénix al alicornio donde este último con expresión seria, respondió.

Light Sun: Presiento que se aproxima algo que será una enorme amenaza para este planeta.

Continuara.

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