El Asesino

Era de noche en una ciudad. Sus calles estaban vacías y en completo silencio. Silencio roto por unos pasos.

Un gato estaba escarbando en la basura hasta que algo captó su atención y lo asustó por completo tras quedar cubierto por una sombra.

La sombra pertenecía a la de un hombre enorme como también bastante feo. Era el asesino.

Y delante de él apareció su victima.

El hombre con un grito desgarrador, cargó contra su victima con intención de matarla.

Dicha victima era nada menos que Rebeca Rouser, del ducado Rouser, donde se giró justo para ver al asesino abalanzarse sobre ella.

Sonidos de brutales golpes, crujir de huesos y gritos desgarradores suenan por unos momentos en la calle bajo la luz de la luna.

Finalmente todo silencio. Silencio roto por el asesino que salía gritando tras atentar contra su victima.

Asesino: ¡Ay, ay, ayyyyy! ¡Que tía más bestiaaaa…!

Gritaba adolorido el asesino donde le faltaba un diente de arriba.

Rebeca sentada en el suelo, sorprendentemente ilesa, armada con la Rosa Blanca, sonreía mientras comentaba.

Rebeca: Ha habido que golpear bien fuerte.

Decía con una sonrisa algo maliciosa la mujer mientras un diente, perteneciente al asesino, estaba tirado por el suelo.

A la mañana siguiente, Bastet, Amber, Archer y Wild estaban con Jack y Gifka en casa de Rebeca, ya enterados de la noticia del atentado que había sufrido esta última.

Amber: ¿En serio pasó eso?

Preguntaba el dragón donde Rebeca tranquilamente sentada en el sofá, asintiendo con la cabeza contestó.

Rebeca: Así es. Intentaron matarme anoche mientras iba a hacer unas cosas.

Gifka: Rebeca, tesoro. No deberías ir por ahí sola por la noche.

Decía Gifka con actitud maternal donde se mostraba lo enormemente preocupada que estaba por Rebeca. Ahí la mujer joven la contestó.

Rebeca: Por favor, Gifka. Que ya no soy aquella niña que conociste en su día. Ahora soy una mujer, casada y con hijos.

Jack: Aun así no deberías haber ido sola. Especialmente estando tu marido y tus hijos haciendo aquel viaje.

Decía con tono serio el hombre preocupado por su hermana. Sherrys que estaba también presente junto con Anivia, lo apoyó y muy seriamente dijo.

Sherrys: Estoy de acuerdo con Jack. No deberías irte sola por ahí, sin que yo te acompañe. Incluso la plumífera.

Rebeca: Sherrys. Tú también necesitas tiempo para ti y tu pareja como tus hijos…la tira que tienes. No puedo yo pretender acaparar todo tu tiempo.

Respondía Rebeca ante el comentario del gato. La esfinge ahora tomó la palabra.

Bastet: ¿Y quién te atacó? ¿Le conocías de algo?

Rebeca: No le pude ver bien la cara, pero estoy casi segura de no haberlo visto nunca. La única pista que tengo de él es esto.

Contestaba Rebeca buscando algo en su bolso para finalmente sacarlo, revelando un enorme diente.

Rebeca: Logré arrancarle un diente con un golpe de la Rosa Blanca en cuando intentó atacarme.

Archer: Eso sí que es tener puntería. Ja, ja, ja.

Comentaba divertido el arquero. Amber cruzado de brazos, comentó.

Amber: No creo que un diente sea suficiente para encontrar al asesino.

Wild: ¿Qué tal si dejamos de tanta palabrería y buscamos al responsable para machacarlo?

Preguntaba impaciente el kirin mientras chocaba sus cascos. Ahí Gifka le dijo para bajarle los ánimos.

Gifka: Tranquilo, jovencito. No podemos ir por ahí dando palos de ciego. Si no sabemos quién es el asesino o que aspecto tiene, será difícil encontrarlo.

Archer: ¿Y qué sugieres que hagamos?

Gifka: Lo mejor es que Rebeca se quede en la mansión. Seguramente será el primer lugar donde el asesino irá a buscarla.

Aconsejaba Gifka. Anivia alarmada, exclamó.

Anivia: ¿Acaso quieres que venga ese asesino a matar a Rebeca? ¿Acaso no era tu ahijada?

Preguntaba molesta la fénix colocándose al lado de su compañera y alzando sus alas de modo de escudo. Gifka alzando la mano en señal de paz, se explicó.

Gifka: La idea es que Rebeca se quede aquí para que, cuando el asesino venga, nosotros que estaremos también en la mansión le echemos el guante.

Archer: Ese es un buen plan. Así podremos atraparlo.

Respondía sonriente Archer al comprender el plan de Gifka.

Gifka: Debemos estar atentos a cualquier persona que venga a la mansión. Cualquiera podría ser el asesino.

Jack: Así que estaos todos muy atentos ante cualquier cosa que pase. Atentos a cualquiera que tenga cara de loco psicópata asesino.

Sugerían ambos adultos donde todos asintieron. Anivia ante lo último que dijo Gifka, se quedó por un momento mirando al gato, donde este último notándolo le gritó molesto.

Sherrys: ¿Quieres hacer el favor de mirar a otro lado?

Wild: Vale, vale. Estaremos atentos. Y si ese tipo aparece, le arrearemos bien duro.

Bastet: La única pista que tenemos es el diente. Por tanto el que le falte el diente, tiene que ser el asesino.

Amber: Algo es algo.

Más tarde, en los jardines. Estaba Sherrys con gorra y traje de general caminando enfrente de un montón de Rainbow Cast (todos hijos suyos, e incluso algún nieto), incluyendo Felia que fue llamada para ayudar. Todos los gatos estaban en posición en firme.

Sherrys: ¡Atención, soldados! ¡La ama Rebeca Rouser fue anoche atacada por un sádico cobarde capital de las sardinas que cobardemente intentó matarla! ¡Es imperativo que entre todos protejamos la casa de mi ama y dar caza a ese asesino! ¿Lo habéis comprendido?

Gatos: ¡Sí señor!

Respondieron al unísono todos los gatos presentes haciendo un saludo militar.

Sherrys: El teniente Dromarch se nos ha unido para ofrecernos apoyo en esta difícil misión.

Seguía hablando el gato presentando a Dromarch que estaba a su lado, donde el gran tigre llevaba un sombrero de teniente. El tigre mirando a Sherrys, le quiso preguntar a éste.

Dromarch: No es por cuestionaros, señor Sherrys, pero ¿Por qué me ha tocado a mí hacer de teniente?

Sherrys: ¡No discuta, teniente! ¡O le rebajaré de rango tan rápido que le va a dar vértigo!

Gritó con actitud de general enojado el gato. Felia trataba de contener las ganas de reírse por la escena. Sherrys escuchando la risa, pisó fuerte el suelo con la pata y alzó fuerte la voz.

Sherrys: ¡Orden en las filas! ¡Hoy todos vamos a asegurar el perímetro para garantizar la seguridad de la señora Rebeca! ¿Lo habéis entendido?

Gatos: ¡Sí, señor!

Sherrys: Muy bien ¡Entonces moved el trasero y empezar a vigilar el perímetro, pero ya! No quiero que se cuele ni una mosca sin que yo me entere.

Los gatos acataron la orden para ponerse a vigilar la casa por todos los ángulos posibles y asegurarse de que no pasase ni una mosca.

Mientras tanto, Archer junto con Amber estaban éstos vigilando por su parte, vigilaban la entrada de la valla que llevaba a la mansión.

Amber: Vaya día. Ponernos a vigilar en vez de estar entrenando o combatiendo. Presiento que esto va a ser aburrido.

Comentaba aburrido el dragón al no tener nada emocionante que hacer. Su compañero le comentaba al dragón.

Archer: Lo sé. Es un latazo, pero nos han confiado la seguridad de la señora Rebeca por lo que es importante asegurarse de que no entre nadie sospechoso y encontrar al asesino.

Amber: ¿Y cómo vamos a averiguar quién es el asesino?

Archer: Fácil. Por lo que sabemos, le falta un diente. Solo tenemos que comprobar a quien le falte el diente que encaje, tiene que ser el asesino.

En ese momento aparecía un dragón con traje de jardinero.

Jardinero: Buenos días. Soy el jardinero que viene a revisar el jardín de la casa Rouser.

Se presentaba el dragón pasando entre ambos estudiantes. Amber y Archer se miraron el uno al otro por unos momentos teniendo una ligera sospecha.

Archer: Ese jardinero ¿Y si es el asesino?

Amber: Deja que lo compruebe yo.

El dragón se dirigió hacia el jardinero donde ahí le llamó la atención.

Amber: ¡Eh, amigo! ¿Tienes un momento?

Jardinero: Ehh…Supongo que sí.

Amber: Estupendo.

Amber se acercó al dudoso jardinero. Sin previo aviso, Amber le abrió la boca para mirar su interior.

Amber: A ver….12….13….14…

Iba contando los dientes al jardinero, cosa que a este último le molestó y le arreó un guantazo que lo dejó tirado en el sitio.

Jardinero: ¡Contarme los dientes como si fuese un caballo! ¡Estaríamos frescos!

Comentaba le jardinero yéndose molesto de ahí, dejando a Amber sentado en el suelo aturdido y con un ojo morado. Archer mirando con sarcasmo la escena, comentó.

Archer: Discreto el chico.

Más tarde, mientras Amber se iba sanando el ojo con un trozo de hielo, Archer le iba comentando a su compañero.

Archer: Para descubrir al asesino, hay que hacer que se descubra él solo. Para eso es mejor usar poderes de sugestión.

Amber: Yo preferiría usar un buen garrote para el próximo.

Respondía el dragón no muy confiado en el plan. En ese momento apareció otro visitante, un hombre con sombrero que se iba acercando a la entrada.

Archer: Ahí llega uno. Observa.

Rápidamente Archer se puso a la entrada y se colocó a modo de estar apoyado en posición relajada en la entrada.

En cuando vio al señor acercarse, Archer alegremente lo saludó.

Archer: Buenos días ¿Viene a ver a la duquesa Rouser?

Señor: Sí, señor. Con estos ojos que se van a comer la tierra.

Respondía con cierta indiferencia el hombre apuntando con los dedos de la mano a sus ojos. Archer puso en marcha su plan.

Archer emuló un bostezo como de sueño. Su idea era hacer que, empleando el poder de sugestión, el señor también bostezase y así cuando abriese la boca, sabría si le falta algún diente o no.

Finalmente el señor, víctima del bostezo, empezó éste a bostezar. En ese instante de su boca salió un olor tan fuerte y noseabundo que cubrió por completo a Archer.

El señor se marchó dejando a un Archer con los ojos en espiral. Amber rápidamente acercándose a su compañero, le preguntó a éste.

Amber: ¿Le has visto los dientes? ¿Le faltaba alguno?

Archer: Si…Siete…..

Contestaba como pudo el arquero, dejando sorprendido a Amber donde no pudo evitar preguntar.

Amber: ¡Ala! ¿Le faltaba siete dientes en la boca?

Archer: No…Simplemente comió…siete dientes….de ajo….

Contestaba el archero antes de caerse de bruces contra el suelo completamente fuera de sí. Amber se quedó mirando sin saber qué decir.

En el interior de la mansión, Wild Burst iba caminando por la casa. El kirin esperaba que el asesino se presentase pronto y poder molerlo a golpes.

Wild: ¿Por qué rayos tarda tanto ese asesino en aparecer para que yo le pueda machacar? Los asesinos de hoy en día es que no son nada puntuales.

Comentaba molesto el kirin sin dejar de caminar, hasta que notó que con sus cascos hacía ruido y ahí pensó.

Wild: Mmm…Ahora que lo pienso. Mis cascos al pisar el suelo hacen mucho ruido. Será difícil sorprenderle si entra aquí. Tal vez debería andar haciendo el mínimo ruido posible.

El kirin comenzó a andar con cuidado de puntillas tratando de no hacer ruido.

En otra habitación, estaba Bastet sentada leyendo un libro. La esfinge se había cansado de andar de arriba abajo de la gran mansión y se quedó un rato sentada para descansar.

Bastet: Que mansión tan grande. Me recuerda a mi antigua casa la gran pirámide. Solo que sin sus trampas o cámaras ocultas. Mejor descanse un poco y continuo luego.

La esfinge se distraía leyendo un libro hasta que Wild Burst caminando de puntillas apareció en el cuarto por detrás. El kirin notando algo raro en el sillón, ya que no veía a Bastet de espaldas, tuvo cierta curiosidad.

Wild: Alguien está leyendo un libro. Seguro que es un serial.

El kirin se acercó con cuidado por detrás hasta que finalmente estaba justo por detrás de Bastet.

La esfinge leyendo el libro, notó algo en la nuca y pensó para sí.

Bastet: (Noto el aliento de alguien tras de mí y no he escuchado a nadie. Seguro que es el asesino).

Bastet tuvo el presentimiento de que el asesino se había acercado a hurtadillas detrás de ella para matarla, así que hizo lo único que se la ocurrió en ese momento, entrar en acción.

Rápidamente Bastet se giró arreando una fuerte bofetada a su atacante.

Bastet: Ja, ja, ja ¡Te pille! ¿En serio creías que ibas a pillar por sorpresa a Bastet?

Decía esto riéndose de forma victoriosa la yegua, hasta que se fijó que era Wild Burst.

Bastet: ¿Wild Burst?

Preguntó sorprendida la esfinge al ver que era Wild Burst, donde el kirin tenía el carillo hinchado por la bofetada recibida, teniendo incluso la huella de la garra en ella por el golpe.

Wild Burst gruñó molesto mientras Bastet dándose cuenta de que había metido la pata, trató de calmar la situación.

Bastet: Vaya…je, je, je…Wild Burst. Se nota que te alimentas bien. Te ves hermosote. Je, je, je….

Decía riéndose nerviosamente la esfinge esperando que el kirin no se enojara como siempre lo hace. Al final el kirin enojado, gritó.

Wild: ¡Maldita gata pony del desierto! ¡Ahora sí que te voy a destrozar!

Decía esto gritando el kirin adoptando su forma nirik. Bastet alarmada tuvo que saltar a un lado para evitar que el nirik la aplastara y con su casco, donde al final destrozó y quemó el sillón donde estaba antes sentada ella. Acto seguido la esfinge tuvo que salir huyendo siendo perseguido por el furioso nirik.

Bastet: ¡Lo siento! ¡Fue sin quereeeeer!

Wild: ¡Te voy a matar!

Dentro de la mansión se escuchaban ruidos fuertes como de destrozos. Sherrys vigilando desde un árbol, miraba por un lado a Archer y a Amber tras su numerito de la puerta y luego la ventaba donde veía a Bastet huyendo por su vida de un furioso Wild Burst. Ahí el gato no pudo evitar comentar de forma sarcástica.

Sherrys: Y ahí van los futuros héroes del mundo.

Más tarde, Archer y Amber cambiaron turno con Jack y Gifka, donde el unicornio y el dragón estaban ya dentro de la mansión para vigilar.

Archer: Varias horas y todavía no pasa nada.

Comentaba aburrido el unicornio mientras caminaba por los pasillos de la mansión.

Archer: A veces me preguntó si ha sido buena idea que nos quedemos tantos aquí. Dudo mucho que el asesino se atreva a venir aquí si ve que la mansión está tan vigilada. Tal vez habría sido mejor dejar a la señora Rouser con algunos guardaespaldas y luego ponernos nosotros a buscar.

Comentaba el arquero donde veía ciertas fallas en el plan original.

Archer: Se lo sugeriré a la señora Rebeca a ver qué la parece.

El unicornio se dirigía a buscar a Rebeca, hasta que abriendo una puerta se sorprendió de ver encontrar cara a cara con nada menos que con el asesino.

Archer: ¡Rayos!

Asesino: Ja, ja, ja.

Archer no tuvo tiempo de reaccionar a tiempo ya que el asesino, con sus enormes manos, le agarró del cuello y comenzó a estrangularlo.

Archer intentó usar su magia, pero la estrangulación le estaba impidiendo concentrarse.

El asesino seguía estrangulando a Archer mientras se reía en su intento de matarlo.

Mientras se le faltaba el aire, Archer se acordó de una lección que Jack le había dado hace tiempo.

Jack: Tienes una gran destreza con el arco, pero te falla en el combate cercano. Debes aprender a desenvolverte cuando no puedas combatir a distancia.

Recordando eso, Archer sacó de su cinturón una de las espadas cortas que Jack le regaló y lo usó para hacer un corte en el brazo del asesino.

Aquello provocó que el asesino gritara de dolor y soltase a Archer para luego huir.

Amber: ¿Qué ha pasado? He escuchado ruidos.

Aparecía el dragón preguntando qué había pasado. Lo primero que vio fue a su compañero Archer en el suelo recobrando aire.

Amber: ¿Archer?

Archer: El asesino…Está en la mansión.

Amber: ¿Hablas en serio? ¿Y cómo ha logrado meterse con toda la vigilancia que hemos puesto?

Preguntaba de nuevo el dragón al no comprender cómo había logrado el asesino entrar pese a toda la vigilancia. Archer negando con la cabeza, le contestó.

Archer: No es el momento de hacer preguntas ¡Pon en alerta a todo el mundo avisando que el asesino está aquí!

Haciendo caso a Archer, el dragón corrió hacia un botón que había en una pared y ahí lo aporreó, haciendo sonar la alarma por toda la casa.

Dicha alarma puso en alerta a todo el mundo, ya que todos se pusieron previamente de acuerdo de hacer sonar la alarma en caso de divisar al asesino.

Gifka: ¡La alarma!

Jack: Eso significa que el asesino está aquí.

Gifka: Mucho valor tiene como para entrar en la mansión estando nosotros.

Jack: Me importa bien poco si tiene valor o no. Ese maldito desgraciado se ha atrevido a entrar con intención de matar a mi hermana. Juro que va a arrepentirse de haberlo hecho.

Decía con decisión Jack mientras empuñaba su espada, más que dispuesto a hacer sufrir de verdad al asesino que intentaba matar a su hermana.

Mientras tanto, Bastet y Wild Burst estaban escoltando a Rebeca a una zona oculta de la mansión.

Rebeca: Os digo que no necesito esconderme. Puedo defenderme sola.

Decía Rebeca un tanto molesta de tanta sobreprotección. Bastet sin dejar de escoltar a Rebeca, la contestó.

Bastet: Nos lo imaginamos, señora Rouser. Pero sabiendo que el asesino va directo a por usted, es mejor prever que curar. Por eso la llevaremos a un lugar seguro.

Wild: Yo preferiría encontrarlo y así machacarlo.

Decía el kirin donde lo que más le apetecía era encontrar al asesino para machacarlo.

Tras recorrer un pasillo, llegaron a su destino. Una gran compuerta que llevaba a una gran cámara acorazada.

Rebeca: La cámara acorazada de la familia Rouser.

Decía Rebeca reconociendo la compuerta, ya que ahí se guardaban la mayoría de los tesoros de la familia Rouser. Bastet confirmándolo, la contestó.

Bastet: Y por eso considero que será el lugar más seguro mientras buscamos al asesino. Su puerta es bastante resistente como sus paredes sólidas. El asesino no será capaz de llegar hasta usted.

Explicaba la esfinge sintiéndose brillante en su plan. Rebeca no muy conforme, respondió.

Rebeca: No necesito esconderme. Puedo ocuparme de ese asesino perfectamente sola e incluso sin ayuda. Solo necesito convocar una de mis armas de la rosa y ya está.

Bastet: Mejor no correr riesgos. Por favor, entre.

Le pedía la esfinge mientras abría la puerta y Rebeca de mala gana entraba en ella. Luego la mujer dándose la vuelta, comentó.

Rebeca: Sigo diciendo que esto es innecesario.

Bastet: Hasta luego, señora Rouser. Volveremos cuando hayamos capturado al asesino.

Se despedía de forma amable la esfinge cerrando la puerta blindada.

Bastet: Bien. Vamos a buscar al asesino.

Wild: ¡Ya era hora! Estoy ardiendo en deseos de encontrarlo y hacerlo pedazos.

Decía en parte emocionado mientras sus cascos se prendían levemente en llamas. Bastet con expresión aburrida, le contestó.

Bastet: Sí, sí…Lo has dicho montones de veces.

Ambos se marchaban del lugar hasta que escucharon unas risas en el interior de la cámara. Solo que eran risas perversas con tono masculino.

Bastet: Parece que al final Rebeca le parece bien estar en la cámara acorazada. Se ríe y todo.

Comentaba alegremente Bastet. Wild Burst no muy seguro, la comentó a su compañera.

Wild: No es por nada, pero ¿No te parece raro que la risa de la señora suene como la de un hombre malvado sediento de sangre?

Bastet se quedó sin habla en el momento que Wild Burst preguntó precisamente eso. Ambos se miraron el uno al otro presintiendo problemas y rápidamente fueron hacia la cámara para asegurarse de que Rebeca estuviera bien.

Antes de que siquiera llegaran a la puerta, un explosivo escondido en la puerta estalló, provocando un derrumbe que sepultó la entrada.

Bastet y Wild Burst estaban cubiertos por una barrera creada por la primera. Cuando el humo se disipó, vieron que la entrada estaba sepultada bajo montones de escombros.

Bastet: ¡La entrada está sepultada!

Wild: ¡Maldita sea! ¡Esto sin duda es cosa del asesino! Seguramente está dentro.

Bastet: ¡Y la señora Rebeca está dentro con él! ¡Hay que avisar a los demás! ¡Tú ve a buscar a los demás mientras yo aparto los escombros!

Wild: ¿Y por qué tengo que ir yo a buscar a los demás?

Preguntaba molesto el kirin hasta que la esfinge con expresión seria le alzó fuerte la voz.

Bastet: ¡No hay tiempo para discutir! ¡La vida de la señora Rebeca depende de lo que hagamos ahora!

Wild Burst gruñó molesto y a regañadientes tuvo que hacer lo que la pidió la esfinge, saliendo el kirin corriendo en busca de ayuda mientras Bastet usaba su magia para ir apartando los trozos grandes.

Rebeca estaba atrapada en el interior con el asesino.

Rebeca: Así que tú eres el que ha tratado de matarme ¿Verdad?

Preguntaba desafiante la mujer estando esta en guardia, mientras el asesino con una sonrisa sádica y con los brazos en alto se reía como un loco.

Asesino: Ja, ja, ja.

Rebeca: Tú no hablas mucho ¿Verdad?

Preguntaba de forma sarcástica la mujer mientras se hacía a un lado para evitar un intento de agarre por parte del asesino.

La mujer rápidamente intentó convocar alguna de sus armas de la Rosa, pero no apareció ninguna.

Rebeca: Es verdad. Dentro de esta cámara no funciona la magia. Por lo que no puedo convocar ninguna de mis armas. Tampoco puedo realizar ninguna de mis artes.

Comentaba Rebeca recordando las medidas antimagia de la cámara acorazada. El asesino cargó contra ella.

Rebeca: Muy bien. Tendrá que ser a la vieja usanza.

Decía la mujer donde corrió hacia el asesino. Acto seguido se deslizó por el suelo pasando por debajo del asesino. Rápidamente se levantó la mujer justo cuando el asesino se giraba y ahí le propinó una fuerte patada al estómago.

El asesino se agarró el estómago adolorido mientras se apoyaba de una rodilla. Ahí Rebeca corrió y apoyándose de la rodilla del asesino, realizó una fuerte patada con voltereta hacia atrás donde golpeó el mentón del asesino donde lo hizo retroceder.

El golpe no tuvo demasiado efecto ya que como mucho solo logró enojarlo severamente.

Rebeca: Veo que eres todo un tipo duro.

Decía Rebeca al ver que el asesino era bastante resistente. El asesino ahí agarró un cofre donde lo alzó por encima de su cabeza como si no pesara nada.

Rebeca: Cuidado. Si lo rompes, lo pagas.

Igualmente el asesino lanzó el cofre contra Rebeca, donde la mujer lo esquivó saltando hacia un lado.

Rebeca: Por poco.

Lo que no pudo esquivar fue ahora una silla que había lanzado también el asesino, golpeándola y tirándola al suelo.

Rebeca intentó levantarse, pero el asesino la agarró del cuello con ambas manos y la alzó en alto.

Desde ahí el asesino estaba estrangulando a Rebeca mientras la mujer intentaba liberarse.

Parecía que iba a ser el fin de Rebeca hasta que algo golpeó al asesino por un lado y lo mandó contra la pared.

Rebeca logrando recobrar el aire, se sorprendió de ver que su salvador era nada menos que Dromarch.

Dromarch: ¿Está bien, mi señora?

Preguntaba el tigre a la mujer. Rebeca asintiendo, contestó.

Rebeca: Sí. Estoy bien. Pero ¿Qué haces aquí, Dromarch?

Dromarch: Pensé que quizás el asesino pensaría esconderse aquí. Por lo que me quedé aquí escondido por si aparecía.

Rebeca: Hiciste bien. De algún modo ese bestia ha sellado la entrada, estando ahora los dos atrapados con él aquí.

Decía la mujer logrando ponerse de pie con ayuda de Dromach donde dejaba que se apoyara en él. El asesino logrando levantarse de nuevo, gritaba de ira.

Dromarch: ¿Está para pelear, señora Rouser?

Rebeca: Lo estaría si tuviera alguna de mis armas, pero no puedo convocarlas aquí. Esta sala impide cualquier tipo de magia.

Dromarch: En tal caso, deje que yo sea su fuerza, señora Rouser.

Se ofrecía el tigre a Rebeca donde la mujer le contestó.

Rebeca: Ya te dije que la magia no funciona en este lugar. Tus poderes no funcionarían aquí.

Dromarch: No se preocupe. Mis habilidades no provienen de la magia precisamente.

Respondía tranquilo el tigre para acto seguido fusionarse con Rebeca, otorgando a la mujer los Chakras donde esta no dudó en tomarlos.

Rebeca: Chakras…Supongo que podrían servir.

Decía la mujer ahora poniéndose en guardia. El asesino agarrando una hacha que había entre los tesoros, atacó a Rebeca donde la mujer se defendió con los chakras.

Rebeca logró empujar al asesino hacia atrás para luego golpearlo con sus armas y rematar con una patada. El asesino lejos de rendirse lanzaba hachazos a diestro y siniestro mientras Rebeca esquivaba los ataques. Así por un rato hasta que Rebeca esquivando un hachazo, lanzó un tajo de agua donde golpeó e hizo retroceder al asesino.

Rebeca: Tu técnica es tosca y sin estilo. No tienes siquiera una estrategia. Pareces más bien un simple personaje de relleno que está para complementar un capítulo malo.

Comentaba la mujer con tono burlón mientras blandía las armas. El asesino rugiendo de rabia, alzó en alto una estatua de un antepasado Rouser. Estaba claro que tenía intención de lanzarlo contra Rebeca donde la mujer ahora con actitud molesta le decía a éste.

Rebeca: ¡Cuidado! No vayas a hacer algo que luego lamentes después.

Lejos de querer hacerla caso, el asesino lanzó la estatua contra Rebeca. La mujer simplemente esperó el momento para acto seguido cargar los Chakras con energía agua y lanzar uno de ellos contra la estatua. A modo de sierra cortó en dos dicha estatua en dos mitades donde pasaron por ambos lados de la mujer.

Rebeca: Muy bien, amigo. Si algo rompes, lo pagas.

Dromarch: (Técnicamente habéis sido vos quien partisteis la estatua, mi señora).

Respondía Dromarch desde la mente de Rebeca, donde la mujer con una gota de sudor cayendo de su cabeza y con expresión de molestia, respondió.

Rebeca: Que quede claro en mi defensa, que fue ese tipo quien me lo lanzó.

El asesino gritaba furioso mientras se golpeaba el pecho como un gorila para acto seguido cargar contra Rebeca.

Rebeca: Ya me estoy cansando de este tipo ¡Dromarch!

Dromarch: ¡Entendido!

Dromarch salió de Rebeca para acto seguido lanzar un rugido sónico que hizo retroceder al asesino.

Rebeca lanzó las armas donde se colocaron delante del tigre. Dromarch una vez más rugió ahora lanzando un ataque sónico de agua donde golpeó con fuerza al asesino donde lo mandó estrellarse contra la dura pared de la cámara acorazada.

El asesino cayó al suelo donde el temblor hizo que varios tesoros cayeran sobre él enterrándolo por completo.

Lo único visible del asesino era ahora su cabeza con espirales en los ojos.

Finalmente todo en calma, la cámara se abrió donde ahí entraron todos al completo.

Jack: ¡Rebeca! ¿Estás bien?

Preguntaba Jack corriendo hacia Rebeca donde la abrazó queriendo asegurarse de que esta estuviera bien. Rebeca sonriendo, le respondió para tranquilizarlo.

Rebeca: No te preocupes, hermano. He sabido arreglármelas con ayuda de Dromarch.

Sherrys se acercó a Dromarch donde quería felicitarlo.

Sherrys: Buen trabajo, Dromarch.

Dromarch: Ha sido un placer.

Sherrys: Y gracias a ello, quedas ascendido a subcomandante.

Decía el gato haciendo reír a Felia que estaba presente y a alguno de los chicos, en cambio a Dromarch le caía una gota de sudor de su cabeza.

Más tarde, todos estaban en el salón disfrutando del té, donde se pusieron al tanto de todo.

Bastet: ¿Sabes quién era ese tipo que quería matarla, señora Rouser?

Preguntaba la esfinge queriendo saber más sobre el asesino. Rebeca tras tomar un té, la contestó.

Rebeca: Sí. Era Morgan, el Monstruito. Un criminal menor. Antiguamente trabajaba para mi padrastro, hasta que éste último le traicionó dejando que cargara por él por varios delitos y estafas.

Felia: ¿Y eso qué tiene que ver con usted, señora Rouser?

Preguntaba la gata donde su padre que estaba a su lado, la contestó.

Sherrys: Seguramente quería vengarse a través de Rebeca, ya que le desgraciado de su padrastro murió hace muchos años.

Amber: Lo que no me encaja es cómo logró entrar aquí sin que nos diéramos cuenta, pese a toda la vigilancia que pusimos.

Se preguntaba para sí el dragón. Gifka le respondió.

Gifka: Seguramente habrá usado el túnel secreto que tiene la mansión.

Jack: Si trabajaba antes con el padrastro de mi hermana, es posible que en algún momento llegase a conocer la existencia sobre dicho túnel. Que torpe. Debimos haber tenido en cuenta ese detalle.

Archer: No eres el único que cree así, amigo.

Respondía Archer también sintiéndose tonto por no tener en cuenta lo del túnel secreto.

Rebeca dejando el té sobre la mesa, se echó una mano a la cara y frustrada, comentó.

Rebeca: Hace ya muchos años que mi malvado padrastro murió, y aún hasta hoy tengo yo que cargar con sus errores. Me pregunto si es mi destino.

Archer: Tú no eres tu padrastro, Rebeca.

Decía Archer ganándose la atención de la mujer.

Archer: Lo que haya hecho tu padrastro en el pasado, no te incumbe a ti. Son tus acciones lo que te definen como persona, no los crímenes de tu padre. Tú eres tú, no tu padre. Así que deja de torturarte de esa manera.

Jack: Archer tiene razón. Tú no tienes nada que ver con él. Así que anímate un poco.

Completaba Jack dando la razón a Archer. Las palabras sirvieron para animar a Rebeca donde ahí se mostró agradecida.

Rebeca: Muchas gracias. Tenéis razón. Lo que haga en el ducado Rouser y su honor es cosa mía. Que sean mis acciones lo que definan el nuevo significado del apellido Rouser.

Todos sonrieron al ver que Rebeca estaba más alegre, salvo Wild Burst donde este en plan gruñón, dijo.

Wild: Grrr…Todo eso está muy bien. Lo que me fastidia es que no haya podido darle una paliza al tipo ese.

En respuesta, Gifka le dio un coscorrón en la cabeza del kirin y con tono molesta le dijo.

Gifka: Cállate un poco y no pienses tanto con los músculos.

El grupo se rió por ello mientras el kirin gruñía enojado.

Continuará.

No olvidéis comentar.