Después de tanto tiempo sin vernos por fin tuvimos un fin de semana libre para poder pasarla bien. Matt era un hombre ocupado al igual que yo, era de suponer que en algunas ocasiones no tengamos tiempo de calidad como los mejores amigos de la infancia que éramos en aquellos antaño de la escuela. Desde que tengo uso de razón, Matt siempre ha estado conmigo, lo más seguro es por la amistad que llevaban nuestras madres que nos hemos conocidos desde pequeños e incluso hemos estado en las mismas escuelas de nuestra zona residencial.

Me da gracia recordar aquellos momentos cuando él y yo nos metíamos en grandes problemas, saboteando las clases e incluso fugándonos cuando nos tocaban las materias que odiábamos. Hasta aún recuerdo aquellos regaños que nos daban nuestras madres por las travesuras que realizábamos. Éramos tan infantiles en ese entonces y no culpo eso, ya que éramos dos adolescentes contra el mundo, pero a veces me siento avergonzado cuando mamá toca el tema de lo que Matt y yo hacíamos desde niños.

Pero ahora que ambos somos dos adultos de veinticinco años, todo es distinto. Y ahora nos encontramos caminando a un bar cercano de mi departamento, mientras mi gran querido amigo me cuenta su más grande conquista. Me hablaba de una chica que conoció en línea desde hace cuatro años y que se vieron hace un par de semanas, mencionó que había sido lo mejor que le había pasado en la vida y que dentro de un mes aquella mujer que detallaba y hablaba con furor se mudará con él, también me Confesó que se comprometieron, y quizás dentro un año se casarían. Me alegra que haya encontrado a alguien, pero a la vez me sorprende que alguien lo haya amarrado para toda la vida. No tengo que mentir, pero mi amigo es muy mujeriego y es raro verlo tan dedicado con aquella mujer, pensé que era pasajero, pero al ver sus ojos grises brillar con tanto furor me pude imaginar que es sumamente feliz al lado de esa mujer. Realmente la ama. Debería darle las gracias por hacerlo sentar cabeza cuando la conozca.

Claro y hay que destacar el que mi amigo siempre ha tenido "amiguitas" a su disposición. Por decirlo así, él era el más simpático, emocional y activo de los dos. En cambio, yo... Solo soy más reservado, y eso lo he demostrado en la compañía para la que trabajo; aunque esta misma sea de entretenimiento, siempre he sido culto con mis cosas nunca me ha gustado que husmen en mi vida privada, a los únicos que le permito saber de mis cosas son mi madre y él. Matt me ha dicho que soy raro, pero de igual forma me quiere así. Vaya forma de decírmelo.

Otra cosa que describió de mí, es que siempre he sido algo tímido con las mujeres. Recuerdo que una vez realizó una cita a ciegas y que sería divertido, pues para él lo era. Matt estuvo todo el tiempo hablando con la pelirroja con pechos prominentes con mucha emoción hasta me atrevería a decir que, llegaron a realizar cosas en algún hotel en cambio yo, solo me limitaba a observar a la pelinegra que estaba al frente de mí, ella solo estaba metida en su teléfono se notaba a lenguas que no quería estar ahí y que solo vino a acompañar a su amiga. En ningún momento volteó a mirarme, tampoco es que yo sea un chico tan atractivo, por decirlo así soy el chico común: ojos marrones, cabello negro rizado, quizás mi cuerpo si sea bueno y no lo digo por narcisismo, yo siempre me he ejercitado, mi piel no es ni tan clara ni tan oscura. Era el chico promedio. Después de todo Matt siempre era el más alegre y simpático de los dos. No me extraña que llamará tanto la atención.

-Zac. ¿Me estas prestando atención? - Preguntó el pelinegro con algo de enojo.

- ¿Eh? Perdón Matt me perdí en lo que decías. - Lo miró de reojo y note el suspiro largo que dio. - ¡Perdón! - Coloque mis manos juntas en forma de suplique para que me perdonará por haberme metido bien en lleno en mis pensamientos y problemas existenciales.

Matt solo sonrió ante aquella suplica y se echó a reír. - Nunca cambias, Zac o debería decir Zaci. - Odio ese apodo y más el tono imitado que pone al pronunciarlo, desde que escucho a mi madre llamarme con cariño de ese modo, me molesta con eso, ya me da igual cómo me llame. - Como siempre eres distraído con muchas cosas e incluso me pregunto ¿Cómo es que aún conservas tu trabajo siendo tan idiota y distraído? - Comento y luego se echó a reír. Esto no es nada gracioso, ¿Cómo se le ocurre decirme eso? Sé que soy distraído, pero no tanto. Él solo anda dolido porque no les prestaba atención a sus descripciones de cita perfecta con la chica en línea.

Sin embargo, al ver como se reía, no puede evitar también unirme a las risas. - Si, si muy gracioso "Don Juan". Y dime ¿Qué hiciste con ella cuando la viste por primera vez? - Lo dije de una forma picara. - No me digas que al final no terminaste haciendo nada.

-Pues mi querido amigo a diferencia de ti fui un hombre muy simpático y cariñoso. Fuimos a cenar, le propuse matrimonio. - Se le dibujo una sonrisa muy grande en su rostro hasta pude notar un rojo en sus mejillas. Ya imagino lo que está recordando. - Y... claro después hicimos nuestras cosas. - Dijo mientras levantaba sus hombros con obviedad.

-Maldito suertudo. - Entrecerré los ojos fingiendo enojo. - Siempre te sales con la tuya.

Él embozo la sonrisa más grande de lo que pudo darle su rostro. - Pues, que te puedo decir: "Soy un encanto de hombre". Las mujeres no se resisten a mí. - Destaco las últimas palabras.

Después nuestra platica giró entorno a relaciones de parejas. A pesar de que siempre he sido tímido con las mujeres he tenido relaciones sentimentales como también no sentimentales con algunas que otras mujeres. Era obvio que gozaría del placer que uno se puede dar con hermosas mujeres. Amo mucho a las mujeres, pero aún así me siento tímido con ellas en el aspecto amoroso, no tengo muchos amigos tampoco, Matt es el único que siempre ha estado ahí e incluso en la muerte de mi padre...

Soy algo desconfiado, pero no quiere decir que, no pueda hacer amigos, y quizás sea algo inocente en algunos aspectos. Cosa que Matt y mi madre me han regañado de ser tan inocente en algunas cosas de la vida, pero eso no quiere decir que, no sepa cómo defenderme. Luego de tanto tiempo de habla por fin llegamos a nuestro destino, no sé por qué Matt tenia tanto empeño en caminar, pudimos haber ido en bus o usar mi auto para llegar al bar, pero imaginó que quería recordar aquellos momentos o quería quizás presumir de su vida perfecta al lado de su ama prometida del extranjero.

Entramos al lugar y nos encontramos con un bar lleno, era obvio que lo estaría eran casi las nueve de la noche a esta hora abundan muchas personas en busca de diversión o alguna distracción. De todas maneras, el lugar estaba demasiado tranquilo, siempre ha estado llenó de ruido y de las risas de algunos grupos de mesa. Una mujer de ojos azules, cabello castaño corto y de delgada contextura se nos acercó con una leve sonrisa para ofrecernos mesa en aquel bar medio llenó. Matt se limitó a "charlar". No entiendo si está comprometido porque tiene que hablarle de ese modo a otras mujeres, jamás entenderé a mi amigo. Si le llegase a preguntar tal vez me diría: "Tranquilo Zaci, jamás le sería infiel a mi amada. Pero aun así hay que ser amigables con las personas, sobre todo con las damiselas".

Ya me lo imagino él diciendo eso con su tono relajado. La mujer nos señaló una mesa vacía, nos dirigimos a ese lugar y en ese momento empezó a sonar una música un poco más movida que la anterior. Cuando nos sentamos, no pude evitar voltear a ver a la mesa de al lado, se notaba la diversión que había. Estaban varías mujeres con algunos hombres, algunas de ellas estaban encima de ellos y otras a los lados de ellos. Este bar a veces hace esa clase de servicios, no me extraña que estuviesen esas mujeres ahí intentando quitarles algo de dinero con solo mostrarles partes de su cuerpo. Aunque, sean muy hermosas siempre me he limitado a relacionarme con ese tipo de mujeres y cuando lo hago solo es plenamente para el acto sexual o por decirlo así, cuando me siento en mis días de soledad absoluta.

- ¿Qué van a querer de beber? - Preguntó la mujer de ojos azules.

La miré de reojo y note que también me estaba viendo, su mirada pareciera que me estuviese analizando cada milímetro de mi ser. Hasta algo de vergüenza me dio, así que solo desvié mi mirada y esperé a que Matt respondiera por los dos.

-Mmm, yo quiero una cerveza. - Dijo de forma pausada y luego volteó a mirarme. Lo observe de arriba y abajo la verdad es que esperaba que él pidiera por mí. Le hice una mueca indicándole que no me apetecía abrir la boca y realizar un pedido.

Matt empezó a realizar señas con su boca y ojos ya entendía lo que quería decir: "Pide algo. Además, aquella mujer se ve interesada en ti". Decía su clara expresión. Suspiré y miré aquella mujer, realmente es una chica muy bonita, diría que hasta podría se mi tipo de mujer; ojos azules, delgada, tiene su piel bien cuidada, cabello castaño corto y el vestido que actuaba como segunda piel en su cuerpo le quedaba muy bien, sobre todo ese color violeta que resaltaba aún más su belleza. Si, en definitiva era linda, pero en estos momentos no me sentía tan desesperado en buscar pareja para insinuármele. Yo también tengo mis encantos, pero no son como los del idiota que tengo como amigo. Mi manera es distinta.

-Yo pediré lo mismo que él. - Pronuncié de manera seca. No quería que pensará que tal vez le esté insinuando por haberla mirado tanto, tampoco quería que pensará que era una especie de acosador, pero imaginó que debe estar acostumbrada a que la vean tanto. La chica solo escribió en su pequeña libreta, y se marchó a la barra de servicio. Matt me observó con una sonrisa, ya que no quitaba de encima mi vista de la chica hasta que se perdió por una puerta de servicio.

-Oh. Que cruel eres, Zaci. - Dijo en tono burlón.

¡Lo voy a matar un día de estos!

-La verdad es que no estoy de buenas para pasar una aventura de una noche, Matt. - Afirmé. Él se echó a reír.

-Amigo, dices ser tímido y que las mujeres no se te acercan. Pero cuando una quiere llegar a ti, eres cruel. No entiendo esa parte de ti, Zaci. - Embozo una sonrisa y prosiguió. - Si sigues ahuyentando a las mujeres te quedarás solo como una señora que cuida a los gatos. Además, esa chica era muy bonita y no dejaba de mirarte. Deberías tratar de pedirle su número o una cita. Se ve que es decente. - Eso último lo dijo señalando la mesa que teníamos al lado de nosotros con aquellas mujeres que se dejaban manosear, prácticamente me estaba diciendo que ella no pertenecía al basto mundo de la lujuria.

Matt seguía reprochándome de que no aprovechará aquella oportunidad que me daba la vida. Luego de unos minutos aquella mujer volvió con dos vasos de vidrio llenos de cerveza. -Espero lo disfruten. - Lo dijo con una gran sonrisa y quizás fue mi imaginación, pero antes de irse me guiño un ojo y su sonrisa era más calidad.

Matt tomó su cerveza y casi la deja a la mitad. Note que al lado había una servilleta, ¿Por qué trajo esto? Me pregunte a mí mismo y tome aquel papel y me di cuenta que tenía un número de teléfono, como también el nombre de una persona, era más que obvió que era el nombre de aquella mujer y su número telefónico, vaya manera de decirme que le intereso. La servilleta decía: "Alexis". Entonces, así se llama. Mi amigo notó que estaba muy concentrado en aquella servilleta y no había dado ni un sorbo a mi querida cerveza. Este mismo sonrió de forma pícara al notar que aquella chica dio el paso primero que yo.

-Mira eso. - Llamó mi atención con su tono de voz. - Te dije que ella estaba interesada en ti, mi intuición no falla como "Casanova". ¿Entonces que harás? ¿Le enviaras algún mensaje? - Fruncí el ceño y tomó el vaso de cerveza para tomar aquel liquido amarillo.

-No lo sé... - Ladeo su cabeza con enojo fingido. - ¡No sé! Déjame lo pienso. - Rodó los ojos, él ya sabía que no haría nada. - ¡Bien! Quizás mañana le envié algún mensaje al "estilo Matt". - Dije en forma burlona mientras seguía bebiendo mi cerveza.

Este mismo soltó una risita por lo último. - Nadie pude imitar a este magnífico hombre. Tendré que darte lecciones. - Lo miré de arriba abajo incrédulo . - Hasta que tengas que llamarme el gran maestro del cortejo. - Eso último lo dijo en un tono arrogante. Aja, y yo me convertiré en Superman y así sería más sencillo atraer a una chica solo porque sepa volar. - Buen...

Antes de pronunciar la última frase se escuchó una gran explosión casi que a los pies de nosotros. El sonido se fue por unos instantes y al regresar gritos desgarradores era lo que escuchaba. ¿Qué ha pasado? No puedo ver nada. Mi respiración estaba entrecortada, aún seguía escuchando ruidos de auxilio. Mi corazón empezó a resonar rápidamente, lo único que escuchaba era mi corazón que pareciera que en algún momento iba a dejar de latir o lo vomitaría en cualquier momento. Escuchó algunas voces pidiendo ayuda, algunas muy débiles y otro añadido a suplicas. Es de suponer que muchos estén muertos.

- ¡¿M-Matt?! - Grite. Me costaba pronunciar palabras sea lo que sea que hubiese ocurrido en el lugar que estábamos me jodio las cuerdas vocales.

Nadie atendió a mi llamado. Seguía escuchando sonidos y nuevamente una explosión. Sentí como mi cuerpo era empujado y golpeé a lo que parece ser a una pared. Odio no poder ver, me pasé las manos por mis ojos y sentí un líquido espeso, supongo que es mi sangre. Tengo que hacer algo, tengo miedo de no poder ver nada y Matt no me responde. Al intuir por aquellas explosiones era bien sabido que el bar estaba en medio de un atentado y nosotros por mala suerte caímos en medio de eso.

Si él, no me responde le habrá pasado algo. Intenté volver a gritar, no pude. Luego mi visión volvió lentamente, en uno de ellos solo me daba visión de color rojizo, al menos el otro podía ver con claridad el sitio. Nuevamente una tercera explosión, no me empujo tanto como la otra, pero esta vez sentí mucho dolor en el estómago, hice un esfuerzo por sentarme y me apoye en aquella pared del lugar, baje mi mirada y para mi sorpresa es ver que claramente tenía un tubo atravesado en mi abdomen. ¡Mierda! ¡Dolía jodidamente! No es nada lindo verte a ti mismo atravesado con un objeto y para añadir más que tu visión sea borrosa y agregando el toque carmesí en esta, en momentos así lo único que te mueve es la determinación o las ganas de sobrevivir. Ignoré aquel dolor si es que se podía hacer eso.

Levante mi cabeza para buscar alguna ayuda. Note algunas personas arrastrándose en el suelo y algunas que otras ni se movía. Tanto mis ojos como mi cuerpo trabajaban a niveles anormales buscando a Matt por todos lados, hasta que lo noté. Estaba debajo de unos escombros ¿Por qué no se mueve? Matt siempre se ha caracterizado por ser alguien que nunca se rinde e incluso si está en una situación como esta, él sería el primero en priorizar a los demás. Me aterraba el solo pensar que él estuviese muerto. Quise levantarme, pero mis piernas no respondían por el shock.

-Ma-Matt... Responde... por favor. - Mi voz sonaba quebrada.

Él seguía ahí debajo de esos escombros sin dar señales de vida. Ni un dedo movía. Ya estaba desesperado, no podía quedarme a ver como mi amigo de toda la vida moría en ese mismo instante recuerdos de nuestra amistad juntos aparecieron por mi cabeza. No podía dejarlo morir él es mi único amigo. Es el único que me entiende, no, no puedo dejarlo morir. Además, él tenía que vivir su vida con su prometida. Si yo tenía que darle mi vida a cambió lo haré, pero Matt tenía que ser feliz. Yo no tengo nada, pero él si lo tenía. Tomé aquel tubo que estaba atravesado en mi abdomen ya estaba perdiendo razonamiento por la pérdida de sangre, quizás hasta podía morir antes de acercarme a Matt, pero que importa. Solo importaba el hecho de que lo ayudará o comprobará que estuviese vivo. Ni se cómo podría ayudarlo ni yo mismo sé que estoy haciendo al jalar aquel tubo. Terminé de sacar la vara metálica e hice un gritó ahogado por la sangre que salía de mi boca. Escupí un poco de sangre, ignoré eso y me arrastre por el suelo para llegar al cuerpo de Matt. No se movía, ya ni sabía si era mi voz la que lo llamaba o era mi cabeza que pronunciaba su nombre.

Al llegar al cuerpo aparte los escombros como pude, hasta liberar el cuerpo de Matt. Había pasado minutos, pero fueron horas para mí al decidirme llegar hasta él. Volteé su cuerpo para ponerlo de frente y él estaba ahí con sus ojos cerrados, noté que tenía hilos de sangre en su boca y sus ropas sucias como también medio desgarradas. A lo mejor recibió un golpe en la cabeza y por eso había estado inconsciente.

-M-Matt. - Moví su cuerpo, mis ojos ya empezaban a salir lágrimas. No respondía volví a moverlo y milagrosamente entreabrió sus ojos, en sus ojos claramente pude ver que estaban perdiendo luz. No quiero imaginar lo peor, pero luego al escucharlo hablar me tranquilizó.

- ¿Z-Za-Zac? - Fijó sus ojos en mí con algo de dificultad. - ¿Por qué...me...ves así...Zaci? - No pude evitar sonreír y reír un poco. Estas moribundo, se ve que le dificultad respirar, creo que esta hasta peor que yo y ¿Eso es lo primero que me preguntas cabrón? En serio eres especial, te admiro mucho.

-Te dije... que no... me llamarás así...- Dije con una sonrisa de oreja a oreja. Él seguía con su sonrisa débil mirándome directamente a los ojos. - Ma-Matt...prometo sacarnos de aquí...S-Solo resiste. - Él me seguía mirando con desdén y su respiración era más pausada.

El lado bueno es que seguía con vida, quería reprocharle más por no responderme el muy cabrón y decirle que clase de cosas dice en una situación así. Pero no era el momento teníamos que salir de aquí, ya se escuchaban las sirenas, eran los bomberos y cuerpos de policía. Era un alivio. Íbamos a salir de ahí. Mi vista se estaba nublando más, Matt fue el primero en cerrar sus ojos. Supongo que se desmayó, no me preocupe tanto, era de suponer que él lo hiciera porque yo también estaba a punto de hacerlo, ya había perdido sangre y la podía sentir rodearme por el cuerpo, aún escuchó mi corazón latir a millón, ni se cómo aún me mantenía con vida. De pronto noté la silueta de algunas personas alrededor de nosotros, solo escuchaba que movían los escombros y que mi cuerpo era cargado.

-Debemos llevarlo al hospital ha perdido mucha sangre. - Escuche decir una voz cerca de mí. Moví mi cabeza a la derecha y observé que Matt también estaba en una camilla. Estaba aliviado, en serio lo estaba. Fijé mis ojos en aquel cielo oscuro, era muy hermoso y seguido los cerré, ya no aguantaba mis parpados. Me alegra que hayamos salido de esta situación cuando despertemos estaremos bien y estaremos contando esto con risas.

- ¿Qué deberíamos hacer con él? - Fue lo último que escuche.

¡¿Qué quieren decir con eso?! ¡¿Cómo así qué haremos?! Ignoré ese hecho imagine que se refería a otra persona, no éramos los únicos que estamos en ese bar. Me vino a la mente la imagen de aquella mujer que trataba de coquetearme ¿Estará bien? Espero que sí.

Escuche el sonido de un pitido continuó, ese era el sonido de la máquina que me mantenía con vida.

-Él otro chico murió al momento de llegar acá. - Pronuncio una voz grave.

- ¿Cómo... que murió? - Escuche la voz de mi madre. - ¡NO!... ¡NO! - Grito. - No... es posible. - No aguantó más sus lágrimas.

¡¿Cómo?! ¡¿Quién murió?! ¡¿Matt?! ¡No puede ser! Quería gritar y llorar. Yo vi que él seguía vivo no puede ser que él haya muerto. Él tenía más que vivir no es justo. No puedo creer que Matt haya muerto. Él iba a casarse y quizás formaría una familia me lo estuvo presumiendo todo el tiempo... Él no puede estar muerto... él nunca se rinde... no puede. Estaba impaciente, quería solo levantarme de aquella camilla e ir directamente hacia aquella persona que dio la noticia y exigirle que me dijera que en verdad estaba muerto o que por lo menos me mostrará su cadáver. Aún no puedo asimilarlo, en un momento estábamos bromeando y al otro no hay nada, solo una noticia tonta y desgraciada anunciando el fallecimiento de mi amigo de la infancia. No... no puedo.

-Lo siento señora... - Se disculpó. - Llamaremos a los familiares del muchacho para que estén al tanto.

- ¡¿Qué hay de mi hijo?! - Preguntó de forma desesperada. Aquel hombre se quedó callado. - ¡RESPONDAME! - Gritó e incluso pude sentir las lagrimas de mi madre que escurrian en su mejillas. Estaba muy mal y yo era el causante de su tristeza.

Hasta ahí escuché la conversación todo se volvió oscuro nuevamente. Sentía que mi cuerpo estaba en un vacío flotando, ni sabía que sentía ¿Miedo? ¿Decepción? ¿Paz? ¿Tristeza? ¿Ira? La verdad no comprendía, tal vez era ¿Confusión? Debí a verlo ayudado, me siento inútil, él debió seguir su vida. Mi madre me abofetearía si escuchará lo que estoy pensando de mí, pero Matt tenía ya una vida realizada. No soy un súper héroe o una especie de salvador para decir que tenía todo a la mano para llegar a salvarlo. Somos simples humanos, en un momento a otro podemos morir, tal vez no debí decirle que había un bar cerca de mi casa, quizás le hubiese dicho que era mejor pedir comida a domicilio y beber latas de cervezas hasta el amanecer. Pero tampoco me culpo por eso, uno nunca sabe que le puede deparar en el futuro "algunas veces estamos y al día siguiente posiblemente no estemos". Eso siempre lo decía mi abuelo y mi padre, imaginó que mi abuelo le pego ese ideal. Me sentí débil, al verlo ahí tirado. Debí reaccionar a tiempo y no quedarme como un cobarde llamándolo, debí tratar de levantarme y sacarnos de ahí, aunque fuese arrastras, pero eso era imposible, yo agonizaba y en ese momento solo sentí el alivió de ver que Matt aún seguía respirando por segundos. Capaz ese haya sido sus últimos momentos, en sus ojos podía notarlo. Más fue mi impresión de verlo morir con una leve sonrisa, al parecer estaba feliz de verme. Desearía ser más fuerte y dejar de ser tan cobarde.

[Tomando sugerencias del usuario].

Mi padre siempre me ha inculcado que debía ser fuerte y nunca rendirme por mamá. Debía hacerlo y me dejó como tarea de cuidar de ella, era su único hijo y ahora este único hijo escuchaba a su madre llorar y suplicar a un dios que me ayude a despertar muy pronto. Odio escucharla llorar me desgarra el alma... detente por favor. No vale la pena que derrames lágrimas por mí. Le prometí a papa que te cuidaría. No puedo soportar que vuelvas a llorar.

[Estableciendo destino].

Mis sentidos volvieron y escuchaba aquel sonido infernal de la máquina. Quería romperla y acabar con mi maldita existencia. Aún seguía en aquella cama como tronco, sin mover ni un dedo.

-Sabes, nunca creí que tuvieras una novia. - Escuché decir mi madre. ¿De qué habla? Yo nunca tuve una relación con alguien y si la hubiese tenido ella era la primera a quien le iba a contar. - Se llama Alexis, si mal no recuerdo. - Dijo en un tono suave. ¡Ah! Ella. ¿Por qué habrá venido? Por lo que veo está a salvo. Me alegra eso. A todo esto ¿Cuánto tiempo habrá pasado?

Mi madre empezó a sollozar quería tomarla de la mano y decirle que todo estará bien, aunque sea una mentira. Que yo estaría bien y que todo esto era una pesadilla de mal gusto. Que volveríamos a casa y al día siguiente vendría Matt a decirnos que se casaría. Pero todo eso eran ilusiones mías. Solo balbuceos para buscar el consuelo de mi alma decaída. Perdóname madre... No soy lo que crees de mi... solo soy un cobarde que dejo morir a su amigo.

[Características seleccionadas a petición del usuario].

-Si tu padre estuviese aquí de seguro se fuera alegrado que al fin hayas encontrado a alguien. - Lo más seguro es que me fuera molestado con eso. - Esa chica es muy bonita y muy amable. Es perfecta para ti. - Bueno madre si tú lo dices está bien, pero yo ni me di el lujo de conocerla, pero me agrada la idea de que me haya venido a ver. Eso quiere decir que las suposiciones de Matt eran ciertas, aquella mujer le interesaba. Sus pasos los escuché muy cerca de mi camilla. Acarició mi cabeza y luego mi mejilla, era maravilloso sentir sus manos suaves tocar mi rostro, me recuerda cuando ella me consolaba de niño cuando tenía pesadillas y lo necesitaba mucho en este mismo momento. Sentí gotas caer en mis mejillas. - Lo... siento. De verdad... lo siento. - No mamá. Yo soy el que debe disculparse. Lamentó mucho hacerte sufrir, primero mi padre y ahora yo. - No quiero esto para ti... No puedo soportar verte así más tiempo. Sé... que ya no despertarás... y... si lo haces vivirás una vida entera culpándote y sin poder moverte...- Dio una pausa. Su nariz estaba congestionado debido a tanto llanto y prosiguió. - Sé que odiarías eso, lo sé porque eres igual a tu padre... No puedo soportar verte así. Estas muy tranquilo... solo pareciera que estuvieses durmiendo, mi niño. - Seguía acariciando mi cabeza con la mayor delicadeza del mundo y sus labios chocaron en mi frente. El último contacto corporal con ella. Ya sabía lo siguiente por venir. - Salúdame a tu padre de mi parte... - Sentí como dejo de acariciarme y se alejó. Clamaba más consuelo.

Esas fueron sus últimas palabras. Yo seguía en ese vacío, pero aun podía sentir mis mejillas bañadas por aquella agua que surgía de mis ojos. Con eso último era muy sencillo deducir que mi madre no quería verme sufrir más y optó por darse una última despedida conmigo. Lamentó mucho dejarla atrás de verdad, lo siento mucho, mamá. Ya nada me ataba a ese mundo, solo ella. De todos modos, le agradezco que haya comprendido mis sentimientos, a largo plazo me hubiera sentido un inútil, si hubiese sobrevivido e incluso me culparía por la muerte de Matt, ya lo hago, pero me hubiera sentido miserable y no iba a saber cómo explicarle a su prometida que murió su amado. Escuche el pitido de la maquina anunciando de que ya no estaba dispuesta a dejarme con vida. De verdad lo lamento mucho, mamá... Discúlpame por dejarte sola nuevamente... espero perdones a este tonto hijo tuyo...

[Finalizando preparativos].

[Seleccionando atributos].

[Advertencia: El usuario sufrirá cambios tanto físicos como mental].

[Finalizado el proceso: El usuario está listo para su partida].

Se me hizo escuchar una pequeña voz en aquel vació, no le preste atención y solo me quede ahí en silencio a esperar que acabará todo, si es que aún no ha terminado mi supuesta ida al más allá. Deje de lado mi melancolía y solo me vino a la mente de que si llegase a ver a Matt en alguna parte del más allá. Pues lo moleré a golpes por morirse y por dejar a una linda mujer a la deriva.

[Iniciando protocolo de reanimación].

Escuche el sonido del viento, como también lo sentía pasar por mi rostro. Aún tenía los ojos cerrados. ¿Así se siente el otro mundo? Pensé que era mucho mejor que solo sentir el viento en mi rostro. Escuche el sonido de una maquina al parecer estaba al lado de mi con gran esfuerzo abro mis ojos y lo primero que veo es el cielo estrellado ¿Pero qué mierda? Me levantó con algo de dificultad, me dolía un poco la cabeza. Miré mi entorno y note que estaba en un lugar desierto. De pronto siento una sensación de que algo se mueve por detrás de mí. Mire de reojo y me pareció ver una serpiente.

- ¡Ah, carajos! - Me levante a la velocidad de la luz para luego ver que no había nada. Suspiré y luego vuelvo a sentir esa sensación de que algo está detrás de mí. ¡¿Sera que se subió por detrás?! Empiezo a sacudirme e incluso me revolqué en el suelo para quitarme dicho animal. Después de un rato llevo mis manos atrás y tocó la dichosa serpiente.

- ¡Te tengo mal nacida! - Pronuncié y la jale para llevarla delante, más fue mi sorpresa es ver una especie de cola que jalaba por la parte de mi espalda baja. - ¿Eh? - Fue lo más inteligente que pude pronunciar.

Me quede viendo aquella cola que se movía de lado a lado. Miré en dirección al sonido de una máquina que desde antes ignoré por mi lucha con la "serpiente". Me acerque con pasos temblorosos a aquella bola que yacía en un cráter. Esto debe ser una puta broma, ¿Cierto? Observe detenidamente la dichosa esfera que tenía su compuerta abierta. Miré por dentro y luego me sostuve la cola para mirarla, no sabía si era real o aquellas sustancias que me suministraron en el hospital, término dañando mis neuronas y ahora estoy imaginando cosas antes de ir al más allá.

-Veo que ya despertarte. - Pronunció una pequeña voz. Del susto miró a todos lados en busca de la voz. -Estoy aquí, idiota. - Regaño. Miré nuevamente la nave y ahí estaba una figura pequeña sentada tomando un té con sus ojos cerrados; Tenía puesto un pequeño vestido rojo largo que tapaban sus pequeños pies, orejas puntiagudas, cabello blanco como la nieve, también sus pestañas eran del mismo color y piel muy clara.

Me acerque a observarla aún más, estaba atónito con ver ese pequeño ser humanoide ahí sentada en la esfera tomando plácidamente un té y con sus piernas cruzadas. - ¿Qué eres? ¿Eres una clase de robot o IA que acaban de inventar o solo eres producto de mi imaginación? - Ella me ignoraba y seguía tomando su té hasta pude notar que de un pequeño portal sacaba una galleta y la degustaba. Alce mi mano para acercarla a ella, quería ver si era real.

Ella rápidamente se quitó de ahí y me pego con un pequeño martillo de juguete en la frente. Solo pude atinar a gemir de dolor por el pequeño golpe. - ¿No te enseñaron a respetar a las damas?

- ¡¿Por qué me pegas?! - Estaba molesto por su repentina acción. ¡Soy yo la victima!

-Tú fuiste el idiota que comenzó. - Reclamó. - Además, no eres mi tipo. - Me miró de reojo y guardo aquella tacita en un pequeño portal y se cruzó de brazos molesta.

¿Pero qué mierda le pasa? Primero me dice idiota, segundo me pega y ahora me mira con desprecio y dice que no soy su tipo. - ¿Te volviste loca? Nunca estaría con alguien como tú, además pareces una niña, no tienes nada que llame mi atención. Para completar eres muy pequeña. - Pude ver como un aura de color rojo rodeaba por todo su cuerpo. - A parte de eso eres muy fea y plana para mi gusto. - Finalice cruzándome de brazos.

Su aura siguió aumentada y se voltea a mirarme, esa diminuta mujer estaba hecha una furia. Sin previo aviso sentí como golpeó mi rostro y caí súbitamente al suelo.

- ¿QUÉ ACABAS DE DECIR? - La miré desde el suelo y ella flotaba, mientras el aura la rodeaba. En serio tenía mucho miedo y mi rostro estaba palpitando por la cachetada recibida de la pequeña muñeca parlante. No quise decir nada al ver como su tono de voz cambiaba de indiferente a uno más agresivo, más me aterraba su aura que seguía creciendo aún más. - ¡Para que sepas yo soy la guardiana más hermosa que existe, he tenido más parejas de lo que puede contar tu diminuto cerebro! ¡Y soy una digna princesa! - Ella me señalaba con su dedo índice mientras seguía hablando. Si claro muchos "pretendientes".

Su actitud me recordaba a mi prima combinada con la de mi madre. Ahora sigo viendo como ella me sermoneaba y empezaba a enumerar las mil razones porque era linda y la razón de que no importaba tener buen cuerpo. Yo solo me límite a observarme, miré mi espalda y note aquella cola que se movía de un lado a otro, no tenía control absoluto de aquella extremidad. Ahora que la veo me parece conocida, Volteé a mirar la esfera y rápidamente noté que estaba en aquel mundo en que todo era la fuerza y el poder. A parte de eso, de tener enemigos sumamente chetados. Mi mente daba vueltas con esa posibilidad y por mi peculiar extremidad que seguía ladeando de lado a lado. Era de suponer que pertenezco a la raza Saiyajin.

Entonces ¡Sí! Al parecer este es el mundo de Dragón Ball. Una risita nervios se me escapó y la que tanto seguía sermoneándome lo notó.

- ¿Te estas burlando de mí? - Colocó sus manos en su cadera y me miró a los ojos.

- ¿Ah? - Pronuncié. Seguía en trance al analizar en donde me encontraba.

- ¿Solo dirás eso? - La miré atónito. Ni siquiera le estaba haciendo caso, que molesta es.

-No, no me estoy burlando de ti. - Dije en un tono indiferente, mientras me levantaba de aquel raposo suelo. - Solo estoy confundido. Porque se supone que acabó de morir y me encuentro en un lugar desolado. - Eso lo dije mirando mi entorno. - Y me sale una pequeña criatura con delirios de grandeza a sermonear y llamarme idiota en cada momento.

Ya estaba estresado, no paraba de pensar en que estaba realmente en ese mundo. Yo he visto Dragón ball, también me he leído el manga que ha estado en emisión que es el súper. Si, a veces que no tenía nada que hacer o no tenía trabajo dedicaba mi tiempo a solo ver series o leer uno que otro manga. Pero lo curioso es que, terminé en este mundo. En todos los que pude acabar tuvo que ser en uno donde los enemigos salen por donde sea y tu vida corre peligro a cada maldito segundo, ¿Por qué no terminé en un mundo donde estuviesen hermosas elfas? Casi sentía que me salían las lágrimas por no acabar en un mundo así. Fuera sido feliz si solo era un simple monstruo de un calabozo y que me matase una hermosa heroína.

Ya que, acabe aquí y debo buscar la forma en cómo sobrevivir en este mundo. Lo bueno es que pertenezco a la raza Saiyajin, tengo entendido que esta raza avanza según el empeño que se le ponga. Por lo menos no renací como un majin o la raza de Frezzer, no quisiera ser un malvado monstruo a sangre fría. Aunque da mucho de qué hablar de dichosa raza que me tocó. Si mal no recuerdo ellos antes eran conquistadores y genocidas que aniquilaban a un planeta enteró. Un escalofrío recorrió mi espalda al decir eso, hasta pude sentir como mi cola se erizaba solo por eso. Bueno que importa me morí y tengo que hacer mi vida.

¿Sería buena idea involucrarme con Goku y los demás guerreros? La verdad me parece bien encontrarme con personas fuertes e incluso podría pelear con él. Una sonrisa se me dibujo en el rostro y sentía como mi sangre hervía por la emoción de pelear. Rápidamente sacudí mi cabeza y miré mis manos. Definitivamente fue peligrosa esa sensación, pero de igual manera me siento sumamente motivado por realizar peleas y entrenamientos forzados. Pero, ¿En qué momento de la serie me encuentro? Si voy a la tierra y estamos entrando a la saga de los Saiyajins, me podrían catalogar como enemigo y quizás me podrían matar. Desconozco mi nivel de poder, sé que los saiyajines nacen ya con natos poderes, pero ni se cómo usar ese tipo de cosas. La pequeña mosca fastidiosa me miraba de una forma confundida al parecer la deje sin habla cuando le dije la verdad.

Suspiré y decidí establecer una conversación por algo ella estaba aquí conmigo, tenía que preguntarle muchas cosas. - ¡Hey, pequeña mosca! - Exclamó acercándome con los brazos cruzados por mi pecho.

Ella salió de trance y se molestó por el comentario. - Me llamo Faila. ¿Entiendes? ¡FAILA! - Aulló.

-Ok, "Faila". - Dije resaltando su nombre con un gesto en las manos entre comillas. Ella se cruzó de brazos al verme llegar. Seguía flotando y desprendía una pequeña luz en su cuerpo como si fuese una clase de espíritu de esos que salen en los mundos de fantasía y magia. - Necesitó saber ¿Quién eres? Y ¿Qué hago acá?

Ella solo suspiró con molestia. - Veo que ni caso me hiciste, idiota. - Se sentó nuevamente en aquella nave y yo la seguí sentándome en aquel suelo que yacía el cráter. - Como ya había mencionado: yo soy una guardiana de usuarios. - Iba a pronunciar algo, pero ella me interrumpió. - Antes de que digas ¿Qué es eso? Pues, deja te explicó: Los guardianes de usuarios nos caracterizamos por proteger las almas que van muriendo en tu mundo. Tú no debiste morir, no era tu momento. Y el maravilloso, hermoso, precioso, magnífico, omnipotente, glorioso... - Ya se le acababan los halagos hasta llegar a quien iba a pronunciar. - Y ser perfecto de todos los mundos existentes el gran guardián de las almas pidió que fueras revivido en este mundo, deberías sentirte horrando. - Y ahí estaba de nuevo aquella aura maligna y amenazadora. - Y nosotros los guardianes de usuarios nos encargamos de vigilar, ayudar o guiar a las almas reencarnas que provengan del mundo del guardián. Por decirlo así soy una ayudante o un ángel guardián. - Iba a proseguir, pero decidí realizarle una pregunta.

-O sea ¿Qué hay más cómo yo? - Ella se detuvo en seco y me miró a la cara con obviedad, después de su explicación. Solo quería saber esa posibilidad si yo morí y no era mi momento, entonces ¿Tampoco el de Matt?

-Si. Hay más como tú, pero son pocos y no todos vienen al mismo lugar. - Me miró con el ceño fruncido y luego notó la razón de mi pregunta. - ¿Acaso tienes una novia por ahí qué murió contigo y quieres buscarla? - Puso su mano en su boca mientras hacía una risita burlona y una mirada pícara.

- ¡¿Eh?! No. Solo preguntó porque la persona que estaba conmigo en el momento del accidente, murió. Y tenía curiosidad por saber si él también había reencarnado. - Si había alguna posibilidad de eso de verdad estuviese muy feliz de que Matt pudiese tener otra oportunidad.

Faila me miró detenidamente e incluso cambió su faz por una de entendimiento y de lamentó por lo dicho. - Lo siento, pero a nosotros los guardianes nos privan de tener información de las demás almas custodiadas por otros guardianes. - Su tono de voz cambió a uno suave. - Perdón. Si tuviera información alguna créeme que te diría algo para por lo menos dejarte limpia la conciencia. - Ella bajo su cabeza con pena. En sus palabras había sinceridad. Imaginó que hacen ese tipo de cosas para evitar un desbalance en su mundo. - Pero si te sirve de consuelo. Hay un 0.3% de posibilidades de que tu amigo haya reencarnado. Tal vez no aquí, pero en otro mundo sí. - Faila estaba sonriendo cálidamente y yo le regresé la sonrisa, por lo menos era un consuelo de que posiblemente haya reencarnado. No podré darle su merecido después de todo al muy idiota.

Le doy las gracias, era una señal de consuelo que mi amigo quizás haya revivido en alguna parte. - ¿Y a qué te refieres con ayuda o guardián?

Ella me mira con obviedad y prosigue. - Bueno que técnicamente soy muchas cosas, tu asistente o ayudante por decirlo así; puedo darte información relevante tanto de seres vivos como de planetas esa habilidad se llama: "Examinar". También tengo que decir que, cada guardián tiene un poder que los hace únicos que lo tienen desde que nacen. - A todo esto ¿Cómo es que nacen ellos?

- ¿Cómo nacen ustedes? - Lo pregunté de forma inocente. Tenía mucha curiosidad por saberlo. Faila miró al cielo por unos segundos. ¿En serio lo estaba pensando mucho? Vaya debe de ser complicado para ellos nacer. Después de tanta espera por fin lo dijo:

-Mmmm. - Seguia indagando. - Mmmmm. Pues, no lo sé. - No pude evitar caer de espalda ante su repuesta tan estúpida, pero se notaba que era sincera. Estoy empezando a pensar que me tocó el peor guardián de todos. Ella aún así prosiguió con su explicación.

- Bien, en cuanto a mis poderes: cada guardián tiene dos poderes importantes que le dan a su usuario, uno de ellos siendo el más común que es el de sanar, todos los guardianes pueden hacerlo y el otro varía según la personalidad del guardián. En mi caso mi poder esta en mis ojos. - Lo dijo señalando sus ojos. Ahora que lo notó sus ojos era de color Aguamarina , era muy hermoso, creo que es lo único lindo que tiene. - Este poder me da la habilidad de poder ver a larga distancia, ver las presencias de los seres vivos y también puede predecir movimientos, sería como ver el futuro por unos segundos, pero eso rara vez lo usó. La verdad es que no me gusta cuando estoy viendo algunas de mis novelas o series románticas y predigo lo que lo dirán o harán. - De mi cabeza salía una gota de agua al estilo anime. Definitivamente me tocó la peor guardiana, quiero llorar.

Ella sonrió con orgullo y se levantó de la nave y quedo con una mano en la cadera y la otra se la llevo a su boca y empezó a reír como maniática. - Jajajaja ¿A que no es genial ese poder? - Si con genial te refieres a ver las presencias de los seres vivos, cosa que este mundo ya lo hace. Te diría que lo único bueno es la predición del futuro. Ella seguía riendo como maniática, en serio estaba orgullosa de su poder hasta pude notar como su nariz crecía por lo orgullosa que estaba.

-Mjum. - Aclaró mi garganta para que dejará de reírse como loca, ya me estaba asustando verla de ese modo.

Se aclaró también su garganta y dejo de lado su arrogancia, se volvió a sentar con las piernas cruzadas. - Tu también puedes usar ese poder. Pero tiene un límite en cuanto hablamos de la segunda habilidad. - Me miró con el ceño fruncido y con los brazos cruzados. - La habilidad de mis ojos o como yo la llamo los ojos magníficos de Faila o puedes llamarlo los ojos Faila. - Su arrogancia sale a relucir. Hasta la habilidad tiene su nombre. - solo tienen un límite de tiempo en el usuario por treinta segundos, ni más ni menos.

- ¿Qué pasa si excedo ese límite? - Faila miró al cielo en señal de que estaba pensando, espero no me vengan con alguna tontería.

-Pues, en el caso de la sanación esta no cuenta con limites, ya que es una habilidad muy común entre los guardianes, pero si hablamos de la habilidad única que de hecho es prestada. Si la usas por mucho tiempo lo más probable es que quedes ciego por un par de minutos, no sé cuánto, pero si quedaras ciego. No te preocupes no te dejará ciego de por vida. - Eso último lo dijo cuando vio mi cara de miedo. A parte de ser prestado es un poder patético que me dejará ciego si lo uso por mucho tiempo. Que porquería de poder.

-Tch, esperaba algo mejor. - Susurré para mí mismo. Hasta mi sangre Saiyajin notaba lo ridículo que era la habilidad y que era mejor no depender de ella. Odiaba la idea de depender de los poderes de esa enana. Quizás sea mi raza la razón que me impulsa a ser tan independiente, como arrogante, orgulloso y querer conseguir el poder con esfuerzo. Maldita sangre Saiyajin, en otra situación vería esto como lo mejor del mundo, pero viendo las circunstancias y el lugar en que renací, ese poder no sirve de mucha ayuda en batallas prolongadas, quizás la sanación sí.

- ¿Perdón?

- Ah, nada solo decía que es un buen poder. - Si con bueno me refiero a dejarme ciego por algunos minutos, pues...

Aún no me cabe en la cabeza en usar la sanación y dichos "Ojos Faila", me hace sentir humillado con solo pensar en recurrir a ellos.

-Cómo iba diciendo, si quieres usar los poderes y que empiece con mi función como guardiana debemos realizar un vínculo. - La miré confundido. Ella se molestó por mi mirada tan obvia se apartó de la nave y empezó a golpearme con su dedo índice en la frente me siento como niño siendo regañado por mamá. Es obvio que se lo que es un vínculo, pero quiero saber cómo es el proceso. - No es obvio idiota. Como puedes mirarme así de: Ah, ¿Qué es eso? - Lo dijo en tono burlón imitándome. - Eres una cabeza hueca, es obvio que tenemos que vincularnos para que yo pueda hacer mi trabajo como guardiana. - Retrocedió al ver que me levantaba del suelo. Aun no podía controlar aquella condenada cola seguía moviéndose de lado a lado. Ella volvió nuevamente a replicarme ya creo que hasta me estaba acostumbrando a los gritos de aquella diminuta mujer.

Ahora que me pongo a pensar, si estoy en Dragón ball. Eso quiere decir que puedo volar, sonríe con eso en mente e ignorando nuevamente las explicaciones que me daba referente al vínculo añadido a regaños. Me propuse a ver cómo podría volar. Según en la serie cuando Gohan le enseñaba a Goten y a Videl les decía que debían controlar su ki y tratar de expulsar un poco de ki para poder volar. Cerré los ojos y me empecé a concentrar, después de unos segundos siento mi energía fluir, trate de hacerlo según las explicaciones que daba la serie, expulse un poco de ki al instante mis pies dejaron de tocar el suelo. Empecé a celebrar mi hazaña.

- ¡Mira, Faila puedo volar! - Ella había dejado de hablar y me miró indiferente, incluso pude notar como desviaba la mirada de mí.

- Aja, que bien por ti. - Yo estaba muy feliz por poder volar. ¿Qué va saber ella de algo que todo el tiempo hace? Faila se limitó a sentarse en el aire como esperando a algo y sacó de su pequeño portal una taza de té unas galletas en una bandeja pequeña que flotaba a su alrededor.

Decidí ir a por más y no quedarme solamente ahí levitando. Quise volar aún más y sí, funcionó alce un poco más el vuelo, pero era algo complicado para alguien que en su puta vida no ha volado. - Jajaja. ¡Grandioso! - Gritaba con emoción cuando empezaba a mantener el equilibrio. Faila solo seguía ahí bebiendo su té y comiendo galletas, ¿De verdad no se alegra de que su usuario haya logrado algo? Ignoré ese echo y quise aventurarme a más, pero se acabó en un momento a otro, literalmente caí de cara al suelo. Tengo que aprender a dominar la técnica de vuelo y sobre todo a manejar mi ki. Me gustaría aprender a como comprimirlo y elevarlo. Faila solo se ríe cuando me vio caer y guardo rápidamente su juego de té. Maldita enana, supongo que había predicho algo como eso y se limitaba a solo esperar mi descenso.

-Ya que terminaste de jugar. - Regañó con las manos en su cadera. - ¿Podemos realizar el vínculo? - Me levanté del suelo y me dirigí a ella para realizar dichoso vinculo. ¿Tan desesperada estaba por arruinarme la nueva vida? Después de estar cercar de ella, me extendió su pequeña mano. ¿Es en serio? ¿Un apretón de manos y listo el vínculo?

- ¿Así es el vínculo? - La miré con duda.

-Si. Solo debes extender tu brazo adelante y yo haré el resto. - Informó.

Me sentí decepcionado, de verdad esperaba algo mejor que esto. Asimismo, le hice caso y extendí mi brazo, ella colocó su mano en la palma de mi mano y empezó a surgir una pequeña luz amarilla entre la palma de mi mano y la ella. Créame que si no me hubiese estrellado contra el suelo creería que todo esto es un sueño, ella cerro sus ojos y empezó a decir palabras que ni yo entendía, pareciera que estuviese en una clase de francés que mi mama me exigía ver y de la cual no entendía nada desde un inicio.

Ahora que la veo más de cerca, parece un hada a diferencia de que no tiene las dichosas alas que la caracterizan. Nunca me he llevado bien con las mujeres, pero ella me saca tanto de quicio que le habló como si fuera un amigo de toda la vida e incluso hasta la he insultado.

Ella presumía de ser linda y pues si lo es. Lo demuestran sus rasgos físicos: cabello blanco largo, sus ojos aguamarina combinado con aquellas pestañas largas y blancas, sus orejas puntiagudas, piel clara y aquel vestido sin tirantes y largo hasta sus piernas a más agregar a su vestimenta una especie de cinta entre sus hombros y brazos. Definitivamente si ella fuera sido una humana en mi vida pasada hubiese dado el "gran paso" como diría Matt. Si es que no me moría por mi timidez antes.

Al parecer ya había terminado con su ritual loco. Me miró a los ojos y yo solo le sonreí nervioso. No sabía que más venía. - Ya estamos vinculados. - Dijo ella cruzándose de brazos. Yo observé la palma de mi mano de forma analítica buscando la señal de que estamos vinculados.

- ¿Cómo yo sé que estamos vinculados? - Yo seguía analizando mi mano, ni dolor sentí, ni nada.

- ¿Quieres saber? - Me miró con una sonrisa maliciosa. De verdad me aterraba cada vez que hacía eso. ¿Es algo Saiyajin? Si estuviese en mi otra vida créeme que ni tuviese miedo a esa enana. Imaginó que esto tiene que ver con que los saiyajins atraen a mujeres de carácter fuerte.

Ella sin previo aviso alzo sus pequeños brazos e hizo que se desplegaran varías ventanas de video. Miré rápidamente y pude notar que en todos los cuadros salía yo. Me acerqué a uno en particular y sonreí al verlo. En aquel cuadro yacía mi madre, padre, Matt y yo en mi fiesta de cumpleaños. No se escuchaba nada, pero si se podía apreciar que la imagen se movía. Ese fue mi cumpleaños número doce. Me alegra volver a ver ese recuerdo.

-Cuando un guardián se vincula con su usuario, le permite ver sus recuerdos. Es como si nos fuéramos fusionado, pero tú no puedes ver los míos. - Sentía que estaba mintiendo en lo último porque empezó a aclarar su garganta, creo que no quería que viera algo en sus recuerdos. - A parte de eso, si quieres saber que estamos vinculados puedes verificarlo en las estadísticas.

Sonreí de forma maliciosa y fijé mi mirada en ella. - ¿Acaso ocultas algo, enana? - Ella se puso nerviosa e incluso pude notar un sonrojo en sus mejillas. - Dime que escondes. - Lo dije de manera amenazante. Más o menos intuía que era, pero me daba más curiosidad saber si tendrá alguna que otra habilidad que no me cuenta. Me acerque más a ella hasta que estalló y su rostro estaba sumamente rojo.

- ¡NO PUEDO PERMITIRTE QUE VEAS MIS RECUERDOS, NI PENSAMIENTOS! - Gritó. - ¿Acaso una dama como yo no puede tener su librería romántica en privado? -Hizo un puchero. - Además, si buscas alguna guía de cómo usar mejor los Ojos Faila no te los daré. - Hizo un chillido por lo dicho prácticamente se delato la tonta. Yo sonreí satisfecho, así que, me estaba ocultando más cosas. - ¡Espera! ¡Espera! Olvida lo que dije... - Decía de forma suplicante. - Si olvidas que dije... lo de... las historias... románticas. Te daré la guía de cómo usar mejor mis ojos. - Mencionó con rubor en sus mejillas. ¿Solo le preocupa que vea sus historias raras?

-Perfecto. Pero ¿Qué clase de historias lees o ves para ponerte así? - La miré de forma curiosa. Ella saltó de los nervios. Quería seguir molestándola.

- Es-Eso ¡A ti no te importa, idiota! - Me eche a reír por su reacción, creo que será una buena amiga.

Faila dejó de lado su cara ruborizada y empezó a mirar mis recuerdos. - Vaya veo que casi siempre estabas solo. Los únicos quienes están, son tus padres y tu amigo. Rara vez te veo con otras personas. - Dijo mientras cambiaba de ventana a ventana. No sé qué buscaba si la mayoría de las veces me la pasaba trabajando, jugando o viendo series. Seguía pasando las ventanas hasta que se detuvo en una, sus ojos brillaron al ver aquella ventana en que se emitía una película. - No sabía que también existían esta clase de películas. - Me asomé a ver qué era lo que estaba viendo y noté que era "Una voz silenciosa". Esa es una de mis películas anime románticas favoritas, era normal que estuviese en mis recuerdos como unas cuantas veces, casi siempre la repetía cada año. En serio me encanta esa película. Ella empezó a gritar de emoción cada vez que adelantaba cada escena de la película al parecer quedo encantada, mientras no vea otras cosas por mi estaba bien.

Seguí caminando a ver mis recuerdos y vi uno en particular, uno en el cual me puso los nervios de punta, hasta sentía que mi alma volvía a salir de mi cuerpo. Era yo teniendo relaciones íntimas con mi última pareja, de esta manera con mi máxima velocidad detuve aquella grabación de mi recuerdo y quise descartarla. Deslice a la derecha e izquierda y ¡Nada! Hasta que finalmente al deslizar arriba. Pude notar que salió un breve mensaje "Has borrado un recuerdo ¿Desea establecerlo?" rápidamente pulsé el boto de "No". De igual manera ni quería recordar a mi ex. Faila volteó a mirarme y yo como el mejor disimulador del mundo le sonreí nerviosamente, mis mejillas estaban ardiendo de la vergüenza. Solo esperaba que no hubiese visto nada. Como también espero que no haya más recuerdos así y si los hay debo poner esto en privado.

- ¿Qué paso? ¿Por qué estas sonrojado y respiras con dificultad? - Me preguntó ladeando su cabeza de forma confundida.

-No es nada... Pero sabes debemos dejar mis recuerdos de lado y céntranos en cómo salir de este lugar. - No pude evitar reír de forma nerviosa. Pensando que aquellas ventanas se irían si me concentro en decir o pensar como en las series isekai que he visto y eureka funcionó. Solo con pensar[Cerrar recuerdos]todas las ventanas se cerraron hasta que escuche la voz insatisfecha de alguien. Faila puso un puchero y se acercó a mi rostro con los ojos llorosos.

- ¡Eres malo! Un ser muy cruel. - Me reclamó en la cara. - Ahora no podré terminar de ver la película. - Solo suspiré ante los llantos de la pequeña guardiana. ¿O sea que puedo restringir mis recuerdos si lo deseo?

- ¿Cómo que no puedes verlos?

-Eso es porque mientras tu cierres tus recuerdos, yo no los podré ver, lo mismo pasa conmigo. Esto es para mantener la vida privada de ambos o algo así. Pero no es justo yo quiero seguir viéndolos. - Ella se tapó la boca rápidamente al revelar eso, ya se dio cuenta de que volvió a meter la pata. Creo que ni ella misma sabe el concepto de vida privada, quiere estar husmeando en mis recuerdos. Se me marcó una gran sonrisa en mi rostro casi malvada. Entonces puedo usar esto a mi favor, que bueno que haya visto muchas series y películas así puedo sobornarla.

-Bueno Faila si así son las cosas y veras que no soy tan malo. Te daré acceso a mis recuerdos. - se le dibujo una sonrisa - con una condición. -Se esfumo la sonrisa. - Que me permitas tener acceso, aunque sea a tus recuerdos de habilidades usadas, pero te prohíbo que entres más haya de mis recuerdos. - Yo también tenía que poner límites odiaba la idea de que estuviese viendo mi vida pasada como si fuera una clase de Reality show, hasta creo que podría usarlo en mi contra. Este trató es de doble filo. Faila miró nuevamente al cielo, al parecer era común en ella buscar repuestas en aquel cielo estrellado. En mi opinión era un mejor trato para ella podía husmear en mis recuerdos sin reproche mío, pero aun así me aterraba que viera cosas indeseadas ahí.

-Trato echo. - Aceptó. - Puedes ver lo que quieras en mis recuerdos, pero te prohíbo ver todo aquello relacionado con mis series o lecturas. - A mí no me engaña lo que esconde. Es muy obvia, es peor que yo disimulando las cosas.

-Tranquila, tampoco que me interesen tus novelas eróticas. - Lo dije en un tono burlón, mientras me llevaba mis dos brazos a la cabeza. El comentario hizo que ella hirviera de la rabia y de la vergüenza. En ese mismo instante solo se escuchó un gran golpe de cortesía de Faila a mi persona, el golpe casi que resonó en aquel basto lugar que al parecer solo estábamos nosotros. La verdad es que me lo merecía, pero ni se cómo esa mujer tan pequeña puede golpear tan fuerte. Me acaricié mi mejilla hinchada y podía sentir pequeñas gotas salir de mis ojos por el dolor. Ignorando mi dolor como también el moretón que surgía por mi rostro ella solo suspiró y hablo.

- ¿Quieres ver tus estadísticas y estado? - Al fin algo en que me estaba interesado desde que llegue.

Ella desplegó una ventana, en verdad esto parece un juego esto debería ser ilegal.

[Nombre: Zac]

[Edad: 15]

[Raza: Saiyajin]

[Guardián/asistente: Faila: "Princesa sagrada" 4 de sanación (Nivel de poder: 1.000)]

[Sexo: Masculino]

[Nivel de poder: 29.000]

Mi estado estaba a la izquierda y luego miré a la derecha y estaban mi estadística, soy muy joven tengo quince años, pero más me sorprendió al ver aquel peculiar título "Princesa sagrada" al voltear a mirar a Faila pude notar que su nariz volvió a crecer y estaba embozando una sonrisa con orgullo. Creo que notó que estaba viendo su supuesto título.

-Viste que soy la mejor. No tendrás una mejor guardiana que yo. Mira ese nivel de poder y mi gran título me preceden. - Empezó a reír como maniática, ya se le zafó un tornillo. Si no fuera por su apariencia inofensiva se vería como una amenaza universal solo por su risa chillona, creo que ni sagrada tiene, además es muy débil, no sé de dónde saca tanta arrogancia. Imaginó que lo "sagrado" es lo orgullosa de lo que está. Y nuevamente volví a sentir aquella gota de agua detrás de mi cabeza.

De verdad que Faila no conoce la vergüenza, me recuerda a esas diosas que les tocan a los protagonistas que presumen sus poderes, pues ella era una de esas. Pose la vista al cielo suplicando que me cambiarán a la guardiana, pero no hubo señal alguna. Por lo menos conservé el nombre que me dieron mis padres, lástima que no mi apellido, pero es un alivió de verdad, es lo único que me hace recordar que estuve en otro mundo y que era anteriormente un humano.

Volví mi vista a las estadísticas y pude notar que estaban tanto las mías como las de Faila y los beneficios que me da.

["Zac"]

[Resistencia: 33]

[Fuerza: 36]

[Velocidad: 33]

[Flexibilidad: 20]

[Sabiduría: 25]

[Inteligencia: 25]

[Fortuna: 20]

[Guardián: Faila: "Princesa sagrada" 4 de sanación]

[Sabiduría: 15]

[Habilidades: Examinar: 35 / Sanación: 43 / Ojos Faila: 22]

[Inteligencia: 25]

[Vinculo: 15]

[Fortuna: 50]

Hasta en las estadísticas sale la habilidad de su ojo con su nombre. Pero... - ¿Por qué tiene mejor fortuna que yo? - Dije en voz alta. Nuevamente escuche la risa desquiciada detrás de mí. La miré con los ojos entre cerrados en verdad me superaba en eso. Era mejor así por lo tonta que es Imaginó que debe necesitar mucha suerte para no morir o acabar en problemas.

- ¿Cómo te quedó el ojo? Soy la mejor. Te he superado a ti y he superado a todos los guardianes. - Eso lo dijo señalando el cielo. Ya ella ni sabe a quién presumirle. - Soy yo la "Princesa sagrada" - Dice ella con risas. Debo admitir que se parece a Vegeta creo que hasta se llevarían muy bien los dos.

- Creo que deberías preocuparte más en que tu sabiduría sea menor que la fortuna. - Ella dejó de reírse y se acercó a la pantalla que teníamos al frente y empezó a gritar como loca. Al parecer los humos de grandeza se le bajaron al ver sus estadísticas y hasta ahí llegó la supuesta "Princesa sagrada" privilegiada. - ¿Por qué te sale como título que eres una princesa sagrada? - Pregunte e inconscientemente me lleve el brazo a la cabeza. Aún no lograba comprende el dichoso título que me restregaba en cara.

Faila dejo de quejarse de la pantalla y me observó de reojo. - Pues, eso es más que obvio soy una de las únicas guardianas que tiene su poder de sanación más elevado que los demás guardianes y el gran guardián me otorgo ese título. - Dijo sonrojada. ¿Que iba a saber yo eso?

- ¿Cada guardián tiene un título?

-Si. - Afirmo volteándose y sonriendo. - Cada guardián tiene un título o dos dependiendo de las habilidades en que se desempeña. - Bajo un poco su cabeza triste y prosiguió. - Mi hermano y yo éramos los únicos en tener ese título. - Ni sabe cómo nació y tiene un hermano. Lo más seguro es que todos los guardianes se ven como hermanos.

- ¿Qué paso con tu hermano? - Al ver su rostro de melancolía era de suponer que ya no estaba.

-Mi hermano despareció. De hecho, ni se si está vivo. Solo sé que fue exiliado de los guardianes. Yo lo admiraba mucho, él fue uno de los primeros en conseguir dos títulos. - Hizo una pausa rotunda en sus ojos se notaba que no quería mencionar algo más. - De todos modos, siento que en donde él este estará bien. Además, él ya es muy grandecito para cuidarse sólito. - Finalizó con una sonrisa.

Después de eso me propuse a pensar en qué año estaba y en qué momento de la saga me encontraba. -Faila, sabes que este mundo para mí era una serie, ¿cierto? - Faila solo afirmó con su cabeza. - ¿Sabrás en que momento nos encontramos o en qué año del mundo en que estamos? - Ella se quedó pensando y se le prendió un bombillo.

-Si usamos mi habilidad Examinar, podremos averiguarlo. - Mencionó. Sabía que seguía ocultando cosas.

- ¿Pero esa habilidad no se limitaba a solo ver a los seres vivos y planetas? - Ella embozo una sonrisa.

-Eso son las limitaciones en las que tú las puedas usar. Yo sí puedo tener más acceso. - Eso no es justo. Ella notó mi mirada molesta por su repuesta y prosiguió hablando. - No me mires así. Lo siento, pero si te doy casi todas mis habilidades me quedaría desempleada. - Ya ni modo era obvio que tendría limites el uso de sus habilidades, hasta diría que tengo ventaja en cuanto a saber de estadísticas y estados de los seres vivos, eso me parece lo más chetado. Aunque sus habilidades no sean de destrucción era beneficioso usarlo de manera lógica.

Faila desplego una pequeña ventana delante de ella. Exactamente para acoplarse a su pequeño cuerpo y empezó a pulsarla buscando información de este mundo. - Esto me tomará algo de tiempo. Así que, si quieres puedes irte a jugar lanzando pelotas de energía o lo que sea. - En serio su voz me sigue pareciendo chillona.

Solo suspiró y me aleje de donde se encontraba ella y la nave esférica. Ahora que lo pienso porque tenía esa nave ahí. Ok, era compresivo el hecho de que me dieran otro cuerpo, pero que hace esa cosa ahí y pareciera que se hubiese estrellado acá.

Caminé un poco más lejos de donde estaba con intención de no molestar a la dichosa "princesita". Si tengo intención de ir a la tierra tengo que aprender a cómo controlar mi ki, a volar y a suprimirlo. Lo que más me aterra es que si voy a la tierra, de seguro me detectarán en seguida, no debo subestimar a los guerreros Z. A parte de eso, no sé en qué momento de la historia estoy, no sé si soy el débil o el fuerte en estos momentos. Si voy a la tierra y estoy en una saga como la de Frezzer o la de Majin Boo creo que estaría en problemas, hasta el mismo Yamcha me podría derrotar y no puedo permitir eso.

Pare mi paso e inicie con mi concentración, respiré profundamente y empecé a sentir mi energía recorrer por todo mi cuerpo lo estaba haciendo bien, al parecer lo estaba elevando, luego de unos minutos de estar elevando mi ki, me concentré en disminuirlo, me gustaría tener algún rastreador para verificar si en verdad bajo. Pero confiaré en mi intuición.

Había pasado aproximadamente una hora y al parecer Faila aún no termina de investigar o tal vez la muy mal nacida se puso a ver sus series de romance. Ignoré ese hecho y me dispuse a controlar más la técnica de vuelo. Ya prácticamente la tenía dominada después de algunos minutos, me di el lujo de darle la vuelta a aquel planeta y me di cuenta de que estaba completamente abandonado. Aterricé nuevamente en el lugar en que había alzado vuelo y luego me dediqué a observarme, no tenía espejo para ver mi rostro si seguía siendo el mismo o si genere cambios.

Sé que de seguro tengo las características de los saiyajins, pero tenía curiosidad de saber si mantenía aún mi rostro, a lo lejos noté una pequeña laguna me acerque con intención de ver mi reflejo y el lado bueno es que tenía el mismo rostro, solo que ya no tenía mis lunares, tenía el cabello puntiagudo y frondoso, no entiendo cómo se puede mantener arriba, ojos negros y piel casi bronceada. Mi cuerpo estaba ejercitado y añadiendo a la ropa característica de los Saiyajins. Bueno sufrí muchos cambios, pero lo bueno es que mantenía aun mi rostro, pero más joven.

Me aparte de ahí para volver a mi posición y miré donde estaba Faila y la mujer seguía metida en la pantalla azul. Así que, aún no ha encontrado nada eso me dará más tiempo de ver que método de combate tomaré. He tenido experiencia en mi vida pasada realizando boxeo, pero no sé si ese estilo me sienta cómodo. Quizás era mejor hacer una combinación de ese estilo que me se poco y juntarlo con el estilo de pelea que he visto en este mundo. Empecé a lanzar patas al aire y golpes recordando cada momento de las peleas realizadas de Dragón Ball. Era una ventaja por decirlo así saber del futuro, pero también tengo que tener cuidado con eso. Me aterra cambiar el giró de los acontecimientos y terminar empeorando las cosas, pero aun así mi sangre Saiyajin clamaba acción y tenía que dársela.

Ya habían pasado como nueve horas desde entonces y yo seguía perfeccionando mi modo de pelea. Ahora vendrá lo complicado realizar ondas de energías, me emocionaba realizar este tipo de ataques. Así estiré mi mano apuntando a unas partes rocosas de aquel planeta y cerré mis ojos, seguido empecé a concentrar mi ki en la palma de mi mano, de un momento a otro siento fluir esa energía por las ñemas de mis dedos, se sentía un poco de cosquilla diría yo. Abrí mis ojos y me encuentro con la sorpresa de que logré realizar una esfera de energía. Ahora toca lanzarla, al no saber cómo hacerlo solo atine a empujar la mano hacia delante y esta misma salió expulsada. Aquella energía atravesó las rocas destruyéndolas a su paso y después la energía siguió su camino hasta caer un poco más allá mostrando una breve explosión. Quede asombrado y a la vez me asuste por no contralar un poco mi energía.

-Creo que me pase un poco jajaja. - Dije con una mano en mi cabeza.

Ya estaba cansado de tanta espera. Pero antes de ir a reclamarle a Faila o preguntarle el porqué de su tardanza. Quería ver mis estadísticas y estado. Aplicando la misma estrategia que hice cuando cerré mis recuerdos pensé en algo improvisado. [Abre datos de usuario] Rápidamente apareció la ventana. Lo primero que vi fueron mis estadísticas.

["Zac"]

[Resistencia: 34]

[Fuerza: 36]

[Velocidad: 33]

[Flexibilidad: 25]

[Sabiduría: 27]

[Inteligencia: 26]

[Fortuna: 20]

[Guardián: Faila: "Princesa sangrada" 4 de sanación]

[Sabiduría: 15]

[Habilidades: Examinar: 35 / Sanación: 40 / Ojos Faila: 23]

[Inteligencia: 25]

[Vinculo: 15]

[Fortuna: 50]

Por lo visto en mis etadísticas no han cambiado mucho, solo han subido unos cuantos números, eso quiere decir que si le pongo mucho empeño a entrenar quizás llegue a tener un buen nivel, hasta podría decirse que podría transformarme en súper Sayajin mucho antes que los demás. Alce mis manos en señal de triunfo al tener eso en mente. Miré a la izquierda de la ventana para ver si hubo algún cambió en mi estado.

[Nombre: Zac]

[Edad: 15]

[Raza: Saiyajin)

[Guardián/asistente: Faila: "Princesa sagrada" 4 (Nivel de poder: 1.000)]

[Sexo: Masculino]

[Nivel de poder: 30.000]

Mi nivel de poder se sumó 1.000, bueno para ser un entrenamiento pequeño de casi trece horas para mí era mucho. [Cierra datos del usuario]. la ventana se cerró. Que bien que funcione el pensamiento en esto. Ahora veamos si funciona con examinar observé mí entorno. Vamos a ver si realmente me dará el nombre del lugar. [Examinar]. Surgió rápidamente una pequeña ventana delante de mí. De verdad se sentía como un juego, solo faltaba que me colocarán misiones primarias y segundarias, y contar con la barra de vida y energía que siempre ha caracterizado los juegos para tener el paquete de juego completo. Miré aquella ventana pequeña para observar los datos. No eran muchos la verdad.

[Nombre del planeta: Manlax]

[Población: 2]

¿Cómo aplicaría esa información con seres vivos? Imaginó que mostraría una barra de estadísticas como las mías. El único conejillo de india que tenía era Faila quién estaba con unas palomitas improvisadas viendo su pantalla. Imaginó que alguna serie o lectura de su agrado. Ya me veía venir que iba a hacer algo así. Ignoré eso y decidí usar la habilidad [Examinar]. Rápidamente salieron casi las mismas estadísticas que salía en mi estado y estadísticas.

[Nombre: Faila]

[Edad: ¿?]

[Título de guardián: Princesa sagrada 4 de sanación]

[Raza: Guardián / Elfo de luz]

[Sexo: Femenino]

[Nivel de poder: 1.000]

Qué raro no sale su edad. Pero...- Miren eso. La enana tiene sangre elfica, bueno ya veo de donde viene su lado "sagrado" - Susurré para mí mismo. La verdad me sorprendió que existieran esas razas, bueno supongo que aquí no porque ella realmente no pertenece acá. Esto me da a entender que los guardines no todos se ven como ella. Eso significa que son diversas razas mescladas con los guardianes. Imaginó que estos guardianes son como dioses, así que, ella es una mestiza entre guardián y elfo de luz. Miré a la derecha para notar sus estadísticas algunas eran muy distintas a las que me muestran en las mías. Supongo que es porque solo presta su poder.

[Resistencia: 17]

[Fuerza: 20]

[Velocidad: 40]

[Flexibilidad: 20]

[Sabiduría: 15]

[Inteligencia: 25]

[Fortuna: 50]

[Habilidades: Examinar: 45 / Sanación: 43 / Ojos Faila: 600 / Creación de portales o viajes interdimensionales: 30 / Creación: 30]

Así que, sí tiene otras habilidades aparte de las que me presta. Se lo tenía bien guardado. Deben ser habilidades comunes entre los guardianes, según ella su habilidad única es los ojos Faila, hubiera preferido que su habilidad única sean portales. Di un largo suspiró con ese pensamiento y seguí analizando las estadísticas de mi maravillosa guardiana.

La sanación se mantiene igual en mis estadísticas, ojos Faila está más subido. Es obvio que este subido, ella misma había mencionado que usaba todo el tiempo Ojos Faila. Sigo curioso sobre la habilidad creación de portales, eso responde el por qué puede sacar cosas de un portal. Y finalmente "creación" eso también explica que haga aparecer y desaparecer los objetos que realiza. Ya me parecía extraño saber de dónde carajos sacaba tanto té.

[Examinar] Al volver a pronunciar aquella palabra desaparecieron los datos y con pasos gigantescos me acerque a Faila, ya era hora de quitarle su momento de relajación y saber si pudo encontrar algo mejor que su novela romántica.

- ¡FAILA! - Gritó cerca de ella. Esto provoca que cayera aturdida de la silla flotante que había creado. Se levantó echa una furia dispuesta a reclamarme.

- ¡¿Idiota, pero que carajos te pasa?!

-No me llamó, idiota. Tengo nombre, me llamo Zac. - Dije en tono molesto. - Además, eso es lo que debería preguntar yo ¿Qué rayos haces? ¿Encontraste algo?

Ella miró a todos lados con vergüenza e hizo desaparecer la pequeña sala de entretenimiento que había improvisado. - Solo te daba tu tiempo. - Sonríe de forma nerviosa mientras levanta sus hombros. - Vi que estabas muy feliz entrenando y pues... no quería interrumpirte. - Empezó a jugar con sus manos.

Rodé los ojos agradezco de que se haya preocupado por mi entrenamiento, pero aún así no me cabe que se haya puesto a holgazanear después de trece horas. ¿Es que no pensaba en avisarme?

-Dime que pudiste encontrar algo. - Ya estaba cansado de ella, pero tenía que soportarla la iba a tener todo el tiempo a mi lado. Ella solo se rió con orgullo.

- Estas hablando con Faila, la princesa sagrada. -Al decir eso se señaló así misma. - Claro que encontré algo. No subestimes mi inteligencia y sabiduría.

-Claro. Pero las estadísticas no mostraban altos niveles de sabiduría, es un mérito que aun tengas cerebro. - Susurré.

- ¿Por qué siempre me tienes que molestar? No puedes respetarme como la guardiana y princesa que soy. - Dijo haciendo un puchero. Si de respeto hablamos eres la menos indicada para eso. Luego hizo caso omiso a mi ofensa para proseguir a dar la información. - Nos encontramos en el año 760. O sea, estamos a un año antes de los acontecimientos de la saga Sayajin. Aun no hay presencia del hermano mayor de Goku. - Esto lo dijo levantando su dedo índice y tenía unos lentes, hasta se tomó las molestias de cambiar su vestimenta por una de maestra. Esa habilidad de creación la usa a mucho placer.

-Entonces podríamos ir a la tierra. - Dije mientras me colocaba una mano en el mentó y miraba el cielo. Ya Faila me pego esa maña. Pero aún me sigue atormentando el hecho de que si llego así sin más y piensen que soy una amenaza. Mi nivel era muy alto por los momentos. - Faila, ¿Tu puedes hacer que mi presencia desaparezca? - Ella empezó a mirar el cielo en busca de repuestas.

-Si. Pero duraría dos días el efecto.

Eso está bien, le podría pedir que me hiciera el favor de aplicarme ese encanto cuando estemos cerca de la tierra así me evitó que sientan mi presencia. - ¿Cuánto nos tomaría llegar al planeta tierra?

-Creo que medio año. Estaríamos solo a cinco meses antes de que llegue Raditz. - Sonrió satisfecho. Bien así me daría tiempo de entrenar un poco. Tengo en cuenta que Raditz tenía un nivel de poder de unos 1.200. Prácticamente yo estoy mucho más fuerte que ellos actualmente ¡Qué bien! No tengo que preocuparme por los momentos por el nivel de poder.

Quizás hasta creo poder ser capaz de vencer a Freezer en este mismo momento, no pude evitar reír de forma maniática como lo hacía Faila. Ella me miraba con una gota en su cabeza, ya imaginaba que estaba loco.

Detuve mis delirios de grandezas y volví a indagar en mis pensamientos. Tengo que ver alguna manera de mantener el encantamiento de Faila para ocultar mi ki. Pero más me gustaba era saber que podía pelear con personas más fuertes que yo. Eleve mi ki con emoción, estaba demasiado feliz también de saber que era el más fuerte de ellos. En serio era emocionante. Sacudí la cabeza sacando ese pensamiento, ya podía ver la cara de confusión y de desagrado hacía mi persona de Faila. En serio esta sensación debe ser algo característico de los Saiyajins, ya veo como se sienten Goku y Vegeta. Solo espero que mi presencia acá no haya dado giros a la historia.

-Faila, ¿Con tu poder de creación puedes crear algún accesorio que esconda mi ki como tu encantamiento? - Ella me miró algo confundida y empezó a indagar.

-Pues sí, puedo crear uno, pero me tomará algo de tiempo aplicar el encantamiento. ¿Alguna sugerencia del accesorio?

-No. Puede ser como sea con que suprima mi poder está bien. - Pude sentir un escalofrió pasar por mi espalda al escuchar la risa oculta de Faila. - Por favor no cometas una estupidez. Porque la pagaras caro. - Dije en tono amenazador.

-Ujum. Lo sé. - Ella empezó a morder un pañuelo, mientras lo estiraba. Maldito demonio como puede venir a decir eso. No sabe con quién se está metiendo. Pero no quiero que me quite mis posibilidades de ver aquellas películas y series. Pensó Faila.

Pero su faz cambio al analizar aquella palabra "habilidad de creación". Me miró confundida. - ¿Usaste conmigo "Examinar"? - La miré con obviedad. - Eres un mal nacido ¿Cómo pudiste? - Decía mientras me pegaba con sus pequeños puños en mi hombro. Se detuvo y levantó sus hombros sin importarle nada mientras hablaba: - Bueno eso no importa era cuestión de tiempo que lo vieras. - No pude evitar caer de espalda, después del teatro que me montó.

Me levanté del suelo y suspiró cansado. Con ella me entretengo demasiado, pero a la vez es bueno tener compañía me volvería más loco hablando conmigo mismo. Ahora me encantaría aprender la técnica de la teletransportación, tendría que pasar por el planeta Yardrat. - Faila, ¿Cuánto tiempo me tomaría pasar por el planeta Yardrat y luego de ahí ir a la tierra? - Lo siento, pero estoy más interesado en aprender dicha técnica que ir a entrenar a Goku.

Faila sacó nuevamente la pantalla para buscar información, espero no se tome su tiempo. Pues, me sorprendió que al instante me la diera. - Si quieres pasar por ahí primero. Ir a Yardrat será un año. Estamos muy lejos de ahí y si quieres viajar desde ese planeta a la tierra te tomará mucho tiempo. Para cuando estés llegando lo más seguro estén pasando los acontecimientos de la lucha de los saiyajins contra los de la tierra. - No era tan buena idea. Me tomaría más tiempo. La verdad es que quiero ir, aprender esa habilidad: volar, teletransportacion, lanzar ondas de energías es algo que no podría hacer en mi mundo y al estar aquí me podría dar el lujo de eso. Pero quiero ver las peleas en vivo. ¡Ah!

Faila observo que estaba frustrado y decidió hablar. - ¿Por qué quieres pasar por ahí primero?

-Pues, porque quería aprender una técnica que tienen los Yardrat. - Ella se quedó pensando y luego se le encendió un bombillo.

-Si quieres solamente saber las técnicas de ellos puedo buscar información de cómo hacerlo.

- ¿En serio? - No pude evitar emocionarme. La posibilidad de que ella me pudiera mostrar cómo usar la habilidad o información de cómo hacerla de verdad me sorprendí, después de todo la subestime como guardiana, perdóname por haber pensado mal de ti Faila.

Ella se echó a reír como maniática. Retractó lo dicho, sigue siendo tonta. - Claro que puedo hacer eso, por nada soy la princesa sagrada, ja, ja, ja. - Di un gran suspiró y ella paro de reír, luego se dedicó a buscar dicha información.

Ya podría aprender esa habilidad al llegar a la tierra. Por los momentos debo centrarme en ir a la tierra y después de mi breve entrenamiento, solo quizás ayudar un poco a Goku y a Piccolo a entrenar, así por lo menos le dé batalla a su hermano, pero no puedo darme el lujo de que sea más fuerte que su hermano, si el no muere no entrenará con Kaio-sama. No aprenderá la técnica del Kaio-ken y la Genki-dama y yo me culpare por nerfear al protagonista. Si, definitivamente tengo que dejarlo morir. Cuando culmine de entrenarlo por cuatro meses diré que me tengo que ir, pero me quedaré por los lugares. Así me aseguró de que todo fluya según la historia.

- ¡Bien! Faila. Nos vamos a la tierra. - Ella asintió. - Pero antes... necesito comer jajaja. - Dije con una sonrisa nerviosa, ahora era Faila la que se caía de espaldas.

-Eres un caso perdido. - Ella suspiró algo resignado. - Bien usaré creación para darte un buen banquete.

Y así tengas más confianza en dejarme ver más tus recuerdos. MUJAJAJAJA. Pensó Faila. Al verla ahí riéndose malvadamente puedo decir que ha pensado en un malévolo plan para poder ver series o películas de mis recuerdos.

- Ya verás que estarás muy satisfecho con la comida. - Y ahí seguía su risa chillona.

-Aja. - Sentí que había hecho un trato con un demonio. Estoy empezando a dudar si realmente Faila tiene sangre de elfo de luz. No aparenta serlo.

De esta manera, hizo aparecer una mesa repleta de comidas que no he visto en mi mundo. Eran raros, pero a mi estómago eso le valía y solo me dedicaba a meter comida en mi boca. Y finalmente mi estómago Sayajin estuvo más feliz que nunca al devorar ese gran banque. Pobre Faila se notaba cansada después de crear tanta comida. Eso quiere decir que su habilidad le quita mucha energía.

Debería usar esta opción solo cuando no encuentre en donde comer. Me da lástima verla así. Tiene merecido hurgar en mis recuerdos para que busque las película y series que quiera.

Luego de comer me dispuse a controlar mi extremidad nueva. Era algo complicado, dando por hecho que nunca tuve la necesidad de tener alguna cola. Quizás le pida a Faila que me la corte, pero aun así me sentía emocionado con el hecho de tener una cola. Pasado una hora por fin pude poner mi cola en forma de cinturón, se ajustó perfectamente en mi cintura.

Faila ya estaba dentro de la nave esperándome. Creo que hasta durmió en lo que me esperaba, ya que, traía puesta una pijama y pantuflas. Su vida debe ser sencilla al crear cosas para su comodidad. Me dirigí con rapidez al lugar y estaba listo para tomar rumbo a la tierra. Faila me facilitó las coordenadas del planeta tierra, en serio ella era de ayuda, aunque aún no logro acoplarme a su personalidad narcisista, pero es buena realizando su trabajo.

Asimismo, le dije a Faila que me aplicará el encanto cuando vea que estuviéramos a por lo menos quince horas de llegar a la tierra. Solo espero que no me detecten antes. De igual manera Faila me informó que para el segundo día antes de que acabe el efecto tendría más que listo el accesorio que esconderá el ki. Me aliviaba eso, todo estaba saliendo según lo planeado. Ya estábamos en el espacio y la nave automáticamente coloco el estado de hibernación, no puede evitar cerrar mis ojos y tener a la vista por última vez aquel basto y oscuro espacio.

-Dulces sueños, Zac. - Susurro Faila de manera tierna antes de terminar de cerrar mis ojos.

Hola a todos aquí Loki. Esta es mi primera historia Isekai, soy nuevo en esto. Espero les guste.

¿Qué pasará con Zac? ¿Logrará mantener el transcurso de la historia? !Eso véanlo en el próximo episodio!

Espero sus opiniones aquí en la caja de comentario y sin más me despido.

Hasta el próximo capítulo...