Disclaimer: Algunos personajes de la historia no me pertenecen, son propiedad del Mundo de Harry Potter y su creadora, J.K. Rowling, los de más, son de mi creatividad, incluyendo la trama.

T/H, AU, y OoC

1-.

18 años.

Tenerlos para mí no había significado tanto como ahora. Pensar en que los celebraría en mi departamento me hizo poner sensible mientras me miraba en el espejo, arreglándome el cabello para ir a mi encuentro con Dedal.

Durante todo el mes él no había hecho más que tenerme a fuego lento, sus besos eran cada vez más ansiosos... Aunque nunca más entré a su departamento y nunca más volvió a chupar mis senos. Pero no me quejé porque deduje debía tener algún tipo de fetiche con el ascensor y tampoco es que yo no disfrutara de los orgasmos que tenía cuando besaba mi parte íntima.

Respiré profundo, después de todo, sería mi primera vez y, por lo demás, le tenía miedo al dolor, aunque quería pensar que seguiría disfrutándolo como todo lo demás hasta ahora.

2.-

Fue una sorpresa que Dedal me llevará a un hotel y no a su apartamento, pero lo tomé con diplomacia, como siempre en mi empleo.

El hotel era lujoso como todo lo de Dedal y, ambos, nos dirigimos a los ascensores sin pasar por recepción y supuse que él ya debía haber reservado antes de traerme aquí.

El ascensor estaba lleno pero Dedal entró seguido de mí. No dijimos nada. Él en su carácter no hablador y yo, sabiendo mimetizarme muy bien con lo que esperaba de mí.

Nos detuvimos en el 6to piso y salimos del ascensor en cuanto las puertas estubieron abiertas.

De ahí no fue muy lejos estar en frente de la habitación y que Dedal la abriera para nosotros. Era grande y lujosa como todo lo demás. En medio había una cama con las sábanas de color Negro. Las fundas almohadas lo eran también pero tenían un bordado dorado.

En cuanto se cerró la puerta detrás de mí, mi corazón se instaló en mi garganta aunque intenté que no se notara. Dedal lo notó por supuesto.

–No te pasará nada, lo prometo. –Su voz era amable como después de conocerlo y eran más palabras de las que me hubiera dicho en el mes. Yo asentí aunque seguía dándole la espalda aunque después me giré hacia él. No sabía cómo actuar en esta situación y me dio el estúpido impulso de hacerlo como en las novelas que leía, y besarlo como si fuera una profesional, si embarg, mis movimientos fueron toscos y eso me hizo sentir muy incómoda, más, cuando Dedal se rió encima de mis labios, aplastados en los suyos–. Eres una persona muy rara Hermione... –antes de que yo pudiera preguntarle por qué lo decía, él abrió su boca devorando la mía, tan fuerte y real como la había hecho al salir del ascensor la primera vez que me llevó a su edificio. Pero está vez estaba siendo muy diferente porque Dedal no se detenía, a no ser para besar mi boca y chupar mi lengua, mientras sus manos eran diestras en mis senos hambrientos de él.

– Sé lo que quieres... – me dijo, serparandose para descubrir mis pechos desnudos debajo de la blusa de terciopelo vinotinto que llevaba puesta.

Siseo con una emoción compartida y, finalmente, me dio lo que tanto yo había deseado durante todo este mes.

3-.

Desperté sola en la cama a la mañana siguiente y pensé enseguida que Dedal se había ido sin mi pago. Pero el oído me dio señales de que estaba en la ducha y eso me tranquilizó, estando conciente ahora de mi desnudez. Haber tenido sexo con Dedal fue... Demasiado insoportable para mi cuerpo sensible que exigía tenerlo de nuevo recorriendome entera, encontrando otra necesidad de igual de demandante que el chupara mis senos: tenerlo moviéndose rítmicamente dentro de mí, sintiendo finalmente la sensación tan abrumante de placer narrada en los libros.

Salí de mi ensoñación cuando Dedal salió del baño. Lo había hecho completamente desnudo, su pene erecto me observó y yo cerré las piernas debajo de las sábanas mientras mordía mis labios. Él caminó hacia mí en respuesta y me descubrió, devorando mi desnudez, mientras se subía a la cama para entrar de nuevo en mi sin ninguna disficultad por lo preparada que ya estaba. Sin embargo no se movió y dejó caer su cuerpo encima de mi, su frente rozando la mía, sus labios cepillando mis labios y..., la burbuja se rompió con algo que él jamás debió dejar salír de su boca.

–Sé mi novia...

Mi reacción fue inminente. No sé de dónde saqué tanta fuerza para moverlo fuera de mi, quizá el hecho de oírlo decir esto. Fue como una visión de terminar como mi madre porque me daba cuenta que él había estado adentro sin condón.

Me daba igual lo que pensara Dedal sobre mi comportamiento, pero yo solo quería vestirme e irme.

–Espera, Hermione ¿qué haces? – el trató en vano parar mi intento de colocarme mi pantalón.

Se la dio de astuto luego y su boca viajó a mi areola desnuda. Mi cerebro me traicionó con un fuerte gemido, pero no me dejé engañar.

–Dedal, déjalo, solo busca el dinero para irme. –eso lo detuvo, su cara se distorsionó en una mueca herida que ignoré de inmediato cundo dejó translucir su enojo, llevándome al día que hizo que me botaran del restaurante. Esto me hizo pensar que hacía lo correcto en cuidarme: los hombres eran demasiado volátiles y cambiaban de la noche a la mañana una vez conseguían lo que querían.

Al menos Dedal fue en busca del pago al entender por fin que lo que yo quería era irme y me lo dio, dejando que yo me pusiera mi blusa en el proceso para salir del hotel sin decirle nada más.

Solo cuando estuve en el taxi me di cuenta que no le había propuesto renovar el contrato. Pero pienso que fue mejor así para mí... y para él. Así saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Anastasia:

"Ya estoy disponible"

Fin