Búsqueda – Parte 1
¿Realmente pueden llamarme héroe por lo que hice…?
Pasos solitarios hacían eco por el casi infinito pasillo, no lo hallaba por ningún lado, fue al dormitorio de chicos sin importarle las reglas pero nadie dio razón de su paradero, ni siquiera sus vecinos que pensaban que ya dormía plácidamente como todos los días o incluso que leía un libro y por ello no producía ningún ruido. Ese no era el caso.
Pensamientos iban y venían que se consumían con la ansiedad, su corazón solo le respondía agitándose cada vez más.
Visitó el campo de entrenamiento, no estaba.
Salió recibiendo los últimos rayos del astro rey con la esperanza de encontrarlo afuera desafiando las reglas de la escuela o comprando algún regalo para alguna chica como solía hacer... No estaba.
Su mirada se desvío hacia el único lugar donde no había revisado a detalle pero era más que bien conocido por ella: el dormitorio de chicas.
- Donde estás? - susurra nerviosamente mirando las puertas cerradas a sus lados.
Sabía que estás horas no eran las adecuadas para que una estudiante salga de si habitación, pero ese era el menor de sus problemas, si la encontraban y la expulsaban luego le daba completamente igual, ahora lo que más le atemorizaba era no encontrarlo o... Encontrarlo pero no como ella desea...
- No, el jamás haría algo así - movió su cabeza ante los pensamientos negativos que comenzaban a asomarse con mucha fuerza.
No era para menos, no lo había visto en todo el día, pero no era cualquier día, era el famoso Festival escolar. Siempre pensó que cuando llegara aquella celebración la acosaría de muchas formas y estaría muy nerviosa por eso.
Ahora deseaba estar nerviosa por eso.
- Donde estás..? Donde estas...? - colocó su mano en el pecho en un intento inútil de tranquilizar su corazón.
Desde cuándo ella se preocupaba tanto por él? Desde cuándo ella notó que su actitud había cambiado de a poco luego de salvar a la región? Desde cuándo... esos cálidos sentimientos por él volvieron...?
Sus pasos se aceleraron, él debía aparecer en algún lado... Simplemente no podía desaparecer de la nada! Eso era imposible! Aquellos pasos desesperados de detuvieron frente a una escalera que daba al último piso: la azotea.
Inmediatamente como levantó su mirada lo notó, la puerta estaba abierta.
- Acaso...? -
Lentamente subió las escaleras, por alguna razón sintió sus pisadas muy pesadas, un extraño escalofrío hizo aparición en su espalda acompañado de un hormigueo en su estómago.
Sus hermosos ojos azules se abrieron como platos al notar una silueta más que conocida para ella sentado en la barandilla observando la brillante luna llena.
- L-Lack-two... -
- Hehe te estaba esperando Whi-two - Su voz entrecortada borró por completo la sonrisa que Que estaba formando en los labios de la entrenadora - Lamento haberte preocupado - susurra mientras admiraba la tenue luz lunar.
- Que haces aquí...? - pregunta esperando una de sus clásicas respuesta de casanova que siempre la ponían nerviosa, ahora más que nunca prefería estar nerviosa por ese motivo y no por los que su mente negativa le dictaba.
- Nada en realidad, solo te estuve esperando y veo que si viniste - su cabeza se voltea ligeramente para dedicarle una leve sonrisa.
Whi-two lo supo en el momento que lo vio, no era su sonrisa habitual... ni siquiera podía fingir bien una sonrisa que la convenciera, pero antes de que pudiera decirle algo Lack-two continuó.
- Te preguntarás porque estoy aquí, la verdad es que no esperaba al 100% que me encontrarás - suelta un ligero suspiro - Pero lo hiciste... Realmente me haces las cosas más difíciles Whi-two -
- Eh? A qué te refieres? - la entrenadora lo vio curiosa, a lo que su compañero solo se volteó sin regresarle la mirada.
- Whi-two, ya lo decidí... Voy a partir de aquí - se levanta haciendo equilibrio al filo de la barandilla - Ya no tienes que volver a preocuparte por mí... Nadie más se tendrá que volver a preocupar por mí... - susurró con tranquilidad.
- L-Lack... -
- Ya tome mi decisión, no hay nada que pued... -
Repentinamente Lack-two sintió como fue atrapado en un tembloroso y cálido abrazo siendo bajado de la barandilla.
- Sueltame... -
- No... -
- Sueltame Whi-two... -
- No... No lo haré -
- Sabes que no lo merezco... - Cada vez le era más difícil articular palabras, esa calidez jamás la había recibido de alguien, siempre quiso saber que se sentía un abrazo sincero pero este no era el momento, irrumpía en la decisión que había tomado semanas atrás
- Aún sigues culpandote...? Tú... Tú salvaste a la región... -
- ... -
- Lo que pasó era algo que no se pudo evitar... Ni siquiera el señor Black pudo hacer algo al respecto
Podía sentir como la fuerza para soltarse de su compañero se incrementaba con cada palabra que decía, lo cual provocó que lo abrazara más
- Sueltame Whi-two...! Sabes muy bien que fue mi culpa...! -
- No es cierto... -
- Fue mi culpa...! Por mi culpa no pude salvar a Kyurem! - Sus lágrimas se desbordaban sin control mientras luchaba por safarse - Sueltame! -
- No es cierto Lack-two! No es tu culpa..! -
- Por mi culpa Keldeo se sacrificó en vano... Yo... Le fallé... Le falle a él y a Kyurem... No merezco seguir aquí... -
- Ya basta! - Aquel grito lleno de desesperacion detuvo a Lack-two en seco, pudo sentir como caen gotas calidad sobre su espalda... Lágrimas... Lágrimas de la chica que una vez investigó para su misión pero que ahora amaba
- ...
Sus fuerzas se reducieron por completo al escuchar los hirientes sollozos de Whi-two, el ya la había lastimado demasiado... Ella no merecía pasar por más dolor.
