El viaje
—¿Y si pedimos un aventón?
—Cállate yo sé cómo arreglarlo—Grito el rubio en medio de la carretera.
Uraraka había planeado un viaje por carretera para llegar a la playa, Bakugo había aceptado a pesar de que le disgustaba la idea de hacer un viaje tan largo para solo estar dos días ahí. Pero Uraraka lo convenció diciéndole que visitar las pequeñas ciudades era lo divertido de un viaje por carretera.
Todo estaba listo, la reservación del hotel y de las posadas, la ruta que tenían que seguir, el dinero que iban a llevar, el día que iban a salir, las maletas empacadas en la motocicleta, todo listo, pero no contaron con dos cosas, los ladrones, y que la motocicleta se quedara varada a medio camino.
Era el segundo día de viaje, y paseaban por el pequeño pueblo, tomándose fotografías y comiendo en pequeños lugares, Uraraka estaba más que emocionada, y Bakugo le gustaba verla feliz. Pero cuando llegaron a la pensión, se dieron cuenta de que la motocicleta de Bakugo ya no estaba.
Buscaron por todo el pueblo como héroes, solamente portando su licencia, la policía también les ayudo, pero no la encontraron en todo el día, y no se podían mover de ahí hasta que la encontraran, así que tuvieron que quedarse un día más. Cuando al fin la encontraron era el día siguiente pasadas de las 4 de tarde. Bakugo estaba furioso, pero aun así emprendieron camino a las 6 de la tarde. Tendrían que hacer otra parada en un pueblo cercano para no viajar de noche.
Y así lo hicieron, perdieron un día más de camino. Ya iban en carretera, pensando en que no se detendrían hasta llegar al siguiente destino del itinerario, cuando la motocicleta se detuvo por completo. No sabían que ocurría, ni por qué, pero ahí estaban, los dos con una motocicleta descompuesta, a la mitad de la nada, con poco tránsito, en medio del sol.
Uraraka cada vez que pasaba un vehículo le sugería que le pidieran ayuda, pero Bakugo a esas alturas estaba tan molesto que no quería saber de nadie ni escuchar de nadie. Había sido una pésima idea ese viaje.
Hasta que alguien los vio, un señor de más de 50 años con un camión de verduras que se dirigía al siguiente pueblo.
—¿Todo bien chicos? —Pregunto aquel hombre.
—Si viejo—Grito Bakugo mientras seguía intentando arreglar su motocicleta.
—No señor, se nos descompuso la moto hace cuatro horas, y no hemos encontrado la falla—Uraraka dijo.
—Si quieren los remolco al pueblo, ahí hay un muy buen mecánico, me ha ayudado con Sally en más de una ocasión.
—¿Sally? —Pregunto Bakugo algo molesto.
—Sí, mi camión de verduras—aquel hombre dijo orgulloso.
Aquel hombre se bajó del camión, y bajo unas cuerdas, para ayudar a Bakugo, pero el chico no quería.
—Vamos, si no llegamos al pueblo nos quedaremos en medio de la nada—Uraraka dijo.
—Pues nos quedamos aquí y punto.
—Katsuki no trajimos tienda de campaña, y parece que...—El cielo comenzó a ponerse gris.
—Anda chico engánchala yo los llevo sin cobrar—Aquel hombre de aspecto canoso les dijo.
Bakugo frunció el ceño pero obedeció de mala gana. Se subió en medio del camión dejando a Uraraka en la ventana. Pero fue el viaje más largo y agotador de toda su vida. Aquel hombre hablaba sobre como él había empezado a trabajar y como había conocido a su esposa, también hablaba sobre la aburrida historia de cómo a su suegra le habían extraído una muela hacia poco, fue demasiado tedioso para Bakugo aquella charla que casi se queda dormido.
—Bien chicos llegamos al taller de Kikai Teki—El señor se bajó al igual que los dos chicos—Teki ¿Estas ocupado?
—Claro que no Yasai, que ocurre, ¿Sally de nuevo?
Los dos hombres se pusieron a conversar de trivialidades hasta que el señor Yasai dijo que el par de chicos que llevaba tenían un problema con el motor. El hombre dijo que no se preocupara que él lo solucionaría. Aquel hombre reviso la motocicleta con cuidado, hasta que encontró el problema.
—Señor, ya lo resolví, el problema es que esta batería no es la de la motocicleta—Bakugo se sorprendió por lo que estaba diciendo el mecánico.
—¿Disculpa? La motocicleta tiene un año de uso, es la compre en la agencia—Bakugo estaba desesperado y gritando.
—Lo se señor, y lo sé por qué la batería pareciera tener más de 10 años, por eso se detuvo de repente.
Bakugo salió fuera del taller y grito, amenazando a los tipos que se la habían robado, El mecánico le dijo a Uraraka que tendría que comprar otra batería nueva, pero que él les podría vender una usada que les permitiera llegar a una ciudad grande, ya que ese pequeño pueblo no tenían una tienda de baterías, el cuándo salía del pueblo hacia los pedidos en otra ciudad.
Uraraka entendió la gravedad del asunto, así que le dijo al señor que estaba bien, que hiciera lo que pudiera. Uraraka salió bastante triste de ahí, viendo como su novio hacia un berrinche por su motocicleta. Si tenía razón había sido la peor idea del mundo hacer un viaje de ese tipo.
Bakugo realmente no vio a la chica, aun así le dijo que fueran a buscar algo de comer, la chica lo siguió dos pasos atrás, mientras él iba maldiciendo a los tipos que le habían robado la motocicleta y que aparte le habían robado la batería. Entraron a un pequeño lugar de comidas, Uraraka se sentó frente a él con la cara más triste que tenía.
—¿Y ahora que tienes? —Dijo Bakugo aún molesto.
—Nada—Con un tono triste respondió Uraraka.
—No me digas que nada, dime qué demonios tienes—Su plática fue interrumpida por la camarera que pedía la orden.
—No tengo hambre—Dijo Uraraka triste
—Oh no, no vas a estar sin comer, no voy a cargar contigo si te enfermas, estas horribles vacaciones no se arruinarán más porque te desmayes y no quieras comer—Uraraka se levantó de la mesa y salió del restaurante
—Traiga un sándwich de pollo para ella—Bakugo dijo antes de salir con la castaña.
—¿Me vas a decir qué demonios te ocurre? —Bakugo pregunto bastante enojado.
—Tenías razón, no debimos hacer este viaje—Uraraka dijo mientras lloraba—Todo salió mal, nos robaron la moto, no retrasamos varios días, y nos quedamos en medio del caminó—Uraraka se cubría el rostro con el dorso de la mano—Discúlpame Katsuki, tuve la culpa.
—Espero, espera, si nos retrasamos, fue un viaje horrible, pero no tienes la culpa de nada. Fueron cosas que pasaron y ya—Ahora Bakugo se sentía culpable por qué su novia estaba llorando, así que se acercó y la abrazó—No llores, ahorita ese tipo arreglará la moto y nos podremos ir sin ningún problema.
Uraraka se sintió un poco mejor después de eso.
—Además que irás a contarle a tus padres cuando volvamos, ¿Que nadaste con unos aburridos peces, o que nos pasaron mil y un cosas y el viaje se alargó? —Bakugo la soltó y la tomo del rostro—Anda no llores, fui un tonto en ponerme así de furioso, perdóname—Le planto un tierno beso y después con las dos manos le apretó las mejillas—Anda vamos a comer, te pedí un sándwich de pollo, vamos a ver si esta rico.
Uraraka asintió y lo abrazo. El resto del viaje les fue un poco mejor, arreglaron el desperfecto de la moto y pudieron viajar más cómodamente. Al final el viaje no estuvo horrible, porque fue su primer viaje juntos y mil historias que contar.
Esta historia también pertenece a una week, creo que las primeras 3 pertenecen a la misma week...mmm no estoy segura, tengo demasiados fics que ya no estoy segura de cual pertenece a que. Espero les guste.
