Parecía que sería un día normal, típico en mi vida e igual a cualquier otro. En aquella mañana el sol entró por mi ventana y me sacó de mis sueños como siempre lo hace. Nada parecía que iba a cambiar, o al menos... Eso pensé...
- ¿Uhh? Oye... ¿Estás bien, You? - me pregunta Riko; mi mejor amiga, que estaba sentada a mi lado -.
- ¿Qué? Ah, si... Claro *risita* ¿Por qué lo preguntas?
- Es solo que noté que estabas un poco más distraída de lo usual...
- Ah, solo estaba pensando sobre algo - le respondo mientras seguía viendo el patio del instituto a través de la ventana del salón -.
- Ya veo, por cierto ¿Qué es lo que estás mirando?
- Oh, no es nada jaja... Solo estaba viendo a Kanan y Mari que están allí sentadas en el patio... Tan cariñosas como siempre
- Así que era eso... *Risita* Esas dos en verdad nunca cambian
- Jaja ¿Verdad? *Suspiro* - luego de un par de segundos, una pregunta llegó a mi mente -. Oye, Riko...
- ¿Hmm? ¿Qué sucede?
- Nunca te has puesto a pensar... Que quizás el destino no quiere que te enamores...
- El... ¿Destino?, ¿A qué te refieres?
- No lo se, es solo como... Si la vida te jugara una gran broma ¿Sabes? Mostrándote como todos los que te rodean encuentra su alma gemela mientras tú... Solo sigues... Sola...
- Yo- You...
- *suspiro* Tal vez solo estoy dejándome llevar por mis pensamientos otra vez... - le digo mientras me levanto de mi silla -. Las clases ya terminaron hace unos minutos, será mejor que me vaya... Nos vemos mañana Riko
- Cl- Claro... Nos vemos mañana...
Al salir del colegio me dirigí a la playa para descansar un momento, por lo que simplemente me senté en la arena y me quedé viendo el mar, hipnotizada.
- El mar es hermoso, en verdad amo verlo todos los días - digo para mí misma mientras juego con mis dedos -. Pero... ¿Qué pasaría si el mar se enamorara de la arena? Nunca podrían estar completamente juntos ¿Verdad? Por más que uno quisiera tanto al otro la vida no les dejaría estar juntos como uno solo... Podrían estar siempre cerca... Pero jamás unidos... *Suspiro* En realidad debo dejar de tener estos pensamientos deprimentes...
Entonces, algo triste de repente me acosté en la cálida arena mientras observaba con melancolía el cielo... Hasta que algo me sacó de aquellos pensamientos.
- Siempre, desde niña he sentido como si algo... O alguien faltara en mi vida... ¿Me pregunto qué será? ... ¿Eh? - digo mientras veo como algo cae sobre mi rostro -. U... ¿Una pluma? Se le habrá caído a algún ave mientras volaba... En verdad es hermosa... Verla me da muchas ideas para trajes que podría hacer para Aqours *risita*
En mis manos sostenía una pluma bastante grande; casi del tamaño de mi mano. Era realmente suave y tenía un color blanco con un ligero brillo naranja. En mi vida nunca había visto una pluma cómo esta.
- Me la llevaré jeje, más tarde haré algunos diseños... Bueno, será mejor que ya vaya a casa... - digo mientras me levanto -.
- ¡Oye! ¿¡Qué crees que haces llevándote cosas que no son tuyas!? - me dice una voz desconocida desde mi espalda -.
- ¿Eh? Discúlpeme... No sabía que esto era... Su... Suyo... - digo tartamudeando al darme la vuelta y ver a una chica parada frente a mi -.
Justo frente a mis ojos se hallaba una hermosa chica que aparentaba tener mi edad, tenía el cabello corto color naranja y los ojos de un color rosado oscuro e intenso, su ropa era un vestido blanco que ondeaba con el pasar de la brisa marina.
- *suspiro* Te perdonaré esta vez... Pero en verdad tomar cosas de otros no está bien, además... Las plumas de un ángel tardan mucho tiempo en crecer ¿Sabías? Por ello es más fácil intentar colocarlas de nuevo en su lugar, aunque no es tan sencillo como suena jeje... - dice aquella muchacha mientras me sonreía sin parar -.
- A... ¿Ángel dices? - le pregunto desconcertada ante lo que me acababa de decir -.
- Si, ángel... ¿O es que aquí lo conocen con otro nombre?... Ya sabes, son similares a ustedes pero con alas... *risita* Es la forma más fácil de explicarlo
- Y dices que tú ¿Eres un ángel? *Nunca imaginé que habría alguien parecida a Yoshiko*
- ¿No me crees? Vamos pero si es la verdad - dice aquella muchacha mientras hacía pucheros -. *Suspiro* ¿Y ahora me crees?
De repente de la espalda de esa chica salieron dos grandes alas, blancas al igual que las nubes y con un hermoso brillo naranja que se reflejaba con la luz del sol; tal cual la pluma que sostenía en mi mano... En verdad, ¿Esta chica es un ángel?
- Jejeje supongo que ahora verás que te decía la verdad... Entonces si no te importa debemos hablar sobre... ¿Eh? Oye, estás un poco pálida... ¿Te encuentras bien?
- Un ángel... U- Uno de verdad - digo mientras sentía como las piernas se me empezaban a "dormir" -. Un ángel frente a mi... Quizás... Ya me volví loca - hablo casi en un suspiro para luego caer tendida en el piso -.
- ¡Oyeee! ¡Extraña! Diablos, debí haberle preguntado primero su nombre... Que... ¿Qué te pasa? - dice aquella muchacha mientras se arrodilla junto a mi -. ¿Estás bien?... Rayos ¿Qué hago ahora? ¿Debería darle respiración boca a boca?...
- *Vaya... Así que un ángel me va a besar... Que día más raro es este*
Y entonces a la vez que la veía sobre mi, cerré mis ojos y caí desmayada.
- *respiro* Q-¿Qué? ¿Mi cama? - digo con la voz algo apagada luego de despertarme -. Así que todo fue un sueño, aunque parecía tan real... Bueno, supongo que entonces iré a comer al-
- ¡Al fin despertaste!
- ¡Hyag!
Mis palabras habían sido calladas por un fuerte abrazo que me había atacado de repente.
- ¡En verdad tardaste mucho en despertarte! ¡Estaba asustada! No sabía que hacer pero por suerte recordé donde estaba tu casa, así que te traje aquí jeje
- E... E... ¿¡Eres tú!? No... ¿¡No fue un sueño!? - digo al notar que se trataba de aquella "ángel" de antes -.
- ¿Un sueño? Para nada jaja, soy completamente real *risita*
- Cre- Creo que voy a, desmayarme de nuevo...
- ¡No por favor! En verdad tenemos que hablar...
Después de unos cuantos minutos de estar sentada analizando todo, finalmente me tranquilicé y con ello empezó mi conversación con ella.
- Ok, ya estoy bien... Entonces empecemos desde el principio...
- Está bien~ - dice mientras se sentaba frente a mi -.
- Ok, tú eres un ángel... Pero ¿Tienes algún nombre?
- ¿Nombre? Pues lo cierto es que los ángeles no los tenemos, pero mi nombre cuando era humana es Chika jeje
- ¿Cuándo eras humana? Bueno me explicas eso luego. Entonces ¿Te puedo llamar Chika?
- Sip, y tu nombre era... Mmm... You ¿Verdad?
- ¿Eh? Si... You Watanabe, ¿Cómo lo sabías?
- Ah pues se muchas cosas de ti jeje, solo que hace un rato debido al impacto de ver cómo te desmayabas lo olvidé
- Oh, por eso dijiste que sabías donde estaba mi casa
- Exacto
- Ok, ahora viene lo siguiente... Que... ¿Qué eres exactamente? Porque dijiste que eras un ángel pero también que fuiste humana
- Oh pues lo que pasa es que, verás... Cuando alguien muere; dependiendo de si fue bueno o malo, se convierte en ángel
- Ya veo... *Tragar* S- se que puede no ser de mi incumbencia, pero... De... ¿De que moriste?
- ¿Eh? ¿De qué morí? - me pregunta pensativa -. Pues... Morí por amor - dice mientras me dirige una tierna sonrisa -.
- ¿Por amor?
- Lo se, es difícil de entender ¿No es así? Lo cierto es que yo también no lo comprendo bien... *Suspiro* Te voy a contar todo... - habla mientras se acomodaba en su silla -. Cuando yo morí fui al cielo; de hecho no era como lo imaginaba, con una puerta dorada y un piso de nubes... Sino que era más bien como un largo sendero rodeado de flores. No sentía miedo o incertidumbre, sino que estaba muy tranquila. Luego de caminar por un tiempo llegue a la zona de juicio, en donde se dice si fuiste una buena o mala persona... Luego de estar allí; y en caso de que seas apta, podrás estar eternamente en ese lugar...
- Entiendo, pero entonces ¿Por qué no estás allí?
- *respiro* Cuando llegas a la zona del juicio dices tu nombre y allí te calificarán como buena o mala persona y te dicen cómo fue tu muerte, pues en ese instante tu lo olvidas todo. Se supone que luego de eso termina el juicio, pero... Conmigo fue distinto... *Suspiro* Mira, cuando yo llegue y dije mi nombre se me dijo que era una buena persona, por ende podría entrar al cielo... Pero entonces se me aclaro algo...
*Flashback*
- Di tu nombre pequeña...
- Chi... Chika Takami...
- Chika, luego de ver todo lo que has hecho en tu aún corta vida puedo notar que eres una buena persona... Por ello eres digna de entrar al cielo
- ¿En verdad? Que... ¡Que bien! *risita*
- Pero hay un problema, tú aún no deberías haber muerto
- ¿A qué se refiere?
- Tú moriste por amor...
- ¿Por amor?
- Interferiste con la muerte de otra persona y lo salvaste dando la tuya en su lugar... Alteraste el orden de las cosas y por ello no eres digna de entrar al cielo... El juicio dicta que sufrirás tres castigos...
*Fin del Flashback*
- Y así ocurrió. Debido a que evite la muerte de aquella persona se me dieron tres castigos eternos... No poder entrar al cielo nunca, jamás poder saber cómo fue mi muerte y debido a que salve a aquella persona por amor, estoy condenada eternamente a unir a las almas gemelas pero nunca poder encontrar el amor para mi...
- E- Eso suena muy mal - le digo mientras sigo asimilando todo -. Lo siento mucho...
- Tranquila, al inicio me dolió bastante... Pero luego de este tiempo aprendí a aceptarlo... Sería algo así, como siete años humanos
- Así que moriste hace siete años... En verdad es mucho para asimilar... Pero bueno ¿Qué tiene que ver todo conmigo?
- Te dije que uno de mis castigos, es hallar el alma gemela de alguien y unirlos para siempre... Por ello la siguiente chica en mi lista eterna eras tú, You
- ¿Yo?
- Si, usualmente uno a las parejas atrayéndolas mediante coincidencias, pero contigo tuve un pequeño problema
- Un problema... *Suspiro* No se porque siento que esto no me va a gustar...
- Lo que pasa es que olvidé el nombre de tu alma gemela... Y por ello no puedo irme hasta encontrarla... Lo único que recuerdo es que era alguien muy cercana a ti y por ello tendré que quedarme a tu lado hasta que las pueda unir... Solo allí, su nombre aparecerá en mi lista, las uniré y finalmente me iré
- Entiendo... No hay problema ¿Pero cómo lo harás?
- Solo te seguiré a todas partes *risita*. Tranquila, ocultaré mis alas para que nadie se de cuenta de que soy un ángel
- ¿¡Quieres decir que no solo te puedo ver yo!?
- No, para nada... *risita* ¿De dónde has sacado esa idea? Todos pueden verme...
- *suspiro* Esto será complicado... En fin, supongo que no tengo opción
Y así es como comenzó está nueva etapa de mi vida; junto a una ángel que llego de repente, mientras buscamos juntas a mi alma gemela.
