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Grabación 9 - La historia de una fatídica Navidad

Grabación - Hopps 1-I

La Navidad es mi época favorita del año. Luces por todas partes, decorar el pino, galletas, villancicos... En la familia Hopp siempre nos tomamos la Navidad muy en serio. Después de la gran y deliciosa cena, que preparábamos todos juntos, nos reuníamos por camadas y montábamos un espectáculo... no es por presumir, pero mi obra navideña del 95, el robo de la zanahoria navideña, nunca ha sido superada.

Este año por primera vez no estaré en casa... mis padres están un poco... dramáticos al respecto, pero lo sobrellevan. Al no haber cumplido mi primer año en la fuerza, todavía no puedo pedir vacaciones... y cuando intenté pedir un día libre, el jefe Bogo me recordó amablemente que me tomé tres meses libres en primavera... así que ni buena noticia es que me dejará ir con él a visitar la Academia. Será una agradable sorpresa para Nick, no sospecha nada.

Pausa a la Grabación - Hopps 1-I

...

- Así que la pequeña Toot Toot irá a la Academia... ¡Excelente y útil! - El zorro fennec cerró con cuidado la puerta que comunicaba los dos departamentos. Se sentó en el sofá con su brandy en la mano, esperando la llamada que llegó puntualmente a las ocho de la tarde.

- tres, dos... - Y enseguida sonó su teléfono. - Finnick.

- ¡Hola amigo Finn! ¿Cómo va todo por ahí?

- Si por "todo" te refieres a tu "rabo de algodón"...

- Sabes que no solo llamé por ella.

- ¿Así que "ella" es la razón? - El fennec sonrió con picardía, al oír el nerviosismo en la voz de su amigo.

- Ya sabes a qué me refiero... ¡Cosas en general! ¿Cómo te va por ahí?

- Todo bien, tu jefe "gran búfalo gruñón", la ha estado haciendo trabajar hasta tarde, pero todo bien.

- Ya veo... ¿Y su compañera de cuarto?

- Bastante tranquila y desapercibida. Se nota que es otra chica de campo.

- Bueno, ya que todo parece estar bien… Oh Nick, no todo está bien...

- ¿Qué pasa ahora?

- Tu viejo amigo necesita algo de dinero...

- Finnick, ya te envié mi contribución para este mes, ¡ya sabes que los nueve meses en la academia no se pagan!

- Ok, ok, como quieras... Y yo que pensaba que estarías de mejor humor desde que "ojos morados" está... ups…

- ¿Qué le pasa?

- Oh no, nada, mejor te dejo descansar.

- ¡Toma 200 ya sabes dónde! Ahora dime.

- ¡Que sean 250!

- ¡Finn!

- Bueno, si quieres que sean 300...

- Ok, tú ganas, 250, ¿ahora qué ibas a decir? ¡No me digas que está en una misión peligrosa!

- Oh no, tómalo con calma Nicky, nada de eso. Solo una tontería en realidad, solo que ella va a verte por Navidad, tu amargado jefe toro la llevará.

- ¿De verdad? - Se notó un ligero cambio en el tono del zorro rojo. - ¡Qué bien! ¡Esto empezaba a ser aburrido! Qué raro que no me dijera nada.

- Oh, ya sabes como son las hembras, seguro que era una sorpresa o algo así.

- Bueno, ahora que lo sé... tal vez debería contrarrestar la sorpresa. - Una sonrisa socarrona se dibujó en el rostro del cadete.- ¡Gracias Finn, nos vemos!

- ¡Qué linda Zanahorias! Tratando de sorprenderme... dejemos que piense que lo está haciendo…

De vuelta a la no oficialmente llamada Pentwin- Hopps, Judy terminó felizmente su video y preparó sus cosas para irse al turno de noche.

- ¡Hola Jude! No me había dado cuenta de que habías llegado.

- Sí, hace unas dos horas, es que cuando te pones a dibujar, te pierdes del exterior. - Sonrió a la oveja.

- La verdad es que sí. - Dijo un poco avergonzada. - Judy, ¿has pensado alguna vez en casarte?

- Lo siento Lana, no eres mi tipo. - La oveja se burló.

- Qué graciosa. El caso es que estoy diseñando un vestido de novia y estoy...

- Quieres usarme como maniquí, ¿eh?

- ¡Oh, vamos!

- Bien, ¡lo haré! Pero... tú te encargarás de los platos el mes que viene.

- Trato hecho. ¡Gracias, gracias! Sé que has estado muy ocupada últimamente.

- Sí, arreglaré para visitar a Nick pasado mañana.

- Ah, ¿así que por eso has estado haciendo tanto ejercicio extra?

- No. Bueno, en parte sí, es que me pidieron que hiciera una demostración en la gran pista de pruebas y...

- La oficial Hopps tenía que demostrar que sigue siendo la mejor... ¡Oh Judes, nunca cambias!

- Je, supongo que no...

- Oye... pero no olvides que mañana tienes que hablar con mi madre...

- Sí, no sé cómo te encontró, pero no te preocupes, la convenceré de que Zootopia es una ciudad segura y además, ¡de que estoy cuidando de ti!

- ¡Gracias Judy! ¡Seguiré trabajando en mi diseño!

- Adelante, me voy a trabajar, ¡hasta mañana!

Judy cruzó la puerta, puso el candado y dio un pequeño salto al fijarse en el pequeño amigo de su futuro compañero.

- Eh Finnick, ¡casi me provocas un infarto!

- Lo siento Whoopsie Hoppsie, no era mi intención. ¿Vas a salir tan tarde?

- Todavía no le has pasado tu informe diario a Nick, ¿eh? - Ella le sonrió astutamente, empezó a caminar hacia el ascensor mientras se abrochaba la chaqueta.

- Oh, no, está a punto de llamar, ¿quieres que le diga que lo verás, hoy o mañana por la mañana?

- Pero, ¡cómo te enteraste! - Judy se quedó estupefacta y congelada frente al ascensor abierto. - No se lo había dicho a nadie.

- Tengo mis maneras...

- ¿Qué quieres?

- Doscientos billetes.

- ¡Eso es chantajear a una oficial!

- Yo lo llamo una transacción conveniente. Mis facturas.

- ¡Agh! ¿No se supone que ahora tienes un trabajo honrado? - Buscó su cartera en el bolso.

- Oh, porque crees que necesito el dinero.

- Que sea la última vez... ¡Oh no! ¡Nick me está llamando! ¡Nos vemos luego!

La conejita entró en el ascensor, dejando al fennec atrás y muy sorprendido.

- ¡Te olvidaste del dinero! - Suspiró molesto. - No es tan ingenua como pensaba.

Una vez dentro del ascensor, la coneja respondió lo más despreocupadamente que pudo.

- ¿Qué pasa, Nick? ¿No deberías estar durmiendo ya?

- Estaba a punto de decir lo mismo. ¿Qué haces en...?

- Es el ascensor, de hecho, casi no hay señal y...

- ¡No te atrevas a colgarme Hopps! Especialmente no con ese truco barato.

- Bueno, ¿qué quieres? - Dijo rendida.

- Nada, solo quiero saludar.

- Te lo dijo, ¿no?

- ¿Decirme qué? No lo entiendo. - El zorro exageró la voz.

- ¡Dulce queso y galletas! ¿No podías fingir, verdad?...

- Oh no, claro que no... ¡Te atrapé!

- Bueno, bueno... La idea es llegar en dos días, Sr. Arruinar Sorpresas de Navidad. ¡Recuérdame que me mude más tarde!

- Cálmate Zanahorias, estás rodeada de profesionales, ¡nada se le escapa a un zorro sabio! ¡Y Menos a dos!

- Sí, da igual, olvida tu regalo, tengo que irme.

Sin dar tiempo a que su amigo se regodeara en su triunfo, colgó y guardó el celular, dispuesta a empezar su turno. Como habían prometido, Lobato y Colmillán la esperaban en el coche patrulla.

- Hola Tim, otra vez de vuelta, ¿eh? - Judy le sonrió mientras subía a su asiento.

- ¡Eso es Hopps! ¿Lista para romperte una pata?

- ¡Cállate Lobato! ¡No le des ideas a la chica!

- Shh Colmillán, solo estoy bromeando, ¡todo irá bien!

- ¡Estás avisado! - La tigresa lo miró con fastidio.

- En serio Thai, cásate ya, ¡es la única forma de mejorar tu carácter!

- ¿Por qué no la ayudas entonces Lobato? - Judy los molestó, reprimiendo una carcajada, los dos oficiales de adelante se molestaron completamente y el lobo casi choca con el auto de adelante.

- Hopps, cierra tu boquita. - Dijo Thai.

Grabación - Hopps 2-I

Mi madre solía decir, si el depredador se enoja, mas vale que corras. ¿Y quién soy yo para desobedecer a mi sabia madre?

¡Qué contenta estoy! En unas horas podré ir a la academia, ¡solo este turno y todo será genial! Nick morirá con su regalo.

Pausa a la Grabación - Hopps 2-I

Grabación - Wilde 1-H

Tengo que decir que estoy gratamente sorprendido, nunca imaginé que Zanahorias vendría a visitarme, que amable de su parte. Realmente no he celebrado la Navidad desde que tenía 12 años, pero no puedo romper su corazoncito de conejita, y además... empezaría a hacer preguntas que no debería contestar...

Pausa a la Grabación - Wilde 1-H

...

Grabación - Hopps 3-I

Y chicos... ¡Mamá tenía razón! Nunca se queden fuera de la cama después de medianoche... Suelen pasar cosas malas.

Judy giró la cámara, mostrando su cara llena de moretones y su brazo en cabestrillo.

Lo que más me molesta es que fue tan... ¡agh! ¡Ahora no podré ir a la academia! Bogo me ha dado dos semanas de baja médica... ¡Lo único bueno es que me envió a Las Madrigueras con la amenaza de que no quiere a ningún otro oficial de mi equipo en el hospital! Aprovechando la situación, quité a mis padres como contacto de emergencia y añadí a Lana... será menos drástico para ellos verme así... ¡Lo que también es cierto, es que Nick no puede enterarse de esto o se pondrá peor de paranoico y hará que Finnick me vigile peor! ¡Qué desastre!

Pausa a la Grabación - Hopps 3-I

El sol estaba a punto de aparecer en el cielo, cuando la oveja sintió que otra vez, se había quedado dormida en su escritorio sobre sus lápices de dibujo.

- ¡Así nunca acabaré a tiempo! - Gruñó molesta y se levantó para servirse una taza de té. Apenas disfrutaba del aroma cuando oyó abrirse la puerta. - ¡Judy! Cómo has...- Mirando a su amiga, Lana gritó aterrorizada.

- ¡Silencio! Finnick te oirá.

- ¡Qué demonios te pasó!

-Es... es una larga historia. Pero estoy bien.

- ¿Bien? ¿Con todos esos golpes y el brazo roto?

- En realidad, es solo un esguince.

- ¡Oh, santo queso de cabra!

- No te preocupes, estaré bien... en dos semanas de reposo absoluto.

- Si querías visitar a tus padres, hay formas menos suicidas de hacerlo.

- Créeme, lo aprendí.

De repente, el celular de Judy empezó a sonar, sobresaltando a las dos chicas.

- ¿Por qué no contestas?

- Lana... ¡Es tu madre! No puede verme así, vendría por ti en un segundo.

- No si le decimos que el otro tipo quedó peor.

- ¡Lana!

- De acuerdo... déjame pensar en algo, ¿Bien? Afortunadamente para nosotras, su vista ya no es lo que era y... espera... ¡Creo que sé cómo resolver esto!

- ¿Qué vas a hacer? - Judy vio cómo la oveja tecleaba algunas cosas rápidamente y le entregó el celular. - ¿Un filtro? ¿En serio?

- ¿Tienes una idea mejor? No te muevas mucho.

- Pero... ¡Hola Sra. Borriguez! ¿Cómo se encuentra? - La voz de la conejita delataba su nerviosismo.

- ¡Oh, Judith! Es un placer volver a verte. ¡Estás preciosa!

- Gracias... no tiene idea... Solo quería tranquilizarla con lo de Lana...

- ¡Oh! ¡Esa callejera! Una disculpa enorme, no quise meterte en tantos problemas, ir a quitarte tu apartamento, ¡interrumpir tu importante trabajo!

- No se preocupe, la verdad es que me sentía sola tan lejos... ¡Es estupendo tener compañía por fin! Y sobre su seguridad, no se preocupe, siendo oficial, ¡siempre cuidaré de ella! ¡Palabra de Hopps!

- Lo sé, sé que puedo confiar en ti, gracias.

- No hay de qué. Hasta pronto.

Judy colgó la llamada y ambas suspiraron aliviadas.

- No puedo creer que tu tonto plan funcionó.

- ¡Estamos de suerte, Judy! Problema resuelto.

- Habla por ti... No puedo usar un filtro para ir a la Academia.

- ¿Qué te preocupa tanto? No lo sabía y...

- El vecino le dijo... Ahora espera que lo vea mañana. No quiero decepcionarlo ni preocuparlo... Rompí una promesa que le hice cuando se fue.

- ¿Y cuál fue?

- Que no volvería a poner una pata en el hospital, a no ser que fuera a conocer a un sobrino.

- ¡Oh, bueno, sí que le fallaste!

- No estás ayudando...

- Mira, lo único que se me ocurre es que vuelvas a usar el filtro, o mejor aún, que le llames por voz y le digas que tu jefe canceló tu viaje por un caso importante y le pidas disculpas, pero le prometas que le enviarás su regalo.

- Odio tener que mentirle, sobre todo porque hace poco tuvimos una discusión... pero supongo que no tengo otra opción.

- ¿Estás segura de que no es tu novio?

- ¡Fuera de aquí!

- Está bien, está bien, le daré espacio a la pareja. - La oveja salió corriendo antes de que un cojín la golpeara.

- Bueno... terminemos con esto.

- Hoy estás de muy buen humor, Wilde. - Su amigo se sentó a su lado en el comedor. Ambos estaban hambrientos después de una dura mañana de entrenamiento.

- Oh, es solo porque batí mi récord de tiro, y vencí el récord de alguien. - Se rió para sus adentros.

- ¿Y viene alguien a verte estos días?

- Vienen mis futuros jefes. - Sonrió un poco.

- ¡Qué suerte! Mis padres no querían venir a verme, me dijeron que ya era hora de que me fuera de casa.

- ¡Mala suerte Esponjoso! No todo el mundo es tan querido como yo... - De repente el timbre de su celular interrumpió la conversación. - Oh, espera, futura jefa al habla. - Tomó el teléfono y contestó - Oficina del futuro oficial Wilde, ¿en qué puedo ayudarle?

- Ja,ja. Muy gracioso... ¿Estás almorzando?

-Sí, ¿por qué? -¡No me digas que me extrañas tanto que ya saliste, eh!

- ¿Así le hablas al Jefe Bogo?

- ¡Silencio Esponjoso!

- Oh tu compañero, ¿no?

- Sí, le gusta bromear, pero bueno, decías.

- Si la cosa es que... Te llamaba para decirte que mañana no podré visitarte. Lo siento.

- ¿Qué dices? - La voz de Nick delataba su decepción.

- Lo siento, es que me han asignado un caso en… Las Madrigueras.

- La comisaría 1 no tiene jurisdicción allí.

- Oh, eh, lo sé, es una especie de préstamo, les ayudaré porque conozco el lugar. Siento decepcionarte.

- ¿Segura que todo va bien?

- ¡Claro! Me tengo que ir, te llamo esta noche, ¡adiós!

La coneja colgó tan rápido que Nick no pudo decir nada.

- ¡Algo apesta aquí!

- Creo que es la ensalada de col.- Dijo el búfalo, mirando los platos.

- Esta coneja está escondiendo cosas... Será mejor que me ocupe de esto.

Lejos de allí, un pequeño zorro fennec estaba sentado en la nueva heladería más famosa de Sabana Central, observando satisfecho cómo la caja registradora se llenaba de dinero.

- Oh, no, ¡otra vez Wilde! - Tomó el teléfono y contestó. - ¿Qué?

- Iré al grano. ¿Qué le pasa a Judy?

- ¿Hopps? No tengo ni idea. Estoy en mi trabajo oficial y legal que me diste.

- Necesito que vayas a verla y te asegures de que todo está bien... Ella está ocultando algo y me temo que es malo.

- ¡Porque no tengo nada mejor que hacer!

- Recuerda mi futuro acceso a los registros policiales.

- ¡Bien, bien! ¡Maldita sea, tu coneja es una verdadera problemática!

- ¡Adiós! - Nick suspiró molesto. - Nadie intenta engañar a Nick Wilde.

Grabación - Wilde 3-H

¡Esa coneja es una mentirosa! ¡Y una de las peores, porque miente fatal! ¡Si no quería venir, solo tenía que decirlo!

Pausa a la Grabación - Wilde 3-H

...

- Nick, ¿tienes el manual de?...

- No sé Edd, lo checo más tarde.

- ¡Vaya, vaya, qué cambio de humor! ¿Qué te pasa?

- Nada yo... Lo siento, mi amiga es que... nada.

- No va a venir y estás decepcionado, ¿eh?

- ¿Lo estoy? ¡Claro que no! - Se rió a carcajadas tratando de enfatizar el punto. - No me importa lo que ella tenga que hacer, ni siquiera celebro la Navidad.

- Pero este año parecía interesante hasta que te dejó plantado.

- Ella no me dejó plantado, simplemente... estaba ocupada en una misión, ya sabes, cosas de jefes.

- Te entiendo, mi padre y su trabajo son uno mismo, no tienes ni idea de lo mucho que se perdió por cumplir con todo el mundo... menos conmigo. Sé cómo te sientes, a mí me costó mucho tiempo entender que no era algo personal, con su trabajo solo intentaba protegerme, lo hacía por mí.

- Esponjoso, eres demasiado sabio para ser tan joven, lástima que yo no sea tan piadoso como tú.

- ¿Qué quieres decir con eso?

- ¿Maletas listas Jude? - La oveja se acercó a su apresurada amiga.

- Sí, todo empacado.

- Pareces bastante herida... ¿No crees que sería mejor esperar un par de días para el viaje?

- No, aquí es peligroso.

- ¡Bueno, lo es para quien te haya hecho esto!

- ¡Por eso no, por Finnick!

- ¿El zorrito de al lado?

- ¡Sí! ¡Me está espiando! ¡No debo dejar que me vea así o toda la ciudad sabrá lo que pasó! Tienes que cubrirme con él.

- ¿Y qué pasa cuando Nick quiera videollamarte?

- Las Madrigueras no tiene suficiente señal para video en estos días.

- Algo creíble... aunque si sigues siendo tan mala mentirosa como recuerdo...

- No me ayudes más, toma mi maleta y ayúdame...

Pero de repente el pequeño sonido de la puerta puso nerviosa a la conejita.

- Es él, ¡lo sabe todo!

- ¡Cálmate hembra! Diablos, ni siquiera Stu te ponía tan nerviosa. Yo abro, ve a tu cuarto.

- Sí, es una buena idea.

Judy se movió tan pronto como sus adoloridas piernas se lo permitieron, los golpes en la puerta comenzaron a intensificarse, empezando a molestar a la oveja.

- ¿Qué pasa? - Abrió enfadada.

- Ah, sí, ¡es Ricitos de carbón! ¡Qué alegría verte! - Dijo sarcásticamente el fénec, intentando empujarla hacia dentro, sin éxito.

- Sí, ¡es el gran vecino de al lado! ¿Qué necesitas? ¿Ayuda para sacar algo de la alacena?

- Busco a la coneja.

- Judy está en la ducha, preparándose para un viaje, pero puedo darle tu mensaje.

- Qué tierna, pero es súper personal.

- No creo que tanto como para meterte en la ducha.

El fénec intentó escabullirse, solo para ser rápidamente detenido por la chica.

- Puede que te sorprendas. - La miró fijamente.

- Mira, Judes tiene que irse de viaje de trabajo, es una misión urgente que le ha encargado su jefe y tiene muy, muy poco tiempo. Dile a tu amigo acosador que todo va bien y que ya lo llamará más tarde, ¿Bien?

- Como tú digas chica, y para que lo sepas, yo no trabajo para nadie.

- Sí, ¡lo que tú digas!

Sin dejar que el zorro dijera nada más, cerró la puerta de un portazo.

- ¡Qué tonto!. - Sonrió triunfante para sus adentros.

- ¡Ingenua! - Rió el fénec desde fuera, tecleando algo en el celular de la coneja y deslizándolo por debajo de la puerta del apartamento de las chicas, para volver a colarse en el suyo.

- ¿Ya se fue? - Judy se asomó despacio.

- Sí, ¡y qué insistente para ser tan bajito! ¡Y qué molesto! En fin, ¿lo tienes todo?

- Sí, todo... ¿Me acompañas a la estación?

- ¡Claro Judes! Pero por favor... que no te vea mamá.

- No te preocupes, estaré en mi granja. No estaré ahí para pasear. - Judy se acercó y le dio un abrazo a su amiga. - ¡Nos vemos en un par de semanas!

- Cuídate... de verdad... por favor.

- Sí, ya. Me iré antes de...

El teléfono de la coneja empezó a sonar, poniendo a ambas completamente nerviosas.

- ¿Quién es? ¡No me digas que es tu amigo cadete!

- No, es Ben, de la policía. - Suspiró aliviada y tomó la llamada. - Hola, Ben. ¿Qué tal?

- ¡Dios mío, Judy! Todavía no me acostumbro a verte así. Así que el rumor sobre cuando estabas de patrulla y luego...

- No hablemos de eso Ben, dime ¿qué necesitas?

- Oh sí, sólo quería corroborar la dirección de tu amigo Nick para los registros, ¿es suya o de su madre?

- ¿La de su madre? ¿Tiene una?

- Bueno el sistema lo relaciona con Lilian Wilde, solo quería saber si vivía con ella, hay dos direcciones diferentes, una aparece en sus registros y la otra en su ID.

- No te preocupes, corroboraré la información y te responderé.

- ¡Qué bueno! ¡Nos vemos, linda!

- Judy... No.

- ¿No? ¿No qué?

- ¡Tienes esa expresión!

- ¿Qué expresión?

- La de "Voy a encontrar a la madre de mi amigo para una emotiva reunión madre-hijo".

- Ella merece saber que su hijo está haciendo algo grande.

- Tú no lo sabes, no sabes cómo están las cosas entre ellos, no creo que sea lo mejor.

- Bueno, investigaré un poco antes de hacer nada. Tuve una gran pelea con él, lo último que quiero es arruinarlo de nuevo.

- Así que, ¡no arregles lo que ni siquiera sabes que está roto, eh! No todos tenemos una relación increíble con nuestros padres.

Más tarde ese mismo día, en cuanto llegó la hora de su llamada, Nick esperó a que marcara, y tan puntual como siempre ella lo hizo, solo que sin video por primera vez en meses.

- ¡Eh, Nick! ¡Qué tal otro día de entrenamiento!

- Todo bien, Zanahorias, sigo preparándome, tal y como te prometí - La última frase fue dicha con cierta acusación que ella trató de ignorar.

- Excelente... Acabo de llegar a casa, me quedaré con mis padres mientras trabajo aquí.

- Así que pasarás las fiestas allí después de todo, ¡coneja afortunada! Pero tengo que preguntar... ¿por qué no hay video esta vez?

- Oh sí, estamos teniendo algunos problemas con internet, nada grave, espero que se restablezca pronto.

- Ya veo... Eso espero, alguien que va a servir a los demás, que siempre ayuda y es honesta, merece al menos una buena red.

- Sí... mira, ya es tarde, mejor descansa y ¡a ver cómo está la señal! Hasta luego.

Sin dejarle despedirse, la coneja cortó rápidamente la llamada.

- ¡Coneja honesta mi cola! ¡A ver por qué no quieres hablar conmigo! - Empezó a marcar un número en cuanto pudo, pero se detuvo de repente. -Quizá lo pensó y no quiere a un zorro como compañero... oh se lleva bien con los actuales... o quizá algún cadete sea el elegido para la comisaría 1 o...- Sin darse cuenta, dio clic en el botón de videollamada y la coneja respondió al instante.

- Oh Lana te lo dije todo está... ¡Oh! - Gritó aterrorizada la coneja al ver al sorprendido zorro en la pantalla de su celular.

- ¡Qué demonios te pasó! - Gritó Nick horrorizado.

- Número equivocado. - Judy colgó mientras sentía que el corazón le latía terriblemente rápido. - Pero en la pantalla decía Lana... ¡Qué demonios pasó!

A kilómetros de distancia, un fénec contaba alegremente sus ganancias del día.

- Eso le pasa a la conejita por no pagarme lo que acordó.

Ésas sí que serían unas fiestas para recordar.

FIN


¿Navidad en marzo? Bueno sí porque, siempre es Navidad en nuestros corazones? Nah nos estamos aproximando al final de Nick en la Academia... y se les vienen demasiadas cosas...