Trabajar era difícil, algunas veces era por culpa de uno mismo por ser un trabajo que no era de gusto propio, otras veces era por compañeros idiotas y otras por un jefe que solo sabe explotar a sus propios empleados. En el momento que se cumple algo de eso solo tienes dos opciones, la primera era resignarse y seguir, la segunda era esperar un poco, planear una situación y realizar un movimiento inteligente.

"Este es mi movimiento inteligente" Estoy mirando el fruto de mi esfuerzo, una pequeña cafetería, pequeña pero elegante y definitivamente un refugio para alguien como yo.

Logré abrir mi pequeña cafetería con mis ahorros, fue un verdadero horror comenzar mi proyecto cuando no tienes ni la mínima idea de como hacer funcionar un negocio. El proceso se fue completando con el tiempo, ¿te puedes imaginar las cosas necesarias para una cafetería? un montón.

Ubicado en la ciudad de inazuma, detrás de un puesto de ropa tradicional del lugar.

¿Eh? ¿no sabes donde estamos? entonces déjame darte una pequeña bienvenida a Teyvat.

El mundo sellado en falsedades.

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Teyvat.

El mundo en donde había renacido luego de mi muerte en mi vida pasada. Solitario en mi niñez, paria en mi adolescencia y un desafortunado adulto lo suficientemente capaz para participar en una guerra.

No pude decir nada de lo que no habrás visto en alguna película, solo que vivido en carne propia, también entendí en ese momento que las películas no ponían el volumen de forma realista y ningún actor podría tener una verdadera mirada muerta.

No tenía idea de cómo había terminado en Teyvat, pero fue un verdadero paraíso para mí, era el lugar perfecto para comenzar de nuevo, sin ningún alma que me pueda recordar.

El mundo estaba dividido en distintos países, cada uno representando a uno de los elementos básicos del mundo. Mondstadt (Anemo), Liyue(Geo), Inazuma(Electro), Sumeru(Dendro), Fontain(Hydro), Natlan(Pyro) y Snezhnaya(Cryo).

Irónicamente cada uno de ellos tenían un parecido a culturas antiguas de países de la tierra.

En un mundo con tantas posibilidades, yo era un papel en blanco con infinitas posibilidades, con la capacidad de guiar a mi nación a un futuro distinto al actual con todos los conocimientos que tenía dentro de mi cabeza, tomé la peor decisión para muchos.

Nada.

No quería revolcarme en una miserable vida de dirección política y proceso estrictos impuestos por una dictadura dirigida por un tirano como la deidad del país, la arconte del elemento Electro.

Shogun Raiden.

Yo solo quería desesperadamente paz, tranquilidad y un lugar donde encontrar consuelo, no ser nuevamente un esclavo sin voz de una nacion.

Ya había desperdiciado una vida completa, no quería desperdiciar otra.

No quería privarme de mi libertad y entendiendo que en ningún lugar estaba seguro por criaturas de fantasía u organizaciones criminales, por lo que el único lugar seguro que podría tener era uno creado por mi mismo.

Mi propio paraíso.

Desesperado por mi vida pasada, forjé mi propio edén y todo comenzaba con esa pequeña cafetería.

"Ciertamente el lugar podría mejorar"

Pero no importa cuán cuidadoso sea, no importa cuan desapercibido pase.

Los problemas aún entran por mi puerta.

"Si comienzas a quejarte te patearé el trasero hasta tu templo"

Sinceramente creo que tengo una maldición con relación a los zorros, porque no hay otra forma de entender la presencia de la astuta miko, intentó de kyuubi, Electro frente a mi.

Mano derecha de la Shogun Raiden, suma sacerdotisa del gran santuario Narukami y jefa de una de las editoriales más conocidas.

La "Señorita" (obvia mentira) Yae Miko.

"Vamos, todavía no me has dado la carta para probar uno de los productos, necesito hacer una calificación del local para poder publicarla" Mis palabras no afectaron a la miko, siguió tranquilamente la conversación para mi disgusto "¿Quién sabe? mi publicidad podría traer unos cuantos clientes, es un ganar-ganar"

"Prefiero que los perros comiencen a venir a mi local a que tus zorros" Una gran sonrisa se alza en su rostro tras mis palabras, seguramente por la conexión de los "perros" con la resistencia a la tiranía de la arconte.

"¿Sabes lo que significan esas palabras?" La zorra apoyó su cabeza con uno de sus brazos y sonrió coquetamente

"¿Tu sabes?" no estaba para sus juegos mentales, puedes aprender mucho más de lo que esperas en una guerra ya que también es un conflicto intelectual "¿Por qué sigues molestando? largo, espantas a verdaderos clientes-"

PAH*

Observó una bolsa llena de morra golpear la barra de mármol que fue difícil de conseguir…pero fácilmente puede ser reemplazada con el dinero dentro.

¿Cuánto dinero podría conseguir esta zorra? ¿Es esto parte del tesoro de la Shogun?...

¿Malversación de impuestos?

"Casi puedo ver tus pensamientos, querido general, esto es solo un pequeño vistazo de mi billetera, ¿ahora puedo ver la carta?"

Maldita economía y su omnipotente poder.

Pasó la carta de productos en contra de mi voluntad, pero solo por el dinero, esta también es mi oportunidad de hacer sangrar a la zorra frente mio.

La pregunta paso de "¿Como puedo sacarla?" a "¿Cuanto puedo quitarle?"

"¿Oh? veo algunos platillos desconocidos aquí…¿Platillos extranjeros?" La curiosidad era lo único verdadero que dejaba ver la miko, era algo que todos podían entender por su procedencia "Quiero esto, también esto y esto también…mejor, dame toda la carta"

"...¿Alguien alguna vez te dijo que eres una molestia?" mi ojo comenzó a temblar del coraje, la carta de mi pequeño café era extensa y muy diversa, preparar todo podría tardar unas cuantas horas

"Fufufu, escucho eso más de lo que puedes imaginar desde que te conocí" su risa no ayudaba a mi coraje.

"Tsk, eres una jodida molestia" me resigno a mi destino y comienzo a preparar lo que necesitaba, definitivamente haré sangrar su cartera.

Pase lo que pase.

Era mejor comenzar por lo más sencillo, saqué los fideos, carne y tomates, un plato de espaguetis eran lo primero que preparé, era lo más rápido y luego comenzaré por los platillos más complicados mientras la miko estaba ocupada con la comida italiana.

"¿Por qué te decidiste con una pequeña cafetería? realmente no te queda el puesto, en mi sincera opinión" comenzó diciendo la zorra "Aunque tengo que decirlo, el uniforme si hace justicia a tus ojos"

"Estoy ocupado, mejor habla con la pared" no estaba feliz de que el primer elogio a mi aspecto en esta vida fuera de esta zorra.

"...mou~, es una curiosidad sincera" quisiera decirle que no ensucie la barra de mi cafetería con su cara, pero me concentro en cocinar. "Todavía recuerdo a ese loco niño desesperado. ¿hiciste todo ese entrenamiento solo para poner esta cafetería?"

Fue realmente desafortunado nuestro encuentro, pero para entenderlo era necesario comenzar con el inicio.

Mis progenitores no pudieron hacerse cargo de mí cuando nací, por lo que la responsabilidad cayó en mis abuelos. Mis memorias de mi vida pasada aparecieron unos pocos meses después de nacer, fui un niño extraño a ojos de los demás por ser tan tranquilo pero la mayoría también pensó que era una bendición para mis abuelos.

Mis abuelos ya tenían una edad demasiado avanzada cuando se hicieron cargo de un bebe, por lo que me mantuve con relativa tranquilidad…hasta que murieron cuando tenía un año y pocos meses.

Muerte por causas naturales, para mi alivio.

Mis padres no volvieron a aparecer desde que nací, algunos decían que intentaron salir de Inazuma pero perecieron por las tormentas alrededor del país isleyo.

No le di mucha importancia en realidad, ellos no tenían interés en mí y el sentimiento era mutuo.

Como nuevo huérfano en la aldea Konda, era mi oportunidad de iniciar a labrar mi futuro. Mi nuevo hogar fueron los bosques de Chinju y las montañas de Yougou, mi propósito de ir a ese lugar era para entender y aprender, un entrenamiento en toda regla.

A la edad de dos años.

La decisión fue imprudente y una completa locura, tengo que decir que no estaba en mis mejores facultades mentales.

Fue ahí donde entró una amable sacerdotisa oculta tras una máscara. Cuidó de mí por unos cuantos años y también ayudó en mi entrenamiento…aunque no era apto llamar a tal desprecio a la vida como entrenamiento.

Fue un entrenamiento físico inhumano, por decisión propia y lo realizaba solo, la sacerdotisa enmascarada solo se encargó de enseñarme la magia del onmyoudou y otras artes mágicas, mientras se aseguraba de mantenerme vivo.

Realmente, dudaba que estuviera en una sola pieza si no fuera por sus hechizos curativos.

Aprendí a defenderme de las criaturas llamadas hilichurls, desde los inofensivos hasta los mitachurls. Espadas, lanzas y arcos, todo proporcionado por la sacerdotisa, los hechizos eran absorbidos por mi como si fuera una esponja.

No me preocupaba en ocultar el hecho de que sabía leer cuando había estado huérfano desde temprana edad, pero la sacerdotisa enmascarada nunca lo pregunto.

Estaba realmente loco en ese momento…y posiblemente todavía lo soy, cuando había llegado a las puertas de la adultez comencé a integrarme a la sociedad.

Fue solo después de eso que descubrí de una Sacerdotisa buscando a su fuente de entretenimiento, entendí la identidad de la sacerdotisa enmascarada que me ayudaba a entrenar.

Fue la zorra frente mio.

"Lo que haga solo es asunto mío." No hace falta que me consideré utilizado y altamente traicionado, solo era un niño en aquel entonces pero la zorra miko quería hacerme parte del gobierno de la Shogun.

Otra vez mi vida era controlada por otra persona y no por mi mismo.

"No cuando tienes una fuerza comparable a la mía, mi niño-"

No permitiría que continuara hablando.

Una de las muchas habilidades que había aprendido de la sacerdotisa era la manipulación de familiares, entre ellos se podían encontrar los contratados y los creados, el primer grupo consiste en domar una bestia salvaje o realizar contratos con espíritus y el segundo grupo entraba los shikigamis.

Era muy bueno en ambos.

"...tienes algo peligroso ahí" Estaba seguro que podía sentir las fauces de mi lobo de las fisuras en su cuello.

Una bestia que no debería de ser posible adiestrar, pero mi gran sabueso acechador era especial. Una figura animal que sobrepasa el tamaño de una persona y que apenas entraba en mi cafeteria, un color rojo sangre con multiples cicatrices en su pelaje negro asabache.

Era un mutante de su especie.

"Será mejor que te mantengas en silencio si no quieres ser el almuerzo de mi cachorro" no pude evitar que una sonrisa soberbia apareciera en mi rostro, sabía que no era un verdadero peligro para la sacerdotisa pero dejaba en claro un mensaje.

no juegues conmigo.

"...no es el único espécimen que tienes, ¿verdad?" volvió a hablar una vez que el acechador liberó su cuello, fue satisfactorio ver el impacto generado por la sorpresa, pero lastimosamente no mostró signo de miedo como tal, también fue correcto su deducción, tenía múltiples shikigamis y otras bestias en las sombras de mi cafetería "si fuiste capaz de domar a tal bestia…te subestimé"

"Estuve años fuera de la isla narukami, ¿Crees que solo fue un viaje relajante?" prácticamente tiré el plato de espaguetis frente a la pelirosa "Si mencionas el pasado es porque tienes una oferta, no la quiero, no quiero ninguna molestia…y será mejor que no te conviertas en una que tenga que encargarme"

Del mundo aprendí el desprecio y de la guerra aprendí la crueldad, lo único que estoy haciendo era una leve advertencia, la única forma que tenía de enfrentarme a ella era con trucos ocultos, si tuviera un enfrentamiento frente a frente no estaría seguro de mi victoria, porque desconocía por completo su poder. En esos casos, sin saber el posible resultado, era mejor marcar una clara línea de acción, una pequeña muestra de paz.

Una línea más fina que el cabello.

La zorra parece entenderlo y tranquilamente come el plato de fideos y salsa de tomate, no da signos de si fue de su gusto o no, pero no era mi problema, fue hecho a las prisas…tampoco era como si le pusiera mucho esfuerzo.

"Siempre me causaste curiosidad, ¿sabes?" la miré, detuve mi cuchillo que cortaba un trozo de atun "Tus ojos eran una puerta que me permitía ver tu alma…¿sabes como te llamaban los aldeanos?"

"no me inte-"

""Hijo del mal", "Descendiente del abismo", eran los dos más utilizados"

Creo recordar un poco de eso. Mis abuelos eran muy amables conmigo y en repetidas ocasiones tuvieron fuertes discusiones con los vecinos, tal vez fue por eso.

Recordando mi actitud en esos tiempos…no podía culparlos de pensar en mi como algo tan macabro.

"Eso es lo que me había interesado, comencé una búsqueda cuando se descubrió que desapareciste y ¿qué fue lo que encontré?" Sus ojos purpuras se fijaron en mis ojos muertos con gran interés "Absoluta desesperación, sinceramente pensé que esos rumores tenían razón, un niño tan loco que se iría al bosque para vivir y que pelearía contra la fauna salvaje con una rama sin ningún signo de apego que su propia vida"

"..." si ella sabía eso significaba que yo estaba en su radar incluso antes de nuestro encuentro.

"Es algo que no puedo quitar de mi cabeza por todos estos años, ¿que fue?, ¿qué sucedió para que un niño de unos pocos años desde su nacimiento tenga tal mirada?" Se dice comúnmente que si miras al abismo, el abismo te devuelve la mirada, mis ojos tuvieron que dejarle una fuerte incertidumbre. "¿Como te envolvió tal locura?"

El interés era incomodo, me estaba mirando como si fuera la respuesta de una pregunta mayor que yo desconocía. Lo primero que pasa por mi cabeza es la posible razón, pero no logro encontrar nada con la poca o nula información.

No estábamos en un terreno parejo para intercambiar información.

"¿Por qué tienes tantas ganas de saberlo? ¿por qué no intentaste decirme cuando tenías control sobre mi?"

"...lastimosamente, no puedo responderte eso"

"Entonces, lastimosamente, no podré contestarte tampoco, toma el siguiente plato y mantente en silencio" Coloque las croquetas de atún, el siguiente platillo tenía que ser la paella.

Sin la posibilidad de un intercambio parejo para saciar la curiosidad del otro, un silencio envolvió el lugar, la zorra al fin estaba calmada.

Fue más tranquilo luego de eso, colocaba los platillos de la carta y ella los comía, estaba molesto porque era fuertemente vigilado y me generaba cierta incomodidad que alguien ruidoso como la suma sacerdotisa se mantuviera en silencio, pero los platillos salados terminaron y los dulces comenzaron.

Era impresionante como toda esa comida podía entrar en un cuerpo como el de la pelirosa.

Hablando de eso, ese era uno de los muchos misterios que logré encontrarme en mi viaje por inazuma. Las personas de este lugar solo eran hermosas, las mujeres tenían figuras realmente resaltantes y todavía no vi un solo hombre feo, o eran normales o eran hermosos.

La belleza en este lugar pasó a ser extraña, lo hermoso se desdibuja en una línea que desconocía y las personas que yo pensaba que no eran tan impresionantes resultaron ser atrayentes para los demás.

¿Yo tenía el problema o eran ellos?

Mientras estaba ocupado con mis pensamientos, le entregue el último pedido a la miko, mi intento exitoso de crear helado cremoso, el problema que me causo esto fue realmente impresionante.

"...Esta bueno" parecía sorprendida por el postre, ella era la primera en probar mi helado

"claro que lo está, yo lo hice" Estaba orgulloso de mis propias habilidades, era mi derecho cuando trabajé duro por conseguirlas.

Aunque ciertamente era relajante practicar cocinar cuando no tienes ningún tipo de apuro, tiene su encanto poder crear una combinación de sabores aceptable o superior, todas las opciones en la carta de mi cafetería fue hecha a base de prueba y error…con un poco de ayuda de algún desafortunado que tenía que probar los primeros intentos.

Hasto yo tiemblo de mis primeros intentos de cocinar.

Todavía recuerdo cómo se movía.

"No he probado este sabor nunca…" dijo mientras tomaba otro bocado del helado, le había dado un vaso de cristal con helado de sabor menta, leche y un débil intento de chocolate.

La combinación de granos de café y flor dulce tenía un sabor muy parecido al chocolate o al menos al sabor que recuerdo del chocolate. Ese fue el sabor que había puesto al fondo del vaso de cristal, significa que ya era hora de que se largara.

"Eso fue el último pedido de mi carta, eres también la primera en probarlo, eso tendrá un precio extra por exclusividad" Esta era mi oportunidad de robarle a luz del día, esperaba una reacción pero nada salía como quería cuando se trataba de ella.

La miko se rió, con su distintiva risa "fufufu", se puso de pie y comenzó a caminar con el vaso de cristal en sus manos.

"Oye, devuelve eso" refiriéndose al vaso y a la cuchara metálica fina y larga.

"Te lo compro, preparate por mi publicación" Abrió la puerta corrediza y por fin salió de mi cafetería.

Estaba a punto de quejarme pero noté que no había recogido la bolsa de mora del principio. No lo pienso dos veces y comienzo a contar la mora de su interior, sabía que recibí más de lo que pediría pero quería saber cuánto había ganado de más.

"Ella enserio está cargada…no tendré al ejército de la Shogun en mi puerta mañana, ¿verdad?" estaba apunto de rezar para evitarlo pero recordé que es justamente ese dios al que no quería que se enterara. "olvidalo, siempre puedo echarle la culpa a otra persona"

¿Quién pensaría que en el primer día de mi cafetería conseguiría a alguien del calibre de la suma sacerdotisa del santuario narukami? Una molestia inicial que podría ayudarme a hacer florecer mi negocio.

Estaba debatiendo si sentirme agradecido o no de que la causante sea ella. Su visita fue inesperada y el tema de conversación no fue bienvenido, pero hablando del tema de conversación.

Su curiosidad por su desesperación fue una sorpresa, estaba demasiado interesada en su razonamiento, pero ¿que se supone que le diga? "hola lo siento, pero son recuerdos de mi vida de mierda pasada en otro mundo" si claro.

Esa sería una speedrun para ser encarcelado por esa miko.

"los ojos son puertas al alma, ¿eh?" pensar en mis ojos me hizo recordar memorias que quería olvidar sobre el final de mi vida anterior. "Menudo primer día, sirviendo a un pez gordo desde el inicio"

Creo sinceramente que fue un buen comienzo, saco el cartel de "cerrado" y lo pongo en la puerta de la cafetería. El sol estaba ocultándose después de todo.

Esperemos que la zorra no publique ninguna mentira.

…..

El tamaño de su cafetería tiene su porqué, a los de afuera el lugar debería de ser espacioso pero en realidad el espacio restante era la vivienda de la que estaba igual de orgulloso.

Los muebles fueron hechos al mismo tiempo que los de la cafetería por lo que eran nuevos, también fueron pedidos con medidas exactas y personalizadas por lo que el precio fue mayor.

"Maldición, acabo de ganar el doscientos por ciento de lo que le vendí"

Mi cartera al menos ya no estaba sangrando.

En un mundo donde el internet y otros medios de entretenimiento no existían, lo único que divertía a un exmilitar de otro mundo era el dinero, la comida y procrastinar con una novela ligera.

Lastimosamente de la misma editorial Yae, porque era la única editorial que se atrevía a publicar los delirios de las personas sin mucha vergüenza. Las fantasías de un hombre siempre perduran independiente del tiempo, aunque era interesante ver el concepto del género "fantasía" de un mundo de fantasía.

La magia se volvió costumbre por lo que la "fantasía" se dirige hacia la "ciencia ficción", irónico.

"Con esto tengo una gran ganancia, incluso si nadie viene a la cafetería por todo el mes…te perdono levemente Suma sacerdotisa"

El dinero mueve montañas, por lo que no sería difícil conseguir cambiar mi opinión con un par de millones de mora, como mínimo, la situación cambia en base a mi estado de ánimo.

Estando sano, con un techo en mi cabeza y una gran paz y tranquilidad a mi alrededor, la semana pasa sin ningún inconveniente, eso hasta el inicio de la siguiente semana.

El dia de la publicación del periodico de la editorial Yae.

"¡Disculpe, quisiera un poco de helado!"

"¿Cuando estará listo mis croquetas de atún?"

"Amigo, este café es genial, ¡Deme otros dos!"

Es agradable ver a mi negocio con muchos clientes…¡Pero esto es demasiado!

Desde el interior puedo ver la fila de comensales fuera, esperando a que un lugar dentro de mi cafetería sea desocupado. Estaba haciendo malabares literales para cumplir con todos los pedidos, por un momento esperaba que las personas se alejaran por el aspecto de mis ojos pero al parecer la publicidad de Yae Miko era demasiado efectiva.

"¡Helado de menta listo, también el té de burbujas!"

cada minuto estaba gritando algunos pedidos y las personas que lo habían pedido solo se acercaban, tomaban lo suyo y salían del local, solo para que otros clientes entrarán.

Fue una verdadera locura. No sé si era porque tenía platillos extranjeros o por el precio accesible de la carta, aunque tampoco era que importase.

"¡Otro té de burbujas saliendo!"

En un principio esperaba que el helado sea el actor principal de su cafetería pero al final el té de burbujas le robó el protagonismo y había una persona en específico que pidió una docena.

Que loco.

En un principio me veía a mí mismo trabajando tranquilamente, con una clientela pequeña pero constante y leal, personas que solo querían un lugar agradable y tranquilo para poder pasar el tiempo.

No esperaba trabajar como loco, luchando por llegar a tiempo con los pedidos, en una situación así era mejor contratar personas, no, ya no era una opción y pasó a ser una obligación.

Así que esto es sufrir del éxito...no se si ponerme triste o feliz, es un raro sentimiento que nunca esperé conseguir.

Los pedidos pasaban y pasaban, las personas también salían y otras entraban, antes de darme cuenta la agradable mañana pasó a ser la tranquila noche.

No me dí cuenta que no había almorzado.

"Eso fue una locura" mi cabeza pegada a la barra de mi cafetería, al lado mio estaba un plato con un sándwich tostado con exceso de queso, podrás observar el humo del mismo dejando en claro su temperatura. "estoy indeciso ahora que veo todo el trabajo, pero es algo bueno para mi…esto es un dolor de cabeza"

Para momentos como estos era mejor salir a dar un paseo, una de las ventajas de la ciudad de inazuma era su cercanía al mar, lo único malo era que como estaba en una colina gigante las personas normales tenían que tomar el camino largo.

Fue una suerte que no fuera normal.

Agarro mi sándwich tostado y lo devoró a la máxima velocidad posible, tomo un poco de agua y salgo de mi cafetería, no sin antes ver que todo el área estuviera segura. No era nada exagerado, solo una barrera secreta que protegerá mi tienda, nada que alguien pudiera notar sin buscar a propósito.

No es como si estuviera prohibido…técnicamente.

Caminar por la calle principal de la ciudad era que todos estaban concentrados en sus negocios, nadie se preocupaba por alguien como yo y mi aspecto, tampoco era como si estuviera mal vestido o similar, solo estaba caminando con un montsuki negro.

"este montsuki también costó un ojo de la cara" murmuré, recordé que la tela provenía de una araña dorada y solo se podía obtener un metro cada mes, la resistencia y calidad valía el tiempo y también el precio.

Fue creado a mi tamaño y con pequeñas personalizaciones para colocar bolsillos y dejar suficiente paso de aire, no era apto para el combate pero al menos no me estorbara si llegaba el momento.

Llegado el tiempo en donde el sol se ocultaba, la calle todavía estaba muy llena de vida, algunas tiendas cerraban pero otras abrían, más específicamente los bares o tiendas para adultos…ya saben.

Salgo de la calle principal y comienzo a caminar por calles secundarias y terciarias, en unos minutos me encuentro frente a una pequeña cerca que advertía a todos de la caída y los obligaba a dar media vuelta. Ignoro la cerca por completo y simplemente la salto y caigo al vacío.

El viento surcando por mi cuerpo era lo que podía escuchar y mi rompa afectada por el viento también. Especulaba que la caída tuvo que ser de unos cien a ciento cincuenta metros, no era una verdadera preocupación cuando tenias el truco correcto.

El suelo se acercó a mi o sería más acertado decir que yo me acercaba al suelo, si alguien estuviera observando podía ver que cuando faltaba apenas unos metros.

Frenado instantáneo.

La arena de mi zona de aterrizaje se alzó rápidamente por la presión del viento. Logré detenerme a unos pocos centímetros del suelo, flotando como si el mismo aire se encargará de mantenerse en suspensión.

Asi de rapido había llegado a la playa de inazuma, completamente vacía en la noche. La frialdad del océano estaba presente pero era extremadamente cómoda para mi que ya estaba acostumbrado a vivir cerca de la costa.

"Pueden salir, muchachos" No sería justo que solo yo fuera el que disfrutará de esta paz.

De mi sombra salieron distintas figuras, eran los compañeros que había hecho por el camino.

"Kiba, buen trabajo esta semana, definitivamente te ganaste tu sueldo" Para momentos en donde tenía que guardar cosas y artículos diversos, logré conseguir algo similar al almacenamiento espacial que tenía las visiones.

una dimensión de bolsillo para abreviar, por seguridad propia es mejor no poner nada vivo dentro. Saco un gran trozo de carne y lo lanzo al cielo, un borron negro lo intercepto y felizmente inicia a deborarlo.

Era el mismo lobo de las fisuras mutado que me había ayudado en su momento hace una semana, no quería decirle frente a los demás pero era el más divertido.

"mi señor, de nuevo lo está mimando" una voz femenina diminuta me reprendió, solo sonrei sin darle importancia. "¿Me estás ignorando? entonces no le importará que manipule un poco el libro de cuenta-"

"Espera, espera, te escucho, solo no toque el libro" rápidamente detengo a mi pequeño shikigami samurai…o ¿es mejor decirle shikigami onna-musha? "Bien, todos se llevarán un premio por su esfuerzo, la tienda fue de maravilla esta semana"

"Dale al pobre de Sasori un poco de piedras electro, el pobre está deprimido porque nunca lo llamas" miró un momento a mi derecha y veo un escorpión del tamaño de un camión y un aguijon del tamaño de una persona, del mismo color rojo sangriento que Kiba. "duele verlo tan triste"

Lo que yo me pregunto es cómo puede decir si está triste o feliz, yo ya me había rendido incluso antes de iniciar. Dejé de pensar en eso y lanzó suficientes electrocristales y otras gemas elementales, lo tiré lejos de mí porque sabía lo que pasaría.

"¡KRIIIEEEE!" El escorpión del tamaño de un camino gritó y saltó hacia la montaña de cristales y se zambulló en ellos, el aterrizaje hizo vibrar el maldito suelo de los alrededores.

"¿Qué dices ahora?"

"Eso fue suficiente para el pequeño, recuerde darle muchas felicitaciones para que no se deprima, solo es una pequeña cría"

Cierto, casi lo había olvidado, ese escorpión solo era un recién nacido, temblé por un momento pensando en el tamaño que alcanzaría en unos años.

Solo espero tener un lugar para poder guardar un escorpión del tamaño de un edificio para cuando llegue el momento.

"Bien, ahora, ¿Quién es el siguiente?" Tenía a alguien en mi cabeza y lo busque con mi mirada, era uno de mis bestias más sigilosas que tenía para no decir que era la mejor porque el puesto era compartido con Kiba en ciertos casos. "¿Dónde está Akame?"

"Mejor olvídese de ella y-¡Ahhh!" una sombra pequeña dió un golpe a la onna-musha en dirección con el mar, ahí estaba mi otra bestia favorita.

Un pequeño gato negro de ojos rojos, de ahí el nombre de akame.

"¿que tal preciosa?" El felino salta a mis hombros y comienza a restregarse conmigo, no quería decirlo pero este pequeño era uno de mis primeros amigos y mi claro favorito.

"¡Señor, ¿acaso no se preocupa por mi?!" El grito indignado nos interrumpe a Akame y a mi.

"Akame, ya no hagas eso, Shimo es una de nuestras más importante aliada, ¿cómo podré darte tu atún fino favorito si no tengo a ella apoyándome?" mis palabras entraban por uno de sus oídos felinos y salían por el otro, por un momento pensé que me miró como si entendiera mis palabras.

"¿crees que me importa?" fue lo que decían sus ojos

Saco un pecado gigante, para cambiar su atención. El pez era tal vez cinco veces el tamaño del gato negro, pero igual que todos los demás, rapidamente desaparece de mis manos.

Akame no le gustaba que la vieran comer.

"Juro que eliminare a esa gata"

"Por favor, perdonala por esta vez, solo estaba emocionada" mi shikigami me miró como si fuera un idiota…mejor cambio de tema "¿hay algo que quieras, Shimo?"

"me darás todo tu equipamiento, tengo que darles más mantenimiento para poder desestresarme" sudé cuando pienso que soy el único que logra estresar a su shikigami hasta tal punto de tener que buscar hobbies.

"Tenlo por seguro"

Eso tuvo que ser suficiente, este era mi pequeño grupo, bestias que encontré por obra del destino y suerte, junto a un pequeño shikigami gruñón pero que protegía al grupo como una madre pollo.

Era como si tuviera una amiga y tres mascotas…mascotas que podrían matar a un hombre en pocos segundos, pero mis mascotas al fin y al cabo.

"Atrajiste demasiada atención, mi señor"

Lastima que la tranquilidad del momento fue destruida por mi pequeño shikigami.

"¿Hablas de la publicación de Yae?"

"No solo eso, la visita de la suma sacerdotisa no pasó desapercibida para los otros grupos, la señorita Sangonomiya está preocupada por tu paradero y mandó más de una carta para que les informes la situación"

"Ya sabes mi opinión del asunto" En el pasado le había hecho un pequeño favor a la sacerdotisa divina de la isla Watatsumi, creo que malinterpretó mis intenciones y ahora piensa que apoyó su causa "solo dile lo de siempre, una excusa o la verdad y recuerdale que no formó parte de su resistencia"

"Creo que sabes que eso no la detendrá, ¿no?"

"Lastimosamente, en estos casos solo gana el más terco" sin importarme mucho, tomó asiento en la fina arena de la playa y sacó una botella de sake con un pequeño vaso "sabes muy bien mi posición en esta "guerra" intelectual entre la Shogun y Sangonomiya-san"

"..."

Sabía muy bien que Shimo no compartía mis pensamientos, no podía culparla, tenía el poder para hacer la diferencia pero no participaba en ningún lado, eso me hizo recordar a un pequeño cachorro llamándome cobarde.

En fin, tampoco era como si estuviera equivocado desde su perspectiva.

Cada quien tenía su historia y yo tenía una que me impedía intervenir porque si.

"¿No está preocupado por los demás?"

"me dá igual"

"¿No está preocupado por tus conocidos?"

"no me importa"

Shimo no era un shikigami creado por mi, solo la había encontrado en un dominio abandonado y erosionado por el tiempo en la isla. Había recorrido el lugar y la encontré en la parte más profunda, no podían imaginar mi sorpresa cuando comenzó a hablar cuando la toqué.

Casi me dio un infarto.

Sabía que la pequeña shikigami era más de lo que mostraba, la cantidad de mana que devoraba no era algo normal, también tenía un sentido de la justicia que estaba ausente en él.

Fue una de las razones de su estrés.

No era un maestro adecuado a quien servir, posiblemente solo esté soportando cuidarme hasta que encuentre a alguien mejor.

"Disculpame por ser un señor inutil"

"...algunas cosas son inesperadas, pero…entendibles, después de un poco de razonamiento"

"¿Oh? ¿acaso descubriste algo sobre mí?" Sabía que el Shimo era inteligente, no sabia quien fue su creador, pero tengo que alzar una copa de alcohol en su honor por crear algo como Shimo.

Una rareza en un grupo de raros.

"Lastimosamente es difícil decir que si"

Fue lo que supuse, lo que pasó en una vida pasada, tiene que quedarse en el pasado. Lo único que podía hacer con esa información era no caer en los mismos errores.

Pero con las memorias de una vida pasada no solo vienen recuerdos tristes o felices.

También vienen los sueños y pesadillas.

El dueño original de este cuerpo podría no tenerlos nunca pero Hikigaya Hachiman si lo tenía y todavía me atormentan.