Capítulo 1

Samuel Gallardo casi no podía esconder la alegría por conseguir poner en su lugar a Andrea del Junco y aunque no era lo que el solía hacer, después de tantos desplantes, por fin conseguía ganarle una batalla.

Aunque parte de él podía escuchar la voz de la 'Nena' diciéndole que no debería ser tan duro con ella, porque Beatriz tenía una relación laboral con ella y porque Andrea, para bien o para mal, era la tía de su sobrino y le debía un respeto, pero también pensaba que él se merecía respeto igual que ella y lo que había hecho era demasiado.

Destrozar su oficina, ¿Por qué?

Cayetana hablaba, pero Samuel casi no la escuchaba, esa mujer solo sabia soltar veneno para el y para sus hermanos así que la bloqueo y miro a Andrea que parecía llena de rabia contra él. Samuel se pregunto de nuevo porque, un beso o dos no justificaba que le tuviera mas odio a el del que podía tenerle a Arturo o a Flavio.

A no ser… no, pensó Samuel. Andrea del Junco no podía sentir nada por el y aunque fuera cierto, su vida ya era de la Beatriz y jamás la dejaría, aunque tuvo que admitir que aquel pensamiento le acelero el corazón.

Fernández lo miro, parecía que Cayetana había terminado de hablar y esperaba su respuesta, pero antes de pensar que podía contestar a las palabras que no había escuchado, su teléfono sonó y Samuel rápidamente hizo un gesto de disculpa al ver el número de Arturo.

"Disculpen." dijo Samuel, dándose la vuelta. "Arturo, ¿Qué pasa?"

Andrea lo miro tan pronto escucho el nombre de Arturo, no podía interesarle menos lo que ese hombre tuviera que decir, pero era el papa de Arturito y Sofia todavía lo quería y como hermana, sentía la obligación de saber si algo andaba mal con esa familia.

No tenia nada que ver con que Samuel sufriera. Nada de nada.

"¿¡Como!?"

Andrea vio que las manos de Samuel empezaron a temblar e incluso su mama y Fernández parecían algo preocupados ahora y muy confusos, ella aprovecho la situación para acercarse cuando Samuel comenzó a mirar a todos lados, desesperado y la encontró a ella.

Sin saber porque, tomo su mano, como si ella pudiera tranquilizarlo.

"¿Qué Hospital?" pregunto Samuel y luego asintió. "Voy para allá… Arturo… Arturo, no dejes que se vaya, por favor."

Una lagrima cayo por su rostro y algo en Andrea la impuso a limpiarla mientras el colgaba el teléfono y la miraba, fue entonces cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando y aparto la mano de la cara de Samuel, pero todavía seguía a su lado porque estaba temblando.

"Samuel, ¿Qué paso?" pregunto Fernández.

"Tengo que… tengo que ir al Hospital, un coche atropello a Flavio." dijo Samuel. "Arturo dice que los médicos han pedido que vayamos los dos…"

Andrea lo miro con sorpresa, pero rápidamente su mente fue a su hermana. Irina no sabia lidiar con momentos así y por mucho que tratara de odiar a Flavio, Andrea sabia que era solo una pantalla para esconderse del dolor que le había causado y no enfadar a su mama.

No podía imaginarse lo que pensaría cuando lo supiera y por eso, Andrea tomo una decisión que seguramente seria un problema pero que no pensaba abandonar.

"No puedes conducir así, yo te llevo." dijo Andrea.

"¡Andrea!" le dijo Cayetana.

"Mama esto es serio, hay una vida en juego." dijo Andrea. "No somos insensibles, déjame llevarlo y volveré a la casa."

"Señorita, no…" dijo Samuel.

"No es por ti." dijo Andrea.

Samuel pareció entenderla entonces, no era por el o si, no importaba, era mas que nada por su hermana y tenia que saber hasta que punto Flavio estaba herido o peor antes de decírselo a Irina porque de otra manera su hermana no podría superarlo.

"Está bien."

"Andrea…" dijo Cayetana. "Si esto es por Irina, podemos…"

"Nada, mama. Tu la conoces como yo, se volverá loca si no sabemos todo y si no quieres que ella vaya al Hospital, al menos déjame ir a mí." dijo Andrea.

Además, Andrea no quería bajo ningún motivo que el Hospital llamara a la casa para decirle a Irina que tenia que ir a tomar una decisión con respecto a su esposo porque eso si la volvería loca a ella y a su mama y Andrea no iba a dejar que toda su familia cayera en el caos, ya tenían bastante con Leonardo.

Cayetana pareció ceder a las peticiones de su hija, mas que nada porque conocía a Irina tanto o mas que Andrea y asintió, dejando que Andrea se llevara a Samuel Gallardo mientras Fernández la miraba con preocupación, a diferencia de Samuel, él no se podía ir.

"¿Te preocupa?" le dijo Cayetana, una vez Andrea y Samuel se fueron.

"Lo creas o no, Cayetana, esos muchachos pudieron tomar malas decisiones, pero no son malos hombres." dijo Fernández. "Son humanos y cometen errores."

Cayetana hizo un gesto como si no quisiera hacerle caso a sus palabras, pero Fernández vio algo en sus ojos, algo como que, aunque no seguiría su consejo de dejarlos tranquilo, sus palabras se habían quedado con ella.

Y eso, por alguna razón, fue bastante para decirle que la Cayetana que el conocía todavía estaba allí, escondida bajo todo aquel odio.

Hospital

Andrea se salto algunas normas para llegar al Hospital lo antes posible, pero era con una buena razón, Samuel estaba tan tenso que se dejó marcado el cinturón de seguridad en sus manos, aunque nada mas llegar, Andrea se dio cuenta de que Samuel no podía salir del coche.

"Samuel… ya llegamos." dijo Andrea.

Samuel no la miro, respiraba muy fuerte y estaba sudando todavía agarrado al cinturón de seguridad así que Andrea rápidamente se bajo del coche y corrió al otro lado del coche, abriendo la puerta para tomarle las manos.

"Samuel…"

El hombre no reaccionaba, miraba al horizonte, completamente perdido, pero solo murmuraba una frase que hizo que Andrea entendiera porque estaba así y se le rompió el corazón por qué la razón era tan simple que ella no pudo ni pensarlo al principio.

Samuel estaba así porque ya había pasado por esto con su hermana y estaba aterrado de volver a pasar por lo mismo de nuevo. Andrea suspiro y puso sus manos en la cara de Samuel, forzándolo a mirarla.

"Samuel, no sabemos nada todavía, quizá es solo un golpe, pero no vamos a saberlo hasta que no entremos." dijo Andrea, mirándolo a los ojos. "Yo estoy aquí contigo y te juro que no te voy a dejar hasta que sepamos todo, ¿sí?"

Samuel todavía temblaba, pero asintió y dejo que Andrea lo ayudara a quitarse el cinturón, después bajaron del coche y por primera vez, entraron de la mano en el Hospital porque él no podía pensar en otra cosa y la necesitaba como apoyo.

Una vez dentro, no tardaron en encontrar a Arturo y para sorpresa de Andrea, a Verónica Saldívar.

"Samuel, menos mal…" dijo Arturo, casi sin mirar a Andrea. "El medico quiere vernos."

"¿Cómo esta?" pregunto Samuel.

"No lo se." dijo Arturo, mirando al suelo.

Andrea nunca había visto a Arturo Gallardo preocupado de esa manera y le dijo mas de lo que un médico podía decirles. Samuel no dijo nada mas y miro a Andrea antes de dejarla ir y marcharse con su hermano, dejando a Andrea con Verónica.

Andrea no quería estar allí porque a pesar de que había venido aquí por Irina y sabia que Irina pensaba que Flavio y Verónica tenían algo, pero antes de poder irse a otra zona a esperar, Verónica la detuvo.

"Andrea… ¿avisaste a tu hermana?" pregunto Verónica.

Eso enfado a Andrea, ¿Por qué le preguntaba eso? ¿No quería encontrarse con Irina porque ahora ella era la novia de Flavio?

"No y veo que hice bien porque hubiera estado muy alterada para verte a ti." dijo Andrea, enfadada. "No te preocupes, ella no se va a meter entre tu y Flavio Gallardo."

Verónica pareció sorprendida y luego se enfadó. Era difícil que Irina entendiera que entre ella y Flavio no había nada, pero parecía que las tres hermanas pensaban lo mismo y ella ya tenía bastantes problemas.

"Yo no tengo nada con Flavio, el es mi amigo y ya." dijo Verónica.

"Claro…" dijo Andrea.

"Andrea, por Dios, yo amo a otro hombre." dijo Verónica, incapaz de contenerse. "Yo estoy enamorada de Pablo."

Al principio, Andrea no supo que decir, pero al pensar en el nombre solo un hombre le vino a la mente y Andrea comenzó a entender las miradas que Pablo lanzaba a Verónica en las pocas visitas que había hecho al Rancho o porque siempre parecía estar a su lado.

Verónica podía mentir, claro, pero Andrea había visto muchas mujeres enamoradas y ella misma sabia lo que se sentía por eso, al ver las lágrimas enfadas de Verónica, Andrea se calmó y Verónica se atrevió a seguir hablando.

"Pablo y yo nos queremos, Andrea y Flavio es un buen amigo, casi como un hermano." dijo Verónica con un suspiro. "Yo estoy pasando un momento muy malo en la casa, descubri cosas sobre mi y mi mama que no sabía, pero te juro que no hay nada."

"¿Nada?"

"Nada." dijo Verónica. "Mira, Irina fue a la casa de Flavio mientras yo le contaba a Flavio lo que pasaba, el me abrazo y ella pensó que estábamos juntos entonces se fue y Flavio la siguió y cuando yo salí lo vi tirado en el suelo… un coche lo había atropellado."

Era mucha información y Andrea necesito un momento para pensar en todo, Irina pensaba que Flavio y Verónica tenían algo, pero Andrea había visto las miradas de Pablo y Verónica y ahora Verónica se lo confirmaba pero si Irina no sabia esto y los había visto… bueno, su hermana no era la persona mas racional del mundo cuando estaba enfadada y no esperaba para tener una explicación.

Andrea se sentó y Verónica se sentó a su lado, tomando su mano.

"Tienes que decírselo, Andrea." dijo Verónica con un suspiro. "Flavio la llamo mientras lo llevaban al Hospital, solo sabia decir su nombre y si le pasa algo…"

"No… no va a pasar nada." dijo Andrea, de repente asimilando la información. "Flavio va a estar bien, ya verás."

"Es que esto es culpa mía." dijo Verónica. "Yo me siento bien con los Gallardo, los siento como mi familia y ahora mas que nunca es eso lo que necesito."

Andrea no entendía, pero la dejo hablar, cuanto más supiera, mejor podía explicarle a Irina la situación y otra vez, Andrea se preguntaba porque lo hacía, si los Gallardo no le importaban, ¿o sí? Andrea suspiro, no, todo esto era por Irina.

"Verónica, ¿Por qué los necesitas tanto? ¿Qué esta pasando con tu familia?" pregunto Andrea.

"Descubri que no soy hija de Miranda Saldívar." dijo Verónica, mientras una lagrima caía por su mejilla. "Mi vida es una mentira, Andrea y no se que hacer, por eso fui a ver a los Gallardo y Flavio estaba allí y me abrazo para apoyarme, nada más."

Andrea le apretó las manos en señal de apoyo y sorprendida pero no tenia mucho tiempo para asimilar esta verdad porque podría entender ahora mejor porque Verónica era tan cercana a los Gallardo, lo difícil iba a ser hacer que Irina lo viera.

Un momento, ¿Por qué quería ella ayudar a Flavio Gallardo?

Antes de poder contestar esa pregunta, la puerta se abrió y Arturo y Samuel salieron de la habitación con unas caras que asustaron a Andrea. Verónica rápidamente se acercó a Arturo, que intentaba usar su sombrero para cubrir su cara mientras Samuel era incapaz de esconder su pena.

"¿Qué paso?" pregunto Verónica. "¿Qué dijo el médico?"

"Dice que tiene un brazo roto y parece que se hizo daño en el cuello por la caída…" dijo Arturo, tratando de mantener su voz neutral. "…se dio un golpe fuerte en el pecho así que van a dejarlo aquí para hacerle pruebas porque creen que puede haber afectado al corazón."

Verónica lo miro sorprendida y le temblaron las manos cuando lo abrazo mientras Andrea se sentía fuera de lugar, pero, aun así, se acercó a Samuel.

"Samuel…" susurro Andrea.

"No puedo pasar por esto otra vez." dijo Samuel, tratando de apartarse de todos. "No puedo enterrar a otro hermano, no cuando tenemos a Alma de vuelta."

Andrea no supo que decirle, pero si lo tomo del brazo y lo aparto del grupo. No entendía lo que quería decir sobre Alma, pero si lo vio sacar su cartera y entonces vio una foto de Verónica allí pero, un momento… no era Verónica.

"Samuel, ¿estas es Alma Gallardo?" pregunto Andrea.

"Alma, cuídalo, por favor. No dejes que le pase nada, Flavio era tu hermano favorito, por favor no lo dejes." dijo Samuel que luego se dio cuenta de que Andrea miraba la foto y recordó su pregunta. "Si, esta es mi hermana."

Andrea no podía salir de su sorpresa, ahora todo tenia sentido. Porque Verónica estaba tan unida a ellos y mas que nada porque Flavio se había sentido tan cercano a ella, Verónica era una copia exacta de Alma Gallardo, pero… ¿Cómo?

Iba a preguntar a Samuel como eso era posible cuando escucho pasos y vio a Beatriz Alcázar caminando hacia la familia con Soledad. Samuel rápidamente se separo de Andrea y abrazo a Beatriz mientras Soledad iba hacia Arturo y Verónica.

Andrea supo entonces que no podía hacer nada más allí, pero por lo menos ahora tenía respuestas que podía dar a su hermana, porque le gustara o no los Gallardo, Andrea estaba empezando a ver la injusticia de esta situación y quizá era la parte de su papa que no le permitía callarse estos secretos, pero sabía que, si no se contaba a Irina y a Sofia todo lo que sabia, no podría vivir con ella misma.

Así que, con una última mirada a Samuel, Andrea se marcho sin decir nada y sin que nadie lo notara, preparándose para tener una conversación muy larga con sus hermanas.

Mientras tanto, Arturo Gallardo hacia un esfuerzo por mantenerse tranquilo en medio de toda aquella miseria. No tenia bastante con lo que había pasado con Isadora y que Sofia creyera que él, la había engañado de nuevo si no que ahora su hermano esta en peligro y el, tal y como paso con Alma, no podía hacer nada.

Se lo llevaba el diablo.

A su lado, Verónica trataba de consolarlo, pero, aunque Arturo estaba feliz de tenerla a su lado, no era bastante, el dolor de perder a Alma siempre lo acompañaría y ahora Flavio seguramente tenia un problema cardiaco que podía matarlo en cualquier momento. Arturo cerro los ojos, ¿hasta cuando iban a sufrir?

Una lagrima rodo por su mejilla y se imagino a Sofia y a su bebe allí con él. Los necesitaba mas que nunca y ni siquiera podía acercarse a ellos.

"Arturo…"

La voz de Soledad lo saco de sus pensamientos mientras ella le daba un café y se sentaba a su lado. No había que decir nada más, tenían que esperar para ver a Flavio y por ahora, su pequeña familia era todo lo que podía proteger.

Y mientras Soledad lloraba y Verónica se esforzaba por no hacerlo, Arturo supo que tenía que dejar de pensar en Sofia y su hijo por ahora, ella no quería verlo y no podía obligarla y aunque lucharía por ver a su hijo, ahora necesitaba estar aquí.

Ahora tenia que ser el cabeza de familia que olvido ser por mucho tiempo, el Arturo Gallardo que su padre hubiera querido, en el que Alma confiaba y en el que Flavio sabía que se podía apoyar. Tenia que ser el hombre y esta vez, no se volviera a perder.

Nunca más volvería a perderse.

Cerca de Arturo, Samuel y Beatriz Alcázar se sentaban en las sillas de plástico. Beatriz no se había sentido bien, pero Flavio era uno de sus mosqueteros y el hermano de su ángel, tenia que estar aquí, especialmente cuando se enteró de que podía tener un problema cardiaco.

Beso el lado de la cara de Samuel, tratando de calmarlo, Beatriz conocía la historia de los Gallardo y aunque no estaba de acuerdo con lo que habían querido hacer en el Rancho del Junco, sabia que Arturo y Flavio amaban a las hijas de Cayetana y estaban muy arrepentidos.

Por eso se propuso en hacer todo lo posible por ayudar a Flavio. Porque era alguien querido para ella y porque, aunque el tiempo de Beatriz fuera limitado, el de Flavio no tenía por qué serlo.

"Gracias por venir, mi amor." le dijo Samuel.

"¿Dónde iba a estar, mi ángel?" le dijo Beatriz con una sonrisa. "Me necesitas y, además, Flavio es un buen amigo y uno de mis mosqueteros."

Samuel le dio una sonrisa triste y Beatriz le beso la mano, estaba cansada pero no le importaba, todo lo quería era apoyar a los Gallardo y asegurarse de que Flavio estaría bien. La puerta de la habitación de Flavio se abrió y el doctor salió, mirando por la sala de espera, Beatriz lo reconoció como uno de los cardiólogos del Hospital y por su cara, no necesitaba saber nada más.

Flavio tenía algún problema cardiaco.

"Señora Alcázar, ¿Cómo esta?" dijo el cardiólogo al reconocerla.

"Doctor, estoy bien…" dijo Beatriz con una sonrisa. "¿Cómo esta, Flavio?"

El Doctor pareció dudar, viendo a la familia, pero tenía las pruebas en la mano y a estas alturas, Samuel, Arturo, Verónica y Soledad ya estaban cerca de ella, pero tenía que contarles la verdad, de una manera o de otra, era su trabajo, aunque no le gustara esta parte.

"Flavio tiene un golpe torácico que ha provocado una lesión cardiaca permanente." les dijo el doctor. "Vamos a tener que intervenirle para poder colocar un marcapasos y seguir su evolución a causa de una arritmia, desarrollada por el golpe."

"Pero se va a poner bien, ¿no?" pregunto Verónica.

"De momento nos vamos a centrar en la operación y luego le daremos indicaciones a él, a ustedes y a su esposa para que lo cuiden o en caso de que tenga algún problema." dijo el doctor.

A la mención de una esposa, los hermanos, Verónica, Soledad e incluso Beatriz lo miraron con sorpresa y el doctor volvió a revisar sus documentos, asegurándose de que había leído bien.

"Perdón, ¿dijo esposa?" pregunto Samuel.

"Si… aquí dice que esta casado con Irina del Junco Belmonte." dijo el doctor. "Normalmente pediríamos su consentimiento para realizar la operación, pero según la información que tenemos, se casaron hace muy poco por lo que necesitamos su autorización y la de su hermano, Señor Gallardo, eso bastara."

A pesar de la sorpresa, Arturo y Samuel asintieron y el doctor les indico que los siguiera para poder firmar el consentimiento mientras Soledad, Verónica y Beatriz se quedaban allí, sorprendidas y muy pensativas.

"Se caso con Irina…" dijo Verónica.

"Este chico esta loco." susurro Soledad.

Beatriz no dijo nada, pero una sonrisa apareció en sus labios porque, aunque sabía que su tiempo se acababa, quizá Flavio tendría una posibilidad, al y al cabo, el amor le había dado a ella mas tiempo de que merecía y algo le decía que iba a ser todo lo que su mosquetero iba a necesitar para recuperarse y tener una vida normal.

De lo demás… bueno, ella podía arreglar lo demás.