¡Hola corazones! ¡Ya lo sé! Llego tarde como siempre.
Este One-shot conforma una parte del desafío Kisspril 2024 de la página de FB "Es de Fanfics".
Este desafío se desarrolló durante los últimos 7 días de Abril, pero es que simplemente no quería bajarme de esto y dejarlos sin una pequeña dosis de ternura en medio de tanto caos de mis long fics. A este paso, los one-shots serán una fuente de consuelo temporal para ustedes. Jajajaja.
Y aquí comienza el primer desafío Kisspril para mí. Aún si tardó su tiempo, espero que lo disfruten.
¡Y a leer!
Primer Beso
(Replayshipping)(YugixRebecca)
Como toda inexperta situación, su primer beso fue un sorpresivo movimiento que apagó sus mentes por unos segundos percibidos como una eternidad antes de estallar en una euforia interna y silenciosa, compartida por un sentimiento genuino de amor.
Yugi no era para nada un experto en besar y esas cosas, pese a tener 4 años más que Rebecca, su nula experiencia en pareja con mujeres lo hacían un ser bastante interesante. Un virgen adorable en palabras de su mejor amigo Jonouchi. Rebecca no estaba mejor en recuentos; pues nunca había tenido pareja antes y su único interés siempre había sido el duelista de ojos violáceos desde que tenía 12 años. Fuera de él, sus únicos amores eran los estudios superiores de la universidad relacionados con la arqueología y las investigaciones del Antiguo Egipto a modo de seguir los pasos de su abuelo, y su renombre como duelista campeona Americana; titulo que aún mantenía ahora a los 19 años. No tenía nada que envidiarle al invencible Rey de los Duelos, Yugi Muto, quien a sus 23 años seguía invicto sin importar quién le desafiara.
Edades muy alejadas de los tiempos en que se conocieron, 16 y 12 respectivamente y todo gracias a un extraño malentendido, pero perfectas para encajar en una relación amorosa.
Una que daba pie de inicio con ese primer contacto de sus labios.
La tímida rubia había cerrado los ojos mientras sus sudorosas manos se aferraban a la camisa del contrario, quien acunaba su rostro con una mano y con la otra acariciaba su cabeza por detrás, enredándose en su cabello de princesa. Ninguno de los dos había besado antes; al menos no con un sentimiento tan profundo arraigado en el corazón y por eso, el movimiento fue lento y cariñoso. Primero Yugi rozó sus labios con los de la fémina mientras le acariciaba la mejilla, respirando despacio por la nariz para no incomodarla y entrecerrando sus ojos. Repitió ese movimiento unos segundos eternos hasta que finalmente unió su boca a la de Rebecca en un ósculo suave y simple. Un simple roce inocente que los arrojó a un estallido de estrellas en el cielo y mariposas en el estómago; un hechizo hipnotizante que los hizo permanecer unidos hasta que la rubia abrió los ojos y rompió el dulce gesto en medio de un suspiro enamorado. Podía sentir a la perfección como su estómago se deshacía de los nervios mientras su cuerpo temblaba ligeramente ante el impacto del suceso con el que había soñado desde hace tanto tiempo.
- Vaya, eso fue…– musitó con el rostro escondido en el cuello del tricolor, percibiendo el suave aroma de su perfume.
- ¿Me excedí demasiado? – se asustó Yugi mientras sentía su cara arder de la vergüenza y miedo a haber hecho algo mal en ese gesto, aún si había sido consentido por ambas partes.
Para su maravillosa suerte, sus temores no eran más que una ilusión frágil que se rompió con las próximas palabras de Rebecca.
- No. Solo digo que… fue increíble.
Aquello lo hizo sonreír como no lo había hecho en demasiado tiempo, sonriendo con dulzura y acariciando las mejillas de la mujer a quien acababa de convertir en su novia.
Y tal vez podría hacerla su esposa dentro de muy poco tiempo.
Hace ya tanto tiempo que no escribo de estos dos, que me parecería un insulto abandonarlos así nada más.
