Prólogo
En un barco se podía ver a una niña de cabellos negros ondulados y sus ojos oscuros los cuales se podían confundir con la misma noche ella viste con unos pantalones cafés, una camisa blanca, un chaleco azul y unos botines negros la cual está limpiando la cubierta junto con otros hombres los cuales estaban refunfuñando por la tarea que se les dio. Pero la niña no tanto ya que ella fue la culpable y se ganó el castigo pero en eso se percata de que el cielo se está nublando cosa que a muchos les alertó ya que se aproxima una tormenta.
En eso la tormenta les pegó en lleno todos los tripulantes del barco estaban trabajando en conjunto para que el barco no sufriera tanto daño pero nunca se esperaron que la tormenta fuera realmente terrible tanto que provocara que el barco se un diera y los únicos dos sobrevivientes fueron la niña y su padre el cual se sostenía en una tabla donde su hija estaba encima de ella sumando que se aferraba a un pequeño morral el cual no soltaba. En eso el hombre divisa una isla donde se dispone a ir con las pocas fuerzas que le quedan, cuando llegaron a la orilla fueron recibidos por una mujer la cual tenía una gran belleza, pero se notaba en su rostro una gran sorpresa al ver a los recién llegados, se percata de que no son peligrosos en eso se acerca a la pareja para ver cómo se encuentran.
—tranquilo le ayudaré a usted y a la niña no se preocupe está en buenas manos.- decía la mujer preocupada por las dos personas aunque uno de ellos era un hombre y como obligación tenía que matarlo pero algo en ella le decía que no lo hiciera.
—no se preocupe por mi ya que no me queda mucho de vida solo me aferre a ella para asegurarme de que mi hija esté a salvo por favor sela encargo ya que ella es mi mayor tesoro y alegría que tengo sumando que se lo prometí a mi esposa que la cuidaría pero creo que asta aquí estaré para ella. Por favor cuide a mi Midori.- pedia el hombre con lágrimas ya que él sentía que le estaba fallando a su esposa y hija.
—no se preocupe yo la cuidaré y criaré como mía no se preocupe se lo juro por Hera que la criaré bien no le faltará nada pero solo quiero saber su nombre para recordarlo.- prometía la mujer.
—Richart gracias honorable dama por Odin si que las valquirias existen espero que ellas me lleven con mi querida Magy, y cual es su nom..-Richart no termino de hablar.
—mi nombre es Hipólita y le juro que cuidare a Midori usted esté tranquilo Richart y su esposa también yo la protegeré "para ser un hombre es usted muy bueno de proteger y cuidar a su hija antes que a si mismo es usted uno de los pocos hombres honorables".- esto último lo pensaba Hipólita sorprendida por el acto de amor de Richart hacia su hija ya que ella avía visto a padres que llegaron a matar, despreciar y abandonar a sus propios hijos y hijas pero este hombre hizo lo correcto de mantener asalvo a su hija asta llegar a un lugar seguro, en eso se percata que la niña se está despertando deja a un lado a Richart para acercarse a la niña
—papi donde estás.- llamaba la niña cuando ve ala mujer alado de ella y serca se encontraba su padre, en eso se acerca a él. — papi despierta ya estamos en una isla vamos deja de jugar despierta.- lloraba la pequeña.
—Midori tu padre ya no despertara se que es duro pequeña.- decía Hipólita tratando de consolar a la menor.
—papi ya no despertara verdad ya está en el váljala con mamá verdad.- decía Midori con lágrimas en los ojos.— estoy sola ahora cómo llegaré con la tía yo sola no podré.
—lo lamento mucho pero yo cuidaré de ti y te boy a enseñar todo mis conocimientos y cuando estés lista podrás ir a ver a tu tía le prometí a tu padre que te cuidaría y no estás sola a partir de hoy estás bajo mi cuidado tranquila.- decía Hipólita dándole consuelo a su nueva protegida.
Ya con Midory tranquila Hipólita empezó a planear de darle un buen funeral al padre de la niña justo en ese instante llega las hermanas de Hipólita y otras mujeres más las cuales vestían con ropa que parecía unas armaduras ligeras. En eso Hipólita les explica a sus dos hermanas y a las otras mujeres lo sucedido en eso ellas axedieron en darle un funeral al hombre y criar a la niña como una de ellas la convertirían en una amazona.
En eso ya preparado la pila funeraria colocaron al hombre en heya en eso lo empiezan con el funeral. Antes que todo empezara Hipólita le entrega una medalla a Midori la cual le pertenecía a su padre.
—creo que a él le gustaría que tú la tengas consérvala para que tengas algo de él.- decía Hipólita con una sonrisa.
—gracias pensé que se avía perdido la boy a cuidar.- respondió Midori llorando.
—bueno ya estás lista ya todo esta preparado para el funeral.- decía Hipólita entregándole una antorcha a la niña.
—que las valquirias te den la bienvenida y que te guíen en el gran campo de batalla de Odin que canten tu nombre con amor y furia para que lo escuchemos alzarse desde las profundidades del Váljala y sepamos que tomastes el lugar que te corresponde en la mesa de los reyes por que a caído un gran hombre, un guerrero, un padre, esposo, hermano, amigo y capitán.- decía Midori con lágrimas en los ojos ya que tenia una gran tristeza en su corazón de a ver perdido a su querido padre el cual siempre estuvo con ella.
Cuando Midori prendió la pila funeraria todas las mujeres que estaban presentes notaron la gran tristeza de la pequeña y entendieron que ese hombre era uno de los buenos para que una niña llore de esa manera deve ser del gran amor que tenía asia su padre. Cuando el fuego se consumió y ya el cuerpo se consumo reunieron las cenizas las colocaron en una vasija y las enterraron colocaron piedras en el lugar también sembraron flores en el sitio.
6 años después
Se podía ver a Midory enfrente de la Tumba de su padre saludándolo ya que ella avía regresado de visita a la isla ya que hace dos años avía partido de ahí para ir a Enchancia para ver a su tía y decirle que aún está con vida cosa que a la mujer y su hija se alegraron ya que la recibieron con un fuerte abraso que la sofocaron en el lugar también se encontraban la reina Ipolita y sus dos hermanas que escuchaban con atención las palabras de la joven de 15 años ya que ella regresó pero solo está de paso la reina notaba que lo que contaba Midori era más dirigido a ellas que a la tumba de su padre ya que es el único hombre que a sido enterrado en aquella isla dominada solo por mujeres . La joven vestía un atuendo blanco de pantalón y camisa chaqueta blanca con los bordes verdes, botas negras de cordones debajo de la rodilla, guantes negros de puño de anillo ancho, una capa blanca con capucha ancha, tres cinturones, en una espada larga, en la otra un juego de dagas y unas grades hombreras con gemas incrustadas, su cabello negro ondulado a la altura de la espalda alta además de un collar de oro blanco con una esmeralda en corte de corazón y al rededor diamantes también un morral cuadrado.
—¿Midori cuanto tiempo piensas quedarte aquí?.- pregunta Antíope.
—no se todavía me gustaría quedarme y irme mañana.- respondía Midori en eso un pequeño dragón y una ardilla se colocan en sus hombros.— ustedes que dicen quieren descansar por hoy y mañana partir.- cosa que ambos animalitos afirmaron.—bueno me quedo mañana parto de por si tengo hambre.
—bueno si ese es el caso vamos ya me lo imaginaba andando antes que nada debes darte un baño niña.- decía Ipolita.
Justo en ese momento que el cuarteto de mujeres iban caminando rumbo donde esta el poblado escuchan un galopar de caballos que llevan un carruaje, cuando se percatan que son dos Caballos negros y un carruaje del mismo color el cual se de tubo enfrente de las cuatro, cosa que llamó la atención que el carruaje no tenía conductor, justo en su puerta se podía ver un ataúd.
—por el martillo de Thor e visto cosas raras en mis viajes pero es la primera que veo que un carruaje se conduce solo.- decía Midori.
—si yo también es la primera ves que veo algo así en todos mis años.- contestaba Ipolita.
—que asemos con esta curiosa sitúa…- Midori estaba ablando cuando entró en un trance que sorprendió a las tres mujeres al ver que Midori subía al carruaje no pudieron hacer nada para evitarlo ya que escucharon unas voces que las detuvieron. Y vieron como Midori entraba al ataúd en eso el carruaje partió.
— no se preocupen ella estará bien ya que nuestro señor lo ordenó y mandó que el Ebony carruaje viniera por ella.- respondieron tres mujeres idénticas con vestidos blancos.
—entonces si él lo ordena no podemos hacer nada valla por Hera protege a esa niña por favor y Ares también protégela.- pedia Ipolita viendo en la dirección donde partió el carruaje.
Continuará
