Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Senku tenso la mandíbula, intento a duras penas incorporar la mitad de su cuerpo, pero una vez más, ella se lo impidió. Sujetándolo de los hombros, impidiéndole moverse, casi obligándolo a seguir tumbado en la cama, usando sobre él algo más de fuerza de la que normalmente usaba.
Kohaku dejo mostrar su sonrisa de satisfacción mientras seguía a horcajadas sobre el científico, sentía deliciosamente bien el largo del miembro de Senku entrando y saliendo de ella.
Un poco más, sólo un poco más y lo tendría dónde quería... Obtendría lo que quería.
Necesitaba arrancar esas palabras de la boca de Senku.
No podía seguir con la angustia que se le había formado en el pecho y que conforme paso el tiempo, esa pequeña espinita que se le había clavado en el corazón... Odiaba admitir que se había convertido en algo más grande, ahora casi pudiera compararle con un puñal que la angustiaba.
Sacrificio.
—Leona, estás... Estás tan estrecha...—Muy apretada, no recordaba sentir su interior alguna otra vez como lo sentía en ese momento.
—Senku...—La azul mirada decidida que le dedicó logro descolocar brevemente a Senku aún entre la bruma que era su mente.—No... No te muevas.
Estaba listo y a punto. Pero no podía dejarlo terminar aún.
Senku no respondió a la entrecortada petición de ella, pero Kohaku no necesito respuesta, se conocían tan bien que ya reconocía cuando no era necesario.
Aún entre toda la sensación placentera recorriéndole, Senku alzó una ceja ahora sí desconcertado cuando ella detuvo su movimiento de caderas.
—Senku...—Apenas se alcanzó a escuchar como susurro la voz de Kohaku pronunciado su nombre.
Senku nunca espero que ella se incorporará brevemente, para justo después dirigirle una última mirada entre traviesa y deseosa y terminara echando toda su curvilínea figura hacia atrás. Su miembro salió y entró en toda su extensión de la suave y caliente cavidad de la rubia. Kohaku retomo un controlado y lento movimiento de caderas está vez. Adelante y atrás.
—Mierda, Leona.—Se movía demasiado bien, contraía de alguna forma las paredes de su interior cada vez que volvía a tenerlo dentro.
—Senku, recuérdame...—Con toda su espalda curvada hacia atrás y a punto de alcanzar el orgasmo aún intentaba pensar claramente.—Recuerda esto.—Y fue más lento, lo que solo hizo las sensaciones más intensas.—Recuerda que eres mío.
Incorporo medio cuerpo sosteniéndose por los codos. Ahora que ella se encontraba en esa nueva posición, echando la cabeza lo más que podía hacia atrás, veía rebotar sus senos aún más. Podía por lo menos incorporarse sin que se lo impidiera. Senku apenas podía creer lo desconcertado que se sentía, así como expectante y apunto de venirse.
Kohaku había alcanzado a sujetar a Senku de los tobillos para sostenerse. —Promete que... Sin importar nada... Volverás a mi...—La azul mirada decidida por sobre la lujuria que le dedicó al Ishigami logro hacerlo entender.
—¿No confías... En mi?—Apenas salían las palabras de Senku entre gruñidos.
—Ciegamente... Siempre.—Apenas podía hablar y estuvo a punto de soltar un sonoro gemido cuando Senku termino por sentarse y alcanzó sus pechos hasta dar con sus pezones para comenzar a acariciarlos entre sus dedos. Desde su posición apenas alcanzaba a ver a Senku apretando la mandíbula.—Senku... Lo necesito.—Y aumento la velocidad. Incrusto los dientes en su labio inferior intentando contener sus gemidos. Aún se negaba a dejarse llevar completamente por el placer que la recorría hasta no obtener lo que quería escuchar de su boca.
Senku tuvo que sostenerse con los brazos ante el nuevo ritmo rápido. Bien, entendía lo que quería.—Kohaku...—Ahora todo tiene sentido.
Volvió a ir lento en cuanto lo escucho llamarla por su nombre. A pesar de lo que estaban haciendo, y de que sentía que estaba a nada de alcanzar su intenso orgasmo, sabía que el llamarla por su nombre decía que a pesar de todo, lo que tenía por decir, era asunto serio. Aún así no dejo de moverse.
—Mis planes... Mis proyectos.—Esa Leona quería volverlo loco.—Todo es emocionante y no pienso... No pienso renunciar a eso.
Kohaku se detuvo casi por completo procesando sus palabras, casi escucho el sonido de su propio corazón rompiéndose al escucharlo. ¿Había escuchado bien?—¿S-Senku?
—Pero tu...—Llevo sus manos a las caderas femeninas en cuanto sintió que paraba. La rojiza mirada quedo contra la azul.—Tampoco pienso renunciar a tenerte.
El jadeo sorprendido de Kohaku se escuchó por toda la habitación.
Kohaku nunca le había pedido nada, y lo que ella quería escuchar ahora entendía bien a lo que se refería. No dudaba de que sus planes funcionaran, pero ella era la persona que mejor lo conocía y sabía bien que sí tenía que sacrificar a alguien, se sacrificaría a sí mismo en nombre de la ciencia. Sonrió ladinamente al pensar que, eso ya no podría ser así. ¿Qué tiene de malo dejarse llevar? Su vida ya no era solo suya.—Diez billones por ciento seguro volveré para tenerte.—Dijo para después sujetarla firmemente y moverse contra ella.
—Senku...—Ese movimiento le hizo recordar que lo tenía dentro, firme y duro. Sus palabras, eran suficientes. Al fin podía dejarse ir. Al fin sentía un alivio recorrerle entera. Esas palabras eran todo lo que necesitaba.—Ja! Es lo que quería escuchar.
Se incorporo para besarlo, sintiendo su cálido aliento y respiración algo entrecortada. Senku correspondió ese beso sabiendo y tomándolo para sí mismo como una manera de sellar la promesa que acababa de hacer, mientras acariciaba la desnuda espalda femenina con sus manos.
Kohaku se dejó hacer en cuanto sintió que Senku la dejaba a ella recostada y volvía a entrar en ella. Enredo sus brazos en su cuello para abrazarlo pero pronto termino deslizándolas por su espalda en suaves caricias.
Con su cuerpo clamando por ella Senku la embistió con toda la fuerza de la que era capaz, Kohaku había estado alargando tanto el orgasmo de ambos que solo quería penetrar lo más duro que podía para alcanzarlo juntos.
—¡Senku!—Esta vez se permitió gemir sonoramente. Ahora podía permitir que su mente se nublara totalmente y solo ser consiente del delicioso peso de Senku sobre ella y su miembro entrando y saliendo. La piel ardiente de Senku ardía casi tanto como la de ella.
Solo se detuvo brevemente para alcanzar su rodilla con una de sus manos.—Leona, también te haré recordar que eres mía.—Apenas pudo hablar con la mandíbula apretada para justo después alzar su pierna y hundirse más profundo en ella.
Esa mirada escarlata oscurecida solo le decía a Kohaku lo mucho que él la deseaba.
Sentía ya las pequeñas contracciones en su bajo vientre. Pronto estallaría.—¡Ah! Senku, si.—Ya no podía hilar pensamientos coherentes. Dejo de acariciar la espalda de Senku con sus manos en cuanto sintió como su placer escalaba y se hacía más fuerte, termino por enterrarle las uñas en la piel.—¡Siempre!—Soltó de su garganta al tiempo en que arqueo su espalda cuando el orgasmo la alcanzó.
—Mia.—Dijo casi en un gruñido sin dejar de mirarla. Satisfecho de su respuesta, Senku se derramó en su interior justo después del orgasmo de Kohaku.
Cayó sobre ella con la cara entre sus pechos, le tomaría tiempo recuperarse. Se permitió relajarse hasta casi sentir que caería dormido cuando sintió la delgada mano de Kohaku acariciando su nuca.
—Leona.—Aun desde su posición y con la voz algo ronca apenas logro hablar.—¿A qué vino eso?
—Bastardo. No me digas, Leona.—Dejo de tocarlo brevemente en cuanto reaccionó al apodo que seguía molestándole.—Yo, no sé explicarlo.
—Intenta.
—Confió en ti.—Afirmo mientras volvió a acariciar ahora los cabellos en punta.—Pero también sé, que sí hay riesgo, no dudarías en buscar el beneficio de los demás.—Senku se dedicó a escucharla en silencio.—Aun a costa de ti.
—¿Por eso tú comportamiento extraño del último mes?—Hablo un poco más recuperado y se movió para recostarse a un lado de ella.
—Algo.
—Interesante método el que usaste.
Al escucharlo, Kohaku solo pudo sonrojarse y cruzarse de brazos al tiempo en que miraba a un lado.
Y él solo sonrió maliciosamente ante el gesto, porque esos brazos cruzados bajo sus pechos desnudos solo lo invitaban a nuevamente marcar la piel blanca que aún le faltaba en esos suaves senos.
Sin embargo hablaban de algo serio, debía dejar el pensamiento para después.—Es problemático, pero termino funcionando. Así que no tengo de otra más cumplir lo que dije.
Aún sonrojada y sin regresar a verlo a los ojos se acercó hasta enredar los brazos en su cuello y descansar la cabeza en su pecho.
La mayor preocupación de Kohaku desde que supo de los planes de Senku era esa.
Pensar en un mundo donde él no estuviera.
Y esa solo era una idea a la que había llegado después de que Senku realizo la "Junta del futuro-pasado". Misma en la que Senku convocó solo a las personas verdaderamente más importantes para él, y que de alguna forma sabía, que lo que estaba por comunicarles les afectaba.
En completo secreto, se reunieron algunos aldeanos y gente de la otra época como: Ryusui, Gen, Ukyo, Tsukasa y algunos otros en los que confiaban.
Ese día, sin perder tiempo. Senku de la manera más simple, rápida y entendible que encontró les anuncio a todos que por su cuenta se apresuró a terminar una máquina del tiempo de la que en cuanto cumpliera su cometido se aseguraría que no fuera utilizada en malas prácticas (y el que no fuera utilizada de mala forma fue una de las razónes por las que Senku había tomado la decisión de trabajar en su propia máquina del tiempo a la par que trabaja en la otra).
La misión era clara, rescatar a los astronautas que quedaron varados tres mil años atrás.
Y en ese momento en que Senku expuso su plan, dónde lo escuchaban atentamente, también manifestó todos y cada uno de los puntos a analizar antes de que se tomaran decisiones. Incluso fue honesto y abierto cuando les dijo que uno de los principales motivos de su deseo de viajar al pasado era egoísta, quería ver a su padre, Byakuya Ishigami.
Senku no dejo ningún punto sin tratar.
Incluso les menciono, mientras se rascaba un oído, de la posibilidad de que si el tiempo era lineal y se alteraba mal, incluso la aldea Ishigami y sus aldeanos podrían no existir. Otra opción era que existieran las líneas alternativas del tiempo, y que al hacer cambios en el pasado, no afectará el futuro que ya vivían, pero se creará una nueva línea del tiempo donde quizá, y de nueva cuenta, no existiera la aldea Ishigami.
Las posibilidades que había dado Senku ese día eran infinitas.
Y ese día de inmediato los bandos no se hicieron esperar. Los que apoyaban el cambiar el curso de las cosas y los que estaban preocupados por los aldeanos.
Al último, de entre todos los cuchicheos, el grito de Kohaku sobresalió. Hizo recordar a todos que eran el reino científico y que Senku seguía siendo su líder, que siempre los había llevado por el mejor sendero a recorrer.
Ese día se decidió que estaban todos a favor del plan de Senku.
Todo había estado bien hasta que a la rubia le contaron sobre todas las implicaciones del viaje en el tiempo, y que la primer persona que se escogiera para viajar sería casi un sacrificio. Era prueba y error. Solo que en esto no habría más oportunidades si se equivocaban para la persona que tomaría el riesgo.
—Pronto harás la prueba.
—Si.—Algo adormilado todavía contesto, aunque no quedo seguro de si la rubia afirmaba o preguntaba.
—¿Puedo estar ahí?
—No quisiera a nadie más ahí.
Quizá era porque él estaba a punto de caer en la inconsciencia del sueño y el cansancio, pero a Kohaku le parecía que estaba más abierto.—Senku yo... No podría vivir en un mundo sin ti.
Esas palabras despertaron un poco el cerebro del científico.—Solo pienso volver a un mundo donde estés presente.—Y con ese breve momento de lucidez termino por dormir abrazado a la cintura de Kohaku.
Las últimas palabras de Senku la hicieron emocionarse lo suficiente para sentirse segura y sonriente, y minutos después también le siguió en el sueño.
-...-...-
Kohaku observó con ojos centellantes la "Senku-Capsule", que era la máquina del tiempo en la que Senku trabajo por si solo.
Era mucho más pequeña que la que había visto antes en el laboratorio donde Senku trabajaba con los otros científicos, misma a la que al parecer en palabras de Senku: "Afortunadamente, aun les faltan años de desarrollo para lograr terminarla".
Aún no entendía muy bien la nueva resolución de Senku por proteger el viaje en el tiempo, pero no necesitaba explicación para estar de su lado y también desear protegerlo.
—No tardes.
Senku rio burlonamente al escucharla.—Eso no tiene lógica. Para ti solo será un minuto.
—Ja, cierto. No tardaré en tenerte de vuelta.—No podía evitar sentirse conmovida.
—Leona, nos veremos en un minuto.—Se veía tan confiado con esa ligera sonrisa ladina que Kohaku no se resistió al impulso de abrazarlo y alcanzar sus labios para besarlo despacio y lentamente, él no tardó en responder el suave beso que recibía de los carnosos labios.
Cuando se separaron Senku subió a su máquina del tiempo. Misma que incluso era portátil, porque tenía la característica de convertirse en una pequeña cápsula con solo oprimir un botón, y además tenía la facultad de volar. Y por supuesto tomo esas ideas prestadas del anime de DBZ.
Una vez dentro ingreso la fecha y hora elegida para el primer viaje, mismo día y solo 5 minutos atrás.
¿El peor escenario que le podría ocurrir? Que su máquina tuviera alguna pequeña falla, y en vez de enviarlo al pasado terminara desintegrándolo por completo. O, uno de los posibles escenarios menos catastróficos, pero igual de problemáticos, era que en vez de mandarse a él mismo al pasado, la energía tomara cada célula de su cuerpo, y para el proceso de enviarlo lo terminara reintegrando en el pasado, como si se tratase de una especie de clon de si mismo sin ser él mismo realmente.
Eran muchos los escenarios igual o menos catastróficos que podían ocurrir. Pero lo que le había prometido a Kohaku estaba seguro se cumpliría aún con su pésima suerte.
Había tomado todas las precauciones necesarias, incluso las mínimas, por lo que sabía, (aunque fuera el primer viaje, la primera prueba) sería directamente un éxito. No hay un milímetro de duda.
—Te espero, Senku.—Apenas susurro para sí sin dejar de observarlo a través del cristal de la máquina.
Se miraron una última vez, misma en la que Senku le dio una sonrisa confiada, para justo después desaparecer al igual que la máquina de la vista de la rubia que quedó perpleja y estática en el lugar.—¡SENKU!—Grito impresionada al procesar que había desaparecido frente a sus ojos.
Lo último que alcanzó a ver justo después de que desapareciera, habían sido una especie de chispas doradas y pequeños rayos de luz azules envolviendo la máquina.
Miro al reloj LED en la pared. Faltaban ya aproximadamente 20 segundos para que volviera a aparecer en el mismos lugar del que había desaparecido.
Y tal cual como fue su desaparición, lo primero que Kohaku escucho cuando pasaron los 20 segundos fue algo parecido al ruido que hacen los aviones, después volvió a ver las chispas doradas y los pequeños rayos azules envolviendo la nada, y de esa misma nada aparecía Senku en la máquina del tiempo sonriendo y rascándose una oreja con el dedo meñique.
Muy bien, ahora se sentía estúpida. Debió saber en un principio que si le exponía a Senku su única duda, él trabajaría diligentemente hasta conseguirlo, o en este caso hasta cumplir con su promesa.
El cristal que cubría la parte de arriba de la máquina se deslizó a buen momento para que pudiera escucharla.—Ja! Justo a tiempo.
Senku no pudo evitar reír burlonamente al escuchar la ironía.—Ahora viene lo más difícil, Leona.
Kohaku asintió al escucharlo aún viéndolo hacia arriba.—Nos vemos, Senku. No te atrevas a llegar tarde.—Él debía regresar un minuto después del momento justo en que se fuera.
No era necesaria tanta precisión en volver justo un minuto después de irse, pero Kohaku le había insistido que no quería pasar más tiempo sin saber de él.
—Y ni un minuto más. Diez millones de puntos para ti por coordinar.—Ambos sabían que no era necesario.
—¿Llevas a, Why?—Y ambos sabían que no era necesario que preguntara, solo alargaba más el tiempo antes de que volviera a desaparecer. Senku le regreso un asentimiento de cabeza en respuesta, llevaba uno de los clones funcionales de Why.—Entonces, te estaré esperando justo aquí.
Senku le regreso una última sonrisa antes de volver su vista al panel de control y fijar la nueva fecha, año 2050. Regresaría 3724 años en el pasado.
De nueva cuenta Senku desapareció ante la azul mirada de Kohaku.
-...-...-
Senku se llevó una mano en la frente en cuanto sintió que el viaje termino, por alguna razón ese viaje lo sintió diferente al primero, quería suponer se debía por la cantidad de tiempo que se retrocedió. Lo había sentido más "movido", tanto que en cuanto llegó sintió un ligero mareo golpeándolo.
Le bastaron breves minutos para recomponerse y ahora sí divisar el lugar. Con los cálculos que había hecho sabía de sobra no era la única complicación a enfrentar, también se enfrentaba a buscar un lugar, un espacio en el que al volver en el tiempo no se encontrará con algo peligroso. Por eso mismo había pasado algo de tiempo revisando desde donde haría el primer gran viaje para no lidiar con ese problema.
Y ahora que veía dónde se encontraba le parecía un sitio acertado ya que era un paraje sin vida silvestre a la vista y rodeado de algunos árboles. Nada que pareciera lo fuera a atacar.
No quería perder tiempo, por lo que tomando en cuenta el tiempo que él mismo ya había calculado tardaría en regresar con Kohaku, accionó una vez más la "Senku-Capsule", pero está vez para pilotearla y que está se elevará en vertical del suelo suavemente.
Había sido lo más práctico que pudo en la creación de su máquina del tiempo y le había incluido un mando parecido al de los controles de los videojuegos, por lo que le era sencillo tener control de la máquina al volarla.
Y sin más, sabiendo de sobra en que tiempo y lugar estaba, siguió el camino que ya tenía trazado en su mente gracias a toda la planificación y preparación.
Fijo rumbo a la isla del tesoro.
Estaba por atardecer cuando Senku aterrizó en un punto inhabitado, alejado y que se veía seguro de la isla. Una vez aterrizó e inspeccionó brevemente el lugar, bajo de la máquina y se llevó una mano al cuello para masajearlo.
Era diez billones por ciento emocionante estar en el pasado, pero sabía de antemano no podía siquiera hacer un movimiento brusco o pasaría lo que decían algunos memes: Viajero del tiempo mueve una silla y en el futuro resultante nadie se despetrifica.
Viendo que estaba por caer la noche oprimió un botón y la máquina del tiempo se convirtió en una cápsula que guardo en el bolsillo interior de su bata, mismo del que saco una cápsula más.
De la nueva cápsula presionó el botón que sobresalía y la lanzó a un buen par de metros.
De una explosión de humo salió una pequeña casa de apenas un cuarto. No pudo contener una carcajada por sus ocurrencias.—Gracias, Dragón Ball.—Tenia ante el uno de sus más recientes inventos: la "Senku-vivienda".
Con pasos tranquilos se dirigió y entró a la que sería su lugar para dormir por lo menos hasta que logrará su objetivo. Una vez dentro, oprimió uno de los botones de las paredes que sabía camuflarían la casa desde afuera. Dentro, lo primero que hizo fue comer ramen instantáneo y darse una ducha para colocarse ropa que llamara menos la atención, o en cuyo caso de colores más obscuros que se perdieran mejor con la misma oscuridad de la noche.
Recordaba que a Byakuya le gustaba dar cortos paseos nocturnos, ¿seguiría siendo igual? Apostaba a qué sí. No tardó en salir enfundado completamente de negro y con binoculares colgando de su cuello.
Camino con precaución alrededor de la isla, hasta que encontró un buen punto alto desde donde podía buscar. De verdad se estaba tomando en serio el no alterar nada en el tiempo, no quería llevarse sorpresas cuando volviera, además debía volver con Kohaku tal como prometió.
Se quedó un tiempo observando a través de los binoculares, y comenzaba a aburrirse aunque veía gente, pero de entre todos no veía la cabeza blanca que quería ver. O así era hasta que lo vio salir de una de las cabañas.—Si que se ve viejo.—Aun desde donde estaba, podía ver lo diferente y envejecido que se veía, aún así no había duda. Era él.—Diez billones de puntos para ti por seguir conservando viejas costumbres.—Hablo para sí mismo, refiriéndose a la costumbre de su padre de salir a caminar solo en la noche.
No tardó en decidirse a encontrarlo en cuanto diviso que había llegado al lugar perfecto para que no los vieran.
¿Era normal que no sintiera algún tipo de nerviosismo por estar a punto de encontrarlo? Posiblemente, tomando en cuenta que la relación que habían tenido había sido una de total confianza. Solo se sentía expectante de la reacción que tendría. Con lo viejo que se veía, solo esperaba que la sorpresa no le ocasionará un infarto.
Byakuya frente al mar miraba hacia arriba, la luna estaba tan grande como pocas veces la recordaba. Aún tenía en sus recuerdos la primera vez que le compro un telescopio de aficionados a Senku, y ambos habían dedicado esa noche a ver la brillante luna. En ese tiempo Senku era muy pequeño, incluso lo llamaba papá.
—¿Te preguntas por qué la Luna te sigue a todas partes, viejo?
Holi.
Traigo lo que será un simple two-shot. Es mi idea de lo que tiene planeado Senku con su viaje en el tiempo. Es que… No me cuadra Senku siendo irresponsable con eso y la posibilidad de que no existía la aldea Ishigami. ¿Se entendió algo de lo que escribí? Tenia que sacarme esto de la cabeza jaja. Y si, el Lemon era necesario, me vi en la necesidad de hacerlo aunque no se me dan mucho las puercadas.
