Byakuya se paralizó solo escuchar esa voz a sus espaldas, lo reconocería dónde fuera, cuando fuera. Giró rápidamente para verlo.
—Una simple ilusión óptica.—Senku siguió explicando, veía los centellantes y asombrados ojos marrones comenzar a aguarse.
—Senku, eres tu, ¿verdad?—¿El hombre que tenía delante de él era su hijo? Más alto, con facciones más marcadas, con el cabello igual de ingobernable que antes.—Reviviste de la petrificación.—Apenas podía hablar, alguna que otra lagrimilla ya se le había escapado. Senku delante de él, ¿cómo era posible?
—Soy Ishigami Senku, astronauta.—Byakuya contuvo cualquier sonido de sorpresa que quería salir de su boca ¿astronauta?, a pesar de toda la impresión, no quería interrumpir nada de lo que tuviera por decirle.—Y viajero en el tiempo.
—Entiendo.— Viaje en el tiempo. Ahora tenía sentido.—Entonces tu...
—Reviví hace unos miles de años en el futuro.—Se llevo el dedo meñique a rascar su oído con muy mal fingido desinterés.—Mi yo de este tiempo debe seguir petrificado en Japón.
Byakuya siguió atentamente el gesto de la mano de Senku hasta que lo vio llevarse el meñique a rascar superficialmente su oído, y fue como si algo hiciera click en su mente.—¡SENKU!—Gritó a todo pulmón y se lanzó encima de él.
Senku no pudo hacer nada para detener la repentina reacción de su padre, apenas mantuvo el equilibrio para no caer hacia atrás. Siempre había evitado ese contacto físico, pero después de más de tres mil años sin verlo, lo dejaría pasar, incluso con una sonrisa como la que tenía ahora que nadie podía verlo.—Tranquilo, viejo. No me llores encima.
Se negaba a soltarlo.—No seas cruel. Mi mayor deseo era poder verte de nuevo.
Senku no volvió a negarse y se dejó abrazar un par de minutos más, hasta que el Ishigami mayor lo dejo libre.
Está vez en cuanto pudo verlo de nuevo, Byakuya sonreía grandemente.—Ahora puedo morir en paz.
Esas palabras hicieron cambiar la expresión de Senku.—Eso es precisamente lo que vine a cambiar.—Con expresión sería miro a su padre.
Byakuya también adquirió seriedad.—¿No debo morir?
—Morirás en algunos años. No tengo alguna fecha exacta. Pero... Vine para salvarte
—¿De qué forma? Senku, te escucharé atentamente.
Senku asintió. Procedería a explicarle todo con lujo de detalles.—Desperté 3700 años en el futuro y cuando lo hice, el único rastro de vida humana que había en la tierra fue tu legado, que gracias a las 100 historias llegó a Japón. Una pequeña aldea.—Byakuya escuchaba atentamente, sorprendiéndose cuando escucho que se había cumplido uno de sus deseos.—Ellos me ayudaron a traer la civilización de regreso. Actualmente ya superamos la tecnología del siglo 21 y acabamos con la amenaza de la petrificación, incluso la usamos para nuestro beneficio.
¿Usar la petrificación en beneficio? Entre más escuchaba Byakuya más se sorprendía y tenía miles de preguntas, pero siendo alguien que conocía los peligros del viaje en el tiempo no indagaría. Sabía bien que Senku le contaba lo necesario.
—El futuro del que vengo es un futuro donde todos fueron despetrificados. Mi objetivo casi se cumple.—Senku apretó uno de sus puños al decir lo último.—Para cumplir mi objetivo, debo salvar a todos los afectados el día de la petrificación. Eso incluye a los astronautas que quedaron varados en el espacio.
—Pero Senku, ¿de qué hablas? Nosotros no esperamos ser salvados. Tomamos la misión de ser quienes ayuden.
—Pero se quedaron aquí, en este tiempo. Sin posibilidades. Mi misión no es evitar la petrificación. Mi misión es que estés presente en el futuro.—Senku levantó la comisura de su labio derecho en cuanto vio la comprensión centellando en los ojos de su padre.
—¿Y como harías eso?
—No puedo arriesgarme a ir más atrás en el tiempo, y hacer algo que afecte la aldea Ishigami porque te fuiste antes.—Algo que afectará la existencia de Kohaku era impensable.—Pero, creo que a tus 70 años, ¿estará bien sí mueres ahora?
Byakuya miro nerviosamente a Senku, ¿que planeaba? Solo le faltaba la bata blanca para parecer científico loco.
Senku soltó una carcajada que muchos podrían calificar de maléfica, pero Byakuya seguía conociéndole, sabía bien que estaba emocionado por la expectativa.
—La verdad es que a esta edad ya no tengo mucho que hacer en la aldea.—Dijo recordando que ya había un nuevo líder, que les había enseñado todo lo que había podido, que sus amigos astronautas habían muerto antes que él, y que Lilian ya no estaba. A otra persona quizá le hubiese tomado más tiempo hablar sobre la muerte propia de un momento a otro, pero Byakuya confiaba en cualquier plan que Senku tuviera, solo esperaba que no doliera.
—Muy bien. Entonces, muere.
Byakuya le regreso una sonrisa nerviosa, era tan insensible como le recordaba.
—Te petrificare. Será casi como si estuvieras muerto, incluso puedes descansar. No necesitas dejar tu mente activa porque es diez billones por ciento seguro que te despetrificare tres mil años en el futuro.
—Ya veo. Ese es tu plan—De inmediato, la emoción también recorrió a Byakuya.
Senku siguió explicando lo que creía era necesario a Byakuya sobre la petrificación, incluso le hablo acerca de que toda su salud y energía vital mejoraría cuando fuera despetrificado, por lo que muy seguramente viviría muchos años en el futuro.
—Este tiempo. Y está forma, fue la única opción que encontré para no alterar el futuro como lo conocemos hoy.
—Confió en ti, Senku.
Senku asintió.—Antes, tengo algunas preguntas importantes acerca de la aldea y lo que les has enseñado. Solo quiero estar seguro no estoy dejando cabos sueltos.
Y así, Senku se dedicó a hacer preguntas durante un buen par de horas, hasta que estuvo lo más seguro que podía que no había riesgo alguno.
—Háblame de los otros astronautas. ¿En qué fechas murieron?
—¿Piensas ir a verlos también?
—Iremos.
—¿También viajare en el tiempo?
—Será mejor si les explica todo alguien en quien confíen.
Ante esas palabras, Byakuya asintió también de acuerdo. Si todo lo que acababa de escuchar, se lo explicaba alguien más que no fuera Senku, simplemente lo tacharía de loco.—Si que suena emocionante.
—Lo es.—¿Viajar en el tiempo con su viejo? Odiaba admitirlo pero era un sueño hecho realidad.—Entonces, nos vamos.—Saco del bolsillo interior de su camisa la cápsula que contenía la máquina del tiempo.
—¡Es increíble! ¡Se parece a la de Trunks!—Solo aparecer y Byakuya no pudo reprimir su emoción al verla. Lo admitía libremente, volver a ver a Senku le había regresado 30 años de vida. Sentía la energía que hacía años había perdido.
—Dragon Ball Z fue una inspiración.—Con un movimiento de cabeza Senku le indico que subiera.—¿Listo para ver a tus amigos antes de morir?
—Claro. Estoy seguro que la mayoría no aceptará, pero morirán felices cuando sepan que la humanidad ganó al final.
—¿No aceptarán?
Byakuya se encogió de hombros restándole importancia.—Cosas de gente mayor.
Senku entrecerró los ojos sobre él y solo se dedicó a ingresar la primer fecha que su padre le dictó. Y en cuestión de nada ambos desaparecieron.
Byakuya quedó maravillado cuando vivió en carne propia que la humanidad al fin logro dominar el tiempo
Por su parte, Senku quedó sorprendido cuando comprobó que Byakuya tenía razón. Según sus cálculos llevaban ya doce días saltando en el tiempo y encontrando a cada compañero de su padre, pero el resultado en casa ocasión eras el mismo. Negaban.
Los otros astronautas se dedicaban a escuchar sus explicaciones, sus soluciones y opciones, pero simplemente terminaban negándose. Solo uno le dio la explicación de que, a pesar de todo, había tenido una vida feliz y completa, y que al ir al futuro no encontraría nada cuando ya lo había tenido todo al lado de su esposa.
—Parece que los conocías bien.—Dijo Senku ya en la máquina del tiempo.
—Quizá la última persona, sea la única en aceptar.
Senku alzó una ceja al escucharlo.—Bien. Vamos.
Senku quedó impresionado cuando observó a una mujer mayor muy parecida a Kohaku frente a él.—Ella es…
—Lilian.—Byakuya dio un paso adelante con toda la intención de querer acortar la distancia. Pero fue la rubia quien se lanzo ágilmente a abrazarlo.
—Byakuya, ¿qué sucede?—La persona que tenía en frente se parecía al Byakuya que había visto por la mañana, pero solo una mirada y sentía en su ser que algo pasaba.
Byakuya con la sonrisa más grande que tenía le presento alegremente a Senku.
Senku saludo a una asustada Lilian que no entendía nada y esperaba explicaciones de Byakuya. Y ante la urgencia de la rubia el Ishigami se apresuró a explicar.
—Si quiero.—Con ojos brillantes Lilian paso su azulada mirada de padre a hijo.
—Si que los conocías bien.
Byakuya le pidió a Lilian que confiara en él y que se encargaría de cumplir su deseo.
Lilian solo acepto y acordó que esperaría, desparecieron frente a ella que simplemente quedó mirando a la nada llevándose una mano al corazón.
Byakuya le había indicado a Senku ahora la fecha exacta de la muerte de Lilian, y en cuanto tuvieron oportunidad la petrificaron y enterraron para que estuviera segura hasta el momento de su despetrificacion en el futuro. Byakuya quedó mudo y estático cuando vio como el cuerpo de Lilian se petrificaba con sus propios ojos
—Murió algo joven.
Byakuya asintió, se había quedado solo muy pronto.—El lado bueno es que cuando la revivamos será joven.
Una gota cayó tras la nuca de Senku al escucharlo.—Bien, tenemos que regresar.
Hicieron un viaje más en el tiempo al momento después de su primer viaje en la playa. Cuando llegaron estaba por amanecer.
—Creo que seria buena idea si dejas una especie de nota acerca de tu paradero. En tu caso no tenemos la fecha de tu muerte por lo que quizá te petrificare mucho antes.
—Solo dejare una nota que diga que intente regresar a Japón.
¿De verdad creerían eso?—Te esperaré aquí. Dormiré algo.
—Vuelvo en un rato, Senku.
Senku se hecho a dormir en su "Senku-vivienda" en cuanto se quedó solo. Había estado viajando en el tiempo con su padre alrededor de dos semanas y sentía que el viaje en el tiempo les había afectado en algo el ciclo del sueño, por lo que se sentía más cansado de lo normal para la hora que era.
No veía la hora de volver al futuro y ver a Kohaku y comprobar al fin sus sospechas que eran según sus cálculos diez billones por ciento seguro certeras. Comprobaría que el tiempo era lineal con sus propios ojos en el momento en que en el futuro logrará despetrificar a Byakuya.
Ya estando en el futuro, solo debía cuidar que Xeno no se llegará a topar con su padre ya que sería la única persona que podría reconocerlo. De eso en más con ayuda de Ryusui les daría nuevas identidades tanto a él como a Lilian y serían libres lo que les quedará de vida.
Byakuya regreso por la noche y Senku apenas despertaba de todo lo que había dormido.
—Estoy listo, Senku.
Ambos habían acordado que lo enterraría a un lado de la cápsula del Soyuz.
En cuanto llegaron ahí Byakuya no perdió tiempo y abrazo una vez más a su hijo. Está vez Senku si intento resistirse. Ya no tenía fuerza de pulga, ahora era comparable a la fuerza de una hormiga, aún así no le ganó a su padre.
—En está cápsula hay...
—Me sirvieron.—Senku lo interrumpió al escucharlo. Sabía de sobra lo que había dentro.—Todo lo que recolectaste y cada paso que diste. Incluso tus ideas. Sirvieron para la salvación de la humanidad.
Byakuya contuvo las lágrimas.—Entiendo.—Entonces su vida... Si había ayudado a Senku.—Excavemos.
Ambos comenzaron el hoyo en la tierra donde se quedaría el Ishigami mayor.
—Te veré en tu futuro, Senku.—Dijo una vez terminaron de cavar tan profundo como les pareció suficiente.
—Diez billones por ciento seguro nos veremos.
—One meter, one second.—Hablo Byakuya activando la medusa que Senku le había enseñado a usar. En ningún momento aparto la mirada de la figura confiada de su hijo delante de él. Terminó petrificado con los ojos bien abiertos y una sonrisa satisfecha cargada de emoción por lo que venía.
Senku suspiro en cuanto su padre quedó hecho piedra. Ahora con su fuerza de hormiga, tendría que llenar el hoyo él solo antes de que amaneciera.
Se llevo una mano a la frente para apartar un poco el sudor que ya le escurría después de que lanzó la última porción de tierra que le quedaba, y de que se aseguro de cubrir con algunas ramas y hojas lo que obviamente se veía como tierra removida.
Una vez termino no pudo contenerse de subir su vista satisfecho al cielo.
Aún le faltaba volver al futuro y comprobar con sus propios ojos que todo había funcionado y no había daño alguno a su realidad pero, lo había planeado tanto y tan meticulosamente, que sabía de sobra aún sin verlo que los resultados eran exitosos.
No solo era fe y esperanza, estaba confiando en todo su trabajo duro que lo llevo a dónde ahora estaba, y ahora solo le quedaba el último viaje.
Guardo las palas que habían usado para excavar, mismas que se hicieron del tamaño de una pastilla. Nuevamente saco la máquina del tiempo de la cápsula y subió a ella para su último viaje.
No tenía alguna duda, no tenía ni un solo atisbo de ansiedad ante los resultados. No necesitaba ver el futuro para saber que funciono.
Y ya quería ver a Kohaku, la parte más difícil se la había llevado él, era demasiado tiempo sin estar con ella.
Ingreso la fecha y minuto exacto después de su primer gran viaje en el tiempo.
-…-…-
—¡SENKU!—Kohaku grito sorprendida al verlo aparecer una vez más pero ahora diferente. Senku traía otra ropa, y aún arriba de la máquina lo veía con la cara cubierta de rastros de tierra y el cabello más alborotado de lo normal.
—Estoy de vuelta, Leona.—Dijo cuando salió para quedar frente a ella.
A pesar de lo desalineado que se veía los azules ojos se aguaron ante la atenta mirada del científico.—¿Cuánto tiempo te fuiste?
—Podrías pensar que dos semanas es poco tiempo.—Y se llevó el dedo más pequeño de una de sus manos a hurgar su oído.—Pero dos semanas sin follarte se sienten como una eternidad.
—Bastardo.—Y acortó la distancia que los separaba lanzándose a abrazarlo. Para ella fue solo un minuto, pero ver su aspecto, y que parecía cansado, le hacía necesitar sostenerlo en sus brazos para comprobar que su Senku era tangible y real.—Hueles horrible.
—Vengo de un entierro.
Se separó solo los suficiente para verlo alzando la cabeza.—¿Lo hiciste?
—Solo queda pendiente el último paso.
Volvió a esconder la cabeza en su pecho y asintió.—Apestas. Pero sí quieres ir ahora…
—Tomare un baño primero.
—Buena elección.
—Y te follare después de eso.
—Pervertido.
—Como digas. Vamos.—Cogió su mano para dirigirla a la "Senku-vivienda", que habían usado cuando se instalaron para preparar lo necesario, en ese lugar apartado, para su viaje en el tiempo.
-…-…-
Mientras Senku tomaba una necesaria ducha, Kohaku se quedó en la cocina calentado agua en la pequeña estufa para preparar ramen instantáneo, suponía tendría hambre y necesitaría la fuerza antes de su siguiente paso.
Apenas estaba estirándose para alcanzar los platos hondos que necesitarían de la alacena cuando sintió algo firme pegándose a su espalda.
Era el pecho desnudo , fresco y aun algo húmedo de Senku, recién salido de la ducha.
Senku llevo sus largas manos a sus caderas jalándola hacía él, el movimiento provocó que sintiera su dura excitación contra su trasero.—¿Senku, no quieres comer primero?
—Dije que te follaría después de mi ducha.
Se mordió el labio cuando sintió una de sus ásperas manos acariciando su vientre y reconoció su voz ronca contra su oído.—¿P-Pero no estás cansado?
—Si.—Lamio el largo de su cuello desde su hombro hasta llegar a su oreja nuevamente.—Móntame, Kohaku.—En esa situación, con lo que pedía, sería tremendo error llamarla, Leona. No quería darle excusas para apartarse.
—Entonces.—Se giró entre sus brazos aún aprisionada entre su cuerpo y el mueble de la cocina.—No hay más remedio.—Y se alzó en las puntas de sus pies hasta alcanzar su boca.
Senku no tardó en sujetarla firmemente de la nuca y la cintura para pegarla más a él. Si podía ser más romántico, (a pesar de que no era un tipo romántico) pero en ese momento, y después de tantos días lejos, lo que necesitaba era que sus suaves paredes lo envolvieran.
Sin soltarse se dirigieron al único sofá largo de la sala, y aún entre el beso, Kohaku no tardó en deshacerse de sus bragas, deslizándolas por sus piernas hasta que cayeron suavemente.
Mientras ella se quitaba la única pieza de ropa que era necesario retirar en ese momento, Senku se sentó en medio del sofá esperando por ella y solo desenredo la toalla que cubría la mitad inferior de su cuerpo, solo hacerlo y su erección se alzó dura ante la vista de la rubia que solo tragó saliva y lo trepó hasta colocar una pierna a cada lado de él. A veces era demasiado práctico que ella siempre usará vestidos.
La sensación de la punta de su miembro en su entrada la hizo suspirar. Tomando sus hombros para sostenerse comenzó a bajar lentamente sintiendo algo de resistencia en su interior debido a lo rápido que se había dado el momento.
Senku también lo noto y llevo una de sus manos a acariciar su clítoris con los dedos buscando estimularla un poco más. Aún así él no podía evitar apretar los dientes, estaba tan caliente y apretada, solo le faltaba estar más lubricada para que su interior se sintiera tan bien como siempre.
Aun con la resistencia en su entrada terminó sentándose totalmente y sintiéndose complemente llena de él. Se mordió el labio conteniendo todas las sensaciones que tenerlo dentro le provocaban. Y comenzó con lentos movimientos de sus caderas arriba y abajo.
Senku agachó la cabeza hasta alcanzar uno de sus pezones con su boca e ir directamente a succionarlo.
Ahora sí Kohaku se sentía completamente humeda, casi escurriendo de excitación, con lo que a pesar de tener a Senku bebiendo de sus pechos aumento la velocidad de sus movimientos.
—Moviéndote así, esto terminara muy rápido.— Demasiado rápido.
—Esta bien.—Y arqueo su espalda cuando un corrientazo de sensación placentera le recorrió completa.—Hazlo… Solo quiero…
—Leona.—Ese movimiento rápido de ella, y el tiempo sin tenerla, estaban dejándolo a nada de terminar.
—S-Senku… Quiero, solo quiero sentirte llenándome.—Solo eso quería en ese momento.
Solo bastaron un par de minutos más de Kohaku montándolo al mismo ritmo necesitado que había marcado, que no tardó en cumplir lo que ella le pedía. Envistiéndola él también con un par de movimientos de sus caderas hacia arriba, expulsó todo su semen en su interior.
Kohaku gimió fuertemente solo de sentir el líquido caliente llenándola y como él quedaba tenso por la sensación de aún estarse viniendo.
Todavía tenía la sensación de seguir en su elinterior, que dejo caer la cabeza entre el hueco que formaban su cuello y hombro, ella respiraba aún agitadamente.—Ahora sí, me apetece comer.
Kohaku soltó una sonora carcajada al escucharlo.—Tienes mal tus prioridades.
—Las tengo muy bien establecidas, Leona.
—Yo no soy una Leona.—Y a pesar de reclamar, se sonrojo fuertemente cuando Senku palmeo su trasero como afirmando lo que acababa de decir.
-…-…-
—¿Este es el lugar?
Senku asintió a la pregunta de Kohaku.
Estaban ahora en la isla del tesoro. No quiso perder nada más de tiempo y solo después de comer y prepararse para salir se dirigieron al lugar.
Esa afirmación de él fue suficiente para que excavara a una velocidad sobrehumana. Senku la observó con una gota tras su cabeza, no dejaba de sorprenderle.
—Senku, sentí que tope con algo.
Ambos se apresuraron a remover la tierra que faltaba, ya no había duda, era el cuerpo petrificado de Byakuya.
—Aquí está, Senku.—Le regresó una mirada emocionada.
—¿Lo dudabas, Leona?
Ella negó rápida y repetidamente con la cabeza.
—Lo vestiré.—Ahora entendía algo a Taiju cuando no le permitió revivir a Yuzuriha sin vestirla primero. Claro que en su caso era al revés, quería evitarle la pena a Kohaku de ver las miserias de su desvergonzado padre.
—Has dormido suficiente.—Y con una enorme sonrisa expectante vertió el líquido despetrificardor desde su cabeza.—Llegó la hora de despertar.—La expectativa era simplemente fascinante.
No esperaron ni un segundo cuando se comenzó a escuchar el característico sonido de la piedra rompiéndose.
Tras Senku, Kohaku veía con ojos brillantes la piedra partirse. ¡Conocería a su suegro! Nunca lo había imaginado, sino hasta que Senku le contó sobre su plan meses atrás.
La piedra comenzó a cuartearse de secciones pequeñas a más grandes, hasta que de un momento a otro… Termino por partirse por completo.
Byakuya había quedado petrificado hacia más de 3700 años atrás con los parpados abiertos con un único motivo: Tener lo más que podía la imagen de Senku antes de ver la nada, y ahora que despertaba también tenía la imagen de Senku después de ver la nada.
Esa mirada marrón adquirió brillo vivido al momento en que la piedra se rompió.
—Hola, Senku…—Después de milenios de silencio, su voz salió como un eco ronco apenas.
Byakuya adquirido… En la época de la civilización posterior a la petrificación.
Senku en ningún momento perdió la atención en su padre.—Has revivido exitosamente de la petrificación.—La mueca en el rostro de Senku era emoción contenida pura mientras daba un par de pasos para ayudarlo a salir.—Bienvenido a 3724 años en el futuro.—Extendió su mano para ayudarlo a salir.
El ahora Ishigami mayor se llevó una mano a rascar la nuca al escucharlo.—Entonces mis cálculos eran correctos, es bueno saberlo.
—¿Tus cálculos?—Pregunto mientras le daba una mano.
—Me entretuve contando entre tanta oscuridad.
Ya veo, fue el fugaz pensamiento de Senku al entender a lo que Byakuya se refería. Entonces es de familia.—Inevitable, supongo.—Él mismo había pasado milenios contando segundos hasta su despetrificacion.
—Estuve contando los segundos. Aproximadamente 117471600000 segundos.
—No tengo ninguna duda de que es tu padre.
La sorprendida voz de Kohaku causó que la mirada marrón viajará de inmediato hacía ella. Y al saberse observada con curiosidad, Kohaku alzó una mano a modo de saludo tras Senku. La rubia de verdad creía que acababa de arruinar el momento del esperado reencuentro.—Hola.—Aun así saludo nerviosamente sonriente agitando su mano.
—Oh. ¡Hola!—Byakuya regreso animadamente el saludo aún desde su lugar y sin dejar de ver a la chica se decidió a invadir el espacio personal de Senku para alcanzar a codearlo insistentemente.—Ne, Senku.—Hablo casi en susurros como si no quisiera que lo escucharan, cosa inútil ya que Kohaku estaba a una distancia donde alcanzaba a ver y escuchar perfectamente.
—¿Qué?—Contesto algo irritado por el insistente codeo en uno de sus costados.
—¿Quién es ella?
Senku sonrió de lado al escuchar la pregunta.—Su nombre es Kohaku.—La rubia dio un paso adelante al escuchar su nombre, lista para presentarse más correctamente ante el hombre mayor.—Es de la aldea Ishigami, es la persona que más me ayudo.—Byakuya asintió al escucharlo y conectando la actual explicación de Senku con algunos de los datos que le había comentado milenios atrás.—Y ahora es mi mujer.—Senku ya rascaba superficial y desinteresadamente su oído al decir lo último.
Kohaku asintió firme y seguro a todo lo dicho por Senku.
Y Byakuya ya había sido despetrificado pero sentía que nuevamente era piedra porque lo último dicho por Senku simplemente no terminaba de procesarlo, ¿mujer?—¿Es tu qué?
—Soy su novia.
—Novia.—Repitió aún sin creerlo. Creía todo lo demás. Viajes en el tiempo, petrificación y despetrificación, pero su hijo… Su hijo no…—¡En hora buena, Senku!—Su hijo no moriría virgen y puro.
Ni Kohaku ni Senku esperaban que el hombre de apariencia mayor desprendiera tanta energía, pero lo comprobaron bien al momento en que salto sobre ambos para envolverlos en un asfixiante abrazo.
El Ishigami mayor de verdad se sentía jovial y fuerte después de haber sido petrificado.—Kohaku-chan, gracias por cuidar de Senku.—Hablo aun sin soltarlos.
Senku rodó los ojos al escucharlo.—A un lado viejo, nos asfixias.—Intento empujarlo.
Aplastada entre la bola humana de tres personas que eran logro hablar.—Entre los dos siempre nos hemos cuidado.
Solo al escuchar la voz entrecortada de Kohaku debido al aplastamiento, Byakuya recordó que podrían morir por falta de aire y deshizo el abrazo.—Bien hecho, Senku. Muy bien hecho.—Seguía molestando a su hijo ahora palmeando su espalda.—Es muy bonita.—Adelanto una mano frente a su boca acercándose algo más a Senku, como sí lo último que había dicho fuera algún secreto.
Byakuya quería darse una palmada en la frente. Por supuesto que esa chica era una aldeana. ¡Era idéntica a Lilian! No tenían los mismos genes, pero aún así quiso pensar que él gusto por los rasgos occidentales era de familia.
Senku cerro los párpados al escuchar. Su padre apenas tendría 5 minutos en el nuevo mundo y ya le estaba comiendo la paciencia.—Pueden conocerse después, aún nos queda algo más por hacer.
Byakuya adquirió seriedad y dejo pasar la emoción.—Lilian.
Kohaku solo asintió sabiendo que aun quedaba alguien más por despetrificar.
-…-…-
—Te ayudo a cavar, Kohaku-chan.
Senku rio burlonamente al escucharlo.—Créeme, eso no será necesario. Ella no es ninguna debilucha.—Hablo Senku que no hacía ni ademán de mover un dedo sabiendo que solo estorbaría al trabajo que Kohaku estaba por hacer.
—Senku, eso es muy poco caballero…—Las palabras de Byakuya murieron en su boca en el momento justo en que sus ojos captaron en cámara rápida a la rubia novia de su hijo convertirse en una especie de máquina de excavación humana, su vista apenas alcanzaba a ver cómo borrones a los delgados brazos moverse rápidamente.
—Ja, esto será rápido.—Dijo mientras seguía enfrascada en su tarea.
—Impresionante. De verdad está muy saludable.
—Es toda una, Leona.—Dijo a un lado de su padre sin dejar de observar el trabajo de Kohaku.
—Que no soy una, Leona. Yo tengo una nombre bonito, mi nombre es, Kohaku. Bastardo.—Solo paro su labor para apuntar a Senku con uno de sus dedos y reclamarle.
Byakuya estallo en carcajadas.—Me alegra ver que se llevan tan bien.
Y al verlo reír libremente, a pesar de la edad que se notaba en su rostro, Senku se alegro de su presencia en esa época, y termino por seguir su risa. Byakuya seguía siendo el mismos cabeza de chorlito.
Kohaku termino sonrojada al verlos reír sin entender realmente el motivo, algo enfurruñada y fuera de lugar siguió cavando, hasta que pronto, como con Byakuya, sintió que topaba con algo duro.—La encontré.
Ambos hombres dejaron de reír al escucharla y rápidamente se acercaron a ella para ayudarla a terminar de liberar a Lilian.
Sacaron a Lilian completamente de la tierra. Y está vez fue Kohaku quien se encargó ahora de vestirla con uno de sus vestidos.
—Te concedo los honores.—Senku le pasó la botella con el líquido despetrificardor a su padre.
Byakuya lo recibió de inmediato y con mirada centellante vertió el líquido. La piedra que envolvía a Lilian se partió rápidamente frente a sus asombrados ojos.—Lilian.
Senku y Kohaku se mantuvieron a un lado mientras veían con una sonrisa el reencuentro de las dos personas que habían quedado separadas, petrificadas más de tres milenios atrás.
Los ojos azules de la rubia que acababa de despertar se aguaron rápidamente al ver al hombre delante de ella. No tenía duda alguna de que lo volvería a ver con lo que él le había prometido en el pasado, y una vez más no la defraudaba.—Estoy aquí, y tú también.—Con la voz quebrada y las piernas temblorosas avanzo los cortos dos pasos que los separaban.
Fue recibida de inmediato por Byakuya que la envolvió en un cálido y firme abrazo.
En el pasado la vio morir y pensó quedarse solo. Simplemente acepto su realidad y tomo de ella lo positivo que podía tomar y se dejó llevar por su realidad.
Hasta que de un momento a otro Senku llegó, y con él no sólo llegaba su deseo cumplido de verlo una vez más. Senku le había traído la felicidad de volver a verlo, les regaló opciones a sus compañeros astronautas, le regalo un sueño que no sabía que tenía de viajar en el tiempo, le regaló más vida y termino por regresarle la vida a la compañera que creyó había perdido hace mucho.
—Con que tienes nueva mamá.—Kohaku codeo a Senku sin dejar de ver la escena que tenían delante.
Se alzó de hombros.—Por mi está bien mientras lo haga feliz.
—Ja ¿Acabas de decir algo razonable referente al amor?
Senku rodó los ojos.—Tu mejor que nadie sabes que no soy el monstruo que los demás creen.
Mirándolo con ojos brillantes Kohaku asintió a lo último dicho por él.
—Senku, quiero que Kohaku conozca a Lilian.
—Vamos a conocer a tu antepasado.—Le extendió la mano para caminar con ella y acercarse a los mayores.
Kohaku asintió y se dejo llevar por Senku.
Mientras se acercaban Senku no podía con su sonrisa de satisfacción, la presencia de su padre, ahora materializado frente a él en carne y hueso era diez mil billones por ciento emocionante. Senku alzó la mano que tenía libre a modo de saludo a Lilian, una vez frente a ellos.—Ella es Kohaku.—Una vez más, Kohaku dio un paso adelante para presentarse más correctamente y asintió en aprobación a lo que Senku decía. —Mi prometida.
Kohaku siguió asintiendo, pero se detuvo abruptamente ante lo último que escucho.—¿Tu qué?
Byakuya reprimió un grito de emoción al entender lo que estaba pasando.
—Es un placer.—Lilian se acercó de inmediato a abrazar tiernamente a la chica que seguía estática en su lugar, completamente ajena al ambiente que se había colado de un momento a otro.—De verdad, eres linda.
Senku se llevó una mano a rascar una de sus orejas sin dejar de observarla con una sonrisa ladina. ¿Apenas te das cuenta, Leona?
Kohaku por su parte correspondió el abrazo de Lilian sin dejar de ver a Senku.—I-Igualmente.
—¿Que fue lo que dijiste?—Ahora que era libre del abrazo de Lilian se permitió regresar a preguntarle directamente.
—Tu mejor que nadie debes de saber que ahora es posible.—Acababa de cumplir su proyecto más grande.
—Senku…—Susurro apenas sorprendida sin dejar de verlo.
Sin querer dejar de ser testigo de esa escena, Byakuya en contra de sus deseos se decidió por darles espacio ante lo que acababa de intuir estaba pasando. Tomo una de las manos de Lilian y la jalo suavemente para alejarse un poco con ella.—Creo que no tardaré mucho en tener nietos.
Sin entender Lilian le regreso una mirada que pedía explicaciones.
Y ahora algo ajenos a los mayores, Senku se llevó ambas manos a las caderas y giró todo su cuerpos hacia ella para dedicarle toda su atención.—Tu ya me habías elegido, por lo que solo estaba pendiente que terminara mi proyecto para tener el tiempo.
—¿Qué?—Entendía perfectamente bien a lo que se refería, recordaba como sí hubiese sido ayer el día en que le dijo que estaba dispuesta a comprometerse si el lo estaba.—¿Hablas en serio?
—Kohaku, ha sido demasiado obvio. Tengo meses sin usar condón.
Kohaku no entendía por qué ese último comentario la había hecho abochornarse.—¿Eso qué tiene qué ver ahora?
—¿No entendiste las clases de sexología que te di?—Kohaku era la persona que mejor lo entendía, ¿de verdad ahora el cerebro se le había apagado?—Como dije en esas clases. Sexo sin protección es igual a bebés. Y tú y yo tenemos mucho.
Kohaku abrió sus ojos grandemente al escucharlo.—Tu… tu quieres…—Estaba tan perpleja que no sabía ya exactamente qué preguntar.
Volvió a encogerse de hombros.—Me hice a la idea precisamente porque sabía que este proyecto tenía diez billones de probabilidades de ser exitoso.
Y Kohaku entendió entonces, que él tenía meses pensando en su siguiente paso en cuanto a su relación se refería.—Ja, y yo ya lo había dicho. Estoy dispuesta a ello.
Compromiso de Senku y Kohaku adquirido.
Con ojos brillantes se acercó a él para abrazarlo.
A un par de metros de ellos Byakuya que había terminado de explicarle a Lilian lo que creía estaba pasando se dedicó a observar la escena en dónde veía aceptar cómodamente el abrazo de la que al parecer ahora era su prometida. De verdad le parecía extraño ver a Senku aceptar el contacto humano tan de buena gana, recordaba bien que Senku siempre rehuía cualquier tipo de contacto con otros. Esa chica debía ser especial.
En cuanto se sintió lista se separó de Senku.—Debemos llevarlos a descansar.
El científico asintió y camino a un lado de ella sintiéndose algo renovado. Cumpliendo su último proyecto ahora estaba expectante por lo que seguía.—Debemos mostrarles todo, cada avance tecnológico y científico.—Lo primero sería eso, mostrarle a su padre todo lo que habían logrado.
Quería mostrarle a Byakuya el progreso logrado a lo largo de los años. En ese mundo donde, ahora estaba presente, le mostraría el futuro científico que estaban construyendo con perseverancia.
Lo notaron? Todos querían tener a alguien. Lilian a Byakuya, Kohaku a Senku, Senku a Kohaku y a Byakuya, y Byakuya a Lilian y a Senku y ahora que conoce a Kohaku pues también a ella jaja. Ow adoro los finales felices.
