DISCLAIMER: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer pero todo lo demás es mío.

Grupo de Facebook con imágenes del capítulo: Feeling the Reading: Bella Bradshaw.

.

🌊 ❤️ 🌊

.

Llevo cinco días en Barcelona rumiando todo lo ocurrido en el Ultra.

Cada vez que pienso en Miami mi cabeza me trae la imagen de Mylena metiendo su mano por dentro del pantalón de mi novio. También recuerdo las palabras de Edward y su mirada asustada pero sincera explicándome todo, no obstante dentro de mí siento que aún no he encajado del todo esta nueva información.

Fue fácil convencerme de que ella no es importante para él cuando le tuve delante pidiéndome perdón pero ahora que está a miles de kilómetros no puedo evitar preguntarme si coincidirá con ella, si en algún momento volverá a pedirle sexo, si le estará tocando como hizo ese día…

Y dios no quiero que mi cabeza vaya ahí pero incluso si no es Mylena, ¿habrá más ex trabajando con él?

¿Se habrá acostado con su directora de gira?

¿Con alguna artista con las que haya colaborado?

¿Con alguien más de su equipo?

Las dudas no paran de bombardearme la cabeza.

También he recreado sin querer una imagen de Mylena y Edward juntos, compartiendo cosas como hacemos nosotros, viajando, comiendo, bailando, hablando, follando…

Siento como si hubiera estado en esa habitación con ellos hace años. No conozco los detalles y Edward me dijo que no fue en nuestra cama pero mi mente me lleva ahí, a la habitación de Ibiza con terraza, la cama contra la pared de rombos azules, la alfombra blanca increíblemente suave, el cobertor azul y el olor a salitre mezclado con crema solar que inundaba la estancia ese verano. Les veo a ellos en la cama, ella encima de él a horcajadas, desnudos, besándose, gimiendo y moviéndose de forma coordinada para darse placer. El contraste entre la piel negra de ella y la piel bronceada de él. Las manos de él en sus glúteos. Las manos de ella entre su pelo.

He revisado su perfil en Instagram.

Se siguen mutuamente.

Edward le ha dado me gusta en casi todas las publicaciones que ha subido salvo en las últimas tres que coinciden en tiempo con la fecha en la que empezó conmigo.

Ella sin embargo ha dado me gusta en todas sus publicaciones.

He comparado los tiempos y las localizaciones de sus fotos por si coincidían.

Hace tres veranos estaban en Ibiza al mismo tiempo.

Octubre de hace dos años en Nueva York.

Hace poco más de un año en Londres.

No quiero seguir en este punto mental pero no puedo pararlo. No sé cómo sacarme a esa mujer de mi cabeza.

Tampoco sé por qué me he obsesionado tanto con ella.

Cuando vi a Edward con María sentí celos pero no la conocía, apenas interactuamos.

Con la modelo de Victoria's Secret ni me inmuté, es como si no hubiera ocurrido. No la conozco y no está en la vida de Edward así que mi cabeza lo ha minimizado.

Pero Mylena… no sé. La forma en que me enteré, el ser testigo de ellos tocándose, verlos juntos, que Edward me lo haya ocultado, saber que ella sigue siendo parte de su vida así sea únicamente en el ámbito laboral, alguna de estas características ha hecho que lo perciba como una traición y lo tenga grabado a fuego en mi cabeza. Por supuesto saber que ella fue la siguiente después de mí ese verano hace todo mucho peor, mucho más personal.

No he vuelto a sacar el tema hablando con Edward por varios motivos. Uno de ellos es porque está en Las Vegas y no quiero hablar de esto a través de una pantalla. Otro es porque no quiero ser la novia celosa que monta numeritos cada vez que una chica se acerca a su novio y el otro es porque no sé hasta qué punto tengo derecho a sentirme así porque Edward haya tenido sexo con alguien durante 4 años seguidos cuando yo llegué a casarme con otra persona.

Sin dudas mi cabeza no está en su mejor momento.

Para entorpecer todo aún más mi madre lleva días llamándome y escribiéndome pidiéndome perdón e invitándome a llevar a Edward de nuevo a casa.

Ahora que no estamos igual de bien que antes sí quieren aceptarle ¿no?

No puedo hacer eso ahora así que la he respondido de forma vaga pidiéndola posponer esa conversación.

Edward y yo continuamos hablando día a día a través de llamadas y mensajes pero los dos somos conscientes de que algo no es igual que antes.

Hay una especie de punto de contención que antes no estaba.

Tampoco estoy al cien por cien en el trabajo y el mejor momento del día tiene lugar en el gimnasio donde mi cabeza se calla.

No obstante, los domingos el gimnasio no abre así que aprovechando el buen tiempo del mes de abril en Barcelona salgo a mi balcón a leer.

Pongo una manta y cojines en el suelo y acompaño la lectura con un café templado con mucha espuma.

Estoy metida de lleno en mi libro Hábitos Atómicos cuando mi teléfono comienza a vibrar a mi lado.

Edward llamando.

Frunzo el ceño mirando mi reloj de pulsera.

Si aquí son las 11:30 de la mañana, en Las Vegas son las 2:30 a.m.

-Hola- digo aceptando la videollamada.

Edward está al otro lado de la pantalla, despeinado y sin camiseta en una habitación de hotel.

-Hola nena- sonríe.

-¿Qué pasa?

-¿Tiene que pasar algo para que te llame?- pregunta fingiendo humor.

-Para que me llames a las 2:30 de la noche sí- respondo dejando el libro a un lado.

Él suspira al otro lado.

-No puedo dormir- confiesa pasándose la mano por el pelo.

-¿Jet lag?- sonrío.

-No- dice serio.

Un silencio inunda nuestros teléfonos.

Yo estoy esperando una explicación a su problema de conciliación de sueño y él no sé.

-Quiero hablar contigo- me dice finalmente.

-Vale- acepto comenzando a preocuparme y a tener esa típica sensación en el estómago.

-Siento que algo no está bien entre nosotros. Está pasando algo y tú no me lo estás contando.

-O sea algo no está bien entre nosotros pero es por mi parte- concluyo- no estoy enfadada- le afirmo.

-Ya lo sé pero algo pasa. He intentado ignorarlo, decirme a mí mismo que son cosas mías, que todo está bien pero sé que no lo está. Es un presentimiento, una sensación… hay una alarma en mi interior que no se apaga, ¿estoy en lo cierto? Y si no lo estoy y son cosas mías dímelo.

Suspiro y cambio la dirección de la mirada de la pantalla del móvil a la gente que pasea calle abajo.

Un señor comprando una barra de pan.

Dos chicas corriendo.

Un padre paseando a su bebé.

-Estoy en lo cierto- adivina él ante mi falta de respuesta.

-Sí, algo pasa pero no sé ponerle nombre- confieso por fin.

-Intenta explicármelo.

-Cuando estamos cara a cara es más fácil.

-No vamos a vernos en un mes- se queja él volviéndose a pasar la mano por el pelo- y yo no estoy dispuesto a seguir teniendo conversaciones cordiales contigo para no cruzar ese muro que está entre los dos.

-Vale- acepto derrotada- dame un momento- le pido levantándome del suelo de la terraza y entrando dentro de casa.

Sin la luz del sol cegándome puedo ver mucho mejor la pantalla.

Me siento en uno de los taburetes de la cocina y apoyo el teléfono contra un vaso en la isla de la cocina.

-Es por Miami- comienzo.

-Lo sabía- expresa él frustrado- ¿cómo puedo hacerte entender que ella no es importante?

-Pues para empezar dejando de decir que no es importante. Lo es, de una forma u otra es importante porque es alguien con quien has compartido muchas cosas durante mucho tiempo y que sigue presente en tu vida a día de hoy.

Frunce el ceño escuchándome.

-Mi cabeza no para de imaginaros juntos- confieso avergonzada.

-¿Por qué? ¿Por qué permites que tu cabeza imagine escenarios que no son reales y que te hacen daño? Te expliqué todo, ¿por qué no confías en mí?- pregunta frustrado.

-Yo no mando sobre mi cabeza, ojalá pudiera, créeme que no es plato de buen gusto visualizar a mi novio follando a otra tía igual que a mí. Y que me culpabilices no va a ayudarnos.

Edward se pone nervioso y se levanta de la cama donde estaba sentado antes.

-Dime entonces cómo puedo ayudarte, si te he dicho cuáles son mis sentimientos hacia ella y hacia ti y con eso no te vale, ¿qué más tengo que hacer? Siento que me estás castigando por algo que hice cuando no estábamos el uno en la vida del otro y no es justo- confiesa.

-No es por lo que hiciste entonces, es por lo que has hecho ahora. Tú me has mentido sobre ello cuando ya estábamos juntos.

-No te he mentido- se defiende.

-Lo has hecho, por omisión. Decidiste no contármelo, decidiste no compartir conmigo una parte de tu vida pasada que tiene un efecto directo sobre mí. Decidiste mantener vuestra relación en secreto, protegiste vuestra relación frente a la nuestra.

-¡No! Decidí proteger nuestra relación y no dañarla con algo pasado.

-¡No! Proteger nuestra relación no es taparme los ojos y llevarme al frente desarmada que es lo que ocurrió en Miami. Proteger nuestra relación es sentarte conmigo a hablar y contarme que mantuviste una relación íntima intermitente con la persona que está a tu lado trabajando. No soy estúpida y no quiero que me trates como tal.

-Nunca he pensado que lo seas- dice enfadado.

-Fuiste injusto conmigo. Actuaste así para salvarte a ti, no a mí. ¿Y sabes cómo lo sé? Porque yo ya cometí ese error contigo, te oculté que estaba prometida mientras me acostaba contigo en Ibiza y luego te puse en una situación muy comprometida con tu jefe que resultó ser mi marido. Como me dijiste una vez, no fui justa contigo y tienes razón, no lo fui. Y no quiero comparar pero los ex son un tema sensible entre los dos, a ninguno nos gusta imaginar al otro con otra persona pero si alguna vez tú, Leo y yo coincidimos en una habitación tengo la conciencia tranquila porque ya sabes qué esperar. Yo no lo sabía y de repente me vi dentro de una situación muy incómoda para la que tú no me habías preparado aun teniendo la capacidad de hacerlo.

Él se queda callado mirando un punto fuera de la pantalla de su teléfono durante demasiado tiempo.

-Edward- le llamo.

-Estoy pensando en tus palabras. Yo no lo había visto así, no pensaba que estuviera haciéndote daño porque no tenía planeado ocultártelo para siempre, sabía que en algún momento iba a contártelo. Pero tienes razón, entiendo tu punto de vista y tienes razón. Lo siento.

-Hay más- le digo aprovechando que ya estamos metidos en este tema.

-¿Qué?

-A raíz de todo esto yo he empezado a tener dudas- confieso.

-Sobre seguir conmigo- me interrumpe él apresuradamente.

-¡No Edward! Te dije en Miami que no voy a dejarte por una discusión o un malentendido y cuando digo no es que no- le aclaro enfadada.

-No puedes culparme por pensar así. Pensé que lo habíamos solucionado todo, pusimos un océano entre los dos y una vez llegaste a Barcelona comencé a notarte diferente.

-Pero no es porque vaya a dejarte es porque hay mucho en mi cabeza. A raíz de Miami he comenzado a preguntarme qué nivel de intimidad compartiste con ella, cómo fue, hasta qué punto os conocéis el uno al otro en el terreno emocional y si ha habido otras chicas que trabajen contigo también necesito saberlo. Tienes que llenarme los huecos que ha planteado mi cabeza porque voy a volverme loca. Siento una necesidad imperiosa por saber y soy consciente de que no tengo todo el derecho del mundo a conocer ciertos detalles pero dios no puedo evitarlo- me frustro comenzando a llorar- yo no quiero ser ese tipo de novia, yo no quiero sentir celos por cada chica que está a tu lado.

-No quiero que sientas celos, no quiero que pienses que hay motivos para estar celosa cuando no es así. Podría pasarme horas al teléfono diciéndote porque para mí tú ganas al resto por goleada pero eso ya lo sabes y aun así estamos en este punto. Tú necesitas entender qué ha pasado en mi vida en esos cuatro años- resume.

Asiento.

Él suspira.

-Deja de llorar por favor- me pide.

Asiento limpiándome las lágrimas y sentándome más recta en el taburete.

-¿Quieres saber todo?

-Por favor- le pido a través de la pantalla.

-Bien pero prométeme que hablarás conmigo cuando no entiendas algo. Siento pavor de contarte algo y que salgas huyendo.

-No va a pasar, te lo prometo.

-¿Segura?

Asiento.

-Dilo.

-Segura- afirmo.

-En realidad ya sabes lo más relevante.

Edward comienza contándome los primeros días en Ibiza después de que yo me fuera. Ninguna chica despertaba su interés, el verano se acabó y él volvió a Los Ángeles. Comenzó a trabajar y a viajar de nuevo, volviendo al ritmo de trabajo habitual. Se enteró de que le había bloqueado nada más aterrizar en Brasil a finales de septiembre. Volvió a Ibiza en octubre, tan solo un fin de semana para el cierre de las discotecas, una última actuación del año en Ushuaïa. Mylena estaba allí junto a muchas otras personas, hubo una fiesta privada solo para los djs en un hotel, ella iba borracha, él no tanto. Él la llevó a su hotel y la acompañó hasta su habitación para asegurarse de que llegaba bien. Ella le besó en el pasillo, él la rechazó, ella le metió la mano en el bolsillo trasero del pantalón y le preguntó qué le frenaba. Nada, ya no le frenaba nada porque no estaba con nadie y posiblemente yo sí estuviese con alguien más.

Subieron a su habitación y se desnudaron rápidamente, sin besos, sin preliminares, sin juegos, solo sexo. Él dice que fue un polvo muy triste y que se corrió en tres minutos sin que ella hubiera llegado, luego Mylena se levantó corriendo y vomitó en el baño. Él se vistió y se fue. Se sintió raro para él estar con una persona después de mí porque el nivel de confianza no era el mismo, se había acostumbrado a mí y esto no era ni parecido. Tim le felicitó por quitarse la espinita pero él no lo sintió así, la espinita seguía, incluso se había acrecentado. Entonces en un momento de bajón me escribió aun sabiendo que no iba a recibir su mensaje y estuvo releyendo el chat conmigo varias veces durante días. Con el paso de las semanas él se olvidó de Mylena y fue enterrando lo que habíamos compartido juntos mientras se concentraba en el trabajo.

En diciembre coincidió de nuevo con ella y ésta le aseguró que no pasaba nada, que su relación laboral seguiría como siempre, que solo fue sexo. Todo volvió a la normalidad salvo que él seguía sin sentirse atraído por ninguna chica hasta febrero. Conoció a una mujer más mayor en un avión viajando a Los Ángeles, era rubia, no se parecía en nada a mí y quedaron una noche, ella fue la primera por la que se sintió atraído después de mí. Tan solo fue una noche pero supuso para él pulsar el botón de reseteo. Hubo otras chicas después de ella pero solo fueron chicas de una noche. Cuando llegó de nuevo el verano volvió a trabajar con Mylena para el lanzamiento de su disco y ésta le confesó que acababa de romper con su novio con el que para ella era EL CHICO de su vida. Volvieron a acostarse juntos y esta vez fue cosa de dos días enteros compartiendo habitación, sexo y lágrimas por su parte. Se separaron pero coincidieron de nuevo en Ibiza a las dos semanas y tuvieron sexo un par de veces.

Él se acostó con otras y ella con otros a lo largo de ese verano. En una campaña de navidad conoció a la modelo Blanca Padilla, hablaron, rieron, dejaron de salir con otras personas, fueron a citas y por supuesto se acostaron. Él vivió con ella en Nueva York durante dos meses y cuando ella le propuso conocer a su familia en España él se dio cuenta de que no encajaban más allá de salir a citas, sexo y compartir cena por las noches. Ella quería un novio tradicional, un futuro marido y padre de familia y él sabía que no tenía madera para ello así que para qué intentar algo que no iba a funcionar. Tampoco se sentía enamorado. Cuando se estaba planteando si seguir o no con ella la comparó conmigo de forma inconsciente dándose cuenta de que quizás su parecido físico en relación a mí era lo que había hecho que buscase en ella lo que tuvimos juntos pero siendo ambas muy diferentes entre sí.

Relación formal como tal no volvió a tener con ninguna chica pero tampoco estuvo solo, simplemente esas relaciones se quedaron en el ámbito informal y no duraron más de unos días o unas semanas al mismo tiempo que se acostaba con Mylena de forma ocasional cuando coincidían, sin expectativas, sin sentimientos románticos, tan solo con la familiaridad de conocerse y a la vez con la facilidad de saber que ninguno esperaba más.

Tim murió en abril y volvió a ser una época oscura para él. No recuerda muy bien a las personas que entraron y salieron de su vida en ese momento pero todas carecían de importancia tras sufrir tremendo trauma emocional. Cuando tocó fondo tan solo estuvo Garrett y sus amigos de toda la vida junto a él. Estuvo concentrado en sus actuaciones y en crear nuevos temas. Reconoce que Mylena estuvo con él en algún momento del verano porque era fácil, porque ella también le conocía, ambos veían el sexo como una liberación física sabiendo que mentalmente estaban destruidos. Que quizás ahí fue cuando la definición amigos con derechos se ajusta más a lo que tuvieron porque junto a Garrett y David fue la única persona con la que pudo abrirse. Fue un verano muy triste, austero, sin fiestas, sin chicas, sin casi actuaciones en Ibiza, no pisó mucho la isla esos meses pero el dueño de Ushuaïa le pidió por favor venir como dj invitado para tres sets al final de la temporada. Aceptó.

Cuando volvió a la isla que lo vio crecer profesionalmente junto a Tim pensó que los sentimientos negativos le abrumarían, no sabía si sería capaz de mantenerse lejos de las drogas o el alcohol. Hizo las tres actuaciones en Ushuaïa y cuando tuvo que volver a Los Ángeles decidió quedarse en la isla, alquilar una villa y tener tiempo a solas para él. Mandó a Garrett a casa y siguió trabajando desde Ibiza al mismo tiempo que sus pensamientos iban ordenándose respecto a Tim. En palabras de Edward ''Ibiza fue terapéutica''. Acudió a una reunión de trabajo que obviamente era una fiesta en una villa y me volvió a ver.

-Subías las escaleras hacia la planta de arriba. Llevabas un vestido blanco con flecos y el pelo recogido. Ibas limpiándote una mancha en la tela con la cabeza inclinada hacia abajo, no estaba cien por cien seguro de que fueras tú así que subí a comprobarlo de cerca. Hacía mucho que no pensaba en ti, tú pertenecías a una parte de mi vida que ya no existía. Yo había crecido profesionalmente y personalmente me acababa de ocurrir algo que marcaba sin dudas un antes y un después. Pero si eras tú quería saludarte. Me bastó cruzar dos palabras contigo para retroceder tres años. No sé por qué te seguí fuera, ni por qué te pedí el número de teléfono nuevamente, al final no sabía nada de tu vida, no te conocía casi.

-Cuando me llamaste más tarde esa noche supe que iba a quemar todas mis cartas para volver a estar contigo. Así que todo lo que ocurrió después era algo previsible. Lo que no esperaba era que te quedases conmigo durante tres días volviendo a ser los mismos que hacía años. Cuando te volví a tener así supe que tenía que tenerte en mi vida porque no había vuelto a sentirme así con nadie.

-Pero hui.

-Sí y me enfadé mucho contigo. Me puse furioso, me sentí imbécil por haber repetido el patrón. Te borré del todo, teléfono, chat, todo, hasta me fui de Ibiza, o sea tenía que viajar en ese momento por trabajo pero iba a volver no obstante estaba tan enfadado que no quería pasar ni un minuto más en esa isla que nuevamente estaba ligada a ti. Al contrario de la primera vez, esta vez la ira me hizo volver a estar con otras chicas mucho antes porque no quería pensar que tú habías sido la última. Aún seguía cabreado contigo cuando nos encontramos en Londres y me enteré de que estabas casada. En mi cabeza te tenía etiquetada como una chica con un espíritu libre y por eso rehuías las relaciones formales, cuando supe que también me habías mentido en eso… hubiera podido acabar preso si hubiese dejado que la ira me guiase. No quería ni verte, a Leo menos pero teníamos una relación laboral. No sabes la cantidad de veces que te imaginé siendo con él como lo habías sido conmigo.

-Terminé el contrato con esa discoteca antes de tiempo porque no podía trabajar mano a mano con tu marido, que además de ser el tío que tenía a mi chica era gilipollas. Y volví a lo mío, Mylena y yo volvimos a encontrarnos en diferentes eventos, a veces estuvimos juntos, otras veces hubo otras chicas y luego volviste a aparecer tú. Me dices que estás separada de Leo pero eso me da igual porque sigo enfadado contigo, él empeoró todo pero la que huyó de mí fuiste tú, con marido o sin él. Así que decido tratarte con profesionalidad pero apareces en Ibiza de nuevo, soltera, haciéndome caso, te pillaba mirándome, eras la Bella que yo conocía, no la de Londres, pero me prometí a mí mismo no volver a caer contigo porque ya sabía cómo acabarían las cosas. También sabía que contigo no podría mantenerlo informal, no podría hacer lo que hacía con otras de estar con ellas y que me diera igual si estaban con otros tíos, si nos veíamos cada dos días o si no volvíamos a saber nada el uno del otro, no había sido capaz de mantenerlo informal contigo hace años así que ahora mucho menos.

-Me sentía muy frustrado, quería perderte de vista y volver a retomar mi vida pero no, ahí estabas tú, incluso hasta en mi villa de Ibiza. María era una chica más, ella quería estar con un dj y yo quería quitarme la frustración que me producías tú así que por qué no estar con ella. Sabía que ella no estaba interesada en mí, no es como que me aprovechase de ella ni nada de eso, más bien al contrario. Sabía que te había molestado verme con ella porque te conozco, sabía leer tus expresiones y sé que no suena muy maduro pero saber que te molestó se sintió justo, estábamos iguales y yo seguía teniéndote resentimiento. Cuando te marchaste de la villa después de comer yo estaba muy cabreado y lo pagué con María, discutimos por una tontería y sin querer la llamé Bella y bueno…. Se marchó de la villa enfadadísima y esa fue la última vez que la he visto. No mantengo contacto con ella y no intercambiamos teléfonos ni redes sociales así que no sé nada de ella igual que no sé nada del 90% de las chicas con las que he estado este tiempo.

-Después vino Untold y todo lo que ocurrió. Ahí fue la primera vez que me dijiste que yo había sido importante para ti, hasta entonces yo solo pensé que había sido un polvo más. Estaba enfadado contigo, porque seguías teniendo la capacidad de influenciarme y de verdad que estaba intentando pasar de ti pero es que estabas en todas partes. Después de que vinieras a hablar conmigo en la autocaravana reflexioné, me di cuenta de que llevaba semanas enfadado contigo y que estaba haciéndome mal, que había tenido una buena oportunidad para solucionar las cosas y poder perdonarte y perdonarme para seguir con mi vida y lo había echado a la basura.

Fui a Barcelona a cerrar todo contigo, a aclarar todo y a poder dejarte atrás. Fue muy difícil, yo pensaba que tenía toda la verdad y luego tú me hiciste ver que no, que las cosas no fueron como yo pensaba para ti. Cuando salí de tu piso a la mañana siguiente me encontraba más ligero, entendía mejor las cosas, contaba con las herramientas para poder seguir pero no, termino un set y estás abajo esperándome haciéndome tener un deja vu de cuatro años antes. La chica de la que llevo años enamorado está esperándome pidiéndome una oportunidad, mi orgullo no me dejaba decirte que sí, ni mi temor a que volvieras a marcharte pero yo quería creer que sí. Y eso es todo, lo demás ya lo sabes. Todas las chicas que han estado en mi vida son como el fogonazo de un mechero y tú, tú eres un incendio inmenso que arrasa con todo y que no hay quien lo apague. Mylena está fuera de mi vida, solo tenemos una relación laboral desde hace casi un año, no hablamos por teléfono si no es por trabajo y lo único que la agradezco es haber estado para mí en mis momentos más bajos al igual que lo estuvo Garrett o Jasper o Zafrina. María fue la última chica antes de ti. Hace mucho que no me encuentro con Blanca, años, pero nos seguimos en Instagram y acaba de ser madre con su pareja. Antes y después de ti el sexo fue solo sexo, contigo fue y es algo más, ya te lo he dicho, como lo es contigo no es con nadie. Contigo es unión, es intimidad, es compenetración, es amor, solo contigo. ¿Están todos tus huecos llenos?

Asiento.

-Gracias- le digo sonriendo.

Llevamos casi una hora hablando por videollamada, la batería de mi móvil está al 7% y no quiero colgar.

-Ahora tengo yo curiosidad. Sé quien fue el siguiente chico después de mí pero ¿y el resto? ¿Además de Leo ha habido alguien?

-Nadie importante. Pero te lo contaré.

Él asiente y bosteza.

-¿No quieres esperar a mañana?- propongo.

-Dormiré después- me promete.

-Bien, pues después del chico de la camiseta amarilla tardé en volver a estar con otro porque me echaba para atrás volver a sentirme tan mal como me sentí con él. Pero en verano me fui de vacaciones una semana a Nantes y coincidí con un chico con el que había estado algunas veces durante mi Erasmus. Jacob fue el que definitivamente quitó tu tirita. Después volvió la Bella despendolada de antes de ti y hubo varios chicos, los conocí de fiesta, por Instagram o por trabajo. Todos fueron más o menos iguales, rollos de una noche o varias noches sin ataduras. Luego conocí a Leo y cuando todavía no habíamos formalizado nada yo quedé con un chico varias veces, era de otro país y estaba aquí solo por unos meses. Después solo Leo, luego tú y espero que tú para siempre.

-¿Solo fue sexo?

Asiento.

-¿Y con Jacob? Si es el que quitó mi tirita no me gusta- se queja.

-Con Jacob solo fue sexo siempre. Nunca fuimos exclusivos y ni si quiera le dejaba dormir conmigo. De hecho tú fuiste el primero con el que me quedé a dormir después de una noche y poco más.

-¿Vas a poder controlar las imágenes de tu cabeza?

-Eso espero- suspiro.

-¿Y qué vas a hacer si vuelven?

-Llamarte- digo segura.

-¿Prometido? No quiero volver a sentirte distante cuando estamos separados. Bueno en realidad no quiero estar distante contigo nunca pero cuando no puedo verte en persona menos. Si hay una situación que te crea desconfianza dímelo.

Asiento.

-Prometido. Ve a dormir, está todo bien.

-No digas eso.

-Pero es verdad.

-Ya lo dijiste y no fue así.

-En ese momento todo estaba bien pero cuando llegué aquí y la información empezó a girar en mi cabeza surgieron nuevas dudas. Si mañana me ocurre lo mismo te llamaré y lo hablaremos, así hasta que volvamos a donde estábamos hace unas semanas.

-Vale- dice un poco más convencido.

-Ve a dormir, te quiero. Hablamos luego- le digo sonriendo y mandándole un beso.

-Te quiero, hasta mañana- me dice guiñándome un ojo.

La pantalla se va y se queda negra.

Paso el resto de la tarde reorganizando toda esta nueva información.

Decido dejar a Mylena donde pertenece, en el pasado, siempre que Edward mantenga sus límites con ella. Nada de desnudarse y probarse ropa bajo sus ojos y mucho menos meterle la camiseta por dentro.

También borro a Mylena de mis últimas búsquedas recientes en Instagram.

Cerca de las nueve de la noche recibo un whatsapp de Edward dándome los buenos días y yo le respondo mandándole una foto en pijama dándole las buenas noches.

.

🌊 ❤️ 🌊

.

Ahora ya sí, ahora ya Bella ha cerrado a Mylena y ha vuelto a ser la mujer segura de sí misma y de su pareja que ha sido siempre. Ella necesitaba saber qué había pasado con Edward estos casi 5 años porque no sabía nada.

¿Qué os ha parecido el historial de Edward? ¿Y el de Bella? ¿Volverá algún ex de alguno de los dos a la historia?

Os leo ;)

Muchas gracias a todas, nos leemos el jueves y como siempre review = adelanto.