Martes, después de la escuela. Yukinoshita está ocupada debido a asuntos que no quiso decir ni yo escuchar, así que hoy pude irme a casa temprano. Miura está ocupada haciendo cosas que tampoco me importan y Yuigahama la siguió, por tanto, oficialmente me libré de todas esas ellas, al menos por esta tarde. Hoy puedo descansar.

... O esa sería la idea, pero Komachi, la hermana que siempre da y por tanto debe recibir, me hizo pasar a comprarle algo para festejar un suceso del que tampoco sé mucho, pero tiene que ver con un compañero... Al margen de los pensamientos intrusivos oscuros que se me vinieron, terminé comprando un pastel con el dinero de papá que quiso complacerla.

[Siscon. Tú y tu papá tienen un problema]

Se llama amor.

[Se llama Alabama. Se llama el Norte. Se llama 'mantener la sangre pur-]

Okay, has dicho demasiado. Cállate, ¿si? Cada vez que escribes algo, la prosa llora.

¨... Tch, discutir contigo es una cosa, pero esto es...¨

Al final, la tienda que Komachi quería esta en el centro comercial. Por ende, estoy aquí, rodeado de un montón de desconocidos haciendo sus vidas, desde adultos, algunos niños o ancianos, pero principalmente gente de mi edad haciendo cosas de gente de mi edad... Ergo, ser unos estúpidos.

Orillado aquí, en medio de la nada a la vez que de todo, intenté pasar sin que una mla persona tratara de tirar el pastel de mi querida hermana. Nunca fui fan de la gente, y esto no ayudaba, pero al menos agradecí que al menos aquí fuera un cualquiera, alguien a quien no le dedican más allá de una mirada. De verdad extraño pasar desapercibido.

Con algo de esfuerzo y tratando de estar lo más lejos posible de un grupo de chicas que se nota han roto la autoestima de varios de mi especie, terminé en un sector alejado de la salida y del centro. A esta hora hay demasiada gente, no ayudando que debido a cuestiones que escapaban de mi comprensión hoy hacía un calor horrible.

Si... No sé por qué es eso.

[Créeme que es totalmente necesario para la trama]

¿Oh? ¿Tan necesario como que Hayama me dé un pelotazo?

[Si, te aseguro que es parte fundamental el relacionarte con Hayama Hayato a través de pelotas]

¿Por qué lo tenías que decir así? No quiero pensar en eso. Hazme olvidar lo que vi ese día.

[*Sonido de trompa de elefante*]

Tú y tu nulo presupuesto me pueden comer bien la trompa, maldito deg-

¨¿Oya? ¡¿Pero si eres tú, Hikitani-kun?!¨

¨¡!... Por favor no seas quien estoy pensando...¨

Me giré y efectivamente era quien estaba pensando: Tobe Kakeru, el idiota anaranjado, en compañía del dúo intrascendente que son esos dos y, coronando la mierda, un Hayama Hayato que se veía impuluto, como la realeza. No me perdí la cara de molestia que me mandó el príncipe durante ese segundo que nos cruzamos, pero aunque él duro lo mismo que un Otaku tocando una mujer, yo me aseguré de demostrar en todo momento el asco que me daba.

Tobe, como siempre, no notó nada de eso. Es más, el tipo se acercó a mí tanto que si no fuera porque soy un chico, tengo buen gusto, no soy retrasado y Tobe no se viera como el ejemplo típico que pones de un tipo que grita 'amigo' con su existencia, quizás no querría gritarle que se largara.

Y su boca apesta. ¿Acaso comió ajo?

¨¡Sí eres Hikitani-kun! ¡Que sorpresa! ¡Justo hablábamos de ti!¨

Ahora, por mucho que odie a la gente como Tobe y el propio Tobe no me cayera muy bien, mi desprecio no llegaba al punto de no mostrarle nada más que dolor. Por respeto a un tipo que seguro pone de los nervios a Hayama, le di mi sonrisa comercial peor valorada.

¨Me da alegría que pueda ser un tema de interés para ustedes¨

Ahora, ¿me puedes dejar solo, por favor? Eso último no lo dije porque Hayama y el duo del desconocimiento decidió que era bueno acercarse a mí como si les hubiera dado el derecho. Asqueado por la situación, las palabras pasivo-agresivas que quería soltarle a Hayama fueron bloqueadas cual escudero a un hacha por Tobe, riéndose de forma horrible.

Dios, creo que un cantante lloraría sangre si escuchara sus notas vocales.

¨¡Que chistoso eres! Pero sí, estábamos hablando de cómo lo haces en el entrenamiento. ¡Aunque solo entendí lo de las llantas!¨

... Oh, si... Llantas.

...

...

... Muchas llantas...

[*Sonidos de guerra de fondo*]

¡No te burles de mí! Y Tobe, como me recuerdes eso otra vez, haré algo muy estúpido de lo que probablemente no me arrepienta.

A ese oso solo le faltaba un tridente para ser el diablo, no fue nada gracioso... De verdad no lo fue.

...

...

¨¿Um, Hikitani-kun? ¿Estás bien?¨

¨... ¿Uh?... Oh, sí, solo tuve recuerdos de... cosas. Cosas redondas¨

Hayama, el único que entendió de que hablaba, por primera vez me dio lo que creí era algo genuino de él, resultando en una compasión que, por tratarse de algo excepcional, acepté. Pero me tomé mi tiempo, porque enseguida Tobe se apoyó en mi hombro y comenzó una conversación casi unilateral, como la que hay entre su cerebro y el resto de su cuerpo.

Así estuvimos como por tres minutos que se sintieron más largos que esperar a un doctor. Yo, por supuesto, no contribuí en nada, pero para Tobe con mi mera presencia era suficiente. De hecho estaba pasando de absolutamente todos que creo, de verdad, que si dejo un cartón con mi nombre escrito, para Tobe será lo mismo: a ese nivel le encanta a este tipo el sonido de su voz.

Miré a los otros tres chiflados pero todo lo que vi fueron sonrisas tan perfectas que parecían de máquinas, carente de alma. Supuse, mientras volvía a mirar a Tobe, que esto es algo a lo que estaban ya acostumbrados, casi ensayando a la perfección qué deben hacer. Esto no solo me hizo más feliz de no ser uno de ellos, que debe ocultar su sentir para quedar bien, sino también me hizo sentir empatía hacia esos tres.

Tobe no es mala persona, pero seguro que es un experto en ponerte de malas. Un auténtico profesional.

Pero esto no es mi trabajo, así que...

¨Bueno, si bien me alegra haberte encontrado, Tobe¨ De verdad soy taaan buen actor. Es increíble como pude decir sin quebrarme en una risa o mueca. ¨Tengo que ir a casa ahora. Vine a conseguir algo para mi familia y lo están esperando, así que...¨

¨¿Eh?¨

Tobe se descolocó de que lo sacaran de su mundo de la piruleta, me miró confundido un par de segundos y luego bajó sus ojos hasta ver la bolsa que cargaba con ambas manos hasta la altura de mi pecho. La cara que puso fue toda una oda a la sorpresa si lo dibujara Eichiro Oda luego de fumarse algo bien raro. Casi me causó lástima lo triste que se veía, como si lo acabaran de patear.

Los demás no dijeron nada más allá de los básicos 'si, es cierto' o 'que pena' mientras Hayama sonreía aún más bellamente que antes. Y al margen del príncipe demostrando que mi odio no es unilateral, los otros no podrían aparentar ser más NPC ni intentándolo. De verdad, sé muy bien que yo soy un cualquiera, pero ustedes dos de verdad son...

¨Es una pena. No se va a poder hoy, Tobe¨

¨¿?¨

Me llamó la atención lo que dijo el NPC número 1.

¨¡P-Pero...! Argh, tienen razón. La familia de Hikitani-kun lo espera, así que no podemos... ¿verdad?¨

¨Es verdad¨

La sentencia de Hayama hizo bajar la cabeza a Tobe cual perrito regañado. Mientras los otros dos cualquieras le daban palabras de ánimos vacías, yo luchaba contra mi curiosidad mientras trataba de tomar la decisión correcta mirando la cara de estúpido de Hayama. Aun así, lo cierto es que si de todas maneras me voy, bien podría alimentar mi curiosidad un poco.

¿Qué podría sal-¡!

... No, mejor no pregunto.

[¡El que tiene miedo de morir que no nazca!]

¡Solo un idiota tomaría esa frase en serio! Aprecio vivir, ¿sabes? Además, ya bastante tengo con que me metas chicas locas en mi vida como para también andar pensando en esquivar a estos idiotas. No es no, ¿escuchaste?

[...]

... Tengo un mal presentimiento

[¿Quieres ver un truco de magia?]

N-

¨¿A qué se refieren con eso? ¿Pasó algo?¨

[¿Quieres verlo de nuevo?]

... Vete al diablo.

¨¿Ah? ¡Bueno, es que quiero verlos a ustedes dos competir en vivo, por supuesto!¨

¨...¨

Sin decir nada miré a Hayama y él me devolvió la mirada con una cara de piedra. Yo también tengo una cara de piedra, tal vez por las mismas razones.

¨Hikitani-kun, lo que pasa es que tus 'combates' con Hayato han sido de lo que más se habla, pero Tobe no ha visto ninguno, y él de verdad quiere verlo¨

¨¡¿Puedes culparme?! ¡Yumiko dijo que estaba bien! ¡Yumiko nunca dice que nada está bien si no involucra cosas de chicas! Eso significa que fue increíble, ¡y quiero ver si es tan grandioso como todos dicen!¨

¨... Uh¨

Eso es... curioso. La verdad es que sí. Personalmente odio todo lo que me trajo mis victorias contra Hayama, pero la verdad es que tuve unos días un poco complicados, ¿saben? Entre esas tres siendo el elefante que tira rayos por los ojos de mi vida, ya no pudiendo hablar con Komachi como corresponda y el estrés de lidiar con una popularidad nacida de forma falsa, la verdad es que tengo una necesidad urgente.

De liberar estrés. De usar una pelota antiestrés para ser exactos.

¨...¨

Hayama me miró y seguro notó la cara que estaba haciendo. Su cara reaccionó de ninguna forma, pero yo, un experto en cuanto a ojos se refiere, sí que noté el cómo esos ojos hasta ahora calidos a la fuerza se trastornaron en una fría ira. Tras vivir todo lo que hemos vivido, es natural que del niño bonito naciera un deseo de aplastarme.

Y no me opongo. No es divertido ganar si mi pelota no se esfuerza o cree que puede vencerme.

¨... ¿Saben? Es verdad que tengo que darle esto a mi hermana, pero creo que puedo hacer algo rápido. Solo para que veas un poco cómo es¨

¨...¨

¨¡¿De verdad?! ¡Eres el mejor, Hikitani-kun! ¡Muchas gracias!¨

No me lo agradezcas, Tobe, estoy encantado... y deja de llamarme así. No me gusta que me insulten.

Mientras Tobe festejaba y el dúo de NPCs le daba palabras de ánimo, solo yo vi a Hayama Hayato teniendo una cara que me agradaba mucho: una de ira, molestia y de deseos de aplastarme, de cobrar venganza por todas sus perdidas. Y eso me llenó de dicha, porque cuando gané la cara que pondrá valdrá oro.

¨Pues bueno, vamos ya, así vuelvo temprano¨

Oye, kusoge, te odio a ti y lo que quieres que haga, pero si todo lo que tuviera que hacer fuera humillar a raijuus, de verdad que siento que ahora mismo sería el rey del mundo. Es lo único que me gusta de esto.

[... Me recuerdas poderosamente a una rivalidad shonen, con homosexualidades y todo]

Mientras esté arriba al final, por mí perfecto.

[Sabes lo que dijiste, ¿verdad?]

Si, sé lo que dije.

¨Bueno, hay un salón de juegos cerca de aquí. ¿Por qué no lo hacemos ahí?¨

¨Suena bien¨

¨¡En marcha!¨

Con el trío del mal alejándose hacia el área de combate, miré a un Hayama que mostraba a pulso todos sus malos deseos hacia mi persona. Feliz por ello, de que alguien se sienta miserable por mí en lugar de yo por los demás, le dediqué una gran sonrisa totalmente inocente mientras también iba hacia los idiotas.

¨Prometo ser bueno en la victoria, príncipe¨

No vi qué cara puso Hayama, pero noté como sus ojos me perforaban la cabeza como si quisiera que explotara. Más tarde, cuando me siguió, pude escucharlo murmurar cosas con un tono que haría a su madre perfecta derramar lágrimas de oro mientras se limpiaba con dolares en su sillón de diamantes.

Lo que haré no es un sencillo desquite por envidia o desprecio. No, esto será algo dedicado a toda la clase obrera que ha tenido que aguantar siempre la mierda de quienes están por encima. Los superaré, mis compatriotas, y entonces se hará justicia.

[... Todo bien con vivirla demasiado, pero cuidado, que estás a un paso de volver a ser un chuuni. Ser un Mago Oscuro no atrae a las chicas, ¿sabes?]

... Era bajarme de mi nube, no destruirla con un cañon.

Ya tranquilo y un poco asustado de volver a los tiempos oscuros, caminé hacia el lugar de nuestro combate, deseando que no hubiera demasiados niños.


¨... Aquí solo hay niños¨

Dios, ¿por qué me abandonaste y dejaste con los mocos andantes?

¨No se puede evitar. Muchos salen de la escuela y creo que los chicos de la primaria cercana no tuvieron clases por una fuga de gas¨

... No diré nada sobre lo conveniente que es eso. ¿Para qué molestarse?

Mirando el lugar, hay niños por doquier, pero hay algunos juegos que no están siendo usados. Mientras Hayama tenía una cara agradable que le costaba un poco más de lo usual mantener, miré a los tres chiflados para ver cuál de ellos debería cargar el pastel. Sin muchas opciones y ninguna siendo buena, al final opté por darsela al único que conozco un poco.

¨Cuídala. Y no te la comas¨

¨¡Cuenta conm-... Ey, ¡yo nunca me la comería! ¡Q-Oh, ¿es chocolate?¨

¨...¨

Sin decir nada, le quité el pastel al idiota demasiado curioso y se la di al NPC 2, que, aunque sigue estando en la parte inferior en cuanto a confiabilidad, es el más alto. Pasando de largo a un Tobe que se andaba quejando de que era 'muy malo', me puse al lado de Hayama que veía alrededor con una expresión compleja.

¨Hikigaya-kun, ¿tienes alguna preferencia?¨

Dejándome a mí la responsabilidad de hacerme cargo si sale mal, ¿eh? No te culpo. Yo te haría lo mismo.

Mirando alrededor más detenidamente para ver si hay un juego libre que no esté cerca de tantos niños o que estos al menos no se vean como si fueran a pegarmes sus chicles en el cabello, al final opté por un clasico.

¨¿El hockey de aire te parece bien?¨

No es difícil, depende más de los reflejos y no hay ningún niño usándolo o que esté a menos de dos metros. A todas luces es el juego perfecto... como si estuviera escrito.

[*Sonido de silbido*]

¨Hm, suena bien. Vamos¨

Con todo arreglado, nos dirigimos hacia el campo de batalla, esquivando a unos cuantos niños de manera que nos no prestaran atención, o al menos yo lo hice. No es que odie a los niños, pero la verdad es que te generan sensaciones tan fuertes con su efusividad con las que ahora mismo no puedo lidiar: demasiado agobiado por este chiste de juego jodiéndome.

Llegados casi al centro del salón de juegos, nos pusimos de nuestra lado. Yo elegí el más cercano, o sea abajo, mientras Hayama eligió el más alejado de la puerta, osease, arriba. Habiendo metido una moneda sacada de mi propio bolsillo, salió el disco. Con una mano jugando con el 'palo' mientras agarraba el disco para ponerlo en el centro, vi a un Hayama en modo serio.

¨Bueno, ¿quién quieres que empiece? Ya que yo elegí el juego¨

¨Me da igual. No es que eso cambie...¨

Empujando el disco hacia mi lado, di un golpe certero al medio, metiéndolo sin que Hayama pudiera reaccionar. El príncipe miró por donde había entrado el disco sin entender muy bien que había pasado mientras yo me carcajeaba un poco.

¨Si caiste en algo tan sencillo, asumo que no tienes experiencia en esto. ¿Probamos otro?¨

Mis palabras, o tal vez solo mi pregunta, fue lo que despertó a Hayama de su ensoñación. Mirándome como un cazador a su presa, el tipo perfecto agarró el disco sin apartar sus ojos de mí, mostrándome una expresión que recordaba mucho a la que tenía esa vez que le di con la pelota en la cara.

Eso fue muy divertido, mi única alegría de ese día.

¨... No es necesario. Aprendo rápido¨

Lo dijo en un tono neutro, sin traicionar ninguna emoción. Sonriendo, hice un sonidito de estar de acuerdo mientras me ponía en posición de recibir el impacto.

¨Me alegro. ¿Lo hacemos al que llegue a 10?¨

¨Es perfecto¨

Hayama, todavía tranquilo, puso el disco en posición mientras se preparaba para lanzar un golpe casi que metódico a juzgar por la expresión que hacía, tratando de aparentar estar por encima de mí todavía: ese pensamiento me hizo reír, pues las caras que ha puesto desdde que me vio son de alguien al que todavía le duele el trasero.

¨Si. Por cierto, yo ya voy uno¨

Cualquiera fuera la forma en que terminaría golpeando Hayama, al final mis palabras le hicieron disparar fuerte a la izquierda. Con facilidad bloqueé la llegada a mi portería y se la devolví también golpeando a la izquierda. Hayama, encolerizado, golpeó esta vez al centro, acabando por dirigirse hacia la derecha de mi portería.

Con una sonrisa de come mierda se lo devolví, golpeando para que choque por la derecha y se dirija a su izquierda. El muy perfecto amagó de volver a golpearla al centro, y es ahí cuando decidí usar una de las habilidades milenarias de este juego. Esperé a que Hayama estuviera a punto de golpearle, y cuando lo hizo, activé el truco.

¨¡!¨

¨Je¨

Hasta los dos estábamos golpeando pegados a nuestra portería. Fue cuando extendí mi brazo e intercepté el disco apenas cruzó mi mitad de la cancha que Hayama no pudo hacer. Entró con una facilidad pasmosa, como si fuera también el deseo del disco hacer perder a Hayama. Dándole una gran sonrisa, me puse de nuevo en posición, alegre de que este tipo esté demasiado arriba para saber jugar estas cosas.

¨...¨

Sin decir nada Hayama agarró el disco y, en vez de ponerlo de inmediato en el disco, se quedó mirándome con una cara que prometía dolor. Muy contento por la situación, me reí un poco, no lo suficiente para que él de verdad me golpeara: sé que Hayama tiene una reputación que mantener, pero cuando uno es constantemtente humillado, no suele pensar.

A todos nos pasa. Solo te hice más humano, príncipe.

¨¿Qué pasa, Hayama? ¿De verdad no quieres que juguemos otra cosa?¨

Podemos jugar algo más, pero aunque pierda en el otro juego, siempre quedará grabado el hecho de que fue un cobarde que abandonó. Y seguro él lo sabe, por lo que está dudando en sí vale la pena jugar o no.

Al final, Hayama apoyó lentamente, casi con amor, el disco en la cancha. Mirándome con expresión compleja, a punto de soltar algo tal vez grosero, de repente levantó la mirada para mirar detrás de mí, poniendo casi al instante su sonrisa de vendedor.

¨¿Qué haces aquí, Yumiko?¨

¨¡¿Qué?!¨

Mierda, ¡sabía que este kusoge no me la pondría fácil! ¡Siempre tienes que involucrar a una de esas chicas, ¿verdad?!

Asustado, miré detrás de mí para ver donde estaban-

¡PAAM!

... ellas...

¨Je¨

El sonido de satisfacción de Hayama después de escuchar cómo entraba algo que no debía entrar me hizo mirarlo, encontrándome efectivamente con un Hayama dándome una sonrisa de 'comete esa' que tan extraña se ve. Con lentitud bajé mi mirada hasta debajo de mi portería, encontrándome un disco que por alguna razón estaba ahí.

... No reaccioné de inmediato. Luego miré a Hayama en busca de respuestas.

¨...¨

¨2 a 1. Ten cuidado, Hikigaya. Aún estoy en carrera¨

Ahora, pude tomarme esto de varias maneras, cada cual más infantil pero apropiada que la anterior, mas sin embargo la elección que tomé fue agarrar el disco, darle una mirada mortal a mi oponente y poner el disco en mi cancha.

¨Si... Sin duda aún lo estás... ¡infeliz!¨

Enojado, golpeé el disco directo al centro inclinado un poco a la derecha. Hayama vio mi movimiento predecible pero era la idea: de momento mi plan es encontrar una abertura. Por eso de momento mi plan es tener un ida y vuelta hasta entonces. Golpeé para que chocara hacia la derecha y Hayama respondió haciendo que se fuera al otro lado.

Viendo que iba a chochar con la pared de la cancha, dejé que lo hciera y luego la golpeé de tal forma que fuera en diagonal hacia su izquierda. Estaba viendo cuando sería un buen momento para dar con todo... y entonces el muy infeliz adelantó su brazo casi hasta el centro de la cancha. Con una fuerza que solo puede venir del odio, golpeó fuerte al medio.

Desesperado traté de cubrir la portería y de hecho pude poner mi 'palo' a la misma altura... pero fue una lástima que el shock me hiciera levantar un poco el 'palo', lo suficiente para que el disco pasara por abajo.

Y así, el bastardo me metió dos puntos seguidos.

¨...¨

Miré a Hayama sin entender muy bien qué había hecho: craso error, pues lo que vieron mis ojos fue a un príncipe de cuarta sonriendo como si le acabaran de cortar la cabeza a alguien y él fuera un sádico de porquería. Mientras agarraba el disco y lo ponia en mi cancha, las palabras de él se hicieron eco en mí.

¨Aprendo rápido, ¿ves?¨

Un sentimiento poderoso me invadió.

¨Ya lo veo, hijo de puta¨

El sentimiento de verlo aplastado.

Golpeando con fuerza al medio, Hayama lo interceptó y de inmediato extendí mi brazo para devolverlo. Hayama, confiado, esperó a recibirlo, confiando en que no haría nada complejo debido a mi posición y a la ira que me invade. Un terrible error, pues cuando estoy molesto es que mi mente más trabaja.

Golpeando la esquina derecha con ira, Hayama por puro instinto trató de interceptarlo mas fue demasiado rápido para él. Aprovechando ese momento y que me dejó la cancha, golpeé fuerte al medio. Hayama reaccionó, pero tarde. 3 a 2 iba la cosa, y el mundo vuelve a estar bien.

¨...¨

¨Jaja, puede que aprendas rápido, pero todavía estás verde, Hayama¨

Una técnica básica, que hacía desde que era niño. Hayama, sin decirme nada, agarró el disco y de inmediato lo golpeó a una esquina. Sonriendo por verlo siendo tan inocententemente estúpido, lo dejé pasar y me puse en posición de recibir el disparo. Fiel a mi intuición Hayama disparó fuerte al medio, pudiéndolo detener por muy poco.

Chocando en la esquina de la portería, golpeé el disco antes de que cruzara mi mitad de cancha haciendo que vaya muy fuerte al medio, tanto que la idea era que volviera a mí para dejarme golpear más cómodo. Hayama, todavía traumado por mi último punto, lo dejó pasar. Teniéndolo en el centro de mi 'palo' y con una comodidad envidiable, golpeé hacia la esquina izquierda.

Hayama lo vio y pudo detenerlo por la mínima, el disco estando pegado entre la esquina de la portería y su 'palo'. Acomodándolo un poco, disparó fuerte a la izquierda, tanto que, aunque no me sorprendió, al final calculé mal a donde estaba yendo. Pasando de largo, entró en mi portería, volviendo a estar mal el mundo.

¨Mierda¨

Molesto, pero entendiendo bien que esto es algo que puede pasar, agarré el disco mientras de fondo tenía a un Hayama sonriendo de felicidad, desprovisto, al menos por ahora, de un sentimiento de enojo hacia mi persona. Decidido a encargarme de arreglar eso, lo puse en la cancha y golpeé con fuerza para que diera justo en el 'palo' de Hayama.

No esperándose eso, el príncipe dejó pasar el disco. Craso error, pues de inmediato extendí mi brazo para golpearlo desde el medio. Actualmente el disco estaba yendo hacia mi derecha y Hayama ya andaba esperando a que golpeara fuerte al medio, razón por la que puso su 'palo' en la misma línea que el mío.

¨¡!¨

¨Iluso¨

En un movimiento digno de una película de kung-fu, en el último instante moví mi brazo hacia la derecha y con fuerza disparé para que golpeara el costado izquierdo de su parte del campo, de tal forma que, así como ocurrió hace nada, chocó con la esquina para salir con ganas de meterse en la portería de Hayama. Y así lo hizo.

Si meto un punto más estaré a mitad de camino. Y si no pierdo el ritmo, no hay de qué preocuparse: si Hayama no se ha puesto en ventaja hasta ahora es por una razón. Será perfecto y todo eso, pero es imposible que me gane un novato en esto. Un raijuu dejó de jugar estas cosas dede que entró en secundaria, mientras en esa época esto fue mi vida.

[Eso es lamentable. Sé que eres un virgen, pero pensar todo eso como si fuera motivo de orgullo me sobrepasa]

Orgulloso de mis habilidades, me puse en posición de receptor ante un Hayama que ahora mismo tenía cara de cero amigos, justo como cuando nos hemos enfrentado en esos penales. Sonriendo, me preparé para el impacto y cuando llegó de inmediato lo devolví. Sin perder el tiempo el rubio golpeó fuerte al centro, inclinado hacia la derecha. A duras penas, pero al final logré detenerlo.

Acomodándolo un poco, disparé fuerte la esquina izquierda con un Hayama que lo devolvió justo al centro desde casi la mitad de la cancha. Devolviéndola haciendo que choque en la pared derecha de mi campo, fue devuelto por un disparo apuntado a mi esquina izquierdal. Intenté interceptarlo, pero para cuando me rendí, Hayama ya se preparaba desde su misma pisición para golpear con todo.

Más preparado que él en ese entonces, pude bloquear su tiro, con la mala suerte de que fue tan fuerte que, sin poder controlarlo, volvió al frente de Hayama, quien esta vez sí logró meter el disco en la portería en mi esquina izquierda, no antes de que rozara un poco mi 'palo' para cambiar su trayectoria, pero no lo suficiente.

¨Je, lo estoy haciendo bien, ¿no?¨

Ignorando su pregunta que era más una mofa, mientras agarraba el disco respondí, amargado por la situación.

¨Suerte del principiante¨

Estúpida suerte de raijuu. Siempre arruinan todo.

Esta vez lancé fuerte al medio, casi rozando el 'palo' de Hayama. El tipo lo contrarrestrlo a tiempo, haciendo que chocara con la pared izquierda de su parte de la cancha. El bastardo lo acomodó de la mejor forma y luego me la lanzó para que chocara con mi lado derecho, buscando meter otra vez un punto así. Pero esta vez la historia acabó bien y pude detenerlo.

El impacto fue tal que terminó nuevamente en posesión de Hayama, quien de inmediato intentó el factor sorpresa al golpearla fuerte al medio. Con una maestria digna de un profesional no solo adiviné hacia dónde fue sino que antes de que se volviera a ir hacia su lado, estiré mi brazo para que golpeara la esquina derecha, buscando que del rebote me volviera a poner en ventaja.

Hayama, como el decreto sagrado manda, tuvo una suerte asquerosa, razón por la que, si bien no llegó a interceptarla, terminé golpeando la esquina de la portería y quedándose quieta en la mitad de su cancha. Retrocediendo rápido, logré evitar que me metiera un punto por los pelos. Ansioso por buscar dejar de estar empatado, me acomodé un poco y la volví a lanzar fuerte a la esquina derecha.

Pero no llegó a chocar. Hayama, el muy bastardo, terminó prediciendo hacia donde iba a ir y, con una suerte tal que le dejó acomodarse antes de que solo pudiera golpearla al medio, la lanzó fuerte a la esquina izquierda. La sorpresa para mí fue tal, aunque pude recuperarme, le di un segundo tan valioso que, cuando llegué a donde tenía que defender... el disco ya había sido metido.

¨... Jeje¨

De todas las respuestas que imaginé iba a tener Hayama, la más sencilla es sin duda la que más me tocó la moral. Apreté mi estúpido 'palo' que no hizo el maldito trabajo, pero supe que solo era un intento de desviar la culpa de mí mismo. Porque fue mi error el que permitió que Hayama tomara la ventaja.

No respondí a su cara presumida de inmediato. Agarré el disco, lo miré como si me fuera a dar alguna clase de respuesta y luego, como si no valiera nada, lo dejé caer frente a mi portería, dándole a Hayama una mirada que, seguramente, era la de alguien que iba a hacerlo morder el polvo.

¨Te voy a aplastar¨

La respuesta de Hayama fue reírse otra vez mientras se ponía en posición. Yo, negándome a perder, golpeé el disco contra la esquina izquierda de la cancha de Hayama, dando inicio a una batalla que me niego a no ganar.

Esto es guerra, Hayama Hayato.

[... Si tan solo pusieras esa misma pasión en lo que es importante, ya tendrías tres novias]


Lo que siguió una vez ambos nos metimos en lo que sin duda era una batalla de egos fue algo que trascendía un simple juego, así fuera solo porque nos los tomábamos muy en serio. Hayama demostró ser un tipo perfecto como siempre, el elegido por el mundo, aplicando con gran facilidad todos los trucos que le mostré, poniéndose al día y siendo el oponente más duro que he enfrentado en un juego en el que me retiré ganando veinte veces seguidas.

Es verdad que fue contra mí mismo, pero aun así...

No fue fácil ponerse al día. Dije que lo iba a aplastar, pero como si fuera alguna clase de karma rancio, lo que siguió fue que él me metió dos puntos más, estirando la ventaja a tres. Que metiera un punto después yo no evitó que él envocara otro, dejándolo solo a dos necesarios para obtener la victoria. Su confianza era palpable y también justificada... pero eso justo es lo que terminó siendo su ruina.

Aplicando la técnica maestra que me hizo ganarle a ese niño de primaria tres años mayor que yo en ese entonces y que acabó conmigo llorando por mi nariz sangrando, apenas vi la oportunidad lancé mi carta secreta. Apenas terminó cerca de la pared, me acomodé ligeramente, más que nada para aparentar y, con una velocidad que asombró al príncipe, lo lancé con tanta fuerza, chocando en el punto dulce que quería.

Luego chocó otra vez, con un Hayama que iba a interceptar de una lo que creyó era un disparo de un rebote. Fue cuando notó que chocó´otra vez con la pared del otro lado que fue muy tarde para hacer algo. Punto para mí, Hayama me miró como un pez fuera del agua y yo supe que ahora mismo tenía una gran oportunidad de ganar.

Al igual que con el tenis, de tanto hacerlo yo solo me hizo no solo tener una habilidad considerable en este juego, sino también la de querer encontrar la manera más 'genial' de obtener un punto. La precisión que obtuve al tener que apuntar a lugar específicos con un 'palo' que estaba inmovil en el medio, sin que nadie lo moviera no me fue suficiente y fue ahí cuando aprendí esta técnica.

La fuerza que se debe usar es demasiada y mi brazo suele resentirse, pero es un precio a pagar por ganar. Y valió la pena, pues si bien Hayama me metió otro punto en medio, el defender como si se me fuera la vida en ello y aplicar esta técnica no solo en los momentos apropiados, sino también jugar con el temor de usarla para terminar haciendo otra cosa, logré llevarme también a necesitar solo meter una más para ganar.

Era un empate llevando al límite mis habilidades. Hayama, un novato en comparación conmigo, dio una gran pelea, pero incluso él estaba cansado. Mentalmente ya no estábamos en nuestro punto más alto y eso nos hizo cometer algunos errores en esta última ráfaga de puntos. Más que nada él, pero ese punto que me metió tampoco es que fuera imposible de evitar.

Pero, quizás lo más cansador, lo que nos hacía sentir el peso de todo lo anterior, es el hecho de que llevábamos fácilmente cuatro minutos sin que ninguno pudiera ganarle al otro. Era una igualdad desagradable, pero también, aunque me duela admitirlo, justa si tenemos en cuenta todo el combate.

¨...¨

¨...¨

Una vez pude evitar que el disco se fuera hacia Hayama, en lugar de pensar a donde debo tirar, me quedé mirando el objeto de color rojo extrañado, como si su sola existencia me hiciera cuestionar cosas. Hayama no dijo nada, pero un vistazo de reojo me hizo notar que él también lo miraba, más curioso que nervioso.

¨...¨

Acomodándolo en una esquina y en posición óptima para hacer mi técnica maestra, de repente me dieron ganas de hablar.

¨¿A ti también te asombra que esto haya llegado tan lejos, Hayama?¨

Es verdad que Hayama me causa cero simpatía y que encuentro satisfacción en ver su verdadero rostro, pero... si, incluso yo me sorprendo de que quiera ganarle tanto, de que me niegue a aceptar algo que no sea la victoria.

¨... Si, a mí también me sorprende sentirme... así¨

No soy solo yo: eso es lo que también me motiva. Si esto solo fuera de una sola vía, si Hayama siguiera siendo tan perfecto como siempre, con el tiempo estas peleas nuestras dejarían de importarme. De nada sirve darlo todo si solo a ti te importa: por lo menos en estos casos, así es como pienso.

Pero Hayama también me quiere aplastar. El perder contra mí lo molesta, le generan deseos de estar en el otro lado. Ese pensamiento es lo que me motiva a darlo todo, a restregarle en la cara mi triunfo y a nunca querer perder contra él.

Él es mi enemigo. Él representa todo lo que odio en las personas, en la juventud y un camino que me negué a tomar. Como mi antitesis, solo quiero destruirlo, demostrarle que soy mejor, que llegaré más alto, aunque solo sea una ilusión. Aunque esto solo sea un tonto juego del que nos olvidaremos en un par de meses.

No importa, porque al menos aquí...

¨... Cuando gane, te lo voy a restregar¨

¨... Je, yo quiero lo mismo¨

¡Yo soy mejor!

Dándolo todo, hice mi técnica maestra. Hayama logró adivinar mi plan y defendió en consecuencia. Con rapidez disparó fuerte al medio, pero yo no solo defendí, sino que también logré mandarlo a que choque con su esquina izquierda y avanzara hacia su portería. Hayama se sorprendió, pero por desgracia terminé dándole justo en su 'palo', devolviéndomela a mí.

Ansioso por dar el golpe sorpresa, apenas cruzó mi mitad de la cancha golpeé fuerte en diagonal hacia la esquina derecha de su portería, pero él contrarrestó con solvencia, devolviendo con fuerza para que choque con la pared derecha de su mitad de la cancha y avanzara rápidamente hacia... otra esquina.

¨¡!¨

Sorprendido pero también desesperado, logré evitar el peor resultado de suerte. Miré a Hayama, pero él solo estaba concentrado en el disco, sin pensar en lo que había hecho: que había usado mi técnica secreta, ¡y encima sin darse cuenta!

Maldito chico perfecto...

Golpeé fuerte a la esquina izquierda de su cancha, con tanta de hecho, que, como quería, acabé volviédola a tener en mi posesión ante un Hayama que ya se esperaba eso. Un Hayama que cada vez avanzaba más, se hacía mejor y ya se podía comparar conmigo, un tipo que desperdició tres años de primaria aprendiendo esto.

¨...¨

¨Eres tan perfecto, maldito...¨

Todo lo que hago él puede hacerlo. No sé si este juego basura tiene algo que ver, pero incluso así, sé muy bien que solo aceleró las cosas: sé que Hayama sin duda sería capaz de alcanzar mi nivel no haciendo ni la mitad de mi esfuerzo.

Eso...

¨...¨

¨Por eso quiero ¡ganarte!¨

Cambiando la posición de mi mano en lo último, apunté a la izquierda en vez de a la derecha, con Hayama interceptando el disco que rebotaba. Se acomodó un poco y disparó con una fuerza monstruosa hacia el medio, en la esquina derecha de mi portería. De pura ira en vez de devolverlo en diagonal, en su lugar lo golpeé con todas mis fuerzas también al medio.

Fue con tanta fuerza que él solo pudo devolverla también fuerte al medio y mi respuesta fue hacer lo mismo. Pronto nos metimos en un ida y vuelta de golpes al medio que se sintió eterno, pese a que seguro no llegó ni a los dos digitos. El enojo y el deseo de no perder me hicieron ser instintivo, lo mismo para Hayama, quien golpeaba con la misma intensidad.

Fue un momento de catarsis, de definir finalmente quién era mejor. Hayama se veía desesperado, temoroso de volver a caer, mientras yo me negaba a que esta fuera mi primera derrota. Las ansias de ganar me hicieron, al final, tomar la elección que creí más lógica.

Adelantando mi brazo con todo, mi plan era golpear hacia una esquina, cualquiera, desde la mitad de la cancha. Así es como sentí que esto debía resolverse... y también lo pensó Hayama, pues apenas golpeó el disco avanzó su brazo también al medio, casi como si nunca se haya separado del disco.

El impacto fue inminente y ganaría el que tuviera más fuerza, el que lo quisiera más.

Yo fui el primero que llegó y logré que avanzara un poquito, conmigo presionando cada instante. Cuando llegó Hayama, sentí que el tiempo se detuvo, que el mundo se había congelado en ese instante. Por un segundo que se sintió eterno, tuvimos un duelo de voluntades, buscando ganarle al otro.

Duró un segundo, porque al final.

¨¡!¨

¨¡!¨

... El disco no resistió. Se levantó y acabó en el piso.

¨...¨

¨...¨

Eso... Eso fue tan...

¨¡INCREÍBLE!¨

¨¡FUE TAN ÉPICO!¨

¨¡PARECÍA UN ANIME!¨

¨¡FUE COMO VER PRINCE OF TENNIS!¨

¨¡AAH, QUIERO JUGAR!¨

¨¡YO TAMBIÉN!¨

¨¡YO PRIMERO!¨

¨¡NI HABLAR! ¡LOS QUE EMPEZAREMOS SOMOS NOSOTROS!¨

El de repente escuchar a un montón de niños chillar a nuestro alrededor me sorprendió, pero solo me hizo girar lentamente para ver a nuestro alrededor, viendo una marea de mocosos felices y excitados a más no poder por algo que vieron. Sin entender mucho, miré a Hayama, pero él parecía estar igual.

¨¡Hikitani-kun, Hayato! ¡Eso fue INCREÍBLE! ¡Haganlo otra vez!¨

Escuché a Tobe, pero no me importó. Me centré en ver el disco rojo, extrañado, preguntándome porqué terminó ahí.

[Has ganado 5+ Puntos de Afecto con Heroína Isshiki Iroha]

[Has ganado 5+ Puntos de Afecto con Heroína Miura Yumiko]

[Has ganado 5+ Puntos de Afecto con Heroína Yuigahama Yui]

Por primera vez no me importó el hecho de que este juego maldito hizo de las suyas. No me importaba que esas chicas estuvieran rondando por ahí ni tampoco que, mirando por simple curiosidad, las notara a las tres mal camufladas a una distancia lo suficientemente lejana como para que nadie las notara, ni siquiera Hayama.

Entrando en confianza por haber visto esto quién sabe desde cuando, se volvieron tan notorias que, al yo notarlas, rápidamente se alejaron las tres a una distancia en la que difícilmente alguien más las notara si siguen así. Todos, incluidos yo mismo, estamos centrados en lo que acaba de pasar, así que no me importan ustedes ni el kusoge.

No, no me importa nada de esto. Lo único que me importa es una cosa y solo esa cosa.

¨... Que final tan horrible¨

Y aunque Hayama no contestó ni tampoco lo miré, sentí que él estaba de acuerdo conmigo.


Un capítulo raro de escribir, pero al final siendo muy necesario en mi opinión para preparar el final del Volumen 2. Esto, al igual que con una montaña rusa, necesita tener algunas bajadas antes de elevarse a lo más alto. O al menos esa es mi intención: trataré de darlo todo, pero no sé cómo recibirán el final del Volumen, si valdrá la pena el hype.

Eh, ya lo veremos cuando llegue.

Respecto al capítulo en sí, debo decir que fue muy divertido. Me vinieron a la mente recuerdos de cuando era niño al narrar lo que para mí en ese entonces era el juego más épico. Usar este juego como puente para el final fue un capricho mío, y espero haberle hecho un poco de justicia a la emoción que yo sentía por él en ese entonces.

También, al margen del final que fue anticlimático a propósito, si bien disfruté de escribir este capítulo... se estaba haciendo muy largo XD. Digo, no sé si les iba a gustar y esto era más que nada una transición hacia algo más, así que por eso en un punto aceleré hacia el final. Perdón, pero de verdad no quería volver esto más largo.

¿Qué mas...? Ah, mientras escribo esto, el próximo capítulo ya está un poco avanzado. Debería tenerlo listo más pronto que este, pese a que creo que su cantidad no distará mucho de esto en cuanto a palabras. En el siguiente capítulo veremos a un personaje que llevo queriendo presentar desde el comienzo y de paso empezará el final de este viaje que ha sido el Volumen 2.

Bueno, sin más que decir, a los comentarios.

Sebas602:

9: Me alegra que te guste el Sistema. Es quizás lo que más me entretiene escribir, pues suele ser la raíz de la comedia y también lo que pone de los pelos a Hachiman, cuestionando un montón de cosas que cree. Además, si, es un punto importante, al menos en este inicio, que ganarle a Hayama le genera una sensación de satisfacción a Hachiman: espera ver sus enfrentamientos siendo una constante, con resultados variados cuanto más avancemos.

10: Si, creo que me pasé un poco en ese entonces XD.

11: Si entendí bien, mi vuelta a esta historia peca un poco de ser una continación de algo que escribí mucho antes de publicarlo y que había terminado ese mismo día. Su calidad no es la mejor, pues estaba muy oxidado. Aún lo estoy en mi opinión, pero en ese entonces lo estaba aún más.

12: Si, de momento Hachiman tiene un record positivo con Hayama. Su función en esta historia es hacer crecer a Hikki mediante 'momentos shonen' para que se vaya ganando el afecto/admiración de los demás. Así logró encantar a Yui, que Miura lo vea bajo una mejor luz y que Iroha tenga interés hacia Hachiman. Es la forma de llamar la atención de las chicas.

Komachi... Ella aparecerá con el tiempo. Y los padres tendrán más peso luego de este Volumen. Por ahora quiero centrarme en 'desarrollar' a los personajes recurrentes de la historia antes de meterme en el drama.

13: Me gustaría, y técnicamente Iroha si se interesará más por Hachiman antes del canon... en términos cronólogicos, porque ya verás que la línea temporal va mucho más lento por ahora. Komachi es un enigma en esta historia y lo será por muy buen tiempo, pero cada tanto pienso recordarlo y muy de vez en cuando soltar pistas sobre qué está pasando.

En cuanto a los tipos, no pienses TAAANTO en ellos por ahora. Son para el futuro intermedio/lejano, pero serán personajes algo recurrentes y que usaré para explorar cosas más serias de este mundo.

14: ¿Me creerías si te dijera que eso del café es un punto super importante de la trama? De verdad, probablemente todos lo pasarán por alto, pero tendrá mucho peso a futuro, más centrado al final de la historia. Por ahora, es solo un detalle curioso.

Y si, Miura se interesó mucho por Hachiman. Tal vez no cómo lo estás insinuando, pero ella definitivamente, tras todo lo que vio, quiere comprender mejor quien es el tal Hikio, porqué es así y tratar de entender por qué Yui se interesa tanto en él. En resumen, de momento es netamente interés.

De momento. Ya llegaremos a eso en el siguiente Volumen.

15: Me alegra que te gustara el capítulo. A mí también me gustó ya que pude explorar un poco de Kawasaki y escribirla en general: siempre tuve una debilidad por ella. Y si, escribir su relación es uno de los temas que más me interesan debido a todo lo que planeo con ella. Pero bueno, eso es a futuro.

Lamento decepcionarte, pero el Sistema no revelará nada pronto. Es un gran punto de la trama. Supongo que en un punto se volverá frustrante, pero bueno, esperemos que nos les haga dejar la historia.

Orimoto tendrá un rol a cumplir, tanto en el pasado como en el presente. Ella es más importante de lo que parece. De hecho, una de las escenas que más quiero escribir la incluye a ella. Y si, Orimoto es... 'extravagante' y si bien escucharla me divierte un poco, cuando la pasas a letras, pierde la poca gracia que para mí tiene. Aunque trataré de hacer algo bueno con ella, pero en esto sí no prometo nada XD.

Me alegro que te haya gustado mucho mi historia hasta el momento, y si, entiendo que ese momento fue un poco duro. Todavía recuerdo y me hace gracia al tipo que dijo que me cortara la mano. No prometo que no habrán más de esos momentos, pero sí quiero intentar que las cosas valgan la pena. No todo en esta historia será comedia y Hachiman siendo un idiota con todos. Al menos mi idea con esta historia es que Hachiman cambie.

Para bien o para mal... Bueno, eso está por verse, pero en este viaje él aprenderá a valorar más sus vínculos. Ya lo hace al menos más que al comienzo, pero falta mucho para siquiera acercarnos a sus interacciones de la mitad de la temporada 1, por ejemplo. Pero planeo darlo todo.

Y esa historia que mencionas... *Sonido de silbido*

En fin, espero que te haya entretenido este capítulo y te deje con ganas de más, porque ahora se vendrá aquello que me hizo esforzarme en hacer este Volumen en primer lugar.

Nos vemos pronto espero, y espero que estés bien.

nightocore:

Siete letras: E-S-E-N-C-I-A

Asumiré que te gustó XD. Espero que te haya gustado esto o al menos no lo hayas odiado.

father of humanity:

Gracias por tus palabras.

...

Bueno, como dije, el siguiente capítulo no debería tardar tanto pese a su duración similar.

Bueno, de verdad espero que no les haya molestado este capítulo. Nos vemos pronto.

Cuídense.