Tōya no sabe que responder ante eso, ve como el desconocido le baja el pantalón, lentamente y luego el bóxer, ve como su prominente miembro está duro y como el muchacho de cabellos verdes, traga saliva, se acerca comenzando a lamerlo y en el proceso se lo escucha jadear, el mayor lleva sus manos al contrario al sentirse devorado de a poco.

Realmente se siente bien. 》

En el mismo lugar en otro lado.

Bubaigawara estaba furioso, Toga se estaba besando con un hombre delante de todos, asi que el rubio se fue a la barra y comenzo a tomar.

Sintio que le tocaban el hombro.

— ¡¿ Qué ?! — exclama enojado y ve a Shigaraki, con un chupon en su cuello. - ¿Qué quieres?

— ¿A vos qué te pasa? — el peliblanco suspira y ve tal vez el motivo del enojo de su amigo. La rubia siendo abrazada y besada con lujuria. — Eso... sabes que a ella no le da importancia, ¿Por qué no te acercas?

— ¿Para qué? Para que me grite y diga que no los moleste. NO, gracias. — el rubio bebe, impacta el vaso sobre la mesada, provocando que el barman se enoje.

— Lo siento. — se disculpa por su amigo. — Bebio demasiado.

El hombre se va, con el vaso del rubio.

— Oye Jin ¿Has visto a Tōya? —- busca a
al peli blanco. — Lo perdí de vista.

— Entro al baño, hace... — piensa el rubio. —... como hace media hora.— se pone serio, no espero que sus palabras surgieran efecto en ese chico.

— Ire a buscarlo. — menciona Tomura, yéndose al baño. — Y deja de beber... no quiero que vomites nuevamente sobre mi.

— Esta bien... entonces estaré bailando — el rubio se levanta e invita a una chica, que acepta gustosa.

Tomura ve a varias personas salir, borrachas, desarregladas, algunas vomitando, pero toca la puerta de cada baño, sin obtener éxito.

Toca casi la ultima, pero nadie responde, y tampoco abren, decide echar un vistazo, se asoma viendo dos pares de zapatillas, uno que conoce y otro que no sabe de quien es.

Toca con más intensidad la puerta.

— Que molesto. — menciona el peliverde al separar sus labios del miembro de Tōya.

— ¡Toya! — se escucha la voz de Tomura preocupada, Tōya empuja a Izuku, éste se levanta enojado. — ¿Estás bien? ¿Quieres vomitar? Puedes contestarme.

El peliverde fastidiado abre la puerta.

— Se encuentra bien... Solo que arruinaste el momento. ¿Puedes irte? — mira al peliblanco que comienza a poner los ojos llorosos, y se retira tiempo después.

Izuku cierra la puerta, sintio lastima por el chico pero eso no arruinaria su plan.

— Dejame sólo. — escucha por la boca de Tōya, que lo saca del baño.

— ¡Oye! Pero necesitas ayuda... aun no terminamos. — pronuncia enojado.

— Me encagare a partir de ahora. —escucha.

Sin mas Izuku se va, toma unos tragos y ve al chico que le arruinó la noche.

Queria acercarse pero vio como el peliblanco comienza a llorar mientras consume trago tras trago, sin duda vulnerable ante cualquiera.

Eso no era su problema, viro los ojos y tomo un poco más.

Miraba cada movimiento del chico, Tomura, estaba apunto de caer a la boca del lobo, ese hombre al lado suyo, lo está devorando con la mirada, se río.

Cuando vio que se besaron, ya esta, directo al baño y lo haran. Izuku meneo su vaso y lo tomó.

Siguiente escena ese hombre llevaba a Tomura al baño, tan predecible.

¿Deberia ir al baño?

Dentro del baño, Tomura era arrastrado por ese hombre que le dijo lindas palabras, más que todo algunas cosas que queria escuchar y se dejo llevar.
Tomura vio cuando el hombre puso seguro al baño.

Ya no habia vuelta atras, iba a pasar.

Sintio sus labios se tocaron, un beso necesitado sin sentimientos.

Su espalda sintio la pared del baño, el hombre lo habia alzado y ahora sus miembros se frotaban a traves de sus ropas, Tomura gimio fuerte cuando el hombre le mordió el hombro.

Tōya abrio la puerta del baño en donde estaba, no pudo evitar escuchar ese gemido, era la voz... la voz de Tomura... giro impactado cuando lo escucho nuevamente...

No, esto no debe estar pasando ¡Mierda!》 penso el peliblanco.

— ¡Tomura, abre la puerta! ¡Abrela ahora mismo! — grito desesperado. Tocando impaciente la puerta.

Una sonrisa victoriosa salio del acompañante de Tomura.

— Disculpa... pero estamos ocupados. — Hizo un movimiento y otro gemido salio de Tomura. — Asi me gusta. — Lo dice lo más alto posible para que la persona que esta a pocos centímetros, lo escuche.

Comienza a hacer unos movimientos más certeros que hacen que Tomura, no pueda mantenerse callado por más que lo intente, como llevar su mano a su boca.

— No. — menciona el contrario, llevando la mano a un costado. — Me gusta escuchar tu voz. — Le susurra.

Tōya que es testigo de ello, está apretando fuertemente su puño sobre la puerta, escuchando jadear a Tomura.

Continuará...