Capítulo 18: El Jefe de Slytherin vuelve a Francia.
Por fin llegó el día de volver a Francia a la boda de Brigitte y Pierre. Pasaron unas semanas bastante bien a pesar de que estuvieron a punto de romper por culpa de Amélie. Nimue y Severus pasaron mucho tiempo hablando desde esa noche, Nimue le contó que Jean-Luc era auror y el hijo de una buena amiga de su madre y, desafortunadamente, primo lejano de Pierre, el cual al saber que Nimue lo pasó fatal por su culpa le dijo que no iría a su boda. Cuando Severus supo que el muy imbécil perseguía obsesivamente a Nimue desde que a ella se le desarrollaron los pechos, se alegró de que no tuvieran que verlo en la boda. Nimue también se alegro mucho de que la madre de Jean-Luc fuera declarada persona non-grata en su casa por su padre, nunca la había soportado porque, igual que su madre, estaba obsesionada con que se casara con Jean-Luc, ella no lo soportaba, podía parecer guapo y encantador pero ella lo encontraba idiota, egocéntrico, desagradable y creído, así que se alegró cuando su padre le contó que no volvería a tener que aguantarla.
Su madre fue debidamente abroncada por carta por Nimue y Minerva, la cual se despachó a gusto mandándole un aullador… aunque estaba deseando verla para decirle un par de cosas más, aunque posiblemente lo dejaría para otro momento, no quería estropear la boda de Brigitte…que tenía bastante con conseguir que su madre no se metiera en los preparativos, ella quería una boda sencilla, pero Amélie pasó meses insistiendo en que debía ser un gran evento, pero Brigitte y Pierre tenían muy claro lo que querían.
Brigitte y Pierre fueron a recoger a Severus, Nimue, Minerva y Charity a la estación de trenes. Estaban encantados de verlos. Brigitte y Nimue se abrazaron gritando y saltando como dos niñas de 10 años. A pesar de que eran bastante diferentes se adoraban.
Cuando llegaron a casa Amélie estaba en la carpa que montaron cerca de los viñedos para el banquete y la ceremonia con Charlie ultimando los preparativos. Brigitte mandó a Pierre allí para avisarlos de que habían llegado…y que vigilara a su madre para que se ciñera a las instrucciones de los novios. Brigitte los llevó a sus habitaciones y se instalaron rápidamente. Severus fue elegido como uno de los testigos de boda, Pierre era un buen chico, pero no le gustó nada lo que hizo Amélie y era su forma de castigarla y de darle la bienvenida a Severus a la familia, cuando se lo contó a sus más íntimos amigos lo apoyaron y se rieron imaginando la cara de Madame McGonagall cuando viera a Severus junto a sus hijas y su yerno en el altar…sería una pequeña venganza porque no lo sabría hasta minutos antes de la ceremonia.
También se llevaría una sorpresa al ver allí a Charity, no sabía que su hija la invitó como pareja de Minerva. Ambas estaban cada vez más felices y enamoradas, los miembros del personal con quienes tenían más confianza ya conocían su relación, incluido Albus, porque Minerva no sólo era su subdirectora y su mano derecha, era la mejor amiga que había tenido, él sabía de su orientación sexual y notó las miradas de Charity hacia Minerva cuando ella no se daba cuenta, estaba feliz por ellas y les sugirió la posibilidad de, como director, hacer que el castillo creara un pasadizo mágico entre sus habitaciones, así podrían dormir juntas cada noche sin tener que levantarse antes del amanecer para volver a sus respectivos dormitorios, ellas se lo agradecieron y le dijeron que lo hablarían a su vuelta.
Nimue y Brigitte en cuanto llegaron fueron al cuarto de Brigitte, ella quería que se probara el vestido de dama de honor que llevaría puesto y quería ver si acertó con la talla porque lo había hecho ella misma, Brigitte era una talentosa diseñadora y ella misma era capaz de hacer preciosos vestidos. Estando las dos hermanas a solas, Brigitte le confesó a Nimue que durante el banquete de bodas contarían a todos que tras su luna de miel se mudarían a París como estaba planeado, pero que Pierre no trabajaría en el ministerio de magia como creía todo el mundo, ambos, con ayuda del hermano mayor de Pierre, pondrían una boutique en el centro de la zona mágica de París, la inauguración estaba planeada para finales de junio, ella sería quien diseñara la ropa y estaba muy emocionada, tendría su propio taller. Nimue sabía que ella siempre quiso algo así y estaba muy contenta por ella, le dijo que Pierre se encargaría de la promoción y las cuentas y ambos tenían muchas esperanzas, Brigitte tenía mucho talento. Nimue estaba feliz por su hermana y su cuñado, le deseó suerte y prometió guardar el secreto.
Nimue se probó el vestido, era precioso, de color amarillo vainilla suave y tenía tirantes finos, era de tela fina y sedosa y tenía un bonito escote con forma de corazón, un poco profundo sin ser ordinario, era ajustado hasta las caderas y la falda midi era amplia y con vuelo. Brigitte quería algo informal y así lo dijo a los invitados, que se vistieran bien pero no excesivamente recargados. Le dijo que también tenía la ropa para Severus, que se la tenía que probar para ver si la talla era la adecuada para él o tenían que arreglar algo, que siendo magos y con el hechizo adecuado no les llevaría mucho tiempo. Nimue no quería que Severus la viera así hasta la boda.
Cuando terminaron, Nimue mandó a Severus a la habitación de Brigitte, fueron con él Charity y Nimue, cuando lo vieron con la ropa de testigo de boda, las tres le dijeron que estaba muy guapo, Brigitte estaba encantada porque acertó de pleno con su talla usando las medidas que le dio Nimue por carta. Los testigos llevaban un pantalón y chaleco azul marino de vestir y camisas de lino amarillo muy claro a juego con el vestido de las damas de honor. Sorprendentemente Severus no protestó, pero no podía hacer nada, tenía que hacer caso de las exigencias de la novia o Nimue le haría sufrir, además tenían razón, no le quedaba nada mal. Fue a quitárselo antes de que llegara Amélie y supiera que era testigo de boda y pusiera el grito en el cielo.
Poco después de cambiarse bajaron al salón. Allí acababan de llegar Charlie y Amélie que saludaban a los recién llegados, Severus se mostró tan frío como se esperaba con Amélie, en cambio con Charlie fue muy amable y se dejó abrazar por el hombre sin incomodidad, de pronto se dio cuenta de que ese hombre al que apenas conocía le trataba con un cariño como nunca tuvo con su propio padre. Charlie, una vez que Amélie se disculpó un momento les dijo que Amélie estaba más suave porque él le dijo que si volvía a intentar separar a Nimue y Severus, él sería el que se separaría de ella. Nimue no podía creer lo que oía, a pesar de todo sus padres siempre estuvieron muy enamorados, su padre no podría vivir sin su madre, en ese momento se dio cuenta de que su padre aprobaba su relación con Severus y no podía ser más feliz.
Pasaron el resto del día poniéndose al día, contándose lo que preferían no contar por carta, después, Minerva, Severus, Nimue y Charity, ayudaron en los preparativos de la boda y a preparar las habitaciones para cuando al día siguiente llegaran Malcolm, Suzanne y sus tres hijos, Hellen sería una de las damas de honor con Nimue y Sandrine, la mejor amiga de Brigitte. Albert llevaría los anillos y la sobrinita de 6 años de Pierre, Paulette sería la niña de las flores.
Por fin llegó el día de la boda, Amélie se comportó y fue lo más simpática posible con su hija menor, su novio, su cuñada Minerva y su novia…
Se celebraría a medio día y estaban invitados sólo la familia directa y los amigos más íntimos de los novios, no querían un montón de gente en su boda que sólo estuvieran allí por compromiso.
Severus y Nimue se arreglaron tras el desayuno como el resto, Nimue fue a vestirse con su hermana, su prima, la otra dama de honor y su madre. Cuando llegaron a la carpa ya arregladas, los testigos las esperaban. Brigitte estaba preciosa, había diseñado su propio vestido de novia, era de corte imperio, con un cuello barco y unas pequeñas mangas de globo, de color blanco puro y con unos pequeños bordados en el escote, era de tela sedosa y parecía un hada con su pelo casi rubio suelto y adornado con margaritas y sin velo, la falda parecía flotar a su alrededor… como prometió se puso la gargantilla que le regaló su hermana con el colgante antiguo, como estaban en el jardín prefirió ponerse unas sandalias planas con pequeñas margaritas de cristal adornándolas, no quería tropezar ni hacer el ridículo el día de su boda. Se maquilló discretamente y se pintó los labios de un suave color melocotón, igual que sus damas de honor. Estaban todas preciosas, los vestidos les quedaban muy bien, todas se recogieron el pelo en un bonito recogido y se pusieron unas margaritas entrelazadas en el pelo. Se maquillaron siguiendo el ejemplo de la novia. Severus y el resto de testigos estaban esperando a la novia junto al nervioso Pierre, que estaba vestido igual que sus testigos, sin corbata pero con una chaqueta. Cuando entró Nimue, Severus se quedó sin aliento, si hubiera estado un poco más loco le hubiera pedido que se casara con él en ese mismo momento. Después llegaron las otras dos damas de honor, y los pequeños, Severus miró a Amélie, que lo miraba con aparente indiferencia, pero que estaba furiosa, no sólo no lo separó de su hija, lo había unido aún más a su familia.
Entonces entró la novia del brazo de su orgulloso padre, Pierre casi se marea, Brigitte era preciosa, pero para él en ese momento era literalmente un ángel. Se llevó a cabo la ceremonia, no fue muy larga, pero sí emotiva, el oficiante realizó el hechizo adecuado cuando los novios prometieron amarse para siempre y después del hechizo los anillos desaparecieron del cojín donde los llevan Albert y aparecieron en sus dedos con un fulgurante brillo. El oficiante los declaró marido y mujer y se besaron apasionadamente. Después se procedió a comenzar la fiesta.
Todo estaba precioso y perfecto, decorado con margaritas y girasoles, la comida estuvo deliciosa, Michael, el primo de la novia, le preparó la tarta de boda el día anterior en cuanto llegó, después de todo la magia era muy útil para decorar la tarta. Comieron el abundante almuerzo y comenzó el baile, primero lo abrieron los novios y después fueron saliendo las damas de honor y los testigos, luego los padres de los novios, y terminaron bailando todos, incluidas Minerva y Charity que estaban muy relajadas, total no importaba estaban en Francia.
Severus y Nimue estuviera bailando durante casi toda la recepción, menos cuando Nimue quiso bailar con su padre, su tío Malcolm y sus primos Michael y Albert, y él bailó con Minerva y Charity. Cuando pudieron volver a bailar juntos Severus le dijo al oído a su novia:
-Sabes Nimue, cuando te he visto aparecer así vestida casi me desmayo, estás deslumbrante.
-Tú también estás muy guapo… te quiero.
-Yo también te quiero.
Se besaron apasionadamente y de pronto Brigitte pidió atención, los novios anunciaron sus planes y todos se sorprendieron y se alegraron por ellos y le desearon lo mejor no sólo en su matrimonio, también con su nueva aventura empresarial. Entonces Brigitte dijo que en principio iba a lanzar su ramo pero que se lo pensó mejor. Corrió hacia su hermana y le dio su ramo directamente a ella. Se abrazaron emocionadas y Brigitte le dijo:
-No lo olvides, yo te haré tu vestido, sólo yo.
-Por supuesto.
Después de darle el ramo la recepción transcurrió tranquila y agradable, Severus y Nimue bailaron, se divirtieron, eran felices. Amélie no les quitaba la vista de encima, sabía que no debía hacer más tonterías, pero no podía ocultar sus sentimientos.
Los novios se despidieron y la recepción llegó a su fin… se divirtieron mucho.
El resto de días de vacaciones transcurrieron más tranquilos de lo que imaginaban. Como hacía buen tiempo pudieron correr por los alrededores de la casa y los viñedos, también hicieron algo de turismo junto a Minerva, Charity y los padres de Nimue. Los tíos de Nimue y sus hijos se fueron al día siguiente de la boda, no les gustaba ausentarse durante demasiado tiempo del trabajo. Para sorpresa de Minerva aceptaron de buena gana a Charity, aunque creía que Malcolm no sabía nada sobre su situación sentimental, estaba equivocada. Pero no pusieron ningún problema.
Tras unos días en los que Amélie se comportó como un ser humano sensato, Severus, Nimue, Minerva y Charity volvieron a Hogwarts, Severus seguía intranquilo, no confiaba en Amélie… no estaría tranquilo hasta que Nimue y él estuvieran casados y nadie pudiera hacer nada para separarlos.
