26: Interrupción

Todos saben que cuando se trata de fiestas, las de Bulmaro Brief son las mejores, especialmente sus fiestas de cumpleaños. Solo no hay que preguntar su edad, porque lo más suave que hará será vetarte de su casa…con una patada.

Por supuesto que todos sus amigos están presentes, nunca falta nadie. Incluso se han vuelto a unir Ten Shin Han y Chaos. Invitaron a No. 17 y su familia, pero no pudieron asistir en esa ocasión.

Ya todos comían, hablaban e incluso algunos jugaban, pero por alguna razón los únicos que se encontraban ahí eran adultos y viejitos. Ni su hermana que siempre está colgada de su papá estaba por ahí revoloteando. Tampoco estaba la persona de su edad que en verdad quería ver.

— Tía Milk.

— Hola, Trunks. ¿Terminaste tu castigo por fin?

Vegeta estaba molesto porque Trunks tenía tiempo sin ponerse a entrenar en verdadera forma, así que lo encerró en la cámara de gravedad y la programó, solo podía salir hasta que cumpliera toda la rutina que le había dejado. No debía volver a pasar tiempo sin entrenar, su padre se vuelve un verdadero tirano cuando se lo propone.

— Está jugando con las niñas.

Se fue a buscarlo al cuarto de Bra, pero no había nadie ahí. Fue a su cuarto por casualidad, pero tampoco se encontraban ahí. Fue extraño encontrarlos en la sala de estar, con la música a todo volumen. Lo más extraño es que Pilar y Shu estuvieran también ahí. Lo más raro, es que todos estaban bailando una coreografía al ritmo de esa canción que se dio cuenta era de un grupo de chicas del cual Bra estaba obsesionada.

— ¡Shu, te equivocaste! — Bra le regañó, Pilaf le dio un golpe en la cabeza como castigo— Desde el inicio.

— Ejem.

Todos voltearon a ver a Trunks. Las niñas habían hecho completamente de las suyas, tenían a los chicos con pasadores en el cabello y todos usaban un chal de plumas, en diferente color cada quien. Goten tenía uno tan rojo como su rostro en ese momento.

— ¡Trunks! — Maron, presumiblemente al líder del grupo y quien les estaba guiando en los pasos, le pasó a Trunks un chal azul alrededor del cuello— Bienvenido a nuestro grupo: Once.

— Que originales— se quitó las plumas y las dejó en las manos de su amiga. La pequeña hizo un puchero y Trunks le puso la mano sobre la cara para evitar ver sus chantajes—. Gracias, pero paso. Goten, vamos.

— ¡NO!

Pan y Bra se tiraron sobre Goten, el cual maniobró con las dos niñas encima de él: Bra abrazada a sus piernas y Pan encima de sus hombros. Maron extendió las manos y se volvió una barricada. Alguien se rió desde el sofá y se dio cuenta que Mai estaba ahí, disfrutando de la función.

— ¡No puedes llevártelo!

—Oigan, me están lastimando— se quejó Goten—. Prometí aprenderme la coreografía y bailar un rato con ustedes. Ya cumplí.

— Exacto— Trunks agarró a Maron como costal de papas y la dejó en el sofá con Mai.

— ¡Abusivo!— se quejó la rubia.

— Traidora, se supone estás de nuestro lado— le dijo el mayor. Desde que Bra y Pan comenzaron a hablar, Maron se fue con ellas a jugar.

— Blah, blah, blah— Maron se enfurruño—. Estoy del lado de los divertidos, no de los que se encierran en el cuarto.

— Bueno, ya, suéltenlo.

— No quiero. No es tuyo—dijo Bra.

— ¿Cómo que no? Es mi…

Goten se quedó viendo asombrado de lo que estaba a punto de decir, Mai, Pilaf y Shu estaban emocionados de escucharlo en voz alta.}

— amigo—se desinfló.

Goten chasqueó con la lengua, la pandilla de Pilaf bufó y Trunks los volteó a ver con fastidio.

— ¡Pues es mi tío, yo gano! — dijo Pan, elevándose hasta la altura de Trunks. Le señaló con el dedo— La abuela dijo que debía jugar con nosotras y eso hará.

— Goten— le llamó.

— Agh, lo siento, mamá me regañara si Pan le dice que no pase tiempo con ella.

—¡Gané!

— ¡Si!

Maron y Bra celebraron con la más pequeña, Trunks se tiró en el sofá al lado de Mai, fue derrotado por un grupo de niñas revoltosas.

— Cobarde— dijo Mai, viendo como todos volvían a bailar.

— No soy…¿cómo es que tú sabes?

— Porque soy lista— se encogió de hombros—. Y Goten me lo dijo— sabía que se llevaban bien, pero hasta ahora sabe que tan cercanos son.

— ¿No estás…sorprendida?

— No, ya lo sabía desde hace tiempo. Sabía que seguías con eso de que yo te gustaba era porque no te habías dado cuenta de lo que sentías por Goten. Me alegro por ambos.

Trunks se cruzó de brazos, su vista no se apartaba de su novio, el cual estaba muy tieso bailando y se ponía más torpe cuando sus miradas se encontraban.

— Sé que no te gusto y eso pero… ¿no te decepciona un poco? Es decir, te gustaba el Trunks del futuro.

— Ese Trunks no eres tú. Y eso es bueno, en serio. Me gusta más ser tu amiga.

Ambos se sonrieron y se atacaron de la risa cuando Pilaf cayó sobre Shu y las niñas se tiraron sobre ellos.

— ¡Niños, hay pastel!

Todos salieron corriendo hacia el jardín, Trunks suspiró aliviado, por fin iba a poder quedarse con Goten, pero el muy tarado también estaba corriendo para ir por pastel.

— ¡Oye! ¿Es en serio que vas a ir con ellas?

— ¡Quiero pastel!

— Después te doy uno entero para ti solo— le jaló de la mano.

— ¿Lo prometes?— Trunks asintió—. Bien, me quedo.

Trunks puso los ojos en blanco, sigue siendo un niño.

— No puede ser que te dejaras convencer por ellas—Trunks estaba jugando con la estola de plumas.

— Agh, mamá siempre está del lado de Pan— hizo bolita esta maldita cosa de plumas y la aventó al suelo, no recordaba que esas niñas del mal le habían puesto todo lo que quisieron.

Trunks le ayudó a quitarse todos los prendedores que llevaba en el cabello, se estaban volviendo peligrosas. Ahora que lo analizan, Pan está siendo entrenada por Piccolo, y las tres son las niñas consentidas de guerreros muy poderosos, de puro nacimiento ya son fuertes, debían empezar a tener más cuidado o quien sabe que les harían después.

— También es tu culpa porque no estabas.

— Uy, lo siento. Si te hace sentir mejor, tuve un entrenamiento infernal personalizado.

— Si me hace sentir mejor.

— Por cierto, ¿no vienes muy informal? Esperaba verte con esas corbatas de moño— jugó con el cuello de su camisa.

Goten volteó los ojos, por fin ganó la batalla con su mamá de que ahora debía vestirse él a su gusto. Lo primero que hizo fue dejar de vestirse de traje para cada fiesta que tuvieran en la ciudad.

— Se acabaron esos trajes.

— Que lastima, me gustaban.

Estaban a punto de besarse, pero un sonoro y alto "ejem ejem" les paralizó la sangre. Lentamente voltearon y se encontraron no solo a Bulma, la persona que les llamó les interrumpió, sino a sus cuatro progenitores. A Trunks se le fue el pulso y Goten le estaba siguiendo el ritmo poco a poco.

Bulma tenía los brazos a los costados de su cintura y una ceja alzada, Vegeta tenía los brazos cruzados y esa pesada mirada retadora; Milk se estaba tocando la frente y tenía la mirada hacia abajo y Goku parecía perdido.

— ¿Se puede saber qué están haciendo?— Trunks balbuceó y se separó de Goten.

El porque no le había dicho a las niñas Goten es mi novio estaba frente a él, con todos los padres presentes. No se imaginó que el momento de su revelación sería tan abrumador. Apenas y se empezaba a hacer a la idea de ir con Bulma y contarle, no se atrevió a imaginarlo con su padre aún. Le cayeron todos de golpe y en un momento tan comprometedor.

— Les llamé para ir a comer pastel. Están por mi cumpleaños y se quedaron aquí pese a mi llamado. ¿Quieres ser castigado de nuevo, Trunks?

— ¿No?— parpadeó, confuso de que les estuvieran llamando la atención por no integrarse a la fiesta.

— Goten, tienes que hacer caso cuando te llaman— le regañó Milk.

— Si, mamá— estaba igual de confuso.

— Bien, vamos.

— Oigan, un momento.

Los cuatro padres dieron media vuelta cuando Trunks les llamó. ¿Qué demonios estaba pasando? ¿No les habían visto como estaban? Los habían encontrado en el sofá, con las piernas de Goten entre las suyas y contra él respaldo a punto de besarlo. Ahí el único que era posible que no hubiera visto nada era Goku, los demás, y sobre todo Vegeta, son observadores y prestan atención a los detalles.

— ¿Qué pasa? Nos están esperando— Bulma habló.

— Es que, nosotros… Nosotros estábamos,estamos

— Ya lo sabemos— sentenció Vegeta.

— ¡¿Qué?! — exclamaron los dos adolescentes al mismo tiempo, hasta se pararon del sofá.

—Desde hace mucho— dijo Bulma.

— Ya lo veníamos venir pronto — dijo Milk.

— Tú mamá me lo dijo— ese fue Goku.

Los chicos se quedaron boquiabiertos. Trunks era el que más miedo tenía de decirlo, su padre es un hombre muy orgulloso y nunca sabe cómo va a reaccionar. No se esperaba que bufara con un "Qué fastidio" y se fuera de la habitación como si no importara.

— En realidad, creo que ya todos lo saben— Bulma tenía un tonito burlón en su voz—. No han sido muy discretos estos días, niños.

— Habrá que poner algunas nuevas reglas, ya lo saben, ¿no? — apenas y asintieron.

— Ya, ya. Hay que ir a comer.

Goku pasó su brazo por el cuello de los chicos y con una gran sonrisa los fue llevando hasta la fiesta.

Todos estaban reunidos alrededor del pastel, nadie dijo nada, no hubo ningún cambio. Hablaban y reían, se peleaban algunos y gritaban sobre tonterías. Desde el otro lado de la mesa dónde estaba el pastel, Gohan, acompañado de Videl, vio a su hermano menor siendo abrazado del cuello por su padre. Los hermanos Son se vieron y Gohan alzó el pulgar e hizo una mueca para preguntar si todo estaba bien, Goten mostró una gran sonrisa y alzó ambos pulgares.