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Capítulo 35

Winterfell 297 AC

El sonido de las ruedas moviéndose a través del Kingsroad se escuchaba mientras una caravana avanzaba por este camino. La caravana portaba el estandarte Manderly y estaba compuesta por varios caballeros montados, quienes escoltaban dos grandes carruajes. En uno de ellos viajaban las nietas de Wyman, mientras que en el otro se encontraban Lord Wyman y Tycho Nestoris. Los caballeros que protegían al carruaje estaban liderados por Ser Wendel Manderly, el segundo hijo de Lord Wyman.

Los caballeros vestían armaduras de placas completas y llevaban capas de lana de color azul verdoso, sujetas con un broche de plata batida en forma de tridente. Por su parte, el hijo de Wyman lucía una armadura plateada decorada con tritones esmaltados en azul verdoso en su peto.

"¿Cuánto tiempo falta para que lleguemos a Winterfell, Lord Manderly?" preguntó Tycho, observando cómo Wyman devoraba unas empanadas rellenas de lampreas especiadas con pimienta de dragón, una especia traída desde Dorne.

Al oír la pregunta, el lord de White Harbor terminó de comer su pastelillo rápidamente y, tras tragar, respondió al banquero.

"No mucho, ya deben habernos visto desde las almenas del castillo."

La respuesta del Lord de White Harbor tranquilizó a Tycho, pues no le agradaba la idea de andar con un documento que permitía a su portador acceder a una suma de dinero tan grande de alguien a quien el banco estaba considerando como un potencial socio comercial exclusivo…

El banco de hierro, la institución más poderosa de Braavos, cuya influencia y tentáculos alcanzaban a todo el mundo conocido, tenía un buen olfato para detectar a mercaderes que en el futuro podrían ser útiles para aumentar sus reservas de dinero. Por esta razón, habían percibido algo en el joven Snow que les indicaba que él se pondría en los libros de historia como navegante y explorador… y si él lograba eso, sus viajes y aventuras le llevarían a encontrar tesoros nunca vistos o extremadamente raros… tesoros que valdrían verdaderas fortunas y traerían prestigio a quienes los poseyesen.

'Lamentablemente, no hemos podido lograr que el joven acepte la financiación del banco para sus viajes.' Pensó Tycho, recordando cómo en cada una de las pocas reuniones del joven con el banco, las cuales no habían sido muchas, pero sí muy productivas para ambos, pues el joven siempre volvía de sus viajes con mucho oro, con el cual iba llenando cada vez más sus dos cuentas en el banco… algo que había llamado la atención de los dirigentes de la institución, sobre todo a los Keyholders, quienes vieron en Jon un generador de riquezas muy prometedor.

"Parece que han enviado una escolta." dijo Wyman mirando por la ventana de su carruaje, tambien sacando a Tycho de sus pensamientos.

En el momento en que la palabra escolta fue pronunciada, el banquero sintió cómo el carruaje en el que viajaba se detenía, algo que lo desconcertó bastante. Aun así, queriendo saber qué ocurría, asomó la cabeza por la ventana del carruaje y vio cómo un grupo de jinetes se acercaba a ellos rápidamente.

Los jinetes que se acercaban eran diferentes a los que los acompañaban desde White Harbor, para empezar, usaban cota de malla en vez de armadura de placas, también enarbolaban una bandera, la cual mostraba al lobo huargo de la casa Stark.

"¡Ser Wendel! ¡Lord Wyman!" exclamó uno de los jinetes, al que Tycho identificó como líder del grupo.

Al oír sus nombres, los dos Manderly miraron hacia el jinete y al reconocerlo, sonrieron.

"¡Jory Cassel!" exclamó Wendel al ver al jefe de la guardia de la casa Stark, para luego acercarse a él.

"¿Quién es ese?" preguntó Tycho a Wyman mientras observaba como Wendel se acercaba a Jory.

"Es el jefe de la guardia de la casa Stark, se llama Jory Cassel." Respondió Wyman con tranquilidad.

"Ya veo." Dijo Tycho, para luego observar a los dos hombres que estaban conversando.

Debido a que estaban un poco lejos, el banquero de Braavos no pudo oír todo lo que se estaban diciendo, pero sí se percató de que el hijo de Wyman le estaba explicando algunas cosas a Jory, quien asentía de vez en cuando. Tras unos momentos de aquella conversación, Tycho vio cómo los ojos de Jory se abrían y este miraba hacia donde estaba Tycho. Tras observarlo por unos segundos, Jory se alejó de Wendel y llegó hasta donde estaban sus compañeros, para decirle algo a uno, el cual se dio la vuelta y se fue cabalgando.

Después de eso, tanto Jory como sus jinetes se acercaron al carruaje, seguidos de cerca por Ser Wendel.

"Lord Manderly." Saludó Jory al llegar al carruaje, para luego explicar la razón de su aparición. "Lord Stark me ha pedido que lo escoltemos a usted y su caravana hasta Winterfell."

Al oír eso, una sonrisa apareció en el rostro de Wyman, quien simplemente asintió antes de decirle algo al joven Cassel.

"Gracias, Jory… tu ayuda y cualquier ayuda que nos brinden siempre es más que agradecida…. Supongo que mi hijo te ha explicado algo de lo que ocurre, ¿verdad?"

"Sí, mi lord… ya he enviado a un jinete para que le avise a Lord Stark de la llegada del emisario del banco de hierro." Tras esas palabras, el jinete se acercó y miró a Tycho a la cara. "Buenas, espero que su viaje haya sido tranquilo hasta aquí, Lord Tycho."

"Buenas, joven…" respondió Tycho, recordando que los norteños no eran muy aficionados a la caballería, y eso, sumado al hecho de que el hombre frente a él no había sido llamado Ser, le hizo ver que no era un caballero. Aun así, el banquero no lo trataría con desdén, pues debía comportarse de la mejor manera, ya que él representaba al banco de hierro… y no podía empañar la reputación de la institución hablando e insultando a los más cercanos sirvientes de Lord Stark. "Sí, gracias a la ayuda de Lord Wyman Manderly y a los dioses, no nos hemos topado con ningún problema en todo el camino."

"Ya veo… eso es bueno…" dijo Jory, para luego mirar a Wendel, quien asintió y mirando a los caballeros que lo acompañaban, volvió a asentir.

Tras eso, la caravana volvió a moverse, solo que esta vez ya no iban solo guardias Manderly, sino que también iban guardias Stark con ellos.

Al verse rodeado de guardias de una de las casas más poderosas del norte y de la casa gobernante de esta región, Tycho se relajó, esperando que su negocio con los Stark sea muy fructífero.


Ned se encontraba en el gran salón de Winterfell, acompañado por su familia. Toda la casa Stark estaba presente para recibir de la mejor manera posible a su invitado.

"¿Por qué tenemos que estar presentes todos, padre?" preguntó Bran, quien había sido obligado a interrumpir sus prácticas de arquería.

"Sí, Bran tiene razón… ¿Por qué tenemos que estar todos aquí?" preguntó Arya con molestia, pues había sido apartada de sus "lecciones" autodidactas para manejar su Aguja.

"¡Arya, Bran!" fue la voz de Catelyn Stark, dirigida principalmente a su hija menor, quien no se comportaba como se esperaría de una dama de alta cuna.

Al oír el regaño de su madre, tanto Bran como Arya guardaron silencio, aunque eso no significa que estuvieran contentos de estar alli. Esta escena hizo que Robb sonriera divertido por lo que veía, mientras que Sansa simplemente soltó un suspiro de irritación por la forma en que se comportaba su hermana.

Al ver las reacciones de su familia, Ned sonrió, pues encontraba esto algo hogareño… esto debido a que, a pesar de que había regañado a sus hijos, Cat realmente los amaba. Dejando de sonreír, miró al frente y esperó, pero mientras lo hacía decidió responder a su hijo.

"Los Manderly son uno de nuestros vasallos más poderosos, Bran… solo están por debajo de los Bolton en poder militar… pero, poseen la fuerza de caballería más grande de entre todos nuestros vasallos, también son la casa más rica en el norte…" respondió Ned con voz solemne. "Además, no vienen solos… con ellos viene un representante del Banco de Hierro de Braavos…"

En el momento en que Ned soltó la bomba, todos los que no sabían esto, es decir, todos los hijos de Ned y Cat, incluyéndola a ella, se sorprendieron a más no poder. Esto hizo que la hija de Hoster Tully se pusiera blanca como la tiza, pues comenzó a imaginarse los peores escenarios de lo que estaba pasando.

'¿Qué está pasando? ¿Por qué hay un enviado del banco de hierro viajando con los Manderly…? ¿A menos que…?' tras aquel pensamiento, Catelyn miró a Ned, ganándose un asentimiento por parte de su esposo, quien también había llegado a la misma conclusión… la razón por la que el Lord White Harbor había adelantado su viaje era seguramente por el banquero…

Una vez que se dio cuenta de esto, la mente de Catelyn comenzó a preguntarse cuál era el motivo que había traído a ese banquero al Norte… esto debido a que ella sabía que no tenían deudas con el banco de Hierro.

"¿El banco de hierro?" preguntó Bran con confusión, pues no había escuchado de esa institución.

La pregunta del pequeño Stark sorprendió a su familia, pues todos, salvo Rickon, sabían qué era el banco de hierro. Por ello, debido a esta sorpresa, Ned miró a un lado y posó sus ojos en el maestre de Winterfell.

Cuando Luwin se dio cuenta de que lo estaban mirando, le devolvió la mirada a su señor, antes de responderle la pregunta que le había hecho con ese contacto visual.

"Por el momento el joven Bran está repasando la historia de las casas de Westeros, mi Lord." Respondió Luwin de manera rápida. "No hemos comenzado a tocar temas relacionados a Essos."

La respuesta de Luwin fue clara y concisa, lo que permitió a Ned y al resto de la familia entender la razón por la que Bran no sabía sobre el infame banco de hierro de Braavos.

"Ya veo, eso es comprensible, maestre Luwin." Dijo Ned, para luego posar sus ojos en su hijo para contarle sobre el banco de Braavos. "Verás, Bran. El banco de hierro es una institución de Braavos, la cual es famosa en el mundo por nunca perdonar una deuda…"

Al oír las palabras de su padre, el joven Stark sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, pues el patriarca de los Stark había dicho esas últimas palabras con voz sumamente sombría. Esto hizo que Bran comenzase a imaginarse al banco como un lugar malvado, lleno de personas crueles que podrían matar a todo el que se cruce en su camino.

"Aunque es raro, nosotros no hemos tomado un préstamo del banco en años… no tenemos deudas pendientes, así que no entiendo por qué vienen, padre." Señaló Robb mientras miraba a su padre.

"No lo sé tampoco, Robb..." Dijo Ned con preocupación, la cual hizo que su rostro se volviera pétreo… en especial cuando vio que la puerta del gran comedor se abría. "Pero parece que lo averiguaremos dentro de poco."

Tras aquellas palabras, Ned y el resto de los Stark vieron cómo los Manderly entraban, siendo seguidos por una persona más. Aquella persona era desconocida para todos, por lo que no les tomó mucho tiempo adivinar quién era.

"Lord Stark." Dijeron al unísono todos los que ingresaron a la sala mientras se arrodillaban.

"Wyman…" dijo Ned con voz plana, para luego sonreír al mirar a todos los presentes, volviendo a colocar una mirada fría y un rostro pétreo al ver al banquero. Tras eso, volvió a ver a los Manderly para volver a hablar. "De pie, la hospitalidad de Winterfell está con ustedes."

Tras esas palabras, los Manderly y el banquero se pusieron de pie, mientras algunos sirvientes llegaron con un pedazo de pan y un puñado de sal. Cuando los vieron, todos los Manderly tomaron los pedazos de pan y tras sumergirlos un poco en la sal, se los comieron. Aquella escena también fue copiada por el banquero, pues al igual que otros trabajadores del banco de hierro, él también conocía el derecho de hospitalidad. El derecho de hospitalidad es una regla sagrada donde aquel que come y bebe bajo el techo de una persona, queda bajo su protección. Esto significaba que no podrían recibir daño alguno mientras estuvieran dentro de la fortaleza de Winterfell, ya sea por parte del mismo Ned, su familia o sus sirvientes.

Ya con el derecho de hospitalidad brindado, Ned volvió a mirar a Wyman.

"¿Qué pasó, Wyman? Se supone que tu reunión conmigo estaba pactada para dentro de varios días… ¿Qué sucedió para que adelantaras todo sin avisarme?"

La pregunta de Eddard era retórica, pues sabía la razón… o al menos lo intuía.

Al oír la pregunta de Ned, Wyman supo que tenía que explicar todo… pero no le diría la razón en sí, sino que dejaría que sea el banquero quien lo diga.

"Sí, mi Lord… si bien mi reunión con usted estaba pactada para dentro de unos días, me temo que un asunto de extrema necesidad me forzó a venir antes. Pero, me temo que no puedo explicar mucho la razón, por lo que dejaré que sea él quien lo diga." Respondió Wyman mientras se preparaba para presentar al banquero. "Él es Tycho Nestoris, trabaja para el banco de hierro de Braavos y hace días llegó a mi corte a solicitar una escolta para venir a Winterfell… dada la delicadeza del asunto, decidí venir con él y un grupo de guardias para que esté mejor protegido."

El hombre llamado Tycho hizo una reverencia tras su presentación y dando un paso al frente, miró a los Stark a los ojos.

"Buen día, Lord Eddard Stark… Como lo ha dicho Lord Wyman Manderly, trabajo para el banco de Braavos y he venido hasta su castillo para traerle algo." Dijo Tycho con voz solemne mientras miraba a la casa Stark.

Las palabras de Tycho descolocaron a los Stark y a los Manderly que no sabían nada de lo que pasaba. Esto comenzó a causar curiosidad en ellos, provocando que se preguntaran qué pasaba.

"¿Traerme algo? No lo entiendo, Lord Tycho… no recuerdo haber solicitado algo del banco de Braavos." Respondió Ned de manera fría, pues comenzaba a temer que fuera una trampa del banco de hierro o de alguien que quería eliminar a la casa Stark del gobierno del norte.

"Eso es cierto, no es usted quien nos pidió traerle algo, mi Lord…. Fue su hijo, Jon Snow quien pidió que se le trajera esto."

La respuesta de Tycho causó conmoción en la sala, provocando que los susurros comenzaran a esparcirse entre los sirvientes. Aunque también provocó reacciones en los nobles presentes… primero, en los Stark, todos ellos estaban confundidos y a la vez asombrados, pues no habían tenido noticias de Jon desde lo del torneo de Dorne… por ello, estaban felices, casi todos, pues Catelyn parecía que había chupado un limón agrio. Por otro lado, los Manderly estaban sorprendidos por esto… la razón, muy simple, el bastardo de Eddard Stark había logrado que el banco de hierro le hiciera una entrega, un honor por el cual muchos nobles matarían…

'Increíble… lograr que el banco de hierro te haga un trabajo como este no es fácil, ellos no suelen hacer estas cosas salvo para los que consideran clientes potenciales de gran riqueza, poder o influencia… además, la letra de cambio que traía Tycho Nestoris no es algo que contenga solo unas pocas monedas…' aquellos pensamientos hicieron que Wyman se diera cuenta de que por alguna razón, el hijo bastardo de Ned estaba convirtiéndose en alguien rico y con influencia… algo que no podía dejar pasar… así que mirando a sus nietas, se preguntó si podría lograr casar a Jon con alguna de ellas. Si bien era cierto que era un bastardo, su heredero no tenía hijos varones y su segundo hijo no estaba casado, por lo que las siguientes en la línea de sucesión eran sus nietas, quienes se casarían con alguien y eso podría ser un problema. Sin embargo, un bastardo de un noble era otro tema, si, estaba el asunto de la bastardía, pero él no tenía un apellido y se le podía ofrecer una legitimización si es que tomaba el apellido de su esposa… eso lo convertía en una opción tentadora, en especial si no lograba casar a ninguna de sus nietas con Robb Stark.

Los pensamientos del Lord de White Harbor fueron interrumpidos cuando Ned habló, provocando que Wyman mirara al frente.

"¿Qué has dicho?" preguntó Ned con sorpresa y confusión, pues había sido tomado por sorpresa por las palabras que había dicho Tycho.

La pregunta del Lord de Winterfell hizo que el banquero sonriera mentalmente, pues entendió que era algo increíble de creer que el banco más poderoso del mundo hiciera un trabajo para un bastardo, pero esa era la verdad. Mirando a su alrededor, comenzó a pensar si era buena idea decir todo lo que sabía o mejor lo dejaba para hablarlo en privado… tras varios segundos, decidió hacer los dos… primero, diría por qué estaba aquí y luego le entregaría el objeto, para que lord Stark vea de manera privada lo que contenía aquel objeto.

"Como le dije antes, mi lord. He venido hasta su castillo para traerle un objeto del banco de hierro para usted a petición de Ser Jon Snow." Respondió Tycho de manera clara, para de esa manera hacerse entender bien.

Cuando Ned escuchó esto, soltó un suspiro y sonrió, encontrando esto divertido. Parecía que su hijo no paraba de asombrarlo cada vez más, primero dando regalos sumamente costosos hacia sus hermanos, segundo, dándole una segunda espada Valyria a su familia y ahora esto… sí, parece que su hijo quería superarse cada vez más en sus regalos. Aun así, se sintió orgulloso de Jon, pues pese a que estaba lejos aún seguía pensando en su familia y enviando este tipo de regalos, los cuales les permitían saber que estaba vivo.

"Entiendo… ¿Qué es lo que has traído?" preguntó Ned una vez que terminó de pensar en su hijo bastardo.

La pregunta de Ned causó que el ambiente se volviera tenso por la expectación que todos sentían, ya que no sabían qué esperar de esto. Todos los presentes esperaban oro, pero había algunos que pensaban que podía ser otra cosa, pues el banquero no había traído cofre alguno.

"Por petición de Ser Jon Snow, el banco de Braavos le ofrece esto…" dijo Tycho mientras se acercaba a Ned a la par que metía una mano a uno de sus bolsillos, tomando de allí un pequeño pergamino.

Los ojos de Ned y su familia se mantuvieron fijos en el pergamino, pues este era muy refinado para ser un simple mensaje. Por lo que, sabiendo que tal vez no sea solo un mensaje, Ned esperó que Tycho le diera el papel.

Cuando el banquero llegó a estar cerca de Ned, le entregó el pergamino. En el momento en que Ned lo tuvo, desenvolvió la cinta de seda que mantenía cerrado el pergamino. Con el pergamino ya desenrollado, él comenzó a leer su contenido y lo que leyó, lo asombró sobremanera.

El contenido de aquel pergamino era una letra de cambio, una en cuyo interior se encontraba el impreso a un lado el símbolo del banco de Braavos, y al lado estaba escrito algo, cuyo contenido era el siguiente:

Yo, Jon Snow, hijo de Eddard Stark, por medio de la presente, entrego, al miembro de la casa Stark que tenga este documento, la potestad de solicitar sin condición alguna al Banco de Hierro, ubicado en Braavos, que pague la suma de dos millones de dragones de oro cuando este solicite el dinero a través de los medios pertinentes.

Esta suma es otorgada como una donación, y se pagará en su totalidad a la presentación de esta letra. El dinero deberá de ser entregado en la ciudad de White Harbor a la mayor brevedad de la solicitud de cobro de la letra de cambio.

Además, el Banco de Hierro tendrá la obligación de transportar el dinero desde la ciudad de Braavos hasta el puerto de White Harbor, encargándose de su protección hasta la llegada a puerto. Tras ese momento, el transporte y la seguridad del cargamento quedará a cargo de la Casa Stark.

Firmado,

Ser Jon Snow

Testigos:

Bessaro Reyaan (Keyholder)

Tycho Nestoris

Cuando Ned terminó de leer el documento, se sintió abrumado, pues no podía creer lo que leía. Moviendo la mano de manera algo torpe, le dio ese pergamino a su esposa, quien también lo leyó. Al momento en que Catelyn Stark terminó de leer el documento, sintió que sus ojos casi se salían de sus ojos… esto debido a la cantidad de dinero, pues no era nada pequeña, de hecho, estaba segura de que había casas nobles que nunca en su existencia habían tenido esa cantidad de dinero al mismo tiempo.

"¿E-e-esto es real?" fue lo que se preguntó Catelyn en su mente, pero, para su mala suerte, también lo había dicho en voz alta.

Aquellas palabras sorprendieron a todos, además de causarles miedo, un gran miedo, pues la Lady de Winterfell acababa de poner en duda la veracidad de un documento membretado por el mismo banco de hierro. Esto comenzó a causar susurros, los cuales llamaron la atención de Catelyn, quien se dio cuenta de su error.

"D-Disculpe, no pretendía poner en duda la veracidad de un documento del Banco de Hierro." Dijo entre tartamudeos Catelyn, la cual comenzó a sentir pánico, pues sabía que su familia podría sufrir por lo que acababa de decir. Sin embargo, para lo que ella pensó que era su buena suerte, el banquero no pareció tomarse lo dicho por ella como un insulto a la institución que representaba.

"No se preocupe, supongo que cualquier Lady sentiría que un documento es falso si ve que el benefactor de algo así es el hijo bastardo de su marido… después de todo, los bastardos son criaturas viles."

Las palabras del banquero fueron como un puñal directo al orgullo de Catelyn, la cual se sintió humillada y denigrada con las palabras que este había dicho. Sin embargo, por mucho que quisiera rebatir esas palabras, no podía, al menos no si quería evitar insultar aún más al infame Banco de Hierro.

"Sí, supongo que tiene razón." Dijo Catelyn con los dientes apretados, dando así final a ese tema.

Al lado de su esposa, Ned oyó el sutil insulto que el banquero le había lanzado a ella, algo que lo enojó, pero también supo que su esposa se lo había ganado. Si bien Ned pudo haber hecho algo, actualmente no podía, pues el hombre había comido el pan y la sal, lo que lo convertía en su invitado. Esto hacía que estuviera protegido por las leyes de la hospitalidad, algo que lo ataba de manos. Así que, al ver que su esposa había cerrado el tema, él solo suspiró. Aun así, él no pudo decir nada, pues el banquero habló nuevamente.

"No se preocupe, mi lady. Es normal desconfiar, pero le aseguro por mi honor y el del Banco de Hierro que ese documento es verídico y que la cantidad escrita allí, realmente está disponible para ser retirada desde hoy." Dijo Tycho mientras dejaba de ver a Catelyn y posaba su vista en Ned. "Mi Lord, el joven Snow también me dijo que es posible que en el futuro haya nuevas letras de cambio."

Al oír estas palabras, Ned se sintió abrumado. Él aún no había podido recuperarse de lo que había leído antes y ahora se enteraba de que su hijo estaba planeando mandar más de estas letras de cambio… esto llevó a que él se hiciera una pregunta… ¿Cómo en el nombre de los dioses su hijo estaba reuniendo esa fortuna? Y también le hizo pensar en otra, ¿Qué tan rico era ahora su hijo para desprenderse de tanto dinero como si nada?... todo esto comenzó a carcomer la mente de Ned, quien comenzó a pensar que su hijo estaba haciendo algo ilegal o tenía mucha suerte. Sin embargo, sabiendo que no podía tener su mente concentrada en este tema, al menos por el momento, decidió pensar en ello más tarde, mientras tenía una reunión con su esposa, el maestre Luwin, Robb y Ser Rodrick.

"Gracias por traerme este documento, Lord Tycho… Puede usted quedarse y disfrutar de la hospitalidad de Winterfell todo el tiempo que necesite."

"Gracias Lord Stark, pero me temo que no puedo quedarme mucho tiempo… tengo otros lugares más allá del Mar Angosto que visitar… así que solo podré quedarme dos días más." Respondió Tycho de manera rápida.

"Ya veo… entonces, hasta ese día, la hospitalidad de Winterfell es suya."

"Gracias, Lord Stark." Dijo Tycho haciendo una reverencia y dando un paso atrás.

Ya con el tema del Banco de Hierro resuelto, Ned miró a sus sirvientes y les pidió que acompañaran a los invitados a sus habitaciones para que se fueran acomodando. Esto hizo que toda la sala quedase vacía, salvo por la familia Stark.

"¿Ned?" preguntó Catelyn al ver a su esposo con preocupación, pues este tenía un semblante que indicaba que estaba pensando en algo.

Al oír a su esposa, Ned se giró y tras mirarla, habló. "Tranquila, solo estoy pensando en algo… los últimos eventos necesitan ser evaluados, por favor, necesito que tú, Robb, el maestre Luwin y Ser Rodrick me sigan a mi solar."

"Está bien Ned." Dijo Catelyn para luego mirar a su hijo mayor, el cual asintió. Algo que fue copiado por el resto de los mencionados anteriormente.

Tras eso, todos dejaron la sala, aunque no todos lo hicieron en silencio, pues Arya quería saber de qué iban a hablar. La joven Stark sentía curiosidad, pero para su mala suerte, su padre le dijo que eran cosas importantes y que por el momento, ella no podía participar. Esto hizo que ella se molestara, pero aun así, terminó aceptando y se fue a su habitación a seguir practicando con su Aguja.


El ambiente en el solar de Eddard Stark era tenso y pesado, algo que incomodaba a los presentes.

"¿Qué opinan de esto?" preguntó Ned mientras dejaba la letra de cambio en medio de su escritorio, a la vista de los presentes.

Los ojos del maestre Luwin, Ser Rodrick y Robb estaban centrados en leer el contenido, sorprendiéndose bastante cuando terminaron de hacerlo. Las mentes de cada uno de los tres tenían sus propios pensamientos de aquello, Robb estaba muy feliz, pues esta era una buena noticia, por su lado, los otros dos eran más escépticos, pero eso no quería decir que estuviesen felices, ya que, ¿Qué noble no estaría feliz de recibir esa cantidad de dinero?

"Son buenas noticias, padre." Respondió de manera rápida Robb con una sonrisa en el rostro. "Con esto, podremos tener una mayor cantidad de recursos para afrontar el invierno."

Las palabras del heredero de Winterfell contenían mucha veracidad, pues con esta cantidad de dinero podrían afrontar con relativa solvencia y facilidad el invierno, por muy duro que sea. Aun así, los adultos tenían sus propias dudas sobre esto…

"Lo que dice Lord Robb es verdad, pero me temo que no sería prudente tener todo ese dinero en Winterfell…" comentó el maestre Luwin, llamando la atención de los presentes.

"¿Por qué?" preguntó Robb con duda y curiosidad.

"Tener todo ese dinero en el castillo podría causar algunos problemas, esa cantidad de oro podría provocar el derrochamiento…" respondió Ser Rodrick, el cual miró al joven Robb. "No muchas casas pueden juntar todo ese dinero de golpe, así que el sentimiento de riqueza podría causar que derrochen el dinero en cosas vanas."

"Es cierto, pero nosotros no somos así." replicó Robb de manera rápida. "Podemos utilizar este dinero para cosas útiles que nos ayuden a afrontar el invierno."

"Ned, Robb tiene razón." dijo Catelyn tras reflexionar unos momentos sobre lo que había dicho su hijo. La hija de la casa Tully había permanecido en silencio, en gran parte porque estaba procesando lo que había sucedido, comprendiendo cómo el hijo bastardo de su marido había obtenido tanto dinero. Una parte de ella, la que aún resentía la existencia del bastardo de su esposo, estaba molesta por cómo este se estaba volviendo cada vez más influyente y rico, algo que no estaba sucediendo con sus hijos legítimos. Sin embargo, otra parte de ella, la que no odiaba al bastardo, se sentía satisfecha, pues tenía la sensación de que el chico estaba apoyando a su familia desde el exterior. Así que, cuando la parte de ella que no odiaba al bastardo prevaleció, comprendió lo que significaban esos dos millones de dragones de oro, junto con la promesa de más dinero en el futuro.

"¿A qué te refieres, Cat?" preguntó Ned, quien ya estaba empezando a hacerse una idea de lo que su esposa estaba a punto de decir.

"El dinero puede utilizarse para mejorar el Norte, reconstruir algunas fortalezas, crear más almacenes e incluso ampliar los jardines de cristal de Winterfell." dijo Catelyn, enumerando cada una de las posibles mejoras que podrían llevarse a cabo en el Norte con el oro que Jon ofrecía.

Gracias al apoyo de su madre, la idea de Robb comenzó a tomar forma, algo que Ned y sus consejeros empezaron a considerar. Finalmente, tras un buen rato de reflexión, el maestre Luwin comenzó a hablar.

"En sí, es una buena idea, pero no sabemos cuándo el joven Jon enviará más oro. Por lo tanto, tengo una propuesta."

"¿Cuál, maestre Luwin?" preguntó Ned con curiosidad.

"Podríamos retirar todo el oro, pero solo traer la mitad y guardar el resto en la cuenta que la casa Stark mantiene en el Banco de Hierro de Braavos. Varios de los proyectos mencionados por Lord Robb y Lady Catelyn pueden ser concluidos con solo la mitad del dinero que ahora la casa Stark tiene a su disposición, por lo que podemos guardar la otra mitad para el invierno."

La respuesta del anciano maestre fue recibida con aceptación por los presentes, quienes entendieron y comprendieron las ventajas de ello. Por lo tanto, tras decidir que así se haría, tanto Ser Rodrick como todos los demás presentes comenzaron a pensar en qué hacer con el millón de dragones dorados que tenían a su disposición.

"Mi lord." llamó Ser Rodrick. "Como sabe, usted tiene dos hijos más aparte de Lord Robb, y según tengo entendido, usted estaba pensando en darles tierras a cada uno para que se establezcan, ¿verdad?"

"Así es, Ser Rodrick." respondió Ned.

"¿Ya ha decidido dónde estarán sus fortalezas?"

"Por el momento aún no, ¿por qué la pregunta, Ser Rodrick?"

"Verá, mi lord, si no es mucho atrevimiento, creo que podríamos usar parte de ese dinero para construir las fortalezas que recibirán sus hijos en el futuro."

La propuesta del caballero fue bien recibida por Catelyn, quien encontró esa una muy buena idea. Así que, sin pensarlo mucho, miró a su esposo, esperando que él asintiera.

"Es una buena idea. Supongo que podría iniciar con las construcciones más urgentes, las cuales serán las más costosas." dijo Ned mientras se llevaba una mano a su mentón, pensando en qué buenas ubicaciones podría haber para sus hijos menores. Mirando a su maestre, Ned le preguntó: "Maestre Luwin, ¿cuáles son las zonas que podrían darse a mis hijos como heredades?"

La pregunta de Ned provocó que el maestre negara con la cabeza, diciendo que no podría saberlo sin un estudio previo, pues pese a que todo el norte era vasto, no todos los lugares eran apropiados para establecer nuevos asentamientos. Al oír esto, Ned asintió, ordenándole que busque cuáles son los mejores lugares y que le entregue una lista con los lugares potenciales para la creación de los feudos.

Tras ello, el grupo siguió debatiendo sobre qué otras acciones se podían hacer con el millón de monedas de oro que tenían.


El sol estaba en su punto más alto, indicando que ya era mediodía. Aun así, a pesar de que el día estaba despejado, el clima no era muy caluroso, pues en el Norte incluso nevaba en verano. En el solar de Ned se encontraba este, sentado en su escritorio mientras que al frente tenía a Wyman Manderly.

Ya habían pasado dos días desde que el lord de White Harbor había llegado a Winterfell y recién se estaba dando lugar su reunión con Ned.

"Supongo que te estuviste preguntando la razón por la que te había enviado un cuervo con una fecha de reunión, ¿verdad, Wyman?" preguntó Ned mientras miraba a su vasallo más leal.

"La verdad es que sí, sobre todo cuando supe que habías estado hablando con otros lores de otras casas." respondió Wyman con sinceridad, pues la carta de la reunión lo había sorprendido, pero sobre todo cuando se enteró de que a Winterfell habían estado yendo varios lores. Esto hizo que él se preguntara cuál era la razón de estas visitas, al principio pensó que tal vez era porque Ned le estaba buscando una pareja a su primogénito. Por esa razón él había traído a sus nietas, pero ahora que estaba frente a Ned sentía que se había equivocado, que la verdadera razón para esto no era un compromiso, sino otra cosa.

"Entiendo, antes de contarte algo, respóndeme esto: ¿Quién es mejor guerrero y quién es más confiable, tu hijo, Ser Wendel, o tu primo, Ser Marlon?" preguntó Ned, queriendo ir directo al meollo del asunto por el cual estaba invitando a uno de sus vasallos más poderosos.

La pregunta desconcertó a Wyman, quien no supo qué decir ante esto por unos momentos. Sin embargo, tras varios segundos, luego de volver en sí y pensar bien su respuesta, habló: "Bueno, no es que quiera menospreciar a mi hijo, pero mi primo tiene más experiencia dirigiendo hombres. Aun así, ambos tienen la misma experiencia en combate, ambos lucharon en la Rebelión de Robert y en la Rebelión Greyjoy."

Al oír la respuesta de su abanderado, Ned suspiró, pues ambos caballeros cumplían los requisitos para obtener algunas tierras en el New Gift. Esto complicaba la elección de uno para este trabajo. Aun así, él debía escoger a uno… o tal vez no, mirando a su vasallo, decidió cuál sería su mejor movimiento, así que decidió dejar la carga de escoger entre cualquiera de los dos a él.

"Supongo que te preguntarás por qué te pregunté aquello, ¿verdad?" preguntó Ned mientras miraba a su vasallo, quien respondió con un asentimiento. "La verdad es que…"

Con ello, Ned comenzó a contarle a Wyman todo sobre su trato aún en proceso con el Lord Commander de la Night's Watch, algo que sorprendió tanto al Lord que se quedó en blanco varios segundos. Cuando Ned terminó de contarle todo, le hizo la pregunta.

"De lo que te he contado, dime: ¿cuál de los dos es el más adecuado para recibir tierras allí?"

La pregunta de Ned hizo que Wyman se diera cuenta de lo que estaba haciendo su Lord.

'Ned quiere dar tierras a las familias en esa zona para poblarla lo más rápido posible, pero supongo que solo es un Lord por familia… y ahora, quiere que yo decida entre mi hijo y mi primo para que se cree una rama de la casa Manderly en ese lugar.' pensó Wyman, quien se dio cuenta de que su Lord no quería ser quien eligiera, sino que quería que esa responsabilidad recayera en él.

Aunque muchos lores podrían pensar que eso es un insulto, él sabía mejor que nadie que lo que Ned quería era evitar crear enemistades con otras casas, algo más que elogiable, pues no había necesidad de agregar más dificultades a la vida de las personas en el norte. Por lo tanto, comenzó a examinar los pros y los contras de escoger a su hijo o a su primo.

El ambiente se llenó de un largo silencio, pues Wyman no quería dejar nada al azar. Tras pensarlo dos veces, decidió escoger a ambos. Sin embargo, para otorgar el señorío principal, escogería a su hijo, mientras que le diría a su primo que se le daría una torre y una buena porción de tierra para ser vasallo de Wendel, de manera que su hijo pudiera tener un vasallo fuerte desde el principio.

"¿Ya has decidido?" preguntó Ned mientras miraba a su vasallo, quien ya no tenía un rostro pensativo.

"Sí, ya he decidido." respondió Wyman mientras miraba a Ned y se preparaba para darle su respuesta. "He elegido a mi hijo Wendel."

Al oír la respuesta de Wyman, Ned no se sorprendió, pues lo esperaba. Así que, sonriendo, el señor de Winterfell miró a su vasallo y asintió. Aunque eso se suponía que debería concluir la charla entre ambos, Ned tenía otro asunto que preguntarle a Wyman, quien sería el primero en recibir esta consulta.

"Wyman, sé que eres uno de mis abanderados más leales, por eso quiero consultarte algo."

La petición de su señor sorprendió a Wyman, quien no esperaba esta acción. Sin embargo, salió rápidamente de su sorpresa y asintió, pues era su deber como vasallo de Winterfell ayudar a su señor. Luego de ello, preguntó sobre qué necesitaba un consejo.

Al oír la pregunta de su vasallo, Ned le mostró la letra de cambio, algo que no sorprendió mucho a Wyman, pues él ya sabía de ella.

"Quiero que leas esto y me digas qué opinas de lo que dice allí dentro." fue la petición de Ned, quien vio cómo su vasallo tomaba la hoja y sin perder un segundo comenzaba a leer su contenido. El señor de Winterfell tuvo que contener una risa cuando vio la reacción de su vasallo al ver la cantidad de dinero que se estaba mostrando en la letra de cambio.

"E-e-esto es increíble, mi señor." fue lo único que pudo decir Wyman mientras dejaba la letra de cambio en la mesa.

"Por supuesto, estamos hablando de una exorbitante cantidad de dinero, algo que no es normal. Por lo que has leído y por las acciones de mi hijo antes, ¿crees que él sería un buen Lord?"

La pregunta de Ned finalmente hizo comprender a Wyman lo que él quería hacer, algo que volvió a sorprender a Wyman. El rostro del señor estaba con los ojos abiertos, pues su señor le estaba preguntando si su hijo bastardo sería un buen señor. Y él no tuvo que pensar mucho para saber dónde estarían las tierras del joven Jon Snow.

'Planea colocarlo en el New Gift, de eso estoy seguro. Lo más probable es que lo coloque con la mayor cantidad de tierras en la zona, para que de esta manera los Stark tengan presencia allí, junto con un buen aliado.' pensó Wyman, quien con esta revelación comenzó a pensar seriamente en ofrecer un compromiso entre Jon y una de sus nietas. Aun así, de ser cierto lo que pensaba, aún faltaba tiempo, pues no todo el trato con la Night's Watch estaba cerrado y aún faltaba que el joven Jon volviera a casa. Sin embargo, eso no le impediría decir lo que pensaba del joven bastardo. "Por lo que hemos visto hasta ahora, el joven Jon es alguien responsable y hábil en el combate, no solo eso, también ya es un veterano de guerra. Eso, sumado a que está viajando por el mundo y de alguna manera está amasando una fortuna de forma muy rápida, lo convierte en alguien muy influyente y sus recurrentes regalos a la Casa Stark están haciendo que sea muy popular entre los nobles que son leales acérrimos a vuestra casa, mi señor. Eso, para mí, es más que suficiente como para que el joven Snow sea considerado un muy buen prospecto a Lord."

"Ya veo." dijo Ned con una sonrisa al oír aquello. La verdad es que él también pensaba eso de su bastardo, pues también había visto que él era hábil en el combate y ya estaba formando una riqueza propia, algo que lo podría ayudar a establecerse más rápido si se convierte en un Lord.

"Sin embargo, me temo que hay un problema." dijo Wyman, llamando la atención de Ned.

"¿Qué cosa?" preguntó Ned con los ojos entrecerrados.

"Su estado como bastardo, mi señor." respondió Wyman, sin inmutarse por la mirada de su señor. "Como usted sabe, los bastardos no son muy bien vistos en todo el reino, salvo en Dorne donde se les tiene en mejor estima que en otros reinos. Eso hará que su nombramiento se sienta como un insulto a otras casas, incluso a la casa de su esposa, mi señor."

La respuesta realista de Wyman hizo que Ned entendiera que darle tierras a Jon no sería algo fácil, al menos no sin un buen aliado en el Norte. Pero ¿Quién sería un buen aliado para Jon? La mejor manera de hacer alianzas era con un matrimonio, sin embargo, ¿Quién querría casar a su hija con un bastardo? Incluso la oferta de matrimonio con uno legitimado podría considerarse un insulto.

"Aunque, ese problema podría superarse fácilmente con un matrimonio, mi Lord." Fue lo que dijo Wyman, algo que llamó la atención de Ned, quien rápidamente miró a su abanderado.

"Wyman, no estarás sugiriendo." comenzó a decir Ned, dejando al aire lo que su vasallo estaba pensando.

"Como usted sabe, tengo dos nietas." dijo Wyman, quien vio aquí la oportunidad para lanzar su propuesta, una que esperaba que fuera aceptada. "Sé que me estoy sobrepasando, pero mi nieta Wylla es solo un año menor que Jon, y creo que podría ser una buena pareja para él, en caso de que decidiera aceptar el compromiso."

La respuesta de Wyman hizo ver a Ned que Wyman no era un tonto. Sí, su hijo Jon era un bastardo, pero era alguien influyente en el mundo, algo que la Casa Stark no tenía por sí sola. Por ello, él sabía que era posible que una legitimización estuviese sobre la mesa. Además, su hijo se estaba labrando un nombre por sí solo, un nombre por sus habilidades marciales y por sus habilidades comerciales. Estaba ganando conexiones más que importantes, algo que podría hacer que una casa como los Manderly, quienes poseen la única ciudad del norte, pasasen por alto la bastardía de su hijo.

'Es una oferta muy tentadora, pero ¿qué pensarían Cat y el resto de mis vasallos de esto?' pensó Ned con preocupación, pues no era muy común que los bastardos se casaran con mujeres de alta cuna. Además, estaba el hecho de que si se anunciaba un compromiso para su bastardo antes que para sus hijos legítimos, en especial su heredero, esto sería tomado como un insulto para la casa Tully. Fue en aquel momento en que Ned se dio cuenta de algo. 'Todos mis vasallos anteriores que vinieron intentaron de alguna manera obtener un compromiso con algunos de mis hijos. Pero Wyman no lo hace. ¿Por qué? ¿Acaso la posición de Lady de Winterfell no es lo suficientemente llamativa para llamar su atención?'

"Wyman, si buscas un compromiso con uno de mis hijos, ¿por qué no buscar uno con Robb o incluso Bran?"

Una sonrisa apareció en el rostro de Wyman cuando escuchó la pregunta, algo que sorprendió a Ned, pues no entendía qué había de gracioso en su pregunta. Sin embargo, no pudo preguntar qué le parecía gracioso a su vasallo, pues este se le adelantó y le habló.

"Bueno, es cierto que un compromiso con Lord Robb sería lo más ventajoso para cualquier familia en el norte, pero me temo que no creo que sea posible. Mi primera nieta es una potencial heredera a White Harbor en caso de que mi hijo Wylis no tenga más hijos, por lo que no puedo casarla con el heredero de otra Casa. Por otro lado, mi otra nieta sí podría ser una consorte más que aceptable para Lord Robb, pero me temo que no creo que usted esté dispuesto a aceptarlo. He oído que algunos vasallos están algo descontentos con la apariencia totalmente Tully de vuestros hijos, mi Lord. Así que, considero que ha estado pensando en que para calmar esto, usted estará pensándolo en casar con una pariente y la única casa que tiene sangre Stark fuerte en esta región son los Karstark. Así que eso deja a Lord Robb fuera de un posible compromiso, mientras que Lord Brandon es muy joven para un compromiso con algunas de mis nietas."

La respuesta que le dio Wyman dejó a Ned de piedra, pues estaba muy bien sustentada, algo que lo dejaba sin opciones a réplicas o reclamos. Esto hizo que sonriera, y mirando a su vasallo, comenzó a sopesar los pros y contras de dar un compromiso a Jon. Él no sabía cómo se lo tomaría su hijo cuando se enterase de que estaba comprometido y sin haber sido consultado, algo que él había decidido hacer con cada uno de sus hijos, pues no quería que se repitiera la historia de su hermana.

El pensar en lo que le había pasado a su hermana, hizo que Ned casi entrara en su solemnidad habitual, pero por fortuna no lo hizo. Así que, mirando nuevamente a su vasallo, decidió darle una respuesta.

"Tu propuesta es buena, pero me temo que no puedo darte una respuesta por el momento." respondió Ned, algo que hizo que Wyman frunciera el ceño, por lo que habló nuevamente, para explicarle lo que pasaba. "No puedo comprometer a Jon sin que él lo sepa, en especial ahora que está en sus viajes. Aun así, mantendré tu oferta en mente y en cuanto podamos tener una forma de hablar con Jon le transmitiré la noticia para saber qué piensa."

Cuando Wyman oyó aquella respuesta entendió lo que quería decir su señor, por lo que solo soltó un suspiro. Aun así, por dentro estaba contento, pues había hecho un avance, uno pequeño, pero eso era mejor a no haber logrado nada. Ahora solo tenía que hablar con su nieta para saber qué pensaba de esto.


Mar de Jade 297 AC

Las aguas del Mar de Jade mecían de manera suave al «StarWolf», mientras este navegaba por sus aguas. El barco de Jon Snow había atravesado las Puertas de Jade hace varios días, manteniéndose en alta mar todo el trayecto para evitar piratas.

En el nido de cuervo estaba Pyp, quien miraba por su catalejo hacia el frente, tratando de divisar la ciudad de Yin, que era el lugar donde desembarcarían para comenzar su viaje a pie hasta su destino en estas tierras.

"Ummm… todo está tranquilo ahora." se dijo a sí mismo Pyp mientras se relajaba. Sin embargo, cuando menos se lo esperó, pudo divisar la ciudad de Yin a lo lejos. A pesar de que debía dar la señal, el joven quedó en completo shock al verla, pues no esperaba ver una ciudad tan grande. Cuando finalmente salió de su estupor, se apresuró a gritar. "¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista!"

Los gritos de Pyp hicieron que todos los tripulantes dejaran de hacer lo que estaban haciendo y salieran a la cubierta.

Cuando todos estuvieron en la cubierta, miraron hacia el frente y, a pesar de que estaban lejos, pudieron ver la silueta de la ciudad.

"Así que esa es Yin…" dijo Sam con sorpresa, asombrado por poder ver la silueta de la ciudad desde tan lejos.

"Así es… nuestra puerta de entrada a Yi Ti…" dijo Jon con una mirada seria y una sonrisa de depredador en su rostro, pues frente a él estaba la puerta a la civilización más antigua de la humanidad, una civilización que contenía secretos e información que muy pocos en Westeros poseían. Así que, mirando al cielo, habló. "Muévanse, ya saben qué hacer."

Tras esas palabras, todos comenzaron a moverse, retomando sus tareas, pues tenían que virar un poco para llegar a una playa para desembarcar. Mientras hacían eso, todos sentían expectación por estas tierras, tierras que muy pocos westerosis habían pisado antes que ellos.


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y el capítulo 35 está listo, XD.

Vemos que Jon está siendo muy generoso. XD.

Si bien parece que él está dando su dinero a lo loco, la verdad es que él lo hace para que la casa de su padre tenga más oportunidades de mejorar. Y si se preguntan cómo es que él tiene tanto dinero… solo diré, transmutación… si, el hechizo de transmutación. Para los que no sepan que es esto, es un hechizo que sale en Elder Scrolls Skyrim que permite transmutar el hierro a oro. así que, si, Jon está usando ese hechizo para crear oro, pero no lo da así como así, sino que lo da en forma de joyas, las cuales vende en el banco de Hierro.

Sobre el matrimonio de Jon, como se ve, Ned comenzara a recibir ofertas para compromisos con Jon. Esto será algo recurrente, y se recibirán propuestas de varios personajes.

Finalmente, el StarWolf llegó a Yin, así que iniciaremos la trama de Yi ti…

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.