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3. CAPÍTULO.
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Los bombones de Akane.
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-¡Bombones!, ¡Bombones!, ¡Bombones para Ranma!,- iba capturando Akane, andaba a saltitos, bailando. La niña iba a hablar con su hermana mayor y con Nodoka, quería que la ayudante a hacerle bombones a su amigo -¡Bombones!, ¡Bombones!, ¡Bombones para Ranma!
La niña llegó a la cocina cantando.
-Hola Akane- la saludó Kasumi- hoy estás contenta, ¿Nos quieres decir porque?
-Dentro de unos días es San Valentín, y… quiero hacerle bombones a Ranma. ¡Quiero hacerle muchos bombones!- miró suplicante a las dos mujeres.
Nodoka y Kasumi se miraron ayudar en la cocina a Akane era un deporte de alto riesgo, pero dejarla sola era peor todavía. Desde que se volvió niña, Akane había empeorado en la cocina. Había derretido varías ollas, las cosas que cocinaba no eran sólo venenosas, eran literalmente explosivas.
Acababan de reparar la cocina, el desastre que hizo la niña la última vez que entró fue catalogado por el seguro como zona catrastosfica el ejército llegó pensando que era un ataque terrorista. La familia decidió prohibir a la pequeña cocinar, y está se encerró en su habitación llorando. Estuvo encerrada durante horas, no hacía caso a la familia cuando le pedían que saliese, sólo a Ranma le dejó entrar.
Nadie supo de que hablaron los dos niños, pero los oyeron chillar, pelearse, discutir… reírse, cantar… una conversación típica de ellos dos.
Al final la puerta de la habitación se abrió y salieron los dos pequeños prometidos, Ranma cogía a su amiga por la mano, la niña sonreía, los dos iban con el gi y se dirigieron al dojo.
-Debemos entrenar -dijeron.
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En el presente Nodoka y Kasumi pensaban como ayudar a la niña sin que ocurriese ningún desastre.
-¿No sería mejor que los comprases tú?- en el supermercado de la esquina venden unos muy baratos.
-¡Pero esos se pueden comprar todo el año!, yo quiero unos especiales, que no los tengan nadie.
-La última que cocinarse para Ranma estuvo enfermó una semana, lo tuvimos que llevar al hospital y le tuvieron que hacer un lavado de estómago.
Akane recordó el incidente.
-Sólo cambié la azúcar por el mata ratones, a cualquiera le puede pasar.- la niña puso cara triste- no quiero bombones que puede comprar cualquiera. Quiero hacerlos por mi misma. Que sean diferentes a los demás, aunque me queden feos, quiero contentar a Ranma.
-¡Lo que tú quieres un regalo para el día blanco.- Nabiki entró en la cocina, segura que Akane no le haría nada delante de Kasumi y de Nodoka- sé donde puedes comprar unos bombones de buena marca, muy caros, pero si vas conmigo te harán descuento.
-¿A cambio de que?- preguntó la niña.
-De unas sección de fotos, hay niños que les gustaría tener fotos tuyas.
-No me fío de ti, las puedes vender a pederastas, a ti te Dan igual las leyes, con tal de conseguir dinero venderías hasta tu propia sangre en lugar de donarla- Akane miró con mala cara a su hermana.
-¿Quién te ha dicho que no lo hecho?. En cierto sitios ka sangre está muy cotizada. No todos los que necesitan sangre pueden ir al hospital- nadie creyó eso. Nabiki no vendería su sangre para los que no podían pagarse un tratamiento- no penséis tan bien de mi. Hay gente que no puede ir a un hospital, gente como yakuzas, asesinos, ladrones.
-¡Ya!, gentes que sí van a un hospital serían detenidos.
-No te desvíes del tema, tú necesitas dinero para bombones, y yo vender fotos tuyas, pago bien.
-¡Nabiki!- El gritó de Kasumi advirtió a su hermana que iba a tener problemas- Akane te dará la lista que necesita para hacer bombones. Tu irás a cómprala- el terror de Nabiki se volvió pánico, su hermana mayor la iba a castigar- pagarás con tu dinero todo.
-¡Me niego!, es una inutilidad comprarle cosas a ese desastre que no sirve para cocinar. Arruinará todo.
-Pues tu volverás a comprar lo que necesite.
Kasumi le dejó claro a su hermana mediana que ella costearía con los gastos se lo que necesitara su hermana pequeña.
-Lo hago cambio de las fotos- exigió Nabiki, que no vio el peligro que corría al pedir eso- quiero una sesión de fotos de Akane… y también de Ranma, si no accedéis le contaré a Ranma que quieres hacerle bombones.
Akane furiosa saltó hacía la chantajista de su hermana, que cayó al suelo. Akane se sentó sobre el pecho de Nabiki, la cogió por el cuello de la camisa.
-No tendrás las fotos, ni mías ni de Ranma- amenazó a Nabiki mientras la zarandeaba violentamente- como le cuentes algo alguien, te acoradas de mi. Recuerdas algo, vives aquí, conmigo, puedo esperar a cualquier momento del día para vengarme…recuerda un día tiene veinticuatro horas, una detrás de las otra, cuando estás más indefensa es cuando…!duermes!
Nabiki supo que la niña cumpliría su amenaza, pocos días antes los dos niños se vengaron de ella mientras dormía, le metieron insectos dentro del pijama… con ella dentro mientras dormía.
No los oyó entrar en la habitación, no notó como metían los insectos dentro del pijama, sólo notó como esos horrendos y repugnantes bichos andaban por sus piel.
Akane supo que su hermana estaba pensando en la última broma que le hicieron. Para la próxima tenía preparados ratones.
-Me comprarás lo que te pida, lo quieras o no.- Akane cargó su voz con toda la maldad disponible.
Nabiki decidió ceder al chantaje de su hermana, al menos por el momento, se vengaría de ella tarde o temprano, su venganza pillaría a su hermana pequeña desprevenida. Pero en ese momento.
¡Nabiki!- oyó gritar al niño, Ranma debía estar furioso, y ella no sabía por que-¡ tú y yo tenemos que hablar!- Ranma debía estar buscándola por algún motivo. Nabiki decidió ir ya de compras, no aparecería, no quería recibir la furia del niño, este seguía llamándola- no te escondas, que cuando te encuentre será peor!- es lo último que oyó, salió corriendo del dojo sin abrigo, volvería temblando de frío y de miedo.
Cuando supo la razón del enfado del niño, que Genma la metió en un problema, decidió vengarse del padre del prometido de su hermana. Nabiki había escuchado a escondidas como Ranma le contaba a Akane lo que sufrió de pequeño a manos de su padre. Si eso lo supiera Nodoka.
Mientras iba al supermercado hizo varios planes de como recuperar su status perdido, su posición de chantajista. Sonrió a pesar de todo los dos pequeños seguían siendo muy ingenuos.
-Pero con muy mala ideas- oyó como la advertía su subconsciente, pero ella ignoró su propia advertencia.
...•...
Mientras Ranma estaba entrenando con su padre, el hombre tenía dificultades para luchar con su hijo, este a pesar de haber rejuvenecido seguía siendo igual de hábil, aunque parecía más ágil y veloz, debía ser por su tamaño.
Al hombre le era difícil darle a un cuerpo tan pequeño y que se movía tanto, cuando Ranma fue niño, cuando realmente lo fue, no le daba tantos problemas. Enseguida lo ganaba, pero a partir de cierta edad tenía que hacer trampas para hacerlo. Ahora ni haciendo trampa vencía a su hijo, es más su hijo no caía en ellas, y respondía con furia cuando veía que su padre jugaba sucio.
-¡No me vencerás enano!, ¡Tengo más experiencia que tú!- Genma vio que su hijo ni se inmutaba- ahora Akane está en el baño podíamos ir a verla.- quería poner nervioso a su hijo, pero este le pegó una patada en la cara y lo mandó contra la pared.
-¡No me gusta lo que acabas de decir!, ¡ No te acerques a Akance cuando se baña!- Ranma sonrió- eso te hubiese servido cuando era adolescente, pero ahora… me baño con Akane, la veo desnuda en la bañera.- se rió- ponernos nerviosos a ella o a mi con eso ya no sirve. Debéis cambiar de estrategia.
-Nabiki tiene fotos de Akane desnuda… de adolescente, te puedo comprar algunas y…- Genma cayó desmayado, su hijo furioso le golpeó.
Ranma salió del dojo furioso, iría por Nabiki, y la obligaría a darle esas fotos, por las buenas o por las malas.
-¡Nabiki!- gritó el niño-¡ tú y yo tenemos que hablar!- al ver que no aparecía se enfureció más- no te escondas, que cuando te encuentre será peor!
...•...
Akane oyó gritar a su amigo, debía pasarle algo, y Nabiki era la responsable. La niña tuvo un escalofrío no debía encontraba en la cocina, y huyó de allí. Logró subir y entrar en su habitación. Miró a su alrededor, cogió ropa limpia y salió de la habitación, haría ver que iba a bañarse.
-¡Hola Akane!, hoy has dormido mucho, ¿te acabas de levantar?.
-No, hace rato que estoy levantada, tengo ganas de bañarme. ¿te quieres bañar conmigo?
Esa propuesta era muy tentadora, pero…
-Mi mamá no me deja bañarme contigo- la tristeza del chico era grande, si quería bañarse con su amiga- dice que al ser tú una señorita y yo un niño no podemos bañarnos juntos.
Akane se mordió los labios, ella también quería bañarse con su amigo.
-No pasa nada ya nos bañaremos juntos en otra ocasión.
-No sólo lo dice mi madre, Kasumi y tío Soun también lo dicen, dicen que jugamos a juegos de adultos.
La niña se quedó blanca, eso eta un invento de…
-¡Nabiki!- gritó Akane- se lo ha inventado ella, como venganza.
-Y no sólo eso- y Ranma le contó lo que le dijo su padre.
La niña gritó de rabia, cuando volviese Nabiki, se le caería el pelo.
...•..
En una tienda, Nabiki tuvo un escalofrío, algo muy malo u tenebroso se maquinaba en su contra.
...•...
Los seis rivales estaban escondidos en Neko-Hanten, Cologne no había encontrado aún la cura, ninguno allí creía que la encontrase. Habían pasados casi dos meses y Ranma y Akane seguían aparentando tener siete años.
Los dos chicos chinos llegaron a Nerima de noche, disfrazados. Nadie los vio, nadie sabía que estaban allí. Nadie salvo los otros cuatro chicos.
Todos se reunieron de noche. Durante casi dos meses, los cuatros que no se fueron de Nerima recibieron ataques, sobretodo Ukyo y en menor escala Ryoga.
-Todo sigue igual- informó Ukyo- siguen igual que cuando se transformaron. Son rebeldes, muy traviesos y vengativos. Me han hecho mil y una travesura.- Ukyo lloró- me han acusado de pederasta, han hecho creer a la gente que quiero secuestrar a Ranma- cosa que era cierta- me tengo que disfrazar cuando salgo a la calle.
-A mi no pasar- Shampoo estaba segura que Ranma se iría con ella. Aunque fuese un niño, Ranma la seguiría.
-Mi Ranma se vendrá conmigo. En San Valentín le regalaré bombones y se quedará conmigo.
-¡Esa idea es mía!, ¡ladrona!- Ukyo tenía la misma idea que Kodachi, y aunque no dijo nada Shampoo tenía esa misma idea. La tres pensaban meter alguna droga a esos bombones y una vez narcotizado el niño llevárselo.
-Es una buena idea para llevarse Akane, tan pequeñita y bonita, parece una muñequita- todos miraron a Tatewaki como al loco que era, ese chico adoptó la idea de esas chicas, la adoptaría para llevarse a la pequeña Akane. Aunque no dijo nada. Ryoga tenía ideas parecidas-ella está deseando que la salve de ese falso prometido que tiene.
-Vuestras ideas sólo tienen un pequeño fallo- Mousse cerró los ojos y bufó, cada vez se arrepentía más de haber vuelto y de reunirse con ese grupo- no creo que ni Ranma ni Akane vuelvan aceptar comida preparada por vosotras, no se volverán a fiar de nosotros.
No era un pequeño fallo, ¡Era un fallo enorme!, pero tenía solución.
-Akane hará chocolates para Ranma, será fácil darles el cambiazo- Nabiki estaba allí con esos chicos, quería vengarse de esos chicos, le habían destrozado sus planes de hacer negocio con las fotos de Akane niña, la habían amenazado de denunciarla por pornografía infantil.- Las puedo cambiar yo… pero debo ganar algo.
-Ya sabemos que tus servicios no serán baratos, pero irás contra tu hermana, ¿no temes su ira?- Ukyo no estaba segura de que la hermana de Akane cumpliera su encargo.
-No que va, no me pasará nada. Sé como controlar a mi hermana.
-¡Si, sabes como controlarla!, por eso llevas el pelo tapado, ¿de cuantos colores te lo han teñido esta vez?, ¿Cuánta veces te han enterrado hasta el cuello?, ¿Y atado desnuda a un árbol y han hecho puntería con globos llenos de pintura?
Nabiki cerró los ojos, había perdido la cuenta de las veces que le hicieron eso y más cosas. Debía parar a la pareja, y para ello los debía separar.
-No pasará nada, mi servicios serán más baratos de lo habitual, pero sólo aceptaré el encargo de una de vosotras, la que mejor oferta me haga- y puso una sonrisa ladina.
Empezó una loca subasta por ver quien sería la que sería la que haría los bombones para Ranma. Cada una ofreció dinero, Kodachi fue la que ofreció más y pensó que ganaría, pero Nabiki tenía otros planes.
-No quiero vuestro dinero, ¡ Quiero vuestros cuerpos!- todos miraron sorprendidos a la hermana de Akane, pensando que esa chica les estaba pidiendo una relación sexual a las tres chicas.
-Si es por tener a mi Ranma, acepto- los tres chicos miraron a Kodachi asombrado, pero su mandíbulas al suelo cuando las otras dos también aceptaron.
-Me habéis entendido mal- Nabiki no quería una relación sexual con ninguna de las chicas, ni con nadie, ella sólo amaba a el dinero- quiero vuestros cuerpos para hacerles fotos. Me haréis una sesión de fotos, yo os dejaré la ropa con que posaréis. Con qguien más consiga dinero de sus fotos ganará.
Las tres chicas suspiraron, si era por tener a Ranma.
-¡Acepto!- dijeron las tres.
Nabiki sacó unos vestidos y una cámara de fotos.
-¡Venga desnudaros!- exigió la joven- que San Valentín está cerca.
Los tres chicos se quisieron quedar a ver esa sesión, pero fueron echados del Neko Hanten.
-No miréis por la ventanas- los advirtió Nabiki- si queréis verlas posar, comprarme sus fotos. Y no os valláis lejos. Vosotros también queréis hacer lo mismo con Akane. Me haréis una sesión de fotos- miró a las chicas que estaban ilusionadas por asistir a esa sesión de fotos- tampoco podéis estar en esa sesión, si quedéis verlos, pagarme por las fotos que les haré. Si sólo uno de vosotros se niega a ser fotografiado. No cambiaré los bombones.
Todos miraron a Mousse, que accedió al instante. Ese joven no quería secuestrar a nadie, quería ver las fotos de…
...•...
En el dojo los dos niños estaban jugando a médicos. El doctor Saotome y la enfermera Tendo intentaban operar al señor Muñeco, uno de los maniquís de prácticas del dojo. El pobre Muñeco tenía un apendicitis y los dos niños luchaban por salvarle la vida.
-¡Se nos va Ranma!, no respira- gritaba Akane.
-¡Te he dicho mil veces que en el quirófano no me llames Ranma. Me has de llamar doctor Saotome, debes dar ejemplo a los demás médicos.
Los demás médicos eran otros muñecos de practicas.
-No te puedo llamar Saotome, siempre te he llamado Ranma, desde que éramos niños.
Los dos pequeños se quedaron mirando, como dos enamorados.
-¡Ranma!
-¡Akane!
Los dos supuestos médicos se fueron acercando, se quitaron las máscara clínicas, se iban a besar… y.
-¡Ranma, debes ir a comprar!- Nodoka llegó justo a tiempo, cuando los dos niños casi ya se basaban. Suspiró dos adolescentes con las hormonas revolucionadas en el cuerpo de dos niños hiperactivos, con ganas de diversión.
-¿Qué tengo que comprar?- el niño estaba enfadado, siempre le cortaban en el mejor-¿ me puede acompañar Akane?
-Toma la cesta, dentro hay una lista con lo que necesitamos-la mujer lo advirtió no te pases del presupuesto. No compres cosas innecesarias.- la mujer lo miró, sabía que el niño compraría algún dulce para compartir con Akane.- No puede acompañarte Akane.
-¿Por qué no puedo ir?
-Necesitamos que nos ayudes cortarás patatas?
-La última que lo hizo se cortó muchas veces- Ranma no quería que su amiga sufriera daño.
-La verdad es que no quiero que vayáis juntos a comprar, la última vez que lo hizo, llegasteis después de cenar. Si uno de los dos se queda, el otro se dará prisa para volver.
Ranma salió del dojo y miró la lista. Le habían indicado donde comprar las cosas, tardaría más de una hora en comprar todo.
...•...
Nodoka vio salir a su hijo, tardaría en volver, era lo que ella y Kasumi querían que no estuviese el niño para ayudar a Akane a hacer los bombones. Lo llevaban haciendo desde hacía días. Mandaban al niño a comprar, mientras ellas enseñaban a la niña a cocinar, que era pésima cocinando, por suerte estaban ellas cerca, o si no la niña sería un peligro.
La pequeña había estado a punto de quemar varías veces la cocina. En lugar de hacer bombones con gusto a limón los hizo con gusto a cebolla y a lejía. Para la niña modelar suavemente el bombón con las manos y aplastarlo con el mazo eran lo mismo.
Las dos mujeres estaban a punto de rendirse, la niña no aprendía nada, en lugar de delicadeza usaba fuerza bruta, mezclaba los ingredientes sin control. Las dos mujeres pensaban que iba a volver a hacer otro explosivo usando comida.
Pero Akane tenía metido en la cabeza hacerle bombones a su amigo, ponía todo su empeño y no se rendía.
Las dos mujeres veían como Akane hacía los bombones. Ponía el chocolate en el microondas, dejaba que se fundiera y con el chocolate fundido rellenaba los moldes, y les ponía azúcar. En algunos le ponían virutas de chocolate o de cacao, otros combinarán el chocolate negro con el blanco. Todo parecía ir bien, pero el gusto de esos bombones era horrible.
Ni las dos mujeres ni Akane sabían donde se equivocaban. Ninguna se dio cuenta que alguien estaba adulterado los ingredientes para que la niña fracasara.
...•...
Nabiki volvía al dojo, haría negocio con esos seis locos, pero mientras tanto se reiría de Akane. Si añadía ciertas cosas a los ingredientes que su hermana utilizaba para cocinar… el sabor de los bombones sería horrendo.
-Soy yo la que compra los ingredientes me es fácil adulterarlo- y se rió. Era su venganza por todas las travesuras que había sufrido por parte de los dos niños. Pensó en cuanto sacar por las fotos de esos seis locos- con eso recuperaré parte de lo que me quitaron esos dos canijos al pedirme el aguinaldo.
...•...
Ranma volvía para el dojo, ya había comprado todo lo que le pidieron, se detuvo en un escaparate, había algo que le gustaba a Akane, se lo regalaría para el día blanco, pero había dos problemas. Su dinero era escaso y no podía comprarle eso a su amiga, le debía pedir ayuda a su madre.
El segundo el dueño de la tienda. Era un ogro gruñón. No le gustaba que lo niño mirasen su tienda, ese hombre los espantaba. Decía que los niños alejaban a los posibles compradores.
-Lo cierto que quien asusta a los clientes es los precios, su mal genio, y su cara de ogro- dijo Ranma supuestamente huyendo de ese hombre.
...•...
-¿Piensas que es Nabiki?- preguntó Kasumi.
-Si, los productos están en mal estado, no es Akane que cocine mal como creíamos. Es que cocina con productos en mal estado. La culpable tiene que ser Nabiki, es la única que puede alterar esos productos.
Las dos mujeres estaban hablando sobre la posibilidad más que segura que alguien alterarse los productos que utilizaba Akane para hacer el regalo para Ranma.
-No tenemos pruebas, y Nabiki es lo bastante inteligente para ocultar su intervención. No le sacaremos nada.
-Y ella no se delatara. La única solución es comprar nosotras mismas esos productos e intentar engañar a Nabiki.
La dos mujeres se miraron. ¿Engañar a Nabiki?
-¡Imposible!-¿A quien querían engañar? A la mediana de las Tendo no, esa chica era demasiado inteligente para caer en una absurda trampa.
...•...
Esa misma tarde.
Akane probó sus bombones sonrió, le habían quedado aceptables, la pequeña se había olvidado de echarles azúcar. Y otros sabían a licor, Nabiki había mezclado la crema de cacao con sake.
-¡Nabiki me pagará esto!- gritó Akane, no se debía ser muy inteligente para averiguar quien saboteaba la creación de los bombones.
-No te enfades Akane, ya castigaremos a Nabiki como se merece.
Nadie sabía que es lo que se proponía esa mercenaria, tenía un plan en mente, eso seguro. Quería algo destruyendo los bombones de Akane.
-Tengo un mal presentimiento- Akane negó con la cabeza- hay algo más. Nabiki no sólo quiere que mis bombones sean malos, busca algo más.
...•...
Nabiki iba al Neko Hanten, llevaba las fotos, había hecho muchas, y ya tenía prometidas algunas.
Con esas fotos, boicoteando los bombones de Akane, y sustituyéndolos por los de la rival ganadora lograría que sus planes se cumplieran, ¡separar a los dos niños!.
Durante Navidad esos dos niños la habían fastidiado mucho. Le fastidiaron un negocio al volverse niños, no pudo alquilarlos como prometió, tuvo que devolver lo que le pagaron. Las torturas a la que la sometieron los dos enanos no fueron pocas, las que más de dolió fue las veces que le pidieron el aguinaldo, peor, ¡los métodos que utilizaron para pedírselo.
-Una vez que separe a esos dos, Ranma se irá de casa, se lo llevará una de esas locas- Nabiki haría trampas, ya tenía decidida quien iba a ganar.- a mi hermana también se la llevará uno de esos chicos, también tengo decido quien será.
Y llegó al restaurante cerrado, miró en todas direcciones y al ver que nadie la veía picó le abrieron la puerta y entró.
...•...
Ranma iba a cumplir un encargo que le pidió su madre, era sospechoso cada tarde lo mandaban a comprar, y Akane se quedaba en casa, algo pasaba, lo averiguaría. Y al girar una esquina creyó ver a Nabiki, se movía como ella, el niño a parte de Akane, conocía la forma de moverse de sus rivales, y Nabiki era un enemigo.
El niño negó la cabeza, ¡imposible! La hermana de Akane no se vestiría con esas ropas de tan baja calidad.
Ranma siguió su camino y olvidó ese encuentro. Se equivocó, por una vez no hizo caso a su instinto, quería volver pronto y jugar con Akane.
...•...
Nabiki bajó al sótano, era guiada por Ryoga que se equivocó varias veces de camino, y eso que estaba indicado por la paneles luminosos.
-Menos mal que has llegado, has tardado mucho- Kuno estaba impaciente, creía que él sería el ganador, era el que mejor cuerpo tenía, sus fotos se vendrían como pan caliente, ganaría a los dos chicos.
-Ya tengo encargadas varias fotos. Por ahora quien va ganando, de las chicas es…!Shampoo!
-¡Como ha de ser!, ¡Shampoo no tener competencia! .
-Seguida por muy cerca de Ukyo. Tened en cuenta que no he empezado a vender de verdad. Todo puedo cambiar en un momento.
-¡No importar yo ganar!-,! Yo tener mejor cuerpo!, Shampoo pensaba que sería ganadora, las otras chicas la miraron con rabia.- yo quedarme con pequeño Ranma.
Allí empezó una discusión que Nabiki atajó, estaba harta de chiquilladas.
-De los chicos va ganando…!Mousse!.- Las dos chicos lo miraron con rabia.
-Ser normal, hombres de pueblo de las amazonas ser mejores, igual que mujeres.
Esa chica se estaba ganando la ira de los allí reunidos.
-Pero creo que vosotros también podéis comprar fotografías- se giró a las chicas-¿De quien comparéis?
Las tres chicas se quedaron en blanco.
Shampoo no podía comprar fotos de Mousse, este podía pensar que la chica lo quería. Realmente no quería comprar fotos del chico chino, por que si ganaba este se quedaría con Akane, y no quería a Akane cerca. No quería a Mousse atraído por Akane, y como ella se quedaría con Ranma. Akane y Ranma juntos… sería un problema.
Lo mismo pensaba Kodachi, no podía comprar fotos de Tatewaki, no quería a Akane en la Mansión de los Kuno, por la misma razón que Shampoo.
Ukyo si podría haber comprado fotos de los tres chicos, pero no tenía tanto dinero debía conformarse con dos de ellos, ¿ pero a quien descartaba?
Mousse quería fotos de las tres chicas, pero si compraba de Shampoo, esta podía ganar y se quedaría a Ranma, y no estaba dispuesto a esto último. Tatewaki no compraría fotos de su hermana, no quería a Ranma en su casa, como él se iba ha quedar con Akane...
A Ryoga le pasaba lo mismo que ha Ukyo no tenía bastante dinero para comprar fotos de las tres chicas.
-¡Quiero fotografías de Shampoo y Ukyo Kounji- pidió Kuno- eso provocó la rabia de su hermana y los celos de Mousse.
-¡Quiero fotografías de Shampoo y Kodachi!-Ryoga provocó más celos de Mousse y la rabia de Ukyo al no ser la elegida.
-¡Pues yo quiero las de Kodachi y las de Ukyo!- Mousse se cavó su propia tumba, Shampoo se enceló al no ser la elegida. Y los dos chicos se enfurecieron con él.
Las tres chicas hicieron igual con el mismo resultado. Los seis se empezaron a pelear entre ellos, Nabiki viendo que todo se había complicado huyó.
-Me voy, ya os diré quien será el ganador y la ganadora- y la chica huyó, mientras el sótano era deducido a escombros por los seis jóvenes en sus peleas por celos.
...•...
Nabiki iba para casa, se había cambiado de ropa, se puso la ropa con que salió del dojo. Guardó la ropa de baja calidad, y las fotos en una taquilla que tenía alquilada. Al entrar en el dojo y no ver a los pequeños suspiró tranquila, hasta que llegó al comedor allí la esperaban sus dos pequeños torturadores particulares.
-¿Dónde has estado Nabiki? Fuiste castigada con limpiar el dojo. Has huido y lo he tenido que hacer yo.
-Hoy he ido a cocinar, has cambiado todos los ingredientes de bote. Has puesto la azúcar donde tenía que ir la sal, y la sal donde la azúcar. Me has hecho creer que cocinaba mal
Nabiki vio a los pequeños como dos buitres a punto de saltar sobre ella. Y no se equivocó esa tarde la chica recibió un merecido castigo.
Notas del autor:
Hemos llegado a San Valentín, Akane preparará bombones y Nabiki boicoteará su trabajo a la vez que confabulará con las rivales de su hermana.
Este capítulo lo he dividido en dos, al quedarme largo.
Los subiré con escasa diferencia entre unos minutos y un día.
Como me falla la app de fanfiction, subirá con un defecto que no quiero en la cabecera del título, cuando pueda conectaré el ordenador y repararé ese fallo y otros.
A los que han leído hasta aquí, muchas gracias
