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4. CAPÍTULO.
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Llega el día de San Valentín.
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Habían pasado varios días, Nodoka y Kasumi habían escondido los ingredientes de los bombones, para que Nabiki no intentada nada con ellos, aún así los bombones de Akane no eran perfectos, y le salían muchos con mal gusto, y todos tenían un aspecto extraño, a pesar de usar moldes, ningún bombón salía como la figura de ese molde.
-¡No me salen bien- decía la niña llorando- ninguna sale como el molde.
-Puede que no calentamos el chocolate el tiempo necesario, o no lo tengamos en la nevera bastante rato- Nodoka revisó la receta, ¡No seguían escrupulosamente los pasos necesarios.
-¡Soy una inútil!, ¡no sirvo para nada!, sólo para pelearme. ¡No voy a poder hacer bombones a Ranma. Deberé comprarle en la tienda de la esquina.
Akane salió de la cocina deprimida, estaba a punto de rendirse.
Ranma vio a escondidas como Akane huía, hacía poco que había descubierto que la niña tenía intenciones de regalarle bombones. El pequeño estaba partido en dos. Una parte quería que la niña no se rindieron, y siguiese intentando hacerle bombones. Pero por otra parte estaba asustado, unos bombones creados por Akane, eso podía ser peligroso para su salud. El niño suspiró, no podía decirle a su amiga que no quería sus bombones.
Antes hubiera ofendido a Akane rechazando sus bombones, pero desde que se volvió niño… ya no podía insultarla como antes, aceptaría esos bombones, y se los comería.
-Me los comeré aunque me cueste un mal de estómago.
...•...
En el Neko Hanten las cosas iban mal, Shampoo estaba furiosa, ese cegato que era su sirviente había comprado fotos de sus rivales, pero de ella no. Eso era un insulto, era algo que no iba olvidar. Mousse pagaría cara esa ofensa..
-¡Eres de pueblo de las amazonas debías haber comprado fotos mías!.
-¡Tú tampoco has comprado fotos mías!- le recriminó el chico.
-Si tu ganas, traerás aquí a chica violenta.
-Si tu ganas, traerás a Ranma, no te lo permitiré.
Los dos chicos se miraron desafiantes, dispuestos a pelearse, como no habían hecho nunca.
Los hermanos Kuno tenían una pelea parecida. Y Ryoga y Ukyo también se estaban peleando, el joven que se perdía había comprado fotos de Shampoo, de Kodachi… y de Akari, pero no de ella, fue el único que no compró fotos suyas, consideró eso una traición.
...•…
Ranma creía haber descubierto por causalidad el regreso de los seis rivales, los llamaba los seis siniestros, como los enemigos de Spiderman, si era cierta su teoría, debía descubrir que es lo que se proponían. Por ahora no le diría nada a Akane, tan sólo creía haber visto cerrarse la puerta del Neko-Hanten, eso no quería decir nada, pero no bajaría la guardia.
Tal vez sólo estaban de paso, se volverían a ir. Si las amazonas ya tuviesen el remedio a su estado ya hubieran actuado.
Volvía hacía el dojo, vio un grupo de payasos actuando delante los niños, les daban caramelos, el niño supo por instinto que algo iba mal, esos hombres no eran…
Se acercó a esos supuestos farsantes.
-¡Hola niño!, ¿quieres una pirueta?
Esos payasos descubrieron, por las malas, que ese niño no era un niño normal. Y Ranma descubrió que esos payasos no eran secuestradores, sólo unos policías disfrazados para atrapar a una joven que quería secuestrar a un niño del Furinkan infantil.
-Buscan a Ukyo por intentar secuestrarme- pensó el niño con mucha maldad- tal vez podía facilitar su captura.
Una idea malvada se empezó a formar en su cerebro.
...•…
-¡Creo que Ranma ha estado a punto de pillarme!- todos miraron a Ukyo, como siempre llegaba al local disfrazada de nerd. Esa chica seguía estando en busca y captura, como Shampoo. Las dos eran buscadas por avenamiento, habían intentado matar a Akane y ka rejuvenecieron junto a Ranma.
-¡No digas tonterías!- Kuno se movió inquieto- si te pilla a ti nos pillará a todos.
-¡Lo mismo vale para vosotros!- Ukyo se enfureció- yo salgo disfrazada. Vosotros llegáis aquí aa cara descubierta, si Ranma o Akane os ven…
-No pasará nada, ahora sólo son dos niños, y los niños tienen mucha imaginación y ven cosas que no existen.
-Si, como toros que vuelan, personas con alas- Mousse rió, su ironía era una alusión a lo que habían vivido- esos dos niños son capaces de hacer verdad su imaginación.
-No os dejéis llevar por vuestro pesimismo- Nabiki entró en el sótano, nadie sabía cómo se había hecho con unas copias de las llaves del local- todo está bajo control.
-¿Sigues cambiando los ingredientes para los bombones?.
-Si, pero ahora lo debo hacer cuando todos duermen. Kasumi y tía Nodoka sospechan que yo alteraba los productos y no me dejan comprarlos. Cuando todos duermen bajo y los cambio.
-Tú deber seguir haciendo eso, chica violenta se desmoralizará.
-Cada día sale de la cocina llorando, pero al día siguiente está allí.
-Debemos seguir así, tu hermana debe comprar los bombones en la tienda, y así nos resultará fácil cambiar la caja por la que tenemos preparada- Ukyo cogió la caja donde meterían los bombones con droga para narcotizar a Ranma.
-Si eso no funciona y Ranma hace sus bombones, tengo preparada unas cajas iguales, le daré una a Akane y…
-Tú tener cuidado y que Airen niño no pillarte.
-No lo hará nunca, Ranma es tonto, tanto que caerá en nuestra trampa.
Nabiki ocultó que ese plan le estaba costando mucho. Se estaba escapando de su tareas en la casa, y las tenía que hacer Ranma, a veces con Akane, y los dos niños cuando volvían a casa no estaban contentos y la castigaban.
Si cometían un pequeño fallo en ese plan, todo se iría al suelo.
-¡Nabiki!, ¿Quién han ganado en tu subasta? ¿quién se quedará con Ran-chan?.
-¿Y quién con tu hermana?
Nabiki miró a los seis, a ninguno le gustaría lo que diría, nadie se conformaría con haber perdido y las allí reunidas intentarían quedarse con el pequeño Ranma.
-Y los chicos con Akane- pensó Nabiki.
El día de San Valentín prometía ser muy divertido.
...•…
Por fin llegó la víspera de San Valentín.
Akane había creado al fin unos bombones comestibles. Entre Nodoka y Kasumi le habían encontrado la caja perfecta para guardarlos. La niña estaba contenta le regalaría a Ranma bombones hechos por ella.
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Nabiki había conseguido unas cajas idénticas a la de Akane, podía cambiar la de su hermana por los bombones de la que ganó su subasta, que fue Shampoo, como ella había planeado.
Sabía que la otra dos chicas no se conformarían, e intentarían ser ellas las que se quedasen con el pequeño Ranma.
El ganador de los chicos debería esperar al catorce de marzo, el día blanco.
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Ranma estaba asustado, sabía que su amiga le regalaría bombones, y estaba seguro que las chicas que lo acosaban aparecerían, pero, ¿Quién se atrevía a comer algo preparado por esa locas que lo convirtieron en niño?
Cada vez que salía lo paraba alguna amiga de Akane y le preguntaba que chocolate le gustaba, ese día de San Valentín podía ser horroroso.
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Las tres chicas tenían preparados los bombones, eran idénticos a los hechos por Akane. Cada una intentaría llevarse al pequeño, aunque Ranma cayese dormido por los bombones de la otra.
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Las dos mujeres mayores del dojo Tendo brindaban por el triunfo de Akane al crear bombones.
Y los dos patriarcas hacían lo que mejor sabían, dormir por la borrachera.
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El día de San Valentín amaneció lluvioso, Ranma se despertó y a su lado vio dormir a Akane. La niña dormía con una sonrisa en los labios, debía tener felices sueños.
-¡Ranma!- dijo la niña en sueños. El niño se sobresaltó y enrojeció, esa niña soñaba con é. Para frustración del niño, su amiga empezó a hablar en el idioma de los sueños, un idioma que sólo entendía quien lo hablaba, y sólo mientras dormía.
Ranma la escuchaba embelesado, le gustaba verla hablar así, después se lo diría a ella y se reiría mucho.
Akane abrió los ojos, miró a su amigo, y sin pensarlo lo besó en los labios.
-¡Ranma, te quiero mucho!- la niña cerró los ojos, y los abrió horrorizada, ¡había besado a su amigo!, ¡un beso de adultos!, lo había hecho casi dormida, eso no quitaba que lo había besado, ahora su amigo la odiaría por besarlo sin permiso.
Ranma se quedó blanco, después rojo. Era la segunda, o tercera vez que lo basaban, siempre sin pedirle permiso. Debía ser el blanco fácil para ser besado. Pero esta vez fue la vez que más le gustó y… , y…, y disfrutó, por que eso hizo con el beso de Akane, disfrutar.
Estuvo a punto de pedirle otro beso a la niña, pero al verla asustada, él también entró en pánico.
-¿Qué.. te… pasa?- preguntó el niño.
-Te he besado. Estaba soñando que nos casábamos, y te besabas. ¡Y lo he hecho de verdad… ahora estarás enfadado conmigo… y no te querás casar conmigo.
Ranma se quedó callado durante un rato, sintió como si le saliese humo por las orejas, pero al ver que su amiga ponía una cara tan triste decidió hablar.
-Si me casaré con… contigo… cuando volvamos a ser adultos. Este beso significa mucho para mí.
Ella se tapó la cara sonrojada.
-No quería hacerlo, - rectificó- si que quería pero no así, yo tenía un sueño, muy raro, contigo. Me estaba casando contigo, seguíamos siendo niños. Estaban toda la gente que conocemos. Amigos y rivales, todos venían a nuestras boda.
-Hablabas en sueños. No se te entendía nada, era un especie de idioma raro. Cada ciertas palabras decías una palabra en japonés.- Ranma se rió- no te voy a decir nada, porque no entendí nada.
-¡Cuéntame lo que decía!- preguntó ella-no seas malo.
-Déjame recordar. Me llamaste, dijiste si, luego claro, un par de palabras más con las que no se puede ni montar una frase. Lo más coherente fue cuando me besaste. Me dijiste "¡Ranma, te quiero mucho!"
Akane se sonrojó y sonrió con timidez.
-¡Es verdad! Te quiero mucho.
Al chico le pareció tentadora, esa timidez y esa sonrisa, volvían a la niña en una visión tentadora, tanto que le hizo confesar.
-¡Yo también te quiero mucho!
Y convertidos mentalmente en adultos, guiados por lo que sentían, tuvieron el deseo de besarse y sin poder resistir a ese deseo, su cuerpos les pidió que hicieran realidad lo que más querían.
Sin importarles la edad que ahora tenían, guiados por la que realmente sentían, fueron hacer la travesura más querían hacer, besarse.
-¡Ranma!, ¡Akane!, ¡es hora de levantarse!- Nodoka entró en la habitación y vio a los dos niños a punto de besarse, no era la primera vez que los pillaba asi.-¿Se puede saber que ibais hacer!, ¡ No tenéis la edad para eso!
- En mayo haremos dieciocho años!- gritaron los dos niños.
-¡No en aparecía!, ahora sois niños, si me entero que os besáis o lo intentáis… no os dejaré dormir juntos!, ¡Y ahora en pie que debéis ir al colegio!
-¡No quiero!- gritaron los pequeños y se taparon la cabeza con las sábanas.
-¿Por qué?- preguntó Nodoka cómo si los dos allí acostados fueran realmente dos niños.
-Es San Valentín y se dan bombones y habrá gente que me pedirá.
-A mi habrá muchas chicas que me querrán dar, no quiero nada de ellas.
-Es día de ir al colegio y ¡Vais a ir!.
-¡No!- los dos pequeños estaban dispuestos a quedarse en casa.
Nodoka vio que esos dos tozudos no darían su brazo a torcer.
-¡Kasumi!- la hermana de Akane entró en la habitación - como imaginábamos no quieren ir al colegio. Tú coge a tu hermana y yo a mi hijo. Los vestimos y los llevamos nosotras a la fuerza.
Los dos niños se miraron, debían huir, escapar de las dos mujeres.
Nodoka y Kasumi intentaron coger a los dos bultos que se veían en la cama, y al cogerlos vieron que eran las almohadas. Los dos niños se escaparon por los pies de la cama. Cuando salían por la puerta vieron a sus padres, que les obstaculizaban el paso, pero esos dos pequeños se metieron por debajo los pies de los adultos, bajaron corriendo las escaleras.
-¡Si llegamos al jardín seremos…!- el niño señaló la puerta de su libertad… y doble ellos cayó una red- libre- acabó el niño frustrado.
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Minutos después los dos pequeños estaban atados, las dos mujeres les daban de comer.
-¡No quiero ir al colegio!, será un mal día!- Ranma seguía protestando- no me gusta San Valentín, siempre he tenido problemas este día.
-Imaginaciones tuyas- Nodoka quitaba importancia a las palabras del niño.
-Aparecerán chicas hasta debajo las piedras con cajas de bombones. Tendré que huir. No voy a tener un día tranquilo.
-Ranma tiene razón, no será un buen día.
Nadie creyó las excusas de los pequeños y aún con gritos, llantos y protestas fueron llevados al colegio, o eso intentaron las dos mujeres.
No habían recorrido ni diez metros fuera del dojo, cuando apareció un grupo corriendo hacía ellos, ese grupo estaba formado por mujeres de todas las edades, niñas y adolescentes sobretodo, pero había incluso la anciana que siempre mojaba la calle, y a Ranma.
Ese grupo se paró delante de Ranma, y le ofrecieron sus bombones al niño.
-¡Os lo dije!, ¡Esto sólo es el comienzo!- El niño negó con la cabeza- debería haberme quedado en casa..
-No hubiera servido de nada. Ese grupo hubiera intentado entrar en el dojo- Akane miró a su amigo- debemos huir. Debemos destinarlos.
Y los dos niños se escaparon de Nodoka y Kasumi e iniciaron su huida perseguidos por una marea de jóvenes y niñas cada vez mayor.
-Mi hijo es todo un hombre, ¡que éxito tiene con las mujeres!- Nodoka vio como su hijo huía perseguido por ese grupo de mujeres.
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Nabiki escondida miraba como Ranma huía de los problemas. Se rió, era ella la que convocó a esa mujeres. Había desde compañeras del instituto de Ranma y Akane, entre ellas las dos mejores amigas de Akane, hasta las nuevas compañeras del colegio, las niñas que iban con al Furinkan infantil.
La joven se rió, eso era parte de su venganza. A los dos niños les quedaba ver aún lo peor, encontrarse con sus antiguos rivales.
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-¡Por eso no quería salir de casa!- gritó Ranma- creía que sería acosado, pero no me imaginaba que fuesen tantas las locas que me iban a perseguir.
-No es normal, este acoso no pasó el año pasado. Parece que alguien ha convocado a estás mujeres para que…
-Parece una de las bromas de…
-¡Nabiki!- gritaron los dos niños.- no la vas a pasar bien cuando te cojamos.
Fue una mañana que odiaron los dos pequeño. Fuesen dónde fuesen, huyeron dónde huyeron y siempre eran encontrados y perseguidos por las jóvenes del instituto Furinkan y las niñas del Furinkan infantil y por algunas adultas. Todas querían darle bombones al niños, les habían prometido un premio a la que consiguiera darles sus bombones al niño..
-Es una locura, todo el barrio se ha vuelto loco. La gente salía para verlos huir, los animaba. Esa persecución se había una feria. Habían puesto paradas, se vendían bebidas, comida, mascaras
-¡Nos hemos vuelto un espectáculo!-gritó Ranma- la gente ha enloquecido. ¿Cómo pueden montar una celebración de nuestra huida!
-¡Incluso deber haber una tienda de apuesta-todo esto es obra de Nabiki, ella ha montado esto, veo su mano en esto.
Escondida cerca de allí Nabiki estornudo.
-Alguien debe estar hablando de ti- una amiga de Nabiki estaba contando billetes. Nabiki era quien montó esa feria, la que pidió los permisos, era la dueña de cada uno de los puestos allí montados.
-Me imagino quien es.- Nabiki bufó. Sonrió, Ranma y Akane se dirigían hacía su trampa, nada evitaría que cayeran en ella.
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Los dos nos seguían corriendo.
-¡Han montado una feria en todo el barrio!- dijo Akane.
- No, en cuanto pasamos, la desmontan y vuelven a montarla por donde vamos a pasar.
- ¡Tienes razón!- señaló un puesto de bolita de pulpo- ya he visto ese puesto y al mismo vendedor tres veces.
-O son tres hermanos gemelos, con tres puestos idénticos, y con las mismas manchas- bromeó el niño.
Los dos niños rieron, sin gracias.
Y llegaron al punto donde Nabiki tendió su supuesta trampa.
-¡Cuidado Akane!, la calle resba…la- Nabiki había mojado la calle. Los dos resbalaron y de la bolsa que llevaba la niña se cayó un paquete.
-¡Mis bombones!- gritó desesperada la niña.
La caja de bombones devaló por el mojado suelo hasta lo pies de Nabiki. La joven cogió la caja, la miró y sonrió.
-¡Dármela Nabiki!, ¡por favor!- suplicó su hermana pequeña.
-¡No!, no te la daré- miró la caja- hagamos un juego.
-Me has costado mucho hacerlos.
-No me importa. Si tanto te ha costado, recuperarla, pero te costará, será una apuesta.
-¡Dármela!- ya era una exigencia.
-La tendrás delante de tu vista, pero no la verás.
Los dos niños se miraron no entendieron eso. Tenerlo delante de ella y no verla. Nabiki se acercó a la mujeres que querían dar sus bombones a Ranma
-¡Señoras!, ahora depositarán sus bombones aquí, todos juntos. Y se procederá a elegir una caja. La elegida, la caja escogida será la que se dará a Ranma, quien haya hecho esos bombones, !Será quien gane!- Nabiki miró a su hermana, sonrió triunfal- ahora encuentra tu caja con bombones. Si eliges la equivocada, alguien se quedará con Ranma.
Akane miró furiosa a su hermana.
-Es fácil- la niña se acercó donde estaban los bombones. Todas las cajas iguales, envueltas con el mismo papel- yo he puesto un adhesivo a mis bombones-Akane cogió una caja, y después otra. Su sonrisa murió en su labios-¡Zorra mercenario!, ¡te acordarás de esta!.
-Solo eres una niña, ha sido fácil engañarte- esa joven había colocado adhesivos en todas las cajas de bombones, eran idénticos al que puso Akane en su caja.
Akane estaba a punto de llorar, todo su esfuerzo no sirvió para nada. Vencida por su hermana la usurera.
-Es fácil encontrar tu caja- Ranma se acercó donde estaba todas las cajas y cogió una- esta es la tuya.
-¡Eso es imposible!, no puedes encontrarla tan fácilmente.
-Te equivocas, está mal envuelta. Se nota que se cortó, tiene pequeñas marcas de sangre.- Nabiki miró el paquete no veía esas supuestas marcas de sangre, Ranma debía, estar mintiendo- a parte cada persona deja su aura en lo que toca, la aura de Akane es intensa en este paquete, puso toda su voluntad en hacerme bombones y meterlos en la caja. Y… dejó su aroma personal en la caja, huele a ella. Pero ni tú ni nadie detecta ni su aura, ni su aroma personal. Nadie los detecta tan bien como yo, los huelo a cada momento, por eso se siempre donde está. Como ella detecta mi olor personal y mi aura.
El niño se acercó a su amiga y le dio los bombones.
-¡Gracias Ranma!, pero no debes dármelos, ¡Son para ti!- y le entregó los bombones a Ranma. Que los cogió como si fueran un tesoro.
-¡Gracias Akane!, te estuve observando como los hacías, sé que pusiste todo tu empeño en hacerlos! Me los comeré cuando estemos en casa, y no le daré a nadie, sólo a ti.
-Ahora deberás hacerme un regalo para el white Day.
-Darlo por hecho, te haré el mejor regalo que pueda encon…
-¡Eso no pasará!, ¡Mi querido Ranma se comerá mis bombones!- Kodachi había aparecido de la nada, le cambió al niño, los bombones que le dio Akane por los hechos por ella.
Ranma se había quedado un momento en blanco, pero enseguida reaccionó.
-¡Devuélveme mis bombones!, lo ha hecho para mi Akane- gritó el niño furioso.
-Los míos están mejor, los he comprado en una de las mejores pastelerías de Internet. Esa plebeya nunca te hará bombones como los míos.- y se rió como una loca.
-¿Cómo que se rió ññ na loca?, ¡Es una loca!- gritó Akane.
-Debo quitar esos bombones a esa tonta- se giró a Akane- y no te pelees con el narrador, que es sólo uno que se cree el sustituto de nuestra creadora.
Cuando Ranma iba a perseguir a esa chica para recuperar sus bombones.
-¡Esos bombones son malos!, los míos ser mejores- y Shampoo cambió los bombones de Kodachi, que seguían en las manos de Ranma, por los suyos.
Eso no cambio nada, Ranma quería recuperar sus auténticos bombones, los hechos por Akane, que estaban en manos de Kodachi.
Después de eso fue Ukyo quien se unió a la pelea, llevando su propia caja de bombones. Minutos después las cuatro cajas habían cambiado tantas veces de manos que nadie sabía ya cual era su caja.
-¡Yo ganar subasta!- Shampoo tenía un enfado infantil- yo ser única con derecho a dar bombones a airen.
-No te dejaré a Ranchan es mi amigo de infancia, yo lo quiero desde antes que tú aparecieran. Él me quiere a mi.
-Mi querido Ranma, sólo se comerá mi bombones.
Akane se acercó a Ranma.
-¡Ranma recupera mis bombones-pidió la niña casi llorando- por favor, lo hice para ti.
El niño no pudo resistir a que ella lo mirarse con esa carita, con esos ojos tan tristes.
-Recuperaré tus bombones y me los comeré.-prometió el niño.- y se preparó para recuperar la caja de su amiga. Para todos, todas las cajas eran iguales, pero él sabía cual era la caja de su amiga., ya sé cual es, y mi imagino por que quieren que me coma sus bombones.
-¡No lo ganas, ¡ obtener comas sus bombones!, ya sabes lo que nos pasó por culpa de su comida.
-¡Ya lo sé Akane!, ¡Sé que sus bombones deben tener algo dentro!, no pienso comer nada preparado por ellas.
Las tres jóvenes lo miraron.
-¡Debes comerte mis bombones!, están muy buenos. Los he hecho con gusto a okonomiyakis que tanto te gustan.
-Te comerás los míos. Son con gusto a comida china.
-Lo míos son mejores comprados en la mejor pastelería, hechos a petición mía.
Ranma dio una arcada.
-¡Que asco!, bombones con sabor a comida. Me da la razón para no comerlos. Recuperaré mis bombones y me iré.
Y saltó en dirección a Shampoo, y le quitó la caja.
-Esta es la caja de Akane- fue a su amiga y se la dio- guárdamela ahora vengo por ella.
Se acercó a las tres chicas.
-Ahora os quitaré vuestra caja y probaré vuestros infectos bombones.
Akane miró a su amigo asombrada, había dicho que se comería sus infectos bombones. Ranma estaba loco, ¡no!, ¡No estaba más que loco!.
-¡Si te comes un solo decesos bombones no te daré los míos.
Ranma se giró hacía Akane y sonrió.
-No te preocupes, hoy me comeré tus bombones.
Y el niño se lanzó sobre las tres jóvenes y les arrebató sus cajas se bombones.
-Ahora Ran han ekegdida que mis bombones son los mejores.
-¡Vosotras haced trampas! Shampoo haber sido la elegida, Shampoo ser única en dar bombones a Ranma.
- En el amor y en la guerra, no debes ceder ante el enemigo. No te daré a Ranchan.
-Ranma querido sólo me quiere a…
El niño por el que se peleaban no les hacía caso las ignoraba. Abrió las cajas y cogió un bombón de cada caja.
-¡Tres viejas peleándose por un niño, ¡ que asco!, no me gustan las chicas mayores que yo, y menos las que son tan ancianas. -Las tres jóvenes pararon de luchar y miraron al niño, las acababa de llamar ancianas.- llamaré a la policía y las denunciaré por pederastas. Una de ellas ya está en busca y captura.
-Te comerás mis bombones, aunque te tenga que obligar a comértelos- Ukyo se abalanzó sobre el niño, las otras dos hicieron lo mismo. Querían obligar al pequeño a comerse sus bombones, y una vez se quedarse dormido se lo llevarían.
Akane vio horroriza como esas jóvenes atacaban a su amigo, este las esperaba tranquilo, y cuando estaban a pocos metros de él. Les lanzó a cada chica uno de los bombones de los que había cogido, las tres chicas se tragaron esos bombones y al instante cayeron al suelo dormidas.
-Lo que me imaginaba, bombones con narcóticos. Estas chicas no actúan limpio. Suerte que no me comido ninguno.
-No has jugado limpio- le sermoneó Akane, no lo hizo enfadada, no estaba furiosa con el chico- las has engañado para que se tragaran el bombón.
Ranma sonrió, cerró los ojos.
-Debía hacerlo, si no las sacaba de circulación no me podía comer tus bombones tranquilo.
-Aún te quedan las que avisó mi hermana, les ha prometido un regalo si te hacen comer sus bombones.
-¡Será un descuento en algún sitio!-y gritó- ¡Nabiki sólo es una chantajista mentirosa!- gritó para que la oyesen todo el mundo. No sé que ha prometido, pero no lo dará, ha engañado a todos. A las tres locas. A las chicas y niñas que me tenían que dar bombones y a los que les ha vendido un puesto en esta feria.
Nabiki tragó saliva, era cierto engañó a todos. Notó que todos la miraban mal.
-Será mejor que me vaya- y salió corriendo siendo perseguida por las jóvenes y niñas que habían querido darles bombones a Ranma. También fue perseguida por aquellos a los que timó para que montarán un puesto en la fiesta.
Los dos niños vieron coml huía Nabiki siendo perseguida por la gente que se sintió estafada.
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Habían pasado horas, los dos niños estaban sentados en el tatami del dojo. Ranma se estaba comiendo los bombones preparados por Akanes.
-¡Están muy buenos!, ¡Has mejorado mucho!- Ranma miró como la niña sonreía sonrojada por el alabo del niño.
-¡Gracias Ranma!, lo he hecho lo mejor que he podido, aunque los primeros que hice estaban muy malos.
-Nabiki te los boicoteó, ¿has visto como ha vuelto?- y se rieron
-La emplumado como hacían en las películas del oeste a los forajidos.
-Kasumi la hecho bañarse en el almacén, ha tardado horas en quitarse todas las plumas.
Los dos niños se rieron hasta llorar. Mientras Nabiki escondida los estaban hasta que llegó Nodoka y se la llevó, debía limpiar de plumas el almacén.
-Si, estos bombones están buenos- Akane se comió el bombón que le dio Ranma- pero no tienen la forma que debieran tener, ninguno quedó como el molde.
-Eso los hace únicos, no hay otros como los tuyos, como tú.
Ella lo miró y se le ocurrió una maldad.
Cogió un bombón.
-Este será el bombón más dulce, ¿lo quieres probar?, ¿te lo comerás?
Él supo lo que se proponía la niña, y aceptó el desafío.
-¡Y tanto que lo probaré!.
La niña sonrió, se llevó el bombón a la boca y lo dejó allí, si Ranma quería la mitad de ese bombón se lo debía quitar de la boca. El niño nunca había retrocedido ante un reto y ahora no lo haría ese reto era ganar algo dulce, y ese dulce no era el bombón.
El niño se acercó, y juntó sus labios a los de la niña. Cada niño tragó su parte del bombón, pero no separó los labios. Se besaron, los labios del otro era un dulce que los dos niños querían catar desde que se conocieron.
Kasumi cerró la puerta y se apoyó asustada en la puerta.
-¡Demasiado tarde!, ¡he llegado demasiado tarde!, ¡Se han besado!, ¡Y son muy niños para hacerlo!
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Notas del autor.
HOLA:
Con este capítulo se completa los dos capítulos dedicados a San Valentín, ahora vendrá el dedicado a White Day o día blanco, que no tiene que ser uno. Y también toca hacer él de campeonato infantil.
No he querido hacer el típico capítulo de San Valentín lleno de amor.
Como siempre agradecer quien ha leído este capítulo.
