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CAPITULO.

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5ª. Un White Day viendo los cerezos

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Ranma miraba el escaparate de esa tienda de objetos de segunda mano, ahí estaba el regalo que quería hacerle a Akane, el regalo que quería Akane para el día blanco.

Se apartó del escaparate, se giró, se cruzó de brazos, cerró los ojos, y se puso en plan pensativo.

Tenía dos problemas graves, para regalarle eso a su amiga necesitaba más dinero, que él que tenía, su padre le robó gran parte de los ahorros. Cuando su madre y él exigieron que lo devolviese, ese timador ya se lo había gastado en un restaurante, Genma recibió una paliza por ello.

El segundo problema era que el vendedor de la tienda de regalos odiaba a los niños, y los echaba de la tienda o de los alrededores de esta.

Pensando en cómo conseguir el dinero necesario y como comprar eso teniendo en cuenta que el vendedor no le vendería nada. Ahora mismo ese vendedor le intentaba dar con una escoba y él lo esquivaba.

Hablaría con su madre aunque la situación económica de la mujer tampoco era muy buena, Genma era una sanguijuela que se comía el dinero de ambos.

Ya cansado de ese vendedor se giró, le paró el escobazo que le iba a dar, lo miró.

-¡Como vuelva a intentar darme hablaré con mi madre!- El vendedor lo miró asustado. Ya había tenido algún problema con Nodoka, y la temía con razón.

El niño le arrebató la escoba y la rompió, y se giró. Cruzó los brazos detrás del cuello y silbando inició el camino a casa.

Ahora iba a tener un verdadero problema y de los gordos, un problema con Akane.

-¿Dónde has ido?- exigió Akane a su amigo cuando este volvió al dojo, lo estaba esperando detrás de los portones de entrada al dojo. ¡Te has ido y me has dejado sólita aquí- a la niña se le escaparon unas lágrimas- mira si hubiese venido Kuno y me hubiese raptado.

-Yo hubiera ido a su casa y te hubiera rescatado.

-Y ¿si te hubieran raptado unos hombres malos o esas chicas tan viejas?

-Me hubiera escapado, no son tan listas.

Akane se abrazó a su amigo llorando.

-He pasado tanto miedo, me he levantado de la cama y tú no estabas, he creído que te habían secuestrado.

-Sólo he ido a comprar algo que me pidió Kasumi.

-No quiero despertarme y que tú no este a mi lado, cuando nos despertamos siempre me haces reír, me aburro sin ti.

A él le pasaba igual, no podía estar lejos de Akane, desde que salió del dojo estuvo deseando volver a él y jugar con Akane.

-Yo tampoco quiero estar lejos de ti, pero me he despertado con ganas de ir al lavabo, y he tenido que ir, cuando volvía a la habitación me ha pillado Kasumi, y me ha enviado a comprar, no he podido escaparme.

Eso era verdad, Ranma le dijo la verdad.

-¡Eso es una excusa!- Akane estaba enfadada- Debe ir Nabiki, ¡es su obligación!

-Nabiki ha salido temprano hoy. – Kasumi intervino viendo que se avecinaba una pelea entre los dos niños-llevaba la ropa para ir a practicar tenis, debe haber quedado con sus amigas.

Los dos niños bufaron furiosos, por culpa de Nabiki tuvieron que hacer lo que ella no hiz. Esa joven lo pagaría caro.

-¡No es justo!- Akane gritó enfurecida.

-¡No lo es!

-¿El que no es justo?- Kasumi vio que su intención de que los dos niños no se pelearán no había servido de nada. Ranma y Akane estaban más que furiosos, ¡con Nabiki!. Sabía que los dos pequeños se vengarían.

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Nabiki estaba tomando un café, había ido a la pista de tenis con sus amigas. Era un centro deportivo con piscina, pistas de tenis, gimnasio.

-¿Qué excusa has dado hoy para escaparte de tus obligaciones?

-La de siempre, que había quedado con vosotras- Nabiki no tenía que mentir para salir de casa- no es necesario mentir, decir la verdad nunca me ha fallado.

Las tres chicas se rieron. Lo que no dijo Nabiki era que cuando llegase a casa debería lidiar con los dos pequeños de la casa, las dos personas que se habían vuelto los cabeza de familia.

-"Y un dolor de cabeza para mi"

-Nabiki, ¿Cómo están tu hermana pequeña y Saotome?. ¡Secan vuelto tan adorables!, ¡Verlos así de pequeños"

-Si, ¡Dan ganas de comerlos a besos!

Nabiki miró aterrada a sus amigas. Esos dos niños podían ser todo menos adorables.

-Las aparecías engañan, son todos menos adorables. ¡Si yo os contase!

-¡Cuenta, cuenta!- pidieron emocionada las dos chicas.

Y las chicas empezó a contar. La forma de perder aguinaldo con esos dos niños. Como la hacían ir a comprar, loB contó haciéndose la víctima.

-"He debido aprender de Ryoga a hacerme la victima, al menos mis dos amigas me creen. Cosa que no me pasa en casa."

Entonces por los altavoces de recinto empezó a sonar una música.

-Esa música ¿ no es de la película…?

Nabiki se rió, empezó a hablar con una sonrisa en los labios.

-Si de Tibu..- Nabiki se quedó blanca, ya sabía por qué sonaba esa música. Se levantó asustada- debo huir, digo tengo que irme, se me ha hecho muy tarde.

Las dos amigas de la chica la vieron correr.

-¡Pero si habíamos quedado para ir de tiendas!- esas chicas no entendían por que Nabiki estaba huyendo

Nabiki se sabía en peligro, dos depredadores la acechaban. Huía en dirección a la salida del centro deportivo, tenía que pasar por al lado de la piscina.

Dentro de la piscina dos ojos observaban a la joven, el dueño de esos ojos, sonrió.

Nabiki vio la salida, si lograba salir, podía huir, sus perseguidores tenían las piernas cortas, ella era más rápida.

De repente esa joven vio salir un cuerpo del agua, un cuerpo que se elevó varios metros.

-¿Huías Nabiki?- preguntó Ranma, era quien había salido del agua.

Nabiki cambió de dirección y se dirigió directa a… Akane, la niña apareció de repente en su camino.

-No podrás huir, somos más rápidos que tú.

Nabiki se preguntó como podían haber entrado esos niños en el centro deportivo, era para socios, y evidentemente ni Ranma ni Akane lo eran.

La chica no se dio cuenta que corría muy cerca de la piscina, que el suelo estaba mojado y podía a resbalar, y eso le pasó resbaló y cayó al suelo, su hermana pequeña y el amigo de está saltaron sobre ella, la atracaron antes que pudiera levantarse, y le ataron los brazos y los pies con cinta americana.

Ranma la cogió por los brazos y Akane por los pies, y la sacaron de ese recinto. El vigilante los quiso detenerlos, pero resbaló en el suelo y acabó dentro de la piscina.

Nabiki viendo como fracasó su salvador, puso sus esperanzas en el chico que cobraba las entradas.

-Cuando salgamos el chico que cobra la entrada me verá y me salvará- gritó la hermana mediana de Akane. Pero cuando salió de recinto vio a esa persona, liada con cinta americana, parecía una momia, nadie la iba a salvar.

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Ryoga se dirigía al dojo Tendo, con la esperanza de que Akane se hubiera curado de su maldición. La llevaba buscando desde San Valentín, hacía casi un mes. Si encontraba a alguien de la familia, y lo seguía. Y por un cruce vio pasar a Ranma y Akane, llevando a Nabiki como si fuese una camilla, los siguió y en un cruce los perdió, cuando se dio cuenta estaba en la granja de Akari, se encogió de hombros y entró, mejor eso que estar perdido, y estaba deseando ver a su novia. Estaría allí durante unos días, hasta que el White Day pasó.

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Los dos niños llevaron a Nabiki al dojo y la subieron a su habitación, le quitaron la cinta americana sin miramientos. Nabiki perdió el conocimiento por el dolor.

Horas después Nabiki se despertó, suspiró por suerte no le habían hecho nada, se vio sana, pero al mirar a su habitación, vio que estaba llena de grafitis, Ranma y Akane se la habían pintado en "agradecimiento" por el día de San Valentín que les hizo pasar.

Bajó al baño para lavarse la cara, se echó agua en la cara. Aún estaba medio dormida, se miró al espejo, parpadeó una, dos, tres veces y gritó.

Kasumi llegó al baño y vio a su hermana horrorizada, al mirarle la cara la vio pintada. Ranma y Akane habían vuelto a utilizar el maquillaje de Nabiki para pintarle la cara.

Minutos después estaba toda la familia reunida en el dojo, no era la primera vez quelse reunían allí para castigar a los dos niños, ya se había vuelto diario. Una nueva travesura de los pequeños, un nuevo castigo. Esos niños no aprendían, cada vez gastaban bromas peores, y todas contra la misma persona, Nabiki.

-¡Habéis pintado la habitación de Nabiki!-gritó furioso Soun.

-¡Aclaración!- canturreó Akane- ¡La hemos decorado con grafitis!

-¡Si!- apoyó Ranma, y los dos niños chocaron las palmas de sus manos.- la hemos mejorado, tenía una habitación tan sosa.

-¡Le habéis pintado al póster de Rockefeller unas gafas y bigote.

-¿Ese Roque… sea no es un muñeco de ese ventrílocuo es…

-¡Ranma…!- gritó su madre- ¡No estamos de bromas!, ¡Os estamos castigando!,¡Sois unos adolescentes!,

-¡Y tanto que lo somos!, ¡Pero tenemos que ir a primaria!, ¡lo somos! y ¿tenemos que soportar que Nabiki nos venda por ganar dinero?.

-¡Para unas cosas somos adolescentes y para otras niños de primaria!, no estamos así porque hemos querido. – Akane como Ranma estaban furiosos y cuando lo estaban dejaban de pensar como niños. La niña miró a su hermana mediana- confabuló con esas tres… chicas para drogar y secuestrar a Ranma, ¡Lo vendió!

-¡Y no recibió castigo!, "¡Fue una broma de Nabiki!" dijisteis… y no las castigasteis !Pues esta ha sido nuestra broma a la suya.

-¡No tenéis pruebas que yo…!- gritó Nabiki.

-Hace días nos encontramos con Ryoga- Ranma cerró los ojos y habló con tranquilidad

-Nos confesó todos, incluso la venta de fotos.

-¿Qué fotos?- preguntó Soun.

Akane le contó todo lo que montó Nabiki para San Valentín. Nabiki se quedó blanca, ahora el castigo sería para ella.

No sé equivocó, fue castigada, pero los dos niños también. Se le hizo prometer a los tres que se acabaron los travesuras. Nodoka y Kasumi supieron que ninguno cumpliría esa promesa.

-No la cumplirán- Kasumi miró a Nodoka- Nabiki sólo piensa en divertirse a costa de los demás, y los dos pequeños se vengaran si Nabiki intenta algo, que lo hará.

-Pero tienen unas ideas tan infantiles para vengarse.

-Infantiles pero efectivas.

Los dos niños miraron a Nabiki con desconfianza, ellos también pensaban que no cumpliría su palabra de no intentar nada.

La hermana mediana de las Tendo, supo que su libertad estaba limitada, pero ya había actuado, no hacía falta que estuviese presente cuando su plan se hiciera efectivo, ya estaba en funcionamiento, sólo faltaba que el día indicado sus engranajes empezaran a girar como ella los había programado.

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Dos días después de que los dos niños decorasen la habitación de Nabiki. La hermana mediana había conseguido que su padre y Soun volviesen a pintar la habitación, para horror de la joven, el color con que pintaron la habitación no fue el elegido por Nabiki.

-Tu habitación tendrá los mismos colores que los de las habitaciones de tus hermanas- le contestó Soun.

-¡Es mi habitación!-Nabiki quería exigir sus derechos sobre su habitación.

-¡Es mi casa!- estalló Soun- ¡No voy a romper la armonía de los colores de la casa sólo porque tú quieras un color diferente!.

-¡Pues cambia los colores de todas las habitaciones de la casa por el que yo elegí!—Nabiki quiso imponer su criterio por encima de su padre y sus hermanas, que no querían el color elegido por la hermana mediana.

Allí estalló la primera guerra civil Tendo, la primera que vieron los Saotome. Por una parte estaba Soun, Kasumi y Akane, que era la que más gritaba. Por otra parte Nabiki que quería imponer su criterio a pesar de ser minoría.

-¡Ranma!- Nodoka llamó a su hijo-¡vamos a limpiar la habitación!.

-¡Pero…!, ¡Akane puede… necesitar… mi ayuda.

-Ella resolverá esto sola, ella lo puede hacer. Está pelea no es asunto tuyo, sólo pueden participar la familia Tendo. No es asunto nuestro.

-¡Pero yo…!

-Si eso serás, pero lo serás en el futuro, y en ese caso sería asunto tuyo- Nodoka supo lo que quería decirle Ranma- pero hoy por hoy, tú y Akane sólo soy prometidos. Así que calla y sígueme- la mujer miró a Genma y le ordenó - y tú vez a comprar que hoy Kasumi no va poder.

Esa mujer era quien realmente mandaba en la familia Saotome, desde que recuperó a su hijo, se apoderó del mando de la familia, no dejaría que un loco como Genma hiciera lo que quisiera.

Ranma estaba limpiando con su madre la habitación de invitados, miró a su madre y negó con la cabeza, no sabía como abordar el tema.

-¿Qué quieres Ranma?.

-Yo… quiero..

-Hacerle un regalos a Akane el día blanco.

-No es eso… es… - El niño se puso rojo- si es eso, pero no tengo dinero para regalarle a Akane lo que le gusta, y…

-Yo tampoco, tu padre… ya sabes como es…

-Si, un ladrón, me ha quitado mis ahorros, y los tuyos.

Nodoka asintió, ese hombre había destrozado la ilusión que tenía Ranma de hacerle un regalo a su amiga.

-Ya veremos lo que podemos hacer, tal vez tendrás que hacerle un regalo menor de lo que querías, Akane es una chica buena y estará contenta con lo que le regales.

-¡Pero yo quiero comprarle eso!- el niño enfurecido golpeó el armario y cayó un gi viejo y sucio de Genma.

-¿Qué es esto?, ¿por qué no lo ha tirado Genma?- Nodoka cogió esos adrados y de dentro cayeron varios sobres llenos de dinero.

Ranma y su madre se miraron, había una pequeña fortuna, seguro que ese hombre lo consiguió durante años de estafas y robos.

-Este billete lo conozco- Ranma cogió un billete- era mío, a este señor le pintamos el bigote Akane y yo.

-Con lo que hay aquí podemos pagar la reparación de la casa, Genma se ha portado mal al ocultarnos este dinero. Cogeremos los que nos ha quitado. El resto servirá para reparar la casa y por si tenemos algún gasto imprevisto.

Nodoka dejó el gi de Genma donde estaba pero ocultaron el dinero. Genma tendría un ataque cuando descubriese que ya no tenía ese dinero.

-Ahora si podrá comprarle el regalo a Akane.

-Si, pero- y le expuso el problema que tenían los niños con ese vendedor- ese hombre odia a los niños y los espanta cuando pasan por al lado de su tienda. No los deja entrar aunque vayan con sus madres.

Nodoka lo miró y sonrió. Se le ocurrió un plan, muy sencillo.

-Mira Ranma haremos esto…- y le explicó el plan para comprar el regalo a la niña. Era un plan muy simple y fácil de hacer.

Abajo se oían los gritos de Nabiki, creía que si gritaba más que su familia le acabarían dando la razón, que callaría a los demás, pero en el otro bando estaba Akane y no se dejaba ganar por nadie, aunque su rival gritase más fuerte que ella.

Habían pasado unas pocas horas, el ambiente en la casa estaba enrarecido. Nabiki no había convencido a su familia que aceptaran si o si sus gustos. Su familia tampoco lograron convencerla que la mayoría gana.

Nabiki intentó convencer a Genma que la apoyase, pero este después de haber perdido su dinero a manos de su mujer y su hijo, sumado a la paliza a que recibió de su hijo y la amenaza en forma de katana que recibió de su mujer le hicieron caer en una profunda depresión, que no duró más de tres horas. Nabiki se vio que iba luchar sola, hasta que decidió chantajear a Ranma.

-Si me ayudas te doy estás fotos, si no se las vendo a mi padre.

En las fotos se veía a él niño y a Akane besándose en la mejilla.

Ranma las miró y sonrió.

-No son importantes, sólo nos besábamos en la mejilla- el niño se sacó una foto del bolsillo, se la enseñó a Nabiki, en ella se veía a los dos niños besándose en los labios- nos la hicimos en una maquina callejera.

Nabiki se quedó blanca, cuando quiso reaccionar Ranma ya se había ido. Supo que no ganaría esa guerra, y pensó la forma de vencer a los dos niños sin que se pudieran vengar, y un plan le vino a la mente.

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Nodoka miró el escaparate de la tienda y vio el regalo que Ranma le quería hacer a Akane.

-Veo que Akane tiene un buen gusto. Algo infantil, pero es algo precioso.

Iba a entrar cuando de la tienda salió una mujer llorando, los niños no eran los únicos que no le gustaban al vendedor. Ese hombre odiaba al resto de la humanidad.

Entró y sonrió, lo primero era ser amable, aunque ese hombre no se lo mereciera.

-Buenos días, estoy impresionada con sus tienda, tiene objetos únicos.

El vendedor le contestó con un gruñido.

-Desearía comprar algo que tiene en el escaparate.

- Y yo desearía comprar algo de sueño, echarme una siesta y usted me lo está evitando.

-Su hora de descanso aún no ha llegado.

-¡Lárguese!, ¡No pienso venderle nada!, ¡Sólo le vendo a gente rica!, ¡millonarios! Y usted no lo es. Si no se va llamaré a la policía.

Nodoka miró a ese hombre, como le dijo su hijo era un maleducado.

-Puede hacer lo que quiera, pero a mi hijo no le gustará quedarse sin regalo para su amiga, y conozco al dueño- era verdad, Nodoka conocía al dueño de esa tienda, habían sido amigos de niños- hablaré con él, y le comentaré de cómo trata a sus clientes y a la gente que mira a los escaparate, sobretodo a los niños.

El vendedor tragó saliva. Supo quien era esa mujer, era Nodoka, la amiga de la infancia del dueño de la tienda y de su mujer. Había una foto con los tres. El jefe del vendedor le había advertido que si alguna vez esa mujer debía tratarla con respeto, y hacerle una buena rebaja. También era la madre de ese repelente adolescente que se había vuelto niño. Esa mujer tenía fama de terrible si se enfadaba, esa mujer le provocaba terror.

-Ahora mismo le enseño el regalo.

Nodoka salía con el regalo poco después y se paró un momento, su mente viajó a unos treinta años antes, cuando tenía unos diez años. Se vio jugando con el niño que se convertiría en el amo de la tienda, con la niña que se convertiría en la mujer de su amigo. Y sus peleas con los dos pendencieros del barrio vecino.

-¡Que irónico yo me casaría con uno de esos pendencieros!, el otro sería el padre de Akane.

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Unos días después Akane se fue con Kasumi y Nabiki a visitar unos parientes, no había problemas con la supuesta edad de la niña. Los pariente de los Tendo eran dos ancianos, y creyeron realmente que Akane era una niña.

Eso le dio a Ranma la libertad de preparar todo con absoluta. Pudo preparar el regalo de Akane como quiso, Akane no supo la sorpresa que le preparaba su amigo. Y Nabiki no lo podía 00saber nada.

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Y llegó el día blanco o White Day.

Nabiki se despertó, esperaba que su plan para ese día saliese bien, mejor que eso. El día de San Valentín le había salido tan mal. Era de justicia que ese día todo fuese mejor. No podía ser peor que ese día.

El White Day caía en festivo. Repasó su plan, el ganador de la fotos más vendidas fue… Kuno, realmente hizo trampas para que así fuese.

Llevaría a Akane al parque, y allí se la dejaría a Tatewaki, y que este pasase todo el día con ella.

La chica se vistió, bajó al comedor y se encontró a Kasumi.

-Hola Kasumi, ¿Ya levantada?

-Si, estoy preparado el desayuno.

-¿El desayuno?, ¿tan pronto?

-Si, me lo pidió Ranma, se ha llevado a Akane al parque, como este año han coincidido el White Day con el festival Hanami. Han ido a guardarnos sitio, han salido muy pronto de casa.

Nabiki se quedó blanca, no contó con eso. Como cada año el florecimiento de los cerezos cambiaba, no contó que ese año ambas fiestas coincidirán. por una vez se le había escapado un dato. Un dato que fastidiaba todo. No podía dejar Akane en manos de Kuno delante de tantas personas.

Tampoco podía montar un jaleo con los seis locos, en un parque rodeados de tantas personas, debía pensar en algo.

Nabiki lanzó un bufido.

-¿Te pasa algo Nabiki?- preguntó Kasumi sin girarse, siguiendo preparando el almuerzo.

-No, nada, sólo pensaba en que ponerme para ir al parque.- Al pesar de sonar extraño, mintió a su hermana con una verdad. No sabía que ponerse para ir al parque. Debía estar bien elegante, con un ropaje aunque se manchada no importarse.

Salió de la cocina ocultando su enfado, como siempre hacía. Cuando hizo su plan, hacía un mes, pensó en todo, ¡menos en la fiesta de los cerezos!, ¿No podían florecer los cerezos más tarde? Ya estaba haciendo planes para Hanami, pero esa celebración se había adelantado a su planes.

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Mientras los dos niños iban para el parque de Hikarigaoka, llevaban un cesto con un pequeño almuerzo. Los dos niños deberían quedarse solos unos minutos, guardando el sitio que eligiesen, iban cantando felices, les habían tocado estar de guardia en el sitio que cogieran.

Al llegar al parque vieron que ya había gente.

-Mira allí, es un buen sitio- la niña señaló a un punto.

-Si que lo es, vamos antes que alguien nos lo quite.

Y los dos niños pusieron en el suelo el gran mantel, dejaron las cestas y se sentaron. Empezaron a jugar a cartas y como era natural, Ranma perdía todas las partidas.

Estaban teniendo una pequeña pelea cuando recibieron una desagradable visita.

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Los Gnomes' s Run era una banda callejera, era la peor banda callejera de Nerima. Era temida por todos. Verlos aparece era motivo para huir del lugar. Ese año habían decidido ir al mismo parque al que habían decidido ir la familia Tendo Saotome.

-Mira allí es un buen sitio- Sheila, la líder de ese grupo señaló el lugar donde estaban los dos niños, y mandó a dos de sus chicos- ¡echarlos sin contemplaciones!, ¡Asustarlos, son sólo dos niños!- la joven delincuente vio como los dos niños no se asustaban por esos dos matones, la asustada fue ella cuando esos dos pequeños insultaron a sus dos mandados.

-¡Por los dioses!, ¡que lenguaje más soez tienen esos dos niños!, ¡sus padres los debían castigar por maleducados!, ¡No quiero saber que clase de padres tienen!, si siguen así de mayores serán unos gamberros, unos delincuentes, con razón hay tanta violencia.

Pero su asombro y enfado creció cuando esos niños golpearon a los dos matones. Uno salió volando y se perdió entre las nubes, el otro pasó, también volando, por al lado de ese grupo y atravesó el muro que había a más de cincuenta metros.

-¡A por ellos!, ¡No importa que sean niños!- gritó la mujer. Los Gnomes's Run se lanzaron sobre esos dos "inofensivos niños". Un minuto después los que no habían caído de ese grupo intentaban huir de esos dos monstruos con forma de niño.

Sheila, vio como dos niños estaban haciendo lo que no había hecho nadie, dar una paliza a su banda, si eso se sabía… sería la burla de las demás bandas de ese barrio. Se acercó a una baranda, saltaría a la sesión inferior huiría y volvería a crear a su banda, miró la altura y se asustó.

Allí abajo, estaban las demás bandas del barrio, sus rivales, sentándose en el suelo, tumbados… todos heridos, comprendió, su grupo no era la primera banda callejera en caer, esos dos niños habían limpiado Nerima de grupos delincuentes.

Una vez hubieron acabado con los Gnomes' s Run, entre Ranma y Akane empezaron a lanzarlos por encima de la baranda, como hicieron con los otros grupos.

-¡Hola Sheila!- Akane se acercó a la líder- nos volvemos a ver.

Esa tal Sheila miró a la niña, le parecía conocida, y de golpe creyó reconocerla

-Te parece a Akane, ¿Eres su hija?. Después de todo Akane no era tan buena niña, tener una hija siendo menor.

Akane bufó, no tenía ganas de dar explicaciones a esa mujer, pero se las daría. No iba a quedar como una mala mujer.

-No, soy Akane. Mis rivales me intentaron matar, y me volvieron niña.- la pequeña miró a la mujer de arriba abajo- no has cambiado, sigues siendo una matona.

-¿Y que vas hacerme?, ¿pegarme como cuando éramos niñas?,- la mujer sonrió y habló con ironía - ¡es cierto!, ¡eres de nuevo niña, y yo ya soy una adulta!, no vas a poder conmigo.

Descubrió que se equivocaba, treinta segundos después, estaba encima de los integrantes de su disuelto grupo.

Sheila dolorida se sentó, y pensó, como se podía vengar de Akane y de su amigo, no encontró respuestas.

Dos minutos más tarde estaba hablando con los ex líderes de las otras bandas disueltas, a base de golpes, por sólo dos niños de unos seis años, y decidieron que la única solución era unir sus bandas y…

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Los dos niños miraron asombrados a los ex líderes de las bandas que vencieron, los acababan de elegir como los dos líderes de la nueva banda callejera unificada, conocida desde entonces como los Nerima's Kids. Ahora Ranma y Akane dominaban a la pandilla callejera más grande de Nerima.

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Nabiki, estaba sentada junto a su familia disfrutando de la fiesta de los cerezos. Los dos patriarcas bebían sin parar, como si no hubiese un mañana. Nodoka y Kasumi, servían la comida. Y los dos niños se insultaban y reían.

-¡Eres tonta!- dijo Ranma.

-¡Lo has repetido!, ¡Me tienes que dar una bolita de pulpo- los niños jugaban a insultarle, quien repetía un insulto, le tocaba hacer lo que le pedía el otro. Ranma cogió sus palillos, con ellos cogió una bolita de pulpo y la llevó a los labios de Akane que se la comió.

Cada insulto era acompañado por la risa de los dos.

-"Menuda forma de jugar, insultarse. Parecen una empalagosa pareja de tontos enamorados, ¡Que asco!"- pensó Nabiki.

Miró a su alrededor, vio los matones del barrio, estaban protegiendo a sus nuevos líderes, Ranma y Akane.

Desde que se volvieron niños, Ranma y Akane, adquirieron mucho poder. Conocieron a una grupo musical extranjero muy famoso. Ahora se habían hecho con el mando de las bandas callejeras de Nerima. Debía eliminar a los niños como líderes de esa banda, debía ser ella la jefa.

No había podido cumplir sus planes de que los pretendientes de Akane secuestraran a esta, entre los ahora llamados Nerima' s Kids y Ranma lo evitaron.

Nabiki suspiró, desde que los dos prometidos se volvieron niños su vida se había vuelto una pesadilla. Sus planes fracasaban continuamente, los dos pequeñajos eran muy traviesos, y habían adquirido una dosis muy elevada de mal genio e ideas muy malas, o al menos para ella, a la hora de vengarse. Debía recuperar su status de mente malvada que le habían quitado esos dos enanos.

Los dos niños sintieron el aura negra que salía de Nabiki, hicieron como si no les importara, pero se pusieron en guardia, últimamente Nabiki se había vuelto una rival a vigilar.

Esa fiesta siguió los dos niños siguieron jugando, los dos patriarcas ya estaban muy borrachos y cantaron algunas canciones hasta quedar dormidos por los efectos de alcohol. Las dos mujeres mayores intentaban que los juegos de los dos niños no molestasen a las demás personas, y Nabiki… se aburría.

En el otro extremo del parque los seis rivales tenían su particular fiesta de los cerezos, no habían podido acercarse a los dos pequeños, esos matones que ahora servían a los dos niños lo había impedido.

Ahora planeaban el próximo movimiento, el plan de Nabiki había fracasado antes de ponerse en marcha, la fiesta de los cerezos hizo fracasar ese plan.

-¿Quién iba a pensar que el Hanami coincidiera con el White Day?- gritó Ryoga- yo quería estar…

-Ryoga come- Akari estaba con esos seis, le estaba dando una bolita de pulpo que su novio aceptó.

-¡Gracias Akari!, cocinas muy bien.

Los otros cinco jóvenes lo miraron con rabia, envidia y frustrados. ¡Ellos también querían que alguien les diese de comer!

-¡Mousse, pato tonto!, ¡dar de comer a Shampoo!- exigió Shampoo. Llegó tarde en su petición, Mousse estaba siendo alimentado por Ukyo.

La joven china celosa, miró a Kuno y decidió alimentarlo, eso provocó los celos de Mousse, y en esa parte del parque hubo una pelea.

-Como juegan tus amigos- Akari seguía dando de comer a Ryoga que no participó en esa juerga.

-Están locos- contestó el joven que en ese momento se sentía afortunado.

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Akane volvía a casa con sus hermanas, Nodoka y Ranma. Los dos niños iban cogidos de la manos.

-¿Dónde están padre y tío Genma?- preguntó Kasumi.

-Se han quedado en el parque durmiendo, estaban tan borrachos que no se podían mover- Akane se giró sonriendo- Ranma y yo no hemos querido despertarlos.

-Estaban tan tranquilos que me dio pena despertarlos- siguió el niño.

Nadie dijo nada, mejor, si esos dos hombres hubiesen ido a casa con ellos, hubiesen seguido bebiendo y cantando, hubiesen sido un dolor de cabeza para todos.

Entraron en casa, y Ranma subió a su antigua habitación. Bajó a los poco minutos, con una caja en las manos.

-¿Qué es eso?- le preguntó curiosa la niña.

Ranma tragó saliva, se puso rojo.

-Es, es… ,tu… tu regalo del día blanco- y se lo dio a la niña.

Akane nerviosa abrió el paquete, y al ver lo que era empezó a llorar.

-¡Gracias Ranma!, es lo que siempre he querido.

-Me ayudó a conseguirlo mi madre!, Sabía que te gustaba, hice todo lo posible para conseguirlo.

Akane se acercó a Ranma y lo besó en la mejilla.

-¡Gracias!- repitió,-mi madre tenía uno igual, me acuerdo que lo ponía en marcha y yo mirándolo me quedaba dormida- miró a Nabiki con rabia- y hubo alguien que lo vendió para comprarse unos zapatos.

Nabiki supo cuál era el regalo que le hizo Ranma a Akane.

-¡Un carrusel!- exclamó Kasumi, miró los caballos de madera. – es idéntico al que tenía mamá- y una sospecha le hizo mirar mejor ese regalo- el de mamá tenía un compartimento secreto, si pulsa así…

Akane pulsó en un sitio, y salió un cajoncito, llenos de bombones blancos.

-Descubrí ese compartimento secreto por accidente- dijo el niño, lo llené de bombones.

Akane se giró y se abrazó al niño.

-¡Te lo voy a decir por tercera vez!, ¡Gracias!

-No tienes porque agradecérmelo Akane, yo…

-¿No lo entiendes Ranma?, no es juguete más, es el carrusel de mi mamá, a mi mamá se lo hizo su abuelo, era un juguete único, sólo existe este. Gracias a ti lo he recuperado.

Ranma ya no sabía que decir, sonrió como un tonto, y vio como Nabiki miraba el carrusel, supo lo que iba a intentar hacer la joven.

-¡Ni lo intentes Nabiki!- todos se giraron a Nabiki, sabían por que la amenazó Ranma, sabían que esa chica tenía intenciones de vender ese juguete por segunda vez.- Si lo vendes, te arrepentirás de ser tan avara.

-¡Sólo es un juguete!, ¡un juguete sin importancia!, no importa si se vende o no, por él puedo conseguir un buen pellizco.

-Considerarlo Nabiki, haz llorar de nuevo a Akane vendiendo de nuevo ese juguete. Y no impediré que Akane te castigue, como hizo cuando lo vendiste por primera vez.-Kasumi acababa de amenazar a su hermana.

Nabiki tragó saliva no tenía un buen recuerdo del castigo a la que la sometió Akane por vender el juguete que heredó de su madre. Supo que ahora su hermana sería peor, ahora sería ayudada por Ranma, pero de todas formas vendería ese juguete.

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Notas del autor:

Hola:

Para empezar ya estamos a marzo, y en ese mes se acaba el invierno y entra la primavera.

Marzo también es el mes del White day o día blanco, donde los chicos deben regalar a la chica que en San Valentín le regaló bombones y Ranma regalará a Akane algo especial, algo que le gustaba a su amiga.

También es el mes de Hanami, la fiesta de los cerezos, donde se asiste a los parques a ver la flor de los cerezos. No en todo Japón los cerezos florecen a la vez. Se cree que este año los cerezos florecerán en Tokio aproximadamente el 15 de marzo.

El parque de Hikarigaoka, es un parque en el barrio especial de Nerima, donde se puede hacer picnic, entre otras cosas, " las familias van en primavera para hacer pícnics bajo los cerezos en flor; y en otoño, bajo los árboles de ginkgo. " , como es natural esto está sacado de Internet, por eso está entre comillas, no es información mía y tiene autores.

A los que han leído este capítulo muchas gracias.