Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
Las bendiciones de los dioses
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Hiccup despertó la mañana siguiente ante los primeros rayos del sol, o al menos los que alcanzaron a atravesar la gruesa capa de nueves que cubría el cielo. El chico, aún soñoliento, intentó levantarse de la cama solo para descubrir que un peso muerto se lo impedía. Con los ojos aún entrecerrados, miró hacia su hombro izquierdo encontrando a su hermana profundamente dormida contra su pecho. Honey usaba el brazo de su gemelo como almohada reteniendo su cuerpo en la cama.
Le costó unos segundos a Hiccup comprender que hacía Honey dormida a su lado o porque él se encontraba en la cama de ella:
Honey había tenido una pesadilla.
Y no cualquiera, al parecer una donde él mismo era la victima de las decisiones de la nornas y enviado con Hel, la diosa de la muerte, en una espectacular bola de fuego.
Tal vez estaba dramatizando los detalles.
En realidad, ni siquiera le había dado la oportunidad a su hermana de explicarle exactamente que había visto, pero prefería no saberlo. Honey solía enterarse de cosas tan terribles en sus sueños, muchas de los cuales le había contado con finos detalles, que el hecho de ser parte de unos de ellas le erizaban los bellos de la nuca.
En sus doce años de vida, la gemela Haddock había previsto en sus pesadillas tres grandes desastres, la muerte de cuatro personas y miles de detalles sin gran significancia. Y en su mayoría, nunca fallaba en su exactitud y solo en el escaso resto, solía mal interpretar lo que veía. Era comprensible, ella era apenas una niña que vislumbraba terribles sucesos sin saber por qué. Hiccup solo esperaba que la visión que él protagonizaba hubiera sido de ese pequeño porcentaje erróneo.
En cierta forma, dudaba de su primer impulso de desconocer los detalles, tal vez de esa manera podría llegar a evitarlo, aunque hasta la fecha nunca había sido posible.
Hiccup aún se preguntaba qué era lo que sucedía en la mente de su hermana; se decía que los gemelos por defectos eran bendecidos por dones de los dioses, pero desde el punto de vista de Honey sus pesadillas no tenían nada de benditas. Además, el padre de ambos no estaba muy a gusto con tal detalle y al igual que su hija, le consternaba tales visiones pero en su caso, prefería no buscar explicaciones, contener la situación y actuar como si no existieran.
Pero era algo demasiado extraordinario para simplemente ignorarlo. Los dones otorgados por los dioses, eran añorados y generalmente envidiados; los individuos que los poseían lograban grandes actos que ningún otro vikingo podía hacer. La mayoría de estos dones tenían su propio nombre, establecido de acuerdo a las características de cada uno, y por lo mismo la reputación que venía con ellos: algunos eran especiales o sagrados, otros los más deseados, algunos eran convenientes y otros rechazados, y unos pocos prohibidos que conducían a la ejecución. Pero ninguno era desconocido, solo unos eran más raros que otros.
La costumbre indicaba que estos dones eran otorgados por una razón, algo que los dioses en Asgard habían predicho según el destino de su poseedor. Por ello, los mismos que tenían estas habilidades no eran consientes de ellas, por lo general debía ser otra persona, principalmente un chaman o guardián de runas, el que descubriera. Era un terrible crimen que algún vikingo se atribuyera por sí solo poseer algún don.
De aquellos que Hiccup conocía, ninguno se caracterizaba por los tipos de sueños que tenía Honey, además de todas las otras cosas extrañas que ella podía hacer; lo cual dejaba dos posibilidades: que fuera un don muy, pero muy raro, o que se tratara de una maldición como temía su padre. Con ello, se comprendía la preocupación de Stoick y porque prefería ocultar e ignorarlo todo.
Pero también dejaba otra pregunta sin respuesta según Hiccup: Sí Honey poseía un don (fuera cual fuese) ¿Cuál era el suyo?
Hiccup que nunca se había sentido especial en toda su vida, no podía imaginarse que podría ser o si era posible de un principio. Pero según las leyendas, si un gemelo era dotado, el otro también debía serlo.
Y cabía la posibilidad, que si su hermana en realidad estaba maldita, él también.
Eso le parecía mucho más posible al gemelo, quien siempre había sufrido de una terrible suerte, el fracaso constante y el rechazo de su propia gente y padre.
Tal vez él y Honey si estaban malditos por Loki después de todo, y lo mejor era tratar de solo ignorarlo. Mildew daría brincos de alegría si se enteraba que había algo de veracidad en sus sospechas.
Además tenía otras preocupaciones más importantes de momento, como su inminente expiración en una bola de fuego.
Mientras Hiccup seguía tumbado en la cama, con el peso muerto de su hermana en un costado, no dejo de preguntarse mentalmente si el sueño de ésta estaría vinculado con el night fury. Pero algo en su interior le negaba tal duda, tal vez eso estaba ligado con la extraña conexión que sentía cada vez que miraba al dragón de ébano a los ojos.
Y hablando del reptil negros alado, el muchacho recordó la aleta prostética para la cola que había diseñado la noche anterior y que yacía en el suelo a un lado de la entrada de su casa. Tenía que ir a probarla antes que fuera al entrenamiento. Por suerte, Gobber había aplazado la lección de ese día para la tarde ante la vigilia que realizaron los aprendices la noche anterior (ya por sí los vikingos no eran muy buenos para levantarse temprano), pero si quería aprovechar la oportunidad, debía alzarse en ese momento de la cama.
Llevando a cabo un esfuerzo descomunal y haciendo todo posible para no despertar a Honey, Hiccup logró deslizar el brazo por debajo de la cabeza de su hermana y levantarse de la cama sin alterar su sueño. Con mucho cuidado, salió del cuarto en puntillas llevando las botas en sus manos. Ya en la entrada de su hogar pudo respirar con más calma, ya que al parecer había conseguido escabullirse sin despertar a su hermana. Echándose la cola prostética debajo del brazo, salió de su casa cerrando la puerta detrás de sí.
Antes de realizar el largo y sinuoso camino a la ensenada en medio del bosque, el muchacho paso primero a los almacenes junto al puerto y tomó sin permiso (temporalmente, ya que una vez que Mulch y Bucket iniciaran su día de trabajo se los compensaría con oro) un gran cesto repletos de una variedad de pescados y animales marinos escamosos. Era una ofrenda de paz para el dragón.
Llegó sin problemas a la ensena y night fury curiosamente actuó muy dócil con su repentina aparición. Su olfato debía ser muy bueno ya que parecía que distinguió la peste de los arenques que llevaba el muchacho en su espalda, mucho antes que él se los ofreciera.
Mientras el dragón comía, Hiccup aprovechó la oportunidad para escabullirse detrás de él y probar su nueva invención. El night fury estaba tan hambriento que ni pareció percatarse en lo más mínimo en sus movimientos, solo se alteró ante un la anguila que aparición entre los pescados. Al igual que Hiccup, tampoco era su bocadillo favorito.
Para su sorpresa, la cola que diseñó había quedado mucho más perfecta de lo que él esperaba. Solo por el hecho de que estaba construida con tela y hierro, se podría jurar que ya era parte del dragón negro. En su regocijo, el muchacho no se percató cuando el night fury decidió probar que tan bien funcionaba su nueva prótesis.
Hiccop pronto se encontró a sí mismo volado sobre el pequeño lago de la ensenada, aferrado de la cola del dragón como si su vida dependiera de ello. En un principio, la prótesis parecía no funcionar por su cuenta y tanto el reptil volador y el muchacho se fueron a pique, pero cuando éste ultimo tomó control de ella, el pesado night fury se elevó como si fuera por magia.
–¡Lo logré! –gritó Hiccup en victoria. Unos segundos después cayó en las aguas frías del pequeño lago de la ensenada, seguido de cerca por el night fury –. ¡Lo logré! ¡Yeah!–volvió a vociferar su éxito empapado de pies a cabeza.
–A mí me parece muy pronto para cantar victoria –dijo de repente una voz que retumbó en la ensenada, provocando que Hiccup volviera sumergirse en el pequeño lago y atragantarse con algo de agua.
–¡Honey! –le gruñó el mucahcho a su hermana que yacía con calma de pie en la orilla –. ¡Por favor no hagas eso! No te he dicho lo creepy que resulta cuando te apareces de la nada.
–Dioses, perdóname la vida –se quejo ésta con fastidio –. Al final de cuentas eres tú y papá los que no se percatan cuando llegó por detrás. No te mataría darte la vuelta de vez en cuando.
–Lo que yo temó que terminara matándome –aclaró el muchacho acercándose a la orilla – será el infarto que me en una de esas ocasiones.
–Y yo no te habría asustado, si no me hubieras dejado atrás dormida en casa.
Se podía notar a leguas que Honey no estaba de buen humor, su postura corporal y sus frases intolerantes lo denotaban. Normalmente le sucedía cada mañana siguiente a una de sus pesadillas.
–Eh… no quería molestarte… –balbuceó Hiccup rascándose la nuca. Por su propia seguridad prefirió permanecer a una distancia precavida de su hermana, incluso si significaba estar sumergido hasta las rodillas en el pequeño lago.
–Sí, lo sé –respondió ella sin dejarlo terminar, mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho. El frio y consternado semblante de su rostro denotaba que aún seguía muy alterada por lo sucedido la noche anterior.
Pero antes de que Hiccup pudiera decirle algo para animarla o consolarla, un fuerte estornudo los distrajo de su tajante conversación. Ambos gemelos volvieron los ojos hacia el night fury que salió del lago sacudiéndose como un perro mojado.
–Salud, Toothless –soltó el muchacho al dragón que solo respondió con un gemido de indiferencia.
–¿Toothless? –dijo a su vez Honey con completa incredulidad ante las palabras de su hermano –. ¿Llamaste Toothless al hijo blasfemo del la muerte y el rayo?
–Me pareció lindo –contestó Hiccup encogiendo los hombros.
Honey torció una mueca con la boca, pero no dijo más al respecto.
–De todas maneras –agregó ella captando otro detalle –. ¿Por qué le pusiste nombre?
–¿Eh?
–Hiccup ¿Qué es lo que estas planeando hacer con el dragón?
–¿Qué podría hacer yo con un dragón? ¿A qué te refieres con eso?
–Sabes bien a que me refiero. Dijiste que solo querías ayudarlo, como al nadder de la arena. Pero me parece que te estás involucrando demasiado con él.
–No tengo idea de que te da esa impresión.
–¡Por dioses, lo llamaste Toothless! –gruñó Honey frustrada dejando caer los brazos a sus costados.
–No podemos seguir dirigiéndonos a él solo como "el night fury" –comentó el muchacho tratando de aparentar inocencia –, eso haría muy difícil hablar de él frente a otras personas.
–Sí, pero…
–Sé que ocurre. Estás preocupada por lo de anoche. Puedo asegúrate Honey, que sí es verdad lo que crees haber visto, Toothless no tiene nada que ver con ello.
–¿Cómo puedes estar tan seguro? –le preguntó Honey denotando su temor en su voz.
–Créeme. Lo sé –aclaró el muchacho con tal seguridad que sorprendió a su hermana –. Además, no dijiste que después de todo siguiera mis corazonadas. Buena esta es una –agregó apoyando su mano sobre su corazón.
–A veces hablo de más –masculló la gemela pecosa con recelo –. Por favor prométeme que solo vas a ayudarlo a volver a volar –le exigió a su hermano casi en suplica.
–Te lo prometo –respondió Hiccup tan rápido que no pareció completamente sincero. Aún así, Honey lo aceptó.
–¿Entonces…? ¿Toothless, eh? –se burló la chica recuperando su jovialidad.
–Como si a ti se te pudiera ocurrir algo mejor.
–Pude haber pensado uno u otro nombre.
–¡Claro que no! –dijo Hiccup tomando sorpresivamente la muñeca de su hermana y utilizando el peso de su propio cuerpo, la tiro al lago junto con él.
Hiccup soltó una carcajada, mientras Honey emergía del agua tintineando de lo fría que se encontraba.
–Eres un… –gruñó ésta al recuperarse y comenzó a salpicar agua en contra de su gemelo. Ambos hermanos iniciaron una batalla campal tratando de empapar más al otro, mientras reían descontroladamente.
Con todo que les había sucedido últimamente, ni siquiera ellos estaban seguros de cuándo fue la última vez que rieron así.
Su comportamiento resultó un completo misterio para Toothless, quien se aproximó cuidadoso a la orilla del agua donde se salpicaban los gemelos. Al verlo aproximarse con curiosidad, Hiccup y Honey aprovecharon para lanzarle agua a él también. Rieron como locos ante la expresión de sorpresa del pobre dragón negro.
Hola a todos.
Finalmente les explico que son estas bendiciones de los dioses, ha como avance la historia irán conociendo más sobre ellas y varios personajes, aparte de Hiccup y Honey, tendrán este tipo de habilidades que afectaran el destino de sus vidas. Está basado en la idea de los vikingos reales sobre la protección que les otorgaban los dioses y así pensaban que eran invencibles en batalla.
Y sí, para nosotros que sabemos que sucederá en el futuro (más o menos) nos damos una idea de que se trata el sueño de Honey, pero lo interesante es que ellos no lo saben.
Ahora viene la sección de recopilación rápida de Hiccup teniendo éxito en la arena voy a aprovechar para agregar situaciones nuevas y mayor interacción entre los personajes. Así que esperen algunas sorpresas.
Y por ultimo nos acercamos a los 4,000 pageviews, muchas gracias a ustedes por leer y a los nuevos seguidores. Por favor compartan esta historia con sus amigos y no olviden comentar.
Nos vemos a la próxima, siempre en martes.
