Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
Montage
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El hacha de Astrid cortaba despiadadamente la corteza de un gran roble, una y otra vez, con cada lanzamiento impecable que realizaba. La chica rubia había acudido a su lugar favorito de entrenamiento, un pequeño claro entre varios árboles alineados en un círculo, no muy adentro del bosque de Berk; el lugar perfecto para practicar sus fuerzas y destrezas en el ataque. El que por mucho tiempo fue el favorito de su padre.
Astrid probó y ensayó cada truco y maniobra que conocía, los de su propia invención e incluso los que le habían enseñado su difunto tío Finn, su madre, sus tías e incluso, su primo Ansred. Su plan consistía en estar preparada para todo lo que le deparaba las pruebas sorpresas de la competencia de Gobber, para así convertirse en la campeona definitiva del entrenamiento contra dragones.
Los sueños y deseos de la joven guerrera ya se habían explicado en el pasado, y consistían principalmente en recuperar el honor de su familia después de que este fuera perdido con el batir de ala de un dragón. Era lógico en el pasamiento de Astrid, que con la sangre de otra bestia escupe fuego tendría la redención que tanto buscaba.
La joven rubia estaba determinada en lograrlo sin importar nada, ni siquiera lo que le deparaba la competencia, las heridas que podría sufrir o la presencia de Hiccup. Ese era otro factor que Astrid tenía muy presente en su mente y por nada del mundo, volvería quedar de segundona después del escuálido gemelo Haddock. Se prometió a sí misma, no volver a caer en sus engaños, en escuchar sus palabras leporinas y someterse a su inocente sonrisa.
Por su nombre, el de su familia y su corazón de guerrero, Astrid ganara el torneo, mataría al nightmare y lograría de un solo asalto el respeto de su tribu, a pesar de su género y la mala reputación que sufría su clan.
Snotlout se estaba preparando para dormir, antes del día definitivo en que participaría en esa importante competencia para obtener el honor de matar a su primer dragón. El joven Jorgenson sentía tanta seguridad de sí mismo que no creía necesario preocuparse por lo que le deparaba el día siguiente. Solo requería de una buena y larga noche de sueño para estar más listo y fresco que una col del campo de Mildew.
Su seguridad y arrogancia provenía de su propia sangre y nombre. El era un Jorgenson, un campeón innato por excelencia. Sí, Hiccup últimamente había estado sorprendiendo a todos en la arena, pero no tenía nada de espectacular lo que hacía una vez que lo analizaba con cuidado. Cualquier cosa que hiciera su pequeño y flaco primo resultaba sorprendente ante su antigua y mala reputación de esqueleto de pescado parlante, inútil y decepciónate. Nada de eso indicaba que tenía lo necesario para ganar la competencia.
Además, Snotlout se jactaba de ser muy buen atleta, y de eso no cabía duda para todo el que lo conocía. ¿Cuántas competencias físicas de los festivales y eventos entre tribus no habían salido airoso? Incluso, el mismo Mogadon le había insinuado a su tío Stoick que era mejor material de heredero que el autentico hijo del jefe.
En cuanto a sus rivales en la competencia… por favor, podía vencerlos hasta con los ojos cerrados.
En su pensar, Snotlout intuía que Fishlegs tenía suerte si llegaba pasar la primera parte de la competencia sin orinarse sobre sí mismo; Tuffnut y Ruffnut seguramente terminarían eliminándose mutuamente por alguna estupidez, y Astrid estaría tan enfrascada admirando la magnificencia de él, Snotlout, para ocuparse en ganar. En cuanto a Hiccup, sí, podría intentar sus truquitos contra los dragones con los que había estado impresionado a todos (incluso a él), pero al final ¿qué otra cosa podía hacer aparte de eso? Se requería más para convertirse en un verdadero campeón entre los vikingos.
Definitivamente, Snotlout Jorgenson se convertiría en ese campeón y tendría el honor de matar al dragón, al montrous nightmare… uno de los más fieros dragones conocidos por su fuerza y ferocidad…. que no tenía piedad por nada y ni por nadie… y aquellos que fueron capaces de sobrevivir a uno, terminaron perdiendo algún miembros… incluso los más rudos guerreros como Gobber…
A pesar de su impresión inicial, Snotlout entre más lo pensaba ya no pudo dormir muy bien esa noche. Constantemente se imaginaba como el dragón lo despedazaría miembro por miembro si luchaba con éste, solo en la arena.
Ya sabía que nada bueno traía consigo el pensar.
–Mujer, deja de darle de comer al muchacho –se quejo el regordete señor Ingerman con su esposa mientras ésta le servía el cuarto plato de pollo horneado a su amado hijo.
–Pero mañana es un día muy importante para nuestro querido Fishlegs –respondió la señora Ingerman frotando la pequeña cabellera de su retoño, quien no paraba de meterse comida a la boca ante los terribles nervios –, necesitara toda la energía posible para vencer a todos esos dragones él solo –agregó ella con orgullo sin darse cuenta que sus palabras casi atragantan a su hijo.
–No va a enfrentar a todos los dragones el solo –la corrigió su marido aligerando un poco la presión en el pobre Fishlegs –, solo se enfrentará a un montrous nightmare adulto… por su cuenta… con solo un arma… y frente a toda la aldea… y los Meatheads.
Ante cada palabra de "aliento" de su padre, el chico regordete se fue poniendo mucho más nervioso y como consecuencia, se embutió en la boca toda la comida que tenía delante de él, hasta terminar con la garganta tan llena que apenas podía masticarla. El pobre muchacho ya por sí tenía los nervios de punta, realmente no necesitaba escuchar esa conversación por parte de sus padres en ese momento.
–Creí que eso solo lo haría el campeón de la competencia –soltó la señora Ingerman dándole un leve descanso a Fishlegs. Era cierto, solo pelearía con ese dragón si ganaba la competencia que había preparado el viejo herrero.
–Sí, pero no dudes que Gobber estará planeado algo muy difícil para la competencia –objetó el señor Ingerman –. Siempre tiene las ideas más locas. Recuerdas cuando organizó la prueba de natación de hace tres años y varios de los muchacho se perdieron en el mar.
–Sí, pobrecitos, encontraron Estocolmo Thorston hasta después de tres días, flotando en un casquete de hielo y en estado catatónico –dijo la señora Ingerman.
De inmediato, Fishlegs se puso azul de los labios y dejo de masticar.
–Y cuanto trató de interpretar en una obra la batalla de las costas de Thor en contra de los Berserkers durante el viernes de Freya, hace dos inviernos.
–Nadie pensó que el Mulch pudiera gritar tan alto con el golpe que recibió en el pie que le queda.
Lo azulado de los labios de Fishlegs se extendió hasta el resto de sus rostros.
–¿Y qué hay del Snoggletog del año pasado con las fogatas decorativas?
Pero antes de que la señora Ingerman completara la analogía de su marido, el hijo de ambos cayo inconsciente ante la vista incrédula de ambos padres. El pobre muchacho regordete se había desmayado de la susto y la falta de oxigeno en su cerebro.
Apenas empezaba a oscurecer cuando Ruffnut logró colarse dentro del granero en la granja de ovejas del mudo Sven. En muchas ocasiones utilizó ese mismo lugar como escondite cuando era perseguida junto con su hermano por alguna furiosa victima de sus bromas o por el jefe Stoick, cuando perdía la poca paciencia que tenía.
Pero en esa ocasión, la joven gemela rubia había ido por su cuenta, sola y sin que su hermano o alguien más lo supieran. Había acudido en secreto y ante el reguardo de la cercana noche, tenía la intensión de prepararse lo mejor posible para la competencia del día siguiente. Y como todo pésimo estudiante, dejaba para el último todo lo que no aprendió durante el entrenamiento.
Muchos desconocían un aspecto sobre Ruffnut, que era casi un secreto que guardaba celosamente, incluso de su gemelo. Consistía principalmente, en que se sentía absorbida por la presencia de Tuffnut. Su hermano tal vez era un tonto la mayoría del tiempo, o un genio diabólico a la hora de hacer travesura (no sabía cual lo representaba mejor) pero a pesar de todo él era el hijo varón, y generalmente, ella se sentía como una parte extra del paquete.
Ya por sí resultaba ser difícil ser una mujer y destacar en el orden vikingo, Astrid conocía eso mejor que nadie, pero era mucho más pesado al tener gemelo varón el cual era el importante en el orden familiar. Ruff a veces se preguntaba como Honey podía manejarlo.
Pero en esa ocasión, tenía la competencia de Gobber como la oportunidad perfecta de ganarse algo de respeto por su propia cuenta, y quien sabe, tal vez incluso el honor de enfrentar al nightmare ella sola.
Ruff sabía que no la tenía fácil, Snotlout era un idiota pero uno de los mejores atletas de la aldea, Astrid daba mucho miedo cuando se lo proponía y Hiccup estaba sorprendiendo a todos con esas "habilidades secretas" que se sacaba bajo la manga; pero la gemela rubia estaba decidida a probar que ella podía llegar lejos y no ser simplemente la Ruff después del Tuff.
Su decisión de hacerlo en secreto, no era porque por desconfianza en su hermano, sino que quería intentarlo por su cuenta. Así que liberó a un par de ovejas de su corral que las contenía dentro del granero durante la noche, y con un pesado escudo en sus manos, comenzó a esquívalas imaginándose que era temibles gronckles o nadders.
Los que ella no sabía, era que un par de estos falsos dragones se escaparon por la puerta del granero que había descuidadamente dejado abierta.
Desde esa misma tarde, Tuffnut dormía plácidamente en una hamaca improvisada en la habitación que compartía con su hermana y los hacía como sí no hubiera un mañana o una importante competencia al día siguiente.
–Esto no está bien –sentenció Hiccup mientras caminaba en círculos –, para nada bien.
La tarde anterior a la competencia planeada por Gobber, el muchacho de cabellera castaña se encontraba de nuevo en la ensenada oculta en el punto del cuervo, muy adentro del bosque de la isla de Berk. Honey se estaba con él, sentada entre los pequeños dientes de león que crecían en el corto pasto y con Toothless quien apoyaba su grande y pesada cabeza sobre el regazo de la chica, mientras ronroneaba ante las caricias de la misma.
–Se ha complicado más de lo que me imaginaba –continuó Hiccup prácticamente jalándose el cabello y dejando una marca ante sus pasos en un círculo perfecto en el suelo.
No dejaba de pensar una y otra vez en como resolvería el terrible predicamento en que estaba metido. Por mucho tiempo le habría encantado ser aceptado ante todos los aldeanos, convertirse en un verdadero vikingo y ganarse el orgullo de su padre. Ahora que estaba cerca de conseguirlo, solo buscaba una forma de detenerlo. Todo, porque era ante las razones equivocadas.
–Te dije que esto pasaría –comentó Honey tranquilamente pasando sus pequeños dedos por las negras escamas de Toothless. Este respondió extendiendo y retrayendo las garras con placer.
–Gracias por remarcármelo –soltó su hermano sin detener su estresante marcha en lo que obligaba a su cerebro a elaborar un plan de emergencia. Hiccup no pudo evitar clavar su mirada en su dragón y pensar en el montrous nightmare atrapado en la arena, listo para ser mandado al matadero. Aún recordaba el miedo en sus ojos cuando había sido capturado por los guerreros –. ¿Qué vamos a hacer? –agregó el chico sin dirigirse a nadie en particular.
–¿Vamos? –soltó la gemela con sorpresa –. ¡Vamos me suena a manada! ¡Tú fuiste el que se metió solo en todo este problema!
–¡Hey! ¡¿Qué paso con "Siempre juntos"?!
–Eso no aplica cuando metes la pata ¡Y menos! cuando te advertí "que no metieras la pata"
–Wow, tu apoyo es consolador –agregó Hiccup con sarcasmo dejando de caer sus brazos a sus costados –. Pero debo recordarte que cuando sugerí anoche que liberáramos al nightmare, me amenazaste con contarle a papa si lo intentaba –recordó el muchacho con recelo.
Salvar al dragón rojo abría sido la solución perfecta, ya que en cierta forma Hiccup se sentía culpable ya que fueron sus acciones las que llevaron a montrous nightmare a ser capturado y sentenciado a una muerte segura. Pero Honey lo veía muy distinto. Desde la noche anterior en que quedaron atrapados entre el dragón y la pared, la gemela no había dejado de pensar en el sueño que había tenido con su hermano consumido por la llamas. En cierta forma temía que nightmare fuera la razón de aquella visión.
–Porque lo habrías hecho sin importar las consecuencias –respondió Honey evitando levemente la mirada de Hiccup ante la culpa –. Recuerda que desde el incidente con Ruff y Tuff vigilan todas las noches la arena.
–Sí, pero…también te gusto volar sobre Toothless alrededor de la isla.
Al escuchar su nombre, el dragón de ébano levantó su cabeza en dirección del muchacho y le dirigió un dulce y leve gemido.
–Una cosa era ayudar a Toothless a volar –explicó Honey aprovechando que sus piernas quedaron libres del peso del dragón para poner se dé pie – o sanar al nadder de la arena y los otros que siguen ahí. Pero presumir sobre el entrenamiento es otra cosa.
–¡Hey! ¡Espera! –dijo Hiccup alzando sus manos y pausando a su hermana –. Yo no lo hacía por presumir. Si no hubiera hecho todo eso en la arena es probable que los dragones me hubieran hecho pedazos.
–¿Pero era necesario seguir el juego una vez fuera de la arena? –sentenció su hermana acusatoriamente poniendo sus manos en su cintura –. Porque no trates de negarlo Hiccup, se que te gustaba toda la atención.
–¡¿Que quieres que te diga?! –exclamó el muchacho pecoso alzando la voz –. ¿Qué me gusto? ¡Claro! ¡Por primera vez en mi vida la gente me volteaba a ver con orgullo en lugar de vergüenza! –soltó liberando un peso en su pecho, mientras su brazos y manos se movían en todas direcciones expresando sus emociones –. Aunque fuera por un momento, quería sentirme parte de los demás –agregó bajando la mirada a sus pies –, ser alguien que todos valoraran y no solo "Hiccup".
Ante sus palabras lastimeras y triste, Toothless se acercó lentamente al muchacho y frotó su gran cabeza y cuello contra su el cuerpo de éste, dejando que su calor lo consolara. Hiccup no pudo evitar sonreírle a la bestia escamosa mientras le compartía unas leves caricias.
Por su parte Honey no insistió, soltó un leve suspiro en resignación antes de dirigirse de nuevo a su hermano cambiando totalmente de actitud:
–¿Qué vamos a hacer ahora?
–¿Vamos? –Hiccup imitó las palabras de su hermana con incredulidad –. ¿No que no aplicaba cuando metía la pata?
–Y no lo aplica –explicó Honey con una picara sonrisa –, pero para que no metas la pata de nuevo es mejor que me digas que estas planeando.
Hiccup no pudo evitarle corresponderle a su hermana con una leve sonrisa. Sabía que podía contar siempre con ella en las buenas y las malas, aunque nunca se lo dejara fácil.
–Eh… no lo sé – comentó Hiccup sin estar tan seguro como podría salvar la situación –. No tengo idea de que tiene planeado Gobber para mañana.
–Definitivamente tiene que ser algo con los dragones, al final de cuentas es el sobre el entrenamiento para combatirlos.
–Sí, pero tan pronto ponga un pie en la arena, ellos me van a reconocer y no van a querer atacarme.
–¿Qué tal si no pones un pie en la arena? ¿Y si te niegas a participar?
–¡¿Con papá en la aldea?! –bramó Hiccup con ironía –. ¡No! ¡Eso es imposible! Nunca lo permitiría después de todo lo que se ha enterado que hago – pero el chico pronto tuvo una rápida idea y agregó –: ¿Qué tal finjo estar enfermo? Tú podría cubrirme.
–Primero Hiccup, no sabes mentir –le recordó Honey con hastía y enumerando con los dedos –. Segundo, es muy probable que pospongan todo hasta que te recuperes. No, lo que necesitas es no participar o perder la competencia.
–Pero no puedo evitar participar y si pierdo rotundamente la competencia, todos sospecharían de mí.
–Date cuenta de lo que estás diciendo. Ya que eso significaría que debes participar, hacer una gran demostración, pero no ganar.
–¡Exacto! –soltó el muchacho feliz de encontrar algo que le parecía perfecto, pero pronto su sonrisa desapareció ante la mirada de fastidio que le dirigió su gemela –. De acuerdo, sé que no suena tan fácil, pero…
–¿Pero?
–Sí pierdo rotundamente nunca podre quitarme a papá de encima y eso haría más complicado ayudar a Toothless. Lo que necesito es hacer una demostración digna de un vikingo pero asegurarme que no sea lo suficientemente buena para ganar, así papá estará satisfecho con lo que hice y nadie sospechara que perdí a propósito.
Honey estaba a punto de comentar que era la idea más descabellada que había tenido en toda su vida (y eso que siempre tuvo las más locas), cuando el dragón negro se adelantó, soltó un resoplido y sacudió su cabeza como si expresara una palabrota ante tan tonto plan.
–Deberías estar de mi lado, Toothless –se quejo el muchacho desanimándose nuevamente.
–Hiccup espero que entiendas que por nada de mundo debes de ganar y enfrentar a nightmare –comentó Honey realmente preocupada por las acciones de su hermano y la posibilidad de que sus visiones se hicieran realidad.
–Lo sé, pero debo intentarlo –contestó éste resignado y resuelto –. Solo queda rogar a los dioses para que funcione.
–Rogarles no sirve de nada, son una manada de inútiles pomposos cabr…
–¡HONEY! –bramó Hiccup alarmado callando inmediatamente las palabras de su hermana, mientras sus ojos escrudiñaron los alrededores como si temiera que mismo Thor lanzara un rayo contra ellos.
–¿Qué? –preguntó ella sin detectar lo malo en sus acciones.
–Sabes, Honey. A veces tu ateísmo me preocupa.
Su gemela solo contestó su comentario encogiendo los hombros sin interés.
–Mejor es que regresemos a la aldea antes que papá comencé a preguntarse donde estamos y mande un grupo de búsqueda por el bosque –explicó el muchacho pasando su mano por última vez por la cabeza de Toothless en despedida antes de dirigirse a la salida de la ensenada seguido de cerca por su hermana.
Hola a todos.
Sé que este capítulo es simple pero quería meterme un poco en la mente de los chicos antes de próximo clímax. Casi todas las secciones son descripciones de los pensamientos de cada uno de ellos, excepto Tuff, que solo se quedo dormido.
Muchos me han estado preguntando demasiado sobre la personalidad de Honey, no como algo malo pero sí queriéndola comprender mejor; así que para que entiendan como funciona su mente deben saber cómo originalmente empezó este personaje. A Honey en un principio la diseñé como un genderbend de Hiccup y tenía otro propósito para la historia, pero poco a poco me fue gustando el personaje y decidí diseñarla aún más y volverla un personaje principal.
A mí me encanta analizar a la gente y lo que hay detrás de su conducta, el porqué hacen las cosas, y siguiendo esa temática comencé a preguntarme que hacía a Honey quien era. Y la respuesta a eso, siempre son los padres. Luego siguiendo el origen de la joven como un genderbend pensé como serían las cosas diferentes para Hiccup si fuera una chica y cuantos cambios habría. Así que todo dependió mucho de la forma en que Stoick trata a sus hijos.
Pensé que sí Stoick era tan sobre protector con Hiccup, debía serlo igual con Honey. Pero Hiccup al ser niño, el varón y heredero de su padre, debía cumplir ciertas demandas del mismo. Honey como niña, no. Sería mucho más fácil para Stoick tener a su hija (el mejor recordatorio de su esposa muerta) sobre protegida que a su hijo, quien también cuida pero al mismo tiempo quiere que sea un sucesor digno. Eso marcaría su manera de tratarlos y al mismo tiempo como se desenvuelven con los demás.
Hiccup y Honey piensan muy similar y son igual de brillantes, pero los dominan emociones diferentes. Hiccup es más emotivo por su deseo de encajar, así que muchas de sus decisiones (aunque rápidas) están afectadas por sus emociones. Honey por el otro lado puede ser más analítica y más fría al pensar ya que no busca la aceptación de nadie. Cada uno tiene sus cualidades y debilidades, pero juntos son más fuertes y se cuidan mutuamente. Hiccup suele cuidar a Honey de peligros físicos y Honey a Hiccup de los emocionales (por eso no le agrada el enamoramiento de Hiccup hacia Astrid, una persona que ya les dio la espalda en el pasado).
Espero que con esto sea más fácil entender que pasa por su mente, y bueno, no es precisamente rencorosa, solo que es precavida y nunca olvida. Y si tienen más dudas sobre ella, hagan como yo y regresen al origen; pregúntense "si Honey inició como genderbend de Hiccup, entonces…" eso responderá muchas de sus dudas. Y las demás me pueden preguntar a mí.
Bueno eso es todo por ahora, nos vemos el próximo martes y que tengan una bonita semana.
