Katsumoto es un joven de tez palida, ojos ámbar miel, de un pelo cafe y liso, cual estaba deascomodado hacia diferente lados. Su cara era en forma de diamante, su nariz era recta y delgada. Media 1.66, de complexión no tan delgada, pero tampoco ancha, tan solo un punto medio.
Sus ojos se abrieron, era de día de nuevo, miró la hora y eran las 6:20, Faltaban 40 minutos para ir a la escuela, este aunque le costó un poco levantarse, lo hizo y se fue a cambiar con su uniforme de escuela, camisa blanca con una gris abajo, su pantalones negros de vestir.
"Ni si quiera dejaste una nota, Aoi..."
Estaba comiendo su desayuno en el comedor, una tostada con un huevo arriba y vaso de jugo. Este pensativo de que estaría haciendo su tutora legal, realmente desde que cumplió 15, ella lo había dejado vivir solo y cuando la necesitaba para algún tema el le hablaba, como ayer tuvo que venir y arreglar un asunto en su escuela, haciendo esto como todas las veces, yendo se sin si quiera decir adiós, aunque esa mujer que tiene de tutora legal era una mujer tranquila y sería, tan callada con el, así la conocio hace 8 años y realmente sigue así, no le demostró más que su seriedad de su personalidad, aunque si había aprendido varias cosas que lo ayudan en su vida de 16 años, cocinar, lavar su ropa, y esos tipos cosas de días diarios.
"Listo, quedan 20 minutos antes que se me haga tarde..."
Salió de su departamento junto con su mochila. Esta no era su casa donde vivió de niño, era el lugar donde se mudo junto a su padre cuando su madre los abandono, y luego su padre se tuvo que ir por temas de trabajo. Poniéndo se sus zapatos negros de vestir cual estaban afuera de su puerta, para luego tomar su bicicleta cual estaba al lado de su puerta. Bajo el edificio, el estaba en tercer planta de edificio departamental. Después de eso empezó su viaje a su escuela, padelando rápido llego en 8 minutos, tampoco es qué estuviera tan lejos de su escuela, le quedaba cercas y realmente su departamento nunca recibió un ataque de uno de esos ángeles que atacaban tokyo 3.
"(Otro día más de mi común día... bueno no falta mucho para que entre a la universidad, tal vez el siguente año es mi ultimo de la escuela, aunque no se a cual universidad ir.)
Tranquilo pensaba Katsumoto cual pasando entre los demás alumnos de esta escuela, dirigiendo a su salón en la planta de más arriba de la escuela, tenía que subir todos los días estas escaleras y pasar con todos estos chicos de su edad o casi de sus edad, los veía a veces riendo entre amigos, discutiendo o esta alguna otra pelea, pero a él no le gustaba ser parte de eso, o eso es lo que se había creído el, no tenía amigos ahora realmente, ellos se fueron de tokyo 3 cuando los angeles empezaron atacar, tan solo vio sin poder hacer nada, como sus amigos se iban, tan solo despidiendo se de ellos, el sin embargo se quedó en tokyo 3, después de eso no quiso volver a formar amistades, tampoco las necesitaba. Entró a su salón de clases, los que quedaban en su clase los conocía, pero simplemente no se llevaba con ellos, y ni ellos con el, tan solo fueron como compañeros de clases.
"(Hoy jugaremos basketball... es lo mejor de educación física, así que no será un día aburrido)"
Pensó mientras se sentaba en su asiento, en segunda fila de la derecha, en el asiento tercero de la fila. Este cercas de la pared y tan lejos de la ventana, le gustaría estar ahí para si quiera ver el cielo, era una buena distracción si no quería estar tanto en sus pensamientos. Su mochila puesta en el hombro derecho, se la quito y la puso en el suelo, ahora como los todos los día, su maestro llegaba y les decía buenos días, luego ellos le desearon un buenos días
"Buenos días."
Katsumoto dijo levantando se firme con las manos al lado de sus bolsillos de pantalón, todo sus compañeros hacian esto casi todos los días al iniciar la clase, este se sentó y maestro aclaro su voz, empezandole a hablarles.
"Hoy repasaremos todas las estaciones del año que había antes del segundo impacto."
El con atención en la clase, escucho atentamente todo y los minutos pasaban, esta que empezó a pensar sobre lo que había antes del segundo impacto.
"(Primavera, verano, otoño y invierno, ahora tan solo una... muchos animales necesitaban esas estaciones del año para vivir, aunque también nosotros necesitamos ese cambio de estaciones, se perdió tanto durante el segundo impacto... al menos a mi me hubiera gustado que cayera nieve, seria genial jugar con ella, como alguna vez me dijo mi padre que el empezó una guerra de bolas de nieve junto a mi madre)."
Fue donde le dijo en la primera navidad sin su madre. Su padre se veia alegre durante esa tarde que llegó a casa, sin embargó poco a poco noto como su estado de ánimo cambió, toda la luz que había gracias a la felicidad se convirtió en tristeza, por el recordar a su madre, preguntando se por que se había ido, por su padre no le daba realmente explicaciónes y esta ahora nunca se las quiso dar realmente. Durante los 2 años que vivieron sin su madre y esposa, poco a poco vio el cambio de su padre, de alguien cariñoso y feliz, alguien apartado de él, una persona triste cual parecia llena de dolor, bebiendo mucho alcohol y cual poco a poco dejó de hacerle caso, esta que un día simplemente se fue, una amiga de el llamada Aoi lo cuido desde ahí, y ella era una mujer seria, no hablando mucho con él, tan solo cubría sus necesidades básica y de escuela. Poco a poco enseñado le que se debía cuidar el solo, diciendo que esto era importante para algún día no necesitara a nadie para vivir, y poco la vida le dio razón, perdió a su madre, su padre y amigos se fueron, Aoi tan solo aparecía cada fines de semana para ver que faltaba en su casa o que asuntos de la escuela necesitaba atender.
"¡Joven Yamada! Le estoy hablando"
Se dio cuenta tarde de que su maestro le hablaba, sus compañeros se le quedaba viendo y esperaban a ver que pasaría.
"¡Eh! Perdón, q-quise imaginar como era las estaciones del año y no puse atención"
Algunos de su compañeros de clases se rieron de su escusa, ¿realmente se había perdido tanto en sus pensamientos? El maestro tan solo negó y le contesto.
"Le he llamado tanto la atención en la semana pasada, la escuela es para aprender y poner atención, para la próxima ira a la dirección, ¿entendido?"
El asintió rápidamente, se había puesto demasiado pensativo sobre su vida en la anterior semana y ahora en esta, no quería ir a la dirección, tenia que parar esos pensamientos para centrarse en las clases.
"(Últimamente mi madre aparece más en mi cabeza... al menos quiero saber que paso con ella, por que es más inquietante no saber lo que pasó con ella)"
Durante estos años sin no saber nada de su madre, había experimentado diferentes emociones, pero el más importante era el dolor por no poderla ver y saber lo que pasó, si el tuvo la culpa o su padre, o ella simplemente no los queria realmente. Intento no llegar al fondo de esos pensamientos, era un vacío oscuro cual lo lastimaba. Puso algo de atención a las clases, el maestro al poco tiempo les hizo sacar la libreta con apuntes de historia, tendrían que apuntar algo de seguro, sin saber qué en esa libreta es donde encontrario un pase al viaje de su vida, un recorrido llenos de emociones. Una extraña nota de color amarilla resaltaba entre las hojas de la libreta, se le hizo extraño y vio que era, una carta para el.
"(¿aoi me lo escribió?)"
La nota en su libreta estaba, el atento comenzó a leer sobre que trataba.
"Katsumoto, se que desapareci completamente de sus vidas... de tú padre y la tuya"
Se detuvo su respirar, y poco a poco comenzó a temblar, por que podría ser su madre, una esperanza para saber más de su madre, de lo que pasó y por qué se fue de sus vidas, lo quería saber y las dudas lo mataban, nervioso, mentalmente siguió leyendo la nota.
"(Pero es que me tenía que ir, por que tu padre y menos tú, se podría entrometerse en esto, ni si quiera me puedo permitirme escribir de que se trata, y no se si es demasiado imprudente, si me odias o nunca me quieras volver a ver, pero necesito tú ayuda para algo muy importante para la humanidad, detener algo cual acecha entre las sombras, una organización que amenaza a la humanidad si no los detenemos la humanidad estará acabada... alguien estará en tú casa el día 11 de este mes, a las 11 pm, abre la puerta para que sepas más.)"
Realmente no comprendía, y la ansiedad golpeaba duramente su cabeza, ¿y si era su madre cual la volvía a ver? Su corazón se agitaba rápidamente, y la ansias se mostraban en su cara.
"Papá, ¿por que mamá se fue?"
Un niño junto a un juguete de un conejo en su mano derecha y con su izquierda limpiaba sus lágrimas, una figura alta humana y oscurecida estaba mirando lo, aquel hombre era su padre.
"¿Papá?"
Pero ese hombre nunca le respondio, tan solo se agacho para abrazarlo y dejar el ambiente en completo silencio, un silencio que lo mataría lentamente mucho tiempo. El tiempo había pasado rápidamente para aquel niño, ahora un adolescente silencioso, incomprendido está para el mismo, ¿era justo eso? No, tampoco es qué la vida haya sido justo con el, este ahora sentado en una banca de la escuela, se había acabado su almuerzo y miraba a los demás chicos jugar, mientras que el, seguía pensante sobre la carta que le dejó su madre.
"(Tan solo quiero que el tiempo avance rápido... para saber si eres tú, es lo único que me importa")
Tal vez sus dudas se resolverían, es lo que más ansiaba desde pequeño, que ese silencio sea un ruido audible para su mente, un sonido en forma de palabras que acabaría con sus dudas, dudas que lo carcomian y ansiaban respuestas.
"Olvidate de tu pasado, Katsumoto... ella nunca volverá, es mejor que olvides y no te sigas lastimando, ¿entiendes?"
Palabras dichas por aoi, tan solo el tenia 11 años, seguía siendo un niño y fueron balas que aun le hacían sangrar, su mente no quiso hacerle caso, no seguir ese consejo que lo lastimaba también.
"(¿Por que? ¿Por qué? ¿Por qué está ahora?)"
Pensante aquel chico estaba, su mente estaba siendo atacada por diferentes pensamientos, ¿estos intentando dañarlo o ayudarlo? No lo sabía, tan solo que esto era un ataque para ver su reacción, esta su propia mente lo quería ver así, y no sabía si reír o llorar por ello.
"¿Realmente me quieres, Mamá?"
La misma pregunta que lo lastimaba, su parte racional decía que no, si realmente lo quería ella nunca se hubiera ido y su parte emocional, decía que si, ella si lo quería, pero no sabía el motivo cual tuvo que irse, ¿por que muerta no podría estar, verdad? Debía estar viva, ¿quien había escrito esa carta en mi primer lugar? Esperaba que su madre estuviera de vuelta esta noche, quería volverla a ver, enserió que lo ansiaba.
"El sigue teniendo pesadillas, y no se que hacer, no soy una madre... Si lo se, pero, ¿que hago? Katsumoto suele ponerse en esa esquina cuando está mal, y es que tampoco es qué quiera hablar sobre que soñó, Tenko."
Escucho a través de la puerta la voz de Aoi decirle eso a su padre, la estaba espiando y realmente el infante quería menos acercarse aquella mujer, tan silenciosa y sería, tan solo una cuidadora vacía.
"Mamá... por favor, vuelve"
Susurro a la nada, las lágrimas le querían salir de sus ojos, aquel pequeño niño de 9 años, este adolorido aun y más en un mundo tan oscuro para el.
La hora de la salida había llegado, intento fingir que ponía atención a clases, pero no lo hizo, este se mantenía aún pensante y creando escenarios de que podía pasar a las 11 pm, ¿quién llegaría? ¿Y si no fuera su madre? Cosas que lo dejaban realmente pensante.
La escuela terminó horas después, en su bici rápidamente padelando y llegando a su casa, ansioso se tomó un baño, luego comió algo, se puso a hacer su tarea para luego tan solo esperar que llegan las 11.
"A veces avanza el tiempo lento cuando uno más desea que lo haga rápido... "
Se levantó y en un reproductor de casset le apretó el boton de play, así empezando a reproducir una melodia.
"Ya tan solo falta 30 minutos... tan solo un poco más."
Se volvió a sentar en sillón, este pensativo sobre lo que podría pasar y ansioso a la vez, por que su madre tal vez no podría ser la que regresara a él, si no alguien a más, ¿y para que lo iba a necesitar? ¿Que iba a ser el para ayudar contra esa tal organización? Lo único que quería es respuestas. Un reloj sonó, era las 11 ya, miró hacia los pasillos de la puerta y ni nada, espero algunos minutos más, alguien tocó la puerta, se levantó y apago el reproductor de casset.
"¡Si! ¡espere!"
Camino entre los pasillos de su departamento, llegando a la puerta, el tomo aire y lo soltó, abriendo la puerta, vio a un hombre más alto que el por la menos veinte cm vestido con una camisa formal azul, junto a una cobarta roja, pantalones negros y zapatos de vestir negros. Era de piel un palida, un barbilla algo descuidada, ojos azules y pelo negro con una cola de caballo esta su cuello.
"Hey, ¿Katsumoto Yamada? Ya sabes quien me envió, ¿me dejarías pasar?"
Katsumoto sentía un poco de decepción al ver al hombre, pero el sabía que esta era la posibilidad más grande y que pasaría, que su madre no era la que viniera.
"Si, pasa"
Con unas simples palabras y moviendo se dejo entrar aquel hombre. El hombre desconocido para el, había notado la decepción en los ojos del chico, aunque en su tono de voz se notaba tan solo un poco.
"Soy Ryoji Kaji, le debo un favor a tu madre, y me gustaría pagarselo"
Estaba viendo un poco la casa, Katsumoto cerro la puerta y miro curioso que favor quería pagar.
"¿Un favor? Se lo que decía la carta y se que quiere que la ayude en algo, contra una organización que amenazana a la humanidad"
Le dijo el contenido de carta, aunque el debería ya saberlo, su tono sonaba serio cuando le hablo.
"Así es, chico, y más específicamente contra Seele, preparando algo grande cual podríamos detener, te ayudare a hacerte un espía en Nerv."
Katsumoto se sorprendió ligeramente y miro en los ojos aquel chico, aunque la decepción se escondía en esos ojos. Kaji enfrente del, escucho al chico hablar.
"¿Seele? ¿Pero como? Soy un simple chico de 16 años cual no tiene la mayor idea de espionaje."
Kaji tan solo negó, y le puso una mano en hombro para tranquilizarlo. Río un poco para luego darles algunas palabras.
"Como dice la carta seele es un organización secreta, cual controla a nerv para sus propósitos, yo no te puedo darlas las respuestas... las debes conseguir tú, pero no te dejare solo en eso, puedo ayudarte aprender poco a poco el sigilo o las formas de extraer información, claro si tú quieres ayudar... nadie te va obligar hacer lo que no quieres, Katsumoto."
Vio que bajo la mirada pensante, este estaba pensando que con esto podría llegar a resolver algún día las dudas con su madre, el silencio ya no sería silencio, si no palabras cuales podría entender, pero esto tan solo se podría lograr si llegaba a su madre.
"Si, puedo aprender... debo creer en mi, no soy el peor de mi clase, mi constitución física es buena, pero lo único que fallo es en mi confianza, puedo mejorarla con el tiempo."
Kaji vio el coraje de Katsumoto con la expresión de la cara, su cuerpo tenso y sus puños siendo apretados.
"Entonces, ¿aceptas pertenecer a WILLIET? Yo no soy de esa organización, pero puedo ayudarte a que seas un buen agente para la organización."
Ryoji Kaji le dio una sonrisa, el asintió y levantó su mirada, sus ojos nacían algo de determinación que le faltaba, un motivo por cual luchar y resolver sus dudas.
"Si, puedo ser parte de ellos... ¿Mi madre es parte de ella?"
Kaji le asintio en forma de confirmación, aunque sabia que era también un agente espía de WILLIET, esta dicho por ella.
"Así es, tú madre Mari Mikami es parte de la organización... no se mucho de la organización, desconozco sus movimientos, aunque es interesante la estrategia que tienen contigo en Nerv Japón."
Una esperanza seguía yaciendo en el corazón de Katsumoto, así que asintió y pregunto algo más interesante.
"¿Por que no perteneces a WILLIET? Si tú me ayudas no creo que nada más sea por que lo pidió mi madre"
Katsumoto parecía curioso sobre eso, Kaji con una ligera sonrisa en su cara levantó sus hombros.
"Mmm, quien sabe... tal vez algún día te lo comente el por qué, pero para empezar, necesitamos que entres a Nerv como trabajador, más específicamente como mecánico, ¿alguna idea de como hacerlo?"
Kaji ya sabía más o menos como, pero le gustaría ver como idea Katsumoto. Katsumoto quería saber el por qué de eso, pero se concentro en pesar sobre como entrar a trabajar, aunque eso ya lo iba a hacer pronto. Su padre por lo que sabía era jefe ingeniero en la tercer rama de Nerv, tal vez si le hablara y le convenciera.
"Podría ser a través de mi padre... ya pensaba entrar a trabajar, y ahora más con un motivo tan grande, podría convencerlo de que si me buscaría un trabajado de mecánico en nerv."
Era una buena idea, algo similar a la que pensaba Kaji, y pensó este último que podría funcionar ese plan.
"Bien, te dejo mi número... próximo agente, ¿tienes un celular?"
Le pregunto para luego sonreírle a Katsumoto. El chico rápidamente fue a buscar su celular, y se lo entregó, era uno cual se abría en dos, aunque era un modelo ciertamente caro.
"Te dejo mi número, cuando lo logres manda un mensaje... pero ten solo algo simple, algo que no levante sospechas, Katsumoto"
Kaji tecleo el teclado de celular, y en los contactos puso su número, aunque había visto un poco los nombres de los contactos que tenía Katsumoto, no eran muchos.
"Si, intentare hacer eso y y también no sonar tan específico, supongo el por qué de eso"
El ciertamente algo tranquilo le dijo, y tomo su celular cuando Kaji se le entregó cerrado.
"Tan solo mensajes, Katsu... bien, me tengo que ir"
Se iba a voltear para irse, tenía que descansar, pero Katsumoto le hablo para que no se fuera.
"Espérame un poco aquí... te debo enseñar algo."
Kaji curioso por lo que mostraría, pensando en varias cosas. El chico se fue a su habitación, y regreso en menos de un minuto con una caja de madera negra de un tamaño considerable, podría ser cualquier cosa.
"Es una reliquia familiar supongo... tal vez más de 30 año, no se."
Kaji estaba ahora más curioso, y le pregunto.
"¿Que es, Katsumoto?"
El chico abrió los dos cerrojos fácilmente, antes había poseídos dos pequeños candados cual el quitó hace años.
"Es una arma, por lo que se es un desert eagle que me iba a hereder mi padre cuando fuera mayor de edad."
Kaji se asombro a ver una arma plateada y algo gigante, sin duda si era un desert eagle. Las balas plateadas estaban a su lado, no puestas en el cartucho de la arma.
"Es muy buen arma a la hora de disparo, pero esta complicada de usar para mi... tiene mucho retroceso y realmente tan solo algunos equipos especiales militar la suelen usar, ¿no tendrás idea de como usarla?"
Vio que el chico negó, aunque ni si quiera la tomaba de la caja, tal vez le tenia miedo o respeto, no lo sabría ni si quiera mirando sus ojos.
"Se lo básico de ella, y el retroceso es seguro que me romperá un brazo, pero quiero aprenderla usar algún día, no me gusta la idea de matar y menos con esta arma, pero tengo que defender con una arma."
Ahora si Kaji vio el miedo en los ojos de Katsumoto, como este bajaba la mirada al suelo y luego la subía para mirarlo a el, esperando una respuesta.
"Empieza a condicionar tu cuerpo, te enseñaré lo básico para que sepas usar algunas armas... y además tenga ideas de como defenderte cuerpo a cuerpo para que no llegues al punto de usar la arma."
La última idea para Katsumoto le sonaba bien, Kaji quería tomar la arma y verla de más cercas, pero eso seria en otro momento.
"Nos veremos pronto, Katsumoto... ten eso por seguro."
El asintió y cerró la caja de madera negra, para luego ver que Ryoji Kaji se iba.
"Adiós supongo..."
En un lugar desconocido, dos hombres de negocio estaban discutiendo en una suit lujosa de un hotel.
"Los movimientos de WILLIET está comenzando, y tiene los recursos necesario para el proyecto Mark."
Un hombre de mediana edad estaba hablando con un hombre superior de mediana edad, era de la misma altura que el hombre cual estaba hablando, su cara parecía tranquila, mostrando algún las arrugas de la vez, y las canas que ocultaron su pelo negro, vestido este con un traje formal.
"Así es Iida, ya reclute al equipo necesario, además al comandante de la Fde, es un muy hombre y amigo mío."
El hombre cual hablaba tan solo rio, y le dedico una sonrisa ligera. En sus ojos la felicidad se ocultaba, estas dos personas era las más importantes de la jugada que estaban preparando durante años.
"Supongo que el movimiento más importante se empieza a realizar ya, por que Nerv ya tiene las dos bases genéticas que necesitamos para el proyecto, y más aparte necesitamos poner a trabajar la mente de nuestro amigo, Mark Jost, o ya sabes como se pone cuando no tiene trabajo."
Los dos rieron ligeramente recordar a ese personaje de persona, un genio total cual ciertamente no era pesimista o cínico, un ejemplar único entre su iguales, y por eso su gran ventaja.
"Pronto lo haremos, de mientras esta preparando los planos de los diseños, y sabemos que esta planeando algo muy grande, superior a lo normal."
El hombre con canas tan solo dedico una sonrisa, mientras sus manos estaba sobre la mesa en conjuntas. El otro asintió, era lo esperable y aunque tardaría unos años, si salen como lo planean los dos, tendría un buen tiempo para trabajar. Ese mismo hombre se levantó y camino hacia las ventas para verla ciudad por la noche, llena de luces.
"WILLIET nació para proteger el mundo, para que este sea libre siempre y la humanidad disfrute de ella. Tampoco somos los buenos o los malos, tan solo un gris, ¿o no es así, Hiroshi?"
El ahora conocido Hiroshi tan solo asintió, la máquina estaba empezando avanzar hacia su destino y cual era un muy grande.
"La humanidad debe seguir. No se debería buscar la perfección, si no un mejor entendimiento cual nos ayude a progresar como sociedad... simplemente los ojos ciegos piensan que esto no pasará, por eso prefieren huir a buscar una verdadera solución para todos."
Con aquella charla de los hombres, el comienzo de todo estaría a la vuelta de esquina. La humanidad ganaría su libertad a traves WILLIET, y ellos tan solo estarían en la sombra, sin buscar reconocimiento realmente.
La realidad y el destino había sido tomado de una forma diferente, el por qué era desconocido.
Etapa 1 comienza.
Ya he acabado este primer capítulo, sinceramente he estado pensando esta idea por algún tiempo, y pienso ejecutarla con el tiempo. Espero que les guste, y perdóname si tiene algún fallo ortográfico, es lo que más me suele pasar.
Datos curiosos de Katsumoto
Nacio un 11 de diciembre del 1998, en la ciudad de Tokyo-2. Su padre se llama Tenko Yamada, y el nombre de su madre es Mari Mikami.
Mini historia:El hombre en búsqueda de le verdad.
Año 1986
"¡no hermano! ¡eso no puede ser la verdad de las cosas! ¡¿Y crees que yo me uniría a tu grupo de cínicos?! Estamos cercas de la vejez y crees en esas idioteces... la humanidad no debería seguir ese destino cual lo dice unos simples murales"
Ciertamente estaba cansado de la insistencia de su hermano en el teléfono, sentado en su sillón estaba a con su teléfono alambrico. Esperando su contraataque con palabras, espero a su hermano hablar, escuchando lo a los segundos después y esperando que terminará de hablar.
"Nuestras fortunas son separadas, y acepto que escogiste que hacer con esos cínicos que tienes de amigos, pero no puedo unirme algo a eso, yo buscare la verdadera solución y verdad para que la humanidad no se acabe, ¿entendiste?"
Este se quedó en silencio y le colgó a su hermano, serio puso sus manos cruzadas.
"Realmente me da pena que este encontrando la manera de sacarle la información... no puedo hacer mucho más que empezar a juntar las piezas de lo que planean, pero me temo de algo muy grande."
Pensó en alguien que le podría ayudar, el profesor Kozo Fuyutsuki, si buscará que se uniera a su causa sabrían las cosas más rápido. Necesitaría alguien para defenderlos, ellos dos no eran de esos tipos de hombre, el apuntaba a los negocios y ciencia, Kozo Fuyutsuki era profesor de una universidad, y igual que el buscaba la verdad. Arthur Richardson era el hombre que podía ser su guardaespalda, aunque estaba de General de división en la Fde, era un amigo y si lo convencía, tendrían un buena defensa personal.
"La búsqueda de la verdad tan solo las mejores personas la pueden encontrar... ¿no es así, padre?"
Se levantó de sillón, comenzando a caminar y dejar de no hacer nada más que pensar, era momento de actuar más que nada.
