Evangelion no me pertenece, tan solo es un adaptación sin fines de lucro. Todos los derechos de autor a estudio Khara y Hadeaki Anno.

Etapa I-II

Katsumoto había salido de la escuela, y rápidamente se había dirigido a su casa en su bicicleta. Todo el día estaba pensando el modo de como decirle a su padre que le consiguiera un trabajo, ciertamente en veces hablaba tan solo unas pocas palabras con el, al menos era algo.

"Suena fácil... y ciertamente es difícil"

El lo que se dijo al entrar a su casa, y acercó su mano al apagador, prendiendo la luces de la sala. Rápidamente fue a dejar su mochila en sillón, ciertamente se quería bañarse con agua caliente y luego comer algo, por que sabía que a estas horas tal vez su padre estuviera trabajando o saliendo de trabajar, debía tomarlo en un momento perfecto para lo pueda convencer, aunque realmente no sabía si existía ese momento perfecto.

"Ni si quiera se como reaccione Aoi con la idea que conseguiré trabajo en nerv... dudo que se moleste, menos trabajo para ella supongo."

No le importaba mucho ella, así que esos pensamientos podría ser ciertos. Camino a su habitación, y dejo la mochila en su escritorio, para luego ir al baño, prendió la agua caliente y la tina se empezaba a llenar. Aún pensante se encontraba sobre lo que le diría, en el peor de los casos es que no aceptara y no podría ayudar a Kaji, y quien sabe si haya otra manera más que esa, las demás sería más peligroso para alguien como el, eso le preocupaba desde ayer.

"Ni si quiera se que dirá, si o no... no me gusta eso de mi, simplemente tal vez soy así."

Desde que era niño creció siendo así, buscando le peligros a la vida, a las reacciones de sus acciones, pero es que ciertamente le sucedían las cosas que pensaba, no sabía si las atraia o eran coincidencia. La tina se lleno de agua caliente, el se quito el uniforme de escuela y lo tiro a la canasta, para luego meterse en a bañar y relajarse.

"Mmm... es lo que más me suele gustar en el día, es como estar en marea sin tenerle miedo a donde podrías llegar."

Sumergió un poco su cabeza en la tina, las preocupaciones se escondían dentro de la relajación. Sabía que estaría igual cuando ese estado se fuera, pero tan solo quería esconderlas, por que ya las pensó bastante en todo el día. Sus ojos se cerraron, su mente aún seguía activa, pero recordando algo.

"(La mayoría del mundo está hecho de agua en un inmenso mar, tu también fuiste parte de ese mar, ¿Por que temer le? Katsu, tampoco te sumergas estas el fondo."

Recordó un recuerdo en con su madre de muy pequeño, ella lo estaba bañando y recordó su risa, su sonrisa en su cara. Ya no volvería esos momentos, eran como dice la palabra recuerdos. Abrió sus ojos, viendo el techo de la bañera y intento no volver a recordar cosas, tan solo deseaba que futuro no fuera tan cruel con el.

"Como el mar... quiero no tenemerle a nada, quiero ser fuerte para algún día llegar a ti."

Se juró, sin saber el duro destino que estaba preparandose para el. Katsumoto después de limpiar su cuerpo con el baño, en una toalla fue por ropa simple para estar en su casa, pero antes se miró en el espejo, su cuerpo estaba algo en punto medio, lo tenía que mejorar y buscaría hacerse un plan de entrenamiento, un punto medio para tener buena musculatura. Reflexiono por un momento sobre el dolor, mientras iba a vestirse.

"Ciertamente el dolor nos hace fuertes... pero en veces ese dolor sirve para generar más, ¿te estarías siendo fuerte o más débil?"

Una duda cual no tenía respuesta objetiva, y muchas personas tendrías la respuesta en base a sus experiencia. Ciertamente estaba entrando algo muy complejo en su mente, un lugar ciertamente incomprendido para su edad, pero algún día tendría su respuesta. Se vistió con ropa cómoda, ahora debía hacerse algo para cenar y su almuerzo para mañana. Pensó en algo y vio en su refrigerado si tenía los ingredientes necesarios, tenía casi todos, pero podía no usarlos. Su mente estaba en otro lugar a la hora de cocinar, había aprendido de Aoi y libros de recetas, aunque ahora actuaba en base de recuerdos de cómo hacer lo que quería.

"Dos huevos... y el arroz empezando se hacer."

No se había dado cuenta cuando terminó de hacer su cena, había tenido tiempo de pensar, pero esta la dedico sobre la escuela. Se preguntaba si algunas cosas que hacía era buscar escapar de la realidad, o simplemente era que buscaba perderse en su pensamientos. Se sirvió su cena en un plato, y antes agradeció por la comida, su cena, era un hábito que creo desde niño, este dado por su madre y padre.

"Agradezco de la cena de mi semana, se que todas las personas no tienen la posibilidad... me debería sentir agradecido."

Aunque eso le molesto, por que no sabía si estaba bien eso, agradecer mientras otros no tienen. Pensamientos intrusión empezaron atacar su mente de adolescente, sin querer se había arruinado la cena, y era algo que le solía pasar en muchas ocasiones, un hábito cual se había creado el.

"Se que no puedo hacer nada que no este cercas de mis manos... pero desearía."

El deseo ahora de volver a ver a su madre parecía cercas de sus manos, algo que podría lograr, aunque aún deseo, y no sabía si estaba siendo egoísta por perseguir esa verdad, debe de buscar ayudar de otra manera, tampoco le debería pedir mucho en su razonamiento social, y si esa organización llamada WILLIET buscaba detener a Nerv, y esa otra organización, el estaría haciendo un buen acto para la humanidad, o eso el que suponía que haría el. El futuro era aterrador, y más cuando las cadenas del pasado te tienen atado. Katsumoto terminó de cenar, llevo su plato para lavarlo, ahora se acercaría lo que más quería hacer en este día, convencer a su padre para que le ayudara a conseguir un trabajo en nerv.

"Ya tengo mis motivos... quiero entrar a trabajar en Nerv como mecánico o ayudante de uno, por que quiero tener experiencia y dinero para la universidad. Estudiare para ser ingeniero mecánico.."

Eso lo tenia pensado desde hace mucho, era como en parte lo quería hacer, y tal vez seguiría los pasos de su padre en su carrera, pero no sería como es el, si algún día si tiene hijos por casualidad, sería un buen padre. El rencor empezaba a salir de la oscuridad de su mente, lo quería detener mientras miraba el plato limpio ya sin su comida, desearía ser tan reluciente como ese plato, ¿Pero era posible? Tal vez no. Seco sus manos y fue a por el teléfono fijo de casa, ese era más seguro que le contestaría. Apretó las teclas del telefono, puso el número de su padre y faltando un número, tomo el aire en su pecho, preparando se para lo que seguía.

"Contesta... contesta."

Sonaba como si estuviera llamando, el ruido era desesperante ciertamente o era el esperar, no lo sabía. El ruido de la llamada se acabó y el la voz de su padre sonó, estaba sería más que nada.

"¿Aoi? ¿Necesitas algo para Katsumoto?"

Trago su saliva, y ciertamente intento quitarse lo tímido para estar determinado sobre lo que quería hacer.

"Soy yo, padre... necesito pedirte un favor."

Era difícil que las palabras saliera de su voz, pero lo había logrado. Su padre contestó serio, no se había sorprendido, pero es que tampoco su padre era fácil de sorprenderse.

"Katsumoto, ¿cuál?"

Su nombre y una palabra, esa formalidades que le molestaba, una barrera entre padre e hijo.

"No se si me puedas conseguir trabajo en Nerv, aquí en Japón..."

Después de un segundo de intentar acomodar sus pensamientos, su padre lo interrumpió.

"¿No es suficiente lo que te envió? Además estas estudiando, Katsumoto."

Parecía molesto al principio, pero su voz se calmo con lo último, su corazón empezó a latir rápidamente e intento justificarse.

"No, no es eso, es que quiero un trabajo de medio tiempo... como, como ayudante de mecánico o mecánico, apunto para una carrera de ingeniero mecánico"

Lo del dinero ni si quiera lo iba a mencionar, eso realmente no le faltaba, era lo suficientemente para mantenerse muy bien. Su padre tardo en responder, tal vez estaba pensativo, algo que le había sacado de el.

"Katsumoto, ¿tienes en cuenta que tus calificaciones bajaran? Se que quieres la experiencia para estar mejor preparado, pero simplemente no le encuentro muchos beneficios que busques trabajo."

Ciertamente se enojo un poco y mas en ese tono tan serio. El sabía el gran beneficios para la humanidad, pero su padre no, necio le respondio, quería ayudar.

"Padre, te juro que mis calificaciones estarán bien... balanceare el estudio con el trabajo, es como empezar a ver la vida adulta."

Su padre sabía que tenía un punto, pero si esto es lo quería su hijo, no le podría un pie. Si quería ver la cruda realidad en tan poco edad, esta sería su culpa.

"Te advierto si tus calificaciones son malas no trabajaras esta que llegues a la universidad, Katsumoto no confío en lo que quieras hacer... pero te daré un empujo para que veas la realidad. Mañana te diré si yo pude hacer algo."

Su voz molestaban estaba, y con eso simplemente le colgó, ni si quiera un adiós. Su padre ciertamente era cruel con el, se había alejado y dejado a un persona fría como el a su cargo, tampoco es qué le pudiera pedir mucho alguien así como su padre. Se había centrado en lo malo en esa noche, ahora acostado en su cama, y mirando hacia la ventana.

"Debería dejar pensar que existe la posibilidad que si consiga trabajo... pero no puedo, es algo parte de mi hacer esas tipos de cosas."

Molesto y triste en el fondo estaba, cerró los ojos para ver mejor la oscuridad, no tardo mucho en dormir esa noche.

Un hombre entre 50 a 60 años estaría hablando por teléfono con un viejo amigo, llamado Hiroshi.

"Si, aun recuerdo cuando me aliste en el ejercito de Reino Unido, ¿cual es punto de eso?"

Era las 12 de la mañana, la luz estaba llegando a todo su exprendor, aunque no hacía tanto calor. Sentado en su sillón se encontraba, el teléfono colgando de su base y en su oído.

"Que empezaste por ahí, ¿tenias 18, no? Se que apuntabas a lo grande, y lo lograste uniéndose al poco tiempo en las fuerzas especiales de Reino Unido, ¿pero como fue eso? Es algo simple de resolver, tuviste la determinación y el entrenamiento necesario para reforzar ese coraje, un prodigio militar si me pregunta."

Parecía feliz como el tuviera ese reconocimiento, tan solo negó un poco molesto, aunque conocía bien a su amigo, el era así.

"Mi padre me entreno desde joven, después de la segunda guerra mundial y con el yendo de manera forzosa siendo un niño, prefiero prepararme por si venia otra guerra, aunque esas siempre están a la vuelta de esquina... mmm por ejemplo, tal vez en África, en los países musulmanes, no hemos tenido la tercera guerra mundial por que no hay nadie quien prenda la mecha específica, y es lo mejor."

El ya se había acostumbrado a las atrocidades de la guerra, tenía mucha experiencia, y más cuando manejaba cómo comandante a un equipo especial para operaciones en específico. Hiroshi estuvo de acuerdo con el, y más por la forma tan seria que lo dijo.

"Así es, ahi otro punto cual hablar muy pronto, hablaremos cuando estemos en Rusia, pero dejando a lado de ese tema, y volviendo al punto principal, ¿valió la pena todo el trabajo que pusiste para ser el hombre que eres? Eso es lo mismo con una empresa, si sabes a lo que me refiero, ten por seguro que esto valdrá la pena al igual que el trabajo duro que tus has puesto en ti, Arthur"

Hiroshi ciertamente era un hombre de gran determinación al igual que el, por algo eran amigos desde hace mucho, y no hace mucho lo había convencido en ser parte de WILLIET, desertaria de la Fde cuando el momento se requiera, tampoco tenía mucho que perder ahora para preocuparse por el, prefería preocuparse por el bien mundial, podría hacer eso si quiera bien antes de estar 3 metros bajo, y su muerte ojalá fuera en un campo de batalla.

"Eres alguien persistente, ¿pero ya tienes todo listo? Te conozco bien y no eres el hombre perfeccionista, pero bien sabes que los errores salen ideas buenas, viejo amigo."

El dejo de estar serio, y río. En unos meses estaría en Rusia para según el resolver algunos asuntos, aunque también había una tapadera de ir de negocios para el estado ruso, tenían problemas al sur abajo de ellos, aunque siempre los tuvieron.

"Es para recordarte las ideas que tengo, y es buen soltarlas con un buen amigo, aunque pronto podremos las cosas en la mesa."

La llamada no duró mucho más después de eso, tan solo unos 10 minutos más, hablando cosas triviales de la vida. Katsumoto estaría descansando sentado después de estar corriendo en clase de educación física, tomo el aire que le faltaba en sus pulmones y se empezó a calmar lentamente, aunque algo en su cabeza de adolescente le dijo que debería ver que hacían las chicas, volteo a ver.

"(Es lo que normalmente hacemos... pero yo no soy así.)"

Dio una rápidamente mirada, y vio arriba en las rejas una chica pelo azul claro lo había visto, ¿pero por qué no traía el traje de educación y lo miraba hacia el? Traía el traje normal de los de secundaria. Preocupado por tal vez meterse en problemas, bajo su mirada y escucho las risas de sus compañeros.

"Katsumoto, ¡estuvo de pervertido jajaja!"

Un chico de su clase se estaba riendo de el, y luego varios más.

"Como si ustedes no lo hicieran, ¡¿además no tienen a quien más mirar que a mi?!"

Era algo respetado entre sus compañeros, tampoco estos eran muy problemáticos, tan solo un poco en veces, vio que negó el compañero que habló y se empezó a ir con sus dos amigos. Rápidamente dio una mirada en búsqueda de la chica, ya no estaba entre las rejas y ningún lugar.

"(Es raro... ojalá no me meta en problemas, pero no parece que es de nuestra clase, y la he visto en algún lugar, ¿debería preguntar por ella?)

Rápidamente se negó, dirán que le había gustado o algo así, habían menos beneficios si buscaba conocer a esa persona. Después de eso, su día transcurrió normal, y la hora de la salida, tuvo una llamada, abriendo su teléfono vio el número.

"Padre..."

Tenía el seudónimo arriba del número, apretando la tecla de responder, este puso en su oreja en su oído.

"¿hola?"

Estaba enfrente de su bicicleta, con su mochila en su espalda. Escuchando la voz de su padre de nuevo, esta sería como siempre.

"Tienes el trabajo, Katsumoto. Quiero que te presente hoy, ve a las oficinas principales para que te den las especificaciones de tu trabajo, aunque he conseguido ponerte al lado de un viejo amigo mecánico, te dará una mano."

El rápidamente asintió, una carga que se le quitaba de su mente.

"Esta bien, gracias padre... no te decepcionare, te lo aseguro."

Parecía algo feliz por eso, pero esa sus primeros pasos para su objetivo. Su padre serio le dijo una frase que para el no tendría el mismo significado que para su padre.

"No me decepciones, Katsumoto."

Colgó la llamada, y tan solo suspiro, no tenía mucho tiempo que pensar, así que guardo su teléfono en su mochila, para luego tomar su bicicleta. Más o menos sabía dónde estaban las oficinas de nerv, había pasado alguna veces cercas de ellas, y no tardo más de 15 minutos en llegar en su bicicleta.

"Es aquí... ¡estoy listo!"

Intento mentalizarse para estar listo, aunque algunos pensamientos negativos apareciendo en su cabeza, cosas que podría decir mal, una tortura cual se hacia inconsciente. Dejo su bicicleta estacionada afuera, y por las puertas de vidrio entró, viendo que era una típica recepción normal, había agentes de traje a los costados, hablando entre ellos y en medio había una señorita, ciertamente linda para el, pero no venía a eso, acercando le hablo.

"Eh... no se como explicarme, pero soy Katsumoto Yamada, vengo por que mi padre requería que estuviera aquí para presentarme."

La señorita le sonrió y rápidamente tecleo un número en el telefono que tenia al lado de ella, para empezar a hablar, escucho la conversación corta y esta le hablo cuando colgó.

"Venga, sigame, necesito que haga todos tramites necesario antes de pasar con la persona que le de los detalles."

Asintió, viendo que salía de su lugar y caminaba hacia un lugar adentro de este edificio. Llegó a una sala, viendo a otra persona cual está le empezó a hacer preguntas sobre su disponibilidad, sus conocimientos y algunos otros datos cuales anoto en un papel, seguro era su archivo.

"Es esto es casi es todo, mañana tendremos su credencial lista y recuerde bien, en Nerv se requería que no salga ningún dato de su trabajo."

El asintió rápidamente, aunque era una mentira, iba a ser un agente espía para una organización secreta cual quería la información de nerv. Por último le dieron a firmar su contrato, vio que ya estaba la de su padre y abajo faltaba la de el, nervioso garabateo su firma. El hombre tranquilo tan solo asintió, y le hablo a la señorita de recepción.

"Llevelo con Hadeaki, La jefa y Doctora Ritsuko Akagi, no puede presentarse para atenderlo."

La señorita asintió, el se levantó de la silla que estaba sentando, el hombre no le dijo nada y volvió a leer su periódico. Siguió a la señorita, y poco a poco se metía más en nerv, intentando recordar todo lo que veía, le podría servir para el futuro, esta que la recepcionista le saco de sus pensamientos.

"¿Así que quieres trabajar? ¿17 o 18 tendrás?"

Esta con una sonrisa lo miraba, este encontrándose atrás de ella, aunque se le puso al lado para caminar.

"16, en algunos meses los 17... quiero trabajar para ganar experiencia más que nada."

La señorita levantó las cejas algo sorprendida por la mentalidad de el joven.

"Me sorprendes, Yamada... los chicos de tu edad suelen pensar en chicas y no tanto en esto, prefieren aprovechar su juventud divirtiéndose."

Río la señorita, y Katsumoto se dijo mentalmente que el no era así, aunque era verdad eso, se perdería eso a cambio de algo más, pero valdría la pena o eso es lo que se decía. Después de esa pequeña charla, bajaron por el elevador por algunos minutos y luego caminaron en gigantezco cuartel de nerv.

"Estamos en el geofront, donde nuestro pilotos aguardar con sus evas, no te puedo decir mucho de ellos, pero si los ves en algún momento, ten en cuenta que ellos nos protegen de los ángeles y deberíamos estar agradecidos."

La recepcionista parecia estar llena de energia, y tampoco se veia de una edad mayor de 30, tal vez era eso. Katsumoto asintió rápidamente, no sabía que decirle o si estaba nervioso por ver como era el cuartel de nerv, quería aprender se lo.

"Yo veo lo que haces, es bueno que lo hagas y te aprendas el camino para entrar a tu zona de trabajo, en el departamento de desarrollo de Nerv."

Vio que lo miraba felizmente, no sabía si fingia o era realmente así aquella mujer.

"Si, eso es lo que hago... no quiero depender de alguien para llegar a la zona de mi trabajo, aunque son muy grande las instalaciones de Nerv..."

Iba a ser difícil aprenderse todo las instalaciones y menos que pareciera raro en ver todas las zonas que tuviera acceso. La conversión de entre ellos dos no fue a más, esta llegaron a un lugar con una gigante puerta donde unos metros estaban un equipo de hombres vestidos de una forma, aunque no estaban todos iguales de limpios.

"Necesito hablar con Hadeaki, requiere que le ayude a este chico con los detalles de su trabajo."

Los hombres la miraron por un momento luego a el, y alguien de entre ellos salió, un hombre de la edad de su padre tal vez, algo más grande que el de estatura y pelo café, ojos negros, de tez algo palida. Traía unos lentos normales, no era de trabajo si no para mirar mejor.

"Muchas, le agradezco, puede irse si gusta."

Esta le asintio y se fue sin decirle nada, tampoco es qué le había ganado la confianza de eso.

"¿Katsumoto Yamada? Tú padre me dijo que quieres trabajar, aunque te dio una ayuda para que enseñarte lo básico y necesario en la reparación de los evas o las construcciones de otras cosas necesarias para nerv."

Parecia estar feliz y le sonrió al final. Limpio sus manos sucias con un trapo sucio por el aceite, el hablo y bajo su cabeza en forma de respeto.

"Gracias señor, por ayudarme, Señor Hadeaki... aunque es me suena mal educado, llamarlo por su nombre."

El hombre tan solo le negó, dando le una sonrisa de dientes. Ciertamente el chico era parecido físicamente a su padre, pero no la personalidad tan mal educada que tuvo su padre en la adolescencia.

"Soy Hadeaki Sasuki, bien sígueme te mostraré lo básico de aquí, mientras te comento de los detalles."

Parecía feliz a decirle eso, y no sabía el porqué, tal vez era así.

"Esta bien lo sigo, Sasuki."

Ese hombre empezaba a ser conocido para el, vio como interactuo con sus compañeros riendo y luego empezaron a caminar. Hedeaki sin mirar le hablo.

"Aquí estamos en punto central de el departamento de desarrollo, es aquí donde solemos reparar a los evas y fabricar las piezas básicas, no te preocupes por los conocimientos básicos, te ayudere con teoría y practica, Katsumoto."

Volteo a ver un gran área abierta de arriba, donde lo que parecía raíles estaban puestos en las pared enfrente de ellos.

"No he visto a los evas... pero deben ser muy grandes para necesitar tanto espacio."

Ciertamente se sorprendió por ver la área donde trabajarían. Hadeaki tan solo rio, y le hablo.

"Esta una de las jaulas donde los reparamos, y miden bastante los tres evangelion, también sus reparaciones se requiere muchos trabajadores... y por eso sin pensar aceptaron a un nuevo trabajador..."

El asintió a el hombre, cual se quedó pensante por un momento. Estaban a unos pasos de ir a otro lugar, viendo a los lejos lo que parecía una oficina a un lateral arriba de ellos.

"Tu hora de entrada será de 6 a 10, puedes trabajar horas extras, pero tú padre me dijo que te negara eso, necesitas tener unas horas de la noche para estudiar, Yamada... ah, estas viendo la oficina de nuestra jefe la doctora Ritsuko Akagi, es una mujer seria, y no te preocupes, no tiene mal genio."

El tan solo negó sonriente, parecía un hombre lleno de felicidad, tal vez por eso era amigo de su padre, era lo contrario de él. El hizo una pregunta cual quería ser respondida.

"¿y mi vestimenta?"

Hedeaki tranquilo sin mirarlo hablo, ahora iban a un elevador al parecer.

"No te preocupes por eso, tenemos vestimenta y mañana seguro estará la tuya, además de eso, tan solo se puntual y determinado en las cosas, se que tienes un motivo de vivir al igual que todos."

Le guiño felizmente el ojo, y el apretó el botón, esperando a que el elevador llegara ¿Pero el sabría su verdadero motivo? Nadie fuera de Kaji lo tenía que saber, no debía confiar mucho en sus compañeros de trabajo, tan solo centrarse en no parecer sospechoso en las operaciones que le pongan a hacer en secreto.

"Gracias por quererme ayudar... ni si quiera se por que lo hace."

Vio que Hadeaki tan solo suspiro antes que la sonrisa leve que tenia en su cara volviera.

"Por qué el mundo sería mejor si nos ayudaremos el uno al otro, y además conozco tú situación, no te vendría mal que alguien te de una mano, Katsumoto."

El se sorprendió por esas palabras, ¿acaso sabía la verdad que venía hacer aquí? Esperaba que no, o fuera una ayuda antes que un obstáculo. Quería centrarse en su alrededor, pero esto lo que le dijo, lo dejo sin palabras y buscando le algún significado extra.

"Eres igual a tú padre en ese aspecto, pensativos y buscando lógica a las palabras dichas desde el corazón, no desde la mente"

Río aquel hombre, y justamente el elevador bajo, los dos subieron. Hedeaki le apretó un boton de nuevo, iban a bajar por como veía la flecha para abajo. Las palabras de aquel hombre ciertamente le lastimaba, no quería parecer a su como era su padre, si no ser diferente a él.

"¿Cómo puedo ser diferente a mi padre, Sasuki?"

Hedeaki Sasuki se sorprendió, y lo pensó un momento, antes de resolver la duda y darle unos nuevos conocimientos sobre la vida de su padre.

"No te conozco muy bien, veo similitudes con tu padre al igual yo con mi padre ¿pero sabes que? No eres igual a tu padre, aquel hombre a tu edad era alguien muy rebelde, por poco no se hizo un pandillero"

Los momentos de pasado volvieron en la mente de Hadeaki. Katsumoto se sorprendió y pregunto.

"¿Pero como? ¿Y por qué es ahora así?"

Miro la curiosidad en los ojos de el hijo de su amigo, el tan solo río por eso.

"Lo conocí a los 12 años, era un niño valiente y que no le importaba lo que le dijiera la gente, soliamos vivir en ese entonces en la prefectura Gifu, en Ōgaki, un buen lugar para vivir... yo en ese entonces lo vi como un líder del grupo que nos juntamos, eramos 4 chicos intentando disfrutar la vida."

El escuchaba sorprendió y con curiosidad, esta que le dio un dato importante sobre la vida de su padre.

"Tu tío, Iida era parte de ese grupo, era dos años menor cuando se empezó a juntar con nosotros, a los 15 años, tu padre se molestó por que pensaba que eramos grandes para juntarnos con alguien menor que nosotros, pero tú padre también era conveniente... conocio tu madre, tuvo que aceptar a tu tío en nuestro pequeño grupo."

Katsumoto no sabía como sentirse sobre al respecto sobre eso, tan solo quería saber más. El hombre tan solo rio por los viejos recuerdos.

"Nos reímos mucho de el, tu madre era lo contrario de tu padre... el amigo y yo de años de tu padre pensemos que nunca llegarían a nada, pero mira un hijo de ellos ahora."

Rio ciertamente fuertemente. Y por fin llegaron a donde tenían que ir, llegaron a lugar lleno de casilleros.

"Realmente gracias por decirme como era mi padre a mi edad... no nos parecemos mucho la verdad."

El hombre tan solo asintió, y fue a buscar un casillero.

"Cuando quieras saber más, encantado de decirte, Katsumoto... bien, este esta sin ocupar y sin un código aun, es el número 13, mañana lo puedes configurar, es fácil de entender."

Apunto a un casillero, el miro asintió antes de volver a mirar enfrente. Donde una puerta cerrada estaba, tal vez los vestidores, y tuvo razón, era donde se cambiaría.

"Ya conoces lo básico, la zona de herramientas y otras cosas mañana las aprenderás, disfruta tu día libre, ayudante mecánico."

Katsumoto rápidamente le asintio la cabeza en forma de respeto. Volvieron no mucho después arriba, hablando de cosas triviales. Vio que se iba Katsumoto hacia las oficinas.

"(Es una mezcla de Mari y Tenko, es lo mejor... podría disfrutar mejor la vida si no es como su padre)."

Había visto mal que lo hubiera dejado tan solo con una cuidarora, ese chico necesitaba a su padre a su lado, y que hizo su padre, tan solo se alejo, aunque no sabía si eso era lo mejor. Lo había visto tan mal, volviendo a ser adicto al alcohol para calmar sus penas. No había superado las cosas malas de la vida, había aceptado huir que aceptar la realidad, pero el no podía hacer nada que más apoyarlo.

"(Se mejor que el, y enfrenta la realidad, Katsumoto)."

Las palabras que no se dijeron, pero algún el chico iba a comprender. Katsumoto llegó a las horas a su casa, ciertamente pensativo y hambriento, comió algo que tenia en el refrigerador.

"Es muy interesante saber de el... pero aun hay cosas cuales no comprendo, su actuar o la forma fría que es conmigo, tal vez tan solo quiso a mamá."

La mente de chico empezaba a estar ansiosa por que no era de ayuda saber más, si no era para más que pensar y buscar lógica alguna, pero así eran las personas, complejas al igual que el.

Etapa 1-2

El segundo capítulo listo, ayer y esta mañana lo acabe. Realmente está a mi me parece similar a shinji, pero más decidió, y mientras su padre parece Gendo Ikari, sinceramente tiene tintes de mejor padre que el monstruo de Gendo. Poco a poco verán en esta historia que no hay malos, si no personas grises.

Y por cierto, ahí les va la mini historia para más lore.

Mini historia:

La nieve cayendo al igual que las personas

Un hombre estaría bien abrigado, pero tan solo sin guantes en sus manos. Se había acabó de despedir de sus amigos, no hace mucho habían salido de la escuela. El se encontraba sentado en un banco en el parque, ahora completamente blanco y congelado, pero tampoco podía llegar tan pronto a casa, seguro su padrastro estaría ahí para molestarlo. Un hombre que no le caía muy bien, y menos sus hermanastros, unos completos cínicos que le quitaron a su madre.

"(Tan solo un año más para la universidad... ni si quiera se lo que haré, pero lo bueno escapare de casa y viviré en la universidad.")

Lo único que le alegraba que iba a pasar, por ya había intentado escapar varias veces, pero era de vuelto a casa por su padrastro, tenía muy buenos contactos en la policía al parecer.

"(Realmente ni si quiera me quiere, tan solo lo hace por mi madre... viejo imbecil.)"

Le tenia bastante rencor aquel hombre cual intento ser como su padre, pero no era, su verdadero había muerto en estas fechas de navidad, y ciertamente era un recuerdo amargo cual aún lo atormentaba después de tantos años. Saco una pequeña bebida, esta la iba tomado prestado o lo que decía el a robarle a su tío, ese hombre seguro que ni se molestaría, lo comprendía bien y lo apoyaba ciertamente en sus actitudes. Abrió la pequeña botella y la comenzó a beber, intentando aliviar sus penas con el líquido de esta pequeña botella. El calor se sintió, y poco a poco caía inconsciente en la bebida, la noche empezaba a caer y su cabeza se perdía en la nada, esta que la dejo vacía.

"No me moveré de aquí... hip, además me vendría bien un cobija de nieve arriba de mi."

Miro arriba y las cosas le daban vuelta, se sentía feliz, pero aún cayendo a quien sabe donde. Iba a cerrar sus ojos, esta que alguien más cálido que el calor de la bebida, le hablo.

"¿Tenko? ¿Que haces aquí? Es muy tarde ya."

Conocía esa voz y río un poco, era la chica de sus sueños, Mari Mikami, el se quiso levantar esta que se tropezó en la nieve, rápidamente Mari fue a su ayuda, ayudando a levantarse.

"No quiero ir a casa... no, no hay mucho que hacer ahí."

Mari era una chica delgada, pelo marron, en dos coletas, anteojos rojos en un sus ojos verdes azulados, la estatura de ella era de 1.65, a comparación de él que media uno 1.75. Vestia de ropa para el frío, pero ella si tenía guantes, y sintió mejor la calidez en su mano.

"Pero morias aquí si te duerme, ven, te llevare a la casa de tú tío... pero avísale a tus padres."

Mari conocía más o menos las situacion de Tenko con su padrastro y sus hermanastro, por eso pensó antes llevarlo con su tío, hermano de su padre.

"Lo se... pero me suele dar igual todo, aunque pensaba ir a casa en unos minutos mas, además el tío Kenichi no está en la ciudad, la tia Inko no me tiene del mejor sobrino y menos influencia para mis primos."

Río, y sabía que era verdad, intento caminar, estaba bastante mareado y cansado por este día tan largo. Mari lo tomo del brazo y le ayudo a caminar, desde hace mucho en esta temporada helada, este hacia esto, tomaba y buscaba perderse en el alcohol, ella siempre intento ayudarlo para llevarlo a su casa.

"El otro año fue lo mismo, ¿realmente no te das cuenta que solo te lastimas más? Tú padrastro y hermanos si te quieren, tan solo eres tú cual no lo quieres aceptar."

El tan solo negó, y se puso algo serio sobre eso, Mari lo noto mientras caminaban juntos.

"No lo creo... no es como mi padre ese hombre, mis hermanastros son buenos hermanos lo admito, pero no me gustan que me quiten a mi madre, ella se olvida de su primer hijo."

Era una conversación diferente cada año, sabía que esto venía de su corazón de Tenko, lo que sentía y pensaba realmente, ciertamente quería que mejorará mentalmente, pero tampoco se ayudaba mucho, tal vez por la edad de 17 años, el tiempo tan solo lo diría.

"Tienes un bonito rasgo, Tenko... no sueles juzgar a la gente como es, buscas llevarte bien a pesar que eres ciertamente rebelde, pero eso no lo aplicas a tu familia."

Escucho con la mirada sobre la nieve las palabras de Mari, alguien que le buscaba realmente apoyar y el la quería mucho por eso.

"Hazlo, Tenko...ayúdate a que saques ese rencor, puedes ser mejor persona."

Pero no sabía si eso era verdadero o falso, pero la tristeza lo hundia por eso. Este año sintió que caía como la nieve en el pavimento ¿pero el que podía hacer? Es lo que se preguntaba.

Fin de mini historia.

Curiosidades

Arthur Richardson

Año de nacimiento, 1958, un 11 de julio, en Reino Unido. Es hombre ciertamente táctico cual busca hacer lo mejor posible en su trabajo, actualmente siendo comandante de Fde, una división especial para misiones especiales de las naciones unidas o de externos. Es un hombre prodigio en lo militar, se unía al militar de Reino Unido, a su edad 22 entró en las fuerzas especiales y luego fue los 25 fue reclutado en la Fde, ascendiendo rápidamente esta ahora llegando a ser Comandante.