Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
La miel y el mazo
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Gobber podía ser muchas cosas. Era un gran y legendario guerrero vikingo ya retirado, un habilidoso talentoso herrero, un peculiar pero diestro tutor y por supuesto, un fiel y buen amigo. Pero había algo que definitivamente Gobber no era, y eso era ser la niñera de un bobalicón, demente, pretencioso y con terribles gustos destructivos.
El herrero había hecho lo posible para cumplir la orden de Hiccup y hacer lo que estuviera en su poder para distraer a Dagur en su maniática cacería detrás del zippleback de los gemelos Thorston, pero incluso para él era un tarea casi titánica, en especial cuando se habla de la cabeza dura de piedra de Dagur the Derange.
Gobber intentó cuanta idea desesperada que pasó por su cabeza. Probó disuadir al muchacho sin ningún éxito, distraerlo con peligros inexistentes en el bosque o inclusive tentarlo con algún objetivo más interesante por cazar. Pero nada distrajo a Dagur de su objetivo; incluso con cada intento del herrero, el líder berserker perdía los estribos, si eso a caso era posible.
Entonces el hooligan tuvo que cambiar drásticamente la estrategia. Trató de engañar la caravana de cacería berserker a un camino sin salida en el bosque, pero el rastreador de Dagur tenía un buen olfato e instinto para ser engañado tan fácilmente. Gobber no vio otra alternativa que deshacerse de éste forzándolo a oler su bota sudada, y aunque causó el vomito incontrolable del rastreador y otro cinco rudos guerreros, Dagur no perdió el rastro de la pisadas del dragón en la suave arena.
Desesperado, Gobber probó su último recurso:
–Sabes Dagur –comentó el herrero pegando su hombro al ya por sí irritado líder berserker –, has crecido mucho desde la última vez que visitaste Berk. Ya debes de ser todo un hombre –lentamente cruzó su dedo índice por la áspera armadura de Dagur –. Pero tal vez existan cosas "secretas" de un guerrero que te falten por conocer –agregó casi en susurro mientras le guiñaba coquetamente un ojo.
Dagur no disimuló en lo mínimo su desagrado ante el comentario de Gobber, y por suerte para éste último, el berserker estaba lo suficientemente choqueado para responderle o golpearlo; así que simplemente, lo arrojó con violencia al suelo antes de continuar con su cacería del dragón en la dirección correcta.
–¡Por la barba peluda de Odín! –escupió Gobber escandalizado golpeando con su puño y mano falsa el suelo–. Será mejor que advierta a Hiccup –dijo para sí antes de ponerse de pie y correr a la aldea lo más rápido que su pata de palo le permitió.
Solo esperaba que el chico pecoso hubiera tenido más suerte que él y conseguido el apoyo de los Thorston para controlar al zippleback.
Algo que no llegaría a descubrir, ya que tan pronto cruzó la orilla de la aldea cerca de la costa reconoció en la bahía las naves de sus compatriotas, ancladas junto a la armada berserker.
–¡Hijo de changewing! –blasfemó el herrero casi tirándose los escasos mechones rubios que le quedaban en la cabeza. Se preguntó mentalmente, cuánto tiempo tendría para advertirle a Hiccup de la llegada de su padre.
–¡Gobber! –escuchó el inconfundible bramido de su amigo y líder a sus espaldas, provocándoles un leve respingo. Definitivamente no tenía más tiempo –. ¡¿Qué significa esto?! –preguntó indicándole la armada visitante en el muelle.
–¡Stoick! –dijo el viejo guerrero alegremente extendiendo sus brazos –. ¡Ya han regresado! ¡Y como veo, han podido encontrar a Mulch y Bucket! –agregó rápidamente cuando se percato de la presencia de los dos vikingos perdidos, así como el resto de los guerreros hooligans detrás de su lídemientras subían el camino principal del puerto a la aldea –. ¡Sabía que lo lograrías, ya que eres un excelente jefe! ¿Y sabes qué más? Te ves más delgado.
–Gobber –le regañó Stoick con las manos en su cintura y una mirada penetrante –, sabes muy bien que la miel y el mazo nunca te ha resultado. Eres pésimo mintiendo. Ahora puedes terminar tu charada y decirme: ¡¿Por qué que hay una armada berserker en mi costa?! ¡¿Y donde están mis hijos?!
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–¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¡¿Por qué?! ¡Nooooo! –bramó Tuffnut sujetando su cabeza –. ¡No pueden hacerlo eso a nuestro dragón! ¡Son tan solo un pobre e inocente dragón de media tonelada! ¡Ellos no le han hecho daño a nadie! ¡Nunca hubo testigos! ¡Ellos merecen el mundo! ¡No ser cazados como animales, maldita sea! –cayó al sueño de rodilla y comenzó a golpear el frio suelo de roca del túnel con su puño –. ¡Maldigo a los dioses por tal castigo! ¡Noooo! ¡Castíguenme a mí en su lugar! ¡Yo soy el pecador! ¡Yo lo soy! ¡¿Qué haremos sin ellos?! ¡Tendremos que… caminar! ¡No! ¡Yo no puedo caminar! ¡No tengo piernas, no tengo piernas! –gritó de ultimo completamente exasperado indicando sus extremidades.
Pero antes de que pudiera continuar con su descabellado monologo, su hermana gemela lo tomó del cuello de su túnica y lo levantó a su altura para propinarle una sonora cachetada con el dorso de su mano.
–¡Reacciona, hombre! –rugió ella sacudiéndolo un poco –. ¡Puedes quedarte aquí lamentándote como una niñita o puedes hacer algo para salvar a nuestro dragón! Además… –agregó soltando su fuerte agarre, para solo posar sus manos en los hombros de su hermano – yo estoy contigo.
Ambos gemelos rubios compartieron una sonrisa antes de darse la mano y chochar mutuamente sus cascos.
–Ahora ¿Qué? –la chica volviéndose hacia el resto de sus amigos que continuaban semi-ocultos entre las sombras de aquel túnel.
–Tenemos que evitar que Dagur mate a Barf y Belch –sentenció Hiccup con firmeza.
–Bahhh, eso lo obvio –soltó Snotluot rodando los ojos, lo que pronto fue reprimido por un puñetazo de Astrid a su hombro–. ¡Auch!
–No separaremos –continuó Hiccup ignorando la interrupción –. Honey. Tú, Fishlegs y Snotlout vayan en busca de nuestros dragones –ordenó dirigiéndose exclusivamente a su hermana –. Los necesitaremos como refuerzo…. y lleva a Eggingard contigo –agregó al ver a la chica de las tribus del norte jugando con su antorcha.
Sin hacerse esperar, Honey y Fishlegs acataron la orden de su líder de inmediato. Tomaron ambos a Snotlout de los codos y lo arrastraron fuera del túnel en busca de sus dragones, seguidos muy de cerca por la pequeña en piel de osos polar.
El resto de los jinetes que quedaron en aquel frio y húmedo túnel, los contemplaron marcharse en silenció. Pero una duda seguía sin ser contestada.
–Pero ¿Cómo detendremos a Dagur? –preguntó en esa ocasión Astrid, obteniendo finalmente respuesta de parte de Hiccup.
–De cualquier forma posible –dijo éste –. Aunque eso signifique revelar nuestros dragones ante él.
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Estaban decididos y dispuestos, pero aún así no era una medida sencilla que tomar. Sí, los vikingos de Berk habían logrado la paz con los dragones e incluso los habían integrado a su vida diaria; pero no era un sentimiento compartido por el resto de las tribus del archipiélago barbárico. Solo con recordar que la fuerza en la unión entre vikingos y dragones tentaba a Alvin en invadirlos, o en el caso de Dagur que deseaba probar su valía matando a uno.
Eso generaba una gran duda: ¿Cómo reaccionaría los demás vikingos al nuevo estilo de vida en Berk? La probabilidad que la respuesta resultara desastrosa, era lo que inclinaba a jefe Stoick a ocultar los dragones ante otros.
Y Hiccup, en su primer mandato como líder suplente de Berk, estaba por correr ese riesgo. Las implicaciones podían ser monstruosas.
–¡No quiero sonar aguafiestas…! –soltó Tuffnut mientras él, su hermana gemela, Astrid y Hiccup corrían por la aldea en dirección al bosque.
–¡Tú siempre eres el que las arruina! –comentó Ruffnut sin si quiera detenerse.
–¡Buen punto! –aceptó su hermano indicándola con su dedo índice –. ¡¿Pero qué vamos a hacer ahora?! –de nuevo preguntó.
–¡Primero hay que localizar a Dagur! –contentó Hiccup haciendo lo posible de mantener la marcha a pesar de su pierna falsa –. ¡Esperemos que aún no haya localizado a Barf y Belch! ¡Una vez en el bosque, Astrid tendrás que seguir su pista! ¡Ella es la mejor rastreadora de todos! –agregó dirigiéndose específicamente a la rubia a su lado.
–¡Enterado! –aceptó ésta con una gran sonrisa.
–¡Solo roguemos a los dioses que otra cosa no salga mal! –dijo el muchacho pecoso cuando habían pasado la choza de los Stvensons y ya podían distinguir la línea divisoria de arboles frente a ellos.
–¡HICCUP!
El rugido que retumbo por toda la aldea alcanzó fácilmente a los muchachos que la había cruzado a toda velocidad. Como si el llamado fuera dirigido a cada uno de ellos, los cuatro chicos clavaron sus talones en la tierra y frenaron en seco justo antes de llegar los primeros arboles del bosque.
Pero solo el gemelo Haddock fue el único en llevarse las manos al corazón.
–Hiccup ¿Estás bien? –le preguntó Astrid preocupada por su pálido semblante.
–Creo que acabo de sufrir un pequeño infarto…
–¡Hiccup! –los cuatro se volvieron para toparse nada menos con la gran masa de músculos y bellos faciales que era su líder Stoick the Vast, acompañado de cerca por Gobber, Mulch y Bucket.
–¡Papá! ¡Ya volvieron! –sonrió Hiccup extendiendo su brazos hacia su progenitor –. ¡Y encontraron a Bucket y Mulch! ¡Sabría que lo conseguirían, ya que eres el mejor líder que puede tener ésta isla! ¡Y mira! ¡También parece que bajaste de peso! –continuó con su alago ignorando completamente las señales que Gobber trataba de advertirle desde atrás de Stoick.
–Bueno, ya me diste la miel –admitió el gran jefe vikingo con un suspiro y posando su gruesas manos en su cintura –. Ahora dame el mazo, Hiccup.
–Papá… yo… –ante la penetrante mirada de su padre, el pobre chico pecoso tartamudeo. Todos somos consientes de los problemas de confianza que enfrentaban padre e hijo desde el principio de ésta historia, y por ello y más, no resultaba fácil para Hiccup admitir que podría haber decepcionado de nuevo a su padre a pesar que la mayoría de sus problemas en que estaba envuelto, no eran su culpa.
Aún así, Hiccup se armó de valor y comenzó a recitar sin tomar ningún respiro entre sus palabras, todo lo que había sucedido en la ausencia de su padre: los problemas con los chicos, la falta de cooperación de los gemelos, la llegada berseker, la cacería de Barf y Belch. Una vez que había empezado, resultó mucho más fácil para el chico abrirse.
Y solo los dioses sabrían si él podría con las consecuencias que vendrían después de sus palabras.
–… y eso es todo lo que ha pasado en tu ausencia.
Por uno breves segundos en los que a Hiccup y al resto de los presente, parecieron eternos; Stoick solo permaneció callado, inmutable con sus ojos verdes clavados en la delgada figura de su hijo. Todos contuvieron el aliento hasta que finalmente dijo con calma y una sonrisa:
–De acuerdo.
–¿De acuerdo? –repitieron todos sin poder creerlo.
–Dime, ahora –Stoick se inclinó hasta que su rostro quedó a la altura del de su hijo – ¿Cómo piensas resolverlo?
–¿Eh?... no esperaba esa clase de pregunta…
–Ya debes de tener un plan. Tú estabas a cargo durante mi ausencia después de todo.
El gemelo Haddock podía asegurar que había algo extraño en la mirada de su padre, completamente a la desesperación, frustración y/o miedo, que había sido testigo en el pasado. Era casi como si lo estuviera retando… o cuestionándolo…
–Ehhh…. Bien, lo admito –dijo el chico levantando las manos en sumisión –. No tengo plan, pero eso no significa que no haré nada para impedir que Dagur lastime a un dragón. Y estoy dispuesto a enfrentar lo que venga, incluso si eso significa una guerra con los berserkers –por último se volvió a sus amigos que se encontraban parado junto a él en ese momento –. Además… sé que no estoy solo.
Una gran sonrisa se dibujo en los labios de su padre con esa respuesta.
–Lección numero uno de un líder: debes admitir que no puedes con toda la carga tú solo –dijo éste al enderezarse –. Su gente es primero para un líder, pero su líder es primero para su gente.
La mirada de admiración y aprobación que Stoick le dirigió a su hijo, hizo que el corazón de éste diera un vuelco en su pecho. Eso lo hacía sentirse más fuerte e invencible.
Ya que tenía su apoyo.
Pero tan bello momento se arruinó cuando un clamor a sus espadas, que hizo que todos los presentes se volvieron en dirección del bosque, y así presenciaron con horror al joven líder berserker postrado en lo alto del pobre cuerpo de Barf y Belch, que era arrastrado por los seguidores del muchacho dentro de una red fortificada.
Los gemelos Thorston se llevaron sus manos a sus bocas para contener un grito de terror ante los lastimeros chillidos de su pobre zippleback.
Estaban por correr en su socorro, cuando Stoick avanzó hacía los recién llegados, regio como lucía ante las amenazas.
–Papá –lo llamó Hiccup en vano.
–¡Dagur! –dijo Stoick en cambio dirigiendo al joven berseker.
–El viejo Stoick the Vast –rió éste desde la cima de sus trofeo –. Llegas a tiempo para la firma del tratado de paz que estoy por escribir… en sangre de dragón –indicó con su espalda, antes de redirigir su punta al cuerpo atrapado del reptil bajo sus pies.
Todos contuvieron el aliento,
–¿Tú papá no va dejar que mate a nuestro dragón? –preguntó Tuff aterrado sujetando a Hiccup de un brazo –. ¿Verdad?
–Confíen en él.
–Espera un momento, Dagur –bramó Stoick. –. No puedes matar a ese dragón.
–¡¿Qué?! –gruñó el muchacho berserker frunciendo el ceño –. ¡¿Cómo te atreves a detenerme?!
–Estas en Berk. Y como el gobernante de ésta isla, debo exigir mi parte de botín. Ambos mataremos el dragón, juntos.
Chan chan chaaaannnn….
Estamos a un capitulo para terminar esta aventura e iniciar con la siguiente. Será el final de lo que serían los capítulos "Riders of Berk", así que hagan sus teorías de que incluirá la última aventura de ésta sección. Pero iré advirtiéndoles, será mucho más dramático que éstos últimos capítulos.
Y aquellos que no lo he hecho, quiero invitarlos nuevamente a que visiten el nuevo blog dedicado a este fic como a todo lo relacionado a "How to train your Dragon". Ahí publico reseñas, comentarios, información, mitologías y mucho arte. También hay adelantos de los próximos capítulos.
Por favor den una vuelta al blog, puede buscarlos en Tumblr como dragonstwinstory.
Hace poco reseñe el mini-comic de Titan "Dragons: Jinetes de Berk. Queen of the Hill"
Y sin decir más me despido, nos vemos en el siguiente capítulo.
Saludos
