Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.

No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.

El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.


DRAGONS: A Twins Story

Cría cuervos… (parte 3)

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–…después de la victoria sobre Roma de Bjorn Ragnarsson, era evidente que el imperio de las tierras natales se habían extendido hasta el punto donde no era posible sostener más a la población creciente. El rey vikingo Ragnar Lodbrok no tuvo otra opción que mandar viajeros por diferentes lares en busca de nuevas tierras para colonizar….

–Prufffff….

–… algunos de miembros de la misma familia real formaban parte de éstos grupos y justamente fue Brugg the Wild, aquel marcaría el rumbo a lo que ahora conocemos como archipiélago barbárico…

–Prufffffff…

–… pero también sería…

–Prufffffffffffffff…..

–… el primer rey del Wilder West….

–Prufffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffffff…

–¡Tuffnut! –gritó Honey a todo pulmón dando una fuerte palmada contra la mesa de madera delante de ella. Un salón de clases improvisado en la academia de dragones era el escenario de aquella pantomima fracasada de educación que intentaba la joven llevar a cabo.

Ambos gemelos Thorston se encontraba a contra cara de la chica pecosa en sus respectivos pupitres alterados de barriles por asiento y escudos de mesas.

Ante el alarido de Honey, Furry que dormía plácidamente a sus pies se levantó de golpe con un gruñido, a lo que una parvada de cuervos posados en las rejas de la academia graznó en respuesta, y Barf y Belch, escondidos detrás de los gemelos, agacharan la cabeza con leve temor.

–Pruffff pruffff pruffff… –continuó el chico rubio mientras rayaba símbolos sin sentido en su pergamino.

–¿Por qué rayos estás haciendo…? ¿Por qué rayos está haciendo eso? –cuestionó la joven castaña mirando al gemelo sin poder entender lo que pasaba, para luego volverse inmediatamente a la hermana de éste buscando una respuesta coherente.

Ruffnut solo encogió los hombros.

–El Tuffnut… se encuentra aburrido –respondió el Thorston dejando caer sus brazos a los costados y su cabeza hacia atrás. Algo que su dragón imitó de inmediato.

–¿El Tuffnut? –soltó Honey sin dar crédito a sus oídos. Tratando de mantener la compostura, cubrió su rosto son sus manos en lo que apoyaba su peso en sus codos sobre la superficie de la mesa –. No quiero ni preguntar por qué carajos sigues refiriéndote a ti mismo en tercera persona.

–No sé quién es esa tercera persona pero "el Tuffnut" es… de puta madre.

De no ser por el increíble ambiente tenso a su alrededor, la expresión de estupefacción en el rostro de Honey hubiera resultado sumamente cómica.

–Por unos breves segundos considere seriamente el homicidio –dijo ella sin dirigirse a nadie en particular.

Furry junto a la chica, y aún taciturno, soltó un gruñido en aprobación.

–El Tuff ya está muerto de aburrimiento con esos… –insistió el gemelo – datos aburridos…

–Sí –lo apoyó su gemela golpeando también su mesa improvisada con el puño –. ¿Por qué debemos aprender historia?

–Es un castigo –explicó Honey con una sonrisa cínica –. Al parecer el querer hacer un discurso injurioso a Odín para la tercera noche del festival Borg no es la devoción adecuada que debe demostrar una vala según Gothi. Por eso debo sufrir.

–¡Al coño con eso! – masculló el gemelo rubio alzando sus brazos sobre su cabeza –. ¿Por qué el Tuff tiene que sufrir contigo!

–¡Yeah! –soltó Ruff.

Barf y Belch chasquearon sus mandíbulas.

–Su calvario se debe principalmente a que estuvieron atormentando a los prisioneros outcasts mientras se encontraban en el potro –les informó Honey sobándose las sienes con sus dedos índices.

–Dah –bufó Ruff –. El potro es para eso. Para hacerlos pasar un mal rato y se arrepientan de su maldad.

–Los torturaron día y noche que suplicaron morir.

–Tomate, jitomate –dijo el hermano de la rubia cruzando sus brazos sobre su pecho –. El Tuff no ve diferencia.

Honey se dejo caer sobre la mesa de madera desparramando sus pergaminos de historia por todos lados. Furry trató de consolarla con leves gruñidos, pero la chica ya estaba lejos de la salvación. La pobre gemela pecosa estaba cerca de perder la cordura ante los gemelos idiotas, los dragones indiferentes y los latosos cuervos sobre su cabeza que nunca se callaron.

La chica maldijo un millar de veces su suerte y por primera vez hubiera deseado haber intercambiado lugar con su hermano y estar en otra parte en ese momento. Aunque eso significara posar para una tonta pintura.

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En la soledad del gran salón se encontraba Hiccup parado y casi inerte, con la mirada perdida en una curiosa estructura frente a él. Toothless a su lado, posaba sus enormes ojos verdes en su jinete sin poder comprender que era lo tan interesante para mantener al muchacho como una estatua por varios minutos seguidos.

Después de lo que pareció una eternidad en soledad y silencio, las puertas del gran comedor se abrieron. El dragón de ébano se alegró de descubrir que era justamente Astrid quien se aproximaba a ellos. En cambio, Hiccup permaneció con la mirada perdida como si no hubiera habido interrupción alguna.

–Hola, Hiccup –dijo la chica parándose junto a él. Al no tener una respuesta inmediata, la rubia se inclinó hacia el muchacho para dejarle un sube beso en la mejilla.

Finalmente reaccionando, Hiccup soltó un débil:

–Ah, hola Astrid –mientras se llevaba la mano a la mejilla. Y como si no hubiera nada más que hablar, el chico retomó su deber de contemplar aquella tela y lo que se encontraba debajo de ella.

Toothless resopló en fastidio.

–No quiero parecer pedante –insistió Astrid percatándose de la situación, pero aligerándola con un leve sarcasmo –. ¿Pero qué hay de interesante en un pedazo de tela?

–Oh, ah, no es eso –balbuceó el muchacho –. Es… –soltó un respiro– es tan solo el nuevo retrato mío y de mi padre para el gran salón –explicó indicando la estructura que había estado contemplando hacía minutos antes.

Una vieja y arraigada tradición de Berk, era conservar una sección del gran salón para colgar diferentes artículos de orgullo para la tribu. Entre ellos había armas con una impresionante historia, tesoros recolectados de increíbles viajes, un premió arrebatado de un feroz enemigo, etc. Pero una sección de la pared en particular estaba destinada para colgar una colección de retratos pintados en escudos de madera, de los diferentes y numerosos líderes de Berk.

Estos se extendían desde los primeros hooligans en poner el pie en la isla, hasta el mismo Stoick the Vast y su difunto padre. Aunque aquel retrato no representaba un hecho verídico, ya que el abuelo de Hiccup había muerto mucho antes de Stoick alcanza la edad para posar en aquella pintura. Había sido un diestro dibujante el que había juntado a padre e hijo cuando la vida los había separado.

Pero regresando a la tradición, era un momento importante para un heredero, ya que el reconocimiento de su padre ante su tribu y la historia de la misma, que era un legítimo prospecto de líder vikingo con toda la aceptación que conllevaba.

–Esa es una buena noticia –comentó Astrid posando su mano en el hombro del muchacho –. No te ves muy emocionado por ello –agregó al contemplar el semblante de éste.

–No me mal interpretes, Astrid. Estoy feliz, hace mucho que estaba esperando el día, pero la verdad fue…

–Increíble, una experiencia inolvidable…

–Inesperado –admitió Hiccup encogiendo los hombros.

–Hiccup, la verdad no entiendo…

–Es muy importante que se inmortalice mi imagen con mi padre para la posteridad –explicó el muchacho señalando de nuevo el cuadro debajo del pedazo de tela –, eso demuestra mi lugar como el hijo de mi padre. Pero… mi papá no dejo de hacer tanto alboroto del mismo. Como si hubiera un segundo significado.

Y aunque ignoraba la razón, el gemelo pecoso estaba en lo cierto. Había razones por las que Stoick había recurrido al cuadro de padre hijo en ese justo momento. Desde que el cofre de Valka había egresado desde las profundidades del mar, Njord había torturado a Stoick por sus intentos de ocultar la evidencia. O al menos así lo veía reflejado en el rostro de tristeza y reflexión de su muchacho.

Nada lejano de la verdad, con excepción del verdadero motivo.

Por ello, aunado a Gobber y las habilidades misteriosas y artísticas de Bucket, confabularon para hacer algo que levantara el ánimo del muchacho. Y eso era el retrato de padre e hijo.

–Hiccup –Astrid soltó un suspiro –. Creo que estas sobrevaluando la situación. Tal vez tu padre solo está haciendo algo que siempre había querido que los hicieran juntos.

–Es probable que tengas razón –musitó el muchacho por primera vez desde su llegada enfocándose en algo más que la estructura delante de él, como la sonrisa y ojos azules de Astrid –. Debo de estar sobre analizándolo como lo he estado haciendo con todo últimamente: Toothless, los dragones, el cofre de mamá… –comenzó a enumerar en lo que frotó sus manos contra su rostro.

–¿Yo? –lo interrumpió Astrid con una picara sonrisa, aunque de verdad quería escuchar la respuesta.

–Los dragones no son lo único que pienso, Astrid –confesó el muchacho devolviéndole la sonrisa con un leve sonrojo. Ella no podía estar más feliz.

–Y ¿qué tal se ve? –preguntó ella con un sutil coqueteo, señalando la pintura.

–No lo sé. Mi padre decidió esperar al inicio del festival de Borg para presentarlo a la aldea.

–Eso quiere decir… ¿nadie la ha visto?

–Bucket lo pintó… –comenzó a explicar Hiccup, pero Astrid fue directo hasta la pintura y tomó el paño de tela que la cubría –. Wow… wow, Astrid ¿Qué estás haciendo? –dijo el chico levantando sus manos en un intento vago de detenerla.

–Solo voy a echarle un vistazo.

–Creo que esa no es la intención de esperar hasta… –las palabras del gemelo pecoso murieron en sus labios en lo que la rubia apartó el pedazo de tela de un solo tirón revelando la pintura debajo de ella.

Ante la mirada estupefacta de los tres presentes en el gran comedor, Toothless soltó un gruñido en cuestionamiento…

–Wow –dijo Astrid en ofuscación.

–Oh no –masculló Hiccup en decepción.


…Y te sacaran los ojos.

Hola una vez más

No di mucha información de este capítulo antes ya que en realidad pase unas semanas horribles. Me lastime la rodilla y las drogas para dolor no ayudan a la inspiración.

Tal vez este capítulo quedo más corto de lo que quería, pero hubiera tardado mucho más en publicarlo por mi pequeño problema de invalides.

Por cierto, creo que alguien me preguntó que si la Lightfury aparecería en mi fic y que nombre le daría. Definitivamente puedo decir que sí será parte de ésta historia ¿Cómo? No lo sé. Mucho de la tercera película no concuerda para el final que imagine. En cuanto al nombre: recuerdo que cuando se anunció la película, muchos fan compararon a la lightfury con Luna, una dragona blanca de la misma especie de Toothless en los libros. Así que si decido nombrarla, probablemente sea Luna porque me gustó.

Dato curioso: Bjorn Ragnarsson y Ragnar Lodbrok realmente existieron, y Bjorn si luchó contra los romanos. El resto lo invente.

Sin más que decir, les pido que por favor den una vuelta a mi blog, puede buscarlos en Tumblr como dragonstwinstory.

Les recuerdo que ésta historia se encuentra en proceso de ser publicada en Wattpad. A penas van los primeros capítulos, pero espero se ponga al día en el futuro. Además de una versión descargable en PDF en DeviantArt. En ambas paginas me encuentro con el mismo nombre.

Y sin decir más me despido, nos vemos en el siguiente capítulo.

Un saludo y abrazo a los nuevos seguidores.