Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.

No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.

El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.


DRAGONS: A Twins Story

Cría cuervos… (Parte 6)

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La choza de la curandera era una construcción relativamente nueva en la aldea de Berk. Por muchas generaciones, Gothi atendió a sus compatriotas hooligans en su propio hogar, en la cima de una empinada colina casi inaccesible a pie. Pero con el paso de los años, resultaba cada vez más difícil subiera a los enfermos por las escarpadas rocas, y la anciana era muy testaruda para querer bajar. Así que con la nueva instrucción de Honey como vala y curandera de la tribu, su padre mandó construir un lugar más adecuado para atender los enfermos.

Prácticamente era como una casa de un solo piso, pero mucho más larga y llena de camas. Honey se había asegurado de agregar al lugar varias cortinas de pieles para la privacidad del paciente y un almacén trasero para guardar todos sus ingrediente, así como un pequeño jardín para cultivar algunos; mientras que Gothi había sugirió erigir una escultura de la diosa Eira (madre de la sanación) en el centro de la construcción, aún a pesar de la quejas de la chica pecosa.

Fue justo ahí, en una de las camas donde el maltrecho cuerpo de la joven encontrada yacía inconsciente esperando por ser revivido por lo ungüentos y sales de las curanderas.

Todos los jinetes de dragones y Toothless (el más curioso de todos) se encontraban alrededor de la joven de cabellera negra como el plumaje de un cuervo, y piel pálida como la nieve

–Aún a pesar de los golpes y raspones –comentó Fishlegs examinado con atención las facciones de la chica –, es linda –agregó sin evitar sonrojarse.

Efectivamente, el rostro de la chica era delicado y hermoso, sus largas pestañas y sonrosada mejillas le daban un toque encantador a pesar de que gran parte de su rostro estaba cubierto por heridas.

–No tan rápido, Fishface –soltó Snotlout inmediatamente empujándolo a un lado –. Yo la encontré, ella es mía.

–Snotlout es una persona –se quejó Astrid empujándolo por igual –. No puedes poseer a una persona.

–Bueno, Astrid –comentó Hiccup desde el otro lado de la cama de la chica inconsciente –. Técnicamente el noventa por ciento del archipiélago difiere de ese pensamiento –le recordó con sutiliza, pero aún así se ganó un seño fruncido por parte de la rubia.

Era un hecho muy conocido por la mayoría de las tribus, donde resultaba normal la esclavitud; en Berk nadie era esclavo de nadie. Y era algo tan natural para los hooligans, que era fácil olvidar que era un pensamiento impopular.

–¿Dónde creen que venga? –preguntó Ruffnut levantando levemente las pieles que cubrían las piernas de la joven para ver debajo de ellas. Rápidamente, Hiccup puso su manos sobre la de ella para regresar las cubiertas a su lugar mientras a le negaba con la cabeza a al gemela Thorston.

–El Tuffnut piensa que pudo habrá salido del mar como Njord –opinó Tuff de la nada bastante pensativo.

Todos le dirigieron una mirada incrédula al gemelo rubio, pero al igual fueron incapaces de responder a su comentario ante su estupefacción por del mismo; al final fue una voz se detrás del Tuffnut la que rompió el silencio:

–Njord no salió de mar –dijo –. Es el dios del mar –los jinetes dieron un respingo antes de volverse a la dirección donde Honey había aparecido prácticamente de la nada. Tuffnut, quien había escuchado la vos justo detrás de él, dio un salto en lo que sujetaba su pecho en terror –. Pero creo que al menos pusiste atención en algo de las clases.

–¡No salgas de la nada! –se quejo Ruffnut exaltada –. ¡Asustas!

En cambio, la joven pecosa ignoró el comentario, rodeó la cama y a Toothless (el único que no fue afectado con su repentina llegada), para dejar un cuenco y varios vendajes en la mesita junto a la cama.

–Sí, al Tuff no le gusta –dijo el gemelo rubio refunfuñando como niño chiquito –. El Hiccup debe hacer que se detenga –agregó volviéndose al joven pecoso.

–Al Hiccup tampoco le gusta cuando lo hace –fue lo único que dijo éste con una gran sonrisa.

–Pues ya es tiempo que el Hiccup se acostumbre –fue la respuesta antipática de su hermana que recibió.

Ignorando la mayoría de las miradas de los presentes en la habitación, así como el aliento de dragón de Toothless detrás de su nuca, Honey empapó un pequeño trozo de tela en el contenido verdoso del cuenco, antes de comenzar a limpiar las heridas del rostro de la joven desconocida.

–¿Qué es eso? –preguntó Snotlout tapándose exageradamente la nariz ante la pestilencia del liquido verdoso del cuenco.

–Raíces de tubérculos con leche de yak –dijo Honey sin apartar sus ojos de su trabajo. Pero su semblante ceñudo indicaba que algo andaba mal con la chica de cabellera oscura.

–Esa cara no indica nada bueno –intuyó Ruffnut lanzando su comentario al aire.

–El Tuff piensa que su hermana greñuda tiene razón. Además, Honey se ve más acabada con esas ojeras.

–¿Pasa algo con ella? –interrumpió Hiccup rápidamente, previendo la posibilidad de que su hermana terminara asesinando al Tuff ante su mirada de pocos amigos.

–Sus heridas son demasiado extrañas.

–¿A qué te refieres? –preguntó Astrid a su vez.

–Miren estas marcas –comentó Honey indicando una particularmente grande en la mejilla izquierda de la desconocida. Todos los jinetes se inclinaron sobre la cama, apretujándose entre sí; incluso Toothless quería ser partícipe del momento –.Tienen similitud a las quemaduras, pero no son por fuego.

–Además parece tener la misma dirección de origen –señaló Fishlegs con uno de sus regordetes dedos.

Y para ser más oportuno el momento, la joven inconsciente… no lo fue más. Abriendo sus ojos lentamente, lo primero que se enfocó la mirada de la chica fueron los siete rostros apretujados de los jinetes sobre ella con peculiares y no agraciadas expresiones, y así, como el de un dragón escamoso y negro como la noche.

–¡Un… un dragón! –bramó la joven en pánico soltando patadas en todas direcciones. Una de ellas le dio de lleno a Tuffnut, derribándolo por completo. Las pieles de la cama salieron volando, cayendo sobre la cabeza de Fishlegs; así como también el cuenco de Honey que aterrizó en la cabeza de Snotlout –. ¡Es un dragón!

Toothless aterrado por el inesperado arrebato, se puso en posición de ataque y cargó un disparo de plasma. Hiccup y Astrid lo detuvieron a tiempo cerrando su hocico, obligándolo a tragarlo de lleno. Por suerte el night fury era uno de los pocos dragones capaces de resistir en sus entrañas el propio calor de su fuego, aún así eso no evitó que una leve estela de humo saliera de la fosas nasales de Toothless.

–Bueno, sí lo es –dijo Hiccup tratando de calmar la situación, con una sonrisa nerviosa y sin soltar la cabeza de su amigo dragón –. Pero no te preocupes, es inofensivo cuando no lo asustan sin previo aviso.

Toothless sacudió la cabeza liberándose de las manos que lo sujetaban y se apartó de la cama, arrepentido de su propia curiosidad.

En cambio, la pobre chica desconocida, permaneció prácticamente aplastada contra la cabecera de la cama, como sí de esa manera pudiera estar segura del dragón. Sus estilizados ojos verdes brillantes como las escamas de una serpiente, se humedecieron por sus controlables ganas de llorar.

–¿Dónde estoy? –preguntó tímidamente buscando con la mirada una respuesta entre los chicos a su alrededor.

–Estas en la isla de Berk –se apresuró a contestar Fishlegs con calma al quitarse las pieles de encima –. Te encontraron en una de las playas, inconsciente.

–¡Yo, yo te encontré! –se adelantó el joven Jorgenson –. Hola, soy Snotlout, tu salvador –agregó con un giño coqueto. Inmediatamente, Astrid le propinó un zape en la nuca, que provocó que Snotlout perdiera el equilibrio ante el brebaje derramado a su alrededor y cayera al suelo sin ninguna gracia.

–Mi nombre es Heather.

–Heather ¿Puedes decirnos que fue lo que te sucedió? –preguntó Hiccup tratando de tranquilizarla, la pobre temblaba más que un Uglitug en la tundra congelada –. ¿Qué destruyó tu bote? ¿Cómo terminaste inconsciente?

–Yo… yo no lo recuerdo.

–Es mejor que no te esfuerces por el momento –comentó Honey tratando de examinar nuevamente a Heather, pero la pobre reaccionó al contacto con un brinco –, tal vez recibiste un fuerte golpe en la cabeza y necesitas descanso.

–Entiendo, pero… –respondió ésta viéndose intimidada por los jóvenes a su alrededor. Frotó sus sienes en un intento infructífera de recordar – no puedo evitar tener la sensación de que olvido algo importante.

La chica cerró sus ojos con fuerza, en lo que captó la mirada expectante de los jóvenes jinetes; todos terminaron dando un brincó cuando Heather vociferó unos segundos después a todo pulmón:

–¡MIS PADRES!


Hola

Era mi intención que éste capítulo saliera la semana pasada, pero por desgracia eso no me fue posible. Así que ya lo tiene ahora. Recuerden que Honey está bastante desvelada, por eso su actitud de pocos amigos.

Y lo sé, todos están desesperados por ver celos. Pero denme tiempo.

Ya por ultimo los invito otra ve a visitar mi blog de Tumblr: dragonstwinstory. También es recuerdo que ésta historia se encuentra en proceso de ser publicada en Wattpad y además de una versión descargable en PDF en DeviantArt. En ambas páginas me encuentro con el mismo nombre.

Y sin decir más me despido,

Un saludo y abrazo a los nuevos seguidores y por los comentarios.