Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
Cría cuervos… (Parte 14)
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Las rodillas le temblaron en lo que continuó forzándolas a seguir corriendo, ambos efectos del terror que azotaba en su corazón ante la simple idea que asechaba en su mente.
El jefe vikingo olvido por completo que contaba con la compañía de un dragón que pudo fácilmente haberle ayudado a reducir la distancia a hacía su objetivo con un par de batir de alas, pero Thornado estaba al fondo en la lista de preocupaciones en ese momento. Tampoco Gobber, a quien se le dificultaba seguir la marcha con su incomoda pata de palo.
Pero debía de llegar… Stoick tenía que ver con sus propios ojos que los que sentía en su corazón y temía en pensamientos, no estaba sucediendo.
Aquel estruendo casi como un rugido proveniente de la montaña, fue como una llamada… una advertencia del bienestar de sus hijos.
Y los ecos no terminaban ahí, continuaron como suaves barullos a la distancia que pronto se volvieron gritos y algarabías con la cercanía.
Una colina más… un sendero más… un arbusto más…
–¡Rápido! ¡Tenemos que sacarlos! –los gritos desesperados e inconfundibles de Astrid Hofferson fueron los primeros en darle un retorcida a sus entrañas. En cosa de segundos, una voz dentro de la cabeza de Stoick intentó asegurarle "que todo estaba bien, no era tan grave como parecía".
Entonces fue cuando lo vio, un enorme alud de piedra, arena y roca, había bajado de la montaña y generado en el valle una pequeña colina de escombros. Los jinetes de dragones estaban ahí acompañados de sus bestias, cubiertos de tierra y polvo, dejándolos irreconocibles solo por la diferencia de estatura y complexión.
Eran tan solo cinco de ellos.
–¡Vamos! ¡Caven! ¡Podrían ahogarse! –los chillidos irritados de Astrid retumbaron en el valle, en lo que cavaba frenéticamente con sus manos en compañía de los dragones.
El aliento de Stoick murió por unos segundos, su corazón se detuvo y sus oídos se volvieron sordos. Con desesperación, los ojos verdes del jefe vikingo buscaron la fuente de su preocupación entre el bullicio y caos sin mucho éxito.
–¡¿Qué… qué ha pasado aquí?! –finalmente logró pronunciar las palabras advirtiendo de su presencia a los jóvenes jinetes.
Los cinco jóvenes y sus cinco dragones se volvieron hacía el jefe recién llegado con una expresión de terror que podría sencillamente perseguirlo en sus pesadillas por la eternidad. Fue todo lo que necesitó para convérsese de la verdad, de sucumbir a sus peores temores.
Sus hijos no estaban entre ellos… sus hijos habían quedado enterrados bajo roca y tierra.
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Hiccup despertó con un terrible dolor de cabeza y cada uno de sus huesos chillando de dolor, algo entendible después de una caída de varios metros de altura contra una superficie de roca maciza.
Débilmente, intentó levantarse pero todo le daba vueltas. Probablemente en algún momento durante la caída se golpeó en la cabeza, a pesar del esfuerzo de Toothless de protegerlo de todo daño.
Hizo un esfuerzo para enfocar la vista contemplar así a su dragón de ébano recostado y durmiente a su lado, tal vez cansado por el esfuerzo o de esperarlo a que regresara al mundo de los consientes en aquella cámara de roca en la que habían terminado.
¿Como sucedió esto precisamente? Sé que han de estarse preguntado; ya que efectivamente si recordamos la última vez que supimos de éste joven, escullido y problemático vikingo, estaba por abandonar un apretujada gruta en compañía de Heather y su dragón, y así llegaron a un pozo (que parecía sin fondo) que los condujo hasta una cámara profunda en la caverna que asemejaba a una cúpula abovedada, sin duda en la base de la colina.
Resultó que los demás jinetes que habían sido separados durante el derrumbe de la caverna, terminaron igualmente en aquella misma cúpula, dejando en claro que era la parte principal de las grutas que cruzaban el centro de la montaña de roca y piedra. El lugar idóneo para ocultar un tesoro, pues efectivamente así lo había hecho Hamish II; ahí se encontraba la última prueba que les había deparado a los aventureros (o idiotas) que se atrevieran a resolver sus acertijos.
Y justamente, Hamish II había preparado un reto más y uno sumamente peligroso: en el centro de la caverna abovedada habían un gran nido de Fireworms, pequeños y diminutos dragones de la clase stoker, parecidos a lagartijas, que no escupían fuego pero su piel podía calentarse a una temperatura que asemeja a la del sol (claro, en estándares paganos vikingos era un tipo de calor solo comparable al del astro solar). Su presencia en un espacio tan encerrado provocaba que el ambiente fuera pesado y sofocado.
En los extremos del nido había cuatro pilares, cada uno tenía sobre sí una pieza faltante de la llave que llevaban todo el día buscando. La última prueba consistía en elegir la pieza correcta dependiendo del material que estaba hecho y según indicaba el acertijo del mapa. Si se equivocaban algo terrible sucedería.
–El hierro es lo más fuerte –dijo Fishlegs indicando una de las opciones.
–Pero el hierro no es puro –indicó Astrid resolviendo al acertijo –, es el oro.
Y efectivamente estaba en razón la rubia, ya que cuando Hiccup tomó la pieza de metal duro dorada ninguna tragedia trajo consigo tal acto. Un largo suspiro de alivio fue exhalado por cada una de los presentes.
–Bien, eso fue… dramático –admitió Hiccup juntando la tres piezas que habían recolectado.
–¿Ahora qué? –masculló Snotlout alzando la voz. Y como si recibiera una respuesta a su pregunta, todo el techo de la caverna se sacudió violentamente anunciando otro derrumbe.
–¡Bien hecho, idiota! –le regañó Astrid furiosa ysoltándole un zape en la nuca.
–¡Ni siquiera grite tan fuerte! –se quejo éste.
Pero sus palabras fueron ignoradas ya que todos se encontraban enfrascados en imperiosa prioridad de no ser aplastados por cualquiera de las rocas que estaba por caer del techo sobre sus cabezas. Aunque como una broma trágica, el primer peñasco en precipitarse, cayó directamente sobre uno de pilares a los extremos del nido, activando así la trampa bajo sus pies.
Si la primera sacudida había sido de temer, la que siguió a continuación fue terrorífica. Poco a poco, las rocas comenzaron a caer en picada, dejando visible el cielo del exterior a la caverna. Los pequeños dragones ardientes aprovecharon la oportunidad para escapar por las aberturas entre los peñascos, evitando que los jinetes los usaran primero.
–¡Hay que escapar! –gritó Heather desesperada cubriéndose la cabeza.
–¡No jodas! –maldijo Ruffnut tomando a su hermano para usarlo de escudo humano.
–¡El Tuffnut es muy joven para morir!
–¡Nadie va a morir! ¡Solo debemos….!
Las palabras de Hiccup murieron en sus labios cuando el piso bajo sus pies colapsó dejándolo a la merced del vacío. Astrid reaccionó rápidamente y alcanzó a tomar la mano del chico antes de que cayera del todo; pronto, Honey apareció a su lado para ayudarle.
Pero la suerte no estaba de nuevo de su lado, ya que otro peñasco cayó precipitándose directamente hacía la rubia. Heather reaccionó de inmediato y la empujó a un lado alejándola del peligro, por desgracia en el movimiento y la caída estrepitosa de la roca, hizo que tanto la morena como los gemelos pecosos, cayeran por la gran abertura del suelo.
Antes de que la caverna terminara de derrumbarse, Toothless y Furry se lanzaron en picada al abismo detrás de sus jinetes, mientras el resto tuvo que huir a regañadientes por las aberturas del techo.
De ésto, Hiccup no tenía conocimiento, ya que lo último que recordaba era caer en una negrura abismal, casi como una pesadilla o como el terrible recuerdo de cuando derrotó a la Red Death.
–Mi cabeza – se quejo el muchacho en la quietud de la caverna, mientras una y otra vez se sobaba las sienes. Tragándose las nauseas, Hiccup logró ponerse de pie poco después, para luego acercarse a su fiel dragón y así tratar de despertarlo –. Vamos amigo ¿Estás bien? –le dijo sacudiendo su ala negra –. Despierta –con una sacudida más enérgica, los ojos de night fury se abrieron de par en par revelando su iris verdoso brillante –. Eso es gran lagartija –dijo el chico con más calma al verlo levantarse y sacudir su cuerpo como si fuera un cachorro remojado.
Ya con su buen amigo de pie, el joven pecoso se aproximó a su hermana quien gemía levemente entre sueños. Fue una pena que tuviera que despertarla, después de tanto tiempo que había intentado ésta conseguir dormir.
–Honey… –la llamó al sacudir su hombro –. Honey, despierta.
–¿Qué pasó? –fue lo primero que logró articular ésta mientras se levantaba, igual o más desorientada de lo que estuvo su gemelo.
–Nada importante –le contestó éste con sarcasmo–, solo la montaña se desplomó sobre nuestras cabezas y luego caímos por un agujero.
Su comentario nunca obtuvo una respuesta, ya que la tercera persona en aquella caverna comenzó también a dar señales de vida.
–Arg… –se quejó Heather logrando ponerse de cuclillas.
–Heather ¿Te encuentras bien? –le preguntó Hiccup en lo que ayuda a su hermana a levantarse del piso, por suerte Furry ya se encontraba de pie listó para dar un apoyo extra a su jinete.
–Eso creo –musitó la joven de cabellera negra con la voz rasposa –. ¿Dónde estamos?
–Lo más probable es que en las profundidades de la caverna –intuyó Honey examinando sus alrededores.
El pequeño espacio donde habían despertado, les dejo claro la suerte que corrieron durante su caída, ya que sus alrededores estaban cubiertos de roca y escombros, dejando la pequeña cueva muy reducida.
–¿Creen que los demás se encuentren bien? –volvió a preguntar la morena sacudiéndose la tierra de su falda.
–Eso espero –admitió Hiccup sin atreverse a pensar lo peor que pudo haberles pasado a sus amigos de no haber logrado escapar a tiempo.
–Sea como estén –dijo Honey –, debemos encontrar una salida. ¿Qué sucede muchacho? –agregó dirigiéndose solo a su howl que rebuscaba imperceptible para ellos entre las grandes rocas.
Furry andaba por un lado a otro, olfateando con su gran morro probablemente un aroma familiar o:
–Creo que detectado algo –aseguró Hiccup animado ante el comportamiento y lenguaje corporal de dragón –, tal vez el aroma del exterior – y su interpretación resultó correcta cuando el dragón peludo movió una roca bastante pesada a un lado de entre de los escombros, dejando suficiente espacio para pasar su cuerpo –. ¿Lo seguimos?
Respondiendo a sus palabras, Toothless fue el siguiente en adentrarse por la grieta. Una vez que su cola desapareció de otro lado, su rugido característico dejó claro a los vikingos que era seguro cruzar.
Aquella abertura dio con un pasadizo entre las rocas que por milagro de los dioses había logrado permanecer intacto a pesar de los derrumbes. Los dragones marcharon por este largo corredor de roca delante de los tres jóvenes, probablemente percibiendo el sutil aroma del exterior.
La caminata se alargó al menos por otros quince minutos, lo que llevó a Hiccup preguntarse qué horas del día podrían ser. No tenía idea de cuánto tiempo se estuvieron inconscientes, así que era altas las posibilidades que la mayor parte del día había pasado e incluso, la noche. Solo esperaba que su padre no fuera a enfurecerse demasiado por abandonar (sin intención) la inauguración del festival de Bork.
Aquel pensamiento de culpa le resultaba como una punzada en su pierna incompleta, que pronto se percató que en realidad se debía algo que iba en su bolsillo de su piel de oso y constantemente chocaba con su muslo al caminar.
–¿Qué es eso? –le preguntó Honey al verlo extraer de su bolsillo unos pedazos de metal.
–Son las piezas de la llave –respondió Hiccup mostrando a ambas chicas aquellos artefactos que había obtenido a lo largo del día. Una vez que estaban juntas parecía que encajaban unas con las otras –. Creo que si las giras de esta manera y pones la última así… listó, forman una sola.
Las tres piezas unidas hicieron un leve click cuando fueron colocadas correctamente, formando un pequeño círculo de filigrana, mucho más pequeño que un plato. Lo curioso era que en el centro, el metal concordaba de tal manera que formaba una figura muy conocida para ellos.
–Parece el símbolo de los esclavos –indicó Honey haciendo una pausa en la marcha hacia la salida. Y estaba en correcto; la imagen en el centro de la llave era indiscutible la "S" de dragón que solía marcar los cuerpos de esclavos. Una que recordaban claramente de la frente de Eginggarde.
Solo con un péquela diferencia. Un segundo símbolo se distinguía sobre la cabeza del dragón, algo parecido a una corona.
–Curioso –señaló Heather uniéndose a los gemelos –. ¿Qué tiene que ver eso con el tesoro de Grimbeard The Ghastly?
–El último rey del Wildest West fue quien promovió la esclavitud en archipiélago –le informó la chica castaña.
–Mira, se abrió algo en el centro –indicó la morena señalando una pequeña abertura que se había abierto al momento que había sido armada la llave justo en el centro y en la parte posterior.
–Un compartimiento secreto, porque no me sorprende –dijo Hiccup irónicamente. Introduciendo su largo y delgado dedo, sacó de la rendija un diminuto pedazo de papel que no tardó en leer en voz alta –: Tú que has descifrado mis rimas y sin ninguna desidia; con una llave ha sido premiado y la verdad se te ha otorgado; el tesoro es éste archipiélago salvaje, cada rincón hasta sus márgenes. Bajo el escudo, todo en uno.
Toothless y Furry, quienes había estado atentos a las acciones de los humanos cuando estos dejaron de seguirlos, se volvieron sobre sus espaldas y comenzaron gruñir a algo, tal vez invisible, que comenzaban a percibir desde el otro extremo del pasadizo.
Pero sus advertencias pasaron desapercibidas por los jóvenes.
–¿Qué quiere decir eso? –inquirió Heather sin comprender el poema.
– No lo sé –admitió el gemelo pecoso confundido –. Esta rima es diferente a las del resto del mapa, no hay indicaciones, es como si toda la búsqueda fuera solo por la llave… la llave de la verdad. ¿Pero la verdad de qué?
–"El tesoro es el archipiélago" "Bajo el escudo, todo en uno" –sugirió Honey –. ¿Es una metáfora de que debemos permanecer unidos? ¿Qué el archipiélago es un solo pueblo y ese es el tesoro y la verdad?
–Pues eso sería un tesoro muy aburrido –dijo una cuarta y sucia voz que resonó en aquella caverna dejado claro a los chicos que no estaban solos.
Hola a todos, lamentó mucho la larga espera pero de verdad varias cosas se atravesaron y no pude escribir Twins durante todo el mes de enero. Y luego tuve que volverme a empapar con lo que había escrito ya y de la lluvia ideas a lo que quiero llegar, y me di cuenta de varios errores terribles que estaba por cometer y otros leves que hice a lo largo de esta aventura. Me di cuenta que estaba comenzado a escribir exactamente lo que sucede en la serie y solo parecía que había pegado escenas de diferentes capítulos en uno, además que la preocupación de Hiccup de que Toothless es el único de sus especie estaba de más, como los recuerdos de Stoick los comencé a agregar muy tarde.
Creo que eso detalles los corregiré para cuando edite los capítulos para Wattpad y DeviantArt. Pero por desgracia, en fanfiction lo dejare así. Por favor hagan caso omiso de mis equivocaciones.
Les recuerdo que ésta historia se encuentra en proceso de ser publicada en Wattpad y además de una versión PDF en DeviantArt. En ambas páginas me encuentro con el mismo nombre. Además ésta historia tiene su propio blog en Tumblr: dragonstwinstory, que contiene reseñas, comentarios y fanart, y doy adelantos de los próximos capítulos.
Eso sería todo por el momento y de adelantado les deseo un feliz año bisiesto, que es el cumpleaños de nuestro vikingo favorito.
Abrazos.
