Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
Cría cuervos… (Parte 17)
-o0o-
Una vez que la barcaza atracó en la isla outcast, inmediatamente Hiccup, Honey y Mildew fueron arrastrados fuera de ella a maniatados, separándolos de Toothlees y Furry. El misterio de lo que sucedería con sus dragones, quedo como una preocupación extra en las mentes de los chicos, conjunto a la de su propia seguridad.
Savage condujo a los prisioneros por las grutas y largos corredores de piedra que conformaban la isla. En realidad esta estaba lejos de ser lo que se imaginaban, ya que al parecer la superficie era muy peligrosa y desolada, que los prisioneros tuvieron que adaptarse a vivir en cuevas y cavernas debajo de la superficie.
Solo aquellos que habían puesto un pie en ella sabrían que esas grutas eran sumamente antiguas, la mitad de ellas resultaban ser naturales, mientras el resto había sido productos de trabajo forzado y tallado lento de la roca por generaciones de prisioneros. Pero como la idea de la isla era que sus habitantes no fueran capaces de salir, dejaba claro el desconocimiento de la terrible vida que se llevaba a cabo en esta.
Al final de cuentas lo que ocurría en la isla no era del interés de nadie. Era un lugar prohibido que fue designado para convertirse en prisión de los criminales y traidores debido a sus pésimas condiciones y recursos naturales. Mucho antes de que fuera bautizada como el hogar de los outcast, el lugar ya tenía la fama de ser un inhóspito, maldito y desagradable lugar que se debía evitar a toda costa.
Ahora los hijos de Stoick se encontraban atrapados en ella, siendo prisioneros del traidor más grande del archipiélago barbárico.
Sus captores los condujeron por corredores y corredores sumidos en la penumbra a pesar que el sol había salido en el exterior, mostrando a los gemelos las terribles condiciones en que vivía muchos de los prisioneros y algunos pobres dragones que habían sido atrapados por ellos. Era una imagen increíblemente triste y deprimente.
Finalmente llegaron a su destino, una enorme sala circular que parecía encontrarse más cerca de la superficie ya que contaba con un par de ventanas. En una de ellas, un cuervo gigantesco y negro como la noche graznaba ocasionalmente, mientras la escasa luz se colaba por el agujero tallado en la roca. Aún así las sombras reinaban en la habitación solo siendo amortiguadas por una fogata contigua a una enorme y toscamente mesa tallada de madera oscura.
Recargado en sobre la ella y dando la espalda a la entrada principal de la habitación, se encontraba la enorme masa de músculos, sudor y vello facial que era Alvin the Treacherous. La presencia de los recién llegados no requirió ser anunciada, ya que el bandido y los secuaces que lo acompañaban se volvieron pronto hacía ellos como sí ansiosamente los estuvieran esperando.
–Bienvenidos sean –los saludó Alvin extendiendo los brazos como si los recién llegados fueran familiares lejanos –, a mi humilde morada. Savage, no seas grosero y ofréceles bocadillos a nuestros invitados.
Una macabra carcajada se apoderó de cada uno de los outcast en la habitación, en lo que Savage aprovechaba para obligar a Hiccup, Honey y Mildew a arrodillarse frente a su líder.
–Alvin –lo llamó Hiccup desafiante –. ¿Dónde están nuestros dragones?
El greñudo outcast no respondió de inmediato, en cambio apoyó su mano en la mesa, en lo que negaba con su dedo índice y su cabeza.
–Error, Hiccup –dijo con voz burlona –. Son mis dragones ahora.
Otra carcajada retumbó en la oscura habitación en lo que el cuervo en la ventana graznó con fuerza.
–Sí, sí, ya tienes lo que querías –gruñó Mildew interrumpiendo la diversión de los bandidos–. Cumplí con mi parte de trato. No tengo por qué estar aquí maldita seas –trató de levantarse, pero fue detenido por un puntapié de Savage directo a las rodillas, obligándolo a permanecer en suelo.
Alvin contempló todo con una fría mirada que resultaba más filosa que a hoja de una espada. El outcast se alejó de la mesa para quedar justamente delante del desagradable anciano.
–Mildew, siempre será un maldito infeliz ¿verdad? –le dijo.
–Mira tú reflejo, Alvin.
–Ah, yo sé bien quién soy –Alvin apoyó una rodilla en el suelo frente al anciano para quedar a su altura visual –. Tú eres aún el que te sigues viendo como un miembro de la tribu, cuando no eres diferente a mí. Eres un traidor como nosotros –agregó indicando a los demás outcast en la habitación.
Por un momento los ojos del viejo cascarrabias demostraron aflicción, para luego volverse a los gemelos Haddock que lo contemplaban con más desprecio y terminar en el cuervo mirada muerta que parecía traspasar su alma. Por un breve segundo su arrugado rostro dejo en claro que entendía las implicaciones de lo que había hecho, antes de recuperar nuevamente su actitud testaruda y bramar:
–Me trajiste para hablar conmigo, ya lo hiciste, ahora me iré de aquí.
–No tan rápido, saco de huesos –Alvin detuvo sus nuevos intentos de levantarse posando su pesada mano en el hombro del anciano –. Es que no lo sabes, al ser un traidor con nosotros tu lugar es aquí… con nosotros –una terrible sonrisa de dientes manchados se dibujó en su rostro capaz de perturbar hasta un muerto.
–¡Ese no fue parte del plan! –chilló Mildew con miedo.
–Soy un traidor después de todo –confesó Alvin poniéndose de pie –, acaso no lo acabas de señalar. Busquen para el viejo la mejor celda de la casa –ordenó el bandido a sus hombres –. Después decidiré que hacer con el viejo saco de huesos.
–¡No! ¡No puedes hacerme esto! –gritó el anciano con mayor fuerza en lo que era tomado por las axilas y arrastrado fuera de la habitación por los secuaces de Alvin –. ¡Teníamos un trato! ¡Maldito engendro que trajo el mar! ¡Después de todo lo que hice por ti! ¡Todos los años que vi por ti! –sus alaridos continuaron, poco a poco perdían fuerza en lo que lo alejaban de la habitación.
Al final en la morada solo quedaron Alvin, Savage y dos bandidos más aparte de los gemelos Haddock. Aún sus posibilidades de escape eran muy bajas.
–No vas a salirte con la tuya, Alvin –dijo Hiccup con valor y obstinación.
Alvin no se impresionó.
–¿Y… me podrías decir qué es con lo que planeo salirme con la mía?
Bueno, esa no era la respuesta que esperaba Hiccup, que por desgracia esfumó la determinación que pudo mantener la mayor parte de su tiempo que llevaba cautivo.
–Sin duda algo malo –intervino Honey tratando de cubrir la falta de su hermano, aunque ya fuera tarde.
–¿Algo malo? –repitió Alvin antes de estallar nuevamente carcajadas, algo que sus hombre no fallaron en imitar y hacer sentí a los pobres chicos prisioneros, justamente lo que eran, unos niños.
–Eso ni siquiera describe lo que planeo hacer –explicó el bandido entre risas –. Pero tal vez para sus mentes infantiles es suficiente saber que es algo "malo".
Realmente Alvin sabía cómo hacerlos sentir mal, fue un esfuerzo descomunal para los gemelos Haddock no encogerse del miedo que era capaz de generar ese hombre. El líder de los outcast se tomó su tiempo para reírse a sus anchas hasta que repentinamente soltó un puñetazo en la mesa que hizo brincar todo en ella, así como los dos jóvenes vikingos arrodillados en el suelo.
–¡Planeo muerte, destrucción… venganza! –soltó con un alarido – Venganza sobre todo lo que odio: las tribus vikingas y los Hooligans. Y sobre todo, deseo con ansias ver la desesperación en el rostro del gran Stoick the Vast antes que clave mi espada en su corazón. Quiero acabar con todos y cada uno de los responsables de que mi vida se volviera un infierno.
–El único responsable de ello eres tú –Honey no supo de dónde sacó el valor para contradecir al bandido ante tal arranque –. Mi padre nos contó como lo traicionaste primero… y a todo Berk.
–¿Acaso tu padre te contó también los sórdidos detalles que llevaron a eso? –dijo Alvin claramente fascinado con el desafío de la niña –. ¿Todo lo demás a parte del conflicto con el nigthmare? ¡¿De cómo él es también un traidor como yo?!
Era un conocimiento común para Hooligans que Alvin fue uno de los suyos, pero sus acciones fueron lo que llevaron a Stoick a sentenciarlo a la isla outcast hacía años atrás. No al revés.
–¡Nuestro padre no es un traidor! –explotó inmediatamente Hiccup poniéndose de pies, para ser empujado al suelo de nuevo por Savage.
–¡Tú padre mató a un hombre por una mujer! –dijo el bandido y el efecto fue inmediato. Los hijos de Stoick quedaron pasmados ante las palabras de Alvin, quien en cambio parecía extasiado con la reacción que obtuvo.
–No saben ni una puta pizca de mi pasado o el de su padre –gruñó nuevamente –. Saben que también fui un Hooligan, pero ¿saben que no por nacimiento? –agregó con una fría y amenazante mirada que les advertía a no interrumpirlo –. Al igual que muchos niños débiles y enfermos me lanzaron al maldito mar poco después de nacer como si fuera basura; pero según las leyendas si Njord me perdonaba la vida en las terribles aguas se me darían otra oportunidad y su fuerza. Menudas estupideces… aunque, esa parte de la leyenda resultó ser cierta –dijo apretando su puño airosamente –, pero hay verdad que los imbéciles que lanzan a sus hijos al mar con la esperanza de que los dioses los perdonen no saben.
El bandido soltó un largo resoplido como si intentara calmarse antes de continuar.
–No importa si tienes el perdón de un dios cuando todo mundo te ve como una escoria. Aún si te rescatan de mar, siempre serás un extraño para la tribu, una mala semilla. Y vaya que sí fui una mala semilla, tal vez por ello mi madre se libró de mí en primer lugar.
–Aunque los habitantes de Berk salvaron mi vida –continuó –, me relegaron a una existencia de marginado en su propia isla. Señalándome como una basura o un ser indecible y maldito. Un estorbo más.
Hiccup tuvo un terrible escalofrió. No era que simpatizara con la terrible historia de Alvin o que la justificara, pero el gemelo pecoso comenzó a ver similitudes entre la historia de outcast con su propia experiencia personal. Los Hooligans eran su gente, Berk su hogar, pero no importaba si lo había superado, nunca olvidaría como lo trataron por años como un paria por tan solo ser diferente. Y Honey no pensaba muy diferente, solo que ella nunca le dio valor a la aprobación de la aldea.
–Eso te curte y te hace más fuerte –dijo Alvin continuando su monologo –, no es vida lo admito, pero maldita sea te muestra la verdad de nuestra existencia.
–¿Y cuál sería esa? –le preguntó Hiccup casi intrigado.
Su hermana le lanzó una mirada de soslayo. Sería muy ingenuo de ellos si creyeran cada una de las palabras de Alvin por compasión.
–Que todos estamos solos realmente –respondió el bandido ganándose la aprobación de sus hombres y un graznido de su cuervo. Claramente, Alvin ya los había adoctrinado con sus creencias –. La familia, la tribu, la compañía de las personas está sobre valorada y te darán la espalda en la oportunidad más conveniente. Pero eso lo aprendí con el tiempo mientras trataba como estúpido el ser aceptado, ganarme la aprobación de la aldea como idiota pendejo que se arrastra por un poco de afecto. Nunca lo recibí jodidamente de nadie, ni siquiera de esa bolsa de huesos de Mildew, quien fue el que me sacó del mar en primer lugar.
Hiccup y Honey intercambiaron miradas. Eso explicaba muchas cosas; obviamente cualquiera habría terminado como traidor después de haber tenido que ser cuidado por una sabandija como Mildew.
–El único apoyo que tenía en esa maldita isla fue de su padre –admitió el bandido calmando su tono nuevamente –. Él fue mi único amigo… o eso creía. Hasta que me dio la espalda, pero debí habérmelo imaginarlo después de lo que hizo Hotshot.
–¿Quién es Hotshot? –preguntó Honey.
– Humongously Hotshot "el Heroe". Un viajero y aventurero vikingo que solía realizar hazañas por todo el archipiélago. El pobre bastardo se volvió la leyenda del momento y todos estaban como estúpidos queriendo saber de él, excepto su padre. Resulta que su madre se enamoró de Hotshot cuando visitó por primera vez Berk y como Stoick todavía no se declaraba, Valka era libre como paloma en primavera para revolotear como sosa alrededor de Hotshot.
Alvin y sus hombres rieron de bajo ladinamente, ocasionándole repulsión a ambos gemelos Haddock. Pero permanecieron callados.
–Su padre como imbécil enamorado vivía desconsolado porque la mujer de sus sueños no le hacía caso –continuó el hombre con su explicación de alevosía y ventaja. Se recargo contra la orilla de la gran mesa de madera para sí contemplar la reacción de sus cautivos con fascinación. Disfrutaba ver su desconcierto en la mirada de Hiccup y Honey –. Era un estúpido empedernido que quería que ella quedara prendidamente enamorada de él, como él lo estaba de ella. Cuando en realidad ella se buscaba a otro.
Las carcajadas de los bandidos aumentaron en fuerza. El cuervo de Alvin voló desde el marco de la ventana hasta el hombro de su amo, graznando al mismo ritmo que las risas.
–Pero Hotshot se le adelantaría. Tenía planeada una nueva aventura para conseguir el corazón de rubí para así entregárselo a Valka para su compromiso oficial. El corazón de rubí era uno de los tesoros más preciados del los Lava Louts desde la época del antiguo rey, lo ocultaban celosamente en uno de sus templos cerca de la boca del volcán en su isla. Stoick y yo nos unimos como tripulación de Hotshot con la sola intención de engañarlo y arrebatarle la gema antes y así él se ganara el corazón de Valka.
Eso… no podía ser cierto. Trató Hiccup de mantenerse fuerte y firme ante las mentiras de Alvin, pero comenzaba a dudar que realmente fueran ciertas. Su padre les había explicado días atrás que su madre tuvo otro pretendiente antes que él ¿Acaso se refería a Hotshot? ¿Qué había pasado con él? ¿Por qué al final su madre había elegido a su padre?
–Pero todo se fue al carajo cuando Stoick hizo que los guerreros Lava Louts descubrieran a Hotshot. Tuvimos que salir de ahí huyendo para conservar nuestras vidas. Nunca volvió a saber de Hotshot –dijo Alvin de último con un terrible significado.
No podía ser la verdad. Insistía mentalmente Honey en un intento de no ser engañada por la treta de Alvin. Su padre no era perfecto; era terco, necio y obstinado, pero huir corriendo iba en contra de todo su ser. El outcast mentía, no había otra opción.
–Sí quieres hacernos creer que nuestro padre entregó a un hombre por una gema, eres muy ingenuo– gruñó Honey frustrada, ganándose la burlas de los hombres de Alvin.
En cambio, el bandido permaneció en calma. Se levantó de su puesto junto a la mesa y ando hasta el otro lado de la habitación. El cuervo en su hombro se balanceó de un lado a otro con cada paso, hasta que alcanzó su objetivo. De una repisa raquítica tomó un pequeño cofre de madera y dándole la espalda a los gemelos, sacó su contenido.
–¿A sí? –dijo antes de volverse y revelarle una gigantesca piedra preciosa del color rojo fuego, que resplandecía ante la luz de las llamas de la fogata. Tenía forma de corazón y pendía de una dorada cadena.
Los Haddock quedaron hipnotizados con la gema en lo que Alvin sacudía frente a sus como si fuera prueba suficiente de sus palabras.
–Logramos nuestro objetivo, pero tan pronto Stoick comenzó a culparme de lo sucedido, le oculte la piedra y le hice creer que todo había sido en vano. Al final ni siquiera la necesito, ya que se consiguió a Valka después de todo con Hotshot muerto ¿no?
–N-no tenemos que creer en alguien que admite abiertamente ser un ladrón –soltó Honey saliendo del transe–, un mentiroso y traidor.
–He ahí la diferencia –respondió Alvin arrodillándose frente a Honey y colocando la cadena de corazón de rubí alrededor de su cuello –. No tengo que ocultar las cosas que he hecho, a diferencia de tu padre –jaló de la cadena obligando a la gemela pecosa a mirarlo directo a la cara ya que la chica fácilmente perdía la mirada en el cuervo en el hombro de Alvin como si este también le estuviera halando –. Después de eso, abandone la isla. Decidí buscar mi propio hogar, tal vez incluso mi lugar de origen o mi madre, pero lo único que encontré en éste archipiélago de Hel fue más falsedad, engaños, mentiras y traiciones. A nosotros lo outcast nos llaman así porque nos ven como la rufianes, cuando las tribus no son muy diferentes –remarcó soltando la cadena y dejando a la chica respirar.
–Después de unos años me canse de navegar sin rumbo y regresé a Berk –continuó poniéndose de pie –, para ese entonces Stoick ya era líder vikingo y ustedes estaban en camino. Esperaba que mi viejo amigo hubiera cambiado con el tiempo y me recibiera con los brazos abiertos, y así lo fue un principio, pero pronto me di cuanta que la isla no era diferente a como la recordaba, tampoco Stoick.
–Me volví miembro de la guarda y en el primer ataque de los dragones en que defendí la isla, Stoick y yo diferimos en como derrotar a nigthmare, su padre hambriento de gloria no deseaba que nadie más le ganara la admiración de su gente, por lo que me acusó de la muerte de un miembro de la tribu que murió durante ese ataque. El día síguete fui desterrado a esta isla.
–Este lugar no es muy diferente a lo que viví en el archipiélago –masculló Alvin con desprecio –. Sabía cómo sobrevivir en precarias situaciones, así con el tiempo tomé el poder de estas desgraciadas sabandijas –indicó a sus hombres – y hasta en cierta forma mejore sus vidas, aquellas que los miembros del archipiélago desecharon prácticamente a morir en ésta isla –bramó con fuerza y orgullo espantando al cuervo en su hombro que salió volando de inmediato por la ventana.
–¡Son asesinos, mentirosos y traidores! –gritó Honey harta de la palabrería de Alvin –. ¿E que la isla Outcast fuera un paraíso?
Pero en lugar de molestarse (el objetivo que buscaba la chica) el bandido le regresó otra terrible sonrisa que desfiguró horriblemente su rostro ante la escaza luz mortecina de la fogata.
–En realidad, me dio todo lo que necesitaba –dijo éste sin inmutarse –. Material si sabes buscarlo, tropas sedientas por venganza como yo y muchos dragones –acto seguido, posó su mano grande y callosa sobre el hombro de Hiccup –. Es ahí donde entras tú conquistador de dragones.
Hiccup le devolvió una mirada incrédula recordando la última vez que Alvin lo había llamado así.
–Mildew me estuvo informando de tus hazañas, tus dragones y pronto me dejo en claro que el escullido hijo de Stoick eran un dragon whisperer.
–¿Un qué? –soltó Hiccup al no esperarse aquella palabras.
–Un dragon whisperer ¿Acaso no lo sabías? –el bandido se burló de nuevo –. ¿Pensabas que era un chico normal que simplemente le agradabas a los dragones? –agregó con un tono que casi hace a Hiccup sentirse mal de sí mismo. Pero sabía que ese era el propósito Alvin, lo había sido durante toda esa conversación –. No. Es un don, un don muy antiguo de los dioses que te permite domar y comprender a los dragones.
El outcast se arrodilló frente al gemelo pecoso como lo había hecho antes para Honey y Mildew.
– Hay muchos dones que se olvidaron con el tiempo, otro se prohibieron y se obligaron a olvidar. La existencia de los dragon whisperers eran penado con la muerte durante el reinado del último rey del archipiélago, ya que lo consideraban un don maldito, porque los que lo poseían podían controlar a cualquier dragón.
El corazón de Hiccup se aceleró contra su voluntad, pero aquella descripción era imposible de ignorar. El chico podía recordar cómo era capaz de entender que era lo que deseaban los dragones con simples movimientos, comprender sus sentimientos y conectarse con ellos.
–¿Cómo sabes eso? –dijo Hiccup finalmente cautivado por la curiosidad y las palabras de Alvin.
– Hay muchos secretos del reino antiguo que fueron ocultos después de la muerte de Grimbeard The Ghastly, pero que siguen existiendo en tierras abandonadas después de la caída del imperio. Durante mis viajes llegué a extremos muy lejanos del archipiélago, hasta las regiones congeladas del ártico, las tierras de los esclavistas del viejo continente y las aguas pérdidas del este y donde aún los cazadores de dragones buscan las más raras especies de dragones.
Se solía decir que los gemelos eran bendiciones de los dioses y que estos siempre trían consigo algún don especial. Hiccup lo había olvidado ante sus años de rechazo, pero finalmente todo comenzaba a tener sentido. Poseía un don otorgado por los dioses, ya no era mito o sospecha, era una realidad.
Era un dragon whisperer.
Al menos podía estar seguro que Alvin no mentía en ello, ya que agregó:
–Pude ver de primera mano las ventajas del poder de controlar a un dragón contra su voluntad. Por lo cual resultaría muy útil tener a un dragón whisperer en mi isla para controlar fácilmente a todos los peligrosos dragones que hay en ella.
–Ese es tu plan –dijo el gemelo pecoso comprendiendo ahora todo –. Quieres que te ayuda a hacer un ejército de dragones para que puedas vengarte de todos los que te dieron la espalda ¿verdad? –gruñó el chico con rencor a pesar del impacto del descubrimiento –. Pero se olvidas algo, Alvin. No tengo porque ayudarte.
El bandido se rió en lo que se puso de nuevo de pie. Sus terribles carcajadas dejaban en claro que esa amenaza no le sorprendía en lo más mínimo.
–Sí logré que Heather usara su don para mí.
–¿Qué le hiciste a Heather?
–Me enteré por mis fuentes que existía una niña en Quiet place con la habilidad de la lengua de serpiente, y sabía que podía sacarle mucho provecho a esa clase de servicios –se burló en lo que sus hombres lo imitaron –. Por experiencia sé que es muy fácil hacer cooperar a alguien cuando descubres su debilidad –y con una simple orden con su mano, los secuaces de Alvin actuaron de inmediato y sin cuestionar.
Hiccup y Honey fueron tomados al igual que Mildew de las axilas, levantados fácilmente del suelo y obligados a flexionarse sobre la mesa. Sus torsos y rostros quedaron aplastados contra la superficie de madera, mientras sus piernas colgaban de la orilla.
–¿Qué dices muchacho? –dijo Alvin casi jovialmente contemplando la posición forzada en la que había sometido a sus prisioneros –. ¿Dispuesto a cooperar?
Hiccup gruñó en respuesta, incapaz de articular una palabra ante la presión que ejercía la rodilla del bandido en su espalda que lo mantenía en esa posición. Otro hacía lo mismo con Honey, mientras que Savage había desaparecido de su rango de visión, pero el sonido de sus pasos y acciones dejaban denotar su presencia en la habitación.
–Hiccup – lo llamó Alvin con firmeza bajando su rostro a su nivel –, harás lo que yo te pida o tu hermana pagara por tu rechazo.
Acto seguido, el rufián que detenía Honey sin mucho esfuerzo, tomó su daga y con agiles movimientos comenzó a trozar la ropa de la chica, su abrigo de piel de oso y su túnica, hasta dejar la espalda de la chica descubierta.
–¡Esta bien! ¡Acepto! ¡Acepto! –gritó Hiccup de inmediato al escuchar los gemidos de horror de su gemela. El banido se detuvo de inmediato, pero no guardó de nuevo su arma.
–Me alegro que llegáramos rápidamente a un acuerdo –soltó Alvin satisfecho en lo que se enderezaba. Savage apareció de nuevo en el rango visual de los gemelos para entregarle a Alvin un atizador de metal –. Pero como por desgracia ya me has engañado una vez…
El bandido que había cortado las ropas de Honey, pasó su daga al que retenía a Hiccup llevando a cabo el mismo procedimiento. Fue cuando los gemelos entendieron que estaba por suceder.
Antes de que si quiera pudiera preparase mentalmente para lo que estaba por pasar, Hiccup sintió un terrible dolor en su espalda, justo en la altura de los omoplatos y el centro de la misma. Sintió un terrible dolor que solo se asemejaba al momento en que tuvo que perder su pierna, pero en esta ocasión se encontraba lo suficientemente consiente para que sus fosas nasales reconocieran el perturbador olor de su piel chamuscada.
Grito de dolor.
Cuando Alvin terminó de dibujar en su espalda con el metal incandescente, repitió la acción de Honey. Sus alaridos taladraron los tímpanos de Hiccup como si el dolor se repitiera de nuevo en él.
–La marca de los esclavos –explicó Alvin cuando terminó su macabra obra de arte en las espaldas de los gemelos –. Con ella han dejado de ser vikingos… personas… no tendrán un lugar más en el archipiélago que en esta isla –disfrutando sus acciones, agregó –: Ahora ustedes me pertenecen.
Hola a todos, este es el capítulo final de la aventura "Cría cuervos…", para empezar ahora con "…y te sacaran los ojos". Ya que como ven, hay un cambio radical al giro radical que tomó estos capítulos. Pero les advierto que mientras rediseñe la segunda parte de la aventura voy a tardar un poco más de los normal para publicar, así que no se extrañen por ello.
Ya por últimos lees recuerdo que ésta historia se encuentra en proceso de ser publicada en Wattpad y además de una versión PDF en DeviantArt. En ambas páginas me encuentro con el mismo nombre. Además ésta historia tiene su propio blog en Tumblr: dragonstwinstory, que contiene reseñas, comentarios y fanarts.
Gracias mucho leer.
Abrazos.
