Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
… y te sacarán los ojos (parte 5)
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Más de una veintena de enormes barcos fortificados que formaban la armada de Berk, siendo el Emperor Penguin la nave insignia del jefe Stoick the Vast la que dirigía a todas a su desino. La isla de los outcast.
Era una misión de conquista y rescate que probablemente costaría la vida de muchos buenos guerrero vikingos y ansiaban que también demasiados bandidos outcast; todo con tal de salvar a los hijos gemelos del jefe de la isla. Era un sacrificio muy grande, pero uno al que Stoick estaba dispuesto a llevar a cabo.
El jefe vikingo había tomadas muchas decisiones malas en su vida, más en su juventud, pero ante tales circunstancias estaba dispuesto a llevar a cabo otra más. Y tal vez fueron precisamente esas malas decisiones las que lo llevaron hasta ese punto en primer lugar.
Si no hubiera pedido la alteración de la pintura, Hiccup posiblemente no habría tenido de nuevo la necesidad de probar su valía y así no haber quedado a la merced de sus enemigos. Todo mundo era consciente que Alvin buscaba secuestrar al muchacho para forzarlo a entrenar un ejército dragones para él desde su primer ataque contra la isla. Aún así, Stoick le quitó los ojos de encima a su muchacho y lo hizo dudar de sí.
Erró terriblemente, al igual como la ocasión en que perdió la oportunidad de haber cumplido con las viejas tradiciones y ejecutado a Alvin de una vez por todas, librando al archipiélago de sus intenciones y a sus hijos de la perdición; pero fue un débil ante sus recuerdos de la vieja amistad que solían tener, que ni siquiera pudo ser superada por el hecho que el bandido al desobedecer sus órdenes causara la muerte de un guerrero.
Stoick debió a ver previsto eso de su parte, ya que las insinuaciones de Alvin en el pasado ya lo habían llevado a una aventura que provocó la muerte de un aventurero. El jefe vikingo cargaría el resto de su vida la muerte de Humongous el héroe en su conciencia.
Pero Stoick estaba decidido a que no permitiría que esa tragedía volvería a pasar y por ninguna razón dejaría que sus hijos fueran victimas de Alvin, aunque eso significar tomar la difícil decisión de sacrificar su armada y guerreros en un enfrentamiento casi desesperado contra los outcast en su propia isla.
Era por ello que no aceptó la sugerencia de sus hombres de perdir ayuda a otra tribu, ni siquiera a sus hermanos Meathead. Era un asunto Hooligan, y entre los hooligan lo resolvería.
Pero, aunque el interés principal del gran jefe era recuperar a sus hijos, sus actos también ayudaban al resto del archipiélago. Mientras Alvin tuviera a Hiccup bajo su poder, el riesgo que formara un ejército de dragones era una amenaza inminente. Todo ello era suficiente razón para sacrificar su vida y la de su gente.
Eso, al menos que el plan de Astrid no funcionara.
Mandar a una joven doncella guerrera contra Alvin y sus bandidos era la peor idea que había tenido, pero era la única alternativa para no recurrir a una peor. Al menos, la posibilidad de córtale la cabeza a Alvin era algo que podía animar a Stoick al final de esa terrible decisión.
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–¡Hey! –llamó un bandido outcast a su compañero guardia, asomando su cabeza fuera de la celda –. ¡Tenemos un problema!
–¿Ahora qué? –refunfuñó él otro adentrándose en la gran caverna que sería de prisión para sus dragones cautivos.
De otro lado de las fuertes rejas de hierro para contener a las grandes lagartijas escupe-fuego, estaba nada menos que el night fury de Hiccup amordazado y atado de patas hasta la cabeza. Los arneses en su pecho lo mantenían colgado del techo mediante cadenas gruesas en el centro de la celda. A su lado, Furry se encontraba aprisionado en las mismas condiciones.
–¿Cuál es el maldito problema? –se quejó de nuevo el guardia de la puerta.
–Mira –dijo el otro en lo extendió una varilla con un cuenco de madera en su extremo lleno de agua. La aproximó al hocico del nightfury sin obtener respuesta de su parte.
El dragón de ébano permanecía inerte, con una frecuencia respiratoria tan baja que daba la impresión de encontrarse muerto o cerca de estarlo.
Toothless sufría.
La separación de su jinete había hecho estragos en él. Los night fury eran animales sumamente leales y pero temerarios, al ver sido vencido y separado de Hiccup no solo había lesionado su orgullo de dragón, sino que había sido un golpe duro a su corazón.
Después de meses de arduo entrenamiento y convivencia con sus dragones, los jinetes de Berk había descubierto que se generaba una increíble conexión entre los dragones y la persona con la compartían el vuelo, algo que sucedía también con sus pares por igual. Era un instinto sociable que tenían naturalmente todos los dragones y fortalecía la conexión entre ambas partes.
Por ello era peor para Toothless haber fallado en proteger a su jinete y que fuera arrebatado de su lado.
–No toma agua, ni siquiera come desde que lo trajeron –informó el outcast a su compañero.
–¿Y qué? Si muere ¿en que nos afecta?
–¿Crees que a Alvin le haga gracia perder al único nightfury que hay? ¿Quieres decírselo tú?
El otro bandido gruñó, dejando a un lado su lanza.
–No puedo creer que sea niñera de un dragón.
–Cállate de una vez, imbécil. ¿Qué hacemos?
Ambos bandidos contemplaron al dragón de ébano que continuaba inmóvil, con sus ojos cerrado e indiferente a lo que sucedía a su alrededor. En cambio Furry a su lado, tenía sus ojos purpuras fijos en él, casi temiendo lo mismo que su carceleros.
–Ya sé –dijo el guardia de la puerta –. Quítale el bozal, tal vez no come o bebe porque no puede con este.
–No sé si sea una buena idea –masculló el otro con una mirada inquieta.
–Tienes una mejor, estúpido ¿eh?
Y habían acertado muy bien ambos bandidos al como referirse el uno al otro, ya que en el instante que le quitaron el bozal que mantenía las mandíbulas de Toothless juntas, el dragón abrió rápidamente los ojos y comenzar a lanzar sus disparos de plasma a diestra y siniestra. Perfectamente dirigidos a sus carceleros y a la palanca que controlaba las cadenas que lo hacían colgar del techo.
El astuto dragón cayó al suelo, donde le resultó mucho más fácil luchar contra los amares que lo aprisionaban y liberarse de los mismos. Las últimas sogas las despedazó con sus poderosos dientes y las cadenas con más disparos de plasmas.
En cuestión de segundos, Toothless estaba libre.
Furry gruñó suplicante recordándole que también se encontraba en el mismo predicamento. El nightfury repitió el proceso con su hermano dragón dejando al howl igual de libre de sus ataduras que él.
Sí, Toothless estaba destrozado por fallarle a Hiccup, pero a diferencia de los humanos que solían cargar sus dolencia más del tiempo necesario, lo dragones vivía más el momento, y el nightfury estaba decidido a superar su pesar y enmendar su error.
Toothless soltó un rugido y gruñido indicándole a Furry su plan. Sin perder el tiempo, el howl puso su nariz a trabajar y comenzó a rastrear a sus jinetes fuera de su celda, donde ya solo yacía inconscientes los dos bandidos outcast en el suelo.
Utilizando el superior olfato de Furry, ambos dragones se guiaron a través de los túneles de roca que conformaban la isla de los desterrados, y agudo oído de Toothless para evitar a cualquier otro humano que se toparan en el camino. Aún así, llegaron a encontrarse con un par de guardias que no fueron reto para sus fuerzas y velocidad, y astutamente, Furry ocultaba los cuerpos colgándolos en estalactitas de hielo.
Tenían poco tiempo, antes que descubrieran su desaparición y que todos los bandidos de la isla comenzaran a cazarlos. Debían encontrar lo más pronto posible a sus amados jinetes.
Al doblar en el último corredor, finalmente Furry logró campar el aroma de sus humanos. Ambos dragones no pudieron contener la emoción y corrieron hasta la jaula donde el esencia de éstos era mucho más fuerte.
Pero para su sorpresa, la encontraron vacía.
Ambos dragones gimieron en desesperación en lo que trataban de encontrar otro rastro para dar con ellos. Al parecer Hiccup y Honey habían logrado salir de su prisión y recorrían la isla por su cuenta.
Hola de nuevo.
Sé que es un capitulo sencillo pero la verdad que era dos puntos de vista que se necesitan ver para comprender como se van resolviendo las situaciones en el futuro. Espero que lo disfruten.
Saludos.
