Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
… y te sacarán los ojos (parte 10)
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A pesar de las órdenes directas del jefe Stoick de que permanecieran dentro del territorio de Berk, los jinetes de dragones restantes no les quedo otra alternativa que desobedecer y seguir a Heather cuando descubrieron que esta escapó con Stormfly en dirección de la isla outcast.
Para evitar ser descubiertos por Heather, la armada de Berk en las aguas cerca de la isla y por los bandidos en ella, lo jinetes conservaron su distancia y volaron lo más alto posible. Por desgracia, esa medida hizo que perdieran de vista a la joven fugitiva y terminaran en un extremo despoblado de la isla outcast sin saber a dónde dirigirse.
Aunque había cumplido su objetivo principal de no ser vistos por lo enemigos, no tenían ni idea de donde estaba Heather o el asentamiento de los bandidos. Tuvieron que caminar con sigilo tanto ellos como sus dragones, listos para cualquier ataque sorpresa que pudieran toparse en su búsqueda de cualquier indicio de la joven fugitiva, los outcast o sus amigos capturados.
Recordando las enseñanzas de Gobber, marcharon en fila, uno detrás del otro con armas en manos, atentos y vigilantes por cualquier señal de peligro o presencia del enemigo. Eso les funcionó al principio, hasta que los gemelos Thorston se distrajeron y terminaron asustando sin intención (algo inesperado) al pobre de Snotlout Jorgenson cuando tropezaron contra él.
El muchacho de cabellera morena que por sí ya se encontraba nervioso, terminó completamente espantado ante el repentino choque contra su espalda. Sus gritos de pánico similares a los de una niñita se escucharon por varios metros a la redonda.
–¡¿Qué carajos están haciendo par de idiotas?! –lo riñó el joven una vez que se dio cuenta de lo que había sucedido.
–¡¿Qué?! –soltó Ruffnut sin darle mucha importancia al precario accidente.
–El Tuffnut no sabe de qué estás hablando –respondió su hermano negando con la cabeza y cruzando sus brazos sobre su pecho.
Fishlegs interrumpió el intercambio con un chitón.
–Guarden silencio –les ordenó casi en susurro –, pueden descubrirnos.
–Que lo hagan –dijo Tuff totalmente calmado –. El Tuffnut está listo para patear traseros outcasts –blandió su espada de un lado al otro tratando de lucir sus habilidades; lo dragones en cambio, dieron un paso atrás quedando fuera del camino del joven ambidiestro.
–¡El único trasero que será pateado aquí será el del Tuffnut si nos descubren! –lo gruñó Snotlout mascando las palabras y poniéndose rojo del coraje.
–¿Qué pasa "Snotface" Snotlout? –se burló Ruff –. ¿Acaso tienes miedo?
–¡¿Qué?! ¡No!... ¡Tu madre!
–¿Eso fue un insulto?
Pero las palabras quedaron entrecortadas cuando los jinetes fueron de nuevo callados más efusivamente por Fishlegs.
Tenían que tener cuidado, ya que no solo debían encontrar a Heather antes de que informara a Alvin de que Astrid se había hecho pasar por ella, sino que también su presencia podría advertir de la presencia de la armada de Berk en la cercanía. Así en lugar de recatar a los gemelos Haddock, sin duda terminarían uniéndoseles en las celdas de la isla.
Por desgracia, los alaridos de terror de Snotlout parecían haber llamado la atención de alguien en los alrededores, porque pronto guardaron silencio escucharon unos murmullos acercarse, los dragones comenzaron a inquietarse y gruñir ante los movimientos cada vez más efusivos de unos arbustos cerca de ellos.
–Creo que hay algo detrás de ese arbusto –susurró nervioso Fishlegs blandiendo temblorosamente su daga.
El resto de los jinetes, por igual, alzaron sus armas listas para pelear con cualquier bandido outcast que los hubiera descubierto.
–¿Será un bandido? –preguntó Snotlout tratando de ocultar el nerviosismo en su voz, en lo que levantaba su mazo sobre su cabeza listo para atacar. Y antes que pudieran que obtuviera su respuesta, un cuerpo fue lanzado hacia ellos desde el arbusto que increíblemente evitó ser aplastado por el mazo del chico Jorgenson al caérsele del susto.
Nadie se espero que se tratara del saco viejo de huesos que conocían por Mildew.
–¡Aaaarggggg! –gruñó el anciano mientras se retorcía en el piso.
–¿Mildew? –soltaron todos los jinetes al unísono. Pero los arbustos continuaron agitándose hasta la aparición de un night fury y un woolly howl–. ¿Toothless? ¿Furry?
Ambos dragones ignoraron momentáneamente a los jinetes y sus monturas, en los que continuaban goleando levemente con sus garras al anciano derribado.
–¡Me están matando! –lloraba este desesperado y retorciendo en el suelo –. ¡Me están matando! ¡Quítenme estás bestias!
Mildew intentó incorporarse y salir corriendo, pero fue detenido por un cabezazo de Hookfang, dejando al anciano en el suelo y de nuevo a la merced de los dos dragones recién llegados. La tortura de viejo finalmente terminó cuando los jinetes intercedieron y lo ayudaron a ponerse de pie.
–¿Qué haces aquí, saco de hueso? –le preguntó Snotlout despectivamente.
–¡Yo podría decirles lo mismo de ti, pelmazo! –le respondió con furia el viejo mientras que Toothless y Furry caminaban alrededor de él y evitar que así escapara.
Sus narices habían seguido el rastro de sus amados jinetes hasta el anciano y no estaban dispuestos de perderlo de vista hasta que supieran donde estaban gemelos Haddock.
–Nosotros queremos ayudar a salvar a Hiccup y Honey –confesó Fishlegs –. ¿Cómo fue que tú llegaste aquí? –le preguntó a Mildew.
–Eh… –balbuceó el anciano – navegando y me perdí –mintió este descaradamente.
Toothless y Furry no estaban para sus tonterías, inmediatamente gruñeron y mostraron sus colmillos al viejo cascarrabias. Inclusive, el howl escupió una bola de nieve a pies del anciano en amenaza.
–¡Esta bien! –soltó Mildew espantado –. ¡Diré la verdad!
El viejo no se contuvo en nada y escupió todo sin verguenza, especialmente al tener dos feroces dragones sobre de sí con miradas amenazantes. Sin ningún recato habló sobre su traición, como trabajo mano a mano con Alvin para deshacerse de una vez por todas de los hermanos Haddock, como él mismo fue traicionado por igual por el bandido y habían logrado escapar todos juntos pero se separaron en los túneles de la isla.
Cuando terminó, no solo los dragones de los jinetes faltantes, sino también el resto del equipo y sus dragones, lo fulminaron con las miradas incapaces de creer todo lo que habían escuchado.
–¿Qué? –gruñó Mildew despectivamente ante la reacción de los jóvenes vikingos, como si no hubiera nada malo en su comportamiento.
–Tú… –comenzó a decir Snotlout cuando fue interrumpido por el viejo cascarrabias.
–Van a amenazarme o vamos a salir de esta maldita roca –dijo este refunfuñando comenzando a alejarse del grupo de jinetes.
–¡No sin Hiccup y Honey! –insistió Fishlegs en lo que los dragones le bloquearon el camino al viejo.
–No son mi problema –musitó el anciano tratando de escabullirse, pero inmediatamente fue detenido por Toothless y Furry –. ¡Está bien!... maldición –aceptó al final de mala gana.
A regañadientes, Mildew aceptó ser guía a los jinetes y sus dragones de regreso por el camino por el que había tomado durante su escape. En más de una vez el anciano intentó hacerse el despistado o perdido para eludir la responsabilidad de regresar por los hermanos gemelos que había usado y abandonado a su suerte, pero los dragones de estos no se lo permitieron ni una sola vez con sus constantes gruñidos y muestra de sus colmillos.
Después de varios minutos de caminar casi sin rumbo por las zonas desérticas de la isla, finalmente Mildew reconoció la área rocosa que ocultaba a la perfección una leve fisura en la piedra estéril por donde había escurrido su cuerpo esquelético a la libertad.
–No voy a regresar ahí –aseguró el anciano en lo que los jóvenes jinetes examinaban la pequeña abertura –, esos corredores son un laberinto.
Pero los chicos no pusieron atención a sus quejas, estaban más preocupados por cómo podían seguir adelante.
–Si Furry y Toothless logran detectar su aroma tal vez podamos seguir un rastro –comentó Fishlegs.
–Pero debe de haber cientos de outcast ahí dentro –se quejo Snotlout.
–Y… –comentó Ruffnut en lo que intentaba forzar a Meatlug a pasar por la pequeña fisura –. Solo sacos andantes como Mildew caben por ahí.
De improvisto, un estruendo y gritos llamaron la atención del grupo de jinetes quienes desviaron sus miradas sobre el muro de roca donde estaba la angosta abertura.
–Por Loki –se quejo una vez Mildew –. ¿Ahora qué?
–¿Qué es ese ruido? –preguntó Ruff sin dirigirse a nadie en particular.
–El Tuffnut no sabe –soltó su hermano –. El Tuffnut averigua – y sin más comenzó a escalar la resbaladiza roca con una gran sonrisa, por surte Barf y Belch ayudaron a empujar su trasero a la cima. Pronto los demás jinetes los imitaron, siendo ayudados al escalar por igual por sus dragones, encontrándose con uno de los puntos más altos de la isla, justamente un mirador sobre la arena de combate de los outcast.
El viejo Mildew aprovechó la oportunidad para escapar, al ser olvidado por completo por Toohtless, ya que justamente ocultos en la cima del mirador, los jinetes y sus dragones pudieron distinguir a una joven morena a punto de iniciar un combate nada menos que con Alvin the Treacherous.
–¿Es esa Astrid?
Hola de nuevo.
Espero que disfruten el capítulo.
Abrazos.
