Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
… y te sacarán los ojos (parte 14)
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Con un fuerte batir de sus alas, Toothless emprendió el vuelo pasando rápidamente el muro divisorio de la arena de combate outcast, llevando seguro en su espalda a su joven y pecoso jinete. No era intensión de Hiccup abandonar la isla de los bandidos todavía, pero aun así ordenó a su hermana y resto de los jinetes guiar a un lugar seguro a Heather y sus padres, mientras él y su dragón de ébano arreglaban asuntos pendientes con Alvin.
Con su vista aguileña, el nigth fury pronto distinguió a lo lejos la inconfundible cabellera rubia de Astird cerca del acantilado, y como lo sospecharon, el líder outcast estaba con ella.
–¡Alvin! –lo llamó el chico a todo pulmón.
Pero su grito resultó contraproducente, ya que distrajo a Astrid el tiempo suficiente para que Alvin la sujetara contra su voluntad. La rubia intentó quitárselo de encima con ayuda de la daga de obsidiana, pero se encontraba tan débil a causa del duelo contra él, que el bandido fácilmente pudo sujetarla de la mano y usar la misma daga en contra suya.
Al aterrizar, Hiccup y Toothless, se encontraron una precaria situación. Alvin estaba usando a Astrid como escudo humano, mientras el acantilado protegía las espaldas.
–¡Muy tarde, Hiccup! –sentenció el bandido sin dejarse intimidar por los colmillos y gruñidos del dragón negro como la noche –. ¡Tengo a la chica y el libro! –rió Alvin con malicia sacudiendo un poco a la rubia atrapada en sus gruesos brazos –. ¡Poseo la mano ganadora!
Toothless rugió amenazadoramente en respuesta.
–No tan rápido, lagartija –agregó el outcast apretando más la mano de Astrid que empuñaba la daga y presionándola contra su cuello. La rubia soltó un débil y contenido gemido de dolor en lo que un leve hilito de sangre corrió por su blanca piel.
Ella no le daría a Alvin la satisfacción de oírla quejarse.
Hiccup posó su mano en la frente de su dragón conteniendo su arrebato.
–Alvin, no tienes salida –le aseguró el chico desmontando a su night fury y alzando sus manos en son paz. Aun así, Toothless siguió preparado para atacar si fuera necesario –. Deja a Astrid ir –agregó Hiccup dando un paso hacia adelante –. El libro no me importa.
–¡Hiccup, no! –objetó la rubia a pesar de su situación.
–Cómo si fuera posible que me dejes conservar el libro si dejo marchar a tu novia –soltó el bandido con una sonrisita ladina y peligrosa –. ¿Por qué debería creerte?
–Porque no soy como tú –respondió el muchacho manteniéndose firme –, yo si cumplo con mi palabra.
–¡Hiccup, no puedes dejar… ahhh! –bramó Astrid pero fue interrumpida por un fuerte apretón por parte de Alvin.
–Tal vez… después de todo, si podemos llegar a un acuerdo –aceptó este rápidamente sin perder su malvaba sonrisa.
Era una trampa, Astrid podía apostar a su dragona en ello. Alvin tenía otro traicionero truco bajo la manga, y cuando ella vio como Hiccup se acercaba indefensamente, la rubia sabía que no permitiría que eso pasara. Había pasado por mucho para rescatarlo, para echarlo a perder por su propia culpa.
–Pero… –masculló ella con dificultad ante la presión contra su cuello –. ¡Yo no lo acepto! –bramó con fuerza antes de lograr liberar su otra mano y arrojar hacia el vacio del acantilado el manual de los dragones.
Alvin inmediatamente soltó a la chica para volverse y tratar de alcanzar el libro, pero este logró escabullirse de sus gruesos y grasientos dedos por unos cuantos milímetros. Ante la mirada estupefacta del bandido y de Hiccup, el manual de dragones se dirigió en picada hasta el océano.
–¡Maldita perra! –gruñó el outcast soltado una palmada al aire que golpeó de lleno a la rubia en el rostro, haciéndola perder el equilibro y caer por el acantilado al igual que el libro.
–¡Astrid! –chilló Hiccup en lo que veía lentamente como la chica se desplomaba al vacio.
Toothless reaccionó de inmediato y se lanzó por su jinete para ir en rescate de la rubia. Pero cuando Hiccup y el night fury llegaron a la orilla del acantilado, se detuvieron en seco ante una gran masa rojiza que se elevó sobre ellos.
Era joven nightmare macho que había liberado Astrid y regresó para rescatarla de una muerte segura. Hiccup no pudo evitar reír de felicidad.
Astrid estaba a salvo.
Un gruñido por parte de Toothless lo volvió a la realidad al joven pecoso, dándole a notar que Alvin había aprovechado la oportunidad para escapar sigilosamente. Hiccup se volvió en todas direcciones tratando de localizar al bandido sin éxito. Sin ninguna otra razón que lo detuviera más en aquella isla, Hiccup y su dragón emprendieron el vuelo.
Iban de regreso a casa.
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Los días siguientes al regreso de los hermanos Haddock fueron bastante ajetreados para los hooligans de Berk, a pesar de que la semana de Bork se decidió aplazar a causa de los recientes sucesos.
Fue un gran alivio que la armada de Berk y los jinetes hubieran regresado sin bajas después de una misión de rescate tan arriesgada. Además, desaparición de Mildew dejo de ser un motivo de preocupación cuando se enteraron por los jinetes de la traición del anciano en el complot de Alvin; sin duda el viejo no se atrevería a volver por temor a una represalia. Realmente, los dioses los habían favorecido en la batalla y en deshacerse del viejo saco de huesos, por lo que Gothi anunció que era necesario realizar el sacrificio de una oveja y llevar varios días de ayuno en agradecimiento.
En cambio, Stoick estuvo furioso con los jinetes al descubrir que desobedecieron sus órdenes y pudieron resultar heridos en el ataque de la armada en contra de la isla outcast. Pero al mismo tiempo estaba sumamente agradecido de cómo resultaron al final las cosas; había recuperado a sus hijos, no había perdido a ningún guerrero y Alvin había quedado en ridículo. Aun así, Stoick no se confiaba. Sabía de primera mano que Alvin no dejaría que las cosas se quedaran así.
–Después del daño que causamos –comentó Gobber tratando de calmarlo –, es muy probable que tenga otras preocupaciones de momento que buscar venganza.
Por si acaso, el gran líder vikingo preparó a la armada de Berk e instauró estrictos turnos de vigilancia ante el riesgo de una represalia de parte de los outcast.
Ya solo quedaba un detalle por resolver y eso era la joven morena con legua de serpiente y sus progenitores. Después que se conoció todos los detalles de la historia de la joven y la tragedia de sus padres, se reconsideró la sentencia antes dictaminada en su contra. Pero a pesar de ello, seguía habiendo recelos por parte de los hooligans a ella por sus acciones y su despreciado don; los jinetes de dragones inclusive se tomaban sus precauciones con Heather, Hiccup mantenía su distancia y Honey actuaba como si ella no existiera. Curiosamente, solo Astrid (la persona que más la rechazó desde el principio) era la única que deseaba hacer las paces con la chica.
Al final, el jefe Stoick les entregó un pequeño pero rápido bote a Heather y su familia para regresar a Quiet Place. En cuanto a la morena, se le nombró persona no grata a petición del consejo y se le prohibió pisar de nuevo la isla de Berk. Para ella no fue ningún problema, tenía a sus padres de regreso y estaba por volver a su casa.
–Esto es lo último –señaló Gobber dejando car dentro de la pequeña barcaza un saco lleno de provisiones.
–Se lo agradecemos mucho –dijo la madre de Heather, mientras su esposo comenzaba a extender las velas del navío –. ¡Heather! ¡Ya nos vamos!
–¡Un momento! –gritó la chica más adentro de la costa, donde esperaba su partida en compañía de la mayoría de los jinetes de Berk –. Sé que lo he dicho mucho en los últimos días, pero de verdad siento todos los problemas que causé.
Snotlout y Ruffnut la miraron nerviosos sin saber cómo responder. Fishlegs frotó sus nudillos nervioso sin dar una respuesta verbal, pero sonriendo tímidamente. Hiccup solo asintió con la cabeza, y Honey ni siquiera estaba ahí. La morena no podía quejarse, después de sus actos y el descubrimiento de sus don, era comprensible esa actitud reservada hacía ella. Hasta en cierta forma, ya estaba acostumbrada.
–Espera –soltó Tuffnut –. ¿Cómo el Tuffnut puede estar seguro que estás diciendo la verdad?
–Tuffnut, no estoy mintiendo en este momento.
–Así… y ¿cómo el Tuffnut puede estar seguro que no estás mintiendo sobre estar mintiendo?
–¡Por el amor de Thor! –se quejó Astrid uniendose al grupo –. ¡Que no está mintiendo! ¡Y quieres dejar de una vez hablar de ti como "el Tuffnut"!
–Dice esos porque el "El Tuffnut" es genial.
–¡No, no lo es! –gritaron todos los jinetes al unísono.
–Dicen solo eso porque realmente es genial.
–Espera, Astrid –dijo la morena posando su mano en el hombro de la rubia antes de que soltara un puñetazo al gemelo Thorston –. Creo que "el Tuffnut" es un nombre no muy genial y no deberías seguir usándolo.
–¡Aja! –bramó el gemelo rubio airoso –. ¡Ahora sé que estás mintiendo! Dices que no es genial porque si dijeras que es genial, sabría qué piensas que no es genial, y como "El Tuffnut" no es nombre genial, dejaré de usarlo.
–Benditos sean los dioses –alabó Fishlegs satisfecho.
–Eso fue estupendo –soltó Ruff soltándole un puñetazo amistoso a Heather en el hombro.
–Tal vez su don no sea tan malo después de todo –comentó Snotlout con una mirada coqueta antes de regresar a la aldea con el resto de los jinetes, dejando a Astrid y Hiccup solos con Heather.
–Hiccup, creo que no existe forma en este mundo en que pueda pedirte perdón por todo lo que te cause a ti y a Honey –insistió la morena realmente compungida –. Solo espero que con el tiempo, puedan encontrar una forma de no odiarme.
–No te odio Heather –explicó el gemelo pecoso con calma –. Alvin te utilizó como lo hace con todo el mundo. Eso no escusa tus acciones, pero no te hace la única culpable.
–Espero que algún día puedas perdonarme.
–Yo también.
–Y Astrid… yo… –se volvió hacía la joven guerrera pero esta la detuvo alzando la mano.
–No necesitas disculparte más conmigo –dijo ella con calma –, sé que realmente lo sientes y que estabas desesperada. No voy a negar que no me agradabas al principio, y que pueda seguir un poco enojada contigo por traicionarnos. Pero entiendo lo que es querer hacer algo por un padre desaparecido. Además, sino hubieras robado a Stormfly, Hiccup y Honey no hubieran podido escapar. Solo creo que me gustaría conocer a la verdadera Heather detrás de las mentiras y engaños.
–A mí también me encantaría.
La morena se volvió por una vez hacia sus padres que estaban por zarpar.
–Te escribiré cuando pueda.
–Y yo contestare si tengo tiempo.
Ambas chicas rieron de manera similar. Tal vez no eran tan diferentes después de todo.
Sin decir más, Heather dio media vuelta y corrió para subir al bote con sus padres. Hiccup y Astrid la despidieron sacudiendo sus manos, en lo que la pequeña barcaza se alejaba en el horizonte.
–Porque siento que había una especie de lenguaje secreto entre ustedes dos –soltó Hiccup sonriéndole a Astrid.
–¿Qué pasa Haddock? ¿Estás celoso?
–¿Yo?... Cómo no.
Ambos jóvenes rieron juntos, en lo que se tomaron de los manos para comenzaron el camino de regreso a la aldea.
–¿Cómo está, Honey? –preguntó Astrid.
–Recuperándose.
–Debe de estar muy enojada con Heather para no dirigirle la palabra –soltó la rubia casi risueña –. Creo que casi siento celos de que odie a alguien más que a mí.
–Honey no te odia, Astrid. Tampoco a Heather, es solo que… está molesta con lo que sucedió.
–Ser traicionados es grave y el peligro que corrían a manos de Alvin era mucho, pero al final todo salió bien. A menos…
–¿A menos?
–¿Qué sucediera algo más que aún no me cuentas?
Hiccup miró a Astrid directo a sus hermosos ojos azules, en lo que la marca que había quedado gravaba en la piel de su espalda le dolía por el simple roce con sus ropas.
–No –respondió el chico –, nada más sucedió.
Este capítulo estuvo muy cerca de no ser publicado esta semana. Desgraciadamente, mi gato favorito falleció el fin de semana pasado y no he estado en humor para escribir o hacer cualquier cosa. Por suerte, ya tenía el capitulo casi terminado y podrán disfrutarlo sin más contratiempos.
Un saludo a todos.
Edición 19/8/21
Me di cuenta que el capitulo necesitaba algo de edición ya que no le dedique tanto tiempo ante mi estado de humor y salud. Pronto traeré el final de esta aventura. Gracias por la paciencia.
