Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
… y te sacarán los ojos (parte 15)
-o0o-
Bajo el gran acantilado de la isla outcast, varios botes navegaban lentamente de un lado al otro, en lo que sus tripulantes lanzaban redes con la esperanza de encontrar su objeto perdido en las aguas. Alvin quería recuperar ese manual de dragones y estaba dispuesto a tener a sus hombres buscándolo día y noche para obtenerlo.
Nadie se atrevería a objetar sus órdenes, ya que desde el escape de los gemelos Haddock, el líder de los bandidos se encontraba de pésimo humor y daba mucho más miedo de lo normal. Así que bajo la mirada aguileña de Alvin desde la cima de aquel acantilado, continuaron los bandidos con la tediosa labor de encontrar el susodicho libro.
Mientras, su líder guardaba un silencio sepulcral que generalmente indicaba la perdición de sus enemigos. Un nuevo y despiadado plan comenzaba a formarse en la mente del bandido, listo para ser ejecutado en el momento más oportuno.
–¡Alvin! –lo llamó Savage de repente a sus espaldas, sacándolo de sus pensamientos –. Mira lo que encontré –agregó lanzando a sus pies al enclenque cuerpo del anciano Mildew.
–¡Sucia sabandija! ¡Maldito hijo de perra! –vociferó el viejo completamente fuera de sí en lo que se retorcía en el suelo, pero pronto sus palabras quedaron mudas en su garganta, cuando se vio cara a cara con la gigante masa de músculos y vello facial que era líder de los bandidos –. ¡Alvin! Veo que las cosas no resultó tal cual tú planeabas –dijo descaradamente al ponerse de pie y sacudirse la tierra de sus ropas –. Bueno, ahora somos dos… ¡Después de que me traicionaras!
Pero el bandido no contentó a sus palabras. Le dirigió una mirada dura y punzante en lo que acercó lentamente a él.
–Alvin yo no tengo la culpa que los niños de Stoick escaparan –soltó Mildew dando un par de pasos ciegos hacia atrás –. No sabía que vendrían los demás jinetes o que atacaría la armada de Berk.
Pronto, la espalda del anciano chocó contra el pecho de Savage, y haciendo honor a su nombre, este empujó salvajemente a Mildew hacia adelante, cayendo en las manos de Alvin.
–No puedes creer que sea mi culpa ¿verdad? –chilló el viejo con un puchero lastimero.
–Mildew… viejo saco de huesos –masculló Alvin alzando al anciano del cuello de sus ropas –. ¿Qué voy hacer contigo?
–E-esto pued-de cambiar a nuestro favor –balbuceó Mildew aterrado con una tímida sonrisa –. Regresaré a Berk y prepararemos una nueva trampa contra Hiccup y sus dragones.
–Dudo que estén dispuestos a perdonar tu traición y darte la bienvenida.
–Te juro quedo puedo ser útil…
–¿Perdonarías mi traición? –lo cuestionó Alvin casi escupiendo cada palabra contra el rostro del viejo.
–Claro, eres como un hijo para mí – respondió Mildew temblando ante la mirada asesina de Alvin. Con sus viejos y con sus huesudos dedos, acarició la enmarañada barba del bandido como lo haría un padre amoroso.
En cambio, el líder de los bandidos dejo salir una leve carcajada, soltando un poco su fiero agarre sobre el anciano.
–Viejo embustero y traidor –dijo Alvin entre risas dándola unas palmadas amistosas a la mejillas de Mildew –, me enseñaste bien.
Sus risas pronto fueron imitadas por Savage y rápidamente seguidas por las del anciano. El nerviosismo de Mildew desapareció en lo que los tres malvados hombres se rieron a sus anchas ante sus villanías.
De repente y sin previo aviso, Alvin rápidamente tomó de nuevo a Mildew por el cuello de sus ropas y lo arrojó con si fuera una muñeca de trapo por la orilla del acantilado. El aciano soltó un largo y rudimentario gemido en lo que su cuerpo cayó desde las alturas a su muerte segura.
–Sigan buscando el libro –gruñó Alvin volviéndose a Savage con fiereza como si nada hubiera sucedido –, no me importa si les lleva días. ¡Encuentren ese libro! –sentenció su orden antes de regresar al interior de la isla, en lo que su cuervo negro como la noche, volaba de regreso a su hombro.
-ooOO000OOoo-
Cuando Hiccup regresó a su hogar ya la noche había caído sobre el Berk y solo las antorchas llameantes era lo único que permitía ver a través de las oscuras sombras. Su casa no fue muy diferente del exterior, solitaria y en silencio, con excepción del crispar de las flamas en la hoguera.
Acompañado de su fiel dragón de ébano que no se despegaba de sus talones, el joven exploró su hogar en búsqueda de algún otro miembro de su familia sin mucho éxito, al menos en la planta baja. Pero al subir las escaleras al segundo piso se encontró con su gemela en la soledad de la habitación; sentada en el borde de su cama, contemplando atentamente algo en sus manos, en lo Furry frotaba su nariz en contra sus botas en un intento de llamar su atención.
Honey se encontraba tan absorta en sus pensamientos que no se percató en la llegada de su hermano y dragón este, hasta que rompió el silencio de la habitación al preguntarle a ella:
–Honey. ¿Cómo te sientes?
La gemela pecosa dio un leve respingo de sorpresa, pero rápidamente se repuso para responder de manera apatica:
–Podría hacerte la misma pregunta.
Hiccup la contempló con recelo. Realmente estaba preocupado por ella; le estaba costado mucho más que a él reponerse de la horrible tortura que sufrieron a manos de Alvin. Se sentó junto a ella en la cama, en lo que Toothless se recostó a un lado Furry y frente a ambos hermanos.
–¿El corazón de rubí? –preguntó el muchacho al descubrir que sostenía su hermana en sus manos –. Me sorprende que Alvin olvidara que lo dejo en tu cuello.
–Él estaba convencido que no escaparíamos –sentenció Honey con sequedad.
–Esperaba que la marca de los esclavos nos quebrara por completo –completó Hiccup compartiendo un poco la apatía de su gemela.
–Y en cierta forma lo logro –dijo de ultimo la chica antes de ponerse de pie y marchar hasta el otro lado de la habitación.
–Hey, saldremos de esto adelante –le aseguró Hiccup yendo detrás de ella –. Siempre hemos superado las adversidades… juntos –agregó posando su mano en el hombro de ella.
Honey le correspondió con una débil sonrisa que no le convenció mucho a Hiccup, pero el muchacho no llegó a complementar sus palabras, ya que su hermana había tomado un objeto en particular del escritorio del rincón.
–¿El cofre de mamá?
–Sí. Quiero comprobar algo.
Ante la mirada curiosa de Hiccup y los dos dragones, Honey colocó el corazón de rubí en la ranura de aquel cofre, quedando a la perfección. Un leve click se hizo audible en lo que la cerradura finalmente cedió.
–Hotshot regaló este cofre a mamá como regalo de compromiso y el recuperar el corazón de rubí sería la prueba para el viejo Wrinky que era digno de su amor –explicó Honey con un semblante muy serio –. Estaban hechos para estar juntos.
–¿Hablas solo de la gema y el cofre? –le preguntó su hermano casi adivinando lo que ocurría en su cabeza.
Honey se mordió el labio claramente carcomida por la duda.
–Sé que no debemos fiarnos de las palabras de Alvin… pero… –no alcanzó a terminar ella cuando unos pasos retumbaron en la escalera, anunciando la llegada del padre de ambos.
Stoick hizo presencia en la habitación de los gemelos con una vela en las manos, lo que permitió que fuera visible su gran sonrisa. Desde el regreso de sus hijos, el gran líder vikingo no podía contener su felicidad.
Pero la felicidad se intensificó más en su rostro, cuando se percató del cofre abierto en manos de Honey.
–¿Encontraron la manera de abrirlo? ¡Eso es estupendo! –dijo él aproximándose a sus hijos. Tomó la pequeña caja de madera de las manos de su hija y abrió la tapa de par en par. Su mirada se enterneció de una manera increíble ante la sorpresa de sus hijos, que comenzaban a ser carcomidos por la duda de que se encontraba dentro de aquel cofre.
Finalmente, Stoick sacó del interior de la caja un simple, viejo y roído dragón de peluche. Ambos gemelos lo contemplaron con curiosidad sin entender al principio su importancia de aquel objeto, hasta que finalmente algo llegó a la mente de Hiccup.
–Recuerdo eso –comentó el muchacho tomando la pequeña figura que asemejaba un dragón de las manos de su padre.
Stoick soltó una nostálgica carcajada, en lo que su muchacho examinaba con cuidado el juguete.
–Sí, era tuyo –dijo el vikingo –. Tu madre lo hizo para ti, pero te aterraba verlo. Yo lo guardé en el cofre para que no lo vieras más.
–Quien diría que un tiempo tuve pánico a los dragones –señaló Hiccup completamente cautivado por la esponjosa figura. Pronto, tanto Toothless como Furry, mostraron curiosidad por aquel juguete.
Stoick en cambio, volvió a meter la mano en cofre para sacar una hermosa peineta hecha con una concha marina. No perdió un instante en depositarla en las manos Honey.
–Esa peineta también la hizo tu madre –confesó el vikingo –. Tenía pensado dártelo cuando crecieras.
Honey examinó con cuidado la hermosa peineta, decorada y pintada a mano, en lo que su corazón comenzaba ser abrumado por fuertes sentimientos.
–¿Ella se imaginaba toda una vida los cuatro juntos? –preguntó ella tan de repente a su padre, que confundió por un momento a Stoick.
Pero la sorpresa pasó rápido del gran líder, cuyo semblante se aligeró en lo que decía:
–Los llamaba los días dorados cada vez que pensaba como serían las cosas en el futuro. Cuando crecieran, se cazaran y llenaran la casa de nietos.
Los hermanos no pudieron evitar reír ante el comentario.
–Ella quería que envejeciéramos juntos, en lo que los veíamos hacer su propia vida. Siempre idealizó un maravilloso futuro para nosotros. Sé que hemos tenidos problemas y no muchas veces no he manejado bien la situaciones; pero me encantaría que ella pudiera verlos ahora, estaría muy orgullosa de nuestra familia como yo lo estoy.
Honey no pudo aguantar más las lágrimas que comenzaron a escurrir por su rostro, en lo que se lanzó a los brazos de su padre. Después de las malvadas palabras de Alvin, la gemela pecosa no pudo evitar sentir desosiego sobre el origen de su familia. La idea que su madre amara otro hombre y que su padre fuera un tramposo y traidor, la había consternado.
Pero era claro que aunque Hotshot había sido alguien importante en el pasado de su madre, ella solo anhelaba su futuro con el hombre que se enamoró, casó y tuvo hijos. Era una pena por lo que había sufrido el aventurero, pero sí él no hubiera fracasado, sus vidas serían muy diferentes.
Aún había cosas que su padre tenía que aclarar sobre el pasado, pero al menos podía estar segura, que no todo había sido tal cual se lo había planteado Alvin.
–¿Te encuentras bien? –le preguntó Stoick a su hija mientras correspondía su abrazo.
–Sí –dijo ella apretándolo con más fuerza –. Te amo papá.
Stoick hizo una señal a Hiccup para que también se acercara y los tres terminaran un fuerte y afectivo abrazo.
–Los amo tanto. Sé que han sido días muy duros para todos, pero estaremos bien –les aseguró Stoick a sus hijos frotando sus espaldas –. Alvin no puede hacernos más daño.
Ambos gemelos no pudieron evitar sentir una punzada de dolor que los obligó separarse de su padre. Ante la mirada curiosa de Stoick, ambos gemelos acordaron sin necesidad de palabras que había algo importante que debían compartir.
–Sobre eso papá –dijo Hiccup –. Hay algo que debemos decirte.
Saludos a todos,
Perdonen la larga espera por el capitulo (más de lo que imaginaba), pero tal vez algunos estén enterados pero el pasado 11 de Julio perdí a uno de mis gatitos. Sé que para la mayoría de la gente era solo un gato, pero para mí era muy importante y la forma repentina en que enfermó y murió me pegó muy duro. Estuve varios días en depresión y después eso me llevó a enfermarme. En mi pena, no me cuide adecuadamente y mis malestares se prologaron más de lo debido.
Pero cuando comenzaba a sentirme mejor, ya había asimilado lo que sucedió y me encontraba bajo tratamiento, me tocó el turno de vacunarme. Los efectos de la misma me golpearon muy fuerte y estuve en cama por otros cuatro días. Pero finalmente tengo ánimos de continuar escribiendo y pude traerles el final de esta aventura.
Había pensado tomarme un descanso al terminar con "Cría cuervos… y te sacaran los ojos", pero debido a los retrasos voy a poner inmediatamente a trabajar en la siguiente aventura. Espero que la esperen con ansiosas.
Gracias por leer y les dedico un gran abrazo.
