Cómo entrenar a tu dragón (How To Train Your Dragon) está basada en la serie de libros de mismo nombre de la autora británica Cressida Cowell, y realizada por Dreamworks Animation.
No poseo ningún derecho sobre los personajes y detalles originales de HTTYD.
El propósito de este FanFiction es el de entretener, con eso ya dicho, por favor no me demanden.
DRAGONS: A Twins Story
Letras peligrosas (Pt. 11)
-ooOO000OOoo-
–¡¿Dónde aprendiste esas canción?!
Honey nunca se imaginó que un semblante tan decrepito, desagradable y repulsivo como el rostro del viejo bibliotecario, pudiera contraerse y convertirse de tal manera en un peor horror para la vista. Sus sumidos y venosos ojos rojos, la piel arrugada contorsionada, las fosas nasales expandidas y una mueca furiosa en sus labios.
El anciano tomó a la pequeña y escuálida chica con sus manos como garras nudosas y la sacudió constantemente, mientras continuaba con su repentino cuestionamiento. A pesar del espanto y desagrado que le provocaba el viejo, la joven pecosa fingió ignorancia y musitó:
–¿Canción? ¿Qué canción?
–¡No trates de negarlo! –insistió el viejo sacudiéndola de los hombro un par de veces más –. ¡Te escuché cantar "Donde pertenecemos"!
–¡Nunca he escuchado una canción con ese nombre! –dijo Honey forcejeando. Había algo de verdad en sus palabras, ella siempre había ignorado como se llamaba esa canción.
–¡Por supuesto que no! –bramó el bibliotecario escupiendo saliva con cada apalabra llena de ira –. Nadie la escuchado en años. ¡Es una canción prohibida!
Honey detuvo de inmediato sus intentos de librarse de la garras del anciano y lo miró a los ojos confundida:
–¿Prohibida? ¿Por quién? ¿Por qué?
Una sonrisa malvada se formó en los delgados y secos labios del bibliotecario en lo que parecía disfrutar el desconcierto reflejado en el semblante de la joven gemela pecosa.
–Grimbeard "The Gasthly" el último rey del Wildewest –respondió el anciano con una profunda pronunciación de cada palabra y una terrible sonrisa de dientes chuecos y amarillos –. No se puede cantar, oír o conocerla. Quedo enterrada por años en las páginas de un libro… un libro que estaba reguardado en esta biblioteca… ¡Y que fue robado! –agregó él torciendo la boca con furia y desprecio.
–¡Yo no robe nada! –se apuró a responder el Honey, ganándose una carcajada por parte de Grouncher.
–¡Por supuesto que no, estúpida! –dijo este con desprecio –. ¡Yo sé que no fuiste! Eso pasó hace mucho tiempo.
El viejo soltó finalmente a la gemela Haddock para empezar a deambular a los alrededores del pasillo, sacudiendo sus manos y doblando sus rodillas mientras gemía como animal. Honey no sabía si el anciano se había vuelto loco o solo tenía ganas de ir al baño.
–La única forma que pudieras conocer esa canción es que la hubieras leído del libro robado… –finalmente soltó Grouncher volviéndose contra la joven y señalándola con su huesudo dedo acusador – o escuchado de los labios del ladrón.
Esas palabras hicieron estallar una estela de luz dentro de la mente de la chica, un momento tenía frente a sus ojos al bibliotecario cascarrabias musitando pestes y en el siguiente estaba viendo a un hombre mayor, sentado en un banquillo frente a una fogata hogareña meciendo un bulto en sus brazos. Honey lo reconoció de inmediato e igualmente dedujo la identidad del bebé en la seguridad de sus brazos; pero lo que más captaba su atención era las palabras que escapaban de los labios del hombre en susurros a la criatura en su regazo.
Era la canción que no recodaba donde había aprendido y mucho menos escuchado.
–¿Abuelo… Wrinkly? –masculló la chica sin percatarse que sus palabras habían salido de su boca.
–¿Qué dijiste? –dijo Grouncher el bibliotecario, devolviéndola a la realidad.
Honey se tapó la boca con ambas manos, aunque ya era muy tarde.
–¿Dijiste Wrinkly? –repitió el viejo a pesar de que chica negaba con la cabeza –. ¡Lo escuche bien, fue lo que dijiste! –una terrible sonrisa se dibujó en su rostro en lo que en sus pequeños y muertos ojos, un leve resplandor se volvió perceptible –. ¡Sabía que había sido ese desgraciado hijo del hel! –bramó levantando sus puños al cielo, para luego acuñarlos como una súplica a los dioses –. Todos estos años sospechando y finalmente puedo comprobar mi teoría.
–¿De qué está hablando? –le preguntó Honey.
El bibliotecario se volvió a la chica tan rápidamente, que a ella le pareció que al viejo se le caería cabeza.
–Wrinkly "El timador", Wrinkly "El mentiroso", Wrinkly "El ladrón" –masculló Grouncher con desprecio dando un paso con cada nombre.
–¡Hey! ¡Está hablando de me abuelo! –bramó la gemela firmemente.
–Eso explica porque estás aquí por tu cuenta tomando lo que no te pertenece.
–Yo solo veía…
–Eres mentirosa como él –dijo el viejo tomando a Honey del antebrazo y comenzando de nuevo a sacudirla –. Hace muchos años, cuando él era solo un chicuelo, tu querido abuelo llegó a la isla Meathead con su grupo de amigos pendencieros, con la intención de divertirse, beber y conocer mujeres. Después de ahogar sus patéticas existencia en cavas de hidromiel, lo muchachos estúpidos comenzaron a realizar apuestas ridículas.
Honey luchó con fuerza de liberarse de las garras huesudas de su opresor, pero éste cada vez se vía fuera de control. Sus desbordantes y descontroladas emociones provocaban más imágenes en la cabeza de la gemela Haddock de las que podía asimilar.
–Salta de techo de una choza, arrójate al mar congelado, corta la uñas a un deadly nadder, dile a la esposa del jefe que está gorda –explicó Groucher trayendo consigo las visiones a la mente de Honey de esos momentos –. Entre las tonterías que apostaron, estaba entrar a esta biblioteca y robar un libro.
–Los atrapé –continuó el viejo – justo después de pasar esa puerta, y los saque a patadas de aquí. Note la mirada de tu abuelo y sabía que no sería la última que se volvería un problema. Al día siguiente, ya por la tarde, descubrí que varios volúmenes de libros peligrosos y prohibidos habían desaparecido, y entre ellos estaba el manual del trovador empedernido, desterrado del conocimiento después de que su autor intentó seducir con sus canciones a la prometida del rey.
La chica dejo de luchar en lo que el pasado del bibliotecario pasaba ante sus ojos, pero al mismo tiempo, su mente se mantenía incrédula ante sus visiones… aunque estás nunca se había equivocado.
–Esa canción se encontraba escrita en ese libro –explicó el viejo amargado –, al igual que otras melodías prohibidas. Estaba convencido que había sido Wrinkly de Berk, pero nunca tuve pruebas para comprobarlo, hasta que tú –le sonrió con sus dientes chuecos y manchados – finalmente he descubierto la verdad.
–¿Qué eres un viejo rencoroso y amargado? –le escupió Honey con rencor y despecho. Forcejeó una vez más finalmente quitándose de encima las nudosas manos del bibliotecario, en lo que le lanzó su mirada más furibunda que no había hecho en mucho tiempo.
–¡Tu abuelo fue un sucio ladrón!
–¡No hables mal de mi abuelo, saco de huesos embustero y antipático!
–¡No te atrevas a hablarme de esa manera, pequeña estúpida!
–¡Lo haré como lo desee, anciano imbécil!
Ambos se lanzaron miradas asesinas, sus ojo llameaban con furia y sus dientes rechinaban como si estuvieran listos para lanzarse el uno contra la otra. Pero antes de que eso sucediera, una tercera voz se escuchó en el corredor:
–¿Qué está sucediendo aquí? –eran Pumking y Gothi quienes finalmente los habían encontrado –. ¿No puede evitar atormentar a los demás?
–¡Silencio! ¡Asqueroso e insignificante esclavo! –escupió Grouncher descargando todo su odio contra el joven pelirrojo –. Debería ordenarle a Mogadon que te apalearan hasta que dejes de ser tan osado. Tú tienes la culpa que está… mocosa arpía esté arruinando la penumbras desgraciada de este maldito lugar.
–¡Si será estúpido, viejo anciano y senil! –le contestó el esclavo sin dejarse intimidar. Años de lidiar con el bibliotecario lo habían hecho inmune a sus insultos –. ¡Usted pidió que ellas vinieran en primer lugar!
–¡Yo nunca quería una escoria como está en mi hogar…!
En lo que ambos hombre se gritaban el uno al otro a todo pulmón, Honey no pudo evitar escapar a sus pensamientos y preguntarse realmente si su amado abuelo, realmente había sido un vulgar ladrón. Durante años, durante el rechazo de la aldea, el amor incondicional de su abuelo había sido un apoyo incondicional para los gemelos Haddock, y con su muerte la soledad se había vuelto más difícil de tolerar.
El viejo Wrinkly no había sido perfecto, y como todo buen vikingo, había hecho alguna estupidez durante su juventud. Pero llamarlo un sin simple ladrón era un insultó al afecto y recuerdos que Honey tenía de él.
Pero por otro lado, estaba el baúl lleno de libros que había escondido su abuelo debajo de su casa.
La chica no sabía que pensar al respecto y en su frustración, solo pudo hacer lo que su mente racional de adolecente le pareció correcto. Le dio una patada en la pantorrilla al viejo bibliotecario.
–¡AAARRRRGG! –gritó éste en dolor –. ¡Aleja este monstruo de mí!
-ooOO000OOoo-
Hola a todos.
Ya anteriormente había mencionado el poder que tiene Honey sobre el pasado y el futuro, bueno, ahora finalmente han visto como se manifiesta. Las emociones tienen mucho que ver y ella no tiene control de lo que ve.
Espero que me quedara claro. Ojala que disfrutaran el capitulo.
Abrazos.
