Hijo de la Luna

Tonto el que no entienda

Cuenta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuró a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía
Al llegar el día
Desposar un calé

Capitulo 1:

Lejos de casa

El sol comenzaba a ocultarse frente a sus ojos, la joven muchacha de ojos azules miraba el atardecer mientras ella recostaba su cabeza en el hombro del muchacho a su lado.

- Darien…¿no es esto romántico?

- ¿eh?

- ¿dónde estás?

- Pues aquí…¿dónde más?

- No…tu cabeza no está aquí ¿en qué piensas?

- En nada, ¿por qué lo dices?

- llevo media hora hablándote del pastel para la boda, los invitados, ¡mi vestido! y tú no dices nada

- ah…nuez está bien.

- ¿nuez? Darien…¿Nuez?

- Si, ya te dije…voto por nuez

- Darien….soy alérgica a la nuez…lo sabes ¿verdad?

- ¿en verdad? no lo sabía

- Tenemos seis años de novios ¿y no lo sabías?

- Pues…no, lo siento.

- ¡Eres increíble! ¿cómo puedes preocuparte tan poco?

- Lo lamento, Serena, tengo la mente en otro lado, aun no aparecen los resultados de mi examen de especialidad

- ¿qué importa eso? Elegirás Tokio ¿no?

- Pues….París es una gran oportunidad también

- ¡París! ¿qué haré yo en París? No sé francés y me aterra irme a un lugar tan distinto

- pero verías a Rei, Rei y tú son amigas.

- Rei se fue a estudiar la carrera allá y estará muy ocupada, si apenas y contesta mis llamadas, quizás ni asista a la boda y… Darien…no estás pensando en París por Rei ¿verdad?

- ¿cómo?

- Tienes siete posibles opciones de universidades para hacer tu especialidad ¿eliges París solo por que sí?

- París es una gran oportunidad

- ¡Oportunidad mis Narices! Tú lo que quieres es ir a seguir a Rei, la sigues queriendo, ¿verdad?

- ¿qué?

- ¿La amas?

- Serena…

- ¿la amas?

- Eso fue hace muchos años…era ella apenas una adolescente y…

- ¡la amas! ¡aun la amas! Luego de tantos años, de tantas cosas…sigues pensando en ella.

- Que tonterías dices

- Me pediste que no le pusieran aceitunas al platillo principal porque Rei las detesta pero no sabes que soy alérgica a las nueces luego de seis años de noviazgo

- Serena, yo…

- Me rindo, Darien. - se duele la muchacha rubia mientras se seca las lágrimas de los ojos- hemos terminado

- ¿qué?

- Quizás sea nuestro destino estar juntos, pero…no puedo estar al lado de un hombre que no me ama y que seguramente ama a mi mejor amiga. Decide lo que quieras con tu vida, ya no tienes que consultarme…no soy tu problema de aquí en adelante, me voy.

- ¿qué?

- Y por favor…no me busques….no quiero que me encuentres

- Serena…

- Adiós, Darien…busca tu felicidad, yo a mi modo buscaré la mía.

La muchacha de coletas largas se puso de pie y se alejó en silencio con la frente muy en alto, Darien solo pudo pensar "ya se le pasará" pero aun cuando no lo dijera en voz alta, una parte de su mente suplicaba porque no fuera así…

Para Serena aquel día no fue fácil. Agradeció que luna no estuviera en casa y pudiera hacer su maleta en paz, detestaba estarla escuchando todo el tiempo hablándole sobre el futuro, sobre sus obligaciones como futura reina, dejó una nota apresurada y salió de casa sin hacer ruido "cómo quisiera escapar de todo" dijo mirando al cielo, a la estrella más brillante cercana a la luna.

Cuando llegó a la terminal compró el boleto para la ciudad más lejana, después buscaría qué hacer.

Casi era media noche, no había nadie más en la estación y la noche era fría. Aquel era un lugar realmente desolado.

- ¿qué estoy haciendo aquí? Creo que me excedí un poco…quizás Darien pensó mejor las cosas, quizás…

- Quizás deberías de hacer caso a tus instintos, ¿no lo crees?

- ¿quién está ahí?

Una nube de obscuridad apareció en el andén, al disiparse mostró a un hombre de cabellos plateados y piel blanca como la nieve, lo reconoció al instante

- Diamante.

- Que sorpresa que sepas mi nombre, eso me halaga, princesa…

- ¿qué haces aquí? Creí que habías muerto

- ¿muerto? No…jamás he estado muerto y no está en mis planes venideros

- ¿a qué has venido?

- Por ti

- ¿por mi?

- He escuchado tus palabras…quieres escapar

- No…no…yo…Yo solo bromeaba y…

- Debemos irnos….alguien viene

- ¿qué?

Las palabras de Serena murieron en su boca, una niebla igual de densa que la anterior apareció a su alrededor y todo se volvió obscuridad, sintió los brazos de Diamante sujetarla y de pronto sus ojos se sintieron pesados, no supo más de sí…

París:

Despertó por la mañana con las típicas ojeras de haberse mantenido despierta hasta tarde por estar estudiando. Se levantó en sus pantaloncillos cortos y su camisa sin mangas para ir a la cocina a servirse un poco de café, agradeció tener clases hasta el medio día, le daría tiempo para ir a comprar algo de comer…comer…¿cuándo fue la última vez que comió algo que no fuera de microondas o instantáneo?...no…no lo recordaba

El sonido del timbre la hizo salir de sus pensamientos y fue a la puerta sin detenerse a pensar de quién se trataba. No preguntó de quién se trataba, solo la abrió y se encontró con una sorpresa que jamás imaginó.

- Darien…

- Ho…hola- dijo él con una tímida sonrisa a la sorprendida muchacha

- ¿qué…qué haces aquí?- se sorprende ella

-´¿puedo pasar?

Aquella pregunta hizo a Rei consciente de su vestimenta…eso y la forma en la que Darien la observaba.

- ¡Gran Kami!- se apenó la muchacha estampando la puerta en el rostro de Darien, tomó la primer bata que se encontró en su camino y abrió la puerta para dejar pasar al muchacho que se sobaba la frente, tomó asiento sin que la chica se lo pidiera, vio que Rei fruncía el seño pero decidió ignorarla y concentrarse en la taza de café que ella le ofrecía- ¿qué haces aquí, Darien?

- Pues…me he mudado a París para hacer mi especialidad, me aceptaron en el Instituto Gustave Roussy.

- ¿qué? Creí que te quedarías en Tokio, por Serena

- Makoto es aun tu mejor amiga y hablas con ella más de una vez al día, seguramente sabes por qué Serena no tiene injerencia en mis decisiones.

- Me contó que se fue dejando una nota diciendo que no la buscaran pero…

han pasado meses desde que eso ocurrió, Rei. La busqué por semanas pero parece como si se la hubiera tragado la tierra, ella no desea que la encuentren.

- Y parece como si no quisieras encontrarla

- … Solo decidí que no buscaré a quien no deseé ser encontrado.

- hurra por tu amor eterno

- no dejas de ser sarcástica

- ¿alguna vez dejé de serlo?

- no…creo que no- Sonríe el pelinegro de un modo que Rei le sonríe y un silencio no tan incómodo se crea entre ellos

- Oye…no intentes distraerme. ¿qué haces aquí?

- pues estu…

-si, si, estudiar tu especialidad. Pero…¿en mi departamento? París es inmenso ¿sabes?

- Lo sé, no estoy aquí por casualidad

- ¿entonces?

- Tu padre y mi abuelo son socios comerciales ahora. Mi abuelo le contó a tu padre que me mudaba a París para hacer mi especialidad y le contó que tiene un piso en París con dos departamentos, así que…

- Tu abuelo pensó que sería buena idea que te quedaras en el departamento de enfrente.

- Tu padre también dijo que se sentiría más seguro, no lo hace sentir cómodo que estés en un país tan lejano y sola

- Y me envió un guardaespaldas

- Un amigo…Podemos ser amigos ¿no? Solíamos serlo

- Las cosas han cambiado mucho y lo sabes.

- Lo sé, pero podemos ser amigos de nuevo, ¿no lo crees? Antes lo pasábamos de maravilla.

- No lo recuerdo bien.

- Puedo recordártelo- dice con coquetería el de ojos azules.

- Darien…

- Puedo invitarte a comer, muero de hambre y sé que tú también.

- Eso no es…

- ¿solo tienes ramen y comida instantánea?

- Eso no es asunto tuyo.

- Somos amigos ¿no? Los amigos se invitan a comer de vez en cuando

- Darien…

- y también se ayudan a ubicarse en la ciudad…tu llevas dos años viviendo aquí, no me negarás tu ayuda, ¿verdad?

- pues…

- te traje una caja de Mochis…y chocolates belgas

- Me doy un baño y nos vamos, no quiero que Chiba Samma me odie por perder a su nieto en París. Pero eso te costará más que unas cajas de golosinas y el desayuno.

- Lo que tú quieras, Rei…lo que tú me pidas

En algún Oscuro lugar del universo

La rubia muchacha despertó envuelta en sábanas blancas, no reconoció aquella habitación, pero le dolía la cabeza.

- ¿dónde estoy?

- Estás en Némesis…tu nuevo hogar

- ¿qué? ¿de qué hablas? Yo…recuerdo que estaba en la estación y…

- Y querías escapar de todo, deseo concedido, princesa

- ¿qué? ¡No, no, no!

- fue lo que pediste ¿no es así?

- ¿yo?

- "cómo quisiera escapar de todo" dijiste antes de partir hacia la terminal

- ¿me estabas escuchando?

- Siempre lo hago, siempre te observo. Es mi actividad favorita en la vida

- Estás demente, ¿qué clase de loco hace eso?

- ¿qué clase de loca sabe el nombre del hombre que acaba de conocer

- ¿acaba de…conocer?

- Debe ser el destino, es nuestro primer encuentro y tú ya sabes mi nombre

- ¿entonces no me recuerdas?- se sorprende la muchacha rubia

- Te recuerdo de todos los días, todos los días cuando el sol se oculta te veo reír y llorar, te veo correr y jugar, te veo brillar, mi princesa.

- ¿qué año es?

Una risa divertida del pálido muchacho que la mira con ternura

- Creo que el viaje te ha conmocionado. Es el mismo "año" que en tu tierra, no viajo en el tiempo ni vengo del futuro.

- ¿no vienes del futuro? Entonces….el diamante que conocí antes…- Las palabras de Serena mueren en sus labios, si, es el mismo diamante que conoció junto a Black moon, es el mismo diamante de antes…pero luce más joven…y su frente…- no tienes la luna oscura en tu frente.

- ¿por qué habría de tener algo así? No soy partidario de los tatuajes. De verdad te ha afectado el viaje.

- ¿dónde está el gran sabio, y Esmeralda?

- ¿Quiénes?

- ¿y Zafiro?

- ¿conoces a mi hermano? Seguramente está tocando el piano en algún lugar de la galaxia, pero pronto lo conocerás, me da curiosidad que sepas tanto sobre mi, aunque me agrada, vamos por muy buen camino.

- No vamos por ningún buen camino, ¡quiero volver a casa!

- ¿para qué quieres volver? No es como si alguien te extrañara en la tierra

- ¡tengo amigos, familia y un prometido!

- Un prometido que te ignora…Uno al que no le importas

- ¡A Darien le importo!

- Claro que no, pero si eso deseas pensar…adelante.

- ¡regrésame a mi hogar!

-A partir de hoy este es tu nuevo hogar- dice con seriedad el peliplateado y da media vuelta para caminar hacia la puerta de la habitación- pediré que te traigan la cena.

París, seis meses después:

Los fuertes golpes en la puerta la hicieron levantarse de golpe, desde hacía varios meses que ese era su despertador diario, como todos los días lanzó una maldición en su idioma natal.

- ¿qué quieres a estas horas de la mañana, Darien?- refunfuña Rei aun con el cabello alborotado

- no es tan temprano, son las diez. Pero tu luces como si no hubieras dormido en toda la noche

- Estuve intentando localizar a Serena mediante mi fuego, pero no lo conseguí, Luna dice que no ha sabido nada de ella.

- Llevas meses intentándolo…

- Y sin éxito.- Se apena ella

- Quizás sea porque no desea ser encontrada.

- Qué tonterías dices, tú deberías de estarla buscando También, eres su prometido

- Ex prometido, Rei. Terminamos ¿lo olvidaste? Te lo he contado mil veces

- Es que tu…

- Es sábado, no hablemos de eso ¿quieres? vengo a invitarte a dar un paseo

La joven frunció el seño y estaba a punto de continuar su queja cuando fue interrumpida

- no es una cita, solo una…salida de amigos, como siempre, iremos a dónde tú quieras , un día de campo tal vez.

- Suena genial, pero…

- no me digas que tienes tarea, sé que no la tienes, me lo dijiste ayer- recuerda el muchacho mientras camina a la cocina y se sirve una taza de café de la cafetera de Rei

- En serio….necesitas comprar tu propia cafetera

- El café te queda estupendo. Anda… toma una ducha mientras yo te preparo el desayuno, después iremos a dar un paseo y tu elegirás nuestro destino esta vez.

- Acepto el desayuno, pero sobre el paseo….creo que no podrá ser

- ¿por qué? ¿tienes planes?

- Debo ir al aeropuerto, tengo que recoger a alguien allí.

- ¿tu padre vendrá?

- No, no es él. Pero me daré una ducha o llegaré tarde

- Yo te llevo

- Tengo coche y sé manejar, no es necesario

- Necesitarás quien cargue las maletas

- ¿se te olvida que soy una guerrera? Puedo cargar un par de maletas

- ¿acaso es alguien que no quieras que conozca?

- En absoluto, le conoces y viene a quedarse en casa por un buen tiempo- Sonríe Rei mientras da media vuelta para correr a su habitación- Si quieres puedes acompañarme.

La cocina se quedó solo con el invitado pelinegro, "¿quién será ese tipo?" Se preguntó una y otra vez el muchacho de ojos azules. "¿se tratará de Nicholas?" La sola idea hacía que ardiera el estómago.

- así que esta era la visita, ¿no pudiste decírmelo?- Interroga Darien mientras maneja con un pasajero en el asiento trasero del coche, el pasajero tiene cabellos negros y ojos amatista

- ¿y romper con la diversión? Claro que no. Debiste ver tu rostro la última hora ¿Quién pensabas que sería?

- ¿no le dijiste que venía a París, Rei?

- Claro que no, Hotaru. Era una sorpresa

- ¿has venido de vacaciones?

- no. Haruka y Michiru se fueron de viaje por un largo tiempo y Setsuna se ha desaparecido, también. Me sentía muy sola en Tokio y como no he perdido el contacto con Rei, me invitó a venir a París, estoy por iniciar la preparatoria así que…

- Pensé que sería un buen momento para volver a empezar en un lugar nuevo

- y siempre quise conocer París- se emociona la muchacha- espero no ser un problema para nadie

- Me encantará tenerte de compañía, ya te lo dije

- Y yo de vecina. Cocino muy bien, te prepararé los almuerzos.

- Perfecto, porque yo solo sé hacer cosas instantáneas

- como Rei, que curioso- se burla el de ojos azules mientras recibe un fuerte pellizco de la mujer a su lado- Hotaru ¿qué te parece si te llevamos a instalarte y luego las invito a cenar. Debemos celebrar tu llegada a París

- Me fascina la idea. Acepto. No hay problema, Rei ¿ verdad?

- Pues…no. Como tú elijas estará bien por mí.

- Perfecto.

Si, perfecto, aunque no era perfecto para Rei, ella no deseaba pasar mucho tiempo con Darien y parecía que el Karma se empeñaba en ponerlos frente a frente una y otra vez….

En un lejano lugar del universo llamado Nemesis:

La muchacha de largas coletas rubias se encontraba sentada en su cama mirando hacia la inmensa ventana, todo era obscuridad.

- ¿cómo puede soportar vivir en un lugar así? Es una prisión horrible.

- veo que alguien está despierta

- ¿tú otra vez? ¿cuándo me regresarás a casa?

- Supe por mi gente que no has comido nada. Te he conseguido los mejores postres de la galaxia

- no comeré hasta que me regreses a mi hogar

- ¡Debes comer!

- ¡no comeré para sobrevivir a una vida como esta, una vida de encierros!

- Si prometes comer te prometo que…

- ¿me regresarás a mi casa?

- No…pero te llevaré a dar un paseo y te encantará, lo prometo

- ¿cómo podría agradarme un lugar como este?- susurra ella pero mira a la mesa a su lado, de verdad huele delicioso- Bien….comeré un poco.

- no te arrepentirás

La joven probó uno de los pastelillos de la mesa y luego tomó otro más, cuando se dio cuenta la bandeja estaba vacía y ella con un fuerte dolor de estómago.

- Gracias por desaparecer mi dolor de estómago con tu magia, Diamante. De verdad me dolía mucho- agradece la chica cuando suben a un caballo blanco para emprender su camino en la obscuridad

- Puedes tener todos los pastelillos que quieras, pero deberías comerlos con calma….fue demasiado para un estómago que no había comido nada.

- Es que estaban deliciosos…-se apena la chica ganándose la risa del pálido- ¡no te rías!

- Es genial tenerte tan cerca- explica el de ojos claros deteniendo su caballo, ayuda a bajar a la chica y ambos entran por una cueva, la cueva era un lugar lleno de luz, de magia.

- Esto es…hermoso.

- Imaginé que te gustaría, es como en tus sueños

- ¿mis sueños? ¿cómo sabes eso?

- Tengo mucho tiempo observándote, supuse que soñarías con esto

- Si…algunas veces lo he hecho- acepta la muchacha rubia- ¿sabes qué he soñado también?

- ¿ qué?

- ¡esto!- La muchacha rubia corre a un Sauce e intenta trepar, no lo consigue y cae estrepitosamente. - Auch…en mis sueños siempre es divertido

- ¿trepar a un árbol? ¿en qué estabas pensando?- Reprende el muchacho peliplateado, cuando pone su mano en la frente de ella el moretón comienza a aclararse- ¿duele menos?

- Si.

- En mis sueños siempre puedo hacerlo…En la realidad siempre soy muy tonta, como ahora.

- ¿de verdad querías subir a ese árbol?- interroga curioso el joven, un gesto afirmativo de ella- Entonces creo que deberías poder hacerlo.

- ¿pero qué?

Un grito fue arrancado de sus labios cuando sintió como los fuertes brazos de Diamante la tomaban en peso y trepaban con ella aquel árbol.

- Jamás había visto algo desde tan alto. Esto es hermoso

- ¿te gusta?

- Si.

- Es mi lugar favorito en Nemesis

- Creo que a partir de ahora también el mío- apoya la muchacha rubia.

La mirada complacida y feliz del muchacho a su lado la envuelven, pero ella no es consciente de ello. La rubia tiene su mirada perdida en un punto azul llamado tierra, él, en dos puntos azules que eran la mirada de Serena….

París, algunas semanas después:

Hotaru se había adaptado a la ciudad luz como pez en el agua. La muchacha tenía su propia habitación en el departamento de Rei y luego de pensarlo suficiente decidió remodelar la habitación a su gusto, sus nuevos amigos se ofrecieron a ayudarla.

- Darien, esa lámpara está chueca

- claro que no está chueca, Rei. Está perfecta- se defiende él mientras baja de la escalera para contemplar su obra, una lámpara de mariposa en color lila que cuelga del techo.

- Hotaru, ¿verdad que está bien acomodada tu lámpara?

- No contestes, Hotaru. Seguramente serías amable con Darien solo por no apenarlo- gruñe la pelinegra

- Está bien, Rei. Se ve linda

- no, no se ve linda, arruina la decoración- refunfuña la muchacha trepándose a la escalera para acomodar la lámpara a su gusto, cuando lo consigue, se gira para mirar triunfante al pelinegro- ¿lo ves? Así se hacen las cosas.

Las palabras de ella murieron en sus labios ya que la escalera donde se encontraba tambaleó un poco haciéndola caer, el impacto no llegó pero al abrir los ojos se encontró con unos ojos azules que la miraban preocupado y unos brazos fuertes que la sujetaban como si en ello se le fuera la vida

- ¿estás bien?- Pregunta preocupado el muchacho

- cla…claro que estoy bien. ¿olvidas que tengo una prefecta formación Shinto? No podría lastimarme

- es verdad, lo lamento….- se disculpa él dejándola en el piso con cuidado

- eso fue tan tierno…me recordaron a una de esas películas románticas

- Eso no es verdad

- podríamos ver una de esas películas románticas? Estoy agotada por hoy.

- Me parece una gran idea. ¿por qué no vamos a rentar unas películas y a comprar algo de comer?

- ¿pueden ir ustedes? Yo de verdad estoy muerta…

- Pero, Hotaru. Tú fuiste la de la idea.

- Veré la película cuando la traigan…por favor…no se preocupen por mi. Los esperaré en casa.

- ¿quieres algo especial de comer?

- ¿Pizza les parece bien?

- la traeremos de tu pizzería favorita- promete el de ojos azules- ¿nos vamos, Rei?

- si. Será lo mejor, tú siempre tardas demasiado en elegir la película y terminas eligiendo un drama cursi.

- regáñame en el camino, ¿si? Hoy han abusado de mis energías, muero de hambre.

- pobrecillo…te compraré spaguetti…- Se burla la muchacha

Rei tira del brazo del pelinegro y salen de prisa del departamento, mientras la muchachita de corta melena ríe al verlos salir. Disfruta demasiado aquella familiaridad, la misma que disfrutó mientras vivía con las Outer Senshi, la misma que jamás disfrutó con su padre.

- ¿estás llorando?- se burla Rei cuando los créditos aparecen en el televisor de la sala y su amigo luce conmovido.

- no…claro que no- se defiende el médico- pero es una historia conmovedora

- Si… siempre será conmovedor ver una historia donde dos grandes amigos se enamoran y descubren que se quieren quedar juntos como pareja ¿les suena familiar?- aporta Hotaru mientras da una mordida a su pizza con naturalidad.

Darien tose nerviosamente y Rei casi se ahoga con un trago de soda que había bebido. El pelinegro retira su brazo del sillón donde estaba sentado y se sienta lo más propio posible.

- Darien…creo que ya es tarde. Mañana debes ir al hospital y nosotras tenemos clases

- Pero, Rei…la estábamos pasando bien- se apena la muchacha de ojos amatista

- Pero nada, le he prometido a tu padre ser una buena tutora y pretendo hacerlo.

- Es verdad, yo…estoy agotado, debería dormir un poco. Hotaru ¿quieres que te lleve mañana al instituto?

- ¡Si! No tienes idea lo que me envidian mis amigas cuando me ven llegar en un coche deportivo a la escuela y con un hombre tan guapo como tú.

- Así que por eso la llevas a la preparatoria- refunfuña Rei- para ver chicas en su uniforme de colegio

Una limpia carcajada del pelinegro que disfruta como nadie de las palabras de su amiga

- Sonaste como una novia celosa. Pero no te preocupes…Yo ya no estoy para salir con chicas de secundaria de colegio católico.

- Pero antes si lo estuviste, ¿verdad, Darien? Makoto me contó que solías ir por Rei a la salida de T.A para llevarla a comer helado, pero que siempre tardaban eternidades en la heladería

- Hotaru, ve a dormir- pide Rei

La muchachita se mete a su habitación entre carcajadas al notar la incomodidad de los muchachos y desaparece, Darien está frente a la puerta, con gesto divertido pero compartiendo el mismo sonrojo de su anfitriona.

- Maldita Makoto, siempre hablando de más

- Fue divertido- dice sonriente él

- Si, veamos películas más seguido

- No, hablo de cuando pasaba por ti para ir por helado…son momentos que nunca olvidaré

- no…no deberías de hablar de esas cosas

- ¿tú no lo disfrutaste?

- Será mejor que te vayas….es muy tarde ya.

- Si…claro…buenas noches.- se encoge de hombros él al ver la seriedad de la muchacha- Rei…

- ¿si?

Darien se apresura y besa la mejilla de la pelinegra para salir corriendo hacia la puerta, un "buenas noches" es lo que escucha de labios de él, pero por algún extraño motivo Rei no tiene sus sentidos al cien por ciento.

- No puedes decir que no sentiste nada- regaña una muchacha castaña del otro lado del monitor

- Solo besó mi mejilla. Nada más

- Amiga…No creo que fuera así

- No viste su cara, no puedes opinar.

- La veré en las vacaciones, pero la supongo de antemano

- Tu siempre supones cosas. Y deja de contarle a Hotaru esas historias sobre Darien y yo.

- ¿qué? No le digo mentiras

- Claro que si. Y por favor, no lo hagas…es incómodo explicarle a una chica de dieciséis años sobre mi pasado.

- ¿sexual? Vamos, no le he contado tanto. Casi es una niña

- Makoto, lo digo en serio. Deja de hacerlo

- Bien…bien…no voy a contarle nada más. Pero planeo interrogarte cuando vaya a París

- ¿has sabido algo de serena?

- Nada en absoluto, solo que Luna se está volviendo loca por encontrarla pero no lo ha logrado. Parece como si se la hubiera tragado la tierra

- Si, yo tampoco lo he conseguido…Mi fuego no me arroja nada

- Quizás es porque no quiere que la encuentren. ¿no lo has pensado?

- ¿y por qué no habría de querer volver a casa. La espera su futuro. Tiene un destino por cumplir, ella y Darien lo tienen

- ¿y no has pensado que quizás Serena no desea cumplir su destino?

- Siempre ha soñado con eso, Mako- Chan…Es Serena.

- Quizás le entró el pánico

- Me preocupa que alguien le hiciera daño

- Dejó una nota. Dijo que quería empezar de nuevo ¿no es prueba suficiente para que dejen de ponerse así? Tuvo agallas y quiso ir por algo diferente a lo que le ordenaba el destino, ¿no es buena idea seguir su ejemplo?
- ¿me estás incitando a que me vuelva bailarina de Ballet? Eso tampoco es mi destino

- Claro que no. Sabes de lo que te hablo, pero si tienes dudas…toca la puerta de enfrente de tu departamento, seguramente encontrarás algo que te refresque la memoria

- Makoto Kino, deja de decir esas cosas. Mejor cuéntame, ¿cómo van las cosas con Andrew?

- más lento que un caracol… creo que tendré que ser más ruda

- si fueras más ruda tendrías que golpearlo

- Ya lo hice, hoy. Creo que deberé de drogarlo, subirlo a mi cajuela y robármelo. ¿por qué es tan difícil ser directos? ¿pero a quién se lo estoy preguntando? A la chica que lleva diez años enamorada del mismo hombre y que no es capaz de confesarle que lo sigue amando.

- Deja de decir esas cosas. Solo están en tu cabeza

- Y en la tuya, querida amiga. Ahora debo dejarte, tengo unas galletas por sacar del horno.

-¿Galletas de naranja para Andrew?

- algo así….galletas de naranja con un hechizo que me vendió una hechicera para hacerlo caer

- No lo necesitas, solo usa esa blusa escotada que compraste el último verano que pasaste aquí en París.

- Haré ambas cosas. Una de las dos tiene que funcionar…si no agregaré narcóticos a sus galletas y lo meteré en mi cajuela.

-estás demente, Makoto Kino.

- Quizás. Ahora vete a dormir o mañana podría dolerte la cabeza y podrías necesitar un Neurólogo que te ayudara

- Neurólogo pediatra y no es necesario. No lo necesito

- Lo necesitas, pero no para un dolor de cabeza.

- Estas enferma, Makoto Kino. Muy enferma

Enferma era el calificativo de Rei, Sincera quizás era el más adecuado para aquella noche porque los sueños de Rei siempre tuvieron en ello a un hombre de profundos ojos azules mirándola y no…en ningún momento fue una pesadilla.

Némesis, dos meses después:

La rubia muchacha de coletas largas salió de su habitación como cada mañana, usaba uno de los vestidos que Diamante le había obsequiado, le pareció extraño que Diamante no fuera a despertarla como cada mañana para tener la pelea de "quiero volver a casa" y "jamás".

La muchacha de ojos azules no sabía cuánto llevaba en Némesis, el tiempo no corría de la misma forma que en la tierra, y las cosas tampoco se sentían igual.

El sonido de una suave y triste melodía de piano la hizo llevar sus pasos hasta un salón en la planta baja, alguien de cabellos oscuros tocaba al piano "¿Darien?"

La chica acercó sus pasos y descubrió al instante de quién se trataba

- ¿Zafiro?

El joven no se sorprendió y sonrió al ver a la muchacha rubia frente a él.

- Tú debes ser Serena, mi hermano me ha hablado mucho de ti, soy Zafiro Black

-El hermano de Diamante

- si, estaba fuera de casa, llegué hace algunas horas, mi hermano me contó de tu llegada, ya he hablado con él sobre su comportamiento, no debió traerte a la fuerza. Fue un bruto

- Si…bastante bruto - acepta la rubia- ¿dónde está él por cierto?

- ¿el bruto de mi hermano?

- ¿están hablando de mí?

- ¡hermano, que bueno que llegas! Serena estaba preguntando por ti

- ¡no es verdad!

- ¿de verdad? Eso es algo muy agradable de Saber

- ¡no es verdad!

- Es una lástima….te había traído un regalo

- ¿regalo?

- Tú no eres el tipo de hombre que hace regalos, hermano.

- Es para que Serena no se sienta sola. Me la trajeron unos piratas estelares que pasaron por la tierra- dice el peli plateado.

-¿sola? ¿trajiste a alguien de la tierra?

- no exactamente- contesta el joven pálido entregando una pequeña cajita con agujeros- me recordó a ti

- ¿a mí?

- Es una ardilla voladora enana, la trajeron de Japón, como tú

- ¡es hermosa! Me encanta ¿cómo te pondré? ¿Diamante?

- Es una niña. Búscale un nombre femenino

- Diamanta

- ¡Serena!

- Bien…bien… te pondré Tsukiko

- Tsukiko me gusta

- Diamante, ¿dijiste que unos piratas te trajeron a Tsukiko?

- Si….eso dije.

- ¿crees que ellos puedan llevarme a la tierra de regreso?

- ¡No! ya basta. ¿qué es lo que quieres? ¿cómo voy a darte gusto? Lo hago todo, hago lo que no he hecho por ninguna mujer y no te doy gusto. ¡solo piensas en largarte con ese…ese….idiota!

- Darien no es ningún idiota. ¡es el amor de mi vida!

- Si fuera el amor de tu vida no estaría enamorado de otra y tratándote como a un estorbo

- ¡cállate! ¿tú qué sabes lo que es amar a alguien?

Los ojos del mayor de los Black se llenaron de furia y no hubo respuesta, él solo salió dando media vuelta bufando un par de maldiciones, la joven lo miraba confundida, él incómodo invitado tenía los ojos clavados en las teclas del piano: Blanco y negro, día y noche, luz y oscuridad, Diamante Black y Serena Tsukino…qué locura.

- ¿sabes? Mi hermano solía ser un ser muy solitario, pasaba noches enteras mirando la luna, hasta que descubrió algo más allá de ella que lo cautivó

- ¿y qué fue eso?

- Tú.

- ¿yo?

- Mi hermano no solo pasaba las noches, también pasaba los días enteros contemplándote: tus risas, tus llantos, tus manías, incluso adoraba verte dormir. No hablaba de otra cosa que de ti "la risa de Serena, los gustos de Serena, Los dulces que adora Serena". Siempre juró que cuando te trajera a casa te conseguiría cientos de ellos. Incluso mandó traer algunos para probarlos él…

- que loco. ¿cómo se le ocurrió algo así? ¿qué demente haría algo así?

- Un hombre enamorado…

- oh…- se encoge de hombros la joven- Aun así ¿cómo pudo traer a alguien aquí contra su voluntad?

- No es que lo esté disculpando, pero…tú fuiste la que dijo que quería escapar

- ¿yo?

- si. Cuando dijiste que querías escapar, él pensó que este sería un buen lugar para que comenzaras de nuevo

- Con él

- ¿y por qué no?- sonríe el pelinegro- Disculpa que te deje, estoy algo cansado y…me gustaría dormir un poco. Nos veremos después.

París, Febrero 14.

La bella muchacha de cabellos negros se encontraba arreglando una cesta de bombones y chocolates con vistosos moños rojos, Rei la observaba divertida al verla nerviosa.

- Tranquila, Hotaru. Es solo un día más.

- No, para ti es un día más ¿tienes idea de Cuantas veces soñé con ser una chica de preparatoria? ¿una muchacha que disfrutara del catorce de febrero? He muerto y renacido tantas veces que…jamás he disfrutado de un día tan sencillo como el día de San Valentín ¿me entiendes?

La mirada amatista de Rei se llenó de ternura y la sacerdotisa puso su mano sobre la cabeza de la abatida joven.

- Lo comprendo, Hotaru. Seguramente ha sido muy duro para ti. Has llevado la peor parte de todos

- no. Creo que no he llevado la peor parte de todos…Perder al amor de tu vida por culpa del destino tampoco debe ser agradable.

- Pero qué….

- No mintamos… Morir y renacer tiene sus ventajas. Puedes ver y recordar cosas de cada una de tus vidas.

- Y quizás estás confundida

- ¿por qué no lo intentan Darien y tú de nuevo?

- ¿qué?

- Si, inténtenlo. Nada los separa ahora, Serena se ha ido, nadie está tras de ti. Ambos son solteros, están en París y…

- Y date prisa o llegarás tarde al instituto. ¿Darien te llevará?

- Como todos los días. Es un gran amigo. Creo que sería un excelente novio para ti, aunque claro…puedes opinar mejor que yo en esto. Ya lo probaste una vez. ¿no?

- Hotaru…

- ¿era un buen novio? Imagino que era muy dulce ¿verdad?

- No voy a hablar de eso, señorita. Anda, date prisa.

-¡ Le daré tus buenos días a Darien!- grita la muchacha de ojos amatista desde la puerta. Rei casi se atraganta al escuchar aquellas palabras.

Rei pasó un día de los enamorados terrible. Por toda la universidad los globos, las cartas, los chocolates y los inmensos regalos a todas las chicas de su universidad lograron incomodarla de verdad. En Japón el catorce de febrero era el día en que las chicas daban a los chicos que les gustaban un regalo para demostrarles su amor, chocolates.

De igual manera ella al igual que Hotaru nunca había podido pasar un día de San Valentín como una chica enamorada normal. Ella conoció a Darien en primavera, salieron durante varios meses, incluso habían hablado de sus planes para el siguiente catorce de febrero, pero la realidad llegó antes de aquella fecha.

Encontró una vieja caja de cartón en su armario, una donde había arrumbado sus recuerdos de la adolescencia, una donde había ocultado…

- ¿dónde demonios está?

- ¿buscas algo? - Interroga Hotaru por la tarde. mientras entra a la habitación de su amiga

- Unas cosas que tenía en esta caja…no las encuentro

- ¿te refieres a la caja de chocolates en forma de corazón para Darien? Ya se la entregué. Aunque sustituí los chocolates, estaban muy viejos ya pero la nota es la misma que le dejaste.

- ¿qué tú qué?

- Decía que era para él…es el día de los enamorados….

- ¡Hotaru! No debiste hacer eso!

- ¿por qué no? Eran de él. Ohh que tonta soy. Se hace tarde

- ¿a dónde vas?

- Tengo una cena con mis amigas de la preparatoria, te llamaré más tarde.

- No te atrevas a dejarme aquí, jovencita- refunfuña Rei siguiendo a Hotaru, pero Hotaru ya va en la puerta y desaparece en un segundo.- Has de regresar, Hotaru Tomoe.

Quizás Rei puedo pasar el resto de aquella tarde soltando maldiciones en su idioma natal, pero un par de golpes en la puerta interrumpieron su agenda.

- ¿quién es?

- Soy yo, Darien- escucha la voz del otro lado de la puerta y abre a su pesar- traje Pizza

- ¿qué haces aquí? ¿no tienes una cita con una rubia doctora o alguna sexy enfermera caza fortunas?

Una carcajada salió de los labios de él y Rei frunció el ceño indignada

- No, Rei. No salgo con doctoras rubias ni con enfermeras caza fortunas…he terminado con las rubias de hecho…por el resto de mi vida. ¿puedo pasar? Compré tu pizza favorita ¿me invitas una cerveza?

- ¿y veremos películas de terror con mucha sangre?

- Toda la que quieras. También traje helado

- Mi sueño de anti-cita.- se emociona Rei y tira del pelinegro- busca "Saw XXIII" en la sala. Iré por platos.

Rei corre a la cocina y Darien se acomoda en la sala. Su comodidad en aquel departamento llegaba a ser aterradora. El joven vestía pantalón de franela y una sudadera antigua, Rei vestía short de pijama y una camisa sin mangas, a pesar de no ser las seis de la tarde ambos se habían rendido a salir a enfrentarse al mundo.

- ¿mal día en el hospital?- Interroga Rei cuando se acomoda en el mullido sillón junto a Darien con su cobija encima

- Terrible. Tuve que ayudar en urgencias, llegó un muchacho al que tuve que dar veinte puntadas en la cabeza porque intentó trepar a un árbol para declarar su amor a una joven.

- qué idiota

- Lo sé. Demasiado amor este día en el aire- apoya Darien a regañadientes

- Hotaru estaba emocionada- cuenta Rei

- Si, lo sé. Aun no hay un chico por el que se decida, pero dijo que quería salir con sus nuevas amigas. Le va muy bien en la preparatoria. Le hizo bien empezar de nuevo

- eso es lo que mejor se le da a Hotaru-chan- apoya Rei- Es como una mariposa

- O una luciérnaga. Brilla en la oscuridad

- Si- confirma Rei mientras da un trago a su cerveza

- ¿sabes? Hotaru me dio tu regalo. Sé que hoy es el día de los enamorados en todo el mundo, pero nosotros somos japoneses y pienso corresponder en el día blanco

- ¿qué?

- Si. Tu sabes…los chocolates

- no, no, no…eso fue un error de Hotaru y….

- ¿eran para mí?

- ¡No!...si…bueno…fue de hace mucho tiempo.

- Sé de cuándo eran…tu carta tenía fecha- interrumpe él- Y lamento no haber pasado a tu lado aquel día.

- No importa

- Si, si importa, Rei. Importa mucho. Tú y yo estábamos saliendo, teníamos una relación y de pronto

- De pronto nos abordó la realidad

- jamás lo hablamos

- No importaba. Todo estaba dicho, Darien.

-No…no todo

- ¡No quiero hablar de eso! ¿de acuerdo? ¿vas a ver la maldita película o te irás?

- Bien…como tú digas…hablaremos después.

- No quiero hablar después ni nunca

- shhh…calla. Esta es la parte en la que le arrancan la cabeza a la adicta- cambia de tema el de ojos azules

- Es tan irreal

- he visto cosas más irreales que eso, créeme , todo es posible, o casi todo…

Aquella tarde no hablaron más del tema, lo más amoroso que hubo en esa sala fue ver el corazón del reportero expuesto a plena luz, la pizza con cátsup no volvió a ser la misma para ellos después de ese día…que gran día de san Valentín…

Némesis, en un soleado día:

Serena se había cansado de estar encerrada en su habitación y contrario a lo que hubiera imaginado, no había nadie cuidando la puerta de su habitación. Nunca había intentado salir de ahí.

Ahora no se escuchaba música en la planta baja y decidió salir para tomar un poco de aire. Se sorprendió de dar con tanta facilidad con el bosque al que fuera días atrás con Diamante.

No imaginaba Némesis de aquella manera. Para ella Némesis sería un lugar oscuro y tenebroso, lleno de dolor y sufrimiento. Jamás pasó por su mente un lugar de ensueño como ese.

- ¿qué te parece, Tsukiko? ¿un lugar agradable para jugar?- dice la muchacha de ojos azules mientras ve como la ardilla voladora se desliza de un árbol a otro.

El relincho de un caballo asustó a la pequeña Tsukiko y sacó a Serena de sus pensamientos. Diamante cabalgaba sobre un blanco corcel cercano a un lago. Ella se escondió junto a Tsukiko para no ser vista.

El muchacho de cabellos platinados se sentó en el piso y comenzó a tocar con su flauta una bella melodía, era reconfortante y dulce, y Tsukiko vino inmediatamente a él cuando lo escuchó, algunos otros animales vinieron también como hechizados.

- Tsukiko… ¿qué haces aquí?- Interroga el joven a la pequeña ardilla que trepa al hombro del joven. - Seguramente Serena dejó la puerta abierta y te has salido de palacio. Que muchacha más descuidada.

Serena tuvo deseos de sacar al muchacho de su idea, pero se quedó donde estaba. Algo la hizo seguir ahí

- ¿Sabes? Mi hermano dice que debería de regresar a la chica a su casa.

- Si, quizás sería una gran idea, tonto- susurra Serena desde los arbustos

- Pero no puedo… Ella…es mi razón de vivir…Su sonrisa…es más brillante que la luna. Su risa…su risa es más pura que cualquier sonido que mi flauta pueda externar….ella es…mi razón de vivir… no puedo dejarla ir así… moriría.

La muchacha se vio sorprendida con aquellas palabras y quiso fingir no escucharlo, así que se alejó un poco y comenzó a gritar

- Tsukiko… Tsukiko…¿dónde estás?

-¿ buscas a alguien?- llama Diamante desde su lugar- Creo que le he encontrado

- ¡Tsukiko! Aquí estas-se relaja la muchacha- gracias por encontrarla

- Deberías ser más cuidadosa, Tsukiko pudo escapar

- No es mi prisionera ¿sabes?

- ¿de verdad deseas tanto volver a ese lugar?

Serena asintió

- Casi no te he visto reír desde que llegaste aquí.

- No puedes retener a alguien contra su voluntad ¿sabes? Eso no es amor. Amar es dejar ir, dejar ser

- ¡Eso es estúpido! Cuando amas quiere a alguien a tu lado todo el tiempo, quieres estar ahí para ella, quieres amarla, hacerla feliz.

- ¡No puedes forzar a alguien a amarte! ¡no puedes obligarle!

El de cabellos claros se puso de pie y subió a su caballo trepando con él a la muchacha de cabellos rubios. El blanco corcel desplegó un par de alas y voló a una velocidad que consiguió asustar a la chica de ojos azules.

Llegaron a un lugar lejano de Némesis donde comenzaba a atracar un inmenso barco con las banderas de pirata. Un muchacho de cabellos cortos y pelirrojos descendió de la nave antes de que esta se detuviera del todo.

- ¡Hey, príncipe!

- Rubeus- nombra con seriedad el pálido joven- necesito pedirte un favor

- El que desees, somos amigos ¿quieres más caramelos para tu princesa? ¿algún otro animal exótico?

- necesito que regreses a esta muchacha a la tierra- pide empujando a una confundida Serena- Te pagaré a tu regreso

-Pero…

- ¡Sin preguntas!- ordena el príncipe dando media vuelta

- Dia…Diamante…

- Adiós, princesa…

El príncipe se alejó en su caballo con la misma velocidad con la que llegó a aquel lugar. No miró hacia atrás, no se despidió de Serena…

Serena no comprendía lo que ocurría en su interior. Se sentía alegre por volver a casa por fin. ¿cuánto tiempo había pasado desde que ella había llegado ahí? ¿dos, tres, seis meses? No lo recordaba, había parecido una eternidad; Aunque…. ¿por qué si debía sentirse feliz no lo conseguía del todo?

- Rubeus… ¿qué es esa caja inmensa que se ve al final del pasillo?- interroga la muchacha

- Son regalos para usted, princesa

- ¿regalos?

- El príncipe Diamante paga bastante bien todos sus caprichos: vestidos, animales raros, caramelos. Si tiene curiosidad puede bajar a ver el resto de ellos, están en el camerino que le han arreglado mis marineros. Ahora si no le molesta…tengo trabajo que hacer en cubierta

- parezco no agradarle

- A mi no me agrada nadie. Por favor…vaya a descansar. Será un viaje largo

- Gra…gracias

La apenada muchacha bajó al camarote que le habían asignado. No mentía Rubeus al decir que Diamante había mandado traer para ella un sinfín de cosas: Vestidos, dulces, caramelos, muñecos de peluche y sobre el escritorio del camarote una nota escrita del puño y letra del príncipe de Némesis:

Ropa en tonos rosas, zapatos en talla veintitrés, vestidos pequeños y todos los dulces y caramelos de la tierra.

p.d. ¡Ninguno que contenga nuez!

A Serena le llamó la atención aquella posdata, y el empeño de diamante en querer hacerla feliz. ¿cuándo había sido la última vez que Darien había hecho algo por verla feliz que no le obligara ella? No lo recordaba…

¡Hola!

Después de muchos años de ausencia he vuelto. Primero que nada me disculpo por tan larga ausencia. Jamás olvidé este hermoso lugar pero la vida de adulta me devoró al punto de no poder hacer lo que más amo que es escribir, una maestría demandante, un trabajo esclavi zanteante que me llevó a los niveles más infraumanos de salud física y mental que jamás imaginé llegar a vivir me hicieron alejarme de muchas cosas que me hacen feliz y bloquearme artisticamente. ¡pero ya he vuelto! y con un proyecto largo que llevaba AÑOS cocinandose. Aunque no lo crean las primeras letras de esta historia estan marcadas en 2014, avanzaba un poco y paraba, avanzaba y paraba. No es una historia al aire, tampoco es una historia corta y les estoy entregando gran parte de mi corazón, esta aventura lleva años en el horno a temperatura lenta pero espero que sea de su agrado. Por favor si aun hay alguien que lea FF hágamelo saber. Ahora con la cuarentena y mayor tiempo libre a nivel personal me daré tiempo para seguir trabajando esto.

luego de la explicación que claro que les debía. Quiero aprovechar para desearle feliz cumpleaños a mi muy querida amiga y miembro honorario del clan del Fénix "Leonor de Eboli" gracias amiga por seguir ahí tambien a pesar de tu saturada agenda y escuchar mis ideas locas y darme ideas. Quiero obsequiarte como regalo de cumpleaños esta bella historia que hemos charlado tanto durante tanto tiempo. Aunque nuestro fic en conjunto tambien esta en pausa y trata algo similar, ambas historias son muy distintas. Quiero mandarte un abrazo y desearte lo mejor en este y en todos los días.

atte:

la muy culpable por irse tanto tiempo de mi ;)