Hijo de la luna

Capitulo 2

"Cada Amanecer"

Oigo tu silencio a media voz
Dando vueltas en la habitación
Dicen que en soledad
Te sueles preguntar
La suerte de nuestro amor
Si durara por siempre
Siendo tan diferente

Quiero que sepas que yo
Puedo volar, puedo caer
Puedo mil veces escapar
Pero jamas perder la fe
De que a tu lado voy a estar
Cada amanecer

(Edgar Oceransky)

Rei despertó aquella mañana con un fuerte dolor de cabeza. Quizás era porque el día siguiente sería catorce de Marzo y en su país era un día especial.

El famoso día blanco en Japón no era una cosa más que el día en que ella solía ser muy miserable ya que jamás recibía ningún obsequio. Sabía que era el día que los chicos regresaban a las chicas su detalle por el día de san Valentín. Ella jamás había entregado una caja de bombones a algún muchacho y por lógica jamás había recibido nada, al menos agradecía no estar en Japón y no tener que ver a cientos de chicas presumir sus regalos.

A su mente venían las palabras de Darien una y otra vez "voy a recompensarte" pero una parte de ella suplicaba que eso no ocurriera.

El golpe de la puerta la trajo a la realidad. Pedía a todos los kamis que no fuera quien pensaba y no lo fue.

- Señorita Hino…le envían este arreglo- dijo el conserje del piso mientras entregaba un inmenso arreglo con lirios casa blanca. El hombre se fue de repente antes de que ella pudiera decir gracias.

- ¿quién nos mandó flores?- interroga la astuta muchachita de cabellos cortos al salir de su habitación con el uniforme del colegio- ¿Darien?

- No lo sé, Hotaru…

- averigüémoslo entonces. - las hábiles manos de la muchacha pelinegra tomaron la nota y esta hizo un puchero al verla, aun así la leyó en voz alta- Hija, mucha suerte en tu examen de hoy. Te quiere tu padre

- ¿ves? Eran de Otou San. Deja de inventar cosas

- que mal

- me voy a la escuela. ¿Darien te llevará?

- Hoy no. Dijo que tenía una cirugía en el hospital ¿podrías llevarme tú?

- claro, me queda también de paso

- Gracias

- Hotaru

- ¿si?

- ¿por qué Darien no nos había dicho de su cirugía? Ayer no dijo nada ¿cuándo lo supiste?

- Me envió un mensaje de texto hoy. Eso es todo, por cierto…. como hoy es viernes iré a una pijamada en casa de una amiga al salir del colegio. Te llamaré mañana

- claro, solo se cuidadosa ¿quieres?

- Te lo prometo, estaré bien. ¿nos vamos?

- si…

Rei volvió a casa poco después de las siete de la tarde. El departamento debía estar a obscuras pero no fue así. Una tenue luz de vela iluminaba la sala y descubrió que no estaba sola…

- Darien…

- Hola…- saluda encogido de hombros el médico pelinegro mientras los ojos de Rei se clavan en la pequeña mesita con velas junto al balcón y las flores y las copas de vino sobre ella

- ¿qué pasa aquí?

- Es día blanco en Japón y yo te prometí que…

- Darien, eso fue una tontería, una niñería de Hotaru. No esperaba que tu hicieras nada, no te sientas comprometido.

- El mes pasado…nos quedamos con un asunto por tratar.

- El mes pasado te dije que no había nada por tratar y estuviste de acuerdo

- Solo estuve de acuerdo con que no habláramos en ese momento, Rei. Yo aun…

- ¡no! ni siquiera te atrevas a abrir la boca. No quiero oírlo

- No quieres escucharlo porque sabes lo que voy decirte y tienes miedo, tienes miedo de enfrentar tus sentimientos, Rei.

- ¡No tienes ningún derecho de hablar de eso ahora! ¡tú!

- ¡sí, yo cometí un error, yo no luché por ti, yo me dejé llevar por la situación, yo fui un imbécil!

La sorpresa apareció en el rostro de Rei, la mujer que siempre tenía algo que decir se había quedado sin palabras.

- Yo creí que estaría bien seguir "mi destino" pensé que estaba cómodo con la vida que se supone que debería vivir, pero siempre faltaba algo….vivir mi destino era tan…vacío

- No quiero saberlo, sal de aquí.

- No. No me iré si no hablamos antes. Lo necesito… Necesito decirte que

- ¡No lo digas!

- Te amo, Rei… Intenté negarlo y fingir que no lo sentía pero… siempre estuviste ahí- Rei hizo ademán de abrir la boca para quejarse de aquella frase pero Darien le hizo un ademán de que lo escuchara- ¿sabes sobre qué fue mi última discusión con Serena?

- No me interesa

- Discutimos sobre el menú de la boda.

-Eso es muy normal

- ¿es normal que el novio recuerde que la amiga de la novia detesta las aceitunas?

- pues…tu y yo fuimos amigos mucho tiempo, es normal que lo recuerdes tan bien

- ¿y es normal que no recuerde que mi prometida es alérgica a las nueces?

- ¿Cómo no pudiste recordar eso? Todos lo sabemos

- Yo lo olvidé…pero no lo tuyo…. nada de ti. Recordé que te comes las uñas cuando estas nerviosa, que cuando estas enojada frunces los labios de una manera encantadora, que te encanta caminar descalza y el chocolate belga te enloquece, que te gustan los lirios casablanca más que cualquier rosa del mundo, que las margaritas te ponen un poco atrevida y que tus pupilas toman un tono violeta profundo cuando estás ardiente.

El rubor se dibujó en las pupilas de Rei y una sonrisa satisfactoria apareció en el rostro de Darien, tenía un paso ganado, no le era indiferente.

- Te amo, Rei. Quiero que estemos juntos…

- No

- Te amo…y sé que tu a mí. No te soy indiferente, siento como tu corazón late aceleradamente en este momento… se que estos meses viviendo en París ha sido tan revelador para ti como para mi… ¿vas a negarme que eres feliz como no lo has sido en años?

- En eso te equivocas

- No me equivoco. Te he visto sonreír más veces en estos meses de lo que te he visto hacerlo en los últimos años. Eres feliz a mi lado, tanto como lo soy yo al verte todos los días por la mañana.

-Será mejor que te vayas

- si, me iré… pero antes te demostraré que estas equivocada.

El joven pelinegro tomó la pequeña cintura de Rei entre sus brazos y estrelló sus labios en los de ella con ansias, la primera reacción de ella fue quedarse quieta, pero sus labios respondieron a los de Darien como un pequeño dando un par de pasos, aquel beso fue más revelador que cualquier charla que hayan tenido, más sincero que cualquier confesión posible…

Némesis, en una desolada habitación de palacio:

Sentado sobre su trono, el se encontraba el pálido príncipe Diamante, tenía días sin moverse de ahí y sin probar bocado alguno, la pequeña ardilla enana reposaba en su hombro y él tocaba una suave melodía, una suave y triste melodía…

- Te gusta, ¿eh, Tsukiko? Esta canción me hace pensar en ella…creo que tú serás el único recuerdo que me quede de ella…

- no has querido contemplar la luna en días, hermano ¿te sientes bien?

- Claro que estoy bien. Solo no estoy de humor para nada.

- Me sorprendió que tu quisieras hacer una locura como esa.

- Tú me dijiste que la dejara ir

- jamás me haces caso…

- solo me cansé de ella. Era aburrida, llorona y quejumbrosa…preferí que marchara lejos.

- Eres un romántico, Diamante… quién lo diría…

- Déjame solo

- ¿con tu Vodka?

- es Whisky, Ignorante

- Hiciste lo correcto, hermano…

- No me interesa tu opinión, lárgate.

- Creo que incluso yo extrañaré a esa muchacha… te provocaba mejor humor…me voy

El joven de tez pálida dejó su copa sobre el trono y volvió a tocar, tocó una melodía dolorosa que le rompería el corazón a cualquiera que la escuchase…

- Si pretendes que me quede aquí deberás de aprender a tocar otro tipo de melodías…Esa puede hacer llorar a una estatua- se escucha la voz de una muchacha

- ¿qué haces aquí? - interroga el sorprendido Diamante mientras ve a la muchacha de ojos azules acercarse a su trono.- Creí haberte subido a un barco hace unos días

- ¿sabes? No es tan difícil convencer a las personas de hacer lo que quieres si lo pides educadamente- responde la muchachita.

- Esos marineros me son fieles. ¿qué hiciste para convencerlos de traerte de regreso?

- Hice un pequeño trueque…- dice sonriente la muchacha

- ¿por qué volviste? Te dejé en libertad…- se apena él

- yo…

- te dejé libre para que volvieras con tu amado príncipe… ¿por qué no te fuiste con él?

- Porque tenías razón… mi amado príncipe ama a otra y…

- ¿y?

- En estos meses en Némesis me he sentido más libre aquí de lo que me he sentido en toda mi vida… me gusta Némesis.

- ¿solo Némesis?

- Bueno…yo…

-¿qué pretendes, Serena? ¿tomarte unas largas vacaciones para descansar de tu vida aburrida?

- No.

- ¿entonces?

- Planeo…quedarme aquí

- ¿aquí en Némesis?

- Aquí… En palacio- explica la rubia sonrojándose- contigo…

- ¿tú me estás diciendo que…?- La respuesta de la joven fue un tímido gesto afirmativo

La muchacha de ojos azules sonrió tímidamente y eso fue todo lo que el joven príncipe necesitó como respuesta a todas sus preguntas.
Diamante besó los rosados labios de la chica de cabellos rubios que se estremeció entre sus brazos, Él tenía muchas dudas, ella también, pero…ese no era el momento para pensar al respecto…

Paris Francia, durante un caluroso verano.

La joven pelinegra terminaba de probarse su nuevo bañador frente al espejo, pero su rostro lucía turbado y sus ojos realmente molestos.

- ¿entonces lo abofeteaste luego de de que te besara de esa manera?- se sorprende la joven castaña que se encuentra recostada sobre la cama de su amiga

- ¿qué esperabas que hiciera? El muy maldito me besó

- El muy malto está enamorado de ti, Rei…

- Eso no es verdad- refunfuña Rei mientras se mete en unos pantalones cortos y una blusa sin mangas- él solo pretende divertirse conmigo en lo que Serena regresa a su vida.

- ¿en lo que regresa a su vida? Reiko Hino. ¿ Acaso no te has dado cuenta? Todos lo hemos visto menos tu. Darien te ama, incluso Serena lo sabía. Se le veía a metros de distancia

- Eso no es verdad y lo sabes. Ese hombre babea por ti, solo basta darse cuenta de la forma en que te mira. Eres la única que no quiere verlo

- El tiene un...

- si, si..." Él tiene un destino que cumplir" bra bra bra… ¿por qué te sigues engañando? Hace meses que Serena se fue a quien sabe donde a empezar de nuevo ¿sería tan malo que ustedes dos se dieran una oportunidad? Se la merecen

- lees demasiadas historias rosas, Makoto…

- ¿nos vamos, chicas? ya estoy lista- dice la jovencita de corta melena mientras entra a la habitación de Rei sumergida en un vestido lavanda con sandalias de playa

- Si. Andrew ya debe de estar en el estacionamiento subterraneo- comenta la castaña

- que bueno que lo trajiste contigo y más aun que consiguiera un coche para llevarnos hasta Niza

- Dicen que Niza es hermoso. Jamás he ido a la playa- confiesa Hotaru

- ¿ya es tu novio?

- pues no es oficialmente, pero somos muy buenos amigos, de los que tiene excelentes momentos

- ¿de qué tipo?

- vámonos ya, se hará tarde

La joven de ojos amatista no daba abasto a lo que sus ojos veían a su lado

- Así que este es el transporte que ibas a conseguir, Andrew- gruñe Rei

- Claro, aunque consiguiera un coche de renta yo no podría manejarlo. No sé porqué estoy boletinado en todo el mundo para no poder manejar

- claro que lo estas. Las evidencias de tu pésima forma de conducir está en internet, tonto.- se burla Darien

- Claro que no es cierto, fui difamado.

La muchacha de ojos amatista mira recriminante a todos, en especial al conductor

- tú lo sabías- interroga a Darien

- Claro que lo sabía, dicen que Niza es hermoso y siempre quise conocerlo

- Hotaru…tu le dijiste algo

- solo le…comenté que pasaríamos unos días en Niza

- No puedo creerlo… estoy rodeada de traidores….Despiértenme cuando lleguemos ¡qué grandes vacaciones tendremos!

- siento sarcasmo en el aire…- se burla Darien

- Tú ni siquiera abras la boca…

Rei fingió seguir durmiendo, pero fingir era lo más adecuado…no pudo siquiera cerrar los ojos por completo, solo podía sentir aquella mirada zafiro clavarse en ella a cada segundo y la piel de sus brazos erizarse por ello…

Némesis, en una soleada tarde:

La rubia muchachita de ojos azules se encontraba sentada junto al muchacho de cabellos de nieve sobre un hermoso mantel.

- Que hermosa tarde, ¿verdad, Diamante?

- Nunca había pasado una tarde mejor que esta- sonríe el joven apretando la cintura de la muchacha rubia contra su cuerpo- ni en mejor compañía

La chica rubia se sonrojó al escuchar aquellas palabras pero frunció el ceño al notar que la mano del muchacho pálido se deslizaban hacia la parte alta de su cintura

- ¿qué crees que estás haciendo?

- Pues…

- ¿tengo apenas un par de semanas de haber regresado y ya quieres poner tus manos sobre mi? ¿qué demonios te pasa?

- Pues yo…yo…

- Eres un ladino- refunfuña la muchacha- Quita tus manos de mi. ¡Vámonos, Tsukiko!

- ¿qué rayos le pasa a esa mujer?- gruñe Diamante en la sala de trono de palacio

- Tu siempre haces las cosas mal, diamante. ¿acaso no sabes nada de humanos?

- Solo que una demente vive en mi palacio

- amigo, las tradiciones de los humanos son…diferentes

- ¿qué quieres decir con diferentes?

- No le demostraste de forma adecuada que quieres estar con ella

- ¿no es adecuada? ¡con un demonio, Zafiro! ¿qué más quiere para que le demuestre que la amo?

- Los humanos suelen pedir matrimonio

- ¿matrimonio?

- Si. Matrimonio…tu sabes, ellos se proponen

- ¿se proponen? Pero qué Rayos… ¿proponer qué? ¿de qué me estás hablando?

- Tengo mucho que explicarte, toma asiento. Te daré clases de humanidad.

- No creo que haya mucho que pueda aprender

- Te sorprenderías, Ante…Te sorprenderías.

Fueron necesarias más de dos botellas de vino y toda la noche para que el Príncipe Diamante comprendiera las cosas más básicas del amor para los Humanos. Cuando termino de hacerlo y a pesar de estar aterrorizado decidió poner en práctica los conocimientos recién aprendidos.

Serena fue sacada casi a empujones de su habitación, fue Zafiro el hermano del príncipe Diamante quien insistió en que la joven rubia saliera a tomar un paseo aquella noche, Tsukiko fue quien decidió el camino.

Serena, a pesar de tener meses viviendo en Némesis, jamás había tomado el camino que Tsukiko se empeñó en elegir. Habían pasado más de dos semanas desde que se molestó con Diamante y el muchacho la había evitado con todos sus esfuerzos.

El lugar a donde Tsukiko la condujo era un risco cercano a una cascada, Serena temía a las alturas pero aun así debía de aceptar que la vista hacia su planeta era fascinante.

El lugar estaba iluminado por un centenar de velas y eso hizo saber a la rubia que no estaba sola.

- Diamante… ¿qué haces aquí?

- hola…yo…quiero disculparme…el otro día fui…un idiota.

- disculpa aceptada ¿puedo volver a mi habitación? Sospecho que todo esto fue idea de Zafiro y tuya.

- Pues…si. Es verdad.

- Estas disculpado, buenas noches.

- ¡espera!

Un sinfín de margaritas comenzaron a salir a su alrededor, unas que le impidieron el camino y la hicieron volverse.

- A las chicas les gustan las flores

- ¿margaritas?

- Te gustan las margaritas, te parecen flores alegres y hermosas

- ¿por qué no rosas?

- Por que a pesar de recibirlas a menudo nunca te han agradado del todo. ¿me equivoco?

- Lo sabes…

- Sé todo sobre ti…

- Diamante…yo no sé si haya sido una buena idea quedarme aquí

- lo fue…fue la mejor

- te aburrirás de mi. Soy una niña llorona y melindrosa que solo da problemas

- Amo que me des problemas…y te amo a ti

- ¿por cuánto tiempo?

- pues…pues…-duda el pálido

- ¿lo ves? No lo sabes- responde la rubia y da media vuelta con afan de irse

- Para siempre…

- ¿para siempre?- se gira ella sorprendida, pero se encuentra con un hombre a sus pies extendiendo un anillo con un solitario de diamante- ¿aceptas?

- dios…-se conmueve ella al punto de las lágrimas

- quiero que te quedes en el castillo para siempre. Sé que tus costumbres y las mías no son iguales, soy un idiota y jamás me dio por investigar. En tu planeta, sé que este ritual es importante. Y Yo quiero que sepas que tu eres importante para mi, yo…te amo.

- Diamante…

- Serena Tsukino…¿te casarías conmigo?

- Si…acepto….

El pálido muchacho se puso de pie estrechando a la rubia entre sus brazos, llenándola de besos. Si, la vida suele dar sorpresas. Esa era su propuesta de ensueño, pero jamás imaginó que sería por un hombre como Diamante Black y jamás imaginó que se sentiría de esa manera al aceptar: Tan plena…

Niza, Francia:

Una joven de ojos amatista disfrutaba del exquisito sol sobre un camastro, estaba decidida a disfrutar de sus vacaciones a pesar de tener que lidiar con Darien durante esos días.

- ¿piensas seguir aquí dormida?- interrumpe la castaña

- Claro, todo es mejor a tener que soportar a ese médico tan egocéntrico

- ¿hablas de Darien? Pero si tiene cara de cachorrito desde que decidiste dedicarle a ley del hielo. Se ve tan triste.

- Si no hubiera venido con pretextos…

- Ay Rei. Los dos se ven fatales ignorándose el uno al otro. Él triste y tu furiosa, vamos…hagan las pases

- no. No quiero. Incluso estoy pensando en mudarme de departamento volviendo a París, no voy a soportar ver su cara todos los días.

- oye, ya deja tu mal humor. Podemos ir a bailar en la noche o algún bar. Andrew y yo ya decidimos ir, invitamos a Hotaru

- Hotaru es una chica

- vamos…no le pasará nada. No la dejaremos beber

- No quiero

- Darien no irá

- bien…veré si encuentro algo que pueda usar en la noche

- Excelente. Aunque ¿sabes? A veces…cuando queremos evitar algo es porque sabemos que no podemos resistirnos en absoluto.

- Ve a buscar a tu Andrew y déjame dormir un poco más

- No eres de las que duermen tanto

- fue un semestre agotador… Necesito recuperarme

- bien…haz lo que quieras. Iré a buscar algo de alcohol y a ese chico rubio. Más le vale que no esté buscando princesas Francesas o voy a arrancarle la cabeza

- ¿yo soy la única paranoica?

- Iré a buscar a mi chico. A diferencia tuya, pienso pelear por lo que es mío. ¿cuándo pretendes hacer lo mismo?

- Cuando encuentres a tu chico tráeme algo de alcohol.

- Mejor aun, te traeré al chico que bebe junto a mi chico. Te encantará

- largo de aquí

Rei pretendió dormir, pero era muy cierto que ella no era buena durmiendo mucho y aun con sus ojos cerrados podía sentir una mirada zafiro recorriéndola todo el tiempo.

Quizás el vestirse con aquel entallado vestido negro con dragones no era buena idea aun cuando la noche era calurosa se sentía desnuda, aunque ¿tenía eso algo de malo si hacía tanto calor?

La joven de ojos amatista se terminó de poner los aretes y salió a la sala, en ella se encontraba Makoto con un minúsculo top color verde y una mini falda color negro. Solo de verla no se sentía tan desnuda.

- ¿y Hotaru?

- En su habitación. Aun no está lista, Andrew ya está abajo esperándonos en el taxi, me iré adelantando.

- Bien, Hotaru y yo iremos en un segundo

La muchacha de ojos amatista caminó a la habitación de la joven, pero la encontró vestida con su pijama de pandas y recostada sobre la cama

- Hotaru ¿qué te pasa?

- No me siento bien…prefiero quedarme a descansar

- ¿de verdad? ¿qué te ocurre?

- solo…me duele la cabeza

- Entonces me quedaré contigo

- no, no… estoy bien. Anda, ve a divertirte

- Claro que no lo haré. Estaremos más días en Niza. No pasa nada si no voy hoy

- Pero, Rei…

- prefiero quedarme a tu lado

- ¿de verdad?

- Si. Me quedaré en la casa por si me necesitas, a hacerte compañía. Podrías necesitar algo

- Darien podría ayudarme. Él es doctor y ha estado encerrado en su habitación por horas

- pues…no lo necesitamos, yo estaré aquí.

- Claro…voy a dormir un poco

- y yo avisaré a Makoto que nos quedamos en casa esta noche.

- ¡oka san, Oka San!- grita la muchacha una hora después sobre su cama mientras su cuerpo se encuentra envuelto en sudor

- Hotaru ¿qué te pasa?

- Oka san ¿Por qué me dejaste? ¿Oka San?

- Hotaru ¿de qué hablas?- No podía hablar de nada en concreto, su frente ardía- Tienes fiebre

- Oka- San…abrázame…

- Por el gran Kami, Hotaru…

- Duele….duele mucho…

- Rayos…Hotaru, estás delirando…

La joven de ojos amatista muy a pesar de sus deseos, se puso de pie y tocó en la habitación de enfrente, un joven enfundado en pantalones cortos y camisa de resaque abrió la puerta bastante sorprendido por el atuendo de la muchacha.

- Re…Rei… ¿qué ocurre?

- Es Hotaru…tiene fiebre. Está delirando

- No te preocupes…ven. Todo estará bien

La muchacha de corta cabellera negra deliraba y las compresas no fueron suficientes. Fue necesario bañar a Hotaru bajo el agua de la tina para poder menguar la fiebre, aun así tardó demasiado tiempo en quedarse dormida. De verdad había mucho dolor en aquel frágil cuerpo.

- Por fin se ha quedado dormida- se tranquiliza la muchacha pelinegra

- Aun así, cuando lleguemos a París quiero que le hagan unos análisis… no entiendo el porqué de su fiebre repentina.

- No seas exagerado, quizás fue solo insolación…

- será mejor asegurarnos de su bienestar

Rei acarició la cabeza de la joven de ojos amatista y sonrió con ternura

- Me asustó tanto…

-Tranquila…nada le pasará- dice con voz pausada el pelinegro abrazando por inercia a la chica de ojos amatista- te lo prometo.

Había algo en aquellas palabras que tranquilizaron a la muchacha que recargó su cabeza en el pecho de él. Quizás fue por las ansias del momento, quizás por todo lo que había escondido detrás de sus pechos, pero en ese momento aquellos labios se rozaron delicadamente, los dos pudieron sentir la electricidad fluir

- Darien…yo…

- Por favor…no tengas miedo

- No está bien…Serena

- Ella se fue y yo quiero estar a tu lado. ¿No es tu corazón el que late a la misma velocidad que el mío? ¿no son tus pupilas las que están llenas de amor como lo están las mías? Quiero estar a tu lado ¿y tú?

- Yo…n…

- Sé sincera, por favor…

- no debemos

- ¿no estás cansada de vivir para ese maldito destino del que tanto nos han hablado? ¿no eres acaso tan infeliz como yo?

- Tengo miedo- confiesa la mujer más temeraria de la galaxia

- Estoy dispuesto a asumir cualquier castigo si eso me permite tenerte a mi lado. ¿y tú?

Ella desvió su mirada

- ¿nos darás esa oportunidad, Rei? ¿quieres darme una segunda oportunidad?

- vamos a intentarlo…

¿quién diría que fue la fiebre de Hotaru lo que les dio oportunidad a Rei y a Darien de sincerarse? ¿quién diría que fueron solo tres palabras lo que dieron inicio a una historia que recién comenzaba?

Némesis, un par de semanas después:

El pálido joven de ojos claros se encontraba bufando contra su inofensiva corbata frente a un inmenso espejo, fue hasta que después de una buen carcajada y varios intentos frustrados que su hermano, el príncipe Zafiro se compadeció del pobre hombre y le ayudó a ponérsela.

- Es una idiota costumbre esta de los humanos vestirse de una forma especial para un día especial para una ceremonia especial ¿no crees? ¿qué no basta con querer estar con esa persona? ¿por qué se complican tanto?

-Porque es así como los humanos se confirman que se aman y que son el uno para el otro, que desean estar juntos para toda la vida y que se están comprometiendo de verdad.

- Entonces… ¿de verdad crees que ella me ama?

- Hermano…Literalmente has puesto la luna y las estrellas a sus pies, la chica lleva aquí casi un año y a pesar de haber sido el primero en negarme a tu loca idea de SECUESTRARLA, también soy el primero en reconocer que esa muchacha te ama.

- ¿de verdad lo crees?

- ¿qué estas ciego? desde que se confesaron el uno al otro ella ya no es la melancólica muchacha. Ahora ríe y corre, se divierte todo el día y es feliz, sobre todo cuando está a tu lado.

- si…ella sonríe de una forma que….

- Eres un tonto. Jamás imaginar ver a mi hermano "el duro Diamante Black" portarse de esa manera tan infantil…me agrada

- Idiota- bufa entre risas el joven príncipe- ¿terminaste con mi corbata?

- Si. Está lista, aunque no sé por qué me empeño tanto…seguramente no durará mucho en su sitio

- Al menos durante la ceremonia seguirá en su sitio. Luego del viaje…

- ¿vas a decirme a dónde la llevarás?

- No…es un secreto

- ¿ni Rubeus lo sabe?

- Ni él. Quiero sorprender a mi futura Reina…¿tienes ya?

- ¿su corona? Si, lista como las últimas treinta veces que me preguntaste

- Bien…démonos prisa. Ella ya debe de estar

Pero al llegar al lugar de la ceremonia, ella no estaba allí. Los pocos habitantes de némesis y los pocos amigos que el príncipe Diamante, junto con aquel sucio marinero llamado Rubeus y su tripulación estaban ahí. La joven muchachita rubia no…

- ¿por qué demonios no está aquí?

- Según leí en mi enciclopedia de los humanos…las novias siempre llegan tarde a su boda.

- ¡por qué!

- Es de buen augurio- susurra el pelinegro

- Maldición. Entonces esto nos augura una eternidad de felicidad ¿no?... ¿y si se arrepintió?

- Creo que no fue así, hermano…ahí está la novia.

Y si. Ahí estaba ella, ensartada en un vaporoso vestido hecho con polvo de hadas, con nubes de las galaxias más lejanas, con pequeñas estrellas de diamante bordadas en cada hilo de la tela de aquel fino vestido. Su velo era tan blanco como la espuma del mar y sus cabellos brillaban como los campos de trigo cuando el sol les da de frente en primavera. Simplemente la joven muchacha no podía lucir mejor, había valido la pena esperar.

- creo que he muerto- susurra anonadado el príncipe

- no digas tonterías- se burla la jovencita mientras toma su lugar al lado de su prometido, Tsukiko juguetea con la cola de aquel bello vestido- pretendo que vivas y muchos años a mi lado

- Así será….

Diamante nunca había querido vivir mucho, jamás le preocupó la muerte, pero en aquel instante, mientras intercambiaba un par de bellas argollas de cristal de estrellas solo podía tener un deseo: congelar para siempre aquel eterno momento de felicidad…

París, Una fresca mañana de Otoño:

La muchachita de cabellos negros terminaba de alistar su melena cuando su alarma sonó. Corrió a la cocina donde su compañera de departamento tomaba su cereal y se despidió de ella sonriente.

- Me voy, Rei. Darien debe estar ya en el sótano. Él es muy puntual

-bien, él es muy amable al llevarte a la escuela.

- Es un buen chico. Deberías de hacerle caso.

- Hotaru…

- si, si. Hemos hablado de eso mil veces… y siempre dices lo mismo. Ya me voy- refunfuña la muchacha

Rei sonríe entre dientes y da un sorbo a su jugo de naranja. Los golpes desesperados en la puerta la hacen levantarse, Hotaru tiene la mala costumbre de olvidar sus cosas, no se trata de Hotaru.

- Darien…- susurra Rei- ¿qué haces aquí? Hotaru acaba de tomar el ascensor.

Una sonrisa malévola aparece en el rostro del pelinegro que sin decir una sola palabra estrella sus labios en los de la joven pelinegra mientras la estrecha entre sus brazos, ella reacciona al beso y solo se separan cuando les falta el aire para respirar.

- Solo vine a decir "buenos días"

- Buenos días…- sonríe ella tomando un poco de distancia- ¿vendrás a comer conmigo a la universidad?

- No, linda…lo lamento. Tengo una exposición….debo presentar en el hospital el caso de un pequeño con un aneurisma y discutiremos posibles opciones para tratarle.

- Entiendo, descuida… comeré en la universidad con mis compañeros

- ¿con ese Frank y ese Paul y el tal Jean Paul?

- Darien, pareces un novio celoso. Son mis compañeros- se ríe ella

- Es que creo que esos tontos se hacen ilusiones. Si les dijeras que tienes novio no se tomarían tantas libertades

- ¡libertades!

- Si, libertades- refunfuña él- ¿cuándo vamos a contarle al mundo que estamos juntos?

- aun no…

- Rei, llevamos cuatro meses saliendo. ¿cuándo voy a dejar de esconderme de Hotaru y de todo el mundo para poder darte un beso?

- No es tiempo aun…Vamos a esperar un poco

- tal parece que no estás feliz de estar conmigo- se indigna el pelinegro- ¿es eso? ¿no soy el tipo ideal para la hija del Senador Hino?

- Odio cuando te pones así de necio. Será mejor que te vayas.

- bien…me iré…hablaremos más tarde. Te llamo al celular cuando termine mi exposición

- mejor no me llames, no quiero escucharte.

- Dije que te llamaré

- y yo que no lo hagas, no voy a contestarte

- se hace tarde. Debo irme…ten un buen día

- Aja…-gruñe Rei volteando la cara hacia otro sitio

- Rei…- llama él pero ella sigue volteada hacia un costado, él se acerca y besa su mejilla- te amo

Fueron solo dos sencillas palabras pero a pesar de su coraje le hicieron el día. Hubiera pensado en seguir con su coraje, pero se encontró con el maletín de Darien en la entrada de su casa y hubiera podido pretender seguir molesta, pero sabía que esa exposición era importante para él y decidió saltarse la primera clase para ir a llevarle su maletín.

- ¿dónde demonios dijo que era su exposición? Claro…lo sabría si hubiera escuchado la otra mitad de su discurso…Piensa, Hino…piensa

- No lo puedo creer, usted debe ser Rei Hino ¿no es así?- saluda un joven rubio

- ¿disculpe? ¿le conozco?

- no, no…pero yo a usted si. Usted es la novia de mi colega Darien Chiba, Yo soy Jean- Paul Monet. Seguramente vino a ver exponer a Darien ¿verdad? Que alegría. A mi novia le aburre tanto escucharme hablar de esto y usted viene y lo apoya. De verdad es tan especial como presume mi amigo.

- yo…

- venga, venga…es por aquí. Seguro él está esperándola.

El rubio joven tiró del brazo de la muchacha de ojos amatista que aun tenía muchas dudas. ¿cómo sabía el compañero de Darien sobre ella?

Ella observó al fondo del salón al médico de ojos azules. Él lucía verdaderamente preocupado y una chica rubia se acercó a él entregándole un maletín rosa con figuras de Cenicienta que él duda en tomar, ve una pequeña charla entre ambos y la rubia se acerca peligrosamente al muchacho, él luce nervioso y algo superior a ella la hace interrumpirles.

- ¡Darien!

- Rei…-Sonríe él haciendo a un lado a la muchacha rubia- has venido

- dejaste tu computadora en el departamento…así que te la traje.

- mi novia es la mejor- se alegra él que estrecha entre sus brazos a la chica de ojos amatista y besa sus labios con delicadeza- la mejor. ¡Chicos, les presento a!

- ¡Rei Hino, tu novia!- responde a coro un grupo de diez doctores que ríen entre carcajadas, él se sonroja y Rei tose nerviosa- Todos lo sabemos, Chiba.

- Yo debo irme…

-no, Rei…quédate. Por favor

- Debo ir a la escuela

- Tardarás una hora en volver a la escuela y tus clases terminan hoy a las diez. Sabes que no tienes a que volver… por favor…quédate

- Si, Señorita Hino…por favor quédese o este tonto no podrá concentrarse. Él no habla de otra cosa que no sea usted durante las horas libres y siempre presume a todos sus fotos con su bella novia. Por favor, quédese…

- Le tenemos un lugar aquí, junto a nosotros.

- Creo que…puedo quedarme un rato.

Y se quedó por un poco más de un rato. Escuchó a Darien hablar con emoción del caso de Simon, un niño de seis años que tenia un aneurisma en un sitio del cerebro al que no era tan fácil acceder, Darien presentó el caso con la mayor cantidad de detalles y opciones para salvarle la vida. Al parecer la exposición fue bien recibida, todos le aplaudieron.

- ¿te ha gustado mi exposición?- Pregunta Darien cuando por fin se encuentran los dos solos en un pequeño restaurante de baguettes a la vuelta del hospital

- fue muy interesante, debo reconocerlo. ¿de verdad crees que pueda curarse?

- Me gustaría que así fuera…Simon tiene tantos deseos de vivir… me gustaría que lo conocieras

- si quieres puedo conocerlo…claro si no hay problema

- Si, sé que a Simon le encantará conocerte, es un niño solitario. Sus padres casi no lo visitan

- Le has tomado cariño ¿verdad?

- Tú también lo harás, te lo aseguro.-dice él- gracias por…venir

- es que tu…

- mi computadora, gracias

- aunque no la necesitabas. Ya vi que Cenicienta te ofrecía la suya

Darien ríe al ver el rostro de la muchacha de ojos amatista

- ¿Cenicienta? Rei…estas celosa.- se alegra él- eso me alegra mucho, aunque no…"Cenicienta" no es mi tipo

- Es rubia

- No me gustan las rubias…ya te lo demostré hace mucho tiempo ¿no es así?

- pues…

- Reiko…Solo me importas tú…solo tú. Por eso quiero gritarle a todos que te amo

- Tengo miedo…

- Lo sé… Pero si no lo afrontamos…si no lo contamos…siento que no puedo vivir plenamente contigo y eso no me gusta. No te quiero a la sombra de mi vida, Rei….quiero que todos sepan que estamos juntos y que te amo…

-Aun no es tiempo, Darien….

- ¿me amas?

- ¿crees que si no te amara estaría a tu lado? Pero debemos ser prudentes

- Se me está acabando la prudencia…

- Solo dame un poco de tiempo… no sé como reaccionarán todos cuando sepan de lo nuestro.

- Pues mi abuelo se pondrá feliz, tu padre quizás no se alegre tanto, pero terminará por aceptarme y sobre las chicas…Makoto estará contenta y Hotaru también, sobre las demás….quizás les tome algún tiempo hacerse a la idea. Pero deben de aceptarlo y si no lo aceptan…

- si, ¿y si no lo aceptan?

- Pues no me interesa. Ese es problema de ellos, el nuestro será el conseguir que todo esto salga avante a pesar de tu carácter y mis celos. Si no lo aceptan… ¿vas a dejarme?- cuestiona dudoso el pelinegro

- ¡No!

- Pues entonces dejemos de jugar a las escondidas ¿quieres? Me está volviendo loco no gritar que estamos juntos.

- no lo estás guardando precisamente en secreto… ¿o si? Todos en el hospital saben quien soy

- Es que vieron tus fotos

- ¿mis fotos?- Se preocupa Rei

- Las decentes, claro- tranquiliza el pelinegro soltando una carcajada

- Pues no tienes de otro tipo

- ¿pero me dejarás tenerlas?

- No

- Está bien… esperaré, sé que valdrá la pena.- tranquiliza el pelinegro tomando el dorso de la mano de Rei y besándolo- ¿pasarás navidad con mi abuelo y conmigo?

- No, debo ir con Otou San… pero podrás visitarme en Villa Hino mientras tanto

- Cuenta con ello… no soportaría no verte a diario como ahora… ya soy adicto a ti

- Eres un bobo. Anda, date prisa… debes volver al hospital y yo quedé de ir a hacer unas compras con Hotaru

- Bien… iré a tu departamento por la noche

- más te vale.

El suave beso de sus labios selló aquella promesa como todos los días. A pesar de estar escondiendo su relación, el estar juntos les daba fuerza para seguir adelante.

En algún lejano lugar de la galaxia:

La rubia muchachita se despertó ensartada en su blanco camisón. Estaba sola en la habitación y decidió ponerse su bata a juego con la fina prenda.
Caminó descalza hasta las afueras del cuarto y buscó a "alguien" con desesperación, sonrió al verle sentado sobre el pasto tocando una melodía con su flauta.

- ¿por qué no me has despertado?- reprende con dulzura la muchacha

- te veías demasiado tierna dormida, no pude hacerlo

- pero me dejaste sola en la habitación

- es que tus ronquidos no me dejaban escuchar el sonido de mi flauta

- ¡Diamante!- se queja la muchachita rubia y el joven de cabellos de luna la abraza con fuerzas y la hace caer sobre su regazo.

- pero son muy tiernos tus ronquidos

- eres un grosero- hace berrinche la muchacha y Diamante acaricia su mejilla

- pero te quiero…te quiero como a nadie

- Eso lo sé- dice la de ojos azules- ¿qué tocabas?

- Una canción para ti…sobre lo que me haces sentir

- Es muy bonita

- Así me haces sentir tú, feliz…

- Yo también soy muy feliz a tu lado….como nunca lo he sido antes…

- ¿de verdad te hago feliz?

- Mucho, solo…

- ¿solo?

- A veces extraño

- a tu ex prometido

- no…a mis amigas. Ha pasado mucho tiempo desde que me fui de su lado, quisiera ver si están bien…si son felices

- ¿se trata solo de eso, Serena? ¿no me mientes?

- Nunca podría.

- SI pudieras volver…

- No volvería. Soy feliz contigo, en Némesis o aquí….pero contigo

- entonces voy a contarte un secreto…ven conmigo

- ¿a dónde vamos?

- No seas curiosa…-se rió el pálido muchacho- ¿alguna vez te he hablado de mis padres?

- no…

- Mi padre era el rey de Némesis, un planeta frío y solitario. Era un hombre que adoraba viajar por toda la galaxia junto al padre de Rubeus. Una vez él y mi padre fueron más allá a un lugar que parecía el reino de las hadas. Era un lugar donde había unicornios y , mariposas, hadas y la magia parecía brotar de todos los lugares hacia donde veías. Fueron atraídos por la belleza del lugar pero mi padre quedó fascinado por la princesa de aquel lugar.

- Tu madre…

Diamante asintió

- Él fue atraído por la luz de mi madre, ella por la sonrisa de mi padre. Fue muy difícil convencer a mis abuelos de dejar ir a mi madre con ellos, pero mi padre era terco y lo consiguió. Mi madre era un Hada, Serena…pero no un Hada cualquiera…era un Hada de los sueños

- ¿Un hada de los sueños?

- Si. Ella tenía los ojos dorados como el sol y cabellos del color de la nieve. Era pálida y casi celestial…un ángel quizás…por eso mi padre se quedó enamorado de ella

- qué maravilla. Debieron de ser muy felices.

- Ellos se adoraban y lo hubieran sido durante años…pero ella murió al dar a luz a mi hermano Zafiro

- Que triste…

- Mi padre casi se volvió loco y no soportaba la vida sin ella. Se emprendió cada vez en una y otra aventura más peligrosa, volvía con una y otra herida, finalmente terminó muriendo en una de ellas. Yo tenía Diez años, Zafiro tenía Seis

- Eso debió ser terrible, pero tuvieron gente con ustedes.

- La prosperidad de Némesis la trajo la presencia de mi madre, ella hizo que Némesis fuera un lugar agradable para vivir, los desiertos se convirtieron en mares, los lugares áridos en bosques, durante el tiempo que ella vivió, Némesis fue el lugar más agradable de la Galaxia, pero al morir todo cambió. Nuestros habitantes se fueron, Solo fuimos Diamante y yo

- Fue una infancia difícil

- No lo fue tanto… yo me divertía mucho mirando hacia el universo, ahí encontré el brillo de la luna y me enamoré de él, hasta que descubrí tu sonrisa…era más brillante que la misma luna.

- Ante…-se sonroja Serena

- Me gustaba pasar el tiempo mirándote, eso me hacía feliz.

- Ahora no necesitas mirar más lejos…

- Lo sé y eso me hace muy feliz…no sabes cuánto- confiesa el joven- por eso quise mostrarte algo…

- ¿qué?

- esto….

Ante ellos se encontraba una gruta de agua, era cristalina y brillante, cientos de mariposas giraban en torno a él. Incluso podía escucharse una suave canción.

- Éste pozo te permitirá contactar con la persona que quieras…a través de sus sueños…

- ¿en verdad?

- Inténtalo…intenta con todo tu corazón contactar con la persona que más desees ver en este momento, podrás colarte en sus sueños…

- Eres el mejor esposo…

- Te dejo sola…Espero eso tranquilice tus preocupaciones

- Lo hará…

Villa Hino, Tokio, Durante un helado invierno:

La joven de cabellos negros terminaba de colocar sus aretes cerca del espejo de la sala cuando escuchó sonar el timbre, era la persona más próxima y decidió caminar hacia la puerta, una voz la interrumpió.

- Reiko, hija. Tenemos personas a las que se les paga para abrir la puerta.

- Otou San…tengo manos, puedo hacerlo yo misma…

- Hija, que vivieras en el templo Hikawa por tantos años…

- que viviera por tantos años en el templo Hikawa la hace una gran mujer, Takahashi y lo sabes…

Aquella voz correspondía a un anciano que ella conocía de sobra

- ¡Chiba Sama!- se sorprende la pelinegra, palidece al ver de quién va acompañado el anciano- Darien…

- Buenas noches…Hino Sama… Rei…

- me sorprende verte aquí, Darien…

- Hija, no creo que esa sea forma de llamar al nieto de nuestro invitado

- Si…claro, disculpe, Chiba San…

- Tampoco es para tanto, anciano- se burla el recién llegado- Son vecinos, supongo que amigos…París es diferente, seguro allá se llaman sin honoríficos ¿no es así chicos?

- Pues…- se encoge de hombros el pelinegro

- En París solo llamamos por su nombre a las personas, Otou San…

- Pues entonces hagan lo mismo aquí. ¿no te parece Takahashi?

- Sigo prefiriendo que usen los honoríficos.

- Pues yo no.

- No seas aguafiestas…deja que la juventud se exprese.

- Otou San…no discutan. Eso no tiene importancia.

- Si, pensándolo bien no es tan importante. Aunque luego hablemos de eso, jovencita…

- ¿vas a invitarnos a cenar o seguiremos discutiendo sobre esto, Takahashi?

- Por favor, Chiba- Sama…pase por aquí- pide Rei- desconocía que era usted el invitado especial de esta noche.

- Es que le pedí a tu padre que así fuera hija. Me encanta sorprenderte.

- Tenía mucho tiempo sin verle, Chiba Sama

- Soy feliz en mi casa fuera de Tokio, pero por ver a mi nieta favorita soy capaz de soportar la incomodidad de esta ciudad tan ruidosa- Dice sonriente el anciano mientras da un sorbo a su copa de vino, Rei lo observa sorprendida.

- Abuelo, incomodas a Rei…a…la señorita Hino

- Ustedes se hablan con mucha familiaridad… ¿acaso hay entre ustedes algo más? ¿han decidido ser más que amigos? ¿acaso ustedes…?

- ¡Claro que no, Chiba Sama! Darien es un buen vecino y amigo, pero nosotros no estamos juntos…no de ese modo.

El joven pelinegro la observó sorprendido, esa fue la última vez que Darien habló durante la noche, el resto de la velada permaneció en silencio y no hubo poder alguno que lo sacara de su soledad.

Rei miraba su reflejo ante el espejo, lucía preocupada y seria, terribles pensamientos pasaban por su mente, un golpe en el balcón la hicieron salir de ellos.

- Darien ¿qué haces aquí?

- vine a verte

- Acabas de irte con tu abuelo

- si, pero al parecer solo era un extraño para ti, un simple vecino

- Darien… ya habíamos hablado de eso

- Rei ¿cómo pudiste reaccionar así cuando tu padre y mi abuelo te cuestionaron sobre nuestra relación? Te fue tan fácil negar que estamos juntos…

- Aun no es tiempo…

- ¿cuándo lo será? Llevas seis meses diciendo que aun no es tiempo… ¿se puede saber qué estas esperando para aceptar ante todos que me amas?

- No debemos apresurarnos, quizás Serena regrese y…

- Serena, Serena, Serena ¿cuándo vas a entender que a mi no me importa si Serena regresa o no? A mi me importas tú, quiero estar contigo, quiero pasar el resto de mi vida a tu lado

- ¿a mi lado? No me hagas reír…ese no es nuestro destino.

-El destino lo creamos nosotros día a día, Reiko…yo te quiero en mi destino y no estoy jugando.

- Será mejor que te vayas…

- Me voy, una vez más….pero piénsalo. Se está volviendo cansado jugar a las escondidas….

- Buenas noches, Darien…

-Buenas noches, Señorita Hino- es la seca respuesta de Darien que se aleja hasta la ventana para bajar con cautela. Es la primera vez que se despide con tal molestia de ella, pero Rei tiene dudas…demasiadas dudas….

El interior del Templo Hikawa siempre la mantenía en calma, estar ante su fuego le daba esa sensación de paz que tanto le gustaba. Habia escapado en medio de la noche de Villa Hino para ir al templo Hikawa, necesitaba estar ahí.

- Fuego…por favor…muéstrame el camino, dime qué debo hacer….- Suplica la muchacha al sagrado fuego.

- ¿Rei?- nombra la voz de alguien conocida

- ¿ Serena?

No es detrás del fuego, sino junto a él que se encuentra la muchacha de ojos azules y largas coletas rubias.

- ¿qué haces aquí?

- Vine a verte…te extraño. Las extraño a todas, pero solo puedo visitarte a ti

- ¿dónde estás, Serena? Luna te ha buscado por todos lados durante casi un año, yo no he podido localizarte con mi fuego.

- Eso es porque estoy muy lejos. Pero estoy bien y no voy a volver…

- Pero…Serena tu debes…

- Rei, Es poco lo que puedo quedarme, solo puedo decirte que seas feliz.

- Pero, Darien…

- Darien no me ama a mí y los tres lo sabemos desde hace mucho tiempo.

- Pero, Es su destino.

- El destino lo creamos nosotros, yo he decidido crear el mío…lejos de todas mis cadenas. Deberías de hacer lo mismo. Él y tú lo merecen

- Debo de estar soñando.

- Quizás… Pero eso no significa que no sea real ¿no lo crees?- Sonríe la rubia y toma entre sus manos las de la bella sacerdotisa- No tengas miedo….

Rei despertó sobresaltada, su corazón latía con fuerza y sus manos sujetaban algo con fuerza, al extender sus puños, de ellos salieron dos bellas mariposas con las alas moradas y bordes negros que volaron por toda la habitación de Villa Hino, al agitar sus alas desprendían un suave polvo brillante, después desaparecieron en el aire…

Era la mañana de Navidad y Darien se encontraba aun en pantalón de pijama. No había mucho que celebrar para él pero aun así se había levantado temprano para ir por un vaso de jugo, le sorprendió escuchar el golpe de la puerta tan temprano.

- Rei…¿qué haces aquí tan temprano?- se sorprende el alto doctor

- yo…lamento que discutiéramos en noche buena

- ¿tú lo lamentas?- eso si que sorprendía al pelinegro

- si. Sé que no lo digo muy a menudo…pero lo lamento…lamento estar llena de miedos sobre lo nuestro. Tú te has esforzado mucho por hacerlo todo perfecto y yo…

- shh. Tú eres la inteligente en esta relación. Eres la que piensa más las cosas y la cabeza de esto. Pero no por ello creo que tienes razón, Linda… - tranquiliza Darien y Rei lo mira sorprendida- Creo que todos deben saber de lo nuestro y debemos dejar de escondernos como si estuviéramos cometiendo un delito, aun así voy a esperar y…

- hagámoslo

- ¿qué?

- Digamos la verdad, dejemos de escondernos….

- ¿me dices la verdad?

- Si…

- me haces tan feliz…

El pelinegro estrecha contra su cuerpo la pequeña cintura de la joven de ojos amatista y estrella sus labios con los de Rei, hasta ese momento no había nada que lo hubiera hecho más feliz, parecía que finalmente Rei estaba creyendo en ellos…

- ¿pero qué significa esto? - se escucha la voz del padre de Rei a sus espaldas, los jóvenes se separan automáticamente y son el abuelo de Darien y el padre de Rei quienes los observan anonadados, tienen mucho que explicar….

Hola:

Yo aquí de nuevo mostrando un cachito de mi historia y de mi corazón para ustedes. Primero que nada quiero agradecerles a todos en general por sus reviews, me hace muy feliz que aun haya alguien en FF leyendo las locuras que salen de esta cabecita.

Les deseo a todos que puedan pasar esta cuarentena de la mejor forma posible, todos la estamos llevando de la mejor forma que nuestras habilidades y experiencias nos lo permiten. A mi me está dando la oportunidad de regresar a este mundo hermoso que nunca salió de mi corazón. Espero que este capitulo les haya encantado, todos saben que Serena no es mi favorita y por lo mismo para mi está siendo un gran reto no hacerla como la villana que amo hacer pero esta historia necesita que las cosas sean diferentes, así que les pido sus porras para poder cumplir este reto porque Serena y yo llevamos una vida de no agradarnos.

Irais:

Gracias por creer en mi y seguir leyendo mis historias, esto me regresa la vida y las ganas de crear, me encanta lo que me hace sentir.

LeonordeEboli:

Sabes que mi pareja favorita jamás sale de mi corazón aun cuando mis manos no estaban sobre el teclado siempre tenían algo para ellos en los proyectos. Gracias por creer en ellos y espero que esta historia cumpla tus expectativas, tienen mucho por contar

Dianarr07:

Muchas gracias por tu Review, procuraré cada semana estar publicando, sobre todo en esta cuarentena que todos ocupamos ocuparnos en algo y al menos en mi ciudad va para largo la cuarentena. Me hace muy feliz que te gustara la historia, aunque los protagonistas son otros, nuestra pareja de oro claro que saldrá

Abel Gregob:

Gracias por tus bellas palabras, no dejé de escribir aunque voy muy lenta con mi escritura, solo escribia muy poquito cuando la vida de mil cosas por hacer me lo permitian. Ante es un personaje nuevo pero creo que merece ser abordado, el juego de tiempos y dimensiones será muy interesante ya verás.

Alex: espero que sigas leyendo esta historia, va para largo

Chicos, de nuevo y antes de irme mil gracias por este tan hermoso recibimiento a mi nuevo bb, el "hijo de la Luna" espero lo apoyen y lo quieran tanto como yo lo estoy queriendo ya.

¡los veo la próxima semana!