Hijo de la Luna

Capitulo 5

Pruebas dificiles

París, durante una fría tarde de invierno:

A pesar de que Darien y Rei lo habían intentado ocultar, la enfermedad de Hotaru se había hecho evidente apenas un par de días después de saber la verdad. Las visitas al doctor, las transfusiones de sangre y las largas estancias en los hospitales se hicieron cada vez más frecuentes, el matrimonio Chiba tuvo que contarle la verdad, Hotaru lloró por días.

- ¿puedo pasar?- preguntó Rei abriendo la puerta de la habitación de la melancólica muchacha de ojos amatista

- Si, pasa…

- te traje tus medicinas y un refrigerio- dice la pelinegra acercándose a la muchacha de ojos amatista que pintaba un cuadro cerca de la ventana

- Gracias por las medicinas, pero no tengo hambre, Rei

- Hotaru…debes de comer, el medicamento es fuerte y…

- Sé que es fuerte, Rei. Lo vivo todos los días desde que empezamos el tratamiento, pero comer no me hace sentir mejor.

- Hotaru…

- Creo que mejor dormiré. Me siento cansada

- Aun es temprano ¿por qué no intentas pintar un poco más?

La joven observó con molestia a la mujer a su lado.

- Bien…duerme, pero te dejaré esto aquí para cuando despiertes ¿de acuerdo?

Hotaru asintió

- Descansa…

La pelinegra salió de la habitación dejando a una muy decaída muchacha en su cama. Rei abrió una botella de vino y se sirvió una copa, Darien no tardó mucho en llegar.

El alto doctor se quitó la chaqueta y se sentó junto a su esposa que ya le tenía una copa de vino servida.

- ¿fue un día difícil?

- demasiado difícil…apenas y logré que comiera algo por la mañana, después de eso no ha querido comer nada.

- ¿está en su habitación?

- duerme ahora.

- Debemos ser pacientes, ella está llevando la peor parte en esto y necesita que seamos fuertes para ella.

- Lo sé. Es solo que no sé cómo hacerla sentir mejor… no sé cómo ayudarla

- estando allí, Hōbijin… no hay más.- tranquiliza él mientras pasa su brazo sobre los hombros de su esposa.- ¿hiciste tus tareas?

- Si, las envié mientras Hotaru tomaba la siesta de la mañana a mis profesores. Fueron muy amables al comprender mi ausencia y dejarme mandar todas mis tareas por internet.

- Yo también pediré unos días en el hospital para estar con ustedes, creo que es demasiado esfuerzo para ti.

- No, no lo hagas…Sé que son días de mucho trabajo en el hospital y Makoto dijo que vendría en un par de días. Creo que me las arreglaré bien con ella aquí.

- de acuerdo. Por cierto… ¿sabes si tu padre ha conseguido encontrar al profesor Tomoe?

- No…hasta hoy por la tarde nada, ni la gente de tu abuelo ni la de mi padre han podido encontrarlo

- Es terrible, ¡estamos perdiendo tiempo vital.

- ¿el banco de médulas ha conseguido alguna médula compatible con la de Hotaru?

- Hasta el momento nada, Hōbijin. Es muy difícil encontrarla por ese medio, aun así. si tardamos más quizás sea demasiado tarde.

- ¿y si lo intento yo? ¿si me hago las pruebas?

- Es muy poco probable que seas compatible, incluso dentro de la misma familia las probabilidades no son altas, las pruebas son muy dolorosas y..

- ¿acaso alguna vez me ha importado el dolor? Eso es lo de menos, Darien. Han pasado meses y lo único que ha pasado es que la salud de Hotaru se deteriora día con día. Ya no pudo seguir viéndola así sin hacer nada.

- Bien…hablaré con el equipo para que programe una cita. si eso te hace sentir mejor

- Me hace sentir mejor…

- Saldremos de esta, Hōbijin…Hemos excedido nuestra cuota de mala suerte para las próximas ocho vidas

- Eso espero, Darien…eso espero…

Némesis, un par de semanas después:

La rubia muchacha de ojos Azules se encontraba sentada en uno de los jardines de Némesis junto a una pequeña Cesta donde se encontraba su heredero, un niño que tenía los ojos tan brillantes como el sol.

- ¿no es un niño precioso, Tsukiko? Creo que jamás ha existido en el universo un bebé más hermoso ¿verdad? Ojalá y su padre no se perdiera de todo esto ¿ves? Ya sonríe ¿no tiene una sonrisa preciosa?

- Estoy de acuerdo contigo, querida. Dejé de verlo unas semanas y es otro chico

- ¡Ante!- se emociona la rubia abrazándose al alto hombre frente a ella que está sucio y algo ensangrentado

- que alegría que me recibas así

- ¡pero estás herido!

- no es nada, solo un par de cortaditas.

- Vamos adentro, debes bañarte, voy a curarte y…

- Solo quiero estar contigo, Serena, no importa- dice el alto abrazando a la joven mujer rubia- te he extrañado tanto

- y yo a ti, ¿dónde habías estado?

- Han pasado cosas terribles. Némesis está en guerra, linda. Las cosas se salieron de mis manos

- Dijiste que no era nada grave.

- me equivoqué, una guerra se está desatando a un par de planetas no muy lejanos de Némesis. Debemos organizarnos y…

- ¿guerra? ¿guerra de nuevo? ¿aquí?

- no te preocupes…Némesis siempre fue un planeta que estuvo en guerra, tengo un ejército fuerte y…

- ¡No! ¡No! ¡no más guerra! estoy del otro lado del universo para empezar de nuevo contigo ¿por qué más guerras? ¿por qué?

- Serena, no te pongas así. Todo está bien.

- Vengo escapando de un destino de guerras ¿por qué tengo que pasar por esto?- se desespera la muchacha

- Está bien, no tienes por qué ponerte así. En Némesis entrar en guerra es como…las olimpiadas de tu planeta. Nada aterrados ¿o si?

- pues…

- Deja de preocuparte y vamos a palacio ¿quieres? tengo demasiado tiempo sin darme un baño adecuado y…muero de hambre.

- Pediré que te preparen algo de comer y que dejen la tina lista- dice la muchacha intentando escabullirse, pero el alto y pálido hombre la detiene.

- ninguna de esas cosas es tan urgente como el tenerte a mi lado en este momento. Vayamos juntos

- No. Iré con las cocineras, lleva a Helios adentro, por favor

La rubia muchacha se alejó corriendo por los pasillos de palacio. No podía aceptarlo frente a Diamante, pero estaba muerta de miedo, temía, temía que el destino la alcanzara, temía que el paraíso se le estuviera escapando entre las manos, temía que eso fuera un sueño y temía despertar a la realidad…

París:

Era una tarde helada allá afuera, pero ellos tenían un par de días sin salir de aquel cuarto de hospital. Generalmente las habitaciones privadas no se compartían entre pacientes, pero en aquella ocasión y debido a la petición explícita del doctor Chiba, dos pacientes compartían la misma habitación.

- ¿cómo están mis chicas favoritas?

- Adoloridas, ¿por qué no me dijiste que sería tan doloroso?- refunfuña la esposa cuando ve entrar al pelinegro con dos ramos de flores

- Te dije que lo sería- explica él acariciando el rostro de su chica mientras coloca con cuidado las flores en el jarrón- ¿aun duerme?

- Si, sigue dormida.

- He pedido que la seden para que duerma todo lo posible, eso la ayudará a recuperarse mejor.

- ¿crees que funcione? El trasplante

- En vista de que no pudimos encontrar a su padre, espero que si. No puedo creer que fueran compatibles, me alegra que insistieras para que te hiciera las pruebas junto con ella.

- Era lo menos que podía hacer por ella. De verdad he llegado a quererla mucho

- Lo sé. Yo igual. Es una gran chica, verás que se pondrá bien

- ¿crees que pueda estar en casa para navidad? Me gustaría pasar esa noche en casa, en familia.

- Habíamos quedado con mi abuelo y tu padre de ir a Tokio, pero ellos entendieron la situación cuando les conté de Hotaru.

- Si todo evoluciona bien…no veo por qué no. Eso hará muy Feliz a Hotaru.

- eso me alegra. Muero por verla sonriendo de nuevo.

- La verás. ¿quieres que te pida algo especial de comer?

- no tengo hambre.

- Iré a la cocina a cobrar algunos favores. Le pediré que te prepare algo delicioso, a Hotaru le hará bien comer un poco cuando despierte también.

- ¿tienes que usar tus encantos con todas las mujeres del mundo?

- Solo con las de París y solo si es para hacer feliz a mi esposa.

- Eres un adulador…

- Sabes que solo contigo…

- consígueme un poco más de ese analgésico ¿quieres? De verdad es doloroso esto

- Lo se, Hōbijin. Me aseguraré de que estés bien ¿quieres que le avise a tu padre?

- No. No quise decirle nada y prefiero que se entere hasta que llegue a París

- Se va a molestar.

- Lo sé. Pero avisarle significaría tenerlo aquí tres semanas antes…

- Te apoyo totalmente en tu decisión, querida…

- ¿qué no tienes más pacientes?

- si… Pero me detuve con mis favoritas, ya te lo había dicho.

- deja de haraganear y ve a trabajar, ¿cómo pretendes que se paguen las cuentas si no trabajas?

- Bien…bien…me voy. Mi esposa me maltrata

- quizás lo mereces.

- Ya que te recuperes me encantará sufrir tu maltrato- dijo el de ojos azules provocando el sonrojo de la mujer en cama- descansa

Para Darien era gracioso ver cómo Rei reaccionaba a sus insinuaciones. Quizás ese tiempo de matrimonio no había sido lo más tranquilo del mundo pero el poder pasar con ella cada día era un regalo de los Kamis…

Nemesis:

La mujer de cabellos dorados se despertó luego de un sueño demasiado pesado. Sintió vacío en la cama y se dio cuenta de que de estaba sola. Se despertó sobresaltada y se percató de que el pequeño Helios dormía con tranquilidad en su cuna.

- No entiendo a quién has sacado esa tranquilidad al dormir, pequeño. Tu padre es un trueno y yo…simplemente soy diferente

La rubia se puso la bata y aprovechó el sueño de su pequeño para alejarse de la habitación, encontró a Diamante en la habitación que menos imaginó encontrarle.

- ¿qué haces aquí?- cuestiona ella cuando encuentra a su marido de rodillas orando frente a un inmenso vitral

- ¿orando quieres decir? Los nobles también oramos, linda.

- ¿puedo saber para qué?

- Para que la guerra no llegue aquí, para que nada los afecte ni a Helios ni a ti, para que todo termine pronto.

- ¿tan malo es?

- Como te dije antes de mi viaje, es en un lugar demasiado lejano, pero no puedo descartarlo como peligro para nosotros…El enemigo es muy fuerte

- ¿de verdad? ¿y quiénes son? ¿qué quieren?

- No lo sé. Solo puedo decirte que destruyen lo que ven a su paso. No hemos podido contactar con su lider…eso me desconcierta, no es como otras guerras…

- ¿y la persona de la que te habló Zafiro? ¿crees que tenga algo que ver en todo esto?

- No ha vuelto a tener contacto con él. Todo esto es tan desconcertante…

- verás que todo se arregla, que todo estará bien…

El joven de cabellos de luna abraza a la muchacha rubia y recarga su cabeza sobre el vientre de ella.

- No sé por qué, cuando estoy a tu lado…siento que todo puede mejorar

- Lo hará, verás que lo hará.

- Serena…

- ¿si?

- Nada….solo quiero disfrutar este momento a tu lado…

- Te extrañé tanto….prométeme que no volverás a irte

- Sabes que eso no puede pasar…Dentro de poco debo volver. Lo entiendes… ¿verdad?

- Si…lo entiendo…

- Pero te prometo quedarme a tu lado lo más posible…

- Te amo, Diamante Black… No lo olvides

- No lo haré…

París:

Las frías calles de la ciudad Luz eran cada vez más insoportables. Por suerte para él, había conseguido un par de días libres del trabajo y solo había tenido que salir por algunas compras.

- Ya estoy en casa.

- Has tardado demasiado- reprende la esposa desde la sala

- Lo lamento, querida. Había demasiada gente en las tiendas ¿por qué decidieron enviarme a última hora a hacer compras?

- Porque tu esposa dijo que moría por probar mi yakimeshi- Interrumpe Makoto desde la cocina

- Pero si ya estaba todo listo para el pavo, Hōbijin… tuve que pelear con un niño por el lugar en la fila del supermercado. París se ha vuelto loco

- es solo que hoy no quiero pavo…

- pasaste todo el mes diciendo que morías porque Makoto preparara algo de Pavo

- Lo sé…pero ahora solo muero por algo de yakimeshi

- Y yo quiero sushi, Darien- dice la jovencita de corta melena negra sentada al lado de Rei

- ¿qué puedo hacer contra eso?

- dejar de lloriquear y ayudarme a armas esta cosa- refunfuña Andrew que está sentado en el piso de la sala ¿cómo conectas tu celular para que se cargue con estas monstruosidades de adaptador?

- No es el adaptador correcto, tonto. Trae acá- dice el médico ayudando a su amigo a conectar el celular

- No has cambiado nada, Hansford

- ¿por qué iba a serlo? Mako-chan me ama tal como soy- dice orgulloso el rubio- ¿verdad, Mako-chan?

- Gracias por invitarnos a pasar las fiestas con ustedes- interrumpe la castaña cambiando de tema

- Sé que ustedes pasaban estas fiestas juntas cada año. No podía dejar que la tradición terminara

- ¿de verdad ustedes pasaban estas fiestas juntas?- se interesa Hotaru

- Si. Nos hacíamos compañía- cuenta Rei- Otou- san siempre viajaba, Serena, Amy y Mina pasaban el tiempo con sus familias. Nosotras no teníamos a nadie

- Salvo aquel año… ¿recuerdas Hōbijin?- dice el de ojos azules ganándose el nerviosismo en la muchacha a su lado.

- Eso yo no lo sabía- se interesa la castaña

- Fue antes de conocerte, Mako- Chan…

- En el tiempo en el que ustedes salían ¿verdad, Amigo?

Darien asiente

- ¿y van a contarnos qué pasó esa navidad o solo van a verse con esas sonrisas traviesas?- se interesa Hotaru y Makoto sale de la cocina con algunas tazas de cocoa caliente para todos

- así que con ella te fuiste ese año, Chiba…

- ¿recuerdas, Hōbijin?

- Mi padre me había mandado una carta diciendo que no podría estar conmigo esa navidad. Mi abuelo había tenido que ir a un monasterio y yo me había quedado sola en Hikawa…

Tokio, varios años atrás:

La joven sacerdotisa de ojos amatista se encontraba ante su fuego sagrado, eterno compañero de su permanente soledad. El sonido de unos pasos la hicieron salir de su concentración.

- ¿qué haces aquí? Creí que tenías un avión a Londres que tomar- se sorprende la muchacha de ojos amatista al ver al joven universitario ante ella

- Le dije a mi abuelo que no podría ir a pasar las fiestas con la familia…por la escuela

- Pero me dijiste que ya no tenías ningún pendiente en la universidad…

- Así es- dice con picardía el muchacho- El único pendiente que tengo es acompañar a mi novia en navidad….

- No es necesario que lo hicieras… Estaré bien

- Me dijiste que Hino Sama y tu abuelito estarían fuera de Tokio

- No importa…. navidad no es un día importante para mi…

- Para mi si… ¿podrías pasarlo conmigo? no quiero pasarla solo

- Pudiste ir a Londres…con tu familia

- Corrijo…no quiero pasarla…sin ti…

- que cosas dices…

- ¿me complacerías?

- bien…tengo algo de ramen en la alacena y…

- no…no me refiero a eso, Rei…¿vendrías conmigo?

- ¿fuera de Hikawa? ¿estás loco?

- Es una sorpresa que preparé para ti ¿vienes?- invita él ofreciendo su mano a la muchacha pelinegra para ponerse de pie

- iré a cambiarme…

- Usa algo abrigador…y de preferencia que cubra el 80% de tu cuerpo

- ¿aun no superas mi uniforme del colegio?

- Lo único que me hace sobrevivir es que es un colegio de señoritas y que paso por ti todos los días a la puerta del colegio

- ¿algún día dejarás de ser tan celoso?

- Quizás cuando vayas a la universidad…

- No lo creo…Tu no cambiarás…voy a cambiarme.

Media hora después iban a camino a un destino que Rei desconocía. En realidad amaba el coche rojo de Darien, color que había elegido por consejo de ella, él le había prometido que cuando ella tuviera la edad suficiente la enseñaría a manejar.

- ¿se puede saber a dónde vamos?

- Es una sorpresa, te lo dije veinte kilómetros atrás…

- Sabes que odio los viajes largos…

- Claro que lo sé. Pero era el pretexto ideal para poder estar contigo más tiempo. Como el día que te llevé a conocer a mi abuelo ¿recuerdas?

- Creí que pasarían las fiestas en Japón…

- Quiso ir a visitar a la familia en Londres. Su idea era que todos pasáramos las fiestas con mis primos y mis tíos. Una de mis primas no pudo viajar por motivos de salud.

- Pudiste ir con ellos

- No iba a dejar a mi novia sola en navidad…jamás- dice él mientras besa el dorso de la mano de la sacerdotisa

- Pudiste irte…navidad no es importante para mi, soy Sintoista… ¿lo olvidaste?

- Pero yo no lo soy y para mi la navidad tiene una magia especial…quiero que tenga la misma magia para mi novia.

- y… ¿me dirás a dónde vamos?

- No. Pero ya casi llegamos

Las palabras de Darien fueron cortadas por un fuerte ruido, uno de los neumáticos se habían estropeado. Un letrero les indicaba su forzado destino " Narai"

- El neumático se ha estropeado y otro de ellos también. La refacción no nos será suficiente, creo que tendremos que quedarnos aquí. ¿quieres recorrer la ciudad conmigo por el momento?

- ¿Narai?

Él tomó la maleta de la muchacha, su mochila y caminaron al interior del pueblo

- Mi idea era llevarte a Kioto…pero veo que casi todo está cerrado… No podremos hacer mucho

- ¿y si buscamos un lugar para dejar las maletas? Quizás allí nos ayuden a resolver lo de tu coche.

- Tienes razón. ¿vamos?- dice él tomando la mano de la joven que se sorprendió ante aquel acto- Es una tarde fría…

La muchacha sonrió y afirmó en silencio. Ambos pasearon por las estrechas calles de Narai en silencio. Nadie prestaba atención a la joven pareja que caminaba de la mano, se detuvieron en un pequeño lugar a pedir posada, solo había una habitación disponible.

- Es…agradable

- Lamento que solo tuvieran una habitación.

- Es la única opción de momento… ¿vamos a comprar algo de cenar? muero de hambre

- Dudo que encontremos pavo y ensalada de patatas en este lugar…

- ¿pavo y ensalada de patatas?

- Es lo que acostumbramos en navidad…

- Quizás en alguna tienda tengan ramen

- Todo está cerrado, Hōbijin…- explica el pelinegro mientras la nieve comienza a verse por la ventana- y creo que no podremos ir a comprar nada.

- quizás tenga algunas barras de proteínas en mi bolso

- ¿por qué no vas con la dueña del lugar…quizás tenga algo que nos pueda servir de cena…

- ¿y tú?

- veré si alguien me contesta para que pueda ayudarnos con el coche

- Solo porque es navidad…y porque eres capaz de conseguirnos una sopa de lata de cenar…

- No tardes, Reiko…

- consigue a forma de sacarnos de aquí.

Un cuarto de hora pasó desde que Rei saló de la habitación. Regresó con una bandeja que exhalaba un olor delicioso.

- Tuvimos más suerte de la que imaginé. No vas a creer lo que…¿qué pasa aquí Darien?

- Nada salió como había esperado, mi idea era llevarte a Kioto a pasar navidad…sé que te encanta todo eso y quería sorprenderte, había reservado un par de habitaciones en Kyoto…

- ¿un par?

- Te respeto, Rei….no quiero presionarte a nada. Eres muy joven y planeo pasar mucho tiempo a tu lado, no tengo prisa de nada.

Una sonrisa en los labios de ella

- Me encanta cómo has decorado el lugar…

De la forma más improvisada Darien había conseguido poner un par de series de luces en la obscura habitación y un pequeño arbolito de navidad.

- me preparé por si las dudas…Tu habitación en Kioto estaba totalmente preparada

- me gusta esta, me gusta cómo la decoraste- cuenta la muchacha sentándose sobre el tatami al lado de su novio, dejando de lado la bandejita.- y me gusta que solo hubiera una habitación

Era raro que Darien se sonrojara, pero Rei lo podía conseguir con facilidad

- ejemm… ¿qué hay de cenar, Señorita Hino?

- Yakimeshi. Pudo ser sopa de lata ¿no?

- teniéndote a mi lado…no importa si es sopa de lata. Creo que el Yakimeshi es excelente idea para nuestra primer cena de navidad

- ¿ la primera?

- Pretendo pasar demasiadas cenas de navidad a tu lado.

- ¿no crees que es demasiado pronto para decir algo así?

- No. Yo sé lo que quiero…y te quiero a ti.

- ¿cenamos?- cambia el tema la joven con nerviosismo

- Claro…

La pareja cenó en silencio, de vez en cuando intercambiaba comentarios aislados, de vez en cuando el nerviosismo hacía acto de presencia sus manos temblaban con un intercambio de miradas, sus silencios decían más de lo que callaban…

- lamento haber arruinado esta noche…

- ¿quién te dijo que la arruinaste? Es una noche perfecta….gracias- susurró ella mientras besaba la comisura de los labios de él

- Es la mejor navidad que he pasado…gracias por haber aceptado pasarla conmigo…por cierto…no puede ser navidad sin un regalo

- ¿un regalo?

El joven sacó de su saco una pequeña cajita que entregó a la chica, ella abrió sus ojos asustada

- No te asustes…aun no es lo que crees….

- ¿aun?

La muchacha abrió la caja que contenía un prendedor plateado de fénix, tenía los ojos rojos con piedras de rubí

- Se de fascinación por los fénix y cuando lo vi en la joyería….pensé en ti…¿te gusta?

- Es precioso ¿dónde encontraste algo así?

- En Hong Kong mientras acompañaba a mi abuelo a un viaje de negocios. Él fue a sus asuntos y yo decidí dar un paseo

- Que lindo que eligieras eso pensando en mi…

- siempre pienso en ti, Hōbijin…

- ¿Hōbijin?

- ¿puedo llamarte así? Tus amigas te llaman Rei-chan… tu padre te llama Reiko, yo quiero llamarte de un modo que sea solo mío, solo nuestro…

- Entonces llámame "Hōbijin"

- ¿mi Hōbijin?

Ella asintió y él la abrazó contra su pecho

- Prométeme que por más difíciles que sean las cosas seguirás a mi lado…

- Ya conociste a mi padre ¿qué podría empeorar?

- No lo sé, es solo que a veces me siento tan feliz contigo, tan completo que…temo que algo malo pase.

- ¿por lo de tus padres?- interroga ella, él asiente

- La última vez que me sentí tan feliz íbamos a visitar a mi abuelo, luego vino el accidente de coche…el resto lo sabes bien.

- No voy a dejarte- promete ella- No sé lo que nos depara el destino, no sé si nuestro destino es estar juntos o separados…No voy a alejarme de tu lado…

Una sonrisa plena de parte de él

- Te amo, Hōbijin…te prometo que siempre estaremos juntos…

- Y si nos separamos….

- Encontraré la manera de que volvamos a unirnos…siempre

Un suave beso selló esa promesa, Rei se sentía embriagada entre aquellos brazos, Darien en aquel amatista de sus ojos. El resto de la noche solo estuvieron charlando y bromeando, se quedaron dormidos casi al amanecer y aunque fue la velada más improvisada de la historia, para ambos fue su mejor navidad…

Época actual:

- ¿pretendes que creamos que nada pasó esa noche?- dudoso el rubio

- ¡Claro que nada pasó!- se indigna el pelinegro- Rei es el amor de mi vida, esa noche no tenía nada que ver con esas cosas

- aunque seguro te diste un baño de agua helada para poder dormir ¿no es así?- se divierte la castaña

- Nadie puede juzgarme, Rei ha sido la mujer más hermosa que he conocido jamás…Pero aun así… nunca la he presionado a nada

- solo la has perseguido al punto de la ilegalidad ¿verdad, amigo?

- No iba a quedarme lejos de ella, así ella no quisiera

- ¿perseguido?

- y espiado, te espiaba en Hikawa al menos una vez al día

- ¿en verdad?- se sorprende la de ojos amatista

- Seguramente algunas veces te daba el olor de su loción…luego desaparecía

- ella creía que lo estaba soñando- se interesa la castaña

- pues no…él la espiaba- cuenta el rubio a la castaña

- Es muy romántico- aplaudió la pelinegra de corta melena- así que en todos esos años nunca se olvidaron.

- Yo si lo olvidé- se defiende la pelinegra

- ¿de verdad me olvidaste, Hōbijin?- se entristece el de ojos azules

- Bueno…casi-minimiza la pelinegra ganándose una sonrisa en los labios de Darien

- No creo que tanto- sonríe la jovencita de ojos amatista

- ¿por qué dices eso, Hotaru?

- Encontré su diario. Si llegas a mi precio puedo contarte un poco…

- Tú y yo tenemos una negociación pendiente- sonríe él

- y tú y yo una charla pendiente, señorita…

El golpe en la puerta hizo salvar a la estudiante de preparatoria de su venidero regaño.

- ¡Otou San, Chiba Sama!- saluda Rei a los ancianos recién llegados, llegaron pronto

- Bueno, conseguimos que el avión particular saliera antes que otros vuelos y pudimos llegar tiempo

- habríamos llegado antes si "alguien" no se detiene a comprar regalos camino a París

- ¿nos trajeron regalos?-brinca emocionada la jovencita

- abuelo…te dijimos que no era necesario

- yo haré lo que me venga en gana. Esta jovencita es lo más cercano a una bisnieta. Así que mientras no me den bisnietos pienso malcriarla todo lo posible- amenaza el anciano señor Chiba.

- Abuelo…hemos hablado sobre eso. Queremos tomarnos nuestro tiempo para tener hijos. Rei aun está estudiando la carrera y…

- "y" "y" ¡patrañas! Voy a morir sin conocer a mi bisnieto si siguen tomándose tanto tiempo para pensarlo

- Abuelo…eres el anciano más sano sobre la faz de la tierra

- Eso no importa…puedo morir en cualquier momento

- Chiba- Sama…voy a servirle algo de vino- promete la muchacha de ojos amatista besando la frente del anciano- lo extrañé muchísimo..

- Es el encanto de los hombres de mi familia…ya te habrás dado cuenta de ello por ti misma- dice el anciano causando un sonrojo a Rei

- Dicen que mi abuelo y yo éramos muy parecidos…

- Entonces tengo suerte, Seguramente Darien será tan guapo como usted a su edad- halaga la joven

- Para eso debes prometer que te quedarás al lado de mi nieto por el resto de tu vida para poder ver eso…

- Creo que esa promesa la he hecho ya

- ¿de verdad no vas a dejarlo? ¿aunque se ponga calvo y gordo?

- Trabajo en eso, Chiba Sama. Las Mikos sabemos muchos trucos para conservar la belleza

- Me consta…Risa jamás dejó de ser tan hermosa…

- ¿cenamos ya?- interrumpió la pelinegra con evidente incomodidad

La reacción de su esposa no pasó desapercibida para Darien que tomó la mano de su paraje y la besó con ternura. El resto de la cena ocurrió con total cordialidad.

Durante la noche los regalos fluyeron junto al postre. Hotaru fue la que obtuvo más regalos: Un sweeter tejido por Makoto, un par de videojuegos regalo de Andrew, un Ipad de Takashi Hino, un viejo libro de historias de amor de Chiba- Sama y un par de aretes con forma de mariposas de diamantes y amatista regalo de Darien y Rei; aunque esa no fue la única joya, Andrew aprovechó para proponérsele a Makoto y eso se llevó el resto de la noche, parecía que se respiraba magia y amor en navidad…

Hola

Muchas gracias si llegaron hasta aquí, chicos . tardé más de lo que hubiera querido pero aqui vamos pasito a pasito. Espero que todos esten bien con esta pandemia endemoniada que a todos nos ha afectado de una forma u otra. Les mando mis abrazos y mis mejores deseos para que nadie viva en corto los estragos del virus del mal.

Irais: gracias por leer esta historia y dejar reviewcito, aqui tenemos de visita a los Hansford que no fallan

Leonor de Eboli:

gracias por tu review motivador, sabemos que malos momentos vienen pero mientras les damos algunos dulces y bellos que compensen el dolor que va a llegar porque si, va a llegar

Lector silencioso:

gracias por dedicar unos momentos de tu tiempo a leer esta historia, espero que te esté gustando y que pronto te animes a dejar review, recuerden que los reviews son alimento para el alma del escritor :p (como campanita los aplausos)

espero dejarle un capitulito pronto pero sino les prometo que sigue escribiendose aunque sea a fuego lento esta historia. Abrazos