Hijo de la luna
Capitulo 7
"Hotaru"
La bella mujer de cabellos negros dormía tranquilamente en su cama, tanta tranquilidad no se le había visto en mucho tiempo, quizás era la tranquilidad que tienen los que guardan alguna esperanza de que las cosas irán mejor.
- No me importa que esté dormida, voy a entrar
- Makoto, sé prudente, por favor
- cierra la boca, Chiba. Nadie me dice cuando ver a mi amiga y cuando no
- Por favor, fue algo complicado para ella…
- ¿a qué te refiere? Yo estoy bien- escucha la voz de su esposa que se incorpora con dificultad
- Hōbijin… despertaste
- solo estaba reposando los ojos.
- Descansa
- Tengo suficiente energía para ver a mi mejor amiga- Dice Rei incorporándose con dificultad y extendiendo los brazos a su amiga
- debiste esperar a que llegara, ¿cómo pudiste ir al quirófano sin tu mejor amiga?
- Alguien aquí es tan desesperada como su padre y decidió llegar antes- confiesa la pelinegra señalando la pequeña cuna a su lado, la castaña corre a sacarla de ella para abrazarla
- Por el gran Kami, es preciosa- dice la castaña- ¿Cómo han decidido llamarla?
El matrimonio se observó en silencio y sonríe, una leve lágrima se asoma por las pupilas amatista
- Hotaru…
- es…bueno…es un lindo gesto
- nos recuerda mucho a ella, en su etapa de pequeña…
- es verdad….es muy parecida a ella, aunque…siempre vi un parecido muy grande entre ustedes dos.
- es hermosa…- dice el orgulloso padre
- Lo es
- Hotaru. ¿no es precioso?
- Si…- gran kami, tiene una sonrisa preciosa….y sus ojos…Siento como si la estuviera viendo de nuevo
- nosotros pensamos igual…
- bienvenida al mundo, sobrina…
- voy a darle un baño para que charlen tranquilas- interviene el padre de la bebé besando la frente de su esposa- y te prepararé algo de cenar…
- Makoto…¿y Andrew?- cae en cuentas el pelinegro cuando está en la puerta de la habitación
- lo dejó el avión. Creo que deberá trasbordar para poder llegar
- Andrew siempre tan despistado. Imaginé que lo esperarías
- ¿y perder un solo segundo más para conocer a mi sobrina? él puede esperar
- las dejo para que charlen tranquilas…
- gracias, cuñado.
- ¿estás bien, Mako-Chan?
- Claro, tonta. Estoy feliz por tener una sobrina. ¿por qué no iba a estar bien?
- Porque tienes la misma cara que ponías cuando te comías los postres de los demás y no querías decirles nada
- Son tonterías, nada que deba nublar tu felicidad
- Makoto…Si no me dices de verdad voy a enfadarme
- Es Luna…Asegura que…ha encontrado el lugar donde está Serena
- Lo sé… vino a pedir mi ayuda para llegar hasta ella hace tiempo
- No accediste
- Serena no quiere ser encontrada
- Dijo cosas horribles sobre ustedes ahora que se enteraron del nacimiento de Hotaru…
- No esperaba que se alegrara…
- amenazó con venir aquí
- tengo una reja eléctrica ahora en las ventanas y dudo poder salir de casa durante varias semanas, generalmente hago lo que quiero, pero tratándose de mi recuperación Darien es un demente, incluso pidió a los doctores que me tratan que vengan a revisarme a casa.
- quién diría que podría convencerte de algo
- está muy preocupado y cuando de mi salud se trata siempre es extremadamente exagerado.
- generalmente lo mandas al demonio
Rei sonrió y clavó su vista en la ventana evitando la mirada jade de su amiga
- Pasó algo más durante la cirugía, ¿no es así?
- No fue algo fácil. Hotaru se adelantó varias semanas y esperábamos que fuera un parto natural, todo parecía estar en contra de que ella viniera al mundo, ella estuvo bien pero yo casi muero. Darien estaba aterrado, me suplicó que me cuidara y que aceptara los cuidados necesarios.
- ¿y lo hiciste?
- nunca lo había visto así…no hubiera podido decirle que no
- Supongo que no
- él de verdad está preocupado y… es muy buen cocinero
- déjate consentir, amiga…No morirás con un poco de reposo
- me alegra que estés aquí, no creas que estoy llevando tan bien el encierro…
- Imagino que no. Tú no eres de las que lo pasan en casa, me aseguraré de que no te aburras
- espero que ese aburrimiento no involucre alcohol o chicos desnudos- interviene Darien apareciendo con la pequeña Hotaru cargando de su pecho y una bandeja con comida
- Bahh, desde que lo suyo es oficial mi amiga me ha traicionado- se queja la castaña- cero citas dobles, cero chicos desnudos, aun así creo que podemos ver películas con chicos semidesnudos o algo así, improvisaremos algo
- Estoy de acuerdo si están detrás de un monitor y no coquetean con mi esposa
- Darien…
- Makoto ¿puedo dejarte a cargo de lo más importante de mi vida? Iré a hacer unas compras y a revisar algo del hospital
- Tu puedes ir a resolver lo que quieras, nosotras tendremos una tarde de chicas
- asegúrate de que se coma todo ¿quieres?
- Cuenta con ello- promete la castaña dando un saludo marcial al médico- por cierto, Darien… ¿no olvidas algo?
- ¿olvidar?
- las llaves de tu cava…
- oh, si…que tonto soy. Perdona
- buen chico ¿resurtiste la cava para mi?
- Sake, Vodka y tequila, suficiente para varios días
- bastará para el día de hoy
- La resurtiré cuando la termines, no te preocupes por eso, pero…no te alcoholices cuando cuides de mis chicas
- ¿cómo lo soportas?- susurra la castaña al oído de la pelinegra que suelta una risita
- me da unos masajes excelentes
El pelinegro sonríe y se acerca a besar la mejilla de su hija y los labios de su mujer
- te extrañaré…
- no tardes entonces…
El joven salió de la habitación dejando a las dos viejas amigas con la pequeña Hotaru, aquella tarde charlarían sobre demasiadas cosas, la tarde no les bastaría.
Un par de días después de la llegada de Makoto apareció en el departamento de los Chiba el Senador Hino, el feliz abuelo llegaba para conocer a su nieta y estuvo extremadamente conmovido al ver aquellos ojitos amatista mirarle con ternura desde los brazos de madre
- tiene la mirada de tu madre
- es muy tranquila- sonríe el orgulloso padre
- Eso no lo sacó de nosotros, los Hino tenemos carácter de Hierro
- no podemos hablar aun del carácter de mi hija, Otou San…Hotaru apenas tiene unas semanas de nacida
- tu tuviste un carácter de los mil demonios desde el día que naciste, hija
- eso no lo dudo- sonríe Darien recibiendo un fuerte codazo de su mujer- pero amo tu carácter, querida
- Le traje un pequeño detalle a mi nieta- confiesa el abuelo de la pequeña sacando de su maleta un unicornio de peluche blanco con las alas color lila
- Otou San no es necesario, Hotaru tiene muchos juguetes y aun es muy pequeña para poder tener preferencia por algún juguete
- tu te enamoraste de un muñeco vestido de smoking que tu madre te compró cuando eras niña, fue imposible separarte de él hasta que fuiste al jardín de niños
- eso no lo sabía- sonríe el esposo de la joven
-era un muñeco horrible que usaba antifaz, a Reiko le encantaba
- quizás era el destino
- ¿de qué hablan ustedes dos?- se interesa el Senador
- Nada importante…
La atención de los tres adultos fue llamada cuando observaron a la pequeña Hotaru tomar con su pequeña manita la patita de su unicornio de peluche, ese que tenía muy cerca de ella
- ¿ven? Creo que le gustó
- que cosas dices, Otou San…
La joven tomó el unicornio de la manita de la pequeña y el llanto no se hizo esperar
- tu padre tenía razón, Hōbijin…. creo que Hotaru si reconoce a su nuevo amigo
- Gracias, Otou San
-ni siquiera quiso alguno de los juguetes que nosotros le compramos, o alguno de los que mi abuelo le trajo, creo que supo elegir bien, Señor Hino
- creo que por más que me desagrades eres oficialmente parte de la familia
- creí que me había convertido en parte de su familia cuando me casé con Reiko
- siempre puede existir el divorcio, pero…mi nieta siempre necesitará un padre
- no es mi plan ir a ningún lado. Cuidaré de ellas siempre, señor Hino
- Lo sé…procura hacerlo mejor de lo que yo lo hice…
- Lo hizo lo mejor que pudo…
- entonces debes hacerlo mejor
-se lo prometo…
- Reiko, no pretenderás dejar la escuela…
- No, Otou San…Ni siquiera pedí permiso en la universidad este semestre
- Rei siguió asistiendo a clases hasta el final, quedé con sus maestros de enviar las tareas y recibe unas clases en línea, lo que es necesario lo llevo yo a su universidad, al menos hasta que ella sea dada de alta y pueda ir de nuevo a la universidad.
- solo me he convertido en madre, Otou San…no voy a dejar mis sueños por nada
- debes ver lo de la niñera, hablaba en serio cuando dije que no dejaría que arruinaras la escuela
- no es necesario, Otou San…
- Eres la mujer más terca del mundo ¿cómo es posible que no lo entiendas?
- Lo tengo controlado, Otou San…
- Eres capaz de todo con tal de no dejar tu orgullo
- Ella tiene razón, Hino Sama- interviene Makoto que llega cargada de bolsas- lo tenemos resuelto-sonríe la castaña
- ¿tenemos?
- Makoto, no sabía que estabas aquí
- Makoto consiguió una beca para pasar seis meses en Le cordon Bleu pero no consiguió un lugar decente para vivir así que…
- Los chicos Chiba y yo nos arreglamos, yo cuido a Hotaru por las mañanas e iré a la escuela por las tardes, las clases de Rei son por las mañanas así que…nos adaptamos
- no quiero a una fría niñera inglesa educando a mi hija
- No creo que Makoto sea la persona ideal para cuidar de mi nieta, es una Hino
- Esa, Otou San, es una decisión de Darien y mía. No tuya
- Es una Hino
- y también es una Chiba y no ves a Chiba Sama imponiéndome a la niñera ideal para cuidar de Hotaru
- No estoy en contra de que Makoto se quede con ustedes, Reiko…pero…¿cuidar de Hotaru? ¿qué experiencia tiene ella cuidando niños?
- He sido niñera muchas veces para conseguir algo de plata- dice la castaña mientras camina a la cocina- desde bebes hasta preadolescentes, también he tomado algunos cursos de primeros auxilios a niños pequeños y créame…esta niña amará mis papillas…
- estaremos bien, Otou San…lo tenemos resuelto
- Incluso Andrew pasará algún tiempo aquí y…él es bueno con los bebés
- bueno…supongo que…está bien, de momento
- Prepararé la cena- sonríe satisfecha la castaña, Rei camina hacia la cocina dejando a solas a su padre y su esposo con la pequeña Hotaru en la sala
- descuide, Señor Hino…estaremos bien, somos una familia, no somos los primeros en criar a una bebé mientras terminan sus carreras.
- no dejarías que mi hija arruinara su vida ¿verdad? Aunque…quizás no puedo estar seguro, el responsable de que quedara embarazada fuiste tu…
- no era el momento ideal, pero…. ¿va a negar que Hotaru es su adoración?
- solo quiero asegurarme de que ella esté bien… de que ella sea feliz…
- ese es mi trabajo ahora… ellas son lo más importante de mi vida…
- también lo son de la mía…
Como Ya lo habían imaginado, Ese pequeño Unicornio se volvió la adoración de la pequeña Hotaru, tanto que no había momento que pudiera estar sin él. Lo primero a lo que se aferró la niña luego de la mano de sus padres fue a ese muñeco de peluche. Pudo acostumbrarse pronto a que su madre se fuera por las mañanas a la universidad, no le fue tan difícil que papá también saliera al hospital y ambos se fueran de su radio visual luego de un par de besos, lo que no pudo soportar fue el día de lavado de muñecos, cuando sus padres decidieron que era hora de meterlo a lavar, eso provocó el llanto más terrible que la niña había emitido hasta entonces. Tuvieron que arreglárselas para lavar el pequeño muñeco en el lapso que Hotaru se quedaba dormida y tenerlo listo antes de que la hora de la siesta terminara, era un pago adecuado si eso ayudaba a que la pequeña Hotaru no llorara.
La joven muchacha de cabellos rubios se acercó a la cuna de su pequeño hijo, este dormía con una cálida sonrisa pero algo más allá de eso llamó la atención de la madre, un extraño bulto habitaba en la cunita.
- ¿qué ocurre, mi Reina?
- Ante ¿le compraste un nuevo juguete a Helios? No me dijiste nada
- No he comprado nada, Serena
- Es muy tierno que quieras ocultarlo, está bien que quieras …el Unicornio
- ¿unicornio? ¿de qué hablas?
- el que tiene Helios en su cama, anoche no estaba- muestra la muchacha al muñeco de peluche que abraza su pequeño hijo que aun duerme
- Serena….yo no se de dónde salió ese unicornio
- Nadie entró a la habitación ¿cómo podría haber llegado aquí?
- No puede ser…¿será posible?
- ¿qué ocurre? ¿pasa algo malo? ¿alguien se metió a palacio?
- No, querida… creo que él ha hecho un pequeño viaje
El niño sonrió al ver a sus padres reunidos junto a su cuna, se incorporó tomando al pequeño muñeco de manos de su padre
- Mariposa
- No, Helios…es un unicornio- corrige amorosa la madre- ¿de dónde sacaste este juguete?
- Mariposa, mariposa morada
- ¿esto era de la mariposa morada?
- Si…
- ¿qué ocurre, Diamante?
- Creo que nuestro pequeño Helios ha hecho un viaje a algún otro lugar
- ¿crees que sea como tus padres?
- Definitivamente este juguete es el de una niña- dice el padre al leer la inscripción en la patita del juguete
- "H.C" ¿quién será?
- Alguien que extrañará mucho ese muñeco
- ¿no crees que lo devuelva?
- Créeme, Serena. Viajar no es algo fácil y dudo que Helios pueda encontrar de nuevo a la dueña de este juguete, es algo casi imposible a su edad y sin el control de sus poderes…
La joven muchacha de ojos amatista cargaba en sus brazos a la pequeña Hotaru mientras lanzaba maldiciones al arrojar las cobijas de la cuna al cielo, Darien por su parte se encontraba en el suelo
- ¿qué ocurre, chicos? Algo extraño puede olerse desde que entras al departamento
- el unicornio de Hotaru desapareció
- ¿el de peluche que traía a todos lados?
- ese mismo.
- pero si son los más cuidadosos con esa cosa. ¿cómo pudo haberlo perdido?
- estaba aquí anoche que la acostamos y hoy ya no estaba, este llanto lleva dos horas y estoy a dos puntos de volverme loca
- tu padre aun no me contesta
- Otou San… ¿dónde estás cuando te necesitamos?
- ¿ya intentaron con algún otro muñeco?
- Se niega siquiera a tomarlo, no deja de llorar
- quizás si le cantas, Hōbijin- intenta decir el padre
- Mi hija me odia- se frustra la joven
- voy a llevarla de paseo
- ¿cómo vas a llevarla de paseo así? No se va a calmar
- quizás no, pero si seguimos aquí tu vas a caer en neurosis y en lugar de tener a una voy a tener a dos… de regreso pasaremos por la juguetería- el pelinegro toma a la pequeña y besa fugazmente los labios de su mujer- te amo
Las dos jóvenes se quedaron a solas en la habitación de la niña mirándose en silencio
- De verdad que es muy paciente….
- Lo sé, nos tiene demasiada paciencia
- ¿sabes? Jamás imaginé que Darien tendría esa faceta
- ¿cuál?
- Relajado, seductor, tierno
- él siempre ha sido así
- Si, pero contigo. Con Serena siempre lucía tenso y preocupado, como quien tiene la obligación de estar y jamás vi ese gesto perverso que vi en su cara al salir de la habitación al dirigirse a otras mujeres
- ¿de qué hablas?
- Rei, por favor, me di cuenta de la forma en la que cruzaron miradas al salir él de la habitación. No sé como hacen para crear esa chispa, pueden pasarse la sal en el comedor y aun así se siente el erotismo en sus miradas. Debes decirme cómo hacen
- No hacemos nada
- claro que si, hay una química en el aire, no sé…algo raro
- estás divagando, ohh, Otou San llama.
Aquella mañana Rei descubrió que ser hija de un senador no era tan bueno después de todo. La mayoría de los niños recibían juguetes de alguna juguetería, pero no Hotaru Chiba. El unicornio de peluche que le había regalado su abuelo no lo había comprado de paso en el aeropuerto, lo había mandado confeccionar en Suiza, con un juguetero artesanal que jamás hacía dos juguetes iguales, al parecer no iba a ser fácil remplazar a aquel juguete…
Hola!
lamento tardar tanto en actualizar, se ha complicado escribir estas semanas pero les prometo que despacito pero seguimos trabajando con esta historia :)
Leonor de Eboli:
gracias por tu review, amiga y de nuevo sorry por matar a la primer Hotaru, pero ya me puse al día, bueno, algo parecido :P deseo que todo salga bien con la tesis, animo
Irais:
gracias por tu confianza y por seguir leyendo a pesar de que nos tardemos, como ves era necesario para la historia, sino no podía llegar a donde de verdad nos interesa llegar
lector silencioso:
sé que estas ahí, anda, saluda, cotorrea, espero que tambien a ti te agrade este capitulo :)
Saludos, amigos. Deseo que todos esten bien en casa, les cuento que esta historia tiene años escribendose y la leo ahora y el encierro pandemico es el pan de cada día para muchos de nosotros, ojalá y todo esto termine pronto porque yo ya siento que traigo raíces en los pies de tanto estar en casa. Les deseo a todos que sus familias sigan completas y que pronto puedan leer los siguientes capítulos de perdis en la playa o un parquecito para sentir el aire fresco.
hasta pronto!
