Hijo de la luna

Capitulo 10

De vuelta al pasado

El departamento de París era un lugar precioso, la bella mujer de ojos amatista caminaba con dificultad por el departamento con una cesta en la cadera para recoger la decena de juguetes que estaban regados por todos lados, aun así sonreía al ver cada una de las muñecas ahí.

- Oka-San, buenos días- se abraza la niña a las piernas de su madre con emoción- buenos días

- Buenos días, Hotaru ¿volviste a tener una fiesta con tus muñecas durante la noche?

- Si, Marcy quería tomar algo de té.

- Señorita, usted no debería levantarse de madrugada a tener fiestas de té

- tengo pesadillas, Oka San…

- Hotaru…debes intentar dormir- acaricia la melena de la niña la joven madre- solo es una pesadilla

- ¿soy el último que se ha levantado?

- Si, querido, te quedaste dormido

- lo lamento…- buenos días- besa a la pelinegra y besa la mejilla a la niña- las recompensaré

- ¿también a mi hermanito?

- claro, Hotaru, también a tu hermanito- promete el joven de ojos azules mientras acaricia el abultado vientre de la pelinegra- ustedes descansen un poco y Hotaru, cuida a tu madre.

- ¡si!

Hotaru comenzó a jugar con la muñeca mientras recostaba su cabeza en el abdomen de su madre y le platicaba cosas, de repente la niña dejó de hablar.

- Hotaru, ¿estás bien?

Silencio

- Hotaru…¿qué ocurre?

- La oscuridad….la oscuridad viene

- ¿de qué hablas, Hotaru?

El pequeño dedo índice de la niña señaló la ventana, de repente el sol fue cubierto y todo fue oscuridad, cuando la madre dirigió su mirada a la niña que estaba en sus brazos solo había sangre, sangre de su abdomen, sangre de Hotaru pero Hotaru no estaba.

Un ruido ensordecedor invadió la sala y Rei se puso de pie para buscar a su hija, Hotaru no estaba, no estaba por ningún sitio y solo había sangre en sus manos.

- Hotaru, Darien…

No hubo respuestas pero cuando llegó al centro de la cocina solo había sangre, las ropas ensangrentadas de Darien y la muñeca de la niña estaba en la sala, el pequeño cuerpecito de Hotaru apareció detrás del sillón, pero no tenía vida.

- Quisiste jugar, Rei… quisiste jugar contra el destino y ellos están muertos- reprocha Luna mientras aparece por el balcón del departamento en su forma de gato

- Luna ¿qué haces aquí?

- Decidiste que tu familia era más importante que tu destino, ahora los has perdido a todos.

- ¡No!

- por tu egoísmo no solo ellos morirán, el destino de la humanidad se ha ido al diablo por tu culpa

- no, no…no puede ser

- espero que haya valido la pena tu egoísmo- reclama la gata con la calva mientras se aleja saltando por el balcón, el fuego comienza a acercarse al edificio mientras consume todo a su paso y en dos segundos el fuego la alcanza, todo es oscuridad, todo es dolor, todo se ha acabado.

- ¡no!- grita la mujer pelinegra empapada en sudor mientras despierta de la peor pesadilla de su vida

- Hōbijin ¿estás bien? fue solo una pesadilla, fue solo una pesadilla, Hōbijin…calma…calma…

- tú…estás bien, estás aquí- abraza desesperada la joven al hombre ante ella y lo besa repetidamente en los labios

- si, estoy bien…no ocurre nada. Fue una pesadilla

- ¡Hotaru!- La joven brincó de la cama corriendo a la habitación de su hija que dormía tranquilamente en su cama

- Oka- San ¿qué pasa?

- mi niña… mi pequeña, estás bien…estás bien…

- Oka- San, estás rara, me das miedo

- estás bien…

- Hōbijin… debió ser una pesadilla horrible- se preocupa el pelinegro, en los años que llevaba de conocerla nunca había visto a la pelinegra ponerse así

- la peor de todas, fue la peor de todas…

- calma…estamos aquí, no iremos a ningún lado, estaremos juntos

- Esta noche dormirás con nosotros- pide Rei a su hija que apenas y está despierta

- si, Oka-San…no tengas miedo, estamos aquí, Otou- San y yo te cuidaremos

- Si, amor…no pasa nada, calma…

- te amo…los amo…a ambos…

- y nosotros a ti, Hōbijin…no sé qué fue lo que soñaste, pero te prometo que solo fue un sueño, solo un sueño, Reiko….

Rei intentó cerrar los ojos y dormir pero una y otra vez venían a ella las imágenes de su familia muriendo ante ella.

- ¿estás mejor, Hōbijin?- Saluda el pelinegro a la joven en la cama cuando abre los ojos

- no sé a qué hora me quedé dormida

- Eran las cinco de la mañana, mientras dormías te inyecté un relajante, para que pudieras descansar.

- ¿y Hotaru? ¿dónde está?

- Hablé con tu padre y se ofreció a llevarla con él y mi abuelo a dar un paseo, quizás hoy se quede en Villa Hino, me dijeron que nos llamarían.

- Estoy bien, Darien.

El pelinegro se sentó en la cama junto a su esposa y la abrazó por la espalda besando su frente

- no, no lo estás, Hōbijin… No es el la primera noche en la que dormimos juntos, anoche estabas aterrada

- soñé que los perdía, era tan real…aun puedo sentir tu sangre en mis manos

- Hōbijin

- fue aterrador, Darien, Hotaru moría en nuestro departamento

- Reiko, estas nerviosa, Serena apareció después de años de no saber nada de ella y estás preocupada por lo que pueda pasar pero estaremos bien, te lo dije; Ella entenderá que el tiempo pasó y que lo que tu y yo tenemos es irrompible y único.

- ¿lo es?

- Reiko Chiba ¿estás dudando? ¿en serio? después de todo lo que ha pasado, no. No te lo voy a permitir, no permitiré que dudes de lo que tenemos: de nuestra relación, nuestro matrimonio y nuestra familia

- Ella es mi amiga, la quiero, no quiero lastimarla

- no lo harás, ella entenderá, en serio.

- Darien, me siento terrible, ayer, cuando ella me preguntó por mi vida no pude contarle de ti, ¡de Hotaru!

- Estabas asustada, todo fue de repente… estaremos bien.

- quiere recuperarte, casarse contigo, tener…

- Cariño, ya hablamos de eso. Yo se lo explicaré

- ¿qué?

- Estoy contigo, eres mi esposa ¿quién más va a explicarle qué ocurrió?

- no quiero lastimarla, no quiero que nadie la lastime

- No sé si lo lograremos, pero ella es tu amiga, te quiere y entenderá, al final lo hará

- me siento terrible, Darien…

- Ella estará bien, te lo prometo- asegura el peliegro mientras besa con delicadeza los labios de su esposa, como temiendo su reacción

- Estoy bien, deja de temer mi reacción a cada segundo. Iré con Serena

- No, no irás

- claro que lo haré, es mi amiga

- irás mañana, querida. Más tarde quizás…

- Ella necesita que la apoye

- tiene tres amigas más, yo solo tengo una esposa, Hotaru solo tiene una madre y tú y yo necesitamos charlar

- no quiero charlar

- quieres, quieres charlar, sobre nosotros, sobre lo linda que se ve Hotaru con su yukata en esta foto y con su trajecito de mariposa y en su fiesta de cumpleaños con tu padre y mi abuelo, tú quieres decirme que elegiste que nos mudemos a Tailandia, Irlanda, Alemania o el lugar del mundo que quieras, quizás que elegiste trabajar en el consulado…

- Darien…

El pelinegro sonríe y besa las mejillas de la joven con pequeños y tiernos besos que relajan a la mujer entre sus brazos, estuvieron así hasta que el golpe desesperado de la puerta y el timbre no dejó de sonar una y otra vez. Darien se puso de pie de la cama y fue a abrir la puerta, había pedido comida a domicilio e imaginó que de eso se trataba pero quien estuvo detrás de ella le sorprendió fue muy diferente a lo que esperaba.

- ¿Serena?

- ¡Darien, mi amor!- se abraza la joven de cabellos rubios al joven pelinegro que se sorprende- ¡todos dijeron que tu no estabas aquí! no contestabas el celular y…

- ¿qué haces aquí?

- te busqué, te busqué por todos lados, ¿dónde estabas? ¿dónde has estado? No importa, lo importante es que te encontré, te encontré y estaremos juntos, nosotros…estaremos juntos

- Serena…no…Eso no pasará

- ¿qué?

- Tú y yo no podemos estar juntos, te ofrezco mi amistad pero no puedo ser lo que quieres

- ¡tú y yo estamos predestinados! ¡es nuestro destino!

- No. Yo elegí el mío.- muestra él la alianza en su dedo

- ¡te casaste! ¡te casaste!¡Maldito idiota! ¿cómo pudiste hacerlo? ¿cómo pudiste casarte con otra?

- Amo a esa mujer más que a nada en la vida. Me gustaría decir que lo lamento pero… No es así, Serena. Lamento que te enteres de este modo, pero la mujer con la que me casé es el amor de mi vida, no la elegí porque me sintiera solo ni porque fuera la segunda opción, la elegí porque la vida no tiene ningún significado sin ella.

- Está bien…yo…te perdono, tú creíste que no iba a volver y te asustaste y… elegiste volver a empezar con otra mujer, no importa… ella debe entender, puedes dejarla.

- No, Serena. Compréndelo…No voy a dejarla porque la amo…A ella la amo, es el amor de mi vida y es momento de que tu inicies tu vida con alguien más

- ¡No! ¡no lo haré, Darien! Estamos predestinados a estar juntos

- Lo estuvimos pero terminó, por favor, Serena. Encuentra a algún otro hombre, a uno que sea digno de ti

- ¿solo así, Darien? ¿solo "encuentra a otro hombre"? ¿quién crees que soy?

- Me casé y la amo, la amo más que a nadie en mi vida… El universo entero puede derrumbarse y créeme, no me arrepentiré amarla y haberla elegido a ella

- Yo sé que aquella vez fui grosera y radical, pero no…yo…te amo, no quiero que estés con ninguna otra mujer, fui una idiota por dejarte ir, por gritarte…tú y yo íbamos a casarnos, tú y yo…

- No, Serena.

- tomamos caminos diferentes. Entiendo que pasaron cosas, solo déjala, por favor…déjala.

- nunca podría...

- Está bien, yo hablaré con ella, te prometo que hablaré con ella y comprenderá que debe hacerse a un lado…ella…

- No, Serena…Si recorriera todo a un par de años atrás la elegiría a ella…solo a ella y a la vida que tengo a su lado.

- esto está mal, Darien. Esto está muy mal… ¡vas a arrepentirte! ¡estás cometiendo un error!

La rubia se alejó del departamento vuelta un mar de lágrimas, Darien agradeció que las puertas de las habitaciones fueran tan gruesas y que su esposa se hubiera quedado dormida un par de minutos antes de levantarse a abrir la puerta, Rei tenía mucho sueño a últimas fechas y su sueño era profundo.

- ¿llegó la pizza?- Interroga Rei mientras se frota los ojos aun somnolienta al sentir la cama hundirse al sentarse su esposo a su lado.

- no, fue una vecina loca. Se confundió de departamento y estaba ebria

- eres mío, Chiba. Cuidado con eso- amenaza burlona la de ojos amatista.

- no me interesa ninguna otra mujer. A menos que sean mi hija y tú

- Quiero cenar algo

- La pizza no llegó, Hotaru se quedará en villa Hino. Prepararé algo de cenar y…

- no. Vamos a cenar fuera. Comida Cantonesa o Tailandesa.

- Ya no tienes miedo

- Lo tengo, mucho…pero te extraño también. No estoy disfrutando de esto y sé que no estaré mejor si me encierro aquí.

- Esa es mi chica…Te llevaré a un lugar que me recomendó tu padre, dice que es delicioso. Mañana iremos por Hotaru y daremos un paseo ¿quieres ir a kyoto? ¿Osaka?

- solo pasemos tiempo juntos… Eso es todo, no me importa el lugar.

El pelinegro sacó un abrigo del gancho y lo colocó sobre los hombros de su esposa y él tomó uno para sí junto con las llaves del coche, la pareja salió feliz del departamento mientras charlaban y reían, no se dieron cuenta de que alguien a las afueras del edificio los observaba.

Hotaru disfrutó como nadie el pasear por Kioto con su familia y adoró ir a Gion corner con sus padres, Rei y Darien le contaron sobre todos los lugares históricos y prometieron que pasarían el fin de semana disfrutando de aquel bello lugar, aprovecharían sus días libres para ir a Osaka a gozar sus vacaciones pero tuvieron que interrumpirlas cuando recibieron una llamada que les avisaba que Serena había tenido un colapso nervioso y había intentado suicidarse cortándose las venas.

- ¿crees que va a estar bien?- Interroga Rei a Darien mientras aguardan respuestas en la sala de espera, para suerte suya Amy está adentro y nadie más ha llegado al hospital.

- Afortunadamente Amy iba llegando y pudo evitar que se desangrara, el corte no fue tan profundo y pudo frenarse la emorragia, está en buenas manos, Hōbijin. Mis amigos dicen que tiene posibilidades

- esto es terrible. ¿cómo pudo hacer algo así?

- No creo que ella esté bien, sería bueno que le hicieran más estudios

- Rei, Darien- Nombra Amy mientras aparece en la sala de espera

- Amy ¿cómo está Ella?- interroga Rei

- Logramos estabilizarla. Hubo que darle dos unidades de sangre y le hicimos un lavado estomacal para que arrojara todas las pastillas que tomó, no solo se cortó las muñecas, estaba decidida a lograr su cometido. Ahora está dormida y fuera de peligro.

- gran kami….Amy, eso es terrible…

- Lo es. Ahora está sedada pero creo que Serena está más mal de lo que creíamos.

- ¿la pasarás a psiquiatría?- interroga Darien

- creo que sería lo mejor, es peligroso que Serena se haga daño, no está estable. Pero sobre eso… creo que deberías de saber que según lo que arrojen sus evaluaciones quizás haya que internarla y…tú tienes que firmar… eso es lo que dice el papeleo que tenemos registrado

- ¿estás pensando en enviar a Serena a un manicomio? ¿qué más daño quieren hacerle? Ya le quitaste a su prometido ¿ahora la encerrarán?- interrumpe Mina que llega ensartada en un vestido de noche

- Nadie está diciendo que la van a encerrar pero intentó suicidarse, Mina. Podría hacerse daño y necesitamos ayudarla, sea cual sea el tratamiento que ella necesite.- Explica Amy.

- ¡Serena no está loca! Serena sufriendo, sufre porque su prometido la dejó, porque él se casó con otra mujer, lo triste es que no sabe quién es la culpable de que ella sea infeliz.

- Ya basta. Suficiente, Mina. No voy a permitir que hagas esto ¿quieres hablar? Hablaremos afuera del hospital, cuando tú quieras pero fuera de aquí, aquí vas a respetar el hospital y sobre todo a mi esposa. No voy a dejar que armes esta escena y menos que la ofendas. ¿te quedas o te vas?

- No puedes correrme

- yo sí. ¿te quedas o te vas, Mina? él tiene razón y esto es un hospital. Punto- Amenaza Amy

- Yo me quedo, pero ellos se van

- No puedes correrlos, son amigos.

- Nos vamos- interrumpe Rei- Hotaru está en casa del abuelo Chiba y ya debe dormir. Por favor, Amy… ¿nos avisarías si algo ocurre?

- Lo haré. No te preocupes…Los veré mañana

El matrimonio Chiba recogió a Hotaru y fueron camino a casa, la pequeña estaba dormida y tuvieron que subirla en brazos hasta su cama. Quizás el culpable de el silencio de la pareja fue el profundo sueño de la pequeña o quizás fue el miedo de ambos a lo que acababan de presenciar en el hospital pero ninguno dijo nada.

- Acosté a Hotaru, no se ha despertado para nada, seguramente dormirá hasta mañana

- pobre, debió dejar agotado a tu abuelo, estaba muy feliz con él. La quiere mucho

- Hōbijin… ¿quieres hablar?

- ¿qué?

- Hōbijin….No has dicho nada de lo que pasó

- Estoy bien, Darien. No me pasa nada

- tu mejor amiga intentó suicidarse y sé que algo traes en tu cabeza, eso me preocupa, más tu silencio

- ¿crees que ella estará bien?

- físicamente si, pudieron actuar a tiempo pero mentalmente…. ella necesitará ayuda psiquiatría podrá ayudarla.

- ¿crees que tu charla con ella tuvo algo que ver en lo que hizo?

- Serena estuvo lejos de todos y quizás vivió muchas cosas, tuvo muchos traumas tal vez, habrán de encontrar la forma de curar todo eso que la dañó y ni tu ni sus demás amigas ni yo podremos ayudarla.

- te amo, Chiba…

- estaremos bien, amor…ella también lo estará, al final lo estará…

- Nos quedaremos un par de días más para asegurarnos que ella esté bien.

- linda, yo puedo esperar, reajustar mis horarios pero tú tienes cosas que hacer en París

- Es Serena…

- Haremos lo que tu digas, lo que tú quieras. Pero quiero que entiendas que nuestra presencia no curará a Serena de nada.

- me sentiré mejor si nos quedamos

- entonces lo haremos.

- eres el mejor, Chiba… lo eres. Te amo- asegura la pelinegra besando los labios de su esposo- te ganaste un trago, te lo traeré

- no, quédate. Yo traeré algo para los dos…

- gracias

- Estaremos bien, Hōbijin, te lo prometo. Encontraremos la forma de salir de esta, para eso es el matrimonio

- Eres un gran chico.

- Lo sé, te llevaré a la cama y ahí te llevaré tu trago- promete el de ojos azules subiendo a sus brazos a la joven de ojos amatista y dirigiéndola a la cama para recostarla allí.- mi único trabajo es hacerlas sentir bien hoy

- te recompensaré al llegar a París

- Si estás bien me lo recompensas ahora, Hōbijin- asegura el de ojos azules mientras besa con delicadeza los labios de su mujer, quizás hubiera bajado sus manos a la cintura de su esposa pero el grito de dolor de su hija paralizó a ambos.

- ¡Hotaru!- gritó la pareja a la par mientras corre a la habitación de la niña.

Ninguno de los dos podía creer lo que estaba ante sus ojos, la cama de Hotaru ardía en un fuego morado formando un círculo perfecto, la niña estaba arrinconada contra la cabecera de la cama.

- Hotaru, tranquila. Te sacaremos de aquí- promete el padre intentando cruzar el fuego pero las flamas se volvieron más gruesas impidiendo que el padre las cruzara.- No funciona, Reiko

- este fuego…lo he visto antes, este fuego…

El invocar a sus espíritus guardianes fue más difícil que en cualquier batalla vivida, el buscar la forma de que su hija fuera rescatada de eso la paralizó por un segundo pero consiguió sacar toda la fuerza de su alma para llamarlos y hacer que las flamas desaparecieran, no pasaron más de dos segundos antes de que ella brincara a la cama de la niña y la abrazara contra su pecho, Darien hizo lo mismo y la niña tuvo que quejarse para que la soltaran un poco y la dejaran respirar, Rei besó repetidamente a la niña y esta sonreía hasta que un gesto de dolor los hizo soltarla para observarla, sus enormes ojos se pusieron totalmente negros y el símbolo de Saturno apareció en su frente "la destrucción se acerca" susurra la niña en voz espectral y luego se desmaya, su padre revisó que la niña solo se había quedado dormida por el esfuerzo.

- ella necesita descansar, Hōbijin….Estará bien

- ella se quedará con nosotros en l habitación.- asegura la pelinegra cargándola en sus brazos, Darien no objetó nada y solo abrazó a la niña y a su esposa, estaba demasiado asustado para decir nada, al igual que lo estaba Rei, ambos se tomaron la mano por encima de la ropa e intentaron dormir pero no lo lograron, el terror se reflejaba en sus pupilas, las palabras no salieron de sus labios durante toda la noche.

A la mañana siguiente Rei fue a Hikawa muy temprano, mucho antes de que Darien y Hotaru despertaran, necesitaba aclarar su mente y sobre todo descubrir qué le ocurría a Hotaru.

Ni su mayor intento por concentrarse, ni sus mayores esfuerzos por buscar en sus visiones pudo obtener alguna respuesta. Solo podía ver muerte y destrucción en sus visiones, las mismas pesadillas que la habían atormentado día y noche y que sabía no la dejarían en paz.

- no encontrarás tus respuestas en el fuego, Rei- escuchó la pelinegra la voz de la guardiana del tiempo que irrumpía en su cuarto de meditación.

- Pero tu lo sabes, Setsuna.

- Si, lo sé. Por desgracia

Rei se giró para toparse con la mirada de la mujer de piel morena, su apariencia era fría pero su corazón y su piel entera temblaba aterrada por las palabras que estaba a nada de escuchar.

- El fuego alrededor de su cama…su rostro

- es lo que estas sospechando, ella es la reencarnación de Sailor Saturn

- No, Hotaru Tomoe era la reencarnación de Sailor Saturn.

- Y murió. Murió casi al mismo tiempo que tú te quedaste embarazada ¿eso no te da pistas?

- Mi hija no tenía relación de sangre con Hotaru, yo la adoraba pero ella no era mi hija, ¿porqué mi hija tendría la estafeta de ser la Sailor de la destrucción? Su madre es la guardiana de Marte y su padre el príncipe de la tierra

- Es el destino de tu hija, eso es todo.

- Mi hija no vivirá lo mismo que yo, Setsuna. Ella no arriesgará su vida por nadie y no será la que lleve en sus hombros el peso de la destrucción de la galaxia.

- No es tu elección y no es algo que puedas decidir, ni yo, ni nadie. Es su destino.

- Al demonio el destino, Setsuna. ¡es mi hija!

- no hay nada que puedas hacer, eso pasará

- debo evitar ese destino.

- Tu hija no puede librarse de su destino de ser Sailor Saturn y encargada de la destrucción del universo, así como tu eres Sailor Mars, de eso nadie puede salvarse, solo…

- ¿solo?

- Hay una forma de que tu hija no tenga que enfrentarse a su destino, pero…

- ¿pero?

- No me atrevo decirlo, yo no…

- ¡habla!

- Lo que tu viste es algo que ocurrirá inevitablemente, la oscuridad viene y la galaxia no está protegida, la princesa protectora del cristal de plata no tiene fe ni energía por nada, su apoyo y su guardiana están disfrutando de una vida normal, pero si llega una amenaza…

- no habrá nadie para protegerla.

- las bases para Tokio de cristal no están de pie, tu hija sería lo único que podría detener al enemigo, es la única que tiene el poder para hacerlo, pero pagaría con su vida.

- no permitiré que Hotaru cargue con ese peso, ella no.

-Si la galaxia lo requiere será la única opción y nadie podremos detenerlo

- no…

- escucha, es tu hija y lo sé, sé que la quieres y que es tu vida pero no se puede hacer mucho. Para eso aparece una Sailor Saturn

- Es mi hija.

- Si no hay un protector en esta tierra el destino lo enviará, para eso …

- si, si, si ¡ya me lo dijiste! pero es una niña, es mi hija y la amo. No quiero que ella viva eso

. Es su destino si las cosas siguen así

- no quiero que mi hija viva eso

- Ese es su destino ahora, con esta realidad y no podremos hacer nada

- lo comprendo, pero no lo acepto.

- Rei, no los juzgo. Ustedes decidieron estar juntos, casarse y tener a su familia. No los voy a culpar ni a decir que es por su causa, no les voy a dar una etiqueta pero…esta es la realidad ahora. Hay que vivir con eso y sus consecuencias, ahora hay que pensar cómo se resolverá y…nada está en nuestras manos, lo siento

- Si Darien y yo no estuviéramos juntos…

- Si Serena y Darien se hubieran casado y tenido a la pequeña dama, entonces existiría una luz, pero el destino es otro, uno muy distinto y hay que aceptarlo

- Si ellos estuvieran juntos…

- Él no quiere estar con Serena, quiere estar contigo, su esposa y con Hotaru. Nada más puede hacerse, por favor… deja de torturarte.

- Si la oscuridad se acerca mi hija se sacrificará, eso no es justo, esta no es su guerra

- Es la única con la magia y el poder en sus venas, la única que podría hacer algo si la oscuridad llega

- porque Rini no existe y porque Darien y Serena no están juntos.

- Sin culpables, esta es la realidad, hay que aceptarla

- si esta realidad sigue mi hija morirá, mi familia y todos…

- se podrá proteger a la galaxia de algún modo, Rei. Se logrará, siempre hay una forma

- con la sangre de mi hija.

- pues…

- No lo acepto y no pasará, Setsuna Meiou. Encontraré la forma pero Hotaru no lo hará.

La pelinegra se alejó de la habitación dejando sola a Setsuna, sabía que no había nada más de qué hablar y que seguir discutiendo no las llevaría a ningún lado.

Serena despertó recostada en una cama de hospital, no le pasó desapercibido que estaba atada a la cama y sus muñecas y cabeza dolían.

- Te traje flores para decorar la habitación y chocolates para que comas después. Cuando Amy lo autorice- dice Rei a la joven aun aletargada

- tú…

- Estoy aquí, amiga. Todo estará bien

- ¿todo estará bien, Reiko? ¿lo estuvo cuando te casaste con mi prometido? ¿lo estuvo mientras me engañaron?

- ¿quién te lo dijo?

- los vi con mis propios ojos. Ya no vale la pena esta vida. No recuerdo qué paso durante todos esos años y al parecer las dos únicas personas en las que confiaba a ciegas me engañaron.

- Yo te lo explicaré, Serena…yo…bueno…

- Solo sal de aquí. No quiero volver a verte en mi vida.

- Serena, necesitamos hablar, explicarte que en este tiempo…

- te acostaste con mi prometido. Lo entiendo, siempre lo quisiste ¿no?

- las cosas no pasaron así, pero podemos repararlo, podemos resolverlo, podemos…

- ¿quieres repararlo? Regrésame a mi prometido y sal de mi vida, no te quiero cerca de mi, ya no confío en ti, Rei.

- yo…creo que volveré después.

- no vuelvas nunca, eso será lo mejor

La pelinegra salió del cuarto de su amiga y del hospital en un par de minutos, no se atrevió a buscar a Amy ni a mirar atrás, se detuvo junto al coche y tomó un poco de aire, el leve golpe en el toldo del coche la hizo salir de sus pensamientos y toparse con quién menos pensaba toparse.

- Luna…

- ¿ahora si estás dispuesta a hablar?

- si, lo estoy…- se resignó la joven- mi familia…necesito que estén a salvo, no dejaré que mi hija cargue con algo tan grande, no dejaré que pase y tú me ayudarás

- alguien puede vernos, subamos a tu coche- invita la gata mientras Rei abre la puerta del copiloto y esta entra despreocupadamente de un salto, Rei subió al lado del chofer sin decir nada. La pelinegra manejó largo rato y apagó su celular a la primer llamada de Darien la pantalla del equipo.

- No dejaré que mi hija cumpla con el destino de Sailor Saturn

- No es asunto mío, tu hija no me preocupa, me preocupa Serena, siempre será Serena

- Lo sé. Pero por primera vez tú y yo necesitamos lo mismo

- la única forma de evitar que tu hija tenga que llevar a cabo el destino de Sailor Saturn es creando las bases para Tokio de cristal y eso es imposible ya que el príncipe esta casado con otra mujer a la que no piensa dejar.

- Yo cambiaré eso pero Serena no aceptará volver con Darien sabiendo lo que ocurrió entre nosotros.

- Puedo resolverlo pero tú debes irte de aquí con tu hija

- Lo haré, en el primer vuelo

- Darien te seguirá e intentará recuperarte y tú cederás, ha pasado antes

- no pasará, lo prometo.

- ¿tengo tu palabra?

- La tienes, nosotras nos iremos

- una cosa más. Serena no puede saber que Hotaru es hija de ustedes. Ella se negaría a iniciar una vida con Darien si lo supiera

- Me iré pero no ocultaré a mi hija ni la negaré, Darien tampoco lo hará si Serena va a iniciar una vida con él tendrá que acostumbrarse

- Borraré su memoria para que ella olvide esto. Despertará pensando que su prometido está ahí y la existencia de tu hija lo único que haría sería alterar la ecuación

- no negaré a mi hija

- ¿quieres mantenerla a salvo? Serena no puede saber que esa niña es su hija. Ella es idéntica a la antigua Sailor Saturn no tiene porqué saber que no lo es, tiene el mismo nombre

- Es mi hija, esto es idiota

- ¿quieres mantener a tu hija lejos de tu destino? llévatela y aléjala lo más posible de aquí, deja que ellos hagan su vida, que tengan la familia a la que están destinados.

- me iré, Hotaru se va conmigo. Solo aleja ese destino de ella.

- Lo haré si tu cumples con tu parte

- Cumpliré, lo prometo. Pero si algo le pasa a mi hija…si me estás mintiendo…

- ¿te arriesgarás a averiguarlo?

- Mi hija y yo nos iremos… solo cuida de Serena y de Darien- pide Rei bajando del coche, Luna la sigue

- Ese es mi trabajo.

- Y El mío es cuidar de mi familia. .

- Nada les pasará si dejas que el destino siga su curso, el destino que jamás debiste interrumpir.

- ¿sabes? Lo único bueno que veo en marcharme es que no volveré a verte jamás. Eso si me hace feliz- afirmó Rei subiendo al coche y dejando fuera a Luna

- ¿qué te pasa? Debes llevarme al hospital

- No. Tú y yo no podemos ser vistas juntos. Regresa como puedas- Explica Rei mientras arranca el coche dejando a la gata fuera, había tomado una decisión bastante fuerte, una que le costaría las lágrimas de toda una vida.

- ¿dónde estaba?- interroga preocupado el pelinegro al ver llegar a su esposa en shock al departamento- llevas todo el día desaparecida, sin contestar tu teléfono. Estaba a dos pasos de avisar a tu padre que enviara a su guardia a buscarte por todo el maldito continente.

- Estoy en casa. Lo lamento…

- No. No lo lamentas ¡casi me matas, Reiko!

- Yo necesitaba pensar muchas cosas…

- Fui a buscarte a Hikawa y no estabas

- estuve allí muy temprano, luego tuve que escapar- confiesa la pelinegra caminando hacia la cava y sacando una botella de whisky y sirviéndose un trago- tuve que escapar porque esto no fue una pesadilla, lo que vimos fue una premonición de lo que pasará.

- no, Hōbijin…no

- sí, por fin lo vi. Nuestra hija es la heredera del poder de la destrucción de Saturno, Hotaru es la nueva Sailor Saturn y ella morirá, morirá porque cuando vengan las fuerzas del mal no habrá nadie capaz de luchar contra ellas, solo estará Hotaru, nuestra Hija.

- no, Está Serena y…

- No, Serena no luchará contra ellos, ella no es lo suficientemente fuerte y tu no puedes estar ahí porque estás conmigo. Mi poder no sería suficiente ni el de las demás chicas, solo quedará nuestra hija y para eso deberá de…

- No, no lo digas, Reiko. No te atrevas.

- somos los culpables de la muerte de nuestra Hija, Darien. Somos unos monstruos

- No somos unos monstruos, Reiko. Yo te amo, tú me amas

- y fuimos contra el destino y condenamos a la humanidad entera a morir por ello.

- Saldremos adelante, Hōbijin… encontraremos la forma, Hotaru no morirá, ella no…

- la única forma es que tú recuperes tu camino y te cases con Serena, solo así mantendrás a salvo a nuestra hija.

- Rei, no

- Es por nuestra hija, Darien. No podemos dejar que ese peso caiga sobre sus hombros ¡es una niña!

- debe haber otra forma, por favor Hōbijin, confía en mi…encontraremos la manera. Además Hotaru no tiene por qué asumir la posición de Sailor Saturn, ella es la heredera de Marte y de la tierra.

- nunca debimos casarnos, jamás debimos de…

- No te atrevas a decir algo así, Rei- se molesta el pelinegro- Casarme contigo, tener una familia contigo me ha permitido conocer la felicidad

- Una felicidad que acabará con la humanidad y con nuestra hija

- Eso no pasará, encontraremos la manera de alejar al mal de nuestra pequeña

- No somos tan fuertes, no seas ingenuo

- Reiko…

- te amo, Darien pero habernos casado fue un error

- Haberme casado contigo y tener a nuestra hija ha sido lo único bueno que he hecho en esta vida. Por favor Hōbijin… no dudes, no de nosotros

- me aterra que algo pueda ocurrirle a nuestra hija o a ti

- Estaré bien y a ella la cuidaremos los dos. Moriría antes de dejar que algo les pasara a ella o a ti…solo seamos fuertes juntos ¿si?- Pide el pelinegro abrazando a su esposa y besando la comisura de sus labios- te amo, Hōbijin, yo podría soportar el fin del mundo siempre y cuando sea a tu lado…

- Darien…-susurra la de ojos amatista

- shhh….silencio…-pide él llenando de besos el delicado cuello de su esposa, haciendo que la piel se estremezca a su paso y deje de lado los miedos y temores que se forman en tu cabeza- shh…

Aquella noche Darien llevó en brazos a la habitación a su esposa, como aquella primera noche en la que estuvieron casados, como muchas otras noches lo había hecho, había algo en esa noche que los hacía sentir como si no hubiera habido otra antes y como si no fuera a haber otra después, la adoraba, ella lo adoraba a él y a pesar de saber qué cosas terribles estaban por venir decidieron enfocarse solo en esa noche…

Durante la madrugada la cama del matrimonio Chiba no era la de siempre, una mujer de cabellos negros se escabulló de aquel perfecto abrazo y besó la frente de su esposo implorando a todos los kamis que él no despertara. Luego tomó su bolso, una chaqueta y tomó en brazos a la pequeña Hotaru que dormía plácidamente en su habitación, salió del departamento Chiba para nunca más volver…

¡Hola!

de nuevo por acá compartiendo un poquito de esta historia que tanto extrañé, les cuento que ahora que andube respaldado me di cuenta que tiene desde 2016 cocinandose a fuego lento. Gracias a todos los que me han acompañado a lo largo de este tiempo. Ahora empiezo de atrás hacia adelante.

Matona:

mil gracias por tu reviews y por los tips, si no fuera por tu apoyo no creo que hubiera podido seguir publicando o escribiendo ya que mi cachorro se niega a dejarme escribir desde mi lap.

Leonor de Eboli:

tu sabes que está parejita salio de nuestras charlas y no seria una buena historia si no contamos de dónde vienen.

Irais: gracias por seguir esta historia desde su comienzo, vienen cosas fuertes para Serena. Pesar de todo seguimos

Starlight:

mil gracias por tu review, todo se aclarará poco a poco pero hay muchos secretos y chantajes, ya lo verás.

Lector silencioso:

se que estas ahí, anímate. no mordemos

estimados todos:

les tengo una pregunta que lanzó al aire, todos saben que soy mega fan de Smars/Endymion y aquí mi pregunta ¿qué creen que sería una cosa que Rei le haría a Darien nivel dios de humillación, al nivel de hacerlo enojar? espero sus opiniones porque esto va canijo y seguimos escribiendo así seamos pocos o muchos en este fandom

los quiere

La Maga